Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Rapsodia" por Yae

[Reviews - 273]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 

0o0o00o0o0

 

 

— Bueno las pesadillas son un indicativo de estrés probablemente.

—No son pesadillas — Itachi negó sin ver claramente al psicólogo que lo entrevistaba luego de la sugerencia de Naruto porque visitase uno. Se sentía incómodo sentado en ese mullido sofá de cuero, honestamente la idea de tener que expresarle todas sus inquietudes a un desconocido no le era muy llamativo pero tampoco se atrevía a compartir sus pesares con la persona que amaba…

Suspiró.

— Si no puedes dormir bien por las noches podría recetarte algo — el adulto de cabellos claros se puso de pie apartándose del escritorio acercándose a la ventana tratando de tornar más informal la conversación, — pero sé que estas bajo tratamiento médico por lo que vamos a tomar otras medidas.

— No son pesadillas, — repitió suspirando de nuevo pero con mayor suavidad— son solo sueños, de cuando Sasuke y yo éramos niños.

— Ya veo — se encaminó entonces a una de las estanterías tomando uno de los libros que se exhibían — ¿hace cuánto se fue Sasuke?

— Ocho meses —respondió sin mucho ánimo, extrañaba a su hermanito más porque este no deseaba hablar con el siendo Madara el único que le informaba cómo se hallaba.

— Seria buena idea que fueses a visitarlo — sugirió girándose notando como de inmediato Itachi negaba. — Naruto habló conmigo hace unos días, sé que pueda incomodarte pero está preocupado por ti.

El Uchiha negó conteniendo un bufido, — sé que Naruto se preocupa por mí y el problema es que me siento muy incómodo cuando vamos a… tener relaciones, — exhalando hondo se decidió hablar, de todos modos estaba ahí parar resolver ese asunto que era de suma importancia para ambos.

— Tu reacción es natural, en estos casos se suele relacionar el incidente, no al individuo con el acto.

Itachi suspiró, entendía a qué se refería pero no por ello era más fácil, era como si toda su brillantez no fuese suficiente para forzar a su cerebro a no reaccionar escandalizado cuando las manos de su novio buscaban tocarlo sin reparos.

 

 

 

0o0o00o0o0

 

 

 

Cuando la boca de su estudiante le asaltó aprovechando que no pudo ver venir la intención de inmediato sus manos actuaron tratando de apartar al irreverente muchacho, pero la presión que ejercieron le hicieron chocar contra el muro a su espalda, el beso le sabia amargo y cuando se revolvió con mayor fuerza logrando al fin apartarse escasamente sintió como su agresor era apartado de golpe sorprendiéndolo.

Oyó un par de gritos de chicas y un claro golpe contra su alumno que no tardó en quejarse cayendo estrepitosamente al piso.

Itachi se levantó de inmediato a punto de exigir una explicación.

— ¡Vuelve a intentarlo y voy a tirarte todos los dientes! — el bramido furioso de Naruto lo preocupó.

¿En qué momento había llegado al lugar?

— ¡¿Y tú quién diablos eres para entrometerte en esto?! — ofendido el estudiante se puso de pie dispuesto a devolverle la agresión al rubio inoportuno.

— ¡Itachi es mi prometido! ¿¡Quieres un maldito dibujo o que!? — enojado como pocas veces quiso golpearlo de nuevo siendo detenido en ese instante por su pareja.

— Naruto cálmate — le exigió sin elevar la voz, si armaban un escándalo mayor ambos tendrían problemas.

— ¡¿Cómo quieres que me calme?! — cada vez más molesto ni se preocupó por los murmullos de los espectadores que contemplaban la llamativa escena sin atreverse a intervenir porque ello pararía el espectáculo.

Itachi detestaba sobremanera cuando Naruto actuaba impulsado por los celos, siendo una persona tan directa pocas veces reflexionaba sobre sus acciones arrepintiéndose después. La fuerza que el rubio estaba ejerciendo para que lo soltase le advertían que acabaría agarrándose a golpes con su estudiante hasta cansarse o hasta que la policía llegase…

Así que actuó rápido.

Era preferible dirigir el enfado hacia él.

— Solo fue un beso, — le reprochó claramente, sintiendo como en milésimas el rubio desechaba todas sus intenciones.

— ¿Qué? — creyó haber escuchado mal, los cuchicheos en su entorno le estaban poniendo más nervioso como si fuese el idiota ahí, la expresión de Itachi minimizando el hecho lo estaban sacando más de quicio. Sus blancos dientes presionaron entre si notando recién como la seguridad del establecimiento iba acercándose, inquieto optó por salir de allí llevándose a su pareja técnicamente a jalones sintiendo que gritaría en cualquier momento por los murmullos que no cesaban.

— Ya suéltame… — el pelinegro caminaba al lado del rubio siendo guiado con torpeza, al no poder ver no sabía si una escalinata o una piedra se hallaba en su camino trastabillando luego de salir del lugar y alejarse un poco. A riesgo de caer tiraron de su brazo aprisionado para estabilizarlo, si Naruto seguía jaloneándolo de esa forma terminaría con su paciencia.

— Un beso… — masculló sin detenerse llevando al pelilargo hasta donde tenía aparcado su automóvil optando por acorralar al Uchiha en el callejón más próximo, — que tan seguido sucede — arrugó el entrecejo arrinconando al pelinegro acercándose lo suficiente para aspirar el aliento del otro que se escabullía de los labios entreabiertos.

— Estas sacando conclusiones erróneas, — Itachi también frunció el ceño algo más molesto — y menos debiste reaccionar de esa forma.

— ¿Se supone que iba a quedarme viendo como un estúpido? — elevó la voz.

— Desde luego que no pero… — y no le dejaron continuar, esta vez fue la boca de Naruto la que se estrelló con violencia contra sus labios logrando que de inmediato rechazara el contacto, revolviéndose logró apartar al rubio ganándose un leve mordisco en su labio inferior por la torpeza del ojiazul.

— Fue solo un beso… — repitió lo dicho por el Uchiha ante el evidente enfado en la expresión casi siempre serena, también estaba enojado pero esas cuatro palabras habían calado hondo en sus tímpanos repitiéndose como un rezo desesperante, como si un beso en los labios careciera de importancia.

Pero para Naruto era muy importante.

Itachi pasó su pulgar derecho por su labio magullado retirando la diminuta gota de sangre que había brotado, — un beso que yo no quería — dolido por la acción de su pareja no se movió de su posición — y si piensas insinuar algo más hazlo de una vez. Déjame comprobar que tan paranoico eres — terminó afilando su oscura mirada dispuesto a devolverle otra agresión a Naruto si insistía en estropear lo que tenían a la mas mínima provocación.

Los puños del más joven se presionaron con violencia mordiéndose con fuerza los labios para no decir nada sabiéndose el estúpido celopata ahí, — ¡pero… — calló a tiempo antes de empeorar las cosas, no quería… en verdad no deseaba pelear con Itachi.

— Acababa de decirme que estaba interesado en mí. Y se me fue encima sin poder evitarlo — Itachi inspiró hondo.

— Tan solo lo recuerdo y… quiero partirle la cara dattebayo — el rubio resopló pasando su diestra entre sus dorados cabellos contando hasta mil en su fuero interno buscando ahuyentar su enfado, sintiéndose fatal por haber tratado mal al pelinegro hace nada. — Perdón, soy muy bruto´ttebayo — algo más calmado quiso acariciar la zona agredida en su pareja viendo como Itachi rehuía su contacto.

— Hablaré con el director, Naruto — suspiró quedito — y espero que intentes ser menos… —infantil, iba a agregar pero eso empeoraría las cosas, bien sabía que el rubio resentía más que cualquier cosa el que lo tachase de infantil tal vez debido a que ese fue primer argumento que usó siempre que quiso rechazar a Naruto en el pasado, decirle que era solo un niño— impulsivo — completó.

El de zarcos ojos asintió bajando levemente la mirada.

¿Por qué debía sentir tanta inseguridad?

— En verdad te amo… — respondió con cierta tristeza — y no sé qué haría si tú me dejases de querer — intentó rozar nuevamente el rostro ajeno y esta vez el pelinegro se dejó hacer.

 

“— ¿pero y si Naruto ya no quisiera estar contigo?”

 

Sin desearlo Itachi recordó lo dicho por su hermanito el día de ayer sintiendo el peso de lo que Naruto le acababa de decir, estando seguro que tampoco soportaría perderlo, — no lo hare… yo te amo — con una molesta sensación de grima paseándose en su corazón por primera vez sintió pavor de lo que Sasuke pudiese conseguir, rindiéndose a su repentina desolación con urgencia juntó sus labios con los de Naruto besándolo con inesperada nostalgia.

Te amo tanto.

 

.

 

Aunque regresaron en total silencio a su hogar este no fue de todo incomodo, tuvo que llamar a su madre y decirle que esa noche no podrían asistir a la cena que habían organizado, ella se mostró preocupada preguntando si había sucedido algo grave.

Naruto le dio evasivas que a su madre no le convencieron del todo, de seguro que le llamaría de nuevo para asegurase de que todo estaba en orden.

Suspirando cansado llegaron de vuelta al pequeño departamento donde Vivian cerrando la puerta con cuidado luego de entrar.

— Voy a preparar algo de comer — Itachi anunció dirigiéndose a la cocina.

— No tengo hambre — pero las palabras del rubio lo detuvieron — si tienes hambre yo puedo prepararte algo — sonrió algo agotado, apenas daban las cuatro de la tarde pero en esos momentos solo deseaba dormir abrazado a Itachi y olvidarse de todo lo que pasó ese día.

El pelinegro negó, — ven, vamos a descansar un poco — le tendió su mano.

Esta vez Naruto inspiró hondo más animado, le maravillaba como Itachi parecía leer sus pensamientos así que encantado tomó la blanca mano para seguir a su pareja hasta la recamara y aprisionarlo entre sus brazos cuando estuvieron sobre la cama. Fue cerrando lentamente los ojos disfrutando del suave aroma que se colaba en sus fosas nasales, del tibio calor que el cuerpo de Itachi desprendía estrechándose a su lado.

— Vamos a quedarnos así toda la noche, Ita-chan — murmuró curvando sus labios en una sonrisa.

— Es una buena idea, — respondió igual de feliz que Naruto por la imprescindible cercanía, por la calidez que esta le producía.

 

 

 

Su maravillosa semana de vacaciones planeada estaba yendo en picada con cada día que transcurría, su expresión no era la más afable y pudo darse cuenta de ello cuando un par de enfermeras que pasaron por su lado le miraron atemorizadas.

Tampoco tenía interés en cambiar su humor.

Se hallaba de pie cruzado de brazos en uno de los interminables pasillos del hospital que Shizune dirigía, llevaba ahí esperando bastantes horas y eso era lo de menos.

Nuevamente estaba enfadado con Itachi y ahora con Minato también.

Resopló torciendo los labios más inquieto.

Estaba harto de que le escondiesen cosas.

 

 

0o0o00o0o0

 

 

Cuando se hallaba en medio de sus maravillosos sueños que incluían a su pelinegro y a él corriendo por una ficticia playa con los radiantes rayos de sol golpeándoles en la cara, el estrepitoso timbre de la puerta le forzó a abrir los ojos sin desearlo en realidad.

— Iré yo — la voz de Itachi le hizo espabilarse más deteniendo a su pareja de levantarse en las penumbras de la habitación que sin luces se exhibía a eso de las ocho de la noche.

— Deja que yo vaya Ita-chan — le murmuro incorporándose depositando un dulce beso en la mejilla del de cabellos largos que sonrió algo apenado por el gesto afectuoso que le acababan de regalar. Naruto inspiró hondo saliendo del cuarto rascándose la nuca con despreocupación en tanto encendía las luces de la sala para no tropezar.

Con algo de mala gana abrió la puerta bostezando al percatarse de que solo se trataba de su padre.

— Papá… — murmuró de nuevo cubriéndose la boca al bostezar otra vez — ¿pasa algo? — completó apartándose para dejar pasar a su progenitor.

— Kushina estaba muy preocupada — al adulto ingresó al pequeño departamento quitándose los zapatos antes — desde que la llamaste me pidió que viniese a ver si algo sucedía, — resopló al notar muy silenciosa la estancia absteniéndose de preguntar por Itachi — dijo que te oías muy molesto.

— Mmm — hizo amago de meditarlo en tanto se sentaba en uno de los sillones — mamá se preocupa demasiado… sé que planeó muy bien la cena de hoy pero… pasaron algunas cosas nada más.

Minato asintió sentando en frente de su hijo, pese a haber estado también preocupado no le gustaba entrometerse demasiado y más al saber que Naruto casi siempre evadía cualquier tipo de ayuda que desearan brindarle.

— Pensaba llamarla de nuevo mañana — el joven rubio bufó apoyándose con exageración contra el respaldar del mueble.

— También vine porque hay algo importante que quería hablar contigo hace algún tiempo — el rubio mayor decidió aprovechar la visita y la aparente ausencia de la pareja de su hijo, de todos modos el tiempo apremiaba.

— ¿Sobre qué?

— Se trata de Jiraiya… — Minato apreció como Naruto se erguía con los ojos tan abiertos como podía viéndole como a un fantasma o algo — fui a verlo a prisión y está empeñado en que tú e Itachi lo perdonen.

Casi se mordió la lengua, la noticia realmente le había caído de sorpresa y no estaba seguro de que decir, Jiraiya aún era su padrino y el psicólogo que frecuentó por varios meses le ayudo a ver la situación con más calma pero aun así resentía demasiado pensar en la persona que estropeó por completo la vida de Itachi.

— Va a salir de prisión en poco tiempo y es muy probable que los busque.

No podía ser cierto, si apenas había pasado seis años desde que se hallaba en prisión por los varios crímenes que le achacaban, — no se lo digas a Ita… — negó poniéndose de pie para caminar de un lado a otro sintiendo repentinamente mucha comezón.

— De hecho ya lo sabe, hable con él hace algunos días. — Cerró los ojos unos segundos preparándose para la reacción de su hijo.

— ¡Papá! — Elevó la voz enfadado — debiste decírmelo a mí antes — le reclamó antes de darse cuenta deteniendo sus ansiosos pasos de golpe —… ¿Itachi lo sabe? — se giró torciendo los labios hacia su progenitor viéndole asentir.

¿Por qué Itachi no le dijo nada?

¿Cómo podía actuar como si nada pasara con tremenda noticia?

Mierda, se mordió la lengua maldiciendo la maldita manía de su pareja por ocultarle cosas importantes.

— Yo le pedí que no te dijera nada — su padre se puso de pie deteniéndole cuando estuvo tentado de devolverse a la recamara para reclamar por la falta de información. — Deseaba hablar contigo con calma pero como Jiraiya saldrá dentro de poco pensaba decírtelo esta noche.

— Itachi y tu son iguales — frunciendo el entrecejo se soltó del agarre de su padre viéndole endurecer la azul mirada como hacía tiempo no lo hacía pero no le prestó importancia.

— ¿Naruto? — Y la perfecta voz de su pareja acercándose le hizo enfadar más, ese día no había sido el mejor de todos modos, — ¿quién estaba tocando el timbre?

— Mi padre — contestó escueto tomando a Itachi del brazo para sentarlo en el sillón donde se hallaba hace poco notando la inquietud en los bonitos ojos negros, — mejor dime de una vez que otras cosas me ocultas porque siempre es la maldita misma historia contigo.

Itachi no tenía idea a que se refería por lo solo se mantuvo en silencio.

— Naruto — esta vez Minato habló en tono de advertencia nada satisfecho por la actitud de su unigénito viendo respingar a Itachi al oírlo girando en su dirección apreciando la pequeñísima herida en su labio inferior, — ya te dije que yo le pedí a Itachi que no te dijese nada con respecto a Jiraiya — aclaró notando como esta vez el pelinegro desviaba la mirada — y tu acababas de decirme que no le dijese nada, así que tu reclamo está de más.

— No te metas en esto — masculló conteniendo su enfado y su deseos de echar a su padre de ahí para poder “hablar” a gusto con el pelinegro que brillaba por su mutismo — y no solo se trata de Jiraiya — bufó — dejen de verme como un estúpido niño que no entendería nada.

— Entonces deja de comportarte como uno, — al fin Itachi habló poniéndose de pie deseando ocultar su enfado, también cansado de todo lo sucedido ese día — Minato me pidió que no te lo dijese, pero aunque no lo hubiese hecho no te habría dicho absolutamente nada. — Vocalizando con cuidado le habló al rubio más joven que seguía con la mandíbula tensa — y creo que la razón es evidente — completó retirándose de la sala dejando a ambos ojiazules solos.

Naruto quiso seguirle, reclamarle porque él no entendía esa razón, lo único que sentía era que seguían menospreciándolo desde que tenía dieciséis(N) ocultándole todo lo importante que sucedió en ese entonces, llegando a enterarse demasiado tarde.

Y no lo toleraría otra vez.

 

 

 

0o0o00o0o0

 

 

Masculló de nuevo bufando ruidoso, cuando Minato se fue advirtiéndole que se calmase antes de hablar con Itachi solo pudo quedarse a dormir en el sofá comiéndose las ganas de hablar con el pelinegro pero sabiendo que si este estaba enfadado solo terminarían discutiendo de nuevo.

Suspiró.

Al amanecer se recordó que ese día debían ir con Shizune para realizarle los exámenes al pelinegro y esperar a que todo estuviese bien para poder operarlo, por eso se guardó su enfado otra vez. Conociendo a Itachi de seguro usaría el pleito para pasar de la revisión médica.

Y eso indudablemente sería peor.

— Naruto.

Respingó ante el llamado viendo a Shizune acercarse vistiendo la bata blanca y llevando en manos la cartilla donde escribía un par de cosas.

— ¿Y? — ansioso se acercó a la mujer.

— Itachi-san ya está vistiéndose, puede pasar. En unas horas tendremos todos los resultados así que pueden ir a comer algo si gustan, — sonriéndole amable lo guió a la habitación blanca donde el pelinegro se colocaba su camiseta. — Ya le dije a Naruto que en un par de horas tendré todo — dirigiéndose esta vez al Uchiha captó su atención.

— ¿Cómo te sientes? — el rubio dio los pasos necesarios para acortar la distancia de su pareja ayudándole con los zapatos.

— Estoy mareado. — Respondió escueto deteniendo unos segundos sus movimientos.

— Eso es normal — ella volvió a sonreír.

— Lo sé.

— Bueno… — algo nerviosa por el tono simple de Itachi prefirió dejarlos solos — los veré después de la comida.

— Podemos ir a comer, hay buenos lugares por aquí, — el rubio resopló viendo con detenimiento a su pareja una vez la mujer se hubo ido.

— No tengo apetito.

— No me digas eso… — esforzándose por tratar de ser el conciliador en esta ocasión, tomó la mano derecha de Itachi — no has comido nada desde ayer, vamos a echar un vistazo de seguro que encontramos algo que te guste´ttebayo.

Itachi se mordió el interior de su labio inferior, — sobre Jiraiya… — empezó a hablar cortándose ni bien dijo dos palabras.

— Sé que es complicado — Naruto resopló — por eso me enoje tanto, no quiero que vuelvas a sentirte mal. Mi papá debió decírmelo antes a mi… no iremos Itachi. No quiero verlo, no quiero saber de él — firme en su decisión estrechó al pelinegro entre sus brazos rodeándole con cuidado.

— ¿Y si yo te pidiese que fueses a verlo?

Naruto negó consiente de que no lo veían, — tampoco.

 

 

*

 

 

 

En lugar de trazas líneas precisas para los planos que realizaba Sasuke parecía estar garabateando el papel sin prestar atención.

Estaba inquieto y sin quererlo eso le estaba costando toda la concentración de la que disponía en ese momento, Madara le había dicho que desde ese día trabajaría con Naruto. Suspiró devolviendo el lápiz a la mesa de trabajo.

No podía creer que el dobe hubiese accedido a trabajar para su tío.

¿Cómo había cambiado de opinión?

Si la última vez que habló con el blondo este se las dio de digno rechazando la estupenda oferta, Madara no dio demasiados detalles argumentando que Naruto había pensado mejor las cosas.

De seguro tiene que ver con Itachi.

Aseguró dirigiéndose a los grandes ventanales de la oficina donde trabajaba, apreciando el soleado panorama de la ciudad llegó a la conclusión de que sea cual sea la razón Naruto trabajaría con él.

Devolviéndose entre sus pasos enrolló los planos para llevarlos a la nueva oficina que compartiría con el rubio.

 

.

 

En tanto su sobrino se emocionaba, Madara Uchiha revisaba un sinnúmero de papeles en su escritorio con la muchachita que era su asistente a un lado atrapando las hojas que eventualmente salían volando cortesía del hombre de cabellos negros.

— ¿No tiene otro trabajo para mí? — la tercera persona en la oficina sonreía complacido apreciando el cheque que le dieron como si una pequeña fortuna estuviese ahí.

— De momento solo me estorbas, pero si necesito algo seré yo quien me comunique contigo — Madara dejó su labor viendo de lado a la mujer como reclamándole porque ese muchacho seguía molestando en su oficina. Si bien el chico sirvió para que terminasen despidiendo a Itachi de su insignificante trabajo debido al escándalo armado hace unos días, no era ese el verdadero motivo por el cual había contratado al sujeto.

Hubiese querido que este enamorase a Itachi para que dejase a Naruto.

Pero para variar su sobrino mayor le complicaba las cosas.

— En verdad todo iba bien — el joven castaño se levantó del sofá donde reposaba guardando el valioso papelito — estaba besándome con Itachi-sensei pero ese rubio maniático llegó gritando que era su prometido — rememoró sobándose la mejilla donde aún se veía el moretón cortesía de Naruto. Su idea no era ser visto por la pareja de su profesor en pleno beso, lo único que buscaba era demostrar lo “real” de su interés por su maestro y de ese modo ganar terreno.

— Eso ya no importa — el mayor volvió a prestarle atención a los documentos guardando la palabra “prometido” como lo más rescatable de la insulsa conversación.

El muchacho chasqueó la lengua dirigiéndose a la salida. — Si quiere que vuelva a intentarlo solo llámeme — con un ademan se despidió saliendo al fin del lugar.

— La próxima vez no dejes entrar a cualquier idiota — Madara reprochó.

— A… Lo siento señor — su asistente hizo una reverencia disculpándose apenada — pero creí que quería hablar con él.

— ¿Y qué pasó con en otro encargo?

Nerviosa por la intimidante mirada de su jefe rebuscando en los papeles que llevaba dejó caer algunos recogiéndolos tan rápido como pudo. — Bueno… e… el señor Minato confirmó la cita para mañana, pero me pidió que fuese en su oficina que de otro modo le resultará imposible.

— Ya veo, en ese caso que sea así. — Sonrió con cierta malicia, si Minato accedía a la oferta que tenía no tendría que entrometerse de nuevo en la relación de Naruto e Itachi.

A menos que Sasuke le pidiese ayuda por supuesto.

 

 

 

 

 

— Esta será su terminal señor Uzumaki.

— Esta… bien — asintió algo preocupado viendo como el técnico terminaba de instalar otra computadora en la espaciosa e iluminada oficina, tragó pesado cuando el hombre terminó su trabajo dejándolo solo en ese innecesariamente gran lugar.

Sus azules ojos fueron paseándose de un rincón a otro contemplando los detalles de las impecables paredes en tono melón, el piso alfombrado en su totalidad y los dos escritorios elegantes dispuestos contra la pared.

Seguramente compartiría la oficina con alguien.

Suspiró quedito metiendo las manos en los bolsillos en tanto se balanceaba tratando de relajarse. Madara no le había explicado bien ese detalle pero supuso que era obvio, era el nuevo en esa gran compañía constructora así que una oficina para el solo era mucho pedir por ahora.

Volvió a suspirar pero esta vez algo más elevado, no hubiese querido dejar su empleo ni a sus compañeras de trabajo pero necesitaba el dinero con suma urgencia y aunque vendiese su automóvil necesitaba mayores ingresos, solo esperaba que todo saliese bien.

— Al menos Sakura-chan ya no me acosará todo el tiempo con el teme — bufó yendo al escritorio que utilizaría para mirar de arriba abajo con curiosidad.

— ¿Y quién se supone te acosa?

El de blondos cabellos respingó espantado ante la voz que irrumpía en el lugar, pasando saliva torció los labios al percatarse de quien se trataba.

— Sasuke…

— ¿Decepcionado? — lo negros ojos le miraron a detalle como algún felino al acecho — desde ahora tu yo trabajaremos juntos.

Y en ese preciso instante Naruto supo que las cosas no resultarían para nada como esperaba, — tu tío no mencionó nada — resoplando se sentó en la cómoda silla giratoria encendiendo el monitor del bellísimo computador.

— Hn — le restó importancia dirigiéndose a la mesa de trabajo para dejar sus planos.

— Oye teme, ¿tú me dirás entonces de que va esto?

— Eres publicista dobe, solo debes montar una campaña para el complejo turístico que construimos y que yo supervisaré.

Asintió no muy convencido, dudaba que pudiesen trabajar en equipo con Sasuke si ese nunca fue su fuerte ni en primaria y preparatoria, — bueno si es así… dame las especificaciones y yo te prepararé lo demás dattebayo — sin quererlo fue acercándose a su amigo, recordaba la poco afectuosa conversación que tuvieron la última vez que se vieron y agradecía enormemente que Sasuke no estuviese usando eso para burlarse ahora que terminó aceptando ese trabajo.

— Sabía que terminarías pesando bien las cosas.

Pero poco duró. — Tengo mis motivos — argumentó.

— De seguro Itachi — sin apartar la vista de sus papeles inspiró hondo — ¿vas a comprarle más alhajas?

Naruto frunció el ceño exasperándose, no entendía porque su amigo debía tener esa actitud bastarda todo el tiempo — le compraría una joyería entera si pudiese — contestó sin pensarlo.

Sasuke entonces guardó silencio, claramente lo dicho por el rubio le había afectado pero antes de contestar con algo aún más mordaz solo asintió brevemente, — estas son las locaciones, queremos que la campaña abarque todos los medios de comunicación posibles.

Y sin quererlo el rubio se sintió mal por haberle respondido de ese modo, — ¿Cómo esta Kamina-chan? — dudoso preguntó acercándose más al pelinegro que le veía de soslayo de vez en cuando.

— Bien, les dije que pueden ir a visitarlo cuando quieran.

— Oye Sasuke… — tragó pesado ligerísimamente más nervioso — ya que vamos a trabajar juntos, me gustaría que nos llevásemos bien.

El nombrado resopló encarando del todo al rubio.

— No tengo problemas con eso Naruto, de todos modos vamos a vernos todos los días — le tendió su mano en señal de acuerdo.

 

Y un breve escalofrió recorrió toda la espina del ojiazul, pese a ello estrechó la mano del pelinegro deseando que pudiesen volver  a ser los mejores amigos.

 

 

0o0o00o0o0

 

 

Fue casi de inmediato, sus azules ojos brillaron de felicidad genuina ante lo dicho por Shizune, casi se subió al escritorio de la mujer para preguntarle de nuevo.

— ¿En verdad?

— Si Naruto, por los resultados podemos programar la cirugía de Itachi-san lo más pronto posible.

Se echó reír de felicidad girándose de inmediato para ver a su pareja quien también sonreía pero con verdadero alivio.

— ¡Estupendo dattebayo! — dichoso se abalanzó sobre el pelinegro tomándolo de una mano para hacerlo levantar de la silla y dar un par de giros en el consultorio. — ¡Veras de nuevo Ita-chan! — bien sabía que la operación podía no ser del todo exitosa, ya se lo habían dicho hace mucho pero iba a poner todas sus esperanzas en las probabilidades que tenían.

— Te veré de nuevo Naruto — sin dejar de sonreír se dejó guiar en los pasos de baile improvisados.

Veía a Shizune sonreír también, dar pequeñas palmaditas animándolos.

Pero aún quedaba otro problema.

 

 

Una vez en casa se pusieron a hacer cuentas entre los dos, contabilizando sus ahorros y todo el dinero del que pudiesen disponer para pagar la intervención quirúrgica que no resultaría nada barata.

— Hablaré con Yahiko.

— No Ita-chan — volviendo a hacer cálculos en las hojas de papel que habían sobre la mesa resopló — podemos vender el automóvil.

— También puedo hablar con Madara o Sasuke.

Bufó torciendo los labios, Itachi no parecía estar escuchándolo. — Voy a conseguir el dinero — aseguró viendo la expresión algo ausente de su pareja, se veía tan feliz hace poco…

— No tienes que hacerlo, yo puedo encargarme — musitó.

— ¡Ni hablar! — Elevó la voz masajeándose la sien derecha — déjame hacerlo, ¿es que aún no confías en mí? — ligeramente dolido se le quedó viendo.

Itachi inspiró hondo aun enfrascado en sus pensamientos, — confió en ti Naruto, tanto como para hacer lo que me pidieses sin cuestionar.

— ¿Y entonces? — preocupado le rodeó con su brazo derecho acercando al pelinegro quien parecía temblar ligeramente — deja las cosas esta vez en mis manos. Voy a vender el automóvil, ya después podremos comprar otro, si necesitamos más dinero puedo pedir un préstamo en mi trabajo y si seguimos necesitando más yo hablaré con mi padre.

El pelinegro asintió buscando relajarse, — ¿y si no resulta? — cuestionó refiriéndose a la operación, bien podrían gastarse todo el poco dinero del que disponían para nada, incluso había perdido su empleo hace poco por el incidente del beso dejándolos sin ese pequeño ingreso.

— Va a resultar, estoy seguro´ttebayo — aseveró buscando convencerse también a sí mismo, deseaba que esa ligera sombra de tristeza que rodeaba a Itachi desapareciese por completo, anhelaba que su pelinegro pudiese ver de nuevo, ver de nuevo esa maravillosa luz brillar en los cenicientos y enigmáticos ojos.

 

 

0o0o00o0o0

 

— No Naruto, — la voz de su amigo le hizo reaccionar, Sasuke hacía varias correcciones al proyecto que acababa de realizar.

— Pero si son ideales; poco presupuesto y gran alcance dattebayo — suspiró, ese primer día en su nuevo empleo estaba agotándolo.

— Ya te dije que el dinero no es problema usuratonkachi, esta campaña publicitaria debe ser magnánima, no te cortes con el “presupuesto” estoy seguro de que puedes idear algo muchísimo mejor.

Chasqueó la lengua rayando todo lo que había redactado volviendo a empezar y no sabía cómo descifrar la extraña manera en que Sasuke parecía alentarlo, — de acuerdo pero si se gastan una fortuna en la publicidad no me eches la culpa.

— Si las ganancias superan la inversión no hay perdida, esa es la idea dobe —afilando su sonrisa se acomodó en la silla al lado del rubio poniendo toda su atención a lo que el otro hacia — y tu recibirás un porcentaje de esas ganancias — completó casi murmurando al oído de Naruto.

No dijo más, debía concentrarse en su trabajo porque necesitaba el dinero con urgencia pero había algo en la inusitada cercanía de Sasuke que estaba inquietándolo.

Debía estar imaginándose cosas de nuevo.

Debía ser solo eso.

 

 

 

(Parte II) 8.- Every me

 

 

 

Notas finales:

 

(N): Nota. Bueno Naruto se refiere a la primera parte en donde se enteró de lo que Jiraiya le hizo a Itachi casi al final sin que pudiera ayudar en nada, por eso esta resentido y totalmente en contra de que vuelvan a ocultarle algo importante.

 

Saludos, siento la demora, estuve algo corta de inspiración y el capítulo no terminaba de convencerme así que lo corregí un par de veces, espero les haya resultado interesante, si es así nos leemos en el siguiente. Cuídense mucho y en verdad gracias por el apoyo.

Yae.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).