LAGRIMAS
Perséfone abandono a Hades, yo no soy capaz de lo mismo, pero se lo acababa de hacer a Camus. Los días no son iguales aquí abajo, pero todos son amables conmigo, Hades no me ha hecho daño alguno ni obligado hacer algo más que dormir a su lado, pero mi melancolía es mayor al ver que mis hijos ya no le hablan.
Los espectros, Hipnos y Thanatos, Pandora, todos en el inframundo ahora me conocen, saben quién soy y que hago ahí abajo, saben que me quedare para siempre, aunque aún hay un sacrificio que debo hacer.
-Milo, alguien vino a verte.
-… ¿Quién pandora?
-Athena…
-Milo… cuanto tiempo, te extrañamos mucho…
-Athena… -Me pongo de pie, ya no soy un mortal común, no hago reverencias a los dioses porque me ven igual a ellos. -¿Cómo esta todo en la tierra?
-… Quería darte esto, además de que aunque vivas aquí siempre serás el santo del escorpión, por ello tu armadura reside aquí. –Da rodeos, no me quiere decir que ha pasado para no ponerme triste.
-Athena… les extraño a todos… no me agrada ser esto…
-Te rejuvenecieron…
-Hades me lo pidió, solo son un par de años menos… fue a cambio de no perder mis recuerdos.
-Camus me dio esto para ti. –Una rosa blanca congelada, siempre las congelaba y estas no se derretían, pero conserva su perfume y belleza.
-Dile que le enviare cartas con Hermes, pero no lo comente a nadie…
-Cuenta con ello Milo… ¿Y cómo te sientes?
-Muy triste… hay días en que no quiero volver a despertar… solo soy un humano Athena…
-Sabes que ya no eres un humano común.
-Mi cuerpo ya está dejando de obedecer a las leyes físicas mortales, pero aun puedo morir… -Me abrazo, ha cambiado tanto esa mocosa odiosa.
-Seguro que podrás ser feliz, Si te pones triste Camus también lo estará, hagan sus vidas, y solo dejen en el pasado todo.
-… me pide dejar mi felicidad… por la tierra… pero si Camus logra ser feliz sin mí lo estaré yo…
-Milo debes devolverlo. –Tomo mi mano.
-… no puedo, es el recuerdo de mi felicidad…
-Está bien consérvalo, pero ya no puedes usarlo en tu mano. –Me quito el anillo, Camus me lo dio; ella me estaban haciendo un regalo, arranco una delgada hebra de su cabello, con ella ato el anillo a mi cuello. –Te deseo ser feliz Milo, que puedas sentirte en plena paz, este cabello es mi regalo hacía ti, te asegura mi plena protección y cariño. –Es como una fina cadena de color lila, no se rompe.
La noche llega y el temor de dormir en esa habitación es grande, pero así lo decidí, pude quitarme la vida y ser condenado antes de que me regresaran, pero muerto sería la peor decisión. Ahí está dormido, solo entro en la cama en silencio.
-¿Qué dijo Athena?
-Que me extrañan…
-¿Cómo te sientes?
-Cansado…
-Milo creo que es mejor ya no les veas… Milo… descansa, pero no derrames lagrimas de nuevo esta noche…
Lloro tanto que no me doy cuenta cuando las lágrimas salen solas, incluso soy testigo de los juicios y mis lágrimas me traicionan, fui humano, sus penas yo también las sentí. Me volvió un joven para que nadie me toque, ni los otros Dioses, Afrodita aun resentida me pidió perdón.
-Con que le quitaste años, no tantos para que aun sea creíble es padre de los gemelos, pero ahora es un niño.
-Si lo hubiésemos recogido de bebe abría sido criado y moldeado para solo pensar en ti Hades.
-Zeus aléjate de él; y no quiero a un ser automático Hera, por eso lo criaron en el santuario, para que pensara por sí mismo, pero se enamoro de acuario…
-Debiste ser rápido e ir por él cuando era un joven aprendiz, incluso perdió su castidad con acuario, eres muy voluble Hades.
-Abría sido un niño que perdería sus amigos, seria trauman te en esa edad.
-Hades… podríamos volver…
-Claro.
Todo lo que pido menos volver se me da, pero no quiero nada. Mis hijos son mi único consuelo, pero pronto aun en esta corta edad serán dirigentes de este lugar, se encargaran de mandar a los tres jueces y Pandora. Y con ello hades dice tener una sorpresa para mí.
-toda orden de sus bocas será acatada, mis hijos serán quienes les coordinen en todo momento y les obedecerán
-Sí señor Hades.
-Melina, Blas, su responsabilidad como inmortales aun siendo jóvenes comienza aquí, no me defrauden.
-Sí padre, juramos que no te defraudaremos. –No son espectros, pero aquellas vestiduras son negras como las da estos, me recuerdan cuando a nosotros nos nombraron caballeros de oro.
-Milo ven aquí por favor.
-Sí Hades…
-Formalmente no hay nada entre nosotros, por ello quiero que te cases conmigo. –Me entrego una pequeña caja que no tuve valor de abrir. –Lo digo enfrente de todos. –Los espectros son muy respetuosos, no comentarían nada al menos en su cara.
-… gracias… -No me gusta darle la mano.
-… acompáñame.
Si es posible morir de amor eso me está pasando a mí, siento como si espinas rodearan mi corazón y comenzaran a destrozarlo, inclusive mi salud lo está reflejando, pero intento mantenerme fuerte frente a todos aquí abajo, no soy un simple mortal, pero a quien engaño soy humano tengo sentimientos y me duele mucho.
-… ¿Y esa rosa?
-Alguien me la envió.
-Acuario… quisiera que nos diéramos una oportunidad de llevarnos bien Milo, por eso te hice la propuesta. –Puede ser amable, pero cada segundo hace que las espinas se claven más en mi corazón. –Ten cuidado estas sangrando de las manos. –Me hiso soltar la rosa, la rosa que me envió Camus.
-… -Tengo tanto frio, no puedo dejar de temblar… no, no es frio es dolor, es tristeza, puedo escuchar algo romperse.
-Milo… eh… Milo… ¿Estás bien?... ¿Por qué tiemblas?
-… -Cristal está cayendo, su estridente ruido me pone peor, porque es mi corazón; siento las lagrimas recorrer mi rostro, solo quiero dormir y no volver a despertar.
Después de aquel fallido día en que nuestro padre Hades le propuso matrimonio papá ha estado en cama en una habitación aparte, no deja de llorar, inclusive los Dioses ya han intentado hacer que deje de derramar lágrimas porque a este paso se va a morir de tristeza o cansancio.
-… -Sus gimoteos nos recuerdan a nosotros.
-Papá ya deja de llorar.
- hg… -Hay formas de invocar al demonio, y una es decirle a un humano que se calme, se vuelve una tragedia.
-No podemos verte más así, deja de llorar por tu propia paz.
-No quiero… hg… no merezco paz…
-Jovencitos ya deben volver a sus deberes.
-Pandora... –Ella lo vigila, pero es cansado, se nota que ni ella puede conciliar el sueño después de ver un corazón tan destrozado.
Que intentos no hemos hecho para deshacer todo esto, pero ninguno ha funcionado, los olímpicos ya nos regañaron por interferir y reunir a los dos santos. Pero siendo sinceros es cruel y triste, es como si a ellos les pidieran dejar lo que más quieren.
-Señor Hades… pero que va ha hacer…
-Ver a mi prometido.
-Pero Milo no…
-Hg… ¡!...
-Milo la boda será en cuatro días… -se sentó detrás de mí. –Milo…
-… -Me escondo en las cobijas.
-Descansa por favor, esto es lo último a hacer, te prometo que estarás bien aquí.
Al fin solo queda un montón de cristales de lo que fue mi corazón. Preparaban todo y yo dormido, Hipnos debió hacerlo, que durmiera mientras preparaban todo, y al despertar aunque con menos cansancio estaba la boda en puerta. Permanecí dormido todo un día, y me despertaron para la preparación de la celebración, se un poco de las viejas costumbres.