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Subasta Humana por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Holiiiz!! jiji q creen? traigo ya la contyyy, estoy asi mega happy por poder actualizar pro sobre todo por no estar en clase puuues me fugue!! no, la vdd es q no me dejaron entrar u.u!!

enn fin un pecadillo leve a nadie la hace daño (solo se agrega a mi lista xD)))

Ya esta la contyyy =D

espero que les guste

El piso de Matt era amplio para que viviera el solo, ordenado para ser soltero y tener veinte años…nada fuera de lo común en los colores apagados de su amueblado. Lo único extraño allí eran los montones de fichas, cartas y algunos juguetes regados por el suelo del salón.
Pero no decía mucho, cada quien sus traumas. El su chocolate, Matt su infantil pasatiempo.
El pelirrojo entro despreocupado plantándose frente a Mello para señalarle para todas direcciones como un oficial de transito dirigiendo el trafico.
--Mira, el dormitorio esta aquí, el cuarto de baño por allá, la cocina…
--Matt no duermo mucho, el sofá esta bien—interrumpió, realmente quería evitar dar molestias, una cosa era tener poco control de si mismo, otra muy distinta era no tener modales.
--No seria correcto dejarte dormir allí…además en mi habitación tengo videojuegos—sonrió como si fuera suficiente razón, y para el pelirrojo así era.
Mello miro la televisión del salón, justo debajo había una consola.
--¿Cómo le llamas a eso?
--Videojuego—se encogió de hombros. Si, Matt podía ser sumamente distraído en ocasiones-- Déjame buscarte algo para cambiarte—exclamo andando hacia el dormitorio antes de que Mello pudiera detenerlo.
El rubio paseo los ojos por el departamento, se parecía mucho a su primer piso; se acercó a la cocina para mirar dentro preguntándose si Matt tendría chocolate allí dentro…o algo dulce. Su última barra se la hubo terminado camino al departamento. Sin embargo con lo que se encontró fue con un desorden total en los cajones de las alacenas, vacíos todos y un montón de cajas de cerillas botadas en el contenedor de basura.
Retrocedió unos pasos mientras seguía analizando el lugar, un crujido bajo sus pies llamo su atención, miro: había pisado una ficha de puzzle.
Se volvió hacia el salón quitando el zapato de encima de la ficha y alzo los ojos. Retrocedió el cuerpo por mero instinto.
Frente a él a metro y medio, y salido de quien sabe donde, estaba un muchachito que lo miraba con atención; su cabello era blanco tal como su holgado pijama, su piel de un marmóreo impresionante, y sus ojos…de un oscuro vacío total. Tan indiferentes y carentes de emoción alguna. Sintió un estremecimiento por la espalda cuando sus ojos se enfrentaron con los negros de ese chico… ¿no era temprano para usar pijama? Peor… ¡nadie podía tener vacías las pupilas!
¿Y ese quien era?
Tamborileo los dedos incomodo sobre sus muslos un momento, la buena educación le gritaba que se presentara y preguntara el nombre del chiquillo…pero por alguna razón la forma con que lo estaba mirando lo ponía nervioso y…lo hacia molestarse por automático. No, estaba haciendo juicios previos.
--¿Quién eres?
--Realmente debería ser yo quien haga ese cuestionamiento ya que eres tu el ajeno a este lugar—respondió con monotonía pero un ligero tono de superioridad que solo Mello noto, aunado claro a que ni lo miro cuando hablo. Corrección, nada de juicios previos ¡ese mocoso ya estaba cayéndole mal!
Frunció el seño con molestia.
--¿Vives aquí con Matt?—pregunto con brusquedad tratando de ser amable, sin buenos resultados.
El muchachito lo miro con atención entonces, luego sin más dejo de prestarle interés y se agacho entorno a sus juguetes para tomarlos con las manos.
El rubio no podía creer aquello, ese de allí era un chiquillo por lo menos cinco años menor que el que se atrevía, no, osaba ignorarlo y sentirse superior a él.
¿Quién demonios se creía que era?
EL chico siguió en lo suyo sin prestarle más atención al muchacho.
--Te hice una pregunta
--No tengo deber de responderla ya que no se quien eres, tampoco si deberías estar aquí o si tu presencia es confiable—se torció un mechón de cabello con los dedos y hablo de forma lacónica, de nuevo sin verle.
Estaba terminando con la poca paciencia que tenia.

Matt apenas entro a su habitación derrapo frente a su armario para buscar algo que pudiera usar Mello sin atentar contra su apariencia...aunque a su criterio…podría quedarle lo que fuera.
La verdad casi le entra un ataque de hiperventilación cuando le ofreció quedarse con el un tiempo, además de hacerlo en una acto de amistad para ayudar a quien evidentemente lo necesitaba en ese momento; fue también una impulsiva oferta que salió de su boca y que después sintió era una locura. Sin embargo, y pese a esperar lo contrario Mello había aceptado, ya fuera por conveniencia o por algo mas…el punto era que estarían juntos, en la misma casa durante un tiempo…
No podía ser malo de ninguna manera, si se mantenía al margen e ignoraba cuando se duchara o algo por el estilo… sacudió la cabeza alejando esos pensamientos. No debía volver a suceder nada parecido a lo ocurrido en el centro comercial, o en el callejón detrás del bar, o sobre la barra…
Suspiro mas tranquilo, era una suerte que el piso fuera espacioso lo suficiente ahora que Elle no estaba mas, y bueno, Near no ocupaba mucho espacio ni era ruidoso de hecho era fácil vivir con el con la excepción de cocinar y…un momento. Se detuvo ¡NEAR! Lo olvido por completo.
Salió corriendo tomando lo primero que encontró. Debía hablar con Near y presentarle a Mello, asegurarse que ambos no interfirieran con el otro…Apenas llego al salón encontró al rubio sentado sobre el sillón con expresión irritada, y al muchachito armando un puzzle.
--Ya se conocen—exclamo.
--Matt, la próxima vez que decidas traer a alguien, avísame por favor—pidió sin verlo.
--¿Y este quien es?—pregunto Mello a punto de explotar.
--Near. Su nombre es Near, es hermano de mi ex compañero de cuarto—explico acercándose hasta el sofá—Near…
--¿Si?
--Él es Mello, vivirá un tiempo aquí ¿de acuerdo?
Near ni se inmuto, el pelirrojo estaba acostumbrado a esa falta de actitudes, pero Mello no…y lo único que podía interpretar con ese desinterés era ignorarlo por completo, y el rubio no estaba muy acostumbrado a que la gente lo ignorara así como así.
--¿Qué demonios sucede contigo?—exigió.
--No veo porque deba de sucederme algo.
--¿¡Estas burlándote de mi, pedazo de mocoso!?—se inclino hacia el frente sumamente molesto.
--Simplemente es probable que no seas capaz de diferenciar un simple comentario de una burla real. Puedo ejemplificar si es mas sencillo…--seguía en lo suyo.
--Escúchame muy bien “Near”—se oía amenazador
--Te estoy escuchando, Mello.
Los puños del rubio se cerraron con fuerza resistiéndose con toda su concentración en no golpear a ese chiquillo molesto.
--¡Cállate de una buena maldita vez!
--No encuentro punto en hacer lo que me pides.
--¡Sera mejor que te calles de una vez!—ordeno estrujando bajo sus manos el sillón resistiéndose a no golpearlo.
--Si lo hare es simplemente porque tu conversación esta fuera de lugar por completo.
Los puños del rubio se cerraron temblando debido a la fuerza ejercida sobre ellos, le cosquilleaban rogándole por descargarse en el muchachito.
Los ojos verdes iban de uno a otro, Near parecía inmune e indiferente a cada comentario que decía, respondía sin mucho trabajo sin dignarse nunca a mirar al rubio, pero este cada vez parecía salir mas de su capacidad de autocontrol…era increíble como tan solo luego de pocos minutos de conocerse ya podían discutir de esa manera.
--Sera divertido…--resoplo Matt sentándose en el sofá.
--¿Le llamas a “eso” divertido?—replico Mello en un grito señalando de forma descarada a Near
El chico no se molesto en mirarlo, lo cual cabreo peor al rubio, quien tras analizar lo que hacia decidió que…iba a vengarse. Se arrodillo frente al muchachito, Matt lo miro con curiosidad, y sin más…el rubio esparció las fichas del puzzle por el suelo. Al pelirrojo eso le divirtió, y no por el pobre Near, sino mas bien porque nunca creyó una actitud tan infantil en Mello lo cual era…lindo.
Near francamente no hizo nada, tomo la ficha que estaba mas cerca y comenzó de nuevo a armar el acertijo. La mano enguantada de Mello se movió entonces tomando las fichas y colocándolas en el lugar indicado con rapidez; el albino le dirigió una mirada y siguió con su trabajo.
Las pupilas verdes se abrieron asombradas al ver la rapidez de las fichas al ser colocadas, Matt siempre perdía contra Near…y Mello estaba encontrando los lugares indicados rápidamente, sin embargo, el albino termino por poner la ultima ficha de su mitad antes que el rubio.
--Mello…--llamo el pelirrojo ahora que lo miraba desocupado.
--Otra vez—dijo a Near desarmando el puzzle.
--No veo sentido a tu actitud.
--¿Quién crees que eres, mocoso?
--Matt te ha dicho ya mi nombre, no creo necesario repetirlo—se torció el cabello.
--Mello…--trato de nuevo—debemos irnos.
Eso distrajo al rubio. Cierto, el bar.
--Usa esto, puede que te quede bien—le extendió las prendas, Mello las tomo balbuceando un “gracias” y extendiéndolas frente a si.
--Hay una posibilidad creciente que la ropa no sea de su talla, Matt.
Esta vez casi se arroja hasta el. ¡Ya odiaba a ese engreído!
--Matt…si Mello se quedara aquí… ¿Dónde dormirás tú?
--Bueno…aun no decido eso, Near—admitió el pelirrojo
Mello estaba a punto de decirle que no era necesario que le proporcionara la cama que con el sofá bastaba, cuando fue interrumpido por el albino.
--Puedes dormir en mi habitación.
--Descuida, Near. Estaré bien aquí, pero gracias—sonrió sinceramente, Mello era SU invitado, por tanto no causaría molestias a su compañero de cuarto.
--No habrá diferencia, Mail. No seria la primera vez que dormimos juntos.
Matt se puso tenso, Mello paso de largo la mención del verdadero nombre del pelirrojo que no había oído nunca, y se concentro en lo que el albino dijo con naturalidad. ¿Realmente Matt dormía con ese chiquillo molesto? ¡Le había dicho que no tenía relación alguna con nadie!...aunque para ser exactos simplemente dijo no tener novia.
Iba a reprochar mas se detuvo a penas a tiempo, a él no debía importarle la vida del pelirrojo, no. Pero ni obligándose se alejaba el sentimiento de irritación y enojo. Tomo la ropa y se la llevo a la habitación con la cama.
--No quiero interferir entre ustedes—dijo sin volverse.
--¡Mello!—pero no lo oyó. Matt sentía el error pesar sobre si, el rubio no debió oír aquello.
Momentos mas tarde estaba mirándose en el espejo con la ropa del pelirrojo puesta: una camisa negra y pantalones vaqueros ajustados muy parecidos a los que usaba Matt siempre. Su ropa era fresca y desprendía un dulce aroma, un olor que reconoció como el mismo del cuerpo del muchacho…le gustaba la esencia. Resoplo, no era momento de pensar estupideces, necesitaba dinero para irse, sin importar Matt después de todo, este era una persona que se cruzo en su camino y ya ¿o no?
Se acercó a la puerta para salir del dormitorio, se detuvo cuando miro al pelirrojo agachado frente al albino en medio del salón, le hablaba de algo pero este ni caso parecía hacerle.
Los ojos negros apenas se movieron hasta la posición de Mello, tras mirarlo medio segundo alzo la cara al pelirrojo prestándole atención; este le sonrió automáticamente.
Mello frunció los labios con descontento, no le era de su agrado ver a Matt comportarse así con el enano…y de la nada, Near acerco sus labios a los del pelirrojo, fue apenas un roce pero suficiente para que despertara en el un profundo sentimiento de molestia y….celos.
Cruzo la puerta con paso seguro y levanto al pelirrojo de la playera, este se veía…pasmado.
--¿Nos vamos ya, Matt?—sonó como orden.
--Eh… ¿Qué?—parpadeo mirándolo mientras volvía en si.
--Tu amigo quiere saber si es tiempo de irse a tu trabajo—respondió Near ajeno a la perturbación del muchacho.
--Puedo hablar por mi, niño—gruño el rubio.
--Si, ya vamos tarde—mascullo sacudiendo los cabellos—Near toma lo que necesites, nos vamos ya.
--¿Qué?—preguntaron al unísono.
--Near debes venir hoy conmigo—explico sonriéndole amablemente.
--El hecho de que alguien venga tras tu amigo no significa que deba cambiar mi forma de vida.
Mello frunció los labios.
--Además—agrego—estoy seguro aquí dentro.
--Near ¿recuerdas porque no te vi cuando llegaste aquí?
--Entraste por la ventana.
--Exacto, con o sin esa puerta enorme que Elle pidió, algún tipo podría entrar hasta aquí y…--suspiro—no es seguro, Near. Te llevare hoy conmigo.
--No creo que les pueda servirles de algo—se burlo Mello.
Matt se agacho hasta donde el albino y tomo uno de sus robots.
--Tengo cosas que hacer, si Elle llama…
--Me llamara luego al móvil—completo levantándose—Solo será hoy, estoy seguro.
--Vendrá entonces Rester o Watari
--Near…
Se puso en pie lentamente, no decía que estaba equivocado sin embargo no negaba que podía ser una presa sencilla para cualquier sujeto. Se calzo con una calma desesperante para el rubio los zapatos y tomo una figura de acción.
--Ponte esto—le acomodo sobre los cabellos blancos un gorro negro que cubría su inusual cabellera. Mello desvió los ojos con mal humor.
El camino dentro del auto fue en completo silencio, Matt sopesaba la idea de que el rubio de alguna manera estuviera molesto y que…Near había decidido darle importancia a los sucesos nocturnos que compartían desnudos en el momento menos idóneo.
Mello seguía molesto, muy molesto y otra vez…sin conocer la razón. Se estaba convirtiendo en una costumbre no encontrar respuesta a sus emociones estando cerca de ese chico.
El Death Note ya había abierto sus puertas al público cuando llegaron, la música sonaba tronadora, las luces llamaron la atención de Near. Aparco el auto y los dejo salir trayendo los paquetes en manos.
--¿Te quedaras allí?—pregunto el pelirrojo al albino—Morirás de frio.
--Uy, seria una pena—mascullo Mello con sarcasmo echándose a andar al callejón.
--Near…
El interpelado se bajo con desgana y anduvo al lado del pelirrojo llevando sus juguetes en brazos.
Near miro con ojos curiosos las bolsas de basura que pateaba Mail para dejarles entrar, apenas anduvo por el estrecho y oscuro pasillo rumbo al estruendoso ruido supo que iba a ser una noche molesta, pero tenia que esperar a Mail para poder regresar a su piso.
--Espera aquí—le indico Matt entrando por una pequeña puerta tras la cual pudo ver al rubio de pie también.
--¡¿Dónde esta Matt?!—pregunto un muchacho entrando desde el bar mirando para todos lados, sus ojos se fijaron en Near, vestía una chamarra sin nada debajo--¿Cuántos años tienes?
--No vine aquí por diversión.
--¿Quién eres?—Ryouga se acercó hasta el albino. No respondió—Anda dime, ¿Cómo llegaste hasta aquí?
--¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHH!!—Misa corrió contoneándose con su atrevido corsette--¡Eres muy lindo!—le saco la gorra y le agito los cabellos.
--Misa, déjalo en paz—reprendió Ryouga.
--Pero es que…--le miro con una enorme sonrisa.
--¡¡Ryouga, maldición, atiende tu puesto!!—Linda se asomo desde la puerta--¿Quién eres?—le sonrió entrando por completo.
Mello salió entonces andando con su normal paso arrogante y sin prestar atención al “juguete nuevo” de sus compañeros, Matt apareció tras el cargando unas cuantas prendas en las manos.
--Ah, entonces si volviste, Mello—exclamo Ryouga, el rubio no respondió a lo obvio--¿Qué? Con un simple favor estas de vuelta—rio.
--¿Quién esta atendiendo?—Takada salió de su oficina—La subasta comienza dentro de media hora, ¿Qué están haciendo aquí?
Misa le arremedo apenas la morena regreso a su oficina.
--Mira, Matt—le señalo a Near--¿no es lindo?
--Lo es—secundo Ryuoga mirando con atención, girando sus ojos por todo el cuerpo del muchachito.
--No se de donde salió pero solo míralo: es pequeño…--los ojos le brillaron mientras miraba a Near, este le devolvió la mirada con frialdad…y termino con el encanto—No es tan lindo…
--Near ya los conociste, quédate por aquí y evita a Takada—indico con una sonrisa
--¿Viene contigo?—Misa miro curiosa al muchachito
--¿Hermanito menor?—pregunto Linda agitándole los cabellos.
--¿Cuántos años tienes?—pregunto el bartender con interés, rogando porque fuera mayor de edad a pesar de aparentar todo lo contrario.
--¿Siguen aquí?—grito Takada desde detrás del muro.
Los trabajadores se apresuraron entonces a retomar sus puestos ahora que la subasta estaba por comenzar.
Los gritos retumbaban por toda la estancia mientras el penetrante olor a licor inundaba el espacio del bar. Ryouga se divertía bastante sirviendo cada trago sin dejar de bailar, Matt, con un cigarro en labios, había mejorado bastante desde que Mello lo miro detrás de la barra hace dos meses, incluso se le veía compartir comentarios con clientes que le hacían propuestas o incluso le preguntaban por la hora de su subasta…pero el rubio tenia prohibido salir, gracias a Takada, no debía dejarse ver hasta que las demás subastas se realizaran o…se arriesgaba a que todo el dinero se lo llevara Mello en su “triunfal regreso”.
Linda iba y venia junto con Misa, quien feliz con su nuevo atuendo había metido al pelirrojo en una de las adquisiciones del centro comercial: el moño playboy que a Mello estaba incomodándole, en el buen sentido (porque le traían acalorados recuerdos), pantalones de tinte militar holgados y un chaleco de cuero abierto, que dejaba al aire el torso de Matt.
Al parecer la pena de medio desvestirse allí dentro le abandono en ese tiempo.
Mello resoplo aburrido echándole una ojeada a Near, quien sentado en medio del oscuro pasillo jugaba con sus muñecos ¿no era ya lo suficientemente mayor para jugar? Al verlo ese desconocido ataque de celos llego a su cuerpo otra vez…comenzaba a odiarlo pero también sentía curiosidad ¿de verdad había dormido con Matt?
--Querrás ver esto, Mello—anuncio Linda asomándose por la puerta, metida en un short pequeñísimo y un top de lentejuelas negras.
--¿Qué?
--Anda y ven…es el momento que hace feliz a la clientela y a…Ryouga—sonrió arrogante y regreso al bar para tomar una charola repleta de bebidas.
El rubio asomo sus ojos azules para mirar, la oscuridad era suficiente para que pasara desapercibido. Lleno total, incluso podía verse la larga fila en espera para poder ingresar. Sonrió inconscientemente, le agradaba estar allí.
--Oye, Mello—Linda se sentó sobre la barra a su lado para esperar su nueva carga de bebidas.
--¿Qué?
--¿Por qué no ayudas a que Takada te acepte permanente de nuevo y ayudas a nuestros barman?—grito por encima de la estruendosa música. Un mesero se atravesó entre ellos antes de poder responderle.
--No pienso quedarme aquí—replico con cara de pocos amigos.
--¿Y si solo ayudas entonces?—ofreció ella—Hay mucho trabajo
--No molestes
--¿Y si aceptas ser asediado por un anciano pederasta en un probador publico del centro comercial?—se rio Linda con ganas.
--¡Cállate!—ordeno con fuerza mirando para todas direcciones asegurándose que nadie había oído--¿Quién te dijo eso?
Ella rio con mas fuerza.
--En la mesa del fondo hay un viejecito que presume haber visto sin pantalones al “sensual Mello del Death Note”—explico en medio de sus carcajadas—Vino para comprar a Matt según oí.
--¿…Y que dice de…eso?
Linda capto al vuelo.
--Que estabas atado de forma rarita a Matt—se doblo de risa de nuevo—Quizás quiera también atarse a Matt.
La sangre subió a las mejillas del rubio en una mezcla de enojo y vergüenza. La castaña lo noto y se agito sobre la barra sin poder detener su risa.
--¡Ya basta, Linda!—amenazo el rubio.
--¿Dónde esta Matt?—la vacía voz de Near los interrumpió, apenas y se oía en medio de todo el estruendo de la música, los gritos y las ovaciones.
--Hola, pequeño, Near—saludo ella tomando su bandeja de bebidas
--Regresa ahí, mocoso—ordeno el rubio empujando de vuelta al albino al pasillo.
--Mira esto…Mello—provoco Linda subiendo a la barra. ¿Qué demonios?
Camino por la plancha atrayendo la atención del desesperado y ebrio publico. Se contoneo de un lado a otro despeinando su cabello. Se agacho para tomar el micrófono y al levantarse también lo hizo con una botella de licor.
--La subasta de esta noche empezara con oro y terminara mejor—anuncio--¿Ryouga?—extendió su mano para que el chico la tomase y subiera a la barra.
--¿Y….ella o el?—pregunto a la alocada audiencia.
--El mejor trago puede subir—intervino el bartender siguiendo el juego. Mello espero, eso era nuevo.
Linda tomo un trago fingido de la botella y se la ofreció a Matt; el pelirrojo, ante las pupilas confundidas del rubio, bebió un verdadero trago hondo y subió a la plancha.
La gente grito su nombre pidiéndole la subasta, la ropa, el cuerpo… ¡todo!
Linda bajo de un salto acercándose a Mello para encargarse de los tragos.
--¿Qué sucede?—quiso saber.
--Cuando te fuiste las subastas comenzaban por parejas, ¿te acuerdas? Bueno…a falta de un rubio adicto al chocolate…Takada emparejo a Matt con Ryouga—se encogió de hombros—No debiste irte—dijo antes de andar por los apretujados cuerpos.
--Linda, deja de decir estupideces…
La música hizo su primer cambio.
Balada Boa.
El bartender sin esperar mas se saco la chamarra mientras giraba para presumirse al publico, Matt sostenía su botella con una sonrisa en los labios. Cuando el giro termino Ryouga se acercó al pelirrojo para jalarlo del moño que adornaba su cuello y bailarle acercando su cadera, despertando los gritos excitados de la concurrencia. Matt se rio divertido y le agito los cabellos sosteniéndole la nuca para seguirle el juego con el movimiento.
Mello sintió la picazón en sus puños de golpear a Ryouga.
--¡¡Cuatro mil quinientos!!
Otro cambio más. International Love.
Las manos de Ryouga subieron hasta los hombros de Matt para bajarle el chaleco de cuerpo poco a poco, dejando que la tela se deslizara lentamente, despertando la ansiedad en el público que se apretujaba contra la barra.
--¡¡Cinco mil!!
Matt levanto su botella de licor para beber un poco mas, mientras el otro chico bajaba sus manos hasta el botón del pantalón del pelirrojo.
Mello bufo luchando por controlar los instintos asesinos que estaba experimentando en contra de “ese”.
Where have you been.
Matt dejo que su botón fuera desprendido. Los gritos ansiosos y deseosos no se hicieron esperar.
--¡¡Nueve mil!!
El pelirrojo dio un ultimo trago antes de apartarse del Ryouga moviéndose al ritmo de la música, se dio la vuelta y sus ojos chocaron con los del furioso Mello. Se detuvo de golpe, abandonando la sonrisa y sintiéndose apenado…y culpable ¿para que negarlo?
Mello bufo molesto y se adentro al pasillo.
Addicted to you.
Los brazos de Ryouga le rodearon la cintura atrayéndolo hacia el centro de la barra, los verdes ojos de Matt trataron de encontrar al rubio mas no lo pudo ver. Sintió las manos de su compañero bajar por el hueso de su cadera peligrosamente hacia el final de su vientre; se giro al muchacho y recobro la sonrisa lo mejor que pudo.
Por un momento creyó que Ryuoga lo besaría, así que se alejó lo más sutil que le salió y siguió con el juego, sacándose el cinturón imitando al bartender; las ansiosas manos se extendieron pidiéndole la atesorada prenda.
Mr. Saxobeat
--¡¡Nueve mil quinientos por ambos!!
--VENDIDOS—anuncio Linda.
Matt bajo de inmediato buscando con la mirada al rubio, le vio realmente molesto. Ryouga le paso una mano por la cintura y lo remolco hasta la salida rumbo al escénico callejón trasero, seguidos de su comprador en turno.
Misa subió entonces lista para subastarse.
Mello vio pasar a Ryouga (y le costó un gran esfuerzo no golpearlo) y a Matt , pasaron de largo a Near, quien ni se inmuto al verlos.
--Mello…pronto es tu subasta—anuncio un mesero entrando por rejillas de cerveza
--Estas molesto—exclamó la voz monótona de Near.
--Déjame tranquilo—ordeno.
--No es necesario que te molestes por el trabajo de Matt—replico con indiferencia--¿haces lo mismo no es así?
--A ti no te interesa.
--Cierto. Es solo que no encuentro el punto en tu enojo a sabiendas que harás de tu cuerpo una mercancía al mejor postor, y es lo mismo que te ha hecho molestar.
Suficiente. Mello se acercó hasta el niñito dispuesto a descargarse sobre el.
I wanna go.
--Mello—interrumpió Linda asomándose—Tu turno.
El rubio resoplo molesto por la inoportuna intervención, luego una sonrisa malévola jugo en sus labios…si ese enano quería molestarlo, lo había logrado. Y ahora iba a vengarse.
La castaña harta de esperar y oír a la gente pedir por mas, se escabullo de regreso para anunciar el evento principal.
--Oye, Near…
El albino alzo los ojos curioso con el cambio de voz en Mello, lo miro con una resolución que dejaba en claro que sabia a la perfección que el rubio tramaba algo.
--Mello…
De la nada el brusco muchacho tomo al otro de un brazo y lo incorporo sin mucho esfuerzo tirando de el hacia la puerta.
Linda seguía esperando la llegada de Mello para encender las luces y poder subastarlo en santa paz, la gente estaba impacientándose, aun estaba expectante por mas.
Por fin vio cruzar la puertecilla la silueta alta del muchacho, llevaba la cabeza cubierta por la amplia capucha de su chamarra. Lo vio sacar del bolsillo algo parecido a una barra de chocolate; dejo de prestarle atención para anunciarlo a la concurrencia.
--Esta noche tenemos algo inimaginable—sonrió con coquetería desde detrás de la barra—Lo que han esperado por mucho tiempo…
Mientras Linda hablaba el rubio se agacho levemente para sujetar con ambas manos a Near y levantarlo sin mucho esfuerzo.
--La subasta principal, comenzara en… ¡Treinta mil!.. Aquí esta…
Las luces comenzaron a jugar entorno a la plancha, Linda entorno los ojos al no reconocer la ropa que vestía el rubio.
Por fin las luces se encendieron, la castaña abrió los ojos como platos…ese de allí, quien estaba sobre la barra NO era Mello, definitivamente NO era el…
--¿Near?
Un momento de silencio, un segundo que pareció eterno. La audiencia entera se quedo callada por ese minúsculo lapso de tiempo, observando al muchachito de pie sobre una barra repleta de licor, que miraba al vacío mientras se retorcía un mechón blanco de cabello con timidez, el blanco pijama colgando sobre su delgado cuerpo casi adolescente… el sueño pedófilo de cualquiera.
Los gritos explotaron en el bar con extrema agitación, ahogando la música que aun seguía tocando, y que, nadie iba a atender.
Pero nada sucedió.
--Baja a ese niño de allí, Mello—ordeno Linda apartando la voz del micrófono.
El muchacho no se movió, seguía sonriendo malévolo, disfrutando del incomodo momento que le estaba obligando a pasar al molesto Near.
--Mello, si Takada descubre que hay un menor de edad allí, nos despedirá a todos—insistió llegando hasta el muchacho rubio.
--Cálmate, Linda. Nadie querrá a ese estúpido enano engreído.
--¡¡¡TREINTA MIL!!!—la varonil voz aulló por encima de la música contradiciendo a Mello. Ambos muchachos miraron el fondo del salón.
--¡¡Treinta y tres mil por el pequeñín!!—se oyó otra voz.
Mello frunció los labios con claro disgusto ¿Qué mierda significaba aquello?
Near simplemente se dio la vuelta para buscar la forma de bajarse de allí, sin cambio alguno en su expresión.
--¡No te muevas!—ordeno el rubio amenazando a Near.
--No estoy aquí por las mismas razones que tu, Mello. Déjame bajar.
--Ven, Near—Linda le acerco la mano para ayudarle, mas Mello se interpuso entre ambos.
La gente estaba impacientándose con la poca acción que había, el alcohol ya no era suficiente.
--¿Qué pasa?—Misa llego con trabajo hasta la barra--¿Near va a subastarse también? Estas muy pequeño, Near.
Mello se acercó hasta Misa y le susurro algo al oído, ella sonrió con ganas y se alejó de nuevo rumbo a la cabina del sonido.
Linda paso de largo la estupidez de la rubia y trato de llegar hasta el chico.
--¡¡Treinta mil setecientos!!
--Mello, déjalo bajar. Es un delito subastarlo.
--No me importa—tajo.
Una extraña mano se acercó por la barra tomando el tobillo del albino, este retrocedió automáticamente.
El público estaba por salirse de control pues seguía en la espera del show de aquel jovencito.
La música cambio, algo por completo fuera de lo típico para las subastas: Single ladies.
Mello sonrió malévolo, divertido a lo grande con la música que eligió para humillarlo, mirando a Near de pie en medio de la plancha retrocediendo a los llamados de la gente.
--¡Cuarenta mil!
Aquello enfureció al rubio ¿Por qué estaba consiguiendo más que el mismo ese pedazo de hombre?
Otra canción: lady marmalade. Estilo que rara vez se utilizaba para las chicas.
--Near, baja de allí—le acerco una mano, el rubio subió a la plancha en ese momento posándose directamente bajo los reflectores que jugaban aun por la barra.
Los gritos no se hicieron esperar cuando la concurrencia reconoció al esperado y codiciado rubio.
Se saco la chamarra de un solo golpe. Y la música, en vista de la presencia del rubio, tuvo que sufrir otro cambio: Low.
Near alzo los ojos al rubio, esperando que le permitiera bajar, en cambio las manos de Mello lo tomaron por los hombros y bajaron la camisa de su pijama botando algunos botones. Los blancos hombros quedaron al descubierto entonces, en una nueva imagen bastante sensual, los opuestos juntos esperando por ser comprados.
--¡¡Cuarenta mil quinientos por Mello!!
Este sonrió.
--Diviértete, Near—le dijo con sorna.
--Suéltame, Mello.
El rubio no le hizo caso alguno, se desabotono botón a botón mientras movía el cuerpo de lado a otro con su natural toque incitativo.
La camisa dejo al descubierto el fuerte torso del muchacho por mucho mas varonil en comparación al joven de Near.
Move like jagger.
La gente enloqueció por completo.
Near seguía torciéndose el cabello. Mello se deshizo de su camisa, aferrando con una mano la del albino con toda la intención de sacársela allí, disfrutar de su humillación.
--¡Cincuenta por el pequeño!
Mello se volvió hecho una fiera ¿Quién dijo semejante estupidez?
Cuando regreso los ojos al albino, este seguía inmóvil, de la aparente nada Matt se acercó entonces subiendo de un salto hasta el rubio.
“Maldición” se dijo Mello ¿Por qué el pelirrojo tuvo que terminar pronto con su cliente?
Give me everything.
Acomodo la camisa de Near para cubrir sus hombros. Su preocupación molesto a Mello.
Varias excitadas manos pasaron por encima de la barra aferrando los tobillos del rubio, este perdió el equilibrio y se vino abajo en medio de la multitud llevándose al albino. Las ansiosas manos asieron hasta ellos con desesperación, agitados y gritando situaciones por demás obscenas. La seguridad tardo bastante en llegar.
Se apartó como pudo, considero la idea de dejar allí al enano, pero al final termino jalándolo para pasarlo encima de la barra y saltarla con poco esfuerzo. Quitándose a varias personas de encima, y evitando que desnudaran por completo a Near.
Matt se incorporo entonces, sonriéndole al público llamando su atención.
--¿Alguien quiere comprar a Matt de nuevo?—pregunto Linda al bar entero tratando se salvar la situación.
--Near…no esta en la subasta de esta noche—explico el pelirrojo mintiendo por completo. Claro estaba que nunca estaría en ninguna subasta siguiente.

Notas finales:

Muuuuchas gracias por leer!!! actualizare hasta la proxima semana, porq el fin no podre accesar a la pagina (ya saben, por mi horrible internet) 

Sayooo <3!


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