CABOS SUELTOS
Me desesperaba un poco verme en este lugar, Hades ya se estaba comportando raro con tanta amabilidad, y lo peor de todo es que ya sospechaba porque era así. No quiero causar más daño o destrozó, pero será mejor que pare esto antes de que se baya de control.
-¿Milo ocurre algo? –Entre a su habitación.
-Me quiero ir.
-Pensé que estabas bien aquí…
-No es eso, solo quiero volver, necesito ver a Camus.
-Está bien… te llevare al santuario solo si mantienes boca cerrada y me prometes otra cosa.
-¿Qué quieres? –Ya tengo cara de pocos amigos.
-Que prometas volver después, unos días.
-Está bien, pero solo unos días, ¿sin trampas?
-Sin trampas.
-¿Seguro?
-Sí, estoy siendo honesto, te doy mi palabra Milo. –La palabra de un Dios debe tomarse como un juramento que no se puede romper bajo ninguna circunstancia, aun así no soy muy confiado.
-No confió del todo, pero está bien.
El viaje fue un poco movido, pero ya estando de regreso todo estaba mejor, los niños corrieron rumbo a los templos dejándonos atrás. Hades solo guardo silencio, desde que pisamos las afueras todo se puso en silencio; los niños regresaron corriendo, eso era extraño.
-¿Qué ocurre? –Hades los paro.
-¡Nieve!
-¿Nieve?... –Eso me desconcertó. -¿Donde?
-¡Sí! ¡En los templos!
-Camus… -Camus debía estar muy enojado, cuando nieva en acuario es porque Camus está enojado. –Espero no esté tan molesto… -Seguimos caminando, de seguro no era tan grave su enojo, a lo mucho me golpearía en la cabeza y me aria limpiar la nieve de su templo. -¡Demonios estoy muerto!...
-¡Nieve en el santuario de Athena!...
-Y en todos los templos… me va amatar… -Camus hiso nevar en todos los templos desde piscis hasta Aries.
-Que le pasa a Acuario, solo te pedí prestado unos días. –Estaba congelado, cuando me viera me mataría, estaba demasiado enojado, era obvio como para que la nieve llegara a todos los templos. -¿Milo?
-Soy un escorpión muerto…
-¡Papá!... ¡papá!
-¿Qué?... –En realidad tenia pánico de verlo, pero debía verlo para que dejara de nevar.
Subimos con cuidado los escalones, al inicio Mu salió con mantas encima, estaba helando, solo se me quedo viendo, y lo único que nosotros veíamos eran sus ojos porque estaba cubierto de pies a cabeza. Aldebarán estaba igual y los gemelos abrazados con todas sus cobijas encima, Death no estaba, seguramente el inframundo era más cálido. El gato y Shaka estaban juntos en la habitación de virgo, no quería enterarme que hacían; siguiendo libra vacio y al fin mi templo, todo estaba congelado en el salón principal, esperaba las habitaciones no estuviesen igual, envié a los niños a ponerse algo abrigador, aunque a ellos no parecía afectarles el frio y yo seguiría solo.
-Vayan rápido.
-Papá…
-Obedezcan a Milo.
-A… está bien…
-Yo iré solo a verlo, será mejor…
-Mejor me encargare yo.
-Es mejor que solo haya un muerto… soy el único mortal así que mejor voy solo…
En sagitario estaban Shura y Aioros juntos, parecía que la cabra era la única que consiguió encender fuego dentro del templo en la vieja chimenea. Me les quede viendo, ellos solo me mostraron su apoyo con el pulgar arriba. Y terminando la soledad de capricornio estaba acuario, la peor tormenta que he visto.
Era difícil subir, había hielo en los escalones, pero ya había pasado antes, así que subiera con la mayor velocidad y cuidado posible. La entraba estaba solitaria su guardián debía estar más adentro; y efectivamente escuchaba su vos más adentro su eco en el hielo.
-Egoísta… loco… descuidado…
-Camus deja esta tormenta por favor. –La vos del patriarca, intentaba calmarlo.
-Su Camus, cálmate. –Y Dhoko, seria en vano, tenía que ser yo el que arreglara esto.
-¿CAMUS?... ¿Estás aquí?
-Bobo… ¡imbécil!...
-Ca… Camus… -Tenia que acercarme con cuidado estaba de espaldas a mí.
-Camus basta con esta tormenta ¡ahora! –Atenea lo pondría peor. -¡Ya que nos estamos congelando! –Efectivamente.
-¡Cierre la maldita boca!...
-Camus espera… -Odio esto, me congelo por Atenea, no lo vale pero Camus no debía hacerlo.
-Mi… Milo… ¡!
-Para tu tormenta Camus, hay que descongelar a Milo.
-… La parare pero que así se quede Milo, se lo merece.
Estoy solo conmigo mismo, no es tan malo, aunque hace mucho frio y me está comenzando a dar algo de sueño, también ya deje de sentir las piernas y los dedos de las manos. Solo espero que Camus no me deje aquí para siempre, pero si así me perdona y deja de caer nieve está bien.
-Congelaste a Milo… pobre.
-Camus creo que te sobrepasaste; afro tiene razón, pobre.
-El se atravesó Shaka… se lo merece además.
-Al menos salió el sol de nuevo.
-Aioria…
-Que Shaka, eso le pasa por irse… ¡!
-Ignoren a mi hermano menor, esta bromeando.
-Aioros Suelta mi oreja… duele…
-Camus descongela a Milo ahora o se va a morir.
-Dhoko tiene razón lleva más de dos horas ahí.
-Está bien Patriarca… -Al fin puedo abrir los ojos, pero no veo, tengo el cabello en la cara. –Listo.
-¿Milo? –La vos de Dhoko.
-Ah… -No podía moverme, no sentía el cuerpo, odio el frio en definitiva. –Ah…
-¿Milo estas bien?
-Aja…
-¿Y porque no se mueve patriarca?
-Estaba congelado Aioria, por eso no puede. –También estaba Shaka. –Y ahora esta empapado.
-A… a… ach…
-¡Camus!
-Milo vamos muévete ya. –Aun está enojado, Dioses quiere congelarme de nuevo.
-No… puedo…
-Camus, tiene los labios morados igual los dedos de las manos. –El patriarca me quito el cabello de la cara, estoy empapado en agua fría, hay hielo alrededor, no siento nada.
-… gracias… pero no me abrase que duele…
-No te estoy abrazando debemos moverte de aquí.
-¡Papá!
-¿Escorpio?...
-Sí… ¿me ayuda alguien?...
-¿Qué ocurrió?
-Nada niños, solo… Camus me congelo… ahuch… -Me truenan los huesos, eso es doloroso.
-Definitivamente sigue congelado.
-No tenias que tronarme el brazo como a una muñeca… gata sarnosa…
-Así que era verdad, Acuario en verdad te congelaba.
-Si digo las cosas es por algo…
Sería muy doloroso pero tenían que sacarme de acuario para terminar de descongelarme por completo. El patriarca, Dhoko y Hades me levantaron, parecía me llevarían al templo del patriarca, yo solo veía a Camus en el fondo, aun estaba molesto, pero ya descongelado hablaría con él.
-Ya esta lista.
-Entendido Shion; metamos ya a Milo. –Un baño caliente no me vendría mal.
-Sigue siendo un poco exagerado que te congele. –Dhoko no entenderá jamás la situación. –Golpearte sería lo más razonable.
-No necesito que me tengan compasión… así estoy bien… ¿Patriarca los tres tienen que estar aquí?
-No te puedes mover, pero está bien… Dhoko, Dios Hades salgan.
El patriarca nos cuido a todos, pero sigue siendo un desconocido para mí, después de todo solo soy un huérfano al que dejaron olvidado en una calle y un anciano se compadeció para cuidarle. Esa es la vida que nos cargamos todos.
-¿Hay algo que quisieras preguntar Milo?
-… -Ya volvía a tener sensación en los brazos. -¿Cómo supo que éramos nosotros? ¿Se pudo equivocar?
-No dependía de mí.
-No me venga con acertijos.
-No es un acertijo, en verdad no dependía de mí. –Cada día es algo mas intrigante que nosotros fuéramos quienes terminaron aquí, necesito un por qué.