Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Rapsodia" por Yae

[Reviews - 273]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 

La cara de Sasuke en ese momento no se le antojaba del todo agradable, no es que se refiriese a su aspecto físico que siempre era ideal… no obstante la llamada de este hace un par de horas citándolo para “almorzar” se le hizo sospechosamente sospechosa…

Naruto bufó.

Después de que la resaca dejara de molestarlo con ahínco pudo analizar los eventos de la noche pasada, esos donde su aun declarado para sí mismo; mejor amigo, no dudó en demostrar todo lo que le desagradaba el hecho de que fuese a pedirle matrimonio a su hermano y ahora lo invitaba a comer como si fuese lo más normal del mundo.

— ¿No vas a ordenar nada? — la suspicaz y negra mirada se le clavó encima indicándole breve los menús que la mesera dejó sobre la mesa.

—E… — tragó pesado temiendo por alguna razón —ramen… solo ramen —vio a Sasuke resoplar fastidiado mientras la muchacha que los atendía tomaba la orden en su libretilla.

— ¿Y usted señor? —dulce y cándida se enfocó en Sasuke.

—La sopa del día.

—Enseguida—con diligencia se alejó para traer el pedido.

—Oye teme y… —carraspeó — ¿de que querías hablar?

— De esto — soltó con simplicidad dándole un ligero sorbo al vaso de agua que tenía al lado para poner sobre la mesa una carpeta amarilla.

— ¿Esto? — repitió en tono de pregunta tomando lo que le pusieron en frente revisando su contenido.

— Madara tiene unas cuantas empresas en Tokio y bien podrías cubrir alguna de las vacantes habilitadas.

Naruto se quedó viendo a Sasuke ligeramente confundido, — yo ya tengo un trabajo.

— Lo sé, — resopló tratando de concentrarse en lo que había decidido hacer — y también sé que ganas ridículamente poco pese a todo tu esfuerzo.

Arrugó su entrecejo.

— Acéptalo Naruto, es evidente por el lugar donde viven… — pausó un par de segundos antes de continuar — no es necesario que sea más explícito, ¿no lo crees?

El rubio negó un par de veces concentrando toda su habilidad para descifrar el sarcasmo en otros, no pensaba realmente que Sasuke estuviese burlándose con crueldad de lo mucho que le estaba costando salir adelante con respecto a lo económico, la expresión serena en el pelinegro le hicieron desistir el iniciar un pleito por la retahíla de frasecillas “hirientes” que soltaba con ligereza.

— ¿Dónde dejaste a Kamina-chan? — preguntó buscando calmarse y disponiéndose a comer el delicioso tazón de ramen que acababan de colocar delante suyo recordándole la mucha hambre que tenía. El restaurante era amplio y bastante iluminado con demasiados toques occidentales probablemente, era la primera vez que iba a ese lugar y bien podría invitar a Itachi en otro momento.

— Lo dejé al cuidado de mi hermano — respondió obviando el hecho de que a esa hora Itachi ya debería estar en su trabajo y al haberle encargado a Kamina era evidente que se vería obligado a faltar y ahora había apagado su teléfono celular después de llamarle a Naruto, seguramente el pelilargo estaría enfadado pero… qué más da.

— Ya veo… — a Naruto también se le hizo claro el hecho de que Itachi estaría cuidando a su sobrino faltando al mentado trabajo que tanto le disgustaba al rubio, por eso no le prestó importancia. Prefería a su pareja en casa mientras no estuviese muy bien de salud. — No creo que vaya a aceptar la oferta de tu tío, la paga se ve buena pero…

— Necesitas el dinero — interrumpió afilando la mirada oscura — el orgullo solo es válido cuando tienes los medios para sustentarlo dobe. De todos modos no creo que Minato no insista en que trabajes para el como “su hijo” — hizo amago de comillas con una diminuta sonrisilla socarrona — con la intención de ayudarte.

— No tienes que ser tan bastardo — masculló, si Sasuke tenía razón no por ello iba a aceptar ser un empleado de Madara Uchiha.

— Al menos puedes hacer eso por Itachi, ya que mi hermano cambió completamente por ti.

La clara estupefacción en la cara de Naruto fue memorable para el Uchiha, podría haber pasado bastante tiempo alejado del dobe de ojos azules pero sabía perfectamente que palabras utilizar para intentar desarmarlo.

— ¿A qué te refieres? Tienes que estar de broma´ttebayo.

Le oyó la risita nerviosa y eso solo le brindó ligera satisfacción, — no me digas que no lo has notado, tendrías que ser demasiado usuratonkachi para pretender que mi hermano sigue siendo igual que antes — dijo mordaz.

— Las personas cambian… yo también cambié — se defendió sintiendo que no podría mantenerse calmado y no dejar a su cuñado con la palabra en la boca y la comida servida sin haber sido probada aun.

— No lo dudo, — suspiró dudando sobre si continuar con su claro ataque —…aun así estoy seguro de que Itachi no se hubiese interesado en ti de no haber sufrido el abuso por parte de Jiraiya.

— ¿Qué diablos estas insinuando? — Exaltado elevó la voz con notorio enfado llamando la atención de las personas que comían en las mesas cercanas — no sé qué pretendes Sasuke pero YO te aseguro que si estás buscando…

— Mi hermano no era gay — impasible no modificó su expresión — yo conocí a todas sus novias y casualmente terminó enredándose contigo después de lo que el enfermo de tu padrino le hizo, — no estaba mintiendo y se había cuestionado el asunto un sinfín de veces, las razones para el tórrido romance de esos dos llegando a la conclusión de que Itachi estaba con Naruto por gratitud… al menos eso deseaba creer.

— Gracias por la comida dattebayo — se puso de pie de sopetón dedicándole una última mirada enfadada a Sasuke antes de irse dejando sobre la mesa algunos billetes.

El pelinegro suspiró quedándose solo con varias curiosas miradas que molestas no se apartaban.

Lo mejor sería regresar.

De seguro Itachi estaría esperándolo…

 

 

 

 

Kakashi se paseaba por la oficina de Minato leyendo un libro en tanto el rubio hacía lo propio sentado en la cómoda silla frente a su escritorio.

— Dos semanas… — el de cabellos plateados se detuvo — es el tiempo estimado para que Jiraiya salga libre.

— Hablaré con Naruto — suspiró — dejemos las cosas así Kakashi, debo hablar antes con mi hijo — reclinándose en su lugar volvió a suspirar.

— Podemos interponer una demanda, han pasado solo seis años no deberían poder concederle ningún tipo de indulgencia — el más joven ofreció sintiéndose mal por la preocupación que el rubio dibujaba en su rostro.

— Necesito decirle antes a Naruto… y dudo mucho que podamos hacer algo para evitar que lo dejen en libertad — resopló cerrando los ojos por unos segundos.

— De acuerdo, será como digas.

Minato agradeció el apoyo, Kakashi siempre lo ayudaba en lo que necesitase y aunque al principio se involucró con el asunto por la muerte de Obito Uchiha, era uno de sus asesores legales más confiables. Pese a tener tantas asuntos pendientes y preocupaciones encima el rubio no podía evitar desviarse por algunos momentos para pensar en Sasuke…

Suspiró.

Ya iban varios días desde el regreso del Uchiha menor y aún no había tenido oportunidad de hablar con él a solas, siendo consciente de lo errado de su interés al menos deseaba compartir unas cuantas palabras con el muchacho y hacerle entender que estaría ahí para apoyarlo en lo que necesitase. Ya que no sabía nada de la madre de Kamina no podría si quiera permitirse el insinuarle algo romántico a quien tenía la edad de su hijo.

­— Iré al juzgado, si necesitas algo llámame por teléfono.

El más joven se despidió para dejar solo a su antiguo maestro quien aparentaba estar debatiendo internamente con mucho entusiasmo sobre un asunto que de seguro era importantísimo.

 

 

 

— Ya son casi las tres de la tarde — Itachi estaba molesto aunque no quiso demostrarlo, había tenido que faltar a su trabajo notificándose enfermo recibiendo un ultimátum justificado por apenas estar trabajando unos días para ya estar pidiendo licencias.

— Si Kamina te estorbaba tanto pudiste dejarla con Konan — venenoso dijo deseando como hace mucho no lo hacía hacer rabiar a Itachi para intentar inútilmente sacar lo peor de este, que todo el mundo admirase lo histérico que podía resultar tan igual a cualquier mortal.

Pero la expresión de desconcierto en su mayor le anunció que no lo conseguiría ese día.

— O llamarme y decirme que te urgía ir a trabajar.

— Tenías el celular apagado — contrariado agradecía haber conseguido dormir al bebé hace poco — ¿a qué estás jugando?

— No juego a nada, solo que tuve muchos asuntos que resolver por eso te pedí que cuidases a mi hijo. Pero descuida no volveré a encargártelo — orgulloso se dispuso a empacar todas sus cosas e irse en ese preciso momento.

— ¡Sasuke!

La voz firme y autoritaria de Itachi le hicieron desistir, no creía que este aun pudiese hablarle en ese tono tan… de hermano mayor, pensó fugaz maldiciéndose por haberse quedado ahí de pie en medio de la sala de ese diminuto departamento esperando a que el pelilargo le dijese todo que debía decirle.

— ¿No hay algo que quieras decirme? — cuestionó modulando el volumen de su voz, si terminaban gritándose era evidente que Sasuke desistiría de toda conversación y sus intentos por aclarar las cosas se verían frustrados.

— ¿Yo? — Se giró sonriendo irónico — creo que tú eres quien debería explicarme que estas esperando de mí.

— Regresaste porque aun estás enamorado de Naruto — señaló maldiciendo no poder ver a su hermano para distinguir en sus expresiones lo que este sintiese.

No tenía que ser tan desgraciado, la sangre de Sasuke comenzó a hervir peligrosamente por las palabras dichas. Como se atrevía a acusarlo con tanto desinterés, a dar por sentado… un sentimiento que no tenía cabida en ningún lugar, así que solo pudo reaccionar con violencia.

Se fue encima de Itachi sujetándole por el cuello de la ropa para empujarlo contra la pared hastiándose más por la serena expresión sin modificar en el mayor, — como puedes preguntarme algo tan estúpido.

— Entonces no tendrás problemas en contestarme — hizo acopio de toda su entereza para intentar sacarle la verdad a Sasuke por mas espantosa que esta fuese, no quería creerlo pero los últimos episodios y rabietas de su menor sumado al incidente del anillo lo hacían obvio, no iba a pecar de ingenuo ni menos volver a pretender que su hermanito pasaba de su relación con Naruto.

— ¿Y si así fuese? — Sonrió mordaz deseando malsanamente ver sufrir a su hermano y se maldijo por eso, que lo golpeasen por solo pensarlo — ¿lo dejarías?, después de seis años… ¿dejarías a Naruto si yo te lo pidiese?

E Itachi no estuvo seguro de que contestar, la respuesta inmediata que llegó a su cerebro y corazón fue un rotundo no, pero dudaba de lo que la lacónica contestación pudiese ocasionar, no podía distinguir los negros ojos encolerizados de Sasuke, ni apreciar su mandíbula tensa mostrando levemente sus blanquísimos dientes. Lo único que podría ayudarlo para intentar empatizar con su hermano era el tono en sus palabras, la presión con la que lo asía por el cuello de la ropa. — No podría hacerlo… — vocalizando con extrema parsimonia habló al fin luego de varios segundos, que lo acusasen del peor de los hermanos pero a esas alturas luego de tanto tiempo vivido junto a Naruto le resultaría imposible apartar al rubio de su lado.

Tal vez antes… mucho antes.

Pero ahora no.

— Es un excelente salvavidas — su irónica sonrisa no hizo más que ampliarse con inusitada malicia sin soltar a su hermano mayor — y tú para nada estúpido. Vamos a seguir como buenos hermanos Itachi, no he venido hasta aquí para que terminemos odiándonos… — controlándose con verdadera dificultad fue apartándose del pelilargo liberándolo al fin.

— No te odio Sasuke, jamás lo haría — dijo esta vez de corrido suspirando quedamente.

— Es bueno saberlo — también suspiró pero algo más ruidoso, tan solo había soltado esas preguntas como un intento desesperado por saber que le contestaría su mayor; si se atrevería a dejar a Naruto alegremente tan solo por pedírselo y aunque agradecía el haber oído “no” una diminuta parte de su subconsciente que se proliferaba esperaba un; “lo haría por ti”…

Soy detestable.

Sin atreverse a continuar con lo que seguramente terminaría en una mescolanza de agresiones verbales Sasuke prefirió notificarle a su hermano que ese mismo día se mudaría puesto que había encontrado un lugar para vivir junto a su hijo.

Era mejor desviar el tema de conversación del todo, era mejor seguir convenciéndose de que era inaceptable tan solo concebir la idea de buscar desplazar a Itachi y menos aún intentarlo a sabiendas de lo que el atarantado rubio proclamaba sentir por su hermano.

Madara tenía que estar equivocándose.

 

 

 

 

 

Con un enorme apetito pero con un aún más grande vacío en el pecho Naruto ya no fue a trabajar ese día.

— Por favor Sakura-chan dile al jefe que no me sentía bien — hablaba por teléfono intentando convencer a su amiga de cabello rosa para que lo encubriese en su falta.

Deja de meterte en líos Naruto… mira que no creo…

— Te lo pido, será la última vez´dattebayo — como si la chica al otro lado de la línea pudiese verlo elevó su mano izquierda en señal de súplica.

— luego de un bufido extenso se oyó un suspiró breve — le diré que fuiste a revisar cómo está la mercancía en las sucursales… que no vuelva a repetirse. ¡¿Me oíste?!

— ¡Desde luego! ¡Gracias´ttebayo! — algo más animado guardó su móvil. Luego del pésimo almuerzo con Sasuke solo pudo deambular por la ciudad tratando de localizar a alguno de sus amigos pero resultaba que casualmente Shikamaru y Gaara estaban bastante ocupados con sus aburridos trabajos.

Maldijo no poder quedar con ninguno para ahogar sus penas en un bar y contarles todas las palabras malintencionadas que Sasuke le aventó a la cara. Mordiéndose la lengua fue al último lugar al que recurría por consejo.

 

 

La cara de su padre era de escasa sorpresa, pese a que se frecuentaban bastante nunca acudía a Minato para tratar asuntos que involucraban su relación con Itachi, principalmente porque su progenitor siempre terminaba diciéndole que debía tenerle paciencia a Itachi…

La primera vez que oyó ese consejo hace bastantes años quedó literalmente con cara de; ¡¿qué carajos?!

Le había comentado que ambos discutieron por lo poco que estaban compaginando su tiempo de convivencia y que entre estudiar y trabajar solo llegaban a verse un par de horas al día. Acongojado por la absurda pelea que terminó con los dos acordando dejar su relación hasta ese punto si no podrían solucionarlo maldijo a su padre cuando su mejor consejo fue “debes tenerle paciencia, es muy distinto el salir eventualmente con alguien a tener que vivir con esa persona” obviamente se sintió estúpido al no entenderle del todo, pero no se esperaba que Minato le saliese con tremenda incongruencia. Si todo el mundo sabía que Itachi era la persona más paciente que conocían, ¿acaso esa paciencia no alcanzaba para ambos?

— ¿Y el trabajo?

Por esa razón Naruto prefería los consejos de Shikamaru o Gaara pero ahora estaba allí sentado en la oficina de su padre viendo como este lo interrogaba con cierta aprensión.

— Pedí permiso… no me sentía muy bien.

— ¿Paso algo?

— Me ofrecieron otro trabajo — habló sin mirarle — ganaría muchísimo más que ahora.

— Se oye bastante bien pero no pareces entusiasmado — afable sonrió intentando relajar a su hijo para que le comentase el verdadero problema de esa sorpresiva visita.

— Es que no estoy seguro de si aceptar… es decir… aunque gane mas no creo que Ita quiera dejar su empleo. — Confesó suspirando.

Minato también suspiró, — Naruto… creo que estás buscando excusas. No tengo idea de qué tipo de trabajo sea o si el entorno sea acogedor pero ese tipo de decisiones deben partir de tu deseo, si te sientes cómodo con ello ya se lo dirás a Itachi y él te dará su punto de vista.

— Hn. — Resopló jugando con su dedo índice paseándolo por la superficie del escritorio como cuando niño — papá… tu… ¿Cómo enamoraste a mamá?

La clara sorpresa hizo al adulto respingar para carraspear apartándose un poco, — bueno… eso paso hace muchos años… en realidad nos conocíamos desde primaria y aunque ella me pareció hermosa desde que la vi tuvieron que pasar muchas cosas para que termináramos enamorándonos. — No se sentía muy a gusto hablando de ese tema con su hijo, no porque fuese la primera vez que lo hacía sino porque él y Kushina ya llevaban varios años separados y más importante aún… Sasuke, carraspeó de nuevo preguntándose recién porque el cambio tan abrupto de conversación.

— Pero… tuvo que pasar algo… ¿algo para que ustedes se enamoraran?

Entonces los azules ojos del mayor enfocaron los de su hijo apreciando la ligera angustia que allí se reflejaba, — pasaron muchas cosas Naruto, antes eramos amigos y…

— ¡Lo sabia! — Melodramático se irguió extendiendo los brazos — ¡Ita-chan y yo nunca fuimos amigos!

— Espera un momento — Minato afiló la mirada tratando de atar cabos con la poca información que su hijo le daba — ¿Cómo que nunca fueron amigos?

— Pues eso — suspirando exagerado se dejó caer sobre el asiento — antes de que empezáramos a salir Itachi y yo casi no hablamos…

— ¿Volvieron a discutir? — se masajeó el puente de la nariz armándose de paciencia para no darle un zape a su hijo por su fatalismo.

— No — resopló encogiéndose en hombros — Sasuke me dijo que Ita no era gay y que si a él no lo hubiesen… — se mordió en labio inferior antes de completar esa oración — nunca se habría enamorado de mí.

Pese a la necesidad que tenia de corroborar lo dicho por Naruto puesto no creía que Sasuke pudiese decir algo tan hiriente con toda la intención debía antes socorrer a su hijo del diminuto vaso de agua donde aparentemente se estaba ahogando. — ¿Tanto dudas de ese amor?

— ¡No! ¡Claro que no! — Defendiéndose de inmediato encaró a su padre ligeramente molesto — yo amo a Itachi y de eso no tengo duda.

— Bien — sonrió satisfecho — puede que Itachi haya salido solo con mujeres antes y es probable que aún le gusten. Pero… — elevó un poco la voz antes la cara de tristeza que el otro estaba demostrando — eso no  significa que no te amé a ti. Lo que quiero decir es que hayan sido amigos antes o solo conocidos, que a Itachi le gustasen las mujeres o aun le gusten son asuntos completamente diferentes, no puedes usarlos para minimizar el sentimiento que ambos se profesan.

Entonces Naruto pareció por fin captar algo del mensaje que su padre le estaba dando incluso con señas de manos y empezaba a sentirse realmente estúpido por haberse dejado influenciar aunque fuese un poco por lo dicho por Sasuke. Si bien durante los seis años que llevaba con Itachi tuvieron muchísimos problemas y discusiones que aparentaban con terminar con su relación siempre supieron sobrellevar cada inconveniente demostrando lo mucho en verdad se amaban y lo dispuestos que estaban a esforzarse por ello.

— Es difícil de explicar… — farfulló — en ocasiones… aun no creo que me haya elegido, sé que ya pasaron muchos años y que es tonto dudar a estas alturas pero… — guardó silencio cuando no supo cómo continuar.

— Uno no elige, Naruto — Minato le sonrió con condescendencia acercándose a su hijo para posar su mano derecha sobre el hombro del más joven — simplemente se enamora e Itachi está enamorado de ti.

 

 

 

 

 

 

 

Empezaba a angustiarse al saber que pronto llegaría la media noche y Naruto aún no regresaba, probablemente estaría trabajando horas extras pero no le había llamado, dejando el bullicioso tono de llamadas en su móvil para poder contestar se extrañaba bastante al no recibir ni una sola llamada en todo el día.

Debería llamarle.

Negó desechando su propia idea, no quería importunar al rubio pero la conversación que sostuvo con Sasuke hace unas horas lo puso ansioso al haber tocado un tema tabú entre ambos.

Naruto.

Ciertamente desde Sasuke se enterase de su noviazgo jamás hablaron del asunto con detalle, se encogió sobre el sofá donde dormitaba cubierto por una cobija. Y por la reacción de su pequeño hermano seguramente volverían a discutir en algún momento.

Cerró los ojos tratando de relajarse, debía mantenerse firme aunque le costase resistir porque si bien Sasuke no estuviese bromeando, no estuviese mintiendo con respecto a estar enamorado de Naruto…

No voy a dejarlo.

Ya había pasado demasiado tiempo para a pesar de seguir siendo el peor de los hermanos dejar a Naruto por un simple pedido.

Sin importar el costo.

— Ya te lo había dicho, dormir en el sofá es incómodo´ttebayo.

Respingó al reconocer la voz abriendo los ojos de inmediato viendo apenas un manchón claro delante suyo… como ansiaba verlo nuevamente.

— Naruto…

— Siento llegar tan tarde, se me juntaron algunas cosas — se excusó sonriente acariciando el rostro contrario con lentitud disfrutando la suavidad de los pómulos del pelinegro.

— Sasuke rentó una casa y se fue esta tarde— suspirando quedito se vio en la necesidad de informarle de ello.

— ¿Con Kamina-chan? — estaba desilusionado al no haber podido despedirse del adorable infante y aclarar un par de cosas con el bastardo que tenía el pequeño como padre.

— Dijo que podemos visitarlo — incorporándose pasó sus manos por el rostro de Naruto para poder acercarse a besarlo.

Sus labios cosquillearon al sentir el maravilloso toque atrayendo el cuerpo ajeno para estrecharlo en sus brazos satisfaciéndose a plenitud. — ¿Y las medicinas? — reaccionando preguntó cuándo el beso concluyó.

La risilla de Itachi le produjo un escalofrío de emoción. — Pensé en que estarías de acuerdo conmigo para retrasarlas unas horas de vez en cuando.

Naruto quiso reclamar pero la sugerente sonrisa en labios de su pareja que elegante se ponía de pie para dirigirse a la cocina se lo impidió.

— ¿No te apetece un café?

— Bueno si, pero vamos a tirarlo en la cama — emocionado lo siguió hasta poder atraparlo cuando el otro se disponía a sujetar la tetera — Itachi — lo llamó suave.

— ¿Si?

— Te amo… — le susurró al oído besándole con suavidad después en el lóbulo y rodeándolo con sus brazos acariciándolo con parsimonia.

— Y yo te amo a ti… Naruto — suspiró dejándose hacer ladeando el rostro para seguir recreándose en los tibios besos que recorriendo su piel le brindaban todo el desasosiego que pudiese necesitar.

Pausadas sus caricias se abrieron paso entre la ropa degustando la tersa piel sintiéndose maravillado cuando pese a estar de espaldas Itachi también le acariciaba destrabando los botones que hallaban sus blancos dedos, Naruto no deseaba pensar en nada mas, quería embriagarse en su presente y su realidad, aquella esplendida vida que llena de altibajos compartía con su persona amada.

Tan hipnotizante.

Ansiando besarlo no tardó en girar al pelinegro para poder deleitarse en esos labios e infectarse con su sabor tan adictivo y delicioso que no rechazaría aunque fuese letal, perdiéndose en la oscura mirada indescifrable que lo arrastraba a convertirse en un captor para retenerlo a su lado del modo que fuese si es que Itachi en algún momento desease abandonarlo. Siguió acariciando tocando sin pudor sobre la tela de la entrepierna deseando complementarse con todo lo que el otro representaba, cuya sola presencia bastaba para salvarlo de sus propias dudas e inseguridades elevándolo tan alto que en momentos así creía estar volando.

Gustosos compartían húmedos y escandalosos besos jugando a mordisquear los labios del contrario moviéndose con descaro para restregar su pelvis a los movimientos cada vez más rápidos de Naruto, Itachi entonces se acomodó mejor subiéndose sobre el mesón dejando espacio entre sus piernas para que el rubio pudiese seguir arrebatándole con besos que desafortunadamente no podía ver venir encargándose entonces de aflojar la camisa que llevaba y lo pantalones formales que utilizaba en la oficina. Ayudando con sus propias ropas hasta quedar casi por completo desnudo cubierto más que nada por calurosos besos y roces.

— Sabes… ¿sabes dónde quedó el lubricante? — el de ojos azules entonces pausó sus movimientos para preguntar con la esperanza de que Itachi se dejase la botella en algún cajón de la cocina para no tener que continuar en la habitación,  quería quedarse allí; hace mucho que no lo hacían en ese lugar en específico.

— Creo que… había un poco en los cajones de abajo — respirando algo agitado señaló las gavetas debajo del lavaplatos.

Un poco perezoso Naruto se apartó del cálido cuerpo que lo cobijaba para buscar el implemento faltante, ya estaba más que excitado e Itachi esperándole con las piernas separadas y los pantalones en el piso mostrándose igual de necesitado no lo ayudaban mucho, con prisas revisó el sitio hallando para su fortuna lo que necesitaba. Cuando regresó se tomó sus segundos para contemplar las mejillas encendidas del otro, el cabello suelto con el que siempre lo esperaba  realzando cada perfecto rasgo que poseía, — me gusta demasiado tu rostro— confesó con un sonrisa.

— ¿Solo mi rostro?

Naruto rió besándolo de nuevo unos instantes, — si hiciese una lista jamás terminaría´ttebayo.

E Itachi estuvo de acuerdo, atrayéndolo de nuevo ocupó sus manos en abrir por completo la cremallera del rubio para sacar el rígido miembro masajeándolo con suavidad.

El rubio jadeó sonoro sintiendo los deliciosos espasmos que recorrían su espina obligándolo a detener los movimientos del pelilargo antes de que desbordasen su tremenda excitación, — de… deja…Ita — pidió alejando las magníficas manos de su intimidad atrapándolas con su diestra para elevarlas por sobre la cabeza del otro.

— ¿En verdad no quieres que continúe? — al tener las manos atrapadas usó su lengua para rozar el rostro de Naruto desconcentrándolo con facilidad.

Perverso, pensó fugaz mientras giraba la tapita del lubricante o eso intentaba al solo tener una mano libre, una vez lo consiguió le resultó igual de complicado verter el contenido sin desparramar todo por los lengüetazos traviesos que Itachi usaba para provocarlo. Mordiéndose el labio inferior embadurnó su miembro con la transparente sustancia dándole una breve pasada a la entrada del pelinegro, — ahora es mi turno — anunció para introducirse de un solo empujón en el otro robándole el aliento con la maniobra.

— ¡Na…ruto! —  jadeó alto dejándose ir hacia atrás percibiendo un ligero temblor en sus piernas con los rápidos embates que su pareja no tardó en iniciar sintiendo a la perfección como este alcanzaba sin problemas el punto exacto para hacerle gemir desaforado, abriendo la boca en exceso para recibir la candorosa lengua que contribuía en su embotamiento mental.

Mantuvo sus ojos azules lo más atentos que pudo, encontraba un morboso placer en apreciar cada gesto y reacción en Itachi cada vez que hacían el amor un plus que jamás rechazaba, continuo moviéndose vigorosamente liberando las manos del otro, — sujétate… — le murmuró tomándole ahora de las caderas para incrementar las arremetidas al delicioso interior que lo asfixiaba.

Como pudo Itachi llevó sus manos hacia atrás para asirse de lo que estuviese a su alcance, a las endebles manijas de las gavetas que poco apoyo le proporcionaban, pero que más daba… no buscaría una cuerda de salvamento en las olas de placer que Naruto le proporcionaba con maravillosa lluvia de lujuria. — Naru… Naruto… — vocalizó sintiéndose por completo lleno.

Podía oír algunos cubiertos repiquetear sobre la superficie que sacudían con cierta violencia, como se estaban montando un tiradero en su candorosa sesión pero no pausó sus embates, continuo empalando a su pareja contra el mueble con vehemencia disfrutando del momento tanto como le fuese posible, besando desde los párpados hasta el mentón recorriéndolos después con su húmeda lengua olvidándose de todo lo demás, porque solo Itachi acaparaba su mundo entero como magnánimo gobernador.

Y junto a su avasallador orgasmo que vertió en el pelinegro llegó una precipitada proposición, como si el hecho de haberse comprometido hace un día no fuese suficiente. Jadeando escandaloso aprisionó a Itachi en tanto terminaba con placer, utilizando su diestra apresuro al pelinegro consiguiendo que este también se corriese entre ambos respirando cansado. Naruto deseaba continuar, agotar todo lo que pudiese de esa noche pero si algo había aprendido en tantos años era que Itachi se volvía incapaz de mentir o pensar con claridad después de un orgasmo, el momentáneo bajón en todas sus defensas siempre le garantizaba una respuesta por completo honesta y una reacción natural.

— Itachi… — le susurró al oído saliendo de su interior con cautela — quiero que tengamos un hijo.

Los negros ojos de entrecerrados se abrieron desmesurados anonadados ante la descabellada proposición, abrió la boca retrocediendo en su posición logrando con ello resbalar del mesón cayendo al piso, tan solo golpeándose el codo al haber sido sostenido por el rubio evitando del todo el impacto. Se quejó unos instantes antes de volver a su estupefacción, — no soy una mujer, Naruto.

— Lo se… pero podemos adoptar o algo´ttebayo — ambos estaban sentados en piso de baldosa siendo el pelinegro quien solo llevaba la parte superior de su pijama por completo desabotonada, en cambio el rubio aun vestía sus pantalones solo que caídos hasta el piso.

— ¿Es por Kamina? — apenas recomponiéndose volvió a maldecirse por no poder ver al otro.

— No… es decir… siempre lo he pensado pero cuando Kamina-chan llegó me puse a pensar, ¿por qué no? — Sin querer moverse del lugar se arrimó más al otro abrazándolo por la espalda — seriamos estupendos padres dattebayo — ya se imaginaba a un niño pequeño esperándolo a la salida de la escuela para volver juntos a casa donde Itachi también estaría esperando, en lo maravilloso que sería el escuchar “papá” con la vocecilla de su hijo.

Pero mientras Naruto fantaseaba con todo lo bonito de la hipotética situación, Itachi estaba seguro de que existían varias razones que les impedirían de momento cuidar a un bebé aceptando toda la responsabilidad que eso significaba.

— ¿No te gustaría? — ilusionado lo estrechó con más fuerza aspirando el aroma que el pelinegro desprendía.

— Estoy enfermo… — suspiró — estoy ciego… no podría cuidar a un niño — volvió a suspirar sintiéndose repentinamente mal.

— Pero vas a recuperarte, ya lo veras. Tengo mucha esperanza de que en la próxima revisión Shizune-neechan diga que estas mejor y puedan operarte, así podrás ver de nuevo dattebayo — siendo todo lo optimista que podía deseaba contagiarle un poco de su ánimo a Itachi. — ¿No te gustaría? — repitió su pregunta.

 

 

 

(Parte II) 6.- Every you

Notas finales:

 

Saludos, muchas gracias por las lecturas y el apoyo. Siento la demora, tuve que mudarme y entre las refacciones, empacar, la mudanza y lo demás no tuve tiempo de escribir, estuve resfriada y apenas estoy recuperándome. También estaba algo decaída, de hecho no creo estar haciendo muy bien las cosas pero en verdad me gusta escribir así que sigo en mi lucha.

Gracias a giani y a Leslie por los comentarios.

En cuanto al capítulo no hay mucho que decir, espero le haya gustado a alguien si es así nos leemos en el siguiente, cuídense.

Yae.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).