Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Rapsodia" por Yae

[Reviews - 273]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

 

 

 

 

 

Aquel resultaba un día bastante agradable, con cielo despejado y una temperatura algo fresca, de esos pocos días en que Naruto los preferiría pasar recostado en algún lugar con césped al lado de Itachi.

Pero tampoco se quejaba en ese momento, se hallaba sentado al borde de la cama de hospital pelando una roja manzana para su pareja, podía ver a Itachi sentando en la blanca cama aun con esas vendas en los ojos que no le retirarían por el momento. El pelinegro pareciera observar la gran ventana por donde se colaba el cálido sol.

— Ya lo terminé — anunció el rubio después de cortar en rebanadas la fruta en el platillo para alcanzarlo al mayor.

— Gracias — respondió sonriendo, tomando un trozo lo dirigió a su boca para comerlo con calma, — ¿en verdad no tienes que volver al trabajo? — preguntó cuándo el bocado pasó por su garganta.

— No te preocupes, ya podre reponer todas las horas extras dattebayo.

Naruto sonrió ampliamente, agradeciendo enormemente que Sasuke no haya vuelto en esos días, ya cuando Itachi se sienta mejor iría a hablar con él.

De momento era mejor dejar las cosas como están.

— Vamos a mudarnos, Itachi — le habló casi en un susurro sorprendiendo al pelinegro.

— ¿Mudarnos? — Preguntó algo confundido, pasando el gran bocado que se tragó por la sorpresa, — estamos bien en el departamento Naruto, no veo porque hacerlo.

— A un lugar más bonito, no se…no se hay tantos lugares en los que no me molestaría vivir. Digo si vamos a casarnos será fuera de Japón y que mejor vivir en un lugar donde no nos estén mirando feo´ttebayo.

Itachi guardó silencio unos instantes, pocas veces Naruto expresaba su descontento con la homofobia mal disimulada de algunas personas, los problemas mayores fueron en el instituto, el rubio era demasiado impulsivo para guardarse toda muestra de afecto para cuando estuviesen a solas. — Estamos bien aquí — repitió porque el argumento no le resultó del todo valido.

— Pero no digo que nos vayamos a ir pronto — sonrió acercándose más y robándole un pedacito de manzana a su pareja, — tenemos que reunir dinero y vender el departamento, puedes pensarlo — la idea le surgió de manera bastante súbita, sin importar que Sasuke guardase silencio sobre el incidente Naruto no podría ocultarlo de por vida y más viendo regularmente a su cuñado.

— No estoy seguro — suspiró — en verdad no veo la necesidad de irnos.

— Mmm — Naruto se mordió la lengua antes de contestar, tendrá que convencerlo de manera paulatina si quiere que Itachi acceda, esa es la mejor solución, — ya verás que cambias de opinión dattebayo — agregó inclinándose un poco hacia adelante para besarlo en los labios.

Tiene que cambiar de opinión.

 

 

0o0o0o00o0o0o0

 

 

— Mira Sasuke ahora no es buen momento para…

Cuando quiso evitar esa confrontación con quien fuese su mejor amigo, el Uchiha ya se había acercado lo suficiente casi hasta rozar su nariz con la suya.

Un levísimo escalofrío lo recorrió.

— ¿Se lo dirás tú, o prefieres que sea yo? — le murmuró tan cerca que el rubio estuvo casi seguro que de no haber dado un paso hacia atrás habrían terminado besándose.

— Ninguno — respondió componiéndose de inmediato, como desearía poder hacer de cuenta que nada pasó, pese a haberse arrepentido justo a tiempo antes de terminar acostándose con Sasuke no podía negar que casi llegó a hacerlo siendo por completo consiente de que se trataba del hermano menor de su prometido.

— ¿Vas a engañar a mi hermano? — una fina ceja se arqueó y una diminuta sonrisa ladina se dibujó en esos labios.

— No lo engañé, Sasuke. Solo bebí de más ese día, solo fue eso, entre tú y yo no pasó nada dattebayo.

— Desde tu perspectiva — finalizó dando media vuelta para apartarse del todo.

Naruto resopló aliviado con enormes deseos de irle a contar todo a Itachi.

Pero no podía hacerlo.

Si la otra persona involucrada hubiese sido un completo desconocido las cosas serían diferentes, pero tan solo al nombrar a Sasuke estaba seguro de que Itachi reaccionaria de la peor manera.

Dejándolo sin miramientos.

Se mordió el labio inferior considerando que seguramente era porque Sasuke era más importante que él a los ojos de Itachi.

Siempre había sido de esa manera.

 

 

0o0o0o00o0o0o0

 

 

 

Minato estornudó mientras observaba la crepa en su plato, estaba habituado a comer solo pero de igual manera ese día esperó tener algo de compañía.

Le ha llamado a Sasuke y entre llamadas sin contestar y tener el móvil apagado está considerando que el muchacho solo quiere olvidarse de su confesión.

Suspiró parpadeando unas cuantas veces, no va a molestar más al Uchiha, no está en sus planes estarlo importunando cuando la respuesta es más que obvia. Estornudó de nuevo soltando un bostezo después, quizá era mejor para todos de esa manera aunque eso significase sentirse irremediablemente solo.

— Buenas sensei.

El rubio elevó la mirada topándose con Kakashi, justamente a quien había estado esperando desde hace un buen rato.

— ¿El sendero de la vida? — preguntó.

El de cabellos plateados negó sentándose en frente, no tardó en sacar los papeles de su portafolio entregándoselos al mayor, — se nos adelantaron un poco.

Suspiró tomando las hojas para darles una leída, frunciendo en entrecejo a medida que lo hacía, — debimos estar más pendientes— hojeó soltando un resoplido.

— Es mi culpa, estuve ocupado con otros casos y…

— No te preocupes Kakashi, de todos modos vamos a confiar en lo que Jiraiya dijo, no creo que haya salido solo para buscar venganza, no tendría porque.

Kakashi asintió.

— Por lo pronto voy a pedirte que te encargues del traspaso que te pedí.

— A nombre de Itachi y Sasuke, ¿no es así?

Esta vez fue el turno de Minato para asentir. Antes de hablar con Sasuke se hubo reunido con Madara por insistencia de este y de la curiosa conversación nada beneficioso pudo obtener.

 

 

 

0o0o0o00o0o0o0

 

 

— Minato, Minato, técnicamente somos familia así que ayudarnos entre ambos no tiene nada de malo.

Le miró suspicaz cuando Madara le sonrió en su oficina sentando ahí en medio del gran lugar ofreciéndole lugar en otra de las sillas. — ¿Cómo te enteraste?

— ¿Por qué no habría de hacerlo? Sabes que esa propiedad es de los Uchiha.

— No — negó — Itachi la vendió hace muchos años, así que ya no es de ninguno.

Madara soltó una breve carcajada poniéndose de pie, — por eso me moleste tanto con Itachi cuando supe que la había vendido. La casa ceremonial Uchiha quedó a nombre de Fugaku para evitar que yo la perdiese por culpa de Jiraiya, la casona y el terreno debían estar a nombre de ambos pero como el infeliz ese me metió a prisión ya no pude recuperarla.

— Fugaku había desaparecido en ese entonces — suspiró.

— Itachi no tenía derecho de venderla sin importar la situación y menos sin decirme nada.

El rubio suspiró entendiendo un poco a donde iba esa conversación. — Supongo que recodarás que en esa época las cosas estaban muy mal para Itachi y Sasuke. Fugaku no fue muy dedicado al dejarles tantas deudas que pagar, si me lo preguntas Itachi hizo lo que debía en ese momento.

— ¿Y porque no te pidió el dinero a ti? Ya eras su “suegrito” en ese entonces — contraatacó mordaz chasqueando la lengua.

— Yo también tuve que perder mucho dinero por lo sucedido con Jiraiya, pero le ofrecí ayuda a Itachi. Es un Uchiha es evidente que no iba a aceptar.

Un resoplido ruidoso fue lo que Minato oyó, Madara entornó los ojos volviendo a sentarse, — y lo peor es que la vendió por menos de la mitad de su valor.

— Necesitaba el dinero, mejor dime de una vez a dónde quieres llegar.

— Quiero comprártela a ti Minato. Sé que tú la adquiriste poco después de que mi torpe sobrino la vendiese a precio regalado.

El rubio torció los labios, cuando le ofreció el dinero a Itachi hace ya más de seis años para pagar las deudas de su padre y de que este se negase, no pudo liquidar sus empresas a tiempo para comprar la propiedad cuando el hermano mayor la vendiese a prisas. Pero tuvo que invertir mucho más dinero para volver a comprarla a quien ya la hubo adquirido, no le dijo de eso a nadie, principalmente porque tenía un par de planes para la costosa propiedad.

— Puedo pagarte muy bien ahora.

— No lo dudo — al fin optó por sentarse en una de las mullidas sillas haciendo sonreír al pelinegro creyendo que estaba aceptando la oferta, — no te la puedo vender, Madara.

La sonrisa se evanesció y el Uchiha frunció el ceño, — ¿Cuánto dinero quieres?

— No se trata de dinero — negó — no es que me vaya muy bien ahora, ni tampoco mal, no me puedo quejar. Para serte sincero esa propiedad significa mucho de mi capital.

— ¿Cuánto quieres?

Repitieron la pregunta y negó de nuevo, — no voy a venderla, está a mi nombre pero es lo único que pude hacer por Sasuke e Itachi. Esa casa es de ellos, voy a heredárselas después de que mi hijo se case con Itachi.

— ¡Esa casa es mía! — elevó la voz ignorando las próximas nupcias de su sobrino.

— La adquirí de forma legal, del mismo modo que Itachi la vendió. Como Fugaku desapareció y Mikoto estaba en el hospital el quedó a cargo de los bienes familiares… los que habían. ¿Por qué tanto interés en recuperar esa casa? Tienes mucho dinero ahora Madara, no la necesitas.

Madara suspiró, — no deberías ser tan curioso Minato — sonrió — bien si esa es tu última palabra, no creo poder persuadirte a ti.

— Solo trata de ser justo con tus sobrinos, eres la única familia con apellido Uchiha que les queda — se puso de pie — por ahora tendrás que conformarte con esperar a que yo desee heredarlos en vida. Lo que más lamento es que hayas sido una influencia tan nociva en Sasuke durante estos años.

Viendo una sonrisa curiosa en el pelinegro se dispuso a salir.

— Las personas buenas mueren pronto, Minato. Y no considero haber educado mal a Sasuke, de todos modos me llevé a un niño con el corazón roto.

 

 

 

0o0o0o00o0o0o0

 

 

Roto.

Eso hacia evidente que el hermano pequeño de Itachi había sentido algo más que amistad por Naruto, quizá algo demasiado platónico que seguro murió en América al conocer a la madre de su hijo…

— Sensei.

Volvió a prestarle atención a Kakashi que le miraba como si hubiese estado hablando solo, — ¿no te comunicaste con Jiraiya?

— No, en cuanto sepa algo yo le informaré.

Asintió volviendo a sumirse en sus pensamientos, como no lo hacía desde que era joven.

 

 

 

0o0o0o00o0o0o0

 

 

 

— Estas extraño.

Naruto respingó ante la observación de su pareja, negando efusivamente fue a acariciarle los cabellos sujetos tomándose la libertad de soltarlos, — claro que no, ¿Por qué piensas eso?

— Porque te conozco — argumentó dejando que los dedos de Naruto acariciaran sus hebras negras, sentado en una silla cerca de la ventana esperaba a que las horas pasaran con rapidez, Shizune le dijo que ese día le quitarían las vendas para comprobar los resultados de la operación que teóricamente había salido bien.

— Solo estoy impaciente dattebayo — se inclinó y estando detrás le dio un suave beso en la cabeza — ya son muchos días.

— ¿Podrías llamar a Sasuke? Me gustaría que estuviese aquí.

— A… — dudó cesando sus mimos por unos instantes — claro… yo le llamaré más tarde dattebayo.

 

— Buenas…

Los suaves golpes en la puerta abierta de la habitación captaron la atención de ambos.

— ¡Mamá! — Emocionado Naruto fue a recibir a la pelirroja que entraba con una gran sonrisa — que bueno que viniste.

— Siento no haberlo hecho antes, estos días he tenido mucho trabajo — respondió animosa dándole un beso en la mejilla a su hijo para acercarse al enfermo después. — Te ves muy bien, ¿Cuándo te quitan los vendajes? — alegre le habló a su nuero.

— En unas horas, gracias por venir — sonrió amable.

— Entonces vamos a esperar aquí todos, ¿verdad, Naru-chan? — se le colgó a su hijo a quien notó curiosamente demasiado serio para él.

— Si — asintió, al menos con su madre allí no tendría que preocuparse porque Itachi empezara a pensar en cosas que no debía.

Tragó pesado sintiéndose incapaz de mentir por mucho tiempo y no pudo evitar envidiar al pelinegro… se le daba tan fácil mentir.

Suspiró.

 

Las demás horas que pasaron esperando a que llegase el momento en el que años de espera tuviesen esperanza. Naruto sabía que debía ser el más optimista en esos momentos de todos modos siempre fue de esa manera, pero más ansiedad le provocaba encontrarse con esos ojos negros de nuevo, tan inquisidores, tan hermosos que no se atrevería a mentirles si es que le preguntase si sucedía algo.

— Naru-chan, creo que hasta morderte las uñas te ayudaría mas.

Respingó al oír a su madre, habían salido por unos instantes a la cafetería del lugar para comer algo, en menos de una hora Shizune se encargaría de corroborar el éxito o el fracaso de la cirugía.

— Aquí no hay ramen — bufó moviendo su cuchara en el plato.

— Te ves muy preocupado Naruto, no me parece que sea solo por Itachi dattebane — la pelirroja le miró curiosa.

— Es por Itachi — se mordió el labio inferior — no sé cómo lo tome si las cosas no resultan bien, no quiero que se deprima.

— Humm — hizo amago de pensar, entendía a que se refería su hijo, pese a no poder relacionarse mucho con su nuero si fue testigo de esos episodios de depresión que el pelinegro tenía poco después de que Sasuke se fuera, razones por las cuales Minato insistió en lo de un psicólogo — ya verás que todo sale bien.

— En verdad que lo espero.

— Vamos no seas pesimista, que tú no eres así — le dio un suavísimo tirón de orejas sonriéndole solo como una madre lo haría, — ¿Minato y Sasuke-kun? Creí que estarían aquí.

— Papá dijo que tenía que resolver unos asuntos en el trabajo — bostezó cansado, llevaba ya varios días sin dormir bien, desde el incidente con Sasuke, sumándole a ello la operación sus horas de sueños estaban demasiado reducidas. Y en cuanto a su cuñado decidió enviarle un mensaje en lugar de llamarlo y no tenía idea de si lo ha leído.

 

 

 

 

 

 

 

Perezoso Sasuke levantó su móvil de la cama, su hijo hace poco se ha quedado dormido, ya van a dar las ocho de la noche pero siente como si fueran las tres de la madrugada, bosteza con suavidad leyendo sus notificaciones en la pantallita iluminada.

Mordió su labio inferior releyendo las cortísimas palabras que el dobe le había enviado.

Estúpido, pensó fastidiado poniéndose de pie a prisas para cambiarse de ropa, su relación con su hermano podía estar en una situación muy delicada pero eso no significaba que no le importase el bienestar de Itachi.

Quería que todo volviese a ser como antes.

Como cuando tenía dieciséis y estaba seguro de que su mayor cumpliría con sus caprichos de pedirlos con un poco de insistencia.

Buscó con rapidez unos pantalones limpios y una chaqueta dándole un vistazo a Kamina que dormía en la cuna que quedaba al lado de su cama. El pequeño bebé reposaba plácido ocasionando una diminuta sonrisa de orgullo en los labios de su progenitor asomaran.

Estaba seguro de que Itachi lo perdonaría, sin importar la situación su hermano mayor había asegurado que no podría odiarlo y aunque pudiese llevar mucho tiempo podría lograr que las cosas fueran como antes.

De todos modos la gente buena muere joven…

 

 

 

 

 

 

 

No recuerda bien la última ocasión en la que estuvo tan ansioso, tan nervioso por algo. Los dedos de sus manos  se incrustaron en su bata de hospital mientras se hallaba sentado en medio de la habitación con Shizune paseando de un lado a otro terminando de preparar todo. Aprecia bastante a esa mujer, pese a ser algo nerviosa y tímida resulta muy competente cuando empieza a hablar de medicina.

Después de tantos años visitándola regularmente han entablado una relación de cordialidad absoluta; no hablan de sus vidas pero tampoco se tratan como un par de desconocidos cuando están a solas.

— ¿Solo se quedarán ustedes dos? — pregunta a Kushina y Naruto, quienes están a un lado de observando atento todo lo que hace.

— Mi papá y Sasuke aún no llegan — el rubio se muerde el labio inferior esperando que su cuñado no se aparezca.

— Si quieren yo puedo esperarlos afuera — Kushina se ofreció sonriente para salir de la habitación dejando a la médico, a la enfermera y a la pareja solos.

Suspiró quedito una vez salió dirigiéndose a la sala de espera, quiere que las cosas vayan bien por su hijo;  si bien Itachi no le agrada del todo por diversos motivos, el Uchiha ha demostrado ser capaz de corregir a su hijo en esos detalles que lo han ayudado a crecer como persona.

Y aunque nunca vaya a tener un nieto…

Suspiró de nuevo.

Siempre ve a su hijo con una sonrisa cuando cerca del pelinegro, si es feliz no tiene por qué buscar estropearle la curiosa relación.

— Kushina.

La mujer se sobresaltó cuando oyó la voz de su ex marido, Minato va acercándose con una sonrisa esplendida, de esas que la enamoraron cuando jóvenes.

— Te demoraste, Naru-chan está muy nervioso.

— ¿Aun no le quitan los vendajes a Itachi?

— Están en eso, mejor los dejé solos— sonrió — creo que esos asuntos son mejor en pareja ya sabes por si las cosas no salen muy bien.

El rubio asintió inspirando hondo antes de sentarse en una de las bancas.

 

 

 

 

—Vamos a ir con calma — Shizune habló tranquila mientras se acomodaba para quitar los vendajes, — cuando termine voy a pedirte que mantengas los ojos cerrados porque debemos hacer esto con mucho cuidado.

Itachi asintió nervioso, podía sentir las suaves manos de la médico retirando las gasas con extrema cautela, suspiró quedito  presionando sus manos sobre sus rodillas para tener un punto de apoyo.

Si bien la visión nunca fue uno de sus fuertes jamás tuvo problemas graves con ello, solía utilizar anteojos de lectura en el instituto y en la universidad. Solo después de su desgraciado encuentro con Jiraiya empezó a tener más problemas, ya llevaba alrededor de seis años perdido en sombras borrosas y confinado a confiar enteramente en su tacto e intuición para desplazarse en su entorno.

Y aunque la operación fuese exitosa, su vista no se restauraría del todo, seguramente tendría que utilizar anteojos o algo.

No había sido un trasplante de todos modos, solo repararon sus maltratadas orbes.

— Listo… — ella dio un pequeño suspiro cuando terminó de quitar todas las gasas blancas.

Sin poder contenerse Itachi palpó con cuidado sus ojos cerrados corroborando que podría abrirlos cuando quisiera.

— Si quieres ábrelos.

Tragó pesado ante la sugerencia.

— Hemos bajado la intensidad de la luz, no tendrías que sentirse incómodo.

— ¿Qué se supone que vea? — cuestionó.

— Amm… borroso pero debe aclararse paulatinamente… así que no te preocupes si no distingues bien al inicio.

Itachi volvió a suspirar, Naruto no había dicho nada desde hace un buen rato y eso le preocupaba ligeramente… fue abriendo los ojos lentamente para terminar con esa tortura cuanto antes, ya sean para bien o para mal.

Cuando las luces le llegaron fue parpadeando con mayor rapidez, un ligero ardor parecía hacerle lagrimear, no era muy distinto a cómo veía antes, borroso y totalmente blanco cuando había demasiada luz. Pero lentamente, demasiado lento los manchones delante suyo fueron cobrando forma más definida.

— Si te molestan demasiado ciérralos de nuevo e intenta desde el principio.

Así lo hizo.

— Ita.

Cuando al fin oyó la voz de Naruto soltó un resoplido renovando ánimo, abrió los ojos en nueva cuenta para tratar de aclarar su visión.

Maravillado fue comprobando las siluetas de Shizune y de su rubio era más nítidas, pasó de inmediato de observar a la mujer a su prometido…

Como había pasado el tiempo.

Ya no tenía el rostro de un niño pero conservaba con magnificencia ese aire de nobleza y cierta ingenuidad, las facciones se habían  definido y ahora la mandíbula firme que solo sintiese con sus manos se mostraba perfecta en la faz del dueño de esos ojos azules.

Azules.

Ese esplendoroso azul brillante y magnético, Itachi comenzó a lagrimear sin ser consciente de ello, tal vez por la ofuscación que sentía en sus ojos que parpadeaban presurosos o la emoción de al fin apreciar el rostro que imaginaba y con el cual soñaba. Sea cual haya sido la razón, — Naruto… — elevó ambos brazos hacia su pareja embargado por la dicha de verlo… quizá algo borroso… pero a pesar de ello logrando apreciar su rostro y su expresión como hace tanto.

El aludido dudó unas milésimas, Itachi lo invitaba a abrazarlo pero algo le hizo detenerse ese brevísimo momento pensando en si realmente podía verlo, pero esos ojos negros estaban entornados en su dirección sin un ápice de fallo, las brillantes lágrimas resbalando por esas mejillas y la boca entreabierta aguardando expectante… tenía miedo, no lo negaba pero pese a ello se aproximó raudo correspondiendo el gesto, estrechando a su pareja y murmurando un lo siento solo en sus pensamientos.

 

— Itachi-san… — fue la voz de Shizune que se oyó suave, estaba emocionada por la escena pero ni siquiera había confirmado bien los resultados de la operación.

— Borroso… — murmuró sin soltarse del rubio, — es fácil distinguir formas y colores… pero aun así están algo desenfocados… — aclaró palpando recién la angustia de su pareja, consternándose por ello… algo sucedía con Naruto.

 

 

.

 

Sasuke se mordió los labios oyendo detrás de la puerta como niño espiando, hubiese deseado estar presente pero no pudo, ingresar interrumpiendo lo hubiese delatado probablemente.

— Sasuke…

Sus  negros ojos se entornaron hacia el llamado, Minato le observaba a detalle con gesto apacible, — ¿Por qué no entras? Itachi ha estado preguntando por ti… no has venido a verlo últimamente.

— Si tiene a Naruto no veo porque tenga que necesitarme.

Tarde su cerebro le advirtió sobre aquella oración, tan claramente llena de resentimiento, el Uchiha se mordió la lengua al haberse dejado llevar y hablar sin pensar.

— Comprendo — el mayor suspiró quedito guardando sus manos en los bolsillos de su pantalón en un gesto poco propio de él, — entonces… ¿aun sientes algo por mi hijo? — probó a asegurar.

Abrió más sus negros ojos escandalizados por la acusación, sumándole a ello el lugar donde estaban no entendía por qué Minato soltó una pregunta tan estúpida, — n-no…no sé de qué hablas — Se maldijo por haber dudado.

— En verdad, Sasuke… — el rubio mayor chasqueó la lengua sin dejar de mirarlo —… espero sea de ese modo, Naruto es mi hijo, su felicidad está por encima de la mía… y a pesar de todo Itachi lo hace feliz…

— ¿Se supone que debe importarme? — frunció el entrecejo por las tontas palabras, Minato no tenía el menor derecho de reclamarle y más como si supiese lo que estaba sucediendo con Naruto.

Porque no sabía nada.

Avanzó en dirección de rubio, acercándose tanto que su nariz pareció chocar contra la del adulto capaz de sentir la pausada respiración de este, — ¿sabes algo Minato?... una vez soñé que tu adorado hijo terminaba enredado conmigo… — le murmuró cansino, harto de sentir como todos se ponían en su contra, — y tu acababas entre las piernas de mi hermano… ¿no crees que hubiese sido más interesante de ese modo?(N)

Las palabras mordaces el gesto como si hablase de una felonía hicieron que Minato entendiese de inmediato que aquel muchacho guardaba un rencor desmedido en su interior y que evidentemente el toxico sentimiento ya estaba rebasándolo. No respondió a la provocación, se limitó a sostenerle la mirada, de ese modo podría tal vez entenderlo mejor.

Como deseaba ayudarlo.

Pero cuando los negros ojos quisieron titilar el dueño de estos apartó la mirada dispuesto a marcharse, rápido lo tomó de un brazo deteniéndolo en su lugar. — Puedes confiar en mi Sasuke, te escucharé sin importar lo que digas.

El más joven sonrió burlón, — claro… oirás mis lamentos por amar a otra persona, luego de decirme que te intereso… no sé quién sería más patético, si tu o yo.

Minato lo soltó y Sasuke de inmediato se retiró, — amar… — repitió para sí, inspirando hondo quiso imaginar aquella fantasía onírica del pelinegro, seguramente en la que era feliz.

 

 

 

0o0o0o00o0o0o0

 

 

— ¿Cómo esta Naruto-kun?

Kushina miró curiosa a la muchacha de largos cabellos oscuros y ojos blancos, Hinata y ella solían hablarse de vez en cuando debido a que la pelirroja realizaba uno que otro trabajo para la empresa en la que antes su hijo trabajase. Si bien eran minucias de diseño, fue Hinata quien recibió y revisó su trabajo la primera vez, la tímida mujer se sorprendió bastante al verla y para evitar que Naruto se sintiese espiado de algún modo, se mantuvo lo más distante que pudo.

— Bien… creo que ahora trabaja unas cuantas horas menos — bostezó cubriéndose la boca, no creyó que al reencontrarse con la muchacha esta la invitase a tomar un café. A pesar de ser linda, educada y una mejor opción que Sakura Haruno debido a varios factores; había algo en su extremo retraimiento que la fastidiaba.

— Ya veo… — la más joven comenzó a jugar con sus manos claramente conteniéndose de hacer alguna petición.

— Oye Hinata… ¿y cómo vas tú? ¿sales con alguien?

A su pregunta entusiasta la otra negó abochornada, por un instante Kushina se la imaginó vestida de kimono y maquillada… le recordó indudablemente a una de esas muñecas de porcelana. Agraciadas pero con cierto aire aterrador.

— Hay algo… que quería pedirle Kushina-san…

Curvando una de su finas cejas la pelirroja inspiró, — claro.

 

 

.

 

 

Luego de la sorprendente charla la madre de Naruto había salido técnicamente huyendo del café donde estuviese hace poco, colocándose su chaqueta con rapidez se detuvo a tiempo de chocar con alguien al llegar a la vereda.

— Lo lamento — se disculpó antes de ver de quien se trataba.

— Ni lo menciones.

Respingó al reconocer la voz levantando la mirada topándose con el mismísimo Madara Uchiha, vistiendo de traje y gabardina en color negro, lucía bastante bien pero su expresión nunca le agradó. Por culpa de la ineptitud de ese adulto toda su familia colapsó al socorrer a Sasuke e Itachi.

— Sabía que regresaste a Japón hace algún tiempo pero no creí encontrarte aquí — dijo a modo de saludo acercándose a la calle para buscar un taxi con la mirada.

— Negocios, simple negocios.

— Hn.

— ¿Puedo preguntarte por Naruto?

Kushina se giró para verle, — ¿y eso?

— Últimamente ha estado faltando al trabajo, entiendo que se deba a la operación de Itachi pero…

— Un momento — interrumpió frunciendo el ceño — ¿Naruto trabaja contigo?

— Creo que más correcto sería decir, que trabaja para mí.

— A… — soltó un suspiro de desilusión ruidoso — ese muchacho tonto… va a oírme…

— ¿Te molesta acaso?

Ella enarcó ambas cejas como si le hubiesen hablado con sarcasmo, — sin ofender Madara, pero quisiera a mi hijo lo más lejos posible de ti y de tu sobrino.

— ¿Hablas de Sasuke?

— ¿Y de quien más? — inspiró.

— Bueno, podrías referirte a Itachi.

Soltó una carcajada, — cielos, para eso llevo seis años tarde — comentó divertida.

— Comprendo — el pelinegro pareció meditarlo, — ¿no te gustaría continuar conversando en otro lugar?

— ¿Estas proponiéndome salir? — volvió a reír.

— Proponerte un trato de negocios es mi intención.

— ¿Negocios? — borró su sonrisa mirándole con desconfianza.

 

 

 

 

0o0o0o00o0o0o0

 

 

 

 

Le dieron alta rápidamente luego de  confirmar el éxito de la operación, todas las personas cercanas a él se mostraron felices y emocionadas. Kisame y los demás fueron a visitarlo luego de eso, una reunión curiosa en la que se sorprendió bastante ante el poco cambio físico de sus amigos.

Pero aun no veía a su pequeño hermano, fue por eso que aprovechando que Naruto estaba en el trabajo llamó a su menor ese día para pedirle que se viesen. Tenía algo importante que comunicarle a Sasuke.

— Estas lagrimeando.

Fue el saludo de su hermanito cuando vino a su departamento cerca al medio día.

— Me pasa seguido… aunque quizá sea la emoción — sonrió enternecido por lo mucho que Sasuke había crecido, como su cabello era ligeramente más largo, como sus facciones se habían tornado más serias. Su impulsivo abrazo fue correspondido con sencillez.

— Siento no haber venido antes… estaba…

— Ya no importa, vamos a hablar con calma ahora que tenemos algo de tiempo, — fue a su pequeña cocina buscando preparar algo de té, aunque nunca tuvo muchos problemas al estar ciego y tener que realizar los quehaceres, ahora que veía de nuevo, -aun algo borroso esperando sus nuevos anteojos-, volver a coordinar su visión y sus demás acciones a veces se le dificultaba un poco.

Como cuando tienes la certeza de tener una cuchara al lado pero tu cerebro pese a conocer de memoria el utensilio, se demora algunas milésimas en volver a identificarlo, retrasando esas fracciones de segundo la acción que hubieses querido ejecutar al levantarlo.

— Aunque no lo parezca en verdad estoy feliz por ti.

La voz de su hermano captó su atención a la par que el más joven también entraba en el lugar.

— Estas enfadado conmigo Sasuke, estoy seguro… pero me gustaría saber por qué.

— No es lo que piensas — negó — es… — la culpa, hizo una pausa forzosa — algo delicado.

— Dime de que se trata.

El más joven carraspeó en un vano intento por calmarse, se había asegurado decirle todo a su hermano una vez estuviese bien pero le estaba costando más de lo planeado mirarle a los ojos de nuevo, por eso evitó visitarlo, había olvidado lo inquisidora y deductiva que podía ser esa oscura mirada.

— ¿Puede ser en la noche?

Itachi respingó ante el pedido, viró un poco para poder verle de soslayo, — ¿Cuándo Naruto regrese?

— Si… — asintió — si no te molesta, claro.

— No me molesta, Sasuke. — Pese a ligero ardor en sus retinas pudo observar la tenue angustia que iba acentuándose en su hermanito, le ofreció la taza con la bebida caliente viendo cómo se mordía el labio unos instantes… su última conversación con respecto al rubio no fue nada alentadora.

— Recuerdas… que — tragó pesado aceptando el té y desviando la mirada para que dejasen de analizarlo, — dijiste que jamás podrías odiarme… ¿lo recuerdas?

El mayor asintió ya algo más preocupado. — Eres mi hermano, jamás podría hacerlo.

Sasuke suspiró esbozando una sonrisa amarga, — es bueno saberlo, te prometo esforzarme porque las cosas vuelvan a estar bien entre nosotros después.

— Sa… — su llamado murió antes de completarse siendo que su menor dio media vuelta para dirigirse a la sala, algo indudablemente no estaba bien. — No creo que sea necesario esperar a Naruto — habló siguiéndolo — puedes decirme cualquier cosa ahora.

El otro soltó una risilla breve sentándose en el sofá, — no, Itachi. No es justo que solo yo asuma esta consecuencia — le dio un sorbo al té.

— De que consecuencia hablas, estas preocupándome — insistió exasperándose por las frases e insinuaciones a medias.

— Vamos a hacer algo… — sonrió mirando al piso — ¿te parece? Solo necesitas dejarme a solas con Naruto unos minutos… vamos a terminar con este absurdo de una vez.

Y entonces Itachi tuvo miedo de comprender a que se refería.

 

 

 

0o0o0o00o0o0o0

 

 

Una vez en su casa, cayó tumbado sobre su cama en cuanto Naruto lo dejó allí. No creía sentir tantos vértigos luego de la operación, rió breve levantando de nuevo los brazos hacia su pareja, llamándolo. — ¿En verdad pintamos el techo de ese color? — el tono levemente azulado no le parecía tan agradable en ese momento.

— Si fue tu idea… dijiste que querías cambiarlo porque el blanco te recordaba a tu casa — el rubio suspiro cansado echándose a su lado.

— No lo recuerdo… — bromeó girándose para quedar de lado y poder ver el perfil del rubio, no era del todo claro pero indudablemente podía verlo, delinear la silueta, memorizarla junto a el color de su cabello y ojos… viendo de nuevo ese brillante sol en medio del despejado azul cielo que atesoraba.

— ¿No te duele la cabeza? Shizune-neechan dijo que si tienes migrañas…

— Estoy bien, — se estrechó más, hace mucho que no se sentía tan emocionado como cuando era un niño pequeño y su padre lo llevó al zoológico por primera vez.

— Voy a preparar la cena — el rubio comentó queriendo levantarse, — descansa en tanto´ttebayo.

— ¿Pasa algo Naruto? Estas extraño.

Vio a su pareja incorporarse pero sin apartarse del todo.

— No… ¿Por qué me dices de nuevo eso?

— Es evidente — usó su dedo índice para pasearlo por la espalda del otro ocasionándole un leve escalofrío que le hizo sonreír.

— Es… es por la mudanza dattebayo — nervioso se giró para que dejaran de jugar con su espalda, era demasiado cosquilloso, — tu no quieres irte y…

— ¿En verdad quieres mudarte?

— Sí.

El asentimiento de Naruto le confirmó lo importante que era eso para el menor, él no quería irse y no entendía la repentina idea de su pareja, — busquemos un buen lugar entonces… algo que…

— ¿Lo dices enserio?

Su corazón dio un vuelco de emoción al ser capaz de notar como los ojos azures brillaban enternecidos por haber aceptado, como las facciones se volvían una esplendorosa sonrisa que era igual que de la de sus recuerdos, esa capaz de hacerle sentir afortunado. — Si… — asintió feliz de ver el gesto en el rubio ensancharse, consiente de estar tan enamorado como nunca lo estuvo de nadie más.

— ¡Perfecto dattebayo! — se giró sobre el pelinegro inclinándose para verle más de cerca, — buscaré una agencia para vender el departamento, luego buscaré las mejores opciones para donde vayamos a vivir…

— Naruto — le llamó cerrando los ojos, empezaban a dolerle y la cabeza le molestaba — ¿me dirás al menos porque quieres que nos vayamos en realidad?

— Solo quiero lo mejor para ambos.

Le murmuraron antes de besarle en los labios, correspondió algo agotado jadeando cuando la lengua del rubio irrumpió brusca en su boca, —… Na… ruto… — farfulló en medio de otro fogoso beso, estaba mareado y quería dormir.

— Seré cuidadoso… — le susurró al oído dándole un leve mordisco — te amo Itachi…

Complacido por las palabras y caricias se dejó hacer comiéndose las ganas que tenía de insistir en su interrogante, aquella razón tan importante para haber logrado que Naruto decidiese dejarlo todo tan de repente.

 

 

0o0o0o00o0o0o0

 

 

(Parte II) 10.-How I loved you

 

 

Notas finales:

 

 

(N) Nota: Bueno, he tenido que releer mi fic para tratar de darle una continuidad y para quienes hayan seguido este desde hace tiempo, recordarán que dije en un inicio que consideraba dejar esto en un NaruSasu y MinaIta, si bien a la mayoría no le gustó la idea -y ahora pensándolo a mí tampoco, me encanta el NaruIta, gracias a todos por eso :D- estuve meditando en cómo habría dirigido la historia para que quedasen esas parejas… los embrollos que se hubiesen armado, supongo que esa curiosidad mía por saber que hubiese escrito de ser así revivió un poquito al leer de nuevo… no puedo creer los errores que tenía y que se me siguen pasando, lo lamento en verdad.

No es que las parejas vayan a cambiar… tan solo es… mi propia intriga.

Siento que esta historia se actualice tan lento pero me resulta imposible acelerarla, no sé… las ideas se atoran con más frecuencia y no suele gustarme lo escrito y lo borro para volver a empezar. Espero no estar estropeando este fic, porque en realidad es que el más quiero, con el inicie aquí y creo que me hice conocer un poquito…

Bueno antes de ponerme nostálgica, solo quería aclarar esto, espero les siga interesando, la continuación no será tan pronta como de mis otros fics, trataré de que sea en un mes a lo sumo y si no continuaran por mis constantes retrasos, de todos modos gracias por seguir hasta aquí.

Cuídense mucho.

Yae.

 

Itachi con lentes me parece hermosísimo, debo dibujarlo asi…

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).