EL TÉ DE LO ILOGICO, JUEGO PELIGRO.
-Que te quede bien claro que jamás dejare de amar a Milo.
-¿Camus?
-… Estoy bien, hay que seguir caminando antes de que alguien más llegue.
Se veía afectado, pero lo escondía como hacia usualmente, detrás de esa mascara de frialdad. Llegamos a un enredo, tantos caminos y no sabíamos a donde ir. Sentimos un cosmos familiar rondarnos, sin duda alguna se trataba de él, le gustaba desaparecer y aparecer repentinamente frente o detrás de otros.
-¿Cómo saldremos de este enredo?
-¿A dónde quieren ir?
-¡Mu hasta que apareces! –Camus lo observo desaparecer sin responder a lo que dijo.
-Mu eso en realidad no importa mucho, no hagas preguntas inútiles.
-Pues en ese caso no importa tu duda Aldebarán, si no importa a dónde vas, no importa el camino que tomes. –No sabíamos cómo se subió en esa rama, estaba colgado de cabeza como si nada.
-Mu déjate de tonterías. –Intentaron bajarlo pero se esfumo de sus propias manos.
-Vamos, Mu se está volviendo Cheshire, por eso te respondió así.
-Mu ya sal de donde estas.
-Vamos que nada malo pasa, déjenme perder un momento la cabeza, no sean aburridos.
-Mu bájate ya de ese árbol. –Dita le jalo un pie, pero Mu no se cayó. –Ahora.
-Nía, no quiero. –Se mostraba algo arrogante, pero después sonrió satisfecho y salto del árbol. –No importa el camino si no importa a dónde vas.
-Tomaremos ese camino.
Camus se veía algo molesto, pero no dijimos nada, Shaka, Mu, y Dita hablaban, mientras que Saori Hablaba con Saga, Kanon y Aldebarán. Camus siempre guardaba silencio, pero también era una persona muy cursi si se lo proponía, cuando viera a nuestro padre ya nos imaginábamos lo que se agarrarían a decir uno al otro.
-¿Escucharon?
-No oigo nada.
-Ahí está otra vez. –Era como una gota de agua cayendo, un pequeño sonido en medio del silencio.
-Esas orejas te sirven de algo al menos Camus.
-Cállense moneda.
-No nos digas moneda.
-Es Milo.
Camus corrió, todos le seguimos, si se metía en aprietos no sería bueno. En el camino apareció una casa completamente extraña, parecía el sueño de Picazo realidad, toda chueca y de colores sombríos. Había una mesa afuera de la casa y alguien sentado, era nuestro padre.
-¡Milo!
-¡No se cerquen!
-Pero…
-Es una trampa no se sigan acercando.
-Hay querido escorpión, has arruinado mi diversión.
-Cállate Afrodita…
-Me agrada esa gran boca eres leal, pero irrespetuoso, eres algo diferentes a tus compañeros escorpión, por eso te quiero.
-¡Quita tu sucia lengua del rostro de Milo!
Camus ardía de rabia, no se estaba conteniendo en nada, sus sentimientos lo estaban traicionando y pronto explotaría y se lanzaría en cólera pura así Afrodita. Liberaríamos a nuestro padre costara lo que nos costara a nosotros, somos sus hijos y como él nos protegió nosotros lo protegeríamos.
-¡Suéltalo ramera!
-¿Hermana…?
-Sabes que tengo razón.
-No te contradigo pero no hay que ser tan drásticos.
-Mocosos irrespetuosos, y pensar que son el encanto de Zeus por ser sus sobrinos favoritos desde que los vio en brazos de Hades.
-¡Afrodita no me quieras faltar el respeto!
-También estas aquí, valla cosas del destino, ¿Ahora también eres arrastrado por el destino de los mortales?
-No me retes.
-Cállese porque a quien le concierne este asunto es a mi… -Callo a nuestro padre Hades, el no dijo más, porque en realidad no estaba ahí por nuestro padre Milo. -suelta a Milo y enfréntate o acaso tienes miedo bruja.
-Camus…
-No les temo simples humanos, y para tu información aun les queda camino por recorrer si quieres de regreso a tu Milo como dices, tendrán que ir por el hasta donde los estaré esperando, si no llegan rápido me lo quedare y esta vez ni de este libro podrán salir.
Se esfumo con nuestro padre que no pudo hacer más por estar encadenado a esa silla. El suelo templo y se quebró haciéndonos caer a todos, pero parecía una burla, caímos en una taza de té enorme y profunda, intentábamos buscar la forma de tocar un lugar donde apoyarnos, pero parecía que no lo conseguiríamos.
-Niños… ¿Están bien?
-Papá…
-Sí estamos bien…
-Oigan veo tierra por allá.
-Ya vamos Dita…
Nadar no es algo tan placentero en esos momentos, todos quedamos empapados por completo y al llegar a esa orilla estuvimos viendo que nadie faltara que sería sumar otro problema. Se escucharon pasos pesados acercarse a todo nosotros y en el sendero estaban parados ambos, aunque parecía que discutían por algo como siempre, al notarnos pararon su charla y se enfocaron en nosotros.
-Al fin logramos verlos.
-Sí, nos tenían preocupados, terminamos aquí y no supimos como volver. –Algo no cuadraba con Shion, pero mejor ignoraríamos eso, había cosas que en realidad ni entendíamos, sobre todo porque se les quedaron viendo los demás con cara de hicieron algo. -¿Por qué me miran así?
-No debe ser nada Shion… ya no.
-Y a nosotros nos dicen que somos unos mocosos con las hormonas alborotadas.
-Estamos aquí por i se les olvida chicos.
-Cierren la boca que mis hijos están con ustedes, y será mejor e contenga… arréglense esa tonta armadura al menos.
-Ha…. Y…
-Qué pena…
Seguíamos sin entender, pero bueno, poca importancia para nosotros tenía, nos importaba más que ya encontráramos a ese par, aunque aun faltaran algunos. Esa bruja tenía planeado algo pero nosotros somos niños y no nos querrán dejar intervenir aunque seamos sus hijos.
-Vamos niños no se vallan a perder.
-Sí papá.
-Niños será mejor que ignoren a ese par de viejos.
-¿De qué hablas Death?
-¡Les dije que no se dieron cuenta!
-Menos mal, tienen suerte viejos cochinos.
-Dita no entendemos nada.
-Y mejor quédense sin entender.
-Bien Dita, si es mejor ya no preguntaremos nada.
-Son una dulzura.
-Sera mejor que ya dejen en paz a mis hijos.
-Sí, tiene razón, dejen a los niños. –Camus y nuestro padre de acuerdo, el mundo se acabaría o lo que nos pasaba era una guerra santa contra Afrodita. – ¿Niños?
-¿Que hicieron con Camus y Hades?
-¿Qué?
-No nada olvídenlo, solo que ustedes de acuerdo, es raro.
-Hay niños, si no fuera porque el bicho rastrero es su padre ni me esforzaba por ayudar.
-Que considerado papá, no te vayas a cansar.
-¡Niños!
-Ya perdón.
Tanto camino ya nos tenia artos a todos, teníamos que darnos prisa, lastimosamente no podemos perder tiempo, era tonto. Todos se detuvieron y Atenea nos agarro de la mano, sentimos lo que ellos, algo nos quería acorralar.
-Otra vez no.
-Niños silencio, esta vez querrán hacerles daño a ustedes.
-Atenea podemos defendernos…
-Pero esta vez somos nosotros los que intentaremos protegerles comprenden niños.
No la reconocíamos, esa no era la Atenea que conocíamos nosotros, nos tomaba de la mano con fuerza pero delicadeza, frente a nosotros una gran bestia apareció, jamás habíamos visto tal cosa, Shion y Dhoko se adelantaron para hacerle frente. Verlos pelear a todos juntos, también Hades les ayudaba, se mantenía al frente de Atenea para que tampoco saliera lastimada. La bestia con sus grandes garras aventó a Shion, pero Dhoko contraataco.
-¿Shion estas bien?
-No te preocupes, lo estoy.
-¿Qué es eso?
-No tengo idea Afrodita.
-Jamás había visto algo igual.
-Ninguno de nosotros Death…
-Atenea llévese a los niños.
-Vamos atenea hagámosle caso, los niños no deben estar aquí… -Eso lo recordábamos, ya sabíamos a que escena correspondía ese “monstruo”
-Es un erizo gigante… ¡chicos háganlo entrar en esa agujero!
-Pero…
-Solo háganlo, asústenlo, empújenlo, o lo que sea, pero si entra ahí ya no saldrá.
Comenzaron ha evadirlo y guiarlo cera del agujero que les señalamos. Atenea aun nos mantenía con ella, Pero nosotros estábamos nerviosos, no queríamos que algo les pasara, después de todo es nuestra loca familia.
-¡A donde creen que van!
-A ayudar Atenea...
-Pero niños…
-¡Mu!
-Está bien.
Esos niños nos querían matar de un infarto, pero parecía tenían un plan, asi que los dejamos y cubrimos para que ese animal no se escapara de nosotros o dañara a los niños, Hades nos mataría si les hacían un mínimo rasguño. Mu llamo la atención de ese animal y después con un empujón Death y Dita lo hicieron rodar en dirección del agujero, antes de llegar se detuvo y se regreso a atacarles, pero Mu intervino con su Cristal Wall.
-Ahí viene… ¿?
-Gracias Camus…
-No fue nada, vean, si le damos un empujón mas se quedara ahí, solo estamos a unos metros.
-¿Saga estas pensando lo mismo que yo?
-Claro que si foto copia.
-No soy una foto copia.
-Pues yo soy el mayor.
-Olvidémoslo por ahora.
-Bien a las tres, Camus, Shaka.
-Una…
-Dos…
-¡Tres… Ahora Aldebarán!
Aldebarán logro empujarlo y el erizo se quedo atorado en el agujero, lamentablemente no nos salvaríamos de la furia de Hades escuchamos gritar a los niños, volvió el rostro, estaban bien, pero el animal los debió golpear mientras lo distraían.
-Niños está bien solo s un golpe…
-Cubo con patas lastimaron a mis hijos…
-Papá no, nosotros nos metimos, no es culpa de nadie.
-Sin duda eso fue raro.
-Raro, se te olvida como estamos vestidos verdad Mu.
-No, pero aun asi amerita la palabra.
-Chiquillos traviesos, pero al menos están bien y no es grave.
-Saga, Kanon no nos digan asi.
-Vamos niños ya.