Me sentía incomodo no podía creer lo que había pasado, me excite por ese imbécil pervertido que había robado toda mi privacidad, acaso este día podía ser peor claro que si apenas la tortura había comenzado, pues para mi mala suerte mi padre ya había llegado.
- Hijo baja vamos a comer..- grita mi madre y siento como mi cuerpo se tensa, ok ahora que haría tenía que huir sí, eso haría me iría por la ventana mientras podía.
- Ni se te ocurra querido..- susurra Alucard a mi espalda, pero como se había dado cuenta de mi intento por escapar de esta pesadilla.
- No puedes obligarme a bajar..- gruño en una pose de soy un chico malo que no te obedecerá, sus pasos son lentos pero seguros su mano me agarra del brazo bueno, y con fuerza me lleva hacia las escaleras.
- No creo que estés en posición de negarte..- mascullo mordiendo mi oreja, llegamos a la sala, donde yo suelto un maldición al encontrarme con la mirada de mi padre.
- Todos vengan a la cocina la cena esta lista..-dice mi madre donde nos dirigimos calmada mente, aun que yo siento más bien que voy al campo de batalla directo a que me fusilen.
- Bien.. ¿y tu quien eres?..- pregunta mi padre serio mientras se sienta en la silla de la mesa, yo me siento al lado de él y de Alucard seguido de mi madre que se encuentra al lado de mi padre.
- Es su pareja –soltó mi madre haciendo que mi padre se atragantara con la comida.
- Eres marica..- me dice mi padre lo que faltaba ahorra se venía lo peor.
- Yo diría más bien homosexual..-explico relajado Alucard mientras veía la comida con duda.
- Ho así que usted es aquel que se atreve a arrancar a mi hijo del lado de lo correcto, llevándolo a su mundo de raros maldito mal parido..- gruñe mi padre levantándose de la silla, eso es papa dale su coñazo a ese maldito que quiere violar la privacidad de su hijo.
- Si lo soy y también el que se lo va a quedar..- pero miren que descarados nos salió el chico vampiro.
- Ha y se puede saber que intensiones tienes con el – grita mi padre al punto de que solo se contiene por la mano de mi madre.
- La misma intensión que tuvo usted con su mujer cuando estuvo de novios..- le respondió de golpe, ahora así estoy muerto por favor alguien quien sea si dios existe salven me por favor.
- A si… te vas a casar con el acaso..- gruñe furiosamente celoso debo destacar que soy hijo único, y bueno en tal caso es notorio lo dominante que es mi padre.
- Si no sería mala idea después de todo ya me vengo a vivir aquí, a menos que prefiera que me lo lleve conmigo- susurro con una lasciva sonrisa que hizo incluso sonrojar a mi madre alguien cállenlo.
- ”sea que te lo deseas coger..- grita mi padre al punto de quedarse sin voz.
- En pocas palabras también… su hijo es virgen..- le pregunta ahora si la estaca pásenmela que lo voy a matar, ahora si le doy lo que se merece a ese mal nacido.
- Como se atreve a querer robar la inocencia de nuestro niño..- gruñe mi padre a punto de lanzarse como fiera sobre Alucard, este sonríe divirtiéndose con la imagen.
- Bueno es muy fácil robársela- comenta mientras se pasa la lengua por los labios, el muy descarado- primero lo beso luego le subo la pollera, sabia que su hijo es realmente sensible cuando le toco los pezones y le agarro el trasero..- comenta de lo más relajado mientras me acaricia el cabello, mis mejillas están a punto de explotar incluso mi padre y mi madre están rojos de vergüenza.
- Sebastian sube a tu habitación..- susurra mi padre mi cuerpo se siente pesado, y tengo un horrible miedo de alejarme y dejar a esos tres solo.
- Papa yo..- trato de decir algo de dar una explicación que él no me gusta, que es solo un imbécil acosador pero de mi boca no sale nada, no sé porque cada vez que trato de decir lo contrario de lo que dice Alucard mis palabras se quedan a torradas.
- A tu habitación ahora..- grita mi padre haciéndome saltar de la silla, agacho la mirada y me dirijo a mi cuarto avergonzado al sentir como Alucard me daba una pequeña nalgada bajo las miradas atónita de mis padres.
Estaba en mi habitación como tigre en jaula do, que mierda había pasado ahí abajo y ahora que haría, que sucedería conmigo me enviarían a una academia militar, o peor me convertirían en padre no podían hacer soy muy joven para morir y predicar virgen, escucho pasos desde afuera y comienzo a temblar como magdalena, se imaginan a mí el bravucón de la escuela asustado por un estúpido acosador
.
La puerta se abre dejando ver a mi madre, la cual se veía muy pero muy nerviosa se sentó en mi cama y me pidió que hiciera lo mismo, me acaricio el cabello esperando a que yo digiera algo mas no sabía que decir ni que pensar.
- Tu papa sigue abajo con Alucard me pidieron que subiera que eso era una conversación de hombres..- susurra mi madre, dejando me la garganta seca eso era lo peor que podía suceder esos dos juntos era una unión desastrosas.
- Que sucederá..-pregunte asustado como un niño hacía años que no me sentía tan atemorizado como ahora, me aferre a mi madre como solía hacer cuando tenia siete años y espero lo que pronto sucedería, la puerta se abrió ahora con la mirada perdida de mi padre.
- He tomada una decisión y se va a respetar porque esta es mi casa y aquí mando yo..-gruño haciendo que mi piel se erizara.
- Que decidiste..- susurre sin saber como había acabado en esta extraña situación mire a Alucard aparecer por detrás con una enorme sonrisa en sus labios, lo que mas temí se hizo realidad- los comprometo se casaran dentro de cuatros meses..- lo escuche susurrar esas palabras bastaron para hacer que todo a mi alrededor se volviera negro con quien con un demonios me he metido.
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