LA FIESTA DE NAVIDAD
Eso fue muy divertido, aun que a los demás, les quedaron unas ganas de volver a actuar, que no querían ni recordar lo sucedido, sobre todo el angelito Miguel.
-Mira nada más como dejaste al pobre de Death, Shaka.
-Pues él se lo busco. –Shaka aun estaba muy molesto porque Death le levanto la túnica, fue algo muy gracioso.
-Ustedes dos no piensan decir nada… -Shion también estaba un poco molesto, pero le daba más risa recordar la escena.
-¿Y como que quieren que digamos? –Azrael no dejaba de mirar como… era muy extraña su mirada.
-Si caballeros, ustedes fueron los que se dejaron llevar. –Darkmiss tenía razón, les pidieron actuar no dejarse llevar.
-Oye niña… ¿Por qué nos vez así? –Papá se sentía incomodo, pero la verdad nadie estaría cómodo con esa mirada.
-Lo siento, se me olvido ponerme los lentes, y a veces tengo que ver fijo a las personas para distinguirlas, y me llamo Azrael.
-Como digas…
Todos se estaban volviendo a poner su ropa, ya no querían verse con esos disfraces. Ellas estaban aun riéndose, la verdad en su lugar nosotros también lo estaríamos; se nos ocurrió algo, después de todo, las fiestas se acercaban, y en el santuario necesitarían ayuda.
-¿Chicas les gustaría quedarse a la cena de navidad?
-Nosotras…
-Quedarnos…
-¡A su cena! –Estaban muy sorprendidas.
-Claro, no creo que les moleste a los demás.
-Bueno nosotras.
-Nos quedamos si nos dejan ayudarles con la cena. –Darkmiss pedía ayudar con la cena, igual que Azrael, cuando escucharon eso los demás aceptaron de inmediato.
-Claro si lo ponen así un poco de ayuda no nos vendrá mal. –Shion estaba aliviado por la ayuda ofrecida, así quizá no tendrían tanto problema con la comida.
Las chicas se quedarían en el pueblo, y después irían por ellas, mientras tanto nosotros nos marchábamos a descansar, ya nos pesaba todo lo hecho, papá nos levanto, podía con ambos, pero de inmediato Camus le ayudo, era extraño vernos separados por dos personas.
-Vamos es mejor ir a dormir, ha sido demasiado por este día.
-Es verdad, Blas te vienes conmigo.
-Está bien…
-Parece que han sido demasiadas emociones por hoy.
-Así son mis días, se duermen muy fácilmente.
Los dos se quedaron dormidos, era mejor dejarlos así, nos sería más fácil subir los escalones si no se movían. Camus tenía problemas para avanzar, solo me reía para mis adentros, no estaba acostumbrado a cargar a alguien dormido, decidí darle una mano.
-Recárgalo en tu hombro y pasa sus manos por tu cuello podrás detenerlo mejor.
-No sabía que fuera tan difícil, y yo que te veía cargar a los dos como si nada.
-El tiempo es el mejor maestro. –Camus me miraba extrañado. -¿Qué?
-Es solo que cambiaste mucho en todos estos años.
-Nunca cambié, he sido el mismo, es solo que…
-Yo no me daba el tiempo, entiendo, pero eso está por cambiar.
No logre dormir esa noche, eso fue nuevo, Camus no me dejo las cosas muy claras con esas palabras, me despertaban una intriga muy grande. Sabía que no dormirían por mucho, apenas amanecía cuando los encontré fuera de la cama, se acercaron y me miraron, algunas veces no me dejaban de mirar fijo y me recordaban a Hades, eso era de miedo.
-Buenos días madrugaron.
-Papá no dormiste ¿verdad?
-Estaré bien, no tenia sueño.
-Tendrás que ir a la cocina por lo de la cena ¿no es así?
-Sí… y ustedes tendrán que evitar hacer travesuras.
-No prometemos nada.
Sabía que dirían eso, al menos lo había intentado, tenía que irme a la cocina para ayudar, sino un posible desastre se aproximaría. Esos pasos en la entrada eran inconfundibles, sabía que estarían aquí para la cena, no podía quejarme no tenía razón, hace tiempo le perdí el interés a esas quejas, no tenia que estresarme con eso, quienes me importaban eran solo ellos dos, pequeños y traviesos, pero eran los más importantes.
-¡Papá!
-Escorpio…
-Hades…
-Y nosotros los separamos.
-No es necesario que esto se repita como en otras ocasiones.
Mejor me fui a la cocina, no era necesario entrar en peleas de nuevo. Me encontré con los demás, inclusive a esas chiquillas que de algo nos serviría su ayuda, solo esperábamos que no pasara lo que con Death, ese incidente fue extraño y a la vez nos costó mucho, cuando Atenea vio la cocina casi nos colgaba a todos.
-¿En qué nos piensan ayudar?
-Esto… ustedes digan, pero no se pasen de aprovechados, una cosa es que les queramos ayudar…
-Y la otra es que se quieran zafar de sus responsabilidades.
-En ese caso les dejamos a su disposición lo que quieran preparar, pero ahora que lo recuerdo necesitamos al menos algo con vino. –Aldebarán no perdía el tiempo.
-Bien, aremos algo con la botella de vino tinto que Afro le robo a Death y nos entrego.
-Ya me imagino que pasara cuando el cangrejo note que le falta una botella. –Eso sería como pedir que las mataran, en ese caso el muerto seria Dita por sacar la botella.
Esas dos parecían ser de gran ayuda, mientras nosotros cuatro cocinábamos se ofrecieron a lavar los trastos que nos estorbaban y les estorbaban a ellas; dijeron a que harían algo con el vino tinto pero no dijeron que, después de un rato olía a azúcar, como cuando el vino es calentado con esta, era extraño.
-¿Que es lo que estaban haciendo con el vino que Afrodita le robo a Death?
-Ya que hasta ahora preguntan les diremos.
-Como estaban muy apurados con la cena decidimos hacer algo además de lo que estaban preparando.
-¿Cómo qué? –Todos nos quedamos viendo atentos.
-Digamos un postre por así decirlo.
-Peras al vino tinto y salsa de vainilla.
-Solo con que nadie termine ebrio estaremos conformes. –Ver a cierta persona ex dueña del vino ebria no era nada bueno.
-Pues con respecto a eso ya no tiene alcohol, el calor se encargo de ello.
Escuchamos un ruido en el salón, la cena ya estaba lista por lo que debíamos irnos a cambiar, pero ese sonido nos sorprendió, así que fuimos a investigar, ese par no sabíamos a donde se habían ido por lo que cuando nos asomamos encontramos a los cuatro hablando, habían terminado de decorar todo.
-Hasta que salen de la cocina.
-Si papá ya nos habíamos cansado de esperar…
-A que terminaran tanto que nosotros nos encargamos de arreglar este lugar.
-¿Oigan donde eta Dhoko? –El patriarca apareció sin previo aviso tal parecía seguir los pasos de Mu que querían adornar su templo se improviso un puente en el techo con unas tablas solo que él no se cayó. -¡Dhoko!
-De veras donde esta… -Darkmiss se puso a buscarlo.
-Esperen escuchen con atención… -Escuche un sonido parecía ser Dhoko… -¿Dónde está Camus?
-No lo sabemos vino a ayudar hace un rato paro desapareció papá.
-¡Camus!
-¡Dhoko!
-¡Chicos no es gracioso! –No nos respondían.
-¡Por Dios los envolvieron como regalos Patriarca! –A que el distraído del Patriarca envolvió a Camus y a Dhoko como regalos y los puso cerca del árbol que pusimos, de no ser por Darkmiss y Azrael no los abríamos encontrado.
-Creo que me adelantaron mi regalo de Navidad. –Papá tan; con el perdón de las palabras; idiota cuando se trataba de Camus. –Hola Camus.
-… aléjamedeeseidiota…
-¿Qué dices Camus?... perdón se me olvidaba quitarte la cinta de la boca…
-Que me alejen de ese idiota, no le vuelvo a ayudar.
-¡Más respeto que soy tu mayor!... ya no estoy hecho para esto de aguantarlos.
-Mas que obvio si es del año del caldo…
Después de unas palabras y de sacarlos de las cajas a los dos, todos estaban arreglándose para la cena, nosotros los esperábamos en la sala para recibirlos, nos acompañaban Azrael y Darkmiss. Para mí era un alivio no ser la única mujer en esa cena, después de todo, Atenea no cuenta, y soportar sus ocurrencias sería más fácil.
-¿Melina como aguantas a todos cuando hacen alguna idiotez de la que obviamente nadie puede soportar?
-Hasta estas fechas Darkmiss yo también me lo pregunto.
-Mi hermana tiene paciencia, pero acabala y no es nada bonito verla furiosa… te lo dije, ¿Por qué fue el zape?
-Y toda vía preguntas, acaso se te olvida que eres igual.
-… mejor me callo.
-¿Dónde están mis duendes favoritos?
-¡Papá!
-Tal parece que a Milo ya casi le llega la hora de saber que sus hijos en algún momento lo van a colgar por decir eso cuando sean adolecentes.
-Tienes razón Azrael.
-Hades sama, que sorpresa, y yo que pensé no vendría a cenar.
-Acaso se te olvida dejar de decirme así.
-No, es solo por molestar…
-¿Hades sama?
Eso no lo esperábamos, Azrael hablaba con nuestro otro padre, pero más extraño era ver que ella le hablaba como si de iguales se tratase. Debíamos saber que ocurría en ese instante, todos deseábamos saberlo.
-¿Azrael por qué hablas como si nada con el Dios de los muertos? –Papá se nos adelanto.
-Bueno, de no ser por mí, en el inframundo no abría trabajo que hacer, ¿acaso piensan que las personas se mueren solas?
-Sí, de no ser por esa pulga no tendríamos trabajo haya abajo, después de todo se encarga de vigilar las muertes.
-Hay Radamantys tu tan cariñoso, ¿Qué te parecería una patada en el trasero?
-No gracias señorita. –Logro ponerlo nervioso, algo digno de ver.
-Mejor vallamos a cenar les parece. –Shion quería evitar una pelea, por una vez uso el cerebro. –Y durante nos platicas y explicas todo.
Nos sentamos en la mesa, después de todo era un momento para disfrutar, pero lastimosamente todos le lanzaban preguntas a la pobre de Azrael que no hacía nada más que soportarlas e intentar responder, Darkmiss tenía cara de cómo es posible esto.
-Azrael creímos eras humana, ¿en ese caso eres un espectro?
-Saga no es así, no soy humana, pero tampoco un espectro, de hecho estoy por encima de los Dioses terrenales como Hades, podría decirse que yo vengo de más arriba, después de todo de alguien debía ser la idea de crear a todos estos Dioses.
-Quieres decir que tú vienes de parte de él mismísimo…
-Así es, él es mi jefe, quien dio orden a todo, del universo del que Gaya fue creada, ya que alguien debió crearla.
-No lo puedo creer, eres un ángel… y que ángel, el de la muerte.
-Así es Darkmiss, soy el ángel de la muerte, y cuidadito con bromear porque los corto en directo a todos.
La cena fue muy divertida, todos bromeamos, charlamos, nos divertimos en sí, y la cena que decir de los tragones, era muy probable que amanecieran con indigestión. Pero faltaba lo bueno, ahora sí nuestro padres Hades no se zafaría, lo haríamos cantar en el karaoke, aunque no le gustara la idea.
-Yo no cantare.
-Vamos Hades no te amargues la existencia, ya nos hicieron hasta a nosotras cantar, ahora vas tú.
-Ya ni modo… ¿Y ahora?
-Perdonen el deber no deja en paz ni un minuto…
-¿Ya te creíste en Death Note?
-Darkmiss así es como se mueren las personas en realidad, tengo que borrar o escribir nombres de este cuaderno… bien, hecho ya se murió, o esperen tres, dos, uno, sí ya murió, pero chitona que si no.
-Entendí, pero ahora que cante Hades.
Hicimos cantar a papá al inicio no quería pero fue fácil ya que para sorpresa de todos es un rockero de corazón, es fiel a la música de Mago de Oz y con eso ya nadie lo calla, aunque en un principio parecían alaridos después de afinarse se escucho mejor.
-Oigan y el brindis que se nos está por pasar.
-¿Quién dice unas palabras?... Menos Death que ya se le pasaron las copas.
-Dita cómo es posible que me hayas robado mi botella de vino… contesta trucha de rio…
-Amorcito estoy del otro lado… que les dije ya esta ebrio.
-En ese caso este año que tal si las dicen los más jóvenes.
-Shion nosotros no…
-Vamos que no es tan difícil, por nosotros dos. –Ya después nos arreglaríamos con nuestros padres.
-Bueno nosotros queremos decir que nos toco estar con 14 hombres que aunque un poco locos siempre nos sacaron una sonrisa, un Dios lunático que tiene corazón de oro aunque ustedes no lo crean y con tres espectros que aunque pateamos constantemente son nuestra familia, y nos toco tener a dos nievas amigas, y por eso les queremos decir que los queremos a todos.
-Nos hacen tan felices al escucharlos hablar así…
-Tienen corazón de pollo.
-Pero son nuestra familia, y por eso feliz navidad y prospero año nuevo.