Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Rapsodia" por Yae

[Reviews - 273]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y este es el penúltimo capítulo.

Enjoy!

 

 

 

 

 

Luego de tomar sus declaraciones, mantenerlo encerrado ocho horas pese a tener dieciséis años y por ultimo pagar una elevada fianza que el abogado de Minato pudo negociar, fue recién que a eso de las siete de la mañana le retiraron las esposas a Naruto dejándolo salir de la Estación de Policías.

— ¡Naruto! — Kushina estaba muy preocupada porque su hijo había sido detenido al haber atacado a su padrino de ese modo. Quiso abrazarlo pero nuevamente el muchacho rehuyó la muestra de cariño.

— Quiero ir al hospital — fue lo único que dijo para subirse a la parte de atrás del automóvil de su padre esperando que su progenitor lo llevase.

— Antes deberías ir a casa y cambiarte de ropa — su padre se subió al lugar del conductor y Kushina a su lado — pudiste matarlo.

— Eso quería.

Minato inspiró hondo, su hijo necesitaba ir con algún psicólogo y la idea no le simpatizaba para nada. Pero que hacer, Naruto había atacado a Jiraiya siendo una suerte que este no muriera llegando al hospital casi por completo desangrado. Kakashi se lo había explicado; si Jiraiya llegaba a morir las cosas se complicarían mucho para Naruto.

— Sé que estabas desesperado… pero esa no era la manera — podía ver que su hijo fruncía el entrecejo claramente molesto porque aún no había encendido el auto.

— ¿Qué hubieras hecho tú de estar en mi lugar?

La pregunta fue incómoda para el rubio mayor que de modo inconsciente posó su mirada en su esposa quien le miraba hasta con reproche.

— Lleva a Naruto al hospital, yo iré mas tarde — la pelirroja salió del auto — tomare un taxi a casa.

Otro suspiro, no tuvo más opción que conducir rumbo al hospital.

 

— Ahora si quiero oírlo todo.

 

Un suspiro más.

 

Llegaron pasados unos veinte minutos, minutos en donde la conversación fue fría y casi sintética, demasiado superficial.

— Nunca te perdonare que no me lo dijeras antes. — Dando un portazo Naruto salió del coche ingresando al hospital. Cuando se dirigió a recepción para pedir información sobre Itachi halló un rostro conocido — ¡Shizune nee-chan!

La pelicafé se sobresaltó al oír el llamado — ¿Naruto, que haces aquí?

— Quiero ver a alguien… Uchiha Itachi.

La mujer pareció dudar sobre aquello.

— Itachi es mi novio.

La actual directora del hospital abrió un poco más los ojos, una diminuta sonrisa nerviosa asomó en sus labios más dudosa aun, pero el padre del rubio hizo acto de aparición a un par de metros de distancia, asintiendo levemente para que le concediese a Naruto su pedido.

— Esta bien, acompáñame. — y seguida por el muchacho se perdió entre los pasillos.

 

 

— Sensei, lo estaba esperando — Kakashi se acercó una vez que Shizune y Naruto se alejaran.

— ¿Cómo está? — preguntó de inmediato refiriéndose a Jiraiya.

El de cabellos plateados solo negó un par de veces — Sigue en terapia intensiva, los médicos tuvieron que operarlo, el daño es muy severo.

— Naruto… Naruto actuó sin pensar, quiere mucho a Jiraiya y… — no supo cómo continuar, al haberle ocultado lo que sucedía a su hijo provocó aquel desenlace.

— Lo sé, haremos todo lo posible para ayudar a Naruto.

— ¿Y… lo demás?

Kakashi volvió a negar encogiéndose en hombros.

— Como es posible que lograra escapar.

— Cuando la policía llego al hospital y lo registraron todo ella ya no estaba. La están buscando, tiene un hermano que ahora está desaparecido, tal vez la esté encubriendo.

— ¿Un hermano? — Minato empezó a caminar siendo seguido por el otro.

— Santiago Dirs, ¿te suena?

El rubio detuvo su andar unos momentos — ¿Santiago?, ¿Ceres es su hermana?

— Así es, pero ese no es el problema del todo, acaban de intervenir todas las cuentas de Jiraiya y casi todas estas en ceros, está en quiebra.

— ¿Qué? — atónito no pudo evitar preguntar — ¿un presta nombres?

— No estamos seguros, es posible que haya buscado proteger su dinero de una situación así, o es que alguien desfalco todas sus empresas.

— Santiago — afirmó mordiendo sus labios, si Jiraiya no protegió su dinero con cuentas en el extranjero a nombre de otras personas solo había alguien capaz de arrebatarle toda su fortuna. Pero ahora eso era lo de menos, lo importante era atrapar a Ceres.

— En verdad lamento que las cosas terminaran de este modo.

— Al menos terminaron Kakashi, ¿Itachi ya sabe lo de su madre?

— Aun no despertaba así que no pude hablar con él.

— Ojala Naruto no vaya a decírselo de buenas a primeras — la terrible jaqueca que sentía desde hace horas empezaba a marearlo, Minato se sentía frustrado, fue incapaz de ayudar a los Uchiha y evitar que una maniaca chiquilla asesinara a Mikoto.

— ¿Cómo lo tomo Naruto?

— No tengo ni la menor idea, es como si hubiese ignorado ese asunto cuando se lo dije, claro que le impresiono pero parecía más preocupado por cómo le afectaría esa noticia a Itachi.

— Entonces…

Minato solo pudo asentir — ¿Dónde está Sasuke?

— En la morgue, no lo dejan entrar es menor de edad.

 

 

La puerta de la habitación se abrió con extremo cuidado, una triste sonrisa se asomó en los labios de Naruto al ver a Itachi en la cama durmiendo o al menos esa impresión fue la que le dio. Tenía ambos brazos atravesados por intravenosas, uno para el suero y el otro para la sangre.

— Aun está durmiendo — Shizune ingreso junto al rubio — Naruto te pido que no lo despiertes, sus heridas son de gravedad y necesita descansar.

— Voy a quedarme aquí sin hacer ruido, te lo prometo´ttebayo — se forzó a sonreír agradeciendo que Shizune le contase todo respecto a Itachi.

Había sido ignorante de demasiadas cosas…

Para variar Itachi realmente lo consideraba un niño…

— De acuerdo pero si despierta llámame enseguida — ella sonrió antes de salir dejando a Naruto junto al enfermo.

Una vez solo, Naruto acercó a la cama la silla de metal que había en el lugar, lo hizo con extrema cautela temiendo despertar a quien descansaba en la cama. Se sentó allí observando con detalle el rostro de Itachi, como le dolía el corazón al ver las magulladuras y moretones recorriendo sus facciones descendiendo por el cuello hasta esconderse entre la ropa para no exponer donde terminaban.

— Lo siento… — murmuró tratando de contener sus lágrimas — lo siento dattebayo… — empezó a sollozar quedito. Nunca en su vida se sintió más miserable y fracasado, le había fallado a la persona que amaba, no fue capaz de protegerlo cuando en verdad lo necesitó, su completa ignorancia le impido hacer algo antes de que las cosas terminaran de aquel modo, siguió sollozando en silencio al pensar en Mikoto y en su trágico final, lloraba por Itachi y Sasuke…

De seguro Sasuke ya lo sabría.

Quería buscar a su amigo pero tampoco se atrevía a dejar solo a Itachi, ya todo el mundo se abría enterado, todos los periodistas amarillistas de seguro ya difundieron la noticia de aquel macabro homicidio en el hospital. Limpió sus lágrimas con el dorso de su mano, Naruto siempre se consideró alguien optimista… ahora le aterraba la idea de lo que pudiese suceder después.

Nuevamente no se percató del pasar del tiempo, con cuidado pasaba sus dedos por los cabellos negros de Itachi, el amor que sentía no había disminuido ni un poco pese a haberse enterado sobre lo que su infame padrino le hizo a su amado, menos se arrepintió de lo que le hizo a Jiraiya al haberlo encontrado en esa situación.

Los pequeños quejidos lastimeros que brotaron de los labios de Itachi lo alertaron, algo preocupado se levantó de la silla para intentar despertarlo.

— Itachi… ¿estás bien? — preocupado le acarició el rostro buscando que abriese los ojos. — Iré por Shizune  nee-chan.

— A… do… donde— la seca y rasposa voz del mayor evito que Naruto saliera corriendo para buscar un médico.

— Todo está bien ahora — se apresuró a decir sonriendo al verlo despierto, los lagrimones de felicidad parecían querer huir de su azules ojos.

— ¿Dónde… estoy? —su voz era tan tenue que amenazaba con apagarse en cualquier momento, todo le daba vueltas y casi no podía ver, solo una luz en lo que parecía ser el techo y un borrosa figura que identificó como Naruto por la voz.

— En el hospital, ya todo está bien. — mintió, nada iba a estar bien y menos cuando Itachi se enterase de que habían asesinado a su madre.

El dolor fue lo primero que inundo sus sentidos, sentía su piel arder y los mareos se estaban convirtiendo en nauseas molestas.

Los próximos segundos todo se mantuvo en silencio, Itachi apenas parecía estar uniendo los retazos de sus últimos recuerdos, mordió su labio inferior casi temblando al rememorar con más claridad.

Estaba aterrado.

— Tu…

— Él no está muerto… — Naruto se apresuró a contestar — quiero que me perdones…

Las enormes ganas de llorar solo se incrementaron para el pelinegro, era consiente de quien debía pedir disculpas era él y no así Naruto, perdido entre distorsionadas imágenes no podía apreciar la preocupación en la mirada contraria.

Se refregó los ojos con las manos buscando distinguir mejor todo a su alrededor sin lograrlo por completo, cuando quiso incorporarse de inmediato el rubio lo ayudó. En cuanto sintió el tacto ajeno su cuerpo empezó a temblar erráticamente por lo que Naruto se alejó para mirarlo con genuina preocupación.

— No voy a lastimarte — y como hace tiempo le dedicó esas palabras.

Las náuseas parecían empujar cual quiere que fuera el contenido de su estómago al exterior, se cubrió la boca.

Las lágrimas se aglomeraban en sus ojos buscando desbordarse, cerró los ojos.

Y un innumerable número de emociones le taladraban el corazón, ¡oh! Y como dolía.

— Naruto… — apenas le llamó, buscando como disculparse, quería hacerle entender que lo que hizo fue lo mejor para ambos… y que seguía siéndolo — perdóname…

Los azules ojos del espectador no parecieron creer aquella disculpa, si Naruto creía que Itachi era tan buen actor, ¿qué le garantizaba que esta vez no estuviese actuando?

— ¿Por qué?

Y por fin Itachi se dignó a mirarle, casi al borde de las lágrimas conteniéndolas con tanto éxito que realmente parecía el mejor de los actores.

— Porque nunca tuve nada que ofrecerte… incluso ahora… — el cuerpo le dolía demasiado, cualquier calmante que le hubiesen aplicado debía haber quedado ya sin efecto pero no se quejó. — Solo mentiras… — Y por primera vez desde que era un niño fue sincero —… y los despojos que quedan.

— Amor… — Naruto se acercó sentándose a su lado, pero manteniendo la suficiente distancia para no incomodarlo — yo solo quiero tu amor… es lo único que quise de ti, es lo único que quiero dattebayo. — sonrió para sí. — Lo demás no me importa, si estas enfermo, lo que paso con… no me importa.

¿Cómo podía ser Naruto tan buena persona? ¿Cómo podía perdonarlo así de fácil? Luego de que le dijese cosas tan crueles, de que le ocultase tanto, Itachi se sentía tan pequeño, como en medio de una enorme pradera contemplando el infinito cielo encima suyo… el infinito cielo.

— Si tú también me amas, yo voy a arreglarlo. — Naruto deposito sobre el regazo del otro una pequeña bolsa de franela. — Te lo prometo.

El pelinegro aun no sabía que decir, toda su labia parecía haberse esfumado, lentamente y con algo de dificultad abrió el paquetillo delante suyo.

Naruto pudo apreciar el rostro estupefacto de su amor, la pequeña bolsa contenía los restos de la figura de cristal que le regaló y que Itachi se encargó de romper. Cuando le pidió a su madre que los trajera a la Estación de Policía no creyó que lo haría. Pero pese a eso seguía muy enfadado con ella aunque también era su culpa por no habérselo dicho antes.

— ¿Y bien? — algo ansioso esperaba una respuesta positiva aunque las probabilidades fueran casi nulas.

Itachi le hubiese contestado que sí, que le regalaría lo que quedase de él, los días y las noches que le quedasen a su vida, que aunque terminase ciego le apreciaría a través de sus manos recorriendo cada centímetro de su piel, que si había tenido la paciencia y el corazón para mantener vivo ese amor que decía profesarle pese a sus intentos por destruirlo, también se permitiría amarlo con la misma devoción.

Pero no lo hizo.

De hacerlo sería tanto como abandonar a Sasuke… a su madre, a lo que restaba de su familia. ¿Cómo permitirse la vida junto a Naruto si eso de algún modo lastimaba a Sasuke?

— Naruto… — quería morderse la lengua hasta hacerla sangrar y así dejar de lastimar al rubio con sus palabras.

Pero los golpes en la puerta que después se abrió evito esa fatídica declaración. — Siento interrumpir — Con una sonrisa tras la mascarilla que siempre llevaba, Kakashi Hatake ingresó al cuarto de hospital.

— Kakashi-sensei — la mortal mirada que Naruto le dedicó al recién llegado hacia evidente lo inoportuno que había sido.

— Ya después podrán hablar. Ahora hay cosas más importantes que resolver. — Kakashi era consciente de lo que podría provocar lo que iba a decir, pero ya no tenían tiempo, ya que Itachi era el ex novio de Ceres Dirs tal vez sabría de algo que pudiese ayudarlos a encontrarla cuanto antes. Antes de que esa chiquilla loca hiciera algo más. — Itachi, anoche mataron a tu madre aquí en el hospital, identificaron a la asesina como Ceres Dirs. La apuñalo varias veces… y ella esta prófuga.

El pelinegro apenas pudo reparar en la presencia de Kakashi antes de que este le diese semejante noticia.

No.

No… era posible.

Todo su esfuerzo para proteger a su familia fue en vano, todo el martirio autoimpuesto de nada sirvió…

Su madre estaba muerta… la habían matado…

Las náuseas lograron dominarlo, como pudo y aunque Naruto quiso detenerlo se puso de pie, arrancando las agujas del suero, cojeando y con el dolor punzante en su pierna se apresuró al pequeño cuarto de baño en la habitación, casi se arrojó sobre el inodoro cuando creyó vomitar sus vísceras embarrando el piso también.

— ¡Itachi!

Oyó el preocupado llamado de Naruto que corrió a su lado intentando sujetar su cabello para que no lo manchase y sobándole la espalda con suavidad tratando de mitigar las arcadas. El agrio sabor de su bilis inundo su boca, se sintió desfallecer al tan solo imaginar el maltrecho cadáver de su madre… culpándose al ser quien involucro a Ceres en sus vidas.

 

¿Qué sería de Sasuke?

¿Ya lo sabría?

Cuando por fin sus entrañas se calmaron los ojos le dolieron tanto que creía estar llorando, las cristalinas lágrimas fueron dando paso a la roja sangre  que brotó de ellos en un fatídico espectáculo…

Dolía, dolía demasiado.

 

 

— ¡Llama a alguien! — Naruto le gritó al mayor en la habitación, enfurecido con Kakashi por haberle dicho lo de Mikoto de aquella forma.

En el acto el peliplata salió en busca de un doctor, arrepentido por haber sido tan directo había confiado en que Itachi no reaccionara de ese modo, fue un error presionar su estado emocional.

 

 

 

 

Orfandad.

Minato sentía pesar al pensar en aquella palabra, ahora Sasuke e Itachi se hallaban en la completa orfandad, para no dejarlos en total abandono de lazos familiares debía sacar a Madara de prisión cuanto antes, aunque eso significase deshacerse de gran parte de su capital económico.

Los fríos pasillos que lo conducían a la morgue se le hicieron enormes, con todo lo acontecido en tan poco tiempo ya no se creía capaz de ponerle “peros” a lo que sea que su hijo quisiese tener con Itachi, ya no.

Lo halló sentado en una de las bancas, en completo silencio parecía observar el piso. Minato se acercó sentándose a su lado, anoche cuando Sasuke se enteró de la muerte de su madre estallo en frustración y rabia, de haber encontrado a Ceres a su alcance la habría matado con sus manos, eso era seguro. Los gritos de desesperación se transformaron en gimoteos de dolor, lo abrazó con fuerza para que le aplicasen un calmante que no consiguió dormirlo, desesperado lo vio llorar abrazando a su inconsciente hermano en una de las camillas. A duras penas lo separaron de Itachi, desde ese momento había hecho guardia en la morgue sin querer moverse ni probar bocado, era preocupante.

— Yo me hare cargo de todo — le hablo con toda la ternura que podía demostrar en aquel momento, era doloroso para cualquiera ver como la espléndida casta Uchiha estaba terminando. — siempre vas a contar conmigo, Sasuke.

El silencio que sobrevino le afirmó a Minato que no obtendría respuesta, Sasuke tan solo le dedico su cansada mirada de soslayo como pidiéndole que lo dejara solo.

Pero no lo haría.

No podría abandonarlo, era consciente de que todo el asunto había afectado a su familia, distanciándolo de Kushina y de Naruto. Pero como abandonarlo a su suerte en aquellos momentos, como decirle a ambos hermanos que debían afrontar el dolor y continuar… sonaba tan sencillo.

— Necesitas dormir, no debes descuidar tu salud.

 

La preocupación causó gracia en Sasuke, que más daba, su familia había desaparecido, sus padres estaban muertos, su único tío vivo estaba en prisión y su hermano… lo abandonaría por Naruto, con aquel pronóstico como podría importarle su salud.

Ambos quedaron en silencio por varios minutos tan solo ofreciéndose muda compañía y eso le bastaba a Sasuke, tan solo deseaba alejarse de todos y todo, desaparecer para no tener que nadar entre las cenizas de su extinta familia, no tenía motivos para aceptar todo aquello, sentía por primera vez la imperiosa necesidad de aferrarse a algo.

Pero si ya nada le quedaba a excepción de su hermano ¿Cómo permitir que se alejara de su lado?

Los minutos continuaron avanzando en completo silencio, a Sasuke le inquietaba pensar en lo que vendría después de todo eso, odiaba y deseaba matar con sus propias manos a esa mujer…

Mas minutos desparecieron entre el absurdo silencio que se regalaban hasta que de nuevo la voz de un tercero rompió la desolación.

— Sensei… — Kakashi se acercó con algo de prisa a ambos — Itachi ha despertado y ya está al tanto sobre lo ocurrido — informó con cautela sin decir nada de más.

No tuvo que decir nada más, Sasuke se puso de pie para a toda prisa dirigirse a donde su hermano de seguro lo estaría esperando. Ignoró los gritos que lo llamaron a sus espaldas, cuando llegó a la habitación vio a Naruto de pie custodiando la puerta.

— Sasuke…

No lo dejo terminar lo apartó de un empujón para entrar y una vez dentro no le importó que Shizune y algunas enfermeras lo estuvieran atendiendo se acercó a abrazarlo.

— ¿Sasuke… ? — Itachi apenas lo reconoció apartando las gasas y el algodón con el que limpiaban la sangre que había fluido a través de sus lacrimales, su hermanito se aferró con más fuerza llorando en nueva cuenta, quedito para que no lo escucharan, Itachi correspondió el abrazo sintiendo también como las lágrimas escapaban de sus ojos entre cristalinas y carmín.

 

— Vamos a dejarlos un momento — Shizune salió de la habitación junto con las enfermeras de turno topándose con la mirada de tristeza de Naruto en el marco de la puerta.

Esta vez… él salía sobrando.

 

 

 

-----------------------------

 

 

Solo después de que el forense lo permitiese pudieron llevarse el cuerpo de Mikoto del hospital y así poder enterrarla. Fue un evento melancólico y funesto, los que acudieron no fueron muchos, entre la familia Namikaze y algunos conocidos bajo la suave nevada despidieron a Mikoto Uchiha.

Los amigos de Itachi y algunos compañeros de Sasuke hicieron acto de presencia, entre oraciones el féretro descendió para ser cubierto por la tierra. Y aunque el funeral hubo terminado ambos hermanos permanecieron frente a la lápida por varias horas más.

Naruto los observaba a distancia sin atreverse a importunarlos, un fornido hombre de tez azulada se le acerco con cautela.

— Puedes irte, yo acompañare a Itachi-san y a Sasuke. — ofreció.

— Voy a quedarme — no se iría, aunque Sasuke lo odiase e Itachi no se decidiese, no iba a dejarlos en aquel momento, aunque tuviese  que seguirlos a metros de distancia se quedaría con ellos.

Y así lo hizo, Sakura, Gaara y Sai se despidieron y se fueron al igual que los extraños amigos de Itachi, solo aquel hombre de nombre Kisame se quedó también. Minato y Kushina esperaban a la salida del cementerio.

 

— Quiero que Sasuke e Itachi vivan con nosotros… en caso de que Madara no pueda salir de prisión.

Algo sorprendida Kushina observo con detalle a su esposo. — Entiendo que ahora están solos pero…

— No voy a abandonarlos — la interrumpió.

Kushina se guardó sus palabras, no era buen momento para una discusión, pero sabía que Itachi y Sasuke bien podrían vivir solos, no eran niños. Le preocupaba la actitud de Minato, se estaba involucrando demasiado con esos hermanos.

 

 

-----------------------------

 

 

Y el tiempo de nuevo avanzó.

 

Luego de un par de semanas le permitieron a Itachi dejar el hospital del todo, para ese entonces Minato había conseguido, con mucho esfuerzo y dinero, que liberaran a Madara recayendo toda la culpa en Jiraiya, quien al haberse salvado iría a prisión en cuanto no necesitase atención médica, además de acusarlo de violación tenía varios cargos de estafa y fraude en sus espaldas.

En cuanto Madara Uchiha estuvo libre se llevó a sus sobrinos a una pequeña casa que logró rentar con el poco dinero que le quedaba.

Y para cuando las vacaciones de invierno empezaron, Naruto evoco todo su tiempo en los hermanos Uchiha, los visitaba casi a diario siendo Madara el más aburrido ante esa dedicación.

Pero muchas cosas jamás volvieron a ser iguales, por más que se esforzó para Naruto recuperar la amistad de Sasuke estaba resultando imposible… empezaba a preocuparse, su teme de antaño parecía recurrir a cualquier treta para evitar que se quedase a solas con Itachi… como si sintiese celos.

Y no sabía de quien.

Para empeorar el asunto, Itachi como ejemplar hermano mayor parecía querer complacerlo en todo, como si de algún modo con eso evitase que Sasuke se sumiera en la oscuridad… Ceres aún no había sido arrestada. Pero aquel día aprovecho el hecho de que Sasuke tuviese que dar exámenes de “emergencia” al haber faltado tanto a clases para evitar que tuviese que repetir el año.

— Volveré en unas horas — Madara se despidió escuetamente dejando a su sobrino junto al insistente Namikaze, bien sabía que Naruto llevaba primero el apellido de su madre debido a los problemas que surgieron entre Kushina y Minato cuando nació. Pero eso no le quitaba lo Namikaze y por ende la desconfianza que le inspiraba.

— Esta bien — Itachi asintió sentado en un sofá de la pequeña sala.

Cuando el adulto se marchó Naruto inspiró aliviado, sonriendo sin poder evitarlo al por fin poder estar a solas con Itachi, había notado que el estado físico de su pelinegro ya no era el mismo, de algún modo se había convertido en alguien melancólico y porque no decirlo… débil.

Era consciente de que las heridas físicas aun tardarían algo más en sanar del todo, pero así como su padre lo había obligado a asistir a un psicólogo, estaba seguro que Itachi también tenía que hacerlo aunque este aseguraba que estaba bien.

— ¿Cuándo vas a acompañarme? — preguntó sentándose en el piso frente al mayor, quien pareció mirarlo sin ser del todo cierto — son apenas cinco días, pero vivir solo es todo un reto dattebayo — volvió a sonreír, luego del entierro de Mikoto insistió hasta el cansancio a sus padres para vivir solo, fue extraño que luego de unos días aceptaran siempre y cuando Kushina fuese a verlo a diario, sin que nadie se diera cuenta la familia Namikaze también se estaba desintegrando.

— Deberías regresar con Minato y Kushina — Itachi se puso de pie con algo de dificultad.

Naruto decidió ignorar ese consejo, como odiaba que Itachi lo tratase como a un niño, tenía muy bien grabadas las palabras que le dedicó hace ya algún tiempo.

“eres un niño, un niño muy estúpido a mi parecer, si quieres puedes odiarme porque yo no voy a sentir ni siquiera eso por ti.”

No habían vuelto a hablar del tema, de la última petición de amor que Naruto hizo en el hospital.

— Solo quiero pasar la tarde contigo a gusto, se ve que estás buscando como espantarme´ttebayo — resopló algo molesto poniéndose de pie — te estoy dando todo el tiempo que necesites… y ni siquiera se… si de verdad sientes algo por mi… o estoy haciendo el estúpido aquí todos los días.

Fueron muchas palabras dichas de modo correcto para Itachi, aunque no pudiese ver mucho, se había acostumbrado a esa casa y a la posición de los objetos y muebles — Acompáñame — dicho eso se encaminó a su habitación subiendo las escaleras con cuidado siendo seguido muy de cerca para su gusto.

La habitación de Itachi estaba demasiado ordenada para Naruto, nada parecía fuera de su lugar y un suave olor a lavanda la recorría, el rubio ya sentía algo de pena por invitar a Itachi a su departamento con todo el tiradero allí que se esforzaba en evitar.

El pelinegro ignorando aquellas meditaciones con cautela se acercó a uno de los muebles buscando en los cajones la pequeña bolsa de franela que Naruto le dio en el hospital.

— Perdóname. — le entregó el paquetillo.

Algo confundido tomó lo que le ofrecían, estaba desilusionado para el ojiazul era lo mismo que decirle que no lo quería, nunca lo hizo y que nunca lo haría. Sacó la pequeña figurilla que ya no estaba rota, Itachi había pegado los trozos con meticuloso cuidado, ahora era de nuevo un pequeño cuervo con rajaduras por todas partes y algunos pedazos faltantes.

— Nunca quise lastimarte… nunca quise hacerlo.

Oír a Itachi le estaba provocando a Naruto enormes deseos de llorar, pero se guardó sus gimoteos, no estaba seguro de cómo interpretar todo aquello.

¿Era una disculpa?

¿Estaba bien mantener algo de esperanza?

— Yo aún te amo… — no iba a repetirlo de nuevo, nunca más le diría que lo amaba, porque si Itachi no correspondía sus sentimientos no tenía significado, no lo importunaría más, se alejaría para siempre.

Itachi mordió sus labios con algo de ansiedad, no quería aprovecharse nuevamente de Naruto y aunque también lo amase no estaba seguro de si podría darle al rubio todo lo que esperaba de él. Pero dicho sea de paso, Sasuke solo se iría a Norte América siempre y cuando aceptase a Naruto.

— Necesito que tengas paciencia… — habló con calma como si lo hiciese con un niño, se acercó a Naruto para apreciar el azul de sus ojos con más claridad — que me tengas paciencia, esto no es fácil… — con cautela se acercó más al confundido rostro ajeno.

— ¿Ah?... en… entonces — empezó a tartamudear, no estaba seguro si Itachi lo estaba aceptando o le estaba dando de largas, se maldijo internamente por no ser más listo.

— Quiero estar contigo… si tú me lo permites — un suave beso bastó para unir sus labios.

Naruto no cabía en su felicidad, no podía creer que Itachi le estuviese pidiendo una oportunidad, con ansiedad reprimida desde hace semanas por fin pudo tener esa boca a su alcance rememorando su sabor, estaba demasiado dichoso que no reparó en nada mas, ni siquiera en el ligero temblor que apareció en el otro. Se concentró en besar y hasta en morder los labios ajenos con brusquedad abrazándolo con fuerza buscando recostarlo sobre alguna suave superficie.

Con la ligera cojera de Itachi que aún no sanaba del todo consecuencia de la tijera que le clavaron en la pierna fue fácil para el rubio tumbarlo en la cama.

— Na… Naruto — entre jadeos Itachi a duras penas pudo apartarlo, no esperaba que de buenas a primeras Naruto quisiese saltar a la cama, se incorporó  notando de un momento a otro más borrosa su visión. Posó su mano sobre el pecho contrario buscando alejarlo  pero solo percibió los desaforados latidos en el corazón del rubio. ¿Tanta era su emoción?

A Itachi desde hace mucho se le había hecho más fácil actuar impulsado por la culpa, de ese modo podía ceder de más y ser del todo condescendiente. Era incorrecto, por supuesto, pero para él le bastaba.

No tenía idea de si estaba temblando, pero busco los labios de Naruto tratando de corresponder ese deseo, le estaba resultando demasiado difícil, era innegable no evocar recuerdos de Jiraiya cuando sentía manos ajenas recorrer su cuerpo, buscó distraerse repartiendo caricias a diestra y siniestra sin conseguirlo.

Era extraño.

Cuando Sasuke lo abrazaba no sentía ningún tipo de pánico.

En el preciso momento que  percibió tacto en su entrepierna apartó con fuerza a Naruto alejándolo por completo. Si hubiese podido ver con claridad se hubiera encontrado con la mirada llena de sorpresa por parte de su ahora de nuevo… “novio”

Que irónico, sin importar cuanto tratase de autoconvencerse de que Naruto estaría mejor sin él, de un modo u otro terminaba a su lado y se había propuesto que esta sería la última… en esta ocasión estar juntos era lo mejor para ambos y por desgracia incluido; era también lo mejor para Sasuke.

 

0o00o0o00o0o00o0

 

— Minato sigue insistiendo en lo de un psicólogo, deberías ir a uno.

Madara era lo único de familia que les quedaba y quien ahora se había hecho cargo de los gastos de su enfermedad, de su manutención y de Sasuke.

— No es necesario — Itachi aún no comprendía porque el mayor siempre que quería que hablasen le pedía que fuese fuera de casa, pese a que pensaba y lo hacía por Sasuke no estaba del todo seguro. En una cafetería no estaban completamente a solas que se diga.

— Solo hazlo, su insistencia empieza a cansarme, se ha tomado muchas atribuciones por su ayuda — bebía el café negro que había pedido sin quitarle la vista de encima — cree que no podre con los gastos, tu tratamiento es muy costoso y como estoy casi en total quiebra exceptuando las acciones en Norte América, quiere hacerse cargo de ustedes.

— ¿A qué te refieres con eso?

— A que va a ser, quiere que vivan con él, que le ceda la custodia de Sasuke y…

— La custodia de Sasuke es mía — interrumpió — soy mayor de edad y es mi hermano.

— Acéptalo Itachi — entornando la mirada apenas pudo distinguir la sarcástica sonrisa en labios de su tío — no puedes cuidar a Sasuke, no puedes cuidar de ti y menos lo harás cuando quedes por completo ciego. Costear tus medicamentos y lo demás es demasiado, comida, los estudios de tu hermano y donde vayan a vivir… dudo mucho que puedas conseguir un buen trabajo en tu estado.

Era dolorosamente cierto pero podría intentarlo.

— He estado pensando en lo mejor para todos… el hijo de Minato está enamorado de ti, ¿o me equivoco?

Madara ahora procedía a comer el Berlín parte de su desayuno con total calma.

— Eso no es…

— Aunque nunca pensé que tuvieras otro tipo de orientación en ese aspecto… es lo mejor ahora. Escúchame Itachi y escúchame bien — su voz se hizo más seria de repente — los he estado observando y no me gusta el cambio de actitud de Sasuke contigo.

Ya sabía a donde iba la conversación, él también se había dado cuenta aunque quiso creer que era solo paranoia suya. Con cuidado tanteo la mesa buscando la taza de café delante suyo para poder beber un poco.

— De seguir así pienso que Sasuke podría degradarse, no quiero que mañana busque relacionarse de manera incestuosa contigo.

Fue tan directo que Itachi creyó atorarse con el café, tosiendo un poco para aclarar su garganta. La idea debía ser descartada por ser risible… pero no era así, Sasuke se empecinaba en mantenerlo alejado de Naruto y aunque al principio creyó se debía a los sentimientos que su hermano menor tuviese por el rubio razón por la cual no deseaba volver a relacionarse de mas con el ojiazul, al parecer no era de ese modo… Sasuke buscaba la manera de estar siempre a su lado e incluso varias noches luego del entierro de Mikoto fue a su habitación buscando su cobijo como cuando niños, no tenía por qué ser algo malo… a Sasuke le había afectado mucho la muerte de su madre… pero algunos roces ya no eran tan inocentes y aunque pensó era solo su imaginación, hasta Madara había notado algo raro en todo aquello.

— Las acciones que tengo en Norte América están en riesgo tengo que ir allá y trabajarlas personalmente, además no podría pagarle a nadie. En un principio pensé que podríamos irnos los tres pero dadas las circunstancias es mejor alejar a Sasuke de ti.

— Sasuke no se ira. — algo dudoso Itachi no creía que esa fuese la mejor solución.

— No voy a dejarlo con Namikaze, no confío en Naruto y tampoco quiero que siga viviendo contigo, pero tienes razón, él no se ira dejándote solo y enfermo a menos que… vea que tu relación con Naruto se ha restablecido.

Estaba pensando en alguna otra solución, no quería regresar con Naruto por esa razón, si se supone lo amaba debía existir una manera menos interesada en pedirle que regresaran. Tan absorto se hallaba en esas inquietudes que ni se preguntó porque su tío estaba al tanto de la relación que mantuvo con Naruto.

— Sasuke es orgulloso — Madara suspiró antes de terminar lo restante de su café —y si los ve juntos como antes es posible que acceda a irse.

— No.

— Piénsalo bien, no creo que quieras que Sasuke siga ahondando en sentimientos erróneos a menos que estés dispuesto a complacerlo… yo creo que solo está confundido, solo eso, no es que vayamos a irnos y a olvidarnos de ti, pagare tus gastos médicos y si mis negocios mejoran podría pagar tu manutención… es lo mejor para ti y en especial para Sasuke.

Sentía estar algo aturdido al considerar la posibilidad de que Sasuke hubiese torcido sus lazos filiales solo como una manera de vengarse de Naruto, pero de seguir así nada iba a mejorar, podría desaparecer y asunto arreglado de ese modo ya no estorbaría… pero…

Tal vez Sasuke e incluido Naruto lo buscarían maniacamente y eso tampoco era aceptable.

La muerte se vislumbraba como una mejor opción.

— Sasuke no soportara perderte, pero si se mantienen en contacto del modo más superficial posible eso podría calmar sus ansias una vez estemos en América. — Madara parecía estar escudriñando en sus pensamientos de modo peligroso — Debes decidir cuanto antes, será poco tiempo, terminara una carrera allá y de seguro para cuando eso pase ya podremos volver y todo estará bien.

 

0o00o0o00o0o00o0

 

Aun no estaba seguro de porque accedió, no quería dejar a Sasuke solo pero algo no iba como se supone debía entre ambos desde poco antes de que su madre muriera.

— ¡Lo… lo siento dattebayo! — la disculpa de un acalorado rubio pareció hacerlo reaccionar — sé que me apresure — junto sus manos como si estuviese rezando — voy a darte todo el tiempo que necesites… ¡te lo prometo!

Parpadeó un par de veces buscando distinguirlo mejor, Naruto no tenía culpa de nada, ni de sus miedos ni mucho menos de que quisiera usarlo para espantar a Sasuke… y aunque Itachi también estuviese enamorado del rubio sentía que estaba siendo demasiado deshonesto.

Apenas pudo asentir en respuesta sonriendo tan solo un poco, de un momento a otro Naruto ya se hallaba abrazándolo con ternura calmando cualquier sensación de pánico que haya querido emerger.

— Soy muy feliz´ttebayo  — cerró sus azules ojos sonriendo sintiéndose la persona más afortunada  al percibir su abrazo correspondido por la calidez de Itachi siendo rodeado también por sus brazos.

— Yo también — le farfulló al oído, no podía negar pese a las segundas intenciones de su reconciliación que estar junto a Naruto lo hacía feliz y lo llenaba de paz.

 

 

-------------------------

 

 

Pese a que Naruto ahora volvía a sonreír bobamente por todo fue Sasuke el menos feliz con la cercanía, Itachi esta vez decidió ignorarlo aunque significase lastimarlo.

Sasuke empezó a sentir ligero resentimiento hacia Naruto y hacia su hermano, pese a la llegada de las fiestas en casa de los restantes Uchiha no había ni rastro de decoración navideña. Al contrario en casa de los Namikaze el árbol, las luces y todo lo demás se vio opacado por un evento menos afortunado.

Minato y Kushina parecían tener demasiados problemas y decidieron separarse, según le dijeron a Naruto solo debían darse un tiempo, ahora Minato vivía en un pequeño departamento cerca de su hijo para poder cuidarlo y fue exactamente allí a donde Sasuke se dirigió.

 

— Su incompetencia es lamentable — estaba enfadado y no iba a ocultarlo, ya había pasado bastante tiempo desde la muerte de su madre y la culpable aún se hallaba desaparecida.

— Sasuke, ya hable con Kakashi, están buscándola por todos lados y a su hermano también — Minato suspiró estirándose de paso, no había dormido bien, extrañaba a su esposa pero sus constantes peleas habían terminado por separarlos y esperaba que esa separación no durase mucho. — Se cómo se sienten pero esta vez deben tener un mínimo de paciencia, no puede salir del país y es cuestión de tiempo para que den con ella.

El menor no respondió a eso, prefirió encaminarse a la salida.

— Voy a comer, ¿no quieres acompañarme?

— No tengo hambre — sin despedirse salió del lugar, con un buen abrigo y una bufanda el frio del invierno no lo incomodaba, decidió caminar de regreso a su casa buscando despejarse, resentía la ausencia de su madre y más la de su hermano, creyó que si lo apartaba de Naruto las cosas podrían ser como hace años.

Pero no fue así.

Itachi le estaba dejando en claro que prefería a Naruto y eso dolía. Antes le dolió porque sentía mucho más que amistad por Naruto, pero hubo un momento del cual no se percató en el que empezó  a imaginarse a sí mismo en el lugar del rubio con Itachi…

Y eso no era correcto.

Una cosa era imaginarse ocupar el lugar de Itachi con su antiguo mejor amigo, estando junto a Naruto y otra muy distinta era desear usurpar el lugar del rubio para poder intimar con su propio hermano, era consciente de que todo aquello era abominable, pero su situación era para ponerse a llorar.

No podía estar con Naruto.

Y mucho menos con su hermano mayor.

Pero ellos dos si podían estar juntos y ser felices… revolcarse en esa inmunda felicidad.

Al parecer todo lo que deseaba se le era negado,  se detuvo antes de llegar apoyando en un farol. Que deprimente era vivir como lo hacía, sentir lo que sentía, se cubrió los ojos con sus manos para limpiar el par de lágrimas que decidieron huir, tal vez Madara tenía razón… era mejor irse de aquel lugar, que más daba ya había perdido todos sus lazos.

 

 

 

 

Cuando pierdes algo que no puedes reemplazar

Cuando pierdes a alguien que amas en realidad

Cuando llegas al final

Tal vez puedas permitirte llorar.

 

 

17.- Lights

 

 

 

 

 

Notas finales:

(D:)  Siento la demora, muchos dentistas que visitar, (:D) je je, espero este capítulo les haya gustado, no me odien Itachi de verdad ama a Naruto solo que como se están dando las cosas se siente culpable. Por lo de Sasuke no se espanten; el chico solo está confundido. Bueno el capítulo que sigue es el último y después ya veremos. Gracias por su apoyo, por su constancia para leer, su paciencia para mi lentitud e infinitas gracias por su reviews que me animan y me animaron a darle final a esta historia. Siendo sincera creí que no iba a superar los cincuenta reviews (es que la mayoría prefiere SasuNaru, NaruSasu, ItaDei, ItaNaru, SaiGaa y demás) por ser una historia con Naruto de seme e Itachi de uke, soy muy feliz al haberme equivocado, gracias por darle una oportunidad a esta extraña historia mía (:D a ver que más sale de mi cabeza) espero leerlos en el capítulo final (no crean que Ceres no la paga) y en los reviews. Muchas gracias de nuevo por leer todo esto, nos leemos en el final.

Yae.

¡Ah! Y descuiden subo el final antes de Navidad (:D) 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).