Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Eres mío por Yukio x Rin-Cest

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 


Bien, desde que comencé este fanfic supe que era uno de los más raros que escribiría en toda mi vida.


No me he equivocado.


Si lo hubiera puesto más, claro, quizás hasta pasaría por bueno. De cualquier manera, agradezco que me hayas acompañado leyéndolo.


Este es el último capítulo.


Espero te guste.

 

Ginevra Weasley miraba el periódico sin verdadero interés. Desde que Harry había muerto algunos años antes ya no encontraba noticias que le resultaran interesantes. Suspiró aburrida, mientras que una pequeña mueca se formaba en sus labios. “Si me hubiera escogido a mí, no habría tenido que matarlo” pensó con cierto recelo.

Creyó que, como cada día, ninguna notica valdría la pena, hasta que lo leyó.

“El viudo Malfoy Potter desaparece repentinamente”

El título captó de inmediato su interés, y la fotografía donde el mencionado se evaporaba en el aire no hizo más que sorprenderla.

“¡Maldita sea!” pensó fúrica, adivinando casi inmediatamente lo que significaba...

Se levantó inmediatamente de su asiento, dispuesta a ir a por el rubio, hasta que sintió una varita en el cuello, seguido de una voz que le heló el cuerpo.

—Esta vez no harás nada, Ginny—advirtió Harry Potter a su lado— No dejaré que lastimes ni a mi esposo, ni a mis hijos.

 

 

El profesor Malfoy y Albus caminaban por los pasillos de Hogwarts con prisa, gracias a la capa de invisibilidad lograron ocultarse de todos los ojos curiosos.

— ¿Crees que Harry logre hacerlo?—preguntó preocupado Albus

—Si él lo dice, puede hacerlo—contestó seguro Draco, llegando hasta la dirección.

Se metieron tan sigilosamente que creyeron lograr su cometido, pero la risita conocida puso algo nervioso al mayor. Tantos años habían pasado ya…

—Señor Malfoy, me es extraño tenerle por aquí, ¿a qué debo su visita?—preguntó con total diversión Albus Dumbledore— Puedo verlo también a usted, señor Malfoy Potter—agregó, sonriendo

Y el menor sonrió también.

 

 

Mientras esto pasaba, el resto de los Malfoy Potter se daban en la búsqueda de una mujer por todo Hogwarts. El menor se sorprendió al ver que su padre daba casi inmediatamente con su ubicación, aun sin tener el mapa del merodeador, con una facilidad casi escalofriante.

—Granger—saludó Draco, saliendo de entre la capa de invisibilidad que Harry les había prestado— Cuánto tiempo sin verte

La castaña casi dio un brinco de susto al ver ante ella a un Draco Malfoy de probablemente 20 y tantos, o 30 y pocos.

—Malfoy—respondió, algo incrédula

Scorpius salió también de debajo de la capa, casi causándole un paro cardiaco a la chica, quien solo dejó salir un “Oh” realmente agudo al verlo.

—Mira, no tenemos tiempo que perder, Hermione—declaró Malfoy, serio, y la chica se sorprendió al oírlo llamarle por su nombre— Él es Scorpius, mi hijo… —presentó— Y el hijo de Harry—agregó para desconcierto de la chica— Es una larga historia…

—Tía Hermione, solo escucha por favor—pidió Scorp al ver que la chica estaba analizando lo que pasaba— En otro momento lo explicaremos bien, solo…

—Rechaza a Krum y acompaña a Harry al baile—pidió Draco Malfoy.

 

 

Ambos Malfoy, junto con Scorpius y Albus se reunieron algunas horas después. Se encontraban en el lago del colegio, mirando desde lejos como los cuatro magos competían por la copa.

— ¿Cómo cambiará esto el futuro?—preguntó confundido el profesor

—Si Harry salva a Hermione primero, ella tendrá suficiente razón para ir con él al baile—explicó Albus, comenzando a desvestirse

— ¿¡Estás loco?!—Casi le gritó Scorp haciendo que se vistiera de nuevo— A papá le dará un infarto si llega a verte ahí abajo—gruñó— ¡Eres idéntico a él!

—Por eso no lo asustaré, idiota—contestó Albus serio

­—Iré yo—dijo el profesor, para sorpresa de los otros tres— Vine a ayudarlos, ¿no?—mencionó antes de saltar con todo y túnica.

 

 

El dúo de Malfoy se encontraba en el cementerio, sin creerse mucho lo que estaban por hacer. El profesor continuaba preguntando qué rayos planeaban los hijos de su compañero mientras que el otro solo respiraba hondo.

—Esto es extraño, ¿qué rayos haremos con él luego?—cuestionó por quién-sabe-cuál vez el profesor

—Lo llevaremos con nosotros, y listo—respondió de mala gana el padre

— ¿Estás escuchando lo que dices? ¿¡Cómo rayos lo sacaremos de aquí en primer lugar?!—cuestionó algo histérico

— ¡Tú deberías saberlo! ¡Por Merlín! ¿¡Qué eres?! ¿¡Un estudiante asustado?!

— ¡¿Y quién me lo viene a decir?!

Antes de que pudieran continuar escucharon unos ruidos y se colocaron en posición. A duras penas lograron llevar consigo a Cedric, haciendo parecer que este continuaba tan muerto como debía estar.

 

 

 Mientras tanto, en el ministerio de magia, Albus y Scorpius se encargaban de cumplir con su parte del plan. Imitando los movimientos de los mayores Malfoy lograron rescatar a Sirius Black.

—Date prisa—decía algo alterado Albus a su hermano, quien ayudaba a caminar al hombre de oscuros cabellos, quien los miraba con sorpresa

— ¿Qué está pasando?—preguntó el hombre confundido, reconociendo que los chicos eran copias de Draco Malfoy y Harry Potter­

—Te salvamos, eso está pasando—contestó Scorpius, haciendo que acelerara el paso, debían apresurarse… O desaparecerían antes de lograr salvarse.

 

 

“Draco Malfoy miró a sus hijos con una ceja alzada, mientras que Harry simplemente meditaba lo que los muchachos decían.

—Es un plan bastante arriesgado, ¿lo tienen en cuenta?—preguntó finalmente Draco, mientras les miraba serio

—Lo sabemos, padre—contestó Scorpius

—Pero no hay muchas opciones—les recordó Albus, Harry asintió.

—Bien, entonces así lo haremos—aceptó el morocho mayor.

—Potter, ¿te estás oyendo?—preguntó algo alterado el profesor de posiciones— Si fallan, ellos… incluso tú podrías morir

—No puedo abandonarlos ahora, Draco—le dijo con una mirada triste— Jamás podría perdonármelo… El plan es simple, alterar los sucesos antes de la guerra simultáneamente—resumió

—Eso provocaría un cambio muy grande. Están hablando de impedir varias muertes, ¿cómo creen que lograrán algo así?—murmuró enojado, aunque ocultaba simplemente la preocupación de verlos ir directo al suicidio

—Salvaremos a cuantos podamos, y cuando sea hora, le daremos un giro a la guerra contra Voldemort—dijo seguro Albus

—Incluso si fallamos al final, sé que habremos hecho todo lo posible por salvarnos… a todos—aceptó Scorpius con orgullo

—Si es lo que desean hacer, yo iré con ustedes—dijo su padre, poniéndose de pie

—Yo también los acompañaré—avisó Harry

El rubio restante lanzó un suspiro.

—Tendremos que darnos prisa—comentó— Porque una vez que salvemos a alguien, la historia será totalmente distinta…”

 

 

 

 

 

Draco Malfoy padre, Draco Malfoy profesor, Albus Severus y Scorpius Malfoy Potter aparecieron finalmente en el Colegio de Magia y Hechicería luego de casi 10 horas separados, en ese poco tiempo los menores habían cambiado hasta lucir como chicos de 12 y 11 años.

— ¡Albus! ¡Scorpius!—gritó preocupado su padre al verlos, corrió hasta ellos casi con miedo. Los estrechó en sus brazos, mientras que estos comenzaban a sentirse algo culpable.

Si fallaban, provocarían una gran pérdida para el gran Draco Malfoy.

El profesor, frente a ellos, ahogó un suspiro frustrado. Quedaba poco tiempo. A un lado suyo se hallaban Cedric, Sirius y Albus Dumbledore.

—Esto es… —murmuró sorprendido el más joven, incrédulo de ver el colegio en llamas.

—La guerra—aceptó el exdirector de la escuela

— ¡Imposible!—casi gritó Black sin poder creerlo.

—Bien, ustedes tres—llamó el profesor de posiciones, llegando frente al trio, quienes le miraron atentos— Ya notaron lo obvio, ahora mismo se está viviendo la guerra contra Lord Voldemort. Para este día, deberían de estar muertos, pero nos hemos encargado de salvarlos…

— ¿Y cuál en su intención trayéndonos ahora a la guerra?—cuestionó con cierta rudeza Cedric

—Mi único interés en salvar a la persona que amo… Aunque es obvio que él tiene otros planes—dijo observando a su reflejo

Los tres pares de ojos se movieron en dirección  a Draco, quien reñía un poco a los chicos. Cuando se apartó de ellos los demás lograron ver que eran ahora unos niños de 9 y 8 años.

— ¿Ellos…?—quiso preguntar Sirius

—Son mis hijos—contestó Draco, dándose la vuelta para verlos— Y necesito su ayuda para salvarlos… —declaró.

 

 

Sirius observó desde su sitio como Harry y sus amigos salían de la habitación, tomando caminos separados. Por lo que había escuchado, Severus había muerto. Se sintió mal por el hombre, pero, recordándose que tenía su propia misión, se obligó a apartarse.

Alguna vez hubiese corrido a salvarlo, pero en ese instante solo le interesaba ayudar a dos personas. Haciendo gala de su discreción logró abordar a Harry cuando le vio solo.

— ¡Sirius!—casi gritó el chico cuando le vio

A señas le pidió guardar silencio.

—Shh… Harry, escucha… —pidió

—Tú… ¿cómo…?—se asombró

—Haz exactamente lo que te digo, ¿de acuerdo?... La vida de… alguien importante está en peligro—declaró

 

 

Cedric logró seguir a los amigos del muchacho de lentes hasta la cámara de los secretos, donde no le sorprendió que cumplieran su tarea.

“Bien, es hora” pensó.

— ¡Hermione!—gritó mientras se aparecía ante ellos

La chica, que hasta ese momento se encontraba en brazos de Ron, saltó al verlo.

— ¡Cedric!—exclamó entre feliz y extrañada, pero al ver como el otro corría a su encuentro no pudo más que imitarle.

 

 

Sirius corrió todo lo que le dieron sus piernas, sintiéndose mal por no poder alcanzar una velocidad mayor. A varios metros notó como el cuerpo de Lupin caía al suelo, y, a su lado, encontró el cadáver de su esposa.

— ¡Remus!—gritó asustado, sin creer que había llegado tarde

Corrió hasta llegar a su lado, y lo notó aun respirando, entonces se volvió a su esposa, tratando salvarla por todos los medios. “Respira” pensó a modo de súplica, pero, aunque lo deseó, no pudo más que apretar los puños al verla muerta.

—S-sirus… —escuchó que le llamaba el hombre, de inmediato dirigió su atención a él— ¿E-Estoy muerto?­—preguntó confundido, cuando se notó en brazos del otro

—No, no… Claro que no… —contestó Sirius, aliviado al verlo despertar— Pero…

—Es bueno… verte… —comentó, mientras sentía aun dolor donde el hechizo impactó— Quería… decirte algo…

—Lupin… Lo lamento… no pude salvarla… Sé cuánto… —decía el morocho aun con la culpa rondándole, pero cuando distinguió lo que el otro decía guardó silencio

—Lamento no haberte creído… —dijo, y esas palabras le tocaron el corazón.

Sólo existía una cosa a la cual podría estarse refiriendo. Sonrió como tonto al decir.

—Está bien, Remus… —susurró, más tranquilo, y acercó su frente a la del castaño “Fue mi culpa que dudaras de mi amor” pensó, recordando el motivo por el cual ellos se habían separado…

 

 

Una vez que volvieron a reunirse, Harry siguió las órdenes de su padrino. Inventando una conveniente excusa para sus amigos aceptó que Cedric había sido encerrado por Voldemort, pero que gracias a ellos había sido capaz de sobrevivir.

Luego, se encargó de advertir lo mejor que pudo a Hermione, sobre lo peligrosa que sería la batalla, y le pidió a su manera que se cuidara las espaldas. Gracias a esto, Ron tuvo oportunidad de cubrirle la espalda a su familia.

—Harry… —le llamó Cedric, justo antes de que él se marchara a su encuentro con el causante de aquella masacre— Ten cuidado… Hay alguien que te estará esperando—le recordó con una sonrisa sincera

El chico, sin entenderlo muy bien, solo pudo pensar en Draco.

 

Los hijos del niño-que-vivió, mientras tanto, se ocultaban en el bosque junto a su padre, quien no lograba entender aun cuál sería su último movimiento. Tras un intercambio corto de palabras el Malfoy solo pudo suspirar. En sus brazos, Albus y Scorpius lucían ya como un par de bebes.

 

Siguiendo el plan original, y apoyándose en los últimos retoques de este, Draco Malfoy, junto con sus hijos, se plantó delante del mago de lentes cuando este encontró la famosa piedra…

—Malfoy—se sorprendió Harry al verlo, sin imaginarse que la persona que tenía en frente no era una simple ilusión como él creía.

“¿Ha muerto?” se alarmó Harry al verlo frente a él

Sin decir ninguna palabra Draco se acercó a él hasta quedar cara a cara, acercó su rostro al del menor con intenciones claras, y dándole un corto beso que asombró al chico dijo:

—Por lo que más quieras… No mueras Harry—pidió

Y a duras penas el mencionado notó los dos bultitos en brazos del hombre, reconociendo de inmediato los cabellos rubios y azabaches.

No pudo decir nada como respuesta, pues el rubio había desaparecido.

 

 

Pero, contrario al plan, no fue por voluntad propia.

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

*Próxima y última parte: Epílogo (18 años después)*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).