LA VERDAD DEL PATRIARCA
Seguía en el baño del patriarca, el agua caliente me devolvía la sensación en el cuerpo, creo que fue el tiempo más largo que me ha congelado, dos horas, siempre lo hacía solo unos minutos cuando éramos más jóvenes, y en ocasiones me daba la impresión que lo hacía solo por divertirse a costa mía.
-… -Ese silencio incomodo que surge en las charlas es muy extraño. –Nosotros… ¿puede ser que se haya equivocado al escogernos?
-Como ya te dije no dependía de mi Milo… había instrucciones que seguir… había un escrito que…
-Dígame la verdad, ¿Fue por accidente que somos huérfanos o alguien hiso algo?
-El destino, aunque puede ser cambiado a los dioses les gusta tener seguras algunas cosas, para Atenea lo eran ustedes, yo solo seguí instrucciones para ayarlos. –Siempre son los Dioses, a veces es bueno ignorarlos por un tiempo y aclararse, pero sabemos que son reales que es lo peor.
-¿Qué instrucciones?
-No puedo decírtelo Milo, ese tipo de designios solo surgen.
-Pero me incumbe, soy yo el afectado… -Decidí sumergirme en el agua después de eso, el frio ya se estaba calmando en mi.
-Milo sal de ahí… ¡Milo sal!... ¡Milo!
-¿Qué le pasa, no puede uno relajarse un rato?
-Creí que estabas haciendo berrinche igual que de niño.
-Ya no soy ese mismo niño de dos años que se encontró.
Al fin gracias a un rato enfrente del fuego termine de entrar en calor, aunque tuviera que estar con una sabana desnudo en el cuarto del patriarca, eso era incomodo y tétrico. La puerta tras de mí se abrió despacio.
-¿Milo estas bien?
-Claro Camus, no es para tanto ya estoy bien.
-Yo… ¡Eres muy idiota porque te quedaste halla!
-¡No me grites!...
-¡Me tenias preocupado, tú tienes que quedarte aquí, no puedes estarte yendo a otras partes sin decirme!
-Ese es el problema… ¡no soy una chica como para que me estés celando de esta forma, Camus si confías en mi no deberías hacer este tipo de cosas!, te portas…. Te portas… ¡Te portas como yo!
-¡!... no es verdad.
-Claro que sí, te estás portando como yo Camus.
-¿Cuándo es que cambiaste?... tú no eres así… tú no eres el escorpión que conozco…
-Desde niños hemos sido amigos… date cuenta que si me portaba así contigo era para protegerte, no podía ser débil, tengo dos hijos Camus, no podía seguir igual… si te molesta tanto que esta parte de mi salga ahora, dilo.
-¡No me molesta, pero tienes que entender que me preocupa estés en ese lugar!
-Sabes que solo tú me gustas, si eso querías oír, no es algo que deba preocuparte, nunca me quedaría permanentemente.
-… ponte algo de ropa. –Me había olvidado de que estaba desnudo, al levantarme solté la sabana.
-Me has visto muchas veces así… además mi ropa sigue mojada en la ventana.
-Te traeré algo de tu templo, y después acompáñame a acuario.
Camus me llevo mi ropa, y después lo seguí, aun algo entumido, pero en acuario el clima ya estaba más normal, la nieve se derretía rápidamente. En su habitación, todo es silenció en este templo, Camus es muy frio con todos, y eso duele en ocasiones.
-…
-Duerme aquí esta noche Milo. –Me sorprendió esa petición. –Quédate conmigo…
-¿Papá?... Camus.
-Su padre está bien, se va a quedar conmigo.
-Bueno… te lo dejamos, pero no lo vuelvas a congelar.
Me sorprenden cada día eso niños. Camus estaba sentado a un lado mío, yo estaba debajo de todas las cobijas, cuando llego la noche me dio un frio inexplicable. Pasaron unas horas y me comencé a quedar dormido, Camus se acostó a un lado y me abrazo, jamás es así de rápido, siempre espera. Ambos nos quedamos dormidos, y en ese momento no sentía ese frio como cuando me desdeñaba, incluso darnos la mano me congelaba, ahora me daba calor su cercanía.
-Milo despierta. –Sentí se alejo, yo no quiero despertar. –Milo.
-… cinco minutos…
-Escorpión despierta…
-… Camus ya basta… no estoy para jugar…
-Tienes fiebre.
-No me siento bien…
-Quédate en la cama.
Me sentía muy mal, Camus salió un momento y me quede dormido de nuevo, estaba cansado, y tenía frio aun, no dejare me congele de nuevo.
Milo se despertó cansado, su cara no me gusto, parecía que dejarlo congelado por tanto tiempo lo enfermo un poco, mínimo lo compensaría atendiéndolo, le llevaría el desayuno. Entre y estaba dormido, es muy flojo, solo que se removía mucho en la cama y no era normal, él cae como piedra. Se movía de un lado a otro y su tos era espantosa, toque su frente, estaba más caliente que antes.
-Milo… Milo abre los ojos…
-Cof… Camus, déjame dormir… cof…
-Estás enfermo, vamos espera no te duermas.
-Mmmm… vasta Camus apártate… -La fiebre lo incomodaba, debíamos llevarlo a un medico en el pueblo.
Pedí permiso al patriarca, aunque necesitaría ayuda para llevarme a Milo en ese estado, era pesado, y se movía como loco por la incomodidad de la fiebre, tenia frio, pero le daba calor cuando lo tocábamos.
-Como que alguien viene tan temprano… debe ser cualquier cosa.
-Son caballeros…
-Entonces prepárate, deben ser huesos rotos, contusiones, etcétera… veamos.
-¿Quién es el médico a cargo?
-Yo… -Estaba comiendo. -¿Qué le pasa?
-Tiene fiebre.
-¡Camus dile a Alde que me suelte… tengo calor!
-Tráiganlo a la cama. –La temperatura de Milo estaba por el cielo, parecía se sorprendió al saber cuánto tenia de fiebre. –Es peligroso… no tengo mucho aquí, solo este antibiótico, pero no le hará ni cosquillas, hasta dentro de dos o tres días recibiré medicinas…
-Camus…
-¿Milo? ¿Qué pasa?
-Tengo calor… y frio… -Jamás había visto así a Milo.
-Es lo único que le puedo dar, llévenlo a descansar, que no salga de cama, y sujétenlo, le va a doler posiblemente el piquete.
Milo ni se percato, siendo que detesta las agujas aun siendo el santo de escorpio, parecía su malestar no lo tenía con nosotros. Nos devolvieron a los templos, ese consultorio apenas y sobrevive aquí, y Milo necesitando ayuda cuando no tienen nada.
-¡Camus!... –Tenía fiebre y estaba fastidioso.
-DUERMETE MILO…
Salí un momento a tomar aire, lo deje dormido tranquilamente. Pero al salirme dé su habitación me tope con Hades, se me quedo viendo fijamente, parecía me culpaba por lo que sucedía.
-¿Tiene fiebre alta aun?
-Sí.
-Me haré cargo, así seguirá por días si no se hace algo…
-Sin intervención divina se recuperara, ya lo ha hecho antes. –El patriarca Shion. –Milo no será tocado por un Dios, se debe recuperar solo.
-Pero está muy enfermo, no hay medicinas.
-Milo ya se enfermo así una vez, solo hay que esperar, cuidarlo y consentirlo un poco.
Recordé que en una ocasión contagie un resfrió a Milo, pero este se enfermo casi de muerte, como si no tuviera defensa alguna. Tendrían que mantenerlo cómodo hasta que se recuperara. Pero no era agradable verle en esa situación en ninguna circunstancia.
-¿Cómo sigue papá?
-Está durmiendo, no es recomendable que entren a la habitación o se pueden contagiar.
-Usted también…
-Niños, entiendan que son pequeños, y aun siendo semidioses…
-Entiendan ustedes, es nuestro padre y no es justo lo que le están haciendo todos.
-Creo que será mejor Hades se los lleve…
-No es justo, ustedes hablan de tomar sus propias elecciones, pero a nosotros no nos dejan decidir nada. –Habíamos respondido a Shion, jamás lo habíamos hecho como tal, pero queremos mucho a papá. –Jamás nadie nos ha querido tanto con él, y queremos que ustedes se decidan.
-¿Ocurre algo niños?
-Acuario como sigue el escorpión, espero que jamás lo vuelvas a congelar o sino…
-Eso es algo que un Dios no le debe interesar, solo es un humano.
-Hg… si eres tan egoísta como para no ver que Milo solo necesita algo de cariño de verdad no mereces el corazón del escorpión. –Acabábamos de escuchar hablar con tanto sentimiento a nuestro padre Hades, era como si sintiera algo por él.
-Hay no… -El patriarca parecía saber algo.
-¿Patriarca que ocurre con usted?
-Camus, creo que es hora de decirles la verdad…
Shion reunió a todos y dejo a nuestro padre vigilado por guardias, en su estado no podría salir, pero quería estar seguro. Frente a Athena todos estaban y Hades también se quedo para escuchar, parecía que sabía lo que pasaba, o parte de ello.
-¿Qué es lo que ocurre patriarca?
-Saga, Kanon, los reuní aquí para decirles algo sumamente importante…
-Sera mejor que les diga ya…
-A sí, Dios Hades… -Se aclaro la garganta. –Bueno, sabrán que Milo está enfermo.
-Sí, pero porque nos reúne sí solo es…
-Shaka… hace tiempo cuando ustedes llegaron aquí, recibí la petición de las pitonisas de Delfos para verme, fue algo muy extraño porque nunca piden ver a otras personas, menos que me pidieran los llevara a todos.
-Nosotros no recordamos nada de eso, al menos no yo.
-Fue porque me encargue de que no recordaran nada Aldebarán.
-Maestro... Pero…
-Mu, era muy peligroso recordaran ese día, sobre todo para Milo…
-Si no mal interpreto también tiene que ver con que se supiera quién era la desgracia entre Kanon y yo.
-Sí, pero las pitonisas me dijeron algo más.
----------FLASHBACK-------
Shion se encontraba en camino a la morada de las pitonisas, ahora permanecían escondidas del mundo moderno. Se dirigía con un grupo de niños, esos niños eran la esperanza de la seguridad del mundo.
-Patriarca, el sumo sacerdote de la diosa de la guerra.
-Así es, he venido como lo solicitaron, pero me temo que no se la razón…
-Es muy simple, sabemos quién es la estrella de la desgracia en géminis, y el santuario requiere saberlo.
-Efectivamente. –Las mujeres rodearon a Shion.
-Aquel niño llamado Kanon es la desgracia, pero su hermano Saga posee un corazón dudoso, de usted dependerá el camino que ellos elijan…
-Lo entiendo…
-Aun hay más… -Observaron a los niños sentados a lo lejos atreves del agua en una pila. –Traiga a uno de los niños…
-… A…
-Su nombre es Milo, deje a los demás dentro, estarán seguros en los muros.
Shion fue por Milo y dejo a los demás en la entrada. Lo llevo donde las pitonisas, estas estaban muy interesadas en el niño y lo jalaron de inmediato donde ellas. Milo veía a las mujeres sorprendido.
-Milo…
-Que bello nombre.
-¿Qué es lo que ocurre? –Milo era un bebe aun, Shion no entendía.
-Patriarca… -Milo siendo un bebe buscaba la seguridad en lo conocido.
-Milo ven con nosotras… danos tu mano.
-Ay… -Cortaron la mano de Milo y dejaron caer la sangre en el agua.
-¿Qué es lo que hacen?...
-El santuario se prepara para otra guerra inevitable, y como siempre los caballeros se levantaran par a proteger a la diosa Athena, la luz de la Diosa vencerá sobre el rey de los infiernos…
-Pero en esta ocasión las muertes no serán en vano, Athena los devolverá a la vida, pero para evitar una nueva guerra Athena tendrá que hacer un trato.
-¿Qué clase de trato?
-La soledad del inframundo debe ser rota, así que uno de los caballeros deberá quedarse, de nacimiento ha sido destinado a quedarse por toda la eternidad, fue hecho para ello, y ese es el niño llamado Milo.
-Milo… -Shion abrazaba al pequeño que veía su mano asustado.
-Ese es el destino de Milo, y el santuario lo debe criar para ello.
---FIN DEL FLASHBACK------
Todos los caballeros estaban atónitos, esa historia daba la razón, habían vencido y vuelto a la vida, Milo le había dado un nuevo propósito al dios dl averno, ser padre. Entonces Milo no le pertenecía al santuario.
-No… Milo es mío… -Camus estaba asustado, nuestro padre era un utensilio de los Dioses, su existencia tenía un propósito oculto. –Milo es mío.
-¿Qué?... –Todos estaban helados, nosotros sorprendidos.
-No sabía quién era, pero sabía que había nacido en esta era, después descubrí que era Milo...
-Sabrán que Milo es imprudente, infantil e impaciente...
-En gran parte gracias a que siempre lo encerraba… -Aioria abrió la boca y murmuro.
-Me encargue de criar a Milo no solo para la batalla, también para esto, pero jamás imagine que Camus se enamorara de él, los aparte lo más posible, pero al final perdí. Milo fue criado para ello, y así debe cumplirse.
-Pero eso no hará feliz a Milo.
-¿Que acaban de decir hijos?
-Que eso no hará feliz a Milo… ustedes dicen que ese es su destino, pero le han preguntado lo que quería, él ha peleado toda su vida por proteger a otros, y jamás le han preguntado lo que quiere, se guardo sus sentimientos y no es justo.
-Ya han desafiado mucho lo que los dioses quieren, y voy a pelear por esto, es lo único que me queda además de ustedes en ese horrible lugar.
-No… sobre mi cadáver te llevas a Milo.
Camus estaba muy alterado, y quien sabe lo que sería capaz de hacer, pero por Milo el lo entregaría todo. Los dioses son crueles, los humanos son juguetes, pero debía haber una forma de que todos fueran felices.
-¡Camus!... Búsquenlo y si intenta salir atrápenlo, intenten no usar la fuerza.
-¿Qué hacen? –Shion daba órdenes absolutas.
-Camus se llevo a su padre, ataco a los guardias y se lo llevo.