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¿Quién dijo que Jötunheim era hostil? por mitsui-chan

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Notas del capitulo:

Al parecer me ha dado fuerte, pero si de repente paro, por favor, no me lincheis, ¿sí?

Todos los gigantes se sentaron a la mesa antes que el resto por varias razones: la primera era que con su gran altura podían esclafar a uno de los enanos sin darse cuenta, la segunda era que no tenían muy buena relación con los otros pueblos aparte de los elfos. Sobretodo con los oscuros. La tercera era más simple, aunque a Loki le gustaba andar en su forma asgardiana, no todos los gigantes con el poder de cambiar de apariencia les gustaba tener un cuerpo mucho más pequeño al que estaban acostumbrados.

-¿Helb?- dijo Loki viendo como su hermano empezaba a transformarse. Algo que, de hecho, no le había visto hacer desde que le conocía.

-Tengo algo que hacer.- dijo sonriendo.- Sinceramente, sino fuera por él, ni me hubiera molestado en cambiar mi forma.- dijo encogiéndose de hombros y empezó a andar hacia donde Eoduun se encontraba.

Y los cuchicheos volvieron a reinar al verle: tenía el pelo largo y negro, tirando a azulado, el ojo derecho dorado y el izquierdo azul, no muy alto pero tampoco muy bajo, de piel clara como Loki. Se veía que no estaba tan fuerte como su hermano menor, ya que la altura, el peso y los músculos de un cuerpo no se reflejaban en el otro. Las ropas estaban en hechas con diferentes tonalidades de azul: unas mallas azul muy oscuro, una armadura de color plateado-azulado y una capa azul cian. Muy vistoso.

-Master Eoduun.- dijo inclinándose levemente ante el hermoso elfo, quien no respondía como Príncipe, ya que la sociedad élfica no tenía reyes, como tal, ellos tenían a la familia de Maestros, quienes llevaban el gobierno de su mundo y que podían cambiar de ser la familia Maestra a ser la Segunda familia.

Para que una familia pudiera ser la familia Maestra tenía que derrotar a toda la familia en un combate.

-Príncipe Laufeyson.- su reverencia fue más profunda, tal y como las normas de la alta sociedad lo mandaban.- ¿Cómo ha estado?

-Muy bien, gracias. ¿Cómo ha estado usted?- contestó.

-Igualmente bien.- le respondió.- Me gustaría presentarle a mi familia.- dijo señalando.- Mi padre el Master Chuwi, mi madre Master Yuèqiú y mi hermana menor la Master Yè.

-Príncipe.- dijeron los tres elfos, inclinándose.- Es un placer conocerle, nuestro hijo no ha dejado de hablar de usted desde que se conocieron.- dijo Yuèqiú.

Mientras tanto, Býleistr hablaba animadamente con Nun, quien de repente, se levantó y se le quedó mirando.

-¿Ocurre algo?- dijo el hermano mayor.

-Transfórmate.- dijo con aquella voz delicada pero dura.- Quiero ver como es tu cuerpo asgardiano.- le dijo.

Con un pequeño resoplido, se empezó a transformar, revelando un cuerpo tan trabajado como el de Thor, un pelo de color cenizas y con unos ojos plateados, fríos como el hielo del mundo del que provenían ambos, la piel clara también, como su hermanos menores. Sus ropajes de color blanco y rojos y la armadura de color plateado opaco.

-¿Contenta?- le dijo sonriéndole.

-Ya lo creo.- le dijo antes de colgarse a su brazo.- Ahora vamos a con tu hermano. Quiero ver quien es el hombre que le ha robado al corazón al playboy de la familia.

En la mesa ya solo quedaban Loki y Angrboda, que miraba todo el sitio con los ojos bien abiertos.

-Ve a dar una vuelta.- le dijo seriamente.

-Si Majestad.- dijo antes de transformarse también, revelando un cuerpo voluminoso, alto y con las curvas necesarias, ni difíciles de ver ni demasiado exageradas, el pelo largo, negro y ondulado le llegaba hasta las caderas, y unos ojos rosados le daban un toque exótico pero peligroso. La blanca tez brillaba de un modo peculiar, tintineante. Ella llevaba un vestido hecho de ropa negra, muy pegado a su cuerpo, con un vestido de encaje blanco de la misma largada, vestido tradicional en su pueblo natal, y del cual caía una ropa algo gruesa de color rosa subido por la parte de tras, como una capa. Llevaba un hermoso collar que azul que representaba una gota de agua.

Segundos después, casi todos los hombres no casados o prometidos estaban alrededor de ella, a lo que Loki se levantó, mirando a todos de forma severa, causando que solo uno se quedara de pie, mirándole directamente a los ojos a lo que este asintió y se volvió a sentarse; no porque la gigante no fuera su esposa no significaba que dejara a cualquiera ir con ella.

Se sentó otra vez, mirando el techo del palacio, todo era igual a lo que el recordaba. Todo, a excepción de Thor, claro.

-Así que tu eres el famoso Loki.- una voz a su izquierda le hizo girar la cabeza y mirar hacia abajo, donde un hombre moreno y con barbilla le miraba. Desde su elevado punto de vista, el humano no parecía ser muy alto, más parecía una figurita, pero dedujo que no sería mucho más alto que él en su forma asgardiana, de ojos marrones y piel un poco más oscura que la propia, iba vestido enteramente de negro: pantalones, camisa, americana y zapatos. Y en su pecho brillaba una luz.

-Loki si soy. Famoso no lo sé.- contestó.- ¿Y tú eres…?- dijo mirándole seriamente.

-Anthony Edward Stark. Llámame Tony.- se presentó.- Oye, ¿podrías volverte pequeño otra vez? Es que me va a dar tortícolis.- dijo sonriendo.

Aquel hombre le gustaba al Jotun.

Lentamente, se transformó, quedando a la misma altura que Tony.

-¿De que me conoces?- le preguntó, cruzándose de brazos.

-Thor siempre hablaba de ti.- le contestó.- Ven, me gustaría presentarte a mis amigos y a mi novio.- dijo señalando a un grupo de midgardianos que se encontraban al otro lado del enorme salón.

-¿Cómo conocisteis a Thor?- curioseó.

-Un loco de no sé que mundo quiso destruir la Tierra y colonizarlos, así que él vino a ayudarnos.- le contó.- Hará cerca de un año de eso.

-Ya veo... ¿Tú no sabrás quien es Jane Foster, verdad?- le preguntó.

-¿Jane? No la conozco personalmente, pero la he investigado: es una científica de cuarta, cuidó a Thor cuando este vino a la Tierra por primera vez. A mí parecer solo usa a Thor porque sabe que él es un Dios. O más bien usaba, porque aunque nos costó, conseguimos que la dejara cuando vio que esta le engañaba con otro.- le contó.- ¡Hey chicos! ¡Adivinad a quien he traído!- Tony se abrazó a un hombre rubio que le correspondió el abrazo.

Loki observó el grupo con curiosidad: el hombre rubio que abrazaba a Tony era alto, fuerte, de ojos azules y rubio, con el pelo corto. Iba vestido de color negro y llevaba una camisa de color azul cian. De hecho, todos los hombres iban vestidos iguales solo que el color de la camisa variaba. El otro hombre rubio y de ojos oscuros, atlético, pero no muy alto, llevaba la camisa de color violeta oscuro, mientras que el hombre moreno y de pelo casi rizado que le cogía la mano al segundo rubio la llevaba de color crema. La mujer, alta, estilizada y peli-roja, llevaba un vestido negro, largo y elegante, en palabra de honor y lucía un colgante de plata y diamantes.

-Así que tú eres el gran Loki.- dijo la mujer, sonriendo.- Humm… Lucías más imponente siendo un gigante de color azul.- dijo sonriendo.- Y en vista de que Stark no va a presentarte a nadie, lo haré yo. Él es Steve Grant Rogers, el Capitán América,- señaló al rubio que abrazaba al moreno.- Ellos son Robert Bruce Banner, también conocido como Hulk.- su dedo apuntó hacia el moreno.- Él es Clinton Francis Barton, Hawkeye.- señaló al último hombre.- Yo soy Natasha Romanoff, la Vidua Negra.

-Loki Laufeyson, rey de Jötunheim, padre de Hela, Jörmundgander y Fenrir.- dijo dándoles la mano a cada uno y besándosela a la chica, que sonrió encantada ante aquel gesto.- Hijo adoptivo de Odín Borson, de Frigga y hermano de Thor. O al menos, lo fui.

-Wow. A eso le llamo yo una presentación como dios manda.- dijo Steve.- Nat, ¿a dónde vas?

-A ligarme a ese elfo de ojos verdes.- dijo señalando a un elfo un poco alejados de él que miraba a la peli-roja con curiosidad.- ¿Le conoces?

-Yo no, mi hijo lo hace. ¡Fenrir!- le llamó y segundos después el chico de ojos violetas se encontraba a su lado.

-¿Sí padre?- dijo el chico.

-Preséntale a la señorita Romanoff el hermano de Yún, por favor.- le medio ordenó a su vástago.

-Como ordenes padre. Si me hace el favor de seguirme.- musitó mirando a la mujer con una suave sonrisa.

En esas, Thor se acercó a ellos y le cogió a Loki por el brazo.

-¿Thor? ¿Qué ocurre?- dijo al ver que lo apartaba del resto de la gente.

-Qui-qui-quiero…- sus mejillas se sonrojaron con fuerza.- Sé que nos acabamos de ver después de mucho tiempo, y sé que tendrías tus razones por irte como lo hiciste. A recompensa por eso, aparte de las respuestas que me vas a tener dar, es que me des un baile.

-Un baile. ¿Estás de coña?- dijo levantando ambas cejas.

-No. De pequeños solíamos bailar los dos.- recordó cogiéndole la cara entre sus grandes manos.- ¿Por lo viejos tiempos?

-Está bien fortachón, por los viejos tiempos.- dijo sonriendo suavemente.- Ven, quiero presentarte a algunas personas de forma oficial.- la mirada del rubio se dirigió donde sus amigos estaban, pero se encontró con la sorpresa de que estaban hablando muy animadamente con los elfos.- Al parecer tus amigos saben hacer amistades muy rápido.

-Sobretodo Tony.- le contestó.

Se dirigieron donde sus hermanos se encontraban.

-Master Chuwi, Master Yù, Master Yè.- dijeron a la vez ambos recién llegados al grupo.

-Rey Loki, Príncipe Thor.- correspondieron haciendo una reverencia a ambos, siendo la Loki más profunda ya que ocupaba un cargo más elevado que Thor.

-Si me disculpan, les robaré a mis hermanos un momento.- se excusó el peli-negro.- Hel, Jörmundgander, Fenrir.

Se alejaron un poco del grupo y Loki empezó a hablar.

-Thor, te presento a mis hermanos: Helblindi, el hermano mediano, uno de los mejores guerreros del mundo, con una puntería infalible y con un conocimiento de la geografía de cada país envidiable. Él es Býleistr, el hermano mayor, el mejor guerrero cuerpo a cuerpo de todo Jötunheim, un digno rival para ti. Y posiblemente te ganaría.- el nombrado le miró sonriendo de forma engreída.- Ella es Nun, hada de hielo y señora del tercer cuadrante Este de Jötunheim.- señaló a la hermosa hada.- Esa mujer que está ahí hablando con el hermano de Níðhöggr es Angrboda, la madre de mis hijos. Y ellos son mis hijos: Hela, Diosa del Inframundo, aunque creo que ya os conocíais. Fenrir, el lobo y Jörmundgander, la serpiente.

Uno por uno, fuero inclinándose delante del príncipe heredero de Asgard ofreciéndole la mano.

-No dijiste que fuera tan guapo, hermano.- le dijo el de ojos bicolor a su hermano menor en Jötmundiano.- no recibió ninguna respuesta por parte de Loki. O al menos no verbal, porque la mirada que le lanzó fue tan gélida que hubiese asustado a cualquiera que no fuera de su familia.- Vaya… ¿estás celoso?

-Hel, cállate si quieres volver a ver a tu elfito.- amenazó acercándose peligrosamente a él, haciendo que el otro entrecerrara los ojos.

-Tócale y…

-¿Y qué Hel?- se levantó.- No puedes hacerme nada.- le recordó, empezando a cmabiar su color de piel.

Todos los presentes se habían girado a verles, escuchando la oscura lengua con la que se hablaban, esa que nadie a parte de los habitantes del mundo helado podían entender, viendo como ambos hermanos empezaban a cambiar de aspecto.

-Basta ya.- una voz se dejó oír desde la entrada.- Calmaos los dos inmediatamente.- Y lentamente, la piel de ambos dejó de ser azul.- Vuestro padre está por llegar y no quiero que vea escenas de este tipo, ¿he sido lo suficientemente clara? Parecéis chiquillos.

-Cristal, madre.- dijo Loki.

-Me disculpo por su comportamiento, Príncipe Thor.- dijo inclinándose.

-¿Con quien tengo el placer de hablar?- dijo admirando a la mujer: morena, de ojos verdes, iguales a los de Loki, la piel blanca, la dentadura perfecta. Iba vestida exactamente vestida como Angrboda, con la diferencia de que la capa era de color verde.

-Thor, te presento a mi madre Farbauti.- dijo el rey.

-Un placer conocerla. Puedo ver de quien ha herdado la belleza Loki.- aduló a la mujer y a su hermano, el cual solo rodó los ojos de forma exagerada.

Loki estaba feliz de ver que el trato de su hermano hacia él no había cambiado. Como si él nunca se hubiese ido, como si esos diez años de Jötunheim, que eran no más de tres en Midgard pero que eran casi cien en Asgard, no hubiese pasado.

Y en esas, las puertas se abrieron otra vez, dejando entrar a un hombre alto, de pelo corto y tan negro como la noche, de un color azulado, como el de Helblindi, de ojos plateados como los de Býleistr. De piel algo más oscura que el resto tenía un porte elegante, claramente heredado por los tres hermanos. Iba vestido completamente de color negro, con la capa ondeante detrás de él.

-¡Padre!- los tres se voltearon a ver a su progenitor, que pasó por delante de Odín sin siquiera mirarle.

-¿No te vas a inclinar ante tu anfitrión?- la voz de Odín resonó por todo el salón, a lo que casi todos los presentes se giraron hacia él.

Mas no a la persona a quien iba dirigida dicha pregunta.

-Sí. Lo voy a hacer.- se paró delante de Thor y se inclinó.- Príncipe Thor, es un honor poder conocerle sin guerras de entremedio. Espero que mis hijos se hayan comportado como es debido en mi ausencia.- miró de reojo a sus dos hijos menores.- Confío en que va a ser un gran rey.

-¡Él no es el anfitrión de este palacio aun! ¡Tendrías que arrodillarte ante mí, no ante él!- la voz del Padre de todos iba aumentando de volumen a cada palabra que decía.

-¡No pienso arrodillarme ante el hombre que me quitó el hijo para así poder tenernos controlados!- gritó, cambiando su cuerpo al de gigante.- Yo, solo me arrodillo a aquellos que le cuidaron y, por cierto, eso os incluye a vos, Madre de Todo.- dicho esto la revarenció, todo lo que pudo con su gran cuerpo.- Pero eso no te incluye a ti, Odín hijo de Bor. Proclamaste por los nueve reinos que amarías a aquel pequeño que rescataste del hielo donde su despiadado padre le había arrojado por ser demasiado pequeño, pero nunca lo hiciste. Loki siempre fue una arma pasiva, sabías que no haríamos nada mientras Loki creyese que nosotros éramos unos monstruos, que él era un monstruo.

Los murmullos empezaron a dejarse oír en todos los lados del elegante salón, claramente sorprendidos ante aquellas declaraciones.

-¡Guarda silencio!- aquella palabras retumbaron por todo el castillo.

-Pero de algún modo, Loki lo descubrió por su cuenta, ¿cuándo fue? ¿Cuándo le dejabas a fuera por la noche cuando había hecho algo y no sentía el frío? ¿Cuándo lo mandaste a luchas contra nosotros y se dio cuenta de que podía dominar el hielo sin hacer uso de su propia magia?- respiró profundamente y volvió a transformarse.- No Odín, no voy a arrodillarme ante ti. Ni ahora ni nunca.

Y un silencio pesado, incómodo, se instaló en la estancia.

-Bueno, señores y señoras, si les parece bien, pasaremos al siguiente salón, donde se llevará a cabo la coronación de mi hijo Thor. Y Loki, querido, me gustaría que estuvieras a su lado. Ya sabes como es tu hermano cuando se exalta, eres el único en poder controlarle.- y con aquellas palabras de Frigga, grandes carcajadas estallaron en aquella antesala. Incluso Laufey reía con ganas, mientras que Thor no sabía si reír o ir con su madre y quejarse con ella.

Lentamente, todos avanzaron hacia otra sala: mucho más amplia y los invitados se fueron alineando a lo largo del pasillo.

Detrás de la puerta, Thor respiraba profundamente, mirando a los ojos a su hermano que le sonreía burlón.

-Tranquilo Thor, no tienes porque preocuparte.- le dijo.- Solo tienes que responder y ya está. Al menos tú no tienes que ir desnudo.- le dijo sonriéndole.

Y ante aquella frase, Thor soltó una fuerte risotada.

-Me alegro de que estés a casa otra vez. Ahora que voy a ser rey y que sé donde encontrarte, podré venir a verte muchas más veces y viceversa.- le dijo abrazándole con fuerza.

-Bá-jam-e zopenco-o.- se revolvió entre los brazos de su hermanastro con fuerza.- Me estoy poniendo azul y no porque me este volviendo Jötun, Thor.- fue entonces cuando le dejó ir.- Realmente no has cambiado nada.

-Sí he cambiado. He madurado. Tenía que hacer tu trabajo y el mío a la vez.- le acarició una mejilla, sonriendo con nostalgia.

-Pero he vuelto, así que por un día, puedes volver a ser el Thor que yo recordaba. Yo me quedo con la seriedad y las bromas esta noche.

Y las puertas se abrieron, cegándoles por un momento.

Notas finales:

Chuwi: Lo siento, no recuerdo el significado. Pero es coreano.
Yù: Jade en chino
Yè: 
Noche en chino
Yún: Nube en chino

Espero que aun se entienda!

Y tengo una pequeña duda, a ver si alguien me puede ayudar a resolverla: Según Marvel, Laufey es hombre y Farbauty mujer. Según Wikipedia al revés. ¿Cuál es de verdad?

Gracias por los reviews!!

PD: Se aceptan recomendaciones para mejorar :)


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