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Eco en la Oscuridad por Hagane Yuuki

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Notas del capitulo:

Adivinen quien volvio 

Capitulo 2

Abrió sus ojos con pesadez ¿Pero que demonios era lo que pasaba? Si mal no recordaba se encontraba siguiendo a una hermosa colegiala que desde que la habia visto sus ojos no dejaron de verla, era como una diosa que le gritaba que la atacara.

Todo de ella le llamaba. Su cabello debajo de los hombros pelirojo, sus ojos de color jade brillantes, su delgada figura marcada en ese uniforme entallado de color vino y las piernas ocultas bajo unas medias negras.

Oh, pero lo que mas le habia gustado de ella eran sus rosados labios. Ella no se comparaba con sus otras victimas, que si bien eran lindas no se comparaban con “Ella”  Como deseaba poder recorrer esa piel y oler su cabello, sentir su cuerpo tembloroso, suplicante.

Era todo lo que deseo en su vida. La siguió hasta una calle desolada y lo supo, ella también lo deseaba, tenía que hacerla suya. Camino decidido, unos cuantos pasos atrás la vio girar en una esquina  desapareciendo. La hermosa criatura ya no estaba ¿Qué había pasado? Solo… todo se volvió negro.

–Vaya así que ya despertaste– Escucho una voz cerca de él. Se estremeció. Tratando  de moverse se dio cuenta que no podía. Sus manos, sus pies nada le respondía salvo sus ojos. Su cuerpo no le respondia.

– ¿Pero que diablos? – Dijo sorprendido, asustado.

–No te preocupes es normal que no puedas moverte, te he inyectado una droga para que no puedas hacerlo.

–¿Por…– Su pregunta murió a medio camino

–…que? –Termino la frase la otra voz –Bueno podría darte muchas razones para eso, anteriormente te hubiese explicado mis motivos para que ahora te encuentres en este lugar– Señalo la habitación extendiendo sus brazos mientras giraba sobre su eje –Pero me he dado cuenta de que me divierto mas si ustedes no lo comprenden, y se quedan en la incertidumbre.

Giro sus ojos para tratar de enfocar a su interlocutor. Su cabeza como el resto de su cuerpo no respondía y le era imposible moverla. Sus ojos lograron visualizar una silueta en la oscuridad, vestía de negro  encontrándose asiendo algunos extraños sonidos en una mesa muy cerca de él. Por primera vez en muchos años sintió terror.

–No te asustes– Le hablo la voz del hombre –El miedo solo ayudara a que todo sea mas horrible y trágico para ti. Podría decirte que solo aumentara el dolor. Yo te recomendaría que te relajases – Se escucho una débil risilla – Creo que eso será imposible ¿Verdad?

Su cuerpo se tenso y su respiración comenzó a ser difícil, trataba de moverse en vano. Ordenaba a su mente a mover el cuerpo una y otra vez pero este no le respondía, solo habia algo que podía hacer y no era algo que pudiera ayudarle en algo. Grito con todo lo que tenía.

 – ¡¿Pero que demonios crees que haces, acaso estas loco?! – Le pregunto desesperadamente.

El sujeto se volteo con  algo filoso en una de sus manos, no se acordaba del nombre de la cosa esa y no le interesaba en ese momento acordarse, pero estaba seguro que era lo que utilizaban los doctores para operaciones, esa cosa hecha especialmente para cortar carne.

–Vaya ¿Ustedes no tienen preguntas mas originales? – Cuestiono mientras sostenía en una de sus manos un bisturí –Siempre lo mismo ¿Por qué lo haces?  ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué yo?

 Abrió desmesuradamente sus ojos.

– ¿Sabes que fue lo que me dijo el último? “Tu eres mas monstruo que yo” pero pregunto ¿Acaso eso es cierto? ¿Tu que dices? ¿Lo averiguamos?

–¡¡NOO… noo… aléjate!!

–No te preocupes solo dolerá…– Se quedo pensando  –… ¡Mucho!

Los gritos resonaron en aquellas viejas y mohosas paredes.

.

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– ¡Shikamaru, shikamaru! – Escucho su nombre en gritos para nada normales de Hinata. Los tacones resonando sin cesar cada vez que ella corría.

– ¿Qué sucede? Aun es muy temprano para problemas– Pregunto con flojera. Estaba cansado, era el único que no se habia ido a casa cuando Tsunade-sama lo habia dicho. Le dolía la cabeza de tanto tiempo estar revisando documentos sobre el caso, y no estaba como para que le gritaran.

–Nos ha llegado un video– Jadeo intentando obtener el suficiente aire para completar la frase sin cortarla.

– ¿Y? – Pregunto sin interés, fastidiado.

–Es de la tercera victima de nuestro asesino– Contesto la chica alterada, tratando de calmar los latidos acelerados de su pecho.

– ¿Qué acabas de decir, Hinata? – Shikamaru se levanto de su asiento en un salto, ignorando por completo la taza de café que volteada había manchado los documentos en los que estuviera hace un rato trabajando en su escritorio.

.

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El sonido de la puerta era insistente, pero por nada del mundo estaba dispuesto a pararse de sus cómodas sabanas para pararse a abrir. Así quien estuviera molestando tarde o temprano terminaría fastidiándose para irse. Volvió a cubrirse dispuesto a seguir con el sueño reparador y muy confortable que estaba teniendo. No contaba con que la persona no aceptara una negativa como respuesta.

– ¡Oh por todos los dioses de los fideos, como fastidian! – Grito exasperado cubriéndose el rostro con las suaves mantas. No quería oír, solo dormir ¿Por qué nadie comprendía?

– ¿Acaso no planeabas abrirme la puerta? – Le preguntaron desde la entrada de su cuarto.

–No, por que sabia que seria usted Kakashi sensei– Dijo molesto, sin inmutarse un poco. Permaneciendo en el mismo cómodo lugar tratando de recuperar el sueño que le había sido privado. Después de todo quien no reconocería esa voz que llevaba molestándole por teléfono todo el rato.

–Oh ¿Y como lo sabias? – Pregunto curioso el hombre acercándose con pasos ligeros a su cama.

–Por que no dejan de llamarme por teléfono para que vuelva al trabajo. ¡Arg! Me ha espantado el sueño, espero estés feliz sensei.

– Bueno… ¿No será por que cierto malhumorado te lo dijo? – Cuestiono divertido el albino –Y eso que negó que vendría a verte ayer en la noche.

Naruto se estremeció al escuchar aquello ¿Pero como es que Kakashi sensei sabia que el teme lo habia ido a ver en la noche? ¿Sabia que lo visitaba con frecuencia? Aunque bueno él no le veía nada de malo que un amigo -Dígase Sasuke- le visitara, él también lo haría si el muy bastardo no le prohibiera pisar su casa ¿Qué tenia? Si Sasuke podía entrar como Juan por su casa (1) ¿Por qué el no podía? Y ahora se encontraba divagando en otras cosas en lugar de concentrarse en lo importante.

Sasuke le mataría si el afirmaba el hecho de que habia ido a su casa esa noche.

– ¡M-me lo dijo por teléfono! – Fue lo único que se le ocurrió decir –Como sea– Trato de restarle importancia al asunto. Se descobijo y se levanto de la cama – No voy a volver, estoy de vacaciones sabes ¡Vacaciones!  Después de que me explotaran como a un esclavo finalmente me dieron días libres y ¡Para que! para que me llamen tres malditos días después–  Bufo, inflando los mofletes en un claro gesto enfadado.

–En este tipo de trabajo deberías de saber que no existe eso llamado “Vacaciones” Naruto– contesto el albino mirando alrededor con ojo analítico como si pudiera encontrar la respuesta a aquello que ya sabia y sólo le faltaba corroborar.

Naruto solo se estremeció por ello, era claro lo que Kakashi buscaba y no era para nada discreto en ello, caminaba por la habitación levantando con dos de sus dedos lo que encontrara en el suelo. Se levanto de un salto en la cama al mirar debajo de una de las sillas de su escritorio un objeto “Sospechoso” ¡Maldición! Se dijo mentalmente al darse cuenta de lo que era.

Solo era la corbata del Uchiha, no era algo que realmente pudiera ser catalogado como culposo, como lo seria que Kakashi encontrara un calzón o incluso un condón usado -Que cabe destacar y aunque no lo quisiera admitir no usaba, ya que al parecer y aunque no fuera creíble en el escrupuloso Uchiha, le excitaba de sobre manera correrse en el interior de Naruto. Y para que negarlo, a Naruto también le gustaba. De hecho más que sentir el semen de Sasuke en su interior, le encantaba la expresión que hacia el moreno cuando veía sus pequeños nadadores escapar por entre sus bronceados y torneados muslos. Oh era tan…

¡Demonios! Estaba divagando de nuevo, que había olvidado por completo su estado de desnudez en el que se encontraba, y tal vez no hubiera sido realmente vergonzoso  si no fuera por la ridícula cantidad de chupetones, mordidas y marcas de dedos que tenia por toda su humanidad y en la que ahora recaía. Es ahora cuando maldecía al Uchiha por comportarse como un maldito animal marcando territorio. Solo le faltaba que levantara la pata y lo orinara.

– “Sera tú culpa y no mía si nos descubren, bastardo”

–Sensei– Dijo resignado, sentándose con la misma rapidez con la que se había parado para tomar del revoltijo de cobijas que era su cama, la sabana mas cercana y tratar de recuperar un poco de la dignidad que había perdido.

Era en vano, la marcada sonrisa que se podía entrever por entre el cubre bocas lo decía todo.  Él mismo era la prueba fehaciente que a Kakashi le hacia falta, no era necesario que tuviera marcado en su cuerpo un “Sasuke Uchiha estuvo aquí” para saberlo, ni la corbata que culposa de su presencia en una casa donde no moraba ni una sola de sus compañeras se exhibía. No, no era necesario. Kakashi ya lo sabia con solo haberlo visto.

–Bueno Naruto veo que comprendes muy bien el termino “Trabajo” esperamos verte a las 12:00 en punto en el cuartel general de Konoha.

– ¿Konoha? – Pregunto envuelto como un taco en la sabana blanca – ¿Por qué Konoha? Pensé que teníamos un caso en Suna.

–Bueno, si te hubieras tomado la molestia de contestar una sola de las llamadas sabrías que el caso de Suna fue dado a otro grupo y que nos reasignaron a konoha.

– ¡Son mis vacaciones Kakashi-Sensei se supone que no sepa nada del trabajo! – Inflo sus mejillas en un gesto indignado, cruzando sus brazos sobre su pecho en un claro gesto de fastidio.

–Se nota Naruto– Respondió con burla su Sensei regocijándose con el claro sonrojo que invadió sus mejillas de manera estrepitosa

– ¡Ah ya lo sé! Estaré ahí a las 12 ¿Esta bien?

Ah~ suspiro. De repente se sentía tan cansado. Totalmente derrotado y con su orgullo por los suelos, decidió que una buena ducha y un buen bote de Ramen… no, mejor. Dos buenos botes de Ramen, servirían para regresarlo a la vida.

–No  diré nada – Susurro con seriedad el mayor deteniendo sus pasos.

Naruto voltio su mirada esperanzado ¿Enserio? ¿No hablaría? Su fe en la humanidad volvía a él como un torbellino. Tal vez no todo estaba perdido, para mañana no saldría en el noticiero de la tarde como un oficial muerto y encontrado en algún baldío. Por que era claro el futuro que le esperaba si Sasuke se enteraba que nada más y nada menos que Kakashi -Su superior- ya sabía de lo de ellos. 

No es que a Naruto le importara, si fuera por él lo gritaría ya que le daba igual lo que pensaran los demás. Lo que existía entre él y Sasuke solo era algo que le concernía a ellos dos y era algo que solo ellos podrían catalogar. Su relación era tan profunda y poco racional que la palabra “Novios” o “Amantes” no venia, ni quedaba al caso. Pero a Sasuke ciertamente le molestaba -Y mucho- hablar o que se supiera de su vida personal, era un tema tan Tabú que ni al mismo Naruto le gustaba tocar. Y su “Relación” fuese la que fuese, entraba en la categoría de vida personal.

–Gracias– Murmuro bajo, con un tono de seriedad irreconocible en él.

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La habitación quedo en total mutismo cuando la grabación termino de reproducirse. Los estremecimientos de Kiba sacaron a Shikamaru de su reflexión. Ciertamente este video era más sádico que los dos anteriores, como si el asesino fuera mejorando su técnica cada vez. Solo podía detenerse a pensar como es que de su primer victima a la última que ellos conocían había cambiado tanto.

Todos entendían que los videos que les eran mandados eran viejos, que las victimas que ahí se presentaban ya tenían cierta cantidad de tiempo muertos, y eso solo pudo hacer que todo se volviera mas bizarro.

Aun no comprendía cual era el verdadero afán de mandar esos videos. De que ellos vieran como es que la “Justicia” finalmente había caído sobre aquellos criminales.

Suspiro. Algunas veces deseaba haberse ido a narcóticos, parecía menos problemático. Pero luego entraba aquella vena que todo detective tenia y se quedaba justo donde estaba. Analizar era lo suyo y definitivamente encontraría al que hacia todo aquello.

En total hasta ahora las victimas que ellos sabían del asesino eran 10 y con este video eran 3. Por lo tanto faltaban 7 videos por que les fueran mandados.

Con este era mas que suficiente se dijo mentalmente. Por su salud mental ya no quería ver ninguno de esos videos y en verdad tenia lastima por los que tenían que analizarlos detenidamente. Él pasaba definitivamente de eso.

– ¿Supieron como es que este video llego a la estación? –Pregunto

–Si – Contesto Hinata –Esta vez no fue dejado fuera de la estación como los otros 2. Este fue mandado por correo.

– ¿Correo? – Se sorprendió –Eso quiere decir que hay un antecedente de quien lo dejo en el correo– Cuestiono emocionado Kiba

–No lo creo– se escucho una voz en la puerta.

Todos voltearon sus miradas incluso él. Sorprendido por la persona que parada regresaba la mirada a cada uno de ellos.

Su sorpresa no fue la única en notarse y tal vez no era por Kakashi que había hablado, si no por las personas atrás de él.

–A que te refieres– Contesto con cuidado Kiba, algo temeroso.

Oh vaya, parecía que el miedo no andaba en burro y kiba ya era consiente de la fría mirada que Uchiha  Sasuke podría dar.

–El video fue dejado por una anciana mujer. Al preguntarle ella contesto que una agradable chica le pidió de favor llevar el paquete al correo. Como en los otros dos no hay huellas ni ADN. Esta limpio.

–Bueno entonces tendremos que seguir por otro rumbo y no por la persona que deja los videos– Contesto Ino

Por un breve lapso de tiempo todo quedo en silencio cuando una chillona voz resonó asiéndose notar. La sorpresa se dibujo en su rostro al reconocer la rubia cabellera que corría aprisa hacia ellos estirando su mano en un saludo.

– ¡Dobe!

Todos quedaron helados incluso él. Kiba parecía que hiperventilaría en cualquier segundo seguro de que el azabache sacaría su arma en cualquier momento. Había conocido hace unos dos años atrás a ese rubio alborotador y sin duda le quedaba el apodo que le habían dado “Naruto el No.1 es sorprender a la gente” 

Naruto había saltado como si nada a la espalda de un muy cabreado Uchiha aferrándose al cuello de este mientras saludaba a todos.

Pero tal vez la sorpresa de todos no era por el hecho de que le recriminaran el llegar tarde ni saltar así hacia una muerte que de seguro se tenía ganada. Ni que el personaje que ya se había ganado una buena fama de “No jodas conmigo” no había sacado su arma como seguramente kiba hubiera esperado.

–Hola mucho gusto mi nombre es Uzumaki Naruto y yo ser quien capture al mas conocido asesino serial de toda la historia.

Era por esa simple declaración que todos cayeron en un máximo de incredulidad.

 

.

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La música se oía de fondo, resonando entre las paredes llegando hasta sus oídos. La noche se divisaba en el horizonte bañando todo de oscuridad. Le gustaba ese sentimiento que podía causarle el encontrarse en tales situaciones, y no podía ser más regocijante.

El agua de aquel sucio fregadero limpiaba la inmundicia del mundo. Los instrumentos cubiertos de rojo recobraban aquel plateado color típico del metal para ser usados de nueva cuenta. Esta vez estaba ciertamente emocionado, nunca había tenido un 2x1.

Volvió la vista, admirando el cuerpo sin vida que colgaba de aquel pilar. La sangre caía gota por gota a un enorme charco que terminaba su recorrido en una coladera.  

Giro su cuerpo, sacando un nuevo par de guantes de látex de su bata carmesí colocándolos en sus pálidas manos. El sonido del latex a golpear su piel se escucho acompañando la tonada que recorría el ambiente. Como si ambas formaran parte de un mismo ser.

Una sonrisa trazo su rostro, y con paso elegante se encamino a aquella silla centrada en la desolada habitación.

– Nunca me he sentido tan creativo– Susurro a través de su tapabocas al oído de su nueva victima, que temblaba cual cachorro despavorido.

Con su pequeño bisturí -Uno de sus favoritos- sin lastimar la piel recorrió el cuello contrario, en una caricia que podría ser mortal al pasar por la vena yugular.  Solo un fino toque que era suficiente para aterrorizar a quien lo sentía.

  Retiro el objeto punzocortante al notar aquella larga cabellera. Suave y sedosa. Con una de sus manos tomo un mechón entre sus dedos para acomodarlo al frente del pecho.

–Debes sentirte alagada mujer, eres la primera de tu género en tener una cita conmigo. O tal vez no lo sea – Una sonrisa macabra adorno sus labios –Bien creo que es hora de comenzar. No te preocupes solo por ser la primera te daré un trato especial. No sufrirás tanto como tu compañero que esta colgado por allá.

Nunca había sentido tanto miedo en su vida, siempre se había creído que ella era quien atemorizaba, la abusadora. Creyó que su vida no había podido ser más infeliz, con una madre que permite que su esposo abuse de su hija solo para no perder a su hombre. Dejando que abusaran y golpearan, viviendo un infierno desde muy temprana edad. Comprendió que la vida no seria fácil, que si quería vivir en aquel mundo que era cruel, ella también tendría que serlo. Supo que no seria nunca más una victima cuando se armo de valor tomo aquel  cuchillo de la cocina y corto los genitales de su padrastro, y mato a su madre.

Nunca  se sintió mas libre que en aquel momento. Ni más feliz cuando veía que alguien mas sufría, cuando era ella la que causaba ese sufrimiento.

Se volvió una asesina, una pandillera.

Y lo conoció a él, al amor de su vida que disfrutaba de lo mismo que ella.

Pero todo tiene un castigo, y lo supo cuando vio a aquel hermoso hombre torturar a muerte a su pareja.

“Shinigami” pensó con los últimos resquicios de cordura. Aquel hombre que disfrutaba de verla sufrir en silencio sin poder gritar por aquella cinta adhesiva en su boca. Él disfrutaba de una manera más perversa del sufrimiento, de lo que hiciera ella y su novio. Era algo más oscuro y visceral. Tan escalofriante que incluso alguien como ella no era capaz de comprender.

¿Por qué? No tenía sentido formular esa pregunta. Este mundo es cruel y crea a muchos tipos de personas. Por ejemplo “Él” tan hermoso como cruel. Matando a cualquiera que este en su libro.

–U-un shiniga…mi– Susurro cuando la sangre de sus heridas logro despegar el adhesivo de su boca.

Miro la sorpresa del hombre al escucharla decir aquello.

Tal vez lo era, tal vez no. El término correcto seria…

– Demonio, mi querida dama.

Notas finales:

¡He vuelto y con todo! Sé que abandone este fic hace ya algunos ayeres pero he decidido retomar todos mis trabajos sin terminar. Así que ¿Qué les pareció? ¿Merezco un comentario?

Les mando muchos besos y espero poder leerlos. 


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