Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Rapsodia" por Yae

[Reviews - 273]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Gracias a todos los que han leído el primer capítulo, respondi todos sus reviews muchas gracias de nuevo. Espero este segundo capítulo también sea de su completo agrado.

 

!Enjoy!

 

Confía en mí

Solo por un instante

Solo hasta que el día se acabe

No voy a defraudarte.

 

 

El pútrido y repugnante olor que desprendía aquel cuerpo en descomposición no parecía en nada afectar al equipo de policía encargado de recoger el cadáver en la bolsa mortuoria después de haberle sacado un montón de fotografías al cadáver y al escenario. Fotografías dignas de un espectáculo de horror ya que el cuerpo fue encontrado completamente bañado en sangre y con las extremidades cercenadas de modo brutal.

 

Con las patrullas a un lado y varios policías custodiando el lugar de curiosos, tan solo era el escenario de un homicidio cualquiera.

- Kakashi-san – uno de tantos policías se acercó a un hombre de cabellos plateados cortos, vestido de negro y con el rostro cubierto al menos en gran parte dejando ver solo sus ojos – aquí está el informe – le entrego unas hojas.

 

- Humm veamos que tenemos aquí – reviso lo que le entregaron.

 

- No tiene relación con los demás casos, este chico tenia entre catorce y dieciocho años, además de que era rubio y de ojos azules – explico el policía.

 

- Rubio y de ojos azules – repitió analizando la situación – por un segundo pensé que era Naruto. Es un alivio que no lo fuera.

 

-¿Naruto? – el joven policía le miro confundido.

 

- Nada, olvídalo debo hacer una llamada – se alejó para sacar su celular y llamar a alguien – Minato, soy Kakashi, hay algo importante que necesito preguntarte.

 

 

 

0o00o0o00o0o00o0

 

 

 

- ¡Quiero esa dattebayo! – de lo más feliz Naruto señalo la hermosa motocicleta en negro y naranjado que parecía llamarlo allí desde ese rincón del concesionario. Emocionado se acercó corriendo para observarla mejor.

 

- ¿Estás seguro? – su padre se acercó seguido por Kushina.

 

- Dijiste que podía elegir lo que yo quisiera – el rubio no apartaba su vista de la motocicleta.

 

- Tenía la esperanza de que pidieras algo… diferente.

 

- Déjalo Minato, ¡si a mí me parece estupendo! – la pelirroja igual de emocionada que su hijo se acercó – esta hermosa Naru, podrás llevar en ella a tu novia -  ilusionada imaginaba a su hijo con la apariencia de un chico malo conduciendo la motocicleta con una chica sentada atrás de él.

 

- ¡Ya se! ¡Se llamara ramen! – grito el rubio menor a todo pulmón.

 

- ¡No, mejor ponle Kyuubi! – igual de escandalosa su madre sugirió sumergiéndose ambos en una “conversación” de decibeles muy elevados que no paso desapercibida para nadie, quedando Minato observándolos con una gotaza de sudor cayendo por su nuca.

 

Luego de una productiva compra los tres se dirigieron a comer como cualquier familia riendo y hablando de todo, se podría decir que Naruto no tenía quejas sobre su vida… se podría decir.

 

Una vez que la tarde llego aprovecho el restante de su fin de semana para hacerle una visita a su mejor amigo.

 

-¿Y? – cruzado de brazos y con una ceja alzada Sasuke lo recibió.

 

- ¡Sasuke-kun!

 

Y antes de que Naruto pudiera decir ramen  una pelirosa de su misma edad hizo aparición de improvisto sorprendiendo a ambos adolescentes.

 

- Sasuke-kun Naruto que bueno que los veo – se acercó con una sonrisa.

 

- Sakura-chan – más por costumbre el rubio le sonrió - ¿Qué haces por aquí?

 

- Solo venía a traerle unas cosas a Ino y los vi al cruzar la calle – Sakura siempre fue amiga de Sasuke y Naruto, era la parte “femenina” del grupo, aunque en los últimos meses se habían distanciado tal vez a razón de que ella había conseguido un novio.

 

Pero ambos Naruto y Sakura se sobresaltaron al oír la puerta de la casa de Sasuke cerrarse abruptamente.

 

- ¡Maldito teme, no me cierres la puerta en la cara! – indignado Naruto golpeo la puerta esperando a que le abrieran cosa que no sucedió.

 

- ¿Sasuke-kun estaba de mal humor? – la pelirosa pareció meditarlo.

 

Ya sin más que hacer Naruto acompaño a su amiga a su casa no sin antes por “amabilidad” llevarla a comer algo de ramen. La motocicleta se la entregarían en un par de días así que hasta que eso sucediera era un peatón como cualquier otro. Regreso a su casa algo desanimado, en verdad tenía muchas ganas de visitar a Sasuke pero este como siempre se comportaba como todo un teme, prefirió dejar de pensar en él, hace algunas semanas había estado meditando el asunto.Se encerró en su habitación tres días debatiendo internamente algo que para él y más dada su edad era muy complicado. Admitía a ciencia cierta que le gustaban las mujeres, que siempre le gusto su pelirosa amiga, pero le daba más importancia a cualquier cosa que hiciese o dijese su mejor amigo.

 

Toda la vida eso le pareció normal, pero ese sentimiento cada vez distaba más de lo que cualquiera admitiría como amistad. Se dio de topes y grito convenciéndose de que no era gay, que no le gustaban los tios o al menos intento convencerse, que prefería mil veces una torneada y sexy cintura acompañada de unos no enormes pero si notorios pechos, a un abdomen varonil y… lo demás.

 

Para Naruto admitir que Sasuke le gustaba  era tanto como admitir que era gay, pero ahí el rubio aplicaba su simple lógica “Si fuera gay me gustarían “los” hombres, no solo “un” hombre”, al menos para él bastaba ese simplón razonamiento. Pero ese no era el punto grave, si no el mismo Sasuke, que aunque se dijese que era frígido, asexual y cansino eso no lo volvía gay ¿o sí?, pero no era una garantía de que el pelinegro en algún improbable momento correspondiese a Naruto, cosa que si llegaba a darse sería muy complicada para ambos.

 

Entro a su casa realmente confundido y hasta deprimido como si su alma hubiese abandonado su cuerpo se desplazó hasta el sofá cayendo como una pluma sobre este.

 

- ¿Naruto? – Su padre se acercó ligeramente preocupado al ver a su hijo así - ¿estás bien?

 

- Viejo… - farfullo con el rostro hundido entre sus brazos.

 

- ¡¿Cómo que viejo?!

 

- Papá… - abatido como pocas veces se puso de rodillas frente al sofá ganando la preocupada atención de su progenitor – que… pensarías si a mí… me gustara… una persona… diferente – soltó la última palabra casi en un hilo de voz como deseando que no lo oyeran.

 

- ¿Diferente? – pero su padre si lo escucho.

 

- Es que… a mi… me gusta….

 

- ¡Naru-chan ya llegaste! – De lo más feliz Kushina salió de la cocina con una tarta en manos – he preparado un delicioso pastel de manzanas.

 

Tuvo que ser una señal o al menos eso pensó Naruto una vez solo en su habitación, no podía ni imaginarse la reacción de sus padres si les decía que casualmente le gustaba Sasuke, tal vez por el momento era mejor dejar las cosas así. Suspiró un sinfín de veces, necesitaba ayuda, necesitaba sacarse la duda de la cabeza, de si tenía la más ínfima oportunidad de ser correspondido por su mejor amigo.

 

Sacó su celular buscando en la lista de contactos, sin atreverse a llamar a Sasuke y en ese momento su cerebro se ilumino, la mejor manera de saber algo de su mejor amigo era por el Uchiha mayor… “Itachi”. Desesperado busco el número del pelinegro y lo llamo… el “beep” “beep” le pareció eterno, cayó en cuenta de que dada la hora tal vez ya estaría durmiendo pero antes de que pudiera colgar le contestaron.

 

- ¿Itachi? – Naruto parpadeó extrañado al oír solo la irregular respiración de alguien al otro lado de la línea y escuchar lo demás lo asusto por completo….

 

Corrió a todo lo que sus pies le dieron, no le importó la hora ni el frio nocturno, debía llegar lo antes posible, tenía miedo mucho miedo y no sabía porque, tal vez el hecho de oír la voz suplicante de Itachi lo turbo por completo.

 

- ¡Itachi! – gritó una y otra vez buscando como desesperado entre los arboles de ese bosque tratando de hallar el sendero que lo conduciría a la casa de reuniones Uchiha.

 

Miro al cielo mientras corría notando la luna, esa luna de graciosa silueta asemejándose a un rostro grotesco de nariz puntiaguda mofándose de él, frunció el ceño molesto ante su conclusión trastabillando y cayendo al piso.

 

- ¡Joder! – golpeo la tierra del piso con sus puños, no tenía que salir corriendo como alma que lleva el diablo solo por esa llamada, bien podría ser una broma de mal gusto, se puso de pie algo decepcionado, de seguro eso tenía que ser, empezó a caminar ya sin animo, pero se llenó de pasmo al ver un poco más adelante a Itachi tirado en el piso desnudo en un estado completamente lamentable llenó de golpes y manchas de sangre por su cuerpo y heridas de todo tipo.

 

-¡Itachi! – grito más fuerte corriendo hacia él, lo sujeto entre sus brazos con cuidado, sintió un terrible nudo en el corazón al ver su rostro lleno de cortadas y moretones, más aun cuando dirigió su mirada a las piernas de este, notando sangre escurrir entre ellas mezclada por aquella sustancia blanquecina – esto… tiene que ser una broma… - apenas articulo con el mayor entre sus brazos.

 

 

0o00o0o00o0o00o0

 

 

 

 

Una vez hubieron llegado a lo que según Naruto era un “divertido” lugar, ambos se habían quedado en la entrada viendo como el resto de las personas pasaban por su lado entrando y saliendo de aquel parque de diversiones.

 

- Bu… bueno entremos de una vez dattebayo – con una sonrisa nerviosa el rubio trato de animar a Itachi para que empezara a caminar o al menos hiciera algún movimiento, pero no, el pelinegro permanecía de pie estoicamente sin el menor interés por moverse ni siquiera un poco de su posición actual que tan solo era estar de pie en medio de la entrada sin un punto fijo al cual mirar.

 

Naruto pensó rápido en algún argumento convincente.

 

- ¡Adentro han de vender ramen! – pero no se le ocurrió nada convincente. La postura de Itachi no cambio ni un poco, empezaba a desesperarse - ¡Venga respóndeme al menos! – ligeramente exasperado se puso frente al pelinegro para ganar el total de su atención o al menos intentarlo.

 

- Esta es tu idea  de “¿divertido?” – al fin se dignó a mirarle.

 

- ¡Si es un parque de diversiones! ¿Que podría ser más divertido que eso?

 

- Tal vez nada para un niño de primaria – le miro de pies a cabeza analizando al rubio y asintiendo ligeramente al aceptar que la actitud que Naruto demostraba siempre había sido infantil y mucho más cuando estaba cerca de Sasuke, antes pensaba que lo hacía para molestar y sacar de quicio a su hermano menor, pero acababa de llegar a la conclusión de que era así la mayor parte de las veces.

 

- Jo… - el rubio bufo molesto desviando la mirada, era cierto, un parque de diversiones no era el sitio ideal para intentar animar a alguien como Itachi, era más para un niño o una cita con una chica, resopló al recordar que los concejos que pidió a sus compañeros en clase solo le dieron ideas para una cita romántica, que de seguro pensaban que sería con cierta pelirosa o una sexy morena de ojos perla. Sacudió la cabeza de un lado a otro, debía centrarse en su objetivo actual – bueno puede que no haya sido buena idea, pero ya que estamos aquí mejor entremos dattebayo.

 

Itachi suspiró algo cansado, aun buscaba la razón real por la que acepto al pedido de la noche anterior, si ni por casualidad Naruto logró atrapar al cuervo, es más este de una buena pinta le metió tremendo picotazo que enfureció tanto a Naruto que prácticamente trepo el árbol en su vano intento por capturarlo.

 

- Si nos quedamos en la entrada pensaran que planeamos algo… - el rubio señalo a los guardias que los observaban con cierto recelo.

 

- Podría haber algo interesante – por fin Itachi empezó a caminar entrando al dichoso parque de diversiones siendo seguido por un feliz Naruto al haberle convencido.

 

Los parques de diversiones podrían ser ferias, porque además de los juegos y la comida se pueden encontrar un sinfín de actividades como tiro al blanco y cosas así. Caminaron hasta quedar frente a la enorme rueda de la fortuna notando la enorme fila de parejas que esperaban su turno para subir.

 

- ¿A qué juego te gustaría subirte dattebayo? – ligeramente nervioso el rubio sonrió

 

No, sería muy extraño que ambos subieran a la rueda de la fortuna ya que la mayoría eran parejas y madres o padres con sus pequeños hijos y en su defecto un grupo de amigas.

 

-¡Mejor tiro al blanco dattebayo! – grito volteando y jalando al mayor de un brazo para encaminarlo hacia los juegos, pero no dio ni dos pasos antes de que el pelinegro se zafara bruscamente, giro algo sorprendido cayendo en cuenta de lo erróneo de su acción – lo… lo siento – se disculpó con una sonrisa boba, no tenía ni la menor idea de cómo hacer sentir mejor a Itachi pero en verdad se estaba esforzando.

 

Itachi ladeo el rostro sujetándose el lugar por el cual Naruto lo tomo, lo admitía se estaba comportando como un niño pero tan solo recordar lo que le paso hace días distorsionaba por completo sus facultades mentales y físicas.

 

- Ita… chi… - Naruto lo llamo con un suave tono de voz – ¡yo no voy a lastimarte dattebayo! – Sonrió sinceramente ganando por completo la atención del mayor con ese gesto, quien le miraba ligeramente atónito – venga ahora vamos a los juegos – prosiguió con su camino.

 

Vulnerable, patético y vulnerable es así como Itachi se sentía, ¿tan pusilánime y miserable se veía? A tal extremo que un chiquillo que muy poco había tratado, se estaba esforzando por animarlo. Con terrible desazón siguió al rubio.

 

- Soy un genio en esto´ttebayo – con la escopeta de juguete Naruto apunto con mucho estilo al blanco en el fondo del stan, Aun con la mirilla desviada y todas las artimañas que utilizaban logro atinarle casi al centro - ¡Bien! – sonrió satisfecho ante su hazaña viendo de reojo al pelinegro que casi no le prestaba atención – es tu turno – le entrego el arma, mejor dicho casi lo obligo a sostenerla.

 

Itachi bufo algo cansado para colocarse en la posición de disparo notando de reojo la ligera mirada preocupada del dueño del juego, temiendo que sus trucos esta vez no le dieran dinero fácil, no es fácil trucar un arma y más si es de juguete. Observo por la mirilla tratando de enfocar su objetivo analizando hacia qué lado podría estar desviada, pero nada más entrecerró los ojos empezó a nublarse su visión mareándolo con rapidez. Cerró los ojos con fuerza para aclarar su vista al abrirlos pero las cosas solo empeoraron todo estaba completamente borroso y sin querer su pulso empezó a temblar.

 

El rubio no lo noto hasta que de repente Itachi dejo caer el arma y se alejó del lugar a toda prisa.

 

- ¡Espera dattebayo! – y sin pensarlo lo siguió dejando al dueño del juego aliviado y satisfecho por haber cobrado antes.

 

Con desesperación entro al lavabo que pese a que estaba atestado de gente le dejo espacio en un lavamanos para mojarse el rostro con el agua, como si esta pudiera llegar a ser medicinal y aliviase su aflicción, repitió la acción varias veces sin que su vista mejorara en lo absoluto, sentía como si su vida estuviera cuesta abajo, al parecer que abusaran de él no era suficiente porque la pendenciera vida parecía haberle cogido gusto a llenarle de problemas.

 

-¿Estas bien?

 

Se sobresaltó un poco al reconocer la voz de Naruto, pero no detuvo sus acciones siguió mojando su rostro con el agua que caía del grifo a raudales.

 

-¿Quieres que te traiga algo? - El tono de voz del rubio no ocultaba su preocupación.

 

Suspiró en silencio cerrando los ojos una vez más, rogando porque al abrirlos todo estuviese bien y por una vez su deseo fue escuchado su desenfocada vista empezó a aclararse poco a poco.

- Estoy bien – respondió irguiéndose con calma buscando en sus bolsillos un pañuelo con el cual secarse pero de inmediato vio el pañuelo de Naruto quien se lo ofrecía sin mirarle.

 

- Esta limpio dattebayo – susurró seguro de que Itachi no lo aceptaría, pero sorprendiéndose al notar como el otro lo tomaba para secarse el rostro.

 

- Aún es temprano – Itachi le devolvió el pañuelo  para encaminarse a la salida del baño – podemos recorrer el lugar – agregó

 

-¡Pero claro que podemos´ttebayo, de seguro que venden ramen en algún lugar de aquí! – sonrió ampliamente pensando por un fugaz instante “quiero ser más fuerte”

 

Pese a que no hallaron ramen para desgracia de Naruto, pudieron comer unas hamburguesas y algodón de azúcar que el rubio insistió en comprar, pero no para comerlo él, sino para tratar de forzar a Itachi a ingerirlo pero eso solo termino en un intento fallido, el pelinegro tenía una mirada demasiado peligrosa.

 

- Mira eso – Naruto señalo la pequeña y abandona capilla que se dibujaba un poco más adelante entre los árboles que rodeaban el parque de diversiones – si es una iglesia dattebayo – se dirigió al lugar.

 

La pequeña iglesia se encontraba completamente vacía y derruida con paredes carcomidas por el tiempo y la humedad, ya sin imágenes ni ídolos de ningún tipo tan solo los vitrales quebrados casi por completo, recorrió el lugar apreciando a la perfección el olor a humedad que impregnaba todo, más adelante en el lugar que debería estar en crucifijo solo había un enorme hueco en la pared por el cual el ocaso hacia magnifico acto de presencia. Pero sin querer piso la cola de un pequeño ratón que se ocultaba entre las bancas gastadas que chilló asustando al rubio que cayo hacia atrás de un sentón.

 

- ¡Que esto está lleno de ratas! – se quejó sentado en el piso, suspirando y maldiciendo su mala suerte, pero al levantar la mirada quedo perplejo al ver a Itachi entrar por el enorme hoyo en la pared, no fue el hecho de que fuese él, fue la perfecta sincronía que los colores amarillos y naranjados del atardecer le regalo cuando Itachi se interpuso entre ellos y el rango de visión de Naruto, el cabello negro y hasta algo cenizo los ojos y los detalles de su rostro sin tener en cuenta las pequeñas heridas que aún quedaban en él, tal vez fue producto de su confundida mente o de lo embriagante de aquella visión que más parecía una perfecta obra de arte tentándolo efectivamente, pero Naruto no pudo evitar susurrar – perfecto… - aquella imagen le había parecido hermosa y perfecta.

 

- Que haces sentado en el piso – y la perfecta visión hablo inundando por un segundo todos sus sentidos, los segundos en los que no se acordó de Sasuke.

 

- Na… nada ¡Nada! – se puso de pie bastante rápido sacudiendo la cabeza de un lado a otro como si quisiera sacar algo de su cabeza.

 

- Ya me voy a casa, te veré después Naruto… - resoplo saliendo de la capilla.

 

- ¡Yo te acompaño, oye vinimos juntos! – fue detrás del pelinegro.

 

Aunque no hablaran de nada en el camino Naruto se sentía ligeramente feliz, estaba seguro de que la salida no había sido tan mala para ninguno de los dos, juntos llegaron a la residencia Uchiha.

 

A Itachi no le importó que Naruto entrara con él pensaba que de seguro quería ver a su hermano menor. Pero antes de que pudiera abrir la boca para decir el clásico “he vuelto”, quedo paralizado a unos pasos del recibidor, todo su cuerpo empezó a temblar de forma hasta peligrosa, las gotas de sudor aparecieron el su rostro lleno de pánico, como si estuviese viendo a su peor pesadilla… y eso era justamente.

 

- Itachi que bueno que llegaste – Mikoto sonrió al ver a su hijo mayor – Jiraya-sama nos ha venido a visitar dice que hablo con tu padre y accedió a darnos el préstamo para no perder la casa.

 

- Cuanto tiempo sin vernos Itachi – el hombre mayor de largo cabello plateado casi blanco sonrió despreocupado al ver a Itachi casi estático viéndolo con pavor.

 

- ¡Ero-senin! – Naruto sonrió feliz al ver al hombre a quien consideraba su abuelo que más seria su padrino – pero que haces aquí.

 

- Oh Naruto que bueno verte, solo venía a hacer una visita.

 

- ¿Itachi no vas a saludar? – la madre del pelinegro le miro algo extrañada – Jiraya-sama nos está ayudando mucho al menos podrías hacer una reverencia.

 

Respirar se le estaba complicando mucho, deseaba moverse pero sus músculos no respondían.

 

- No te preocupes Mikoto, si todos conocemos a Itachi – intervino el mayor de todos sin un ápice de malicia en su rostro.

 

-¡Itachi! – la mujer hablo más fuerte haciendo reaccionar a su hijo quien abrió los ojos algo más asimilando la situación y sin desearlo se dejó caer de rodillas viendo al piso.

 

La escena descoloco por completo a Naruto y más cuando Itachi apenas murmuró un “me retiro” para salir de la casa de nuevo.

 

- Perdón Jiraya-sama, estos días Itachi no se ha sentido bien.

 

- No, no hay problemas si él siempre ha tenido esa actitud – con aire opulento carcajeó.

 

Pero eso no estaba bien, Naruto no dudo en salir de nuevo detrás de Itachi pasando de largo a Sasuke con quien se topó en la puerta de entrada.

 

- Naru… to – el Uchiha menor apenas si se hizo a un lado cuando el rubio paso a su lado sin detenerse a voltear si quiera – ese usuratonkachi – masculló molesto, bien sabía que la única razón de Naruto para ir a su casa era solo para pedirle ayuda con la tarea o prestada alguna cosa… excusas baratas… pero ahora ni siquiera se detuvo a saludarlo.

 

Ya afuera busco de un lado a otro, maldijo cuando la lluvia empezó a caer, si hace nada había mucho sol ¿Cómo es que se había nublado tan repentinamente?, busco por los alrededores de la casa viendo a Itachi parado en frente de un pequeño jardín dejando que la lluvia lo empapase por completo, con la mirada elevada al cielo sin percatarse de su presencia. Con cuidado se acercó un poco delatándose a lo que el pelinegro volteo a verlo con el agua de lluvia resbalando por su rostro dándole la impresión de que estuviese llorando, que aunque fuese cierto la lluvia no le dejaría aclarar esa duda. Sintió un escalofrió recorrer todo su cuerpo en ese instante, “quiero ser más fuerte” “quiero… protegerlo” y sin razón aparente su cerebro formulo esos pensamientos, quedaron allí ambos bajo la lluvia sin que el frio pareciera incomodarlos, tan solo observándose el uno al otro, de deseos completamente diferentes, por primera vez en su vida sintió la urgencia de querer abrazarlo, a aquel que estaba frente a sus ojos, a aquel que ese día sintió por un momento especial, a aquel que tal vez tan solo tal vez parecía necesitarlo y arriesgándose a ser rechazado así lo hizo.

 

 

 

2.- Naruto

 

Notas finales:

Lo de Jiraiya fue algo que quise poner para hacer las cosas algo diferentes, mil disculpas si a alguien no le agrada, gracias por leer pondre la continuación a mas tardar en tres dias.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).