Capítulo 2: ¿Un nuevo enemigo?
La luz me molestaba, me sentía calentito y cómodo, ¡la combinación perfecta para dormir una siesta!, pero esa molesta luz no me dejaba en paz así que me di media vuelta aun con los ojos cerrados y me acurruque, ahí había algo…se sentía bien, era blandito y cómodo, como las almohadas, ¿Qué era…?
- Mmmm – ronronee acurrucándome más, eso estaba realmente cómodo…
- ¿Quieres soltarme? – ¿eh…? ¿soltarlo…? ¡¡¿Soltarlo?!!
- Ahhhhh – grite a todo pulmón, caí de bruces al suelo y mire aterrado a mi “agresor”, era aquel chico ¡¿Qué hacia aquel chico en mi cómoda camita?! ¡¡¿Y como podía ser tan cómodo?!! – ¡¿Qué haces aquí?!
- Es mi casa…
- ¡¿Tú casa?! – en efecto, no conocía ese lugar, debía estar en lo cierto – ¡¿Qué hago en TÚ casa?!
- ¿Esperabas un hotel de lujo o qué?
- ¡No! ¡Es que… tú… bueno… yo…Angeal! ¿eh? ¡si! ¡Angeal! ¡¿Dónde está?!
- ¿Me ves cara de adivino? – ese chico era irritante…
- ¿Quién diablos eres y como termine en tú casa? Sabelotodo. – dije con molestia contenida.
- Vaya que carácter, ¿no eres mañanero, cierto? – lo vi como el mismísimo diablo, él decidió dejarme quieto antes de que me lanzase encima suyo – bueno genio, ayer cuando te caíste de la manera más estúpida y graciosa del planeta, me burle mucho pero no podía dejarte ahí tirado así que te traje a mi casa – debió adivinar mis pensamientos porque continuo – Angeal debe estar por algún bar con Genesis – de nuevo, adivino mis pensamientos, bueno, eso o mi cara de confusión total con un deje de estupidez en ella – Si, los conozco, Angeal le pareció un poco cruel dejarte ahí solo sabiendo que no verías la cuerda, conoce cuan estúpido puedes llegar a ser…así que me pidió el favor de que te ayudara sin que te dieras cuenta, claro, no pensó que igual te pasarías de bruto pero como sea…te traje a mi casa, por cierto, soy Cloud. – quería matarlo… ¿Quién diablos se creía?
- ¡No soy estúpido!
- ¿Ah no? ¿En serio crees eso? ¿en serio…? Ok “genio”, tú ganas, eres el rey de la inteligencia, el papa de los helados, el más pro de los pro, el mayor genio de la humanidad ¿feliz?
- …
- Bien, debo irme. – primero me insultaba y ahora se iba…maldito…
- ¿A dónde crees que vas? – dije con molestia.
- A trabajar, ¿Por qué su majestad no está de acuerdo con ello?
- ¡¿Quién te crees?! – ya para entonces estaba gritando.
- Uff – suspiro – mira, tengo cosas que hacer, tú podrás estar libre siempre pero yo no, el único lugar tranquilo que tengo es este apartamento que rente para poder descansar y ni eso puedo, ya que claro, tú estás aquí. – iba a reclamar pero me callo el sonido de su voz – Recuerda que por más que sea no te deje ahí tirado porque pude hacerlo, si me disculpas debo irme – y así se fue…
De esa manera conocí a Cloud, cuando me ayudo con la cuerda, no fue la mejor presentación…pero fue algo, yo estaba molesto, muy molesto, así que ese día me fui a mi casa sin más y espere hasta que al día siguiente Angeal me contactara, pero eso no pasó, recordé que era navidad así que tal vez él quisiera darme los días libres, aun así era extraño, él siempre pasaba tiempo conmigo en navidad aunque fuese poco…inquirí que era por Genesis, su mayor adoración últimamente, eso y que tal vez Sephirot regresara a la ciudad de uno de sus viajes de trabajo y quisieran pasar tiempo con él, ¡que injusticia!, yo también quería pasar tiempo con Sephi…
Luego de eso no vi a Cloud por tiempo, creí que se había ido de mi vida para siempre pero no pude estar más equivocado…entonces no pensaba que él se volvería alguien tan importante en mi vida, entonces pensaba que seria mejor no volver a verlo, primero porque no le di las gracias y segundo porque no quería hacerlo, el tipo era insoportable… Luego de una semana más o menos me lo encontré, aun era víspera de navidad, se acercaba año nuevo y el día de los reyes magos y yo al haber encontrado a Angeal pensé que seria bueno darle algún regalo, allí me lo encontré, en la tienda de ropa, supuse que también buscaba regalos porque compro una chaqueta muy grande para él y una falda…yo me puse a elegir ropa para Angeal, debía ser cuidadoso si no quería que me restregara mis malos gustos por el resto de mi vida, también aproveche de comprar algo para Genesis y algo para Sephirot, Angeal me dijo que en efecto él había llegado de su viaje de trabajo y también me invito a su casa a pasar el rato con ellos tres. El punto es que una vez escogí vi que él seguía en la caja registradora, la cola ya no era tan larga, quedaban pocas personas pero para cuando él llegó estaba inmensa, me forme en la cola y espere, en todo momento intentando ignorarlo sin que funcionase mucho ya que cada cierto tiempo volteaba a verlo “disimuladamente”, no se si noto que lo miraba de reojo, no era tan obvio… ¿o si?, luego de un rato pagó, pidió unas bolsas de regalo y se fue, después de toco a mi que hice lo mismo.
Cuando salí de ahí él estaba afuera, enfrente de la tienda cruzado de brazos, apenas notó mi presencia abrió los ojos y me miro fijamente, yo como acto reflejo fruncí el seño, el resoplo como respuesta y me dijo:
- Relájate – no entendía a que venia eso, hace no mucho me trataba como escoria ¿y ahora esto? – No vengo a insultarte ni nada por el estilo, ¿te llamas Zack verdad?
- Si… - en mi tono de voz se notaba la desconfianza, a ese chico había que tenerle cuidado.
- Bueno Zack como dije soy Cloud, un gusto – lo vi expectante esperando que me aclarase a que venia todo este teatrito – veo que no eres una persona fácil… – ¡ey! ¡¡Eso debía decirlo yo!! – como dije no vine a insultarte, puedes bajar la guardia – su tono era burlón, yo me avergoncé un poco por lo que me relaje – bien, ya nos entendemos, veras Zack el día que te trate como “basura”, si puede llamarse así, es porque estaba de malas. – ah, así que la había pagado conmigo… sin embargo eso me olía mal y no eran los baños podridos de al lado, bueno, sí, pero no me refería a eso, ¡se podía leer la palabra “sospechoso” por todas partes!
- ¿Y porque te molestas en explicarme razones? – << “cautela, Zack, cautela, recuerda quien está enfrente tuyo” >> pensaba mirándolo fijamente.
- Porque no te odio, aunque tú a mi si…eso y porque veo que no tienes mucho sentido del humor y no te agrada mi “humor negro”
- “¿Humor negro?”
- Ya sabes, el humor con el que te metes con los demás – yo ni sabia que eso existía – ¿no sabes? Sarcasmo, albur, bulling, insultos… vaya, pareciera que vives debajo de una cueva, ¡ey! ¡no te ofendas! Wow, no puedo ni hablar tranquilo sin que quieras matarme…
- Lo siento…es que no estoy acostumbrado al “humor negro”
- Entiendo. – el silencio se torno incomodo y me decidí a romperlo.
- Podemos hablar un rato ¿no? – me vio interrogante, supongo que es porque no he colaborado en todo el rato, ¡no me culpen! Cúlpenlo a él…o bueno, no, ¡pero tampoco a mí! – mmm ¿no quieres? – la repuesta era obvia, claro, porque use mi arma secreta ¡mis ojos de cachorrito! Mientras pongo una sonrisa inocente, ladeo mi cara y junto mis manos enfrente de mi cara, ni Angeal puede con mi arma secreta, ¿si se los cuento sigue siendo secreta? Mmmm en cualquier caso no me delaten ¿si? (Cloud: lo “delatan” y los mato ¬¬ nadie se mete con mi Zack u.u zack: ¿me dejas continuar porfa? :$ Cloud: claro… *¬* *babeando*)
- Si, claro. – dijo algo anonado por la situación – no hay ningún problema, es que todo el rato parecía que querías ahogarme en un rio o algo así…
- He tenido mejores días
- Seguro, ¿Qué tal si vamos al parque?
- Bien
Él y yo nos pusimos a hablar de cualquier cosa que se nos ocurriese, me sorprendió lo inteligente que es, más saber que aspira ser científico, pero no era lo único sino que antes era parte del equipo de lucha en la preparatoria, él era una caja de sorpresas, decida una cosa que me sorprendía y luego otra que no encajaba y me dejaba más descolocado aun, yo también le conté un par de cosas… no mucho, quería seguir escuchando de él, nos hicimos buenos amigos, era como si pudiésemos contarnos cualquier cosa, luego de un rato aun seguíamos conversando…
- ¿Sabes? Tú acento no suena como los de por aquí…
- Eso es porque no soy de por aquí, soy de Gongaga – le comenté.
- ¿Gongaga? Jajajajjaja
- ¡Ey! ¿Qué tiene de malo Gongaga?
- Nada, nada, ¿Y que haces aquí en Banora?
- Podría preguntarte lo mismo, tú acento tampoco es muy parecido que digamos…
- Bueno, eso es porque soy de Nibelheim.
- ¿Nibelheim? Jajajjaja
- ¡Ey! Nibelheim no es muy distinto a Gongaga…
- Bueno, es que donde están los negocios de Midgar es igual a…
- Nada más que ver – dicen al mismo tiempo – jajajajjajaja – comenzando a reír.
- ¿Sabes? Eres agradable pero…te me haces conocido – demasiado, era como si ya lo hubiese visto antes, creo que recordaría haber visto a alguien tan peculiar como Cloud, aun así debía preguntar…
- ¿A si?
- Si… ¿no nos hemos visto antes?
- Mmm de hecho si…una vez…
- ¡¿A si?! – impresionado – ¿Cuándo fue eso?
- Pues…el día que Angeal te llevo a la iglesia…
- Mmm – con gesto pensativo, no lo recordaba, hacia memoria y nada… - ¿seguro?
- Sabia que no te acordarías a menos que te lo dijera
- Pero si ya me lo dijiste y no lo recuerdo…
- No me refiero a que nos vimos allí, sino a lo que paso
- ¿Lo que paso? – confundido.
- Si…
Narrado por Cloud:
Ese día me dirigía a la iglesia, mi primo, Squall, me pidió que fuese allí para acompañarlo mientras se confesaba con mí tío…el padre…
Mi familia siempre fue religiosa, Squall es como yo, ateo, pero lo obligan a confesarse y parecer católico para no manchar el nombre de la familia. Los únicos que me agradan en la familia son él y mi prima, así que accedí a la petición. A mi tío no le hiso gracia alguna verme allí, nunca me he llevado con él por obvias razones y mi tía es igual, la situación nunca fue buena pues vivo con ellos…Squall le pasa lo mismo y al ser con el único con quien me llevo, a excepción de mi prima, hizo que no pudiera negarme a una petición así.
El único en la familia que no se confiesa y muestra abiertamente lo que es, soy yo, eso no le agrada a mis tíos y Squall paga por ello al ser el mayor de todos e hijo ilegitimo de ellos…eso también hace que me ablande un poco…Su situación nunca fue fácil al ser desconocido por su padre e incluso en un principio negado por su madre, se lo difícil que fue al estar allí presente para ver lo ocurrido, y al fin y al cabo con quien mejor me llevo es él, me es muy fácil identificarme con él…
El caso es lo que ocurrió allí, la capilla del padre donde se confiesan las personas está cerrada, es una habitación pequeña y aparte, dentro de la misma iglesia pero por completo cerrada, así que si estás adentro confesándote junto al padre no puedes ver lo que ocurre afuera y en la iglesia en si. Ese día cuando Squall le toco confesarse yo me quede solo, sentado en los banquillos sin prestar atención a nada en particular, perdido en mis pensamientos y ajeno a todo lo exterior, varios me miraban con odio contenido pero no les prestaba atención…hasta que ocurrió eso…
- ¡Hey tú! ¿Eres ateo no? ¡¿Qué haces aquí, blasfemia?!
- …
- ¡¿Y bien?!
- Puedo estar donde me de la gana
- ¡¿Cómo dices?! ¡¡Largo, escoria!!
- No, espero a mi primo y no me iré sin él.
- ¡¿A si?! ¡¡Vamos a ver si dices eso después de que te enseñe modales!! – lanzó su puño apuntando en medio del rostro, lo esquivo y le doy en la boca del estomago, sacándole el aire
- ¿No ibas a enseñarme modales? – con burla.
- Maldito… - rechinando los dientes, en eso las demás personas de la iglesia se levantan, algunos toman objetos y se acercan a atacarme, eran demasiados, se abalanzaron sobre mí, pude defenderme un rato pero comenzaba a cansarme…ahí es cuando tú apareciste, justo cuando no pude más y ellos comenzaron a darme de lleno con incontables objetos, Angeal y tú los pararon, poco después mi primo salió de la capilla, fue corriendo hacia mí preguntando que ocurrió, yo no dije nada solo te miraba, a ti que fuiste quien los detuvo, Angeal hablo con el padre mientras mi primo me llevaba lejos, no llegamos a hablar pero supongo que no había nada que decir, allí note que Squall tenia una marca de mano en la cara, ese malnacido que se hacía llamar su padre lo había vuelto a hacer, no me quede callado y bueno, ese día Squall y yo nos alquilamos un apartamento por un tiempo, ese que viste esa vez…no aguantábamos todo el teatro así que decidimos mudarnos, ahora pagamos renta entre los dos…y puede que tal vez mi prima venga a vivir aquí algún día, claro, si ella lo desea, después de todo mis tíos solo dañan a Squall a ella nunca le hacen nada, al menos tenemos el consuelo de que ella estará bien… Ese fue el día que me salvaste el pellejo, te debía una así que no dude en ayudarte cuando Angeal me lo pidió, es por eso que me conociste, en cualquier caso, cúlpate a ti mismo.
- Je, no hay nadie a quien culpar, me alegro de conocerte
- Concuerdo contigo por primera vez, ¿será el fin del mundo?
- Ja ja ja, muy gracioso Cloud (sarcasmo ¬¬)
- ¡Zack! ¿Dónde te habías metido? ¿Acaso se te olvido tú entrenamiento? – él llego apresurado y agitado, jadeando por el maratón que corrió.
- Angeal, claro que no… ¿Qué haremos está vez? – pregunte intrigado.
- Te lo diré en el camino, hola Cloud. – Cloud inclino un poco la cabeza como respuesta.
- Eso me recuerda ¿de donde se conocen? – yo seguía haciendo preguntas pero nadie tenia la intención de respondérmelas.
- Ahora no Zack, debemos irnos.
- Pero…
- Nada, adiós Cloud.
- Adiós. – contestó.
- ¡Eh! ¡pero…!
- Vamos, apúrate – dijo Angeal mientras me jalaba.
- Ok… - resignado.
Yo pensaba que él era un chico curioso, inteligente e intrigante, me agrado bastante lo cual era irónico después de lo mal que nos llevamos al principio, con el tiempo nos hacíamos más unidos, conocí a su primo, Squall, un tipo muy agradable la verdad. Esos días estuve con Angeal entrenando. Fue muy divertido el año nuevo puesto que lo pasé con Sephirot, Genesis y Angeal, y aun más el día de los reyes magos porque no solo estaban ellos sino que también estaba Cloud, incluso intercambiamos regalos (o él lo hizo -.-) y pude hablar tranquilamente con todos ¡incluso con Sephirot!, Cloud también lo hizo, nunca pregunte de donde se conocen pero mi maestro y sus dos amigos conocen muy bien a Cloud, algo muy agradable fue conocer en el día de los reyes magos a la prima de Cloud, Aerit, ¿saben? Ella es muy linda y agradable. Pasaban los días muy rápido, en ellos Angeal me entrenaba, la solía pasar con Genesis y Seph en el café, y cuando no con Cloud, él se hizo muy rápido mí mejor amigo, pero no solo estaba con los anteriores mencionados sino también con Aerit, cada vez que la veía terminaba con ella conversando, paseando, poco a poco descubrí lo mucho que ella me interesaba, era linda, inteligente, dulce, amable, buena persona, hermosa… al tiempo supe que… ella me gustaba…