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Subasta Humana por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaaa!!! puuuf al fina actualizando  y miren q deje plantaditos a dos amiguitos para el cine jaja xDDD pero no es problema porque amo escribir y es una de mis prioridades en mi vida, asi que no me preocupaaa!! (hasta q vea a ese par x.X)

Queria agradecerles por la paciencia, porque esta vez si fue una semana entera y no pude actualizar antes, lo intente ayer peroooo no me dio tiempo u.u

En fin aqui esta el capi nuevooo y....con una deliciosa, esperada SORPRESAAAAA!!!

<3!!!!!!!!!

Espero que les guste (este capi en particular, ya que, cuando lo escribi le puse mucho empeño)

Light Yagami colgó el teléfono celular despidiéndose de Misa de forma cortante, aceptando la información que le había pedido.
--No lo encontraron en su casa ¿verdad?—exigió saber a Mikami
--No, Light. Dwhite y sus hombres encontraron su domicilio pero no tienen rastro de él. Le dejaron un recordatorio.
El castaño cerró los puños con fuerza apretando el móvil.
--Son unos idiotas—juro—Dwhite y sus imbéciles criados son unos inútiles. Por supuesto que no estaba allí, pero en el bar ¡si!
--Light…
--Se acabó. Si ellos no pueden llevarse a su molesto rubio…yo lo hare.
Mikami guardo silencio preguntándose por enésima vez que tenía ese mocoso pelirrojo para que su jefe, a quien más admiraba y amaba, le hubiera obsesionado tanto.
--No lo quiero cerca de Matt ¿entendiste, Mikami?
--Si, Light…
Yagami miro el reloj de su estudio, aun era madrugada, la hora perfecta para que el bar estuviera en su punto.
--Haz la llamada, Mikami—ordeno—Nos obligo a jugar otras cartas—saco su propio móvil y le envió un mensaje de texto a Misa Amane indicándole que saliera de allí.
--¿Qué hay de Takada?—se atrevió a preguntar.
--Takada ya no es necesaria—respondió sin verle--¡Haz la llamada!
--Si…Light—le miro un segundo antes de sacar su móvil y marcar el número.
--Ya es hora de que Matt conozca a Kira…
**
Silencio total. Mello iba enfurruñado en el asiento del copiloto, de brazos cruzados y con los renuentes ojos azules fijos en la ventanilla semi abierta, dejando que el aire frio hiciera bailar suavemente los mechones de su cabello. No pasaban de las dos de la mañana.
Near seguía en su lugar también, en el asiento trasero, moviendo de un lado a otro su robot sin mucho interés, parecía hacerlo por automático, su mente vagaba en otro lado.
Llevaba la pierna pegada al pecho y de no ser por su mano, todo su cuerpo estaría inmóvil.
Matt conducía en silencio con un cigarro en los labios, dando leves caladas y retirándolo de sus labios a momentos; expulsaba el humo por la ventanilla abierta que dejaba que el aire alborotara su pelirroja cabellera, se llevara lejos el humo del tabaco y…ventilar el ambiente del sutil olor a licor que emanaba su cuerpo.
La carretera estaba desierta en medio de las sombras de la madrugada, ninguno abrió la boca tampoco.
El rubio mantenía la mente alejada lo más posible de Matt, de lo que pudiera estar pensando ahora de él, de si lo culparía, de si lo diría algo…de todo. Y eso no estaba bien, nada bien.
A veces le miraba de reojo pero el pelirrojo no movía los ojos del camino, todo estaba demasiado callado para tratarse de él.
Mello se recostó en el respaldo con desgana…había seguido sus impulsos de momento, sin pensar las consecuencias, aun recordaba la forma en que Takada pidió una explicación:
--¡¿Quién lo hizo?!—había exigido saber a Matt, Linda, Misa y Matt…pero ninguno abrió la boca.
Near había estado todo el rato en un rincón, parado torciéndose el cabello indiferente con los ojos fijos en el vacío.
--¿Quién puso ahí a un menor de edad?
El rubio resoplo de forma cansina.
--No tenía que salir como salió, Takada—exclamo.
--Mello…tuviste suerte que no haya llegado a mas y clausuraran el bar. Es un delito lo que hiciste. ¡Ni siquiera debería estar aquí!
--Pero no sucedió nada—replico con poca disposición, mordiendo su chocolate.
--Vino conmigo, Takada, era necesario…—intervino Matt
Mello le echo una ojeada, lo que el pelirrojo decía era cierto pero eso no lo hacia culpable del resto.
--Su subasta que…se convirtió en la de Matt trajo buenos resultados—aporto Linda como quien no quiere la cosa. Takada le miro reprobatoriamente.
--Yo no lo quiero—aseguro el muchacho.
Takada lo miro en silencio.
--El enano no regresara aquí, quédate con el dinero y…con lo de mi subasta—dijo Mello de mala gana. Cada presente allí le miro con las pupilas dilatadas en sorpresa.
--De cualquier manera no lo mereces, pusiste la seguridad del bar en juego—respiro hondamente—Tendrás que remediarlo.
Mello entorno los ojos.
--No iré a otra estúpida tarde de compras.
--No, te subastaras dos noches seguidas sin recibir nada—sentencio.
Los ojos del rubio brillaron con furia, pero fue Matt quien hablo.
--Takada…no es justo, Near esta aquí en primer lugar gracias a mí, además…creo que para cualquiera eso es dinero que no podemos perder…
Mello abandono toda furia, después de lo que vio ¿le ayudaba aun? Estaba intercediendo por el.
--Matt, es la cuota para Mello. La tuya es una noche y por ahora…váyanse.
--Kiyomi, eso no es justo—acuso Misa
El pelirrojo suspiro sin decir mas, se dio la vuelta para indicarle a Near que era momento de retirarse, vaya nochecita.
El rubio frunció los labios, ahora tenia que quedarse allí mas tiempo y peor…sin dinero.

Resoplo regresando al presente, la calle del edificio de Matt fueron reconocibles para el rubio, hasta que el auto por fin se aparcó.
Near bajo en silencio andando calmadamente hacia la entrada, el pelirrojo iba a hacer lo propio.
--Matt…--llamo Mello entre dientes
--Dime, Mello—se quedo un momento en su lugar, con el timbre del auto que anunciaba que la portezuela seguía abierta.
--Near no esta lastimado—dijo de mala gana.
--No, no lo esta. Tampoco creo que le haya afectado…
--Ha estado en situaciones similares a su edad ¿cierto?—si, era el momento de preguntarle si dormían juntos.
--No tengo mucho de conocerlo—dijo aun sin volverse.
--Matt…
--¿Por qué lo hiciste?—interrumpió.
--No iba a sucederle nada.
El pelirrojo se volvió a él con curiosidad.
--Mello…su hermano me pidió que cuidara de el—explico
El interpelado evito sus ojos, era la segunda vez que lo miraba molesto con el, pero la primera que era por preocupación a alguien mas. Eso le enojaba.
--Ese enano me exaspera…
--¿Es una disculpa?—parpadeo confuso.
Mello no contesto.
--Mello…--acerco su cuerpo al del rubio--¿Qué fue lo que hizo o dijo para terminar allí?
El rubio devolvió la mirada, Matt lo contemplaba con atención, con los verdes ojos expectantes a unos centímetros de su rostro dentro del pequeño espacio del automóvil. El momento en silencio se alargó al punto de incomodar a Mello, pues el chico seguía esperando su respuesta.
Respiro hondamente mirando al frente, la calle estaba sola y oscura.
--Mello…
El rubio noto la cercanía que seguía subrayándose, Matt se acercaba sin darse cuenta, movido por su curiosidad.
--¿estabas molesto durante mi subasta?—dudo un momento en preguntar o no.
El rubio se volvió al muchacho con calma forzada ¿Por qué Matt tenia que hacer preguntas incomodas?
--No.
El particular brillo de sus ojos verdes se apagó ante la respuesta recibida, tanteo a su espalda la portezuela para empujarla otra vez y salir.
--Perro…
Matt alzo los ojos.
Mello termino con la distancia en un momento, de nuevo venciéndose ante sus impulsos y sus…emociones. Al ver la resolución apagada en las pupilas de Matt no lo pudo evitar, se sintió culpable.
Sus labios se pegaron a los del pelirrojo de improviso, dejando al chico en una pieza, con el corazón respondiendo de inmediato, agitándose…espero y espero…pero…nada…las imágenes de Near nunca llegaron a su mente…
Mello rompió el beso tan pronto como lo inicio y salió del automóvil sin dirigirle una mirada siquiera. Avanzo por la acerca hasta el edificio y entrar a el rumbo al departamento de Matt…quien…seguía en su lugar. Sin moverse. Lentamente una cálida sonrisa se extendió por sus labios mientras se dejaba caer en el respaldo… ¡Mello lo había besado de nuevo!
**
Near alejo los ojos de la ventana cerrando la cortina con un movimiento. Se agacho sobre el suelo para terminar de armar el puzzle que dejo incompleto antes de irse al trabajo de Matt…pero…no estaba concentrado. Algo estaba mal…algo fuera de lo común, algo ajeno a el: ¿estaba molesto? ¿Irritado?... ¿celoso?...

Mello anduvo por el pasillo, sus pasos se oían en eco mientras caminaba, pero él no les prestaba atención, seguía mas bien con los pensamientos volando entorno al pelirrojo…lo beso, de nuevo.
--Que estúpido—se dijo a si mismo. Dentro de unos se iría para nunca volver y… ¡se le ocurría besar a Matt! No tenia sentido, no tenía razón, no había motivo…
Lo mejor era solo tomar sus cosas e irse, ya encontraría que hacer y donde quedarse, no debía permitirse que sus emociones le jugaran malas pasadas, sobre todo tratándose de Matt.
No era estúpido, para nada, reconocía que el pelirrojo ejercía sobre el un atractivo y que había llegado admirar la forma de nunca molestarse seriamente o de sonreír ante cada situación…su sonrisa era…algo fuera de lo común al mundo de donde provenía. Pero por ningún motivo dejaría que esa situación estúpida se extendiera más. Además… ¿Matt estaba con el enano ese, no?
La puerta se abrió para dejar entrar al rubio. Lo primero que vio fue al albino sobre sus fichas de puzzle.
“Tarde para un mocoso” se dijo pasando de largo sin prestarle atención, dirigiéndose hacia la habitación del pelirrojo, donde dejo su ropa.
--¿Dormirás con Matt?—la voz monótona de Near lo distrajo de buscar sus cosas, dejando abierta la puerta.
--¿Qué?--¿en serio le pregunto aquello?
--Estoy 90% seguro de que oíste mi pregunta, dada la cercanía a la que te encuentras.
Sin pensar sonrió malévolo al darse cuenta que el enano irritante estaba celoso.
--Eso no me lo preguntes a mi—se encogió de hombros con aire superior sacándose la camisa del pelirrojo.
Near no respondió, pero tampoco movió más piezas. Mientras se peleaba con su ropa para ponerla al derecho con intención de vestirla de nuevo, una cuestión asalto su mente…y…no podía irse sin responderla.
--Mocoso…--llamo sin volverse—Near.
--Dime, Mello.
--¿Qué clase de relación comparten tu y Matt?—pregunto entre dientes.
--No veo la razón de preguntarme eso—el albino se mantuvo indiferente. Cosa que malhumoro a Mello.
--No tienes que avergonzarte—le dijo en burla—No importa tu tamaño o lo insignificante que seas…apuesto que a ese perro poco le importara.
--No entiendo a quien te refieres.
El rubio se volvió molesto.
--Hablo de Matt, ¿de quien mas, pedazo de hombre?—gruño acercándose con paso seguro, olvidándose de vestirse el torso.
--Matt…--musito—En tal caso no encuentro amable la forma de referirte a el como un perro—admitió torciéndose el cabello.
La forma superior en que se lo dijo cabreo al rubio al punto de sentir que podía desquitarse con el mocoso en ese preciso momento.
--Sobre todo—agrego—cuando fue gracias a Mail que no iras a prisión y conserves tu trabajo—no lo miraba al hablar.
Mello se arrodillo frente a el bruscamente, obligándose a controlar sus ganas de golpearlo.
--¡Cállate, Near! No pedí que interviniera y en todo caso el también resulto beneficiado—gruño apartando el puzzle para hacer que lo mirara, pero su interlocutor se mantuvo inmóvil con los ojos fijos en el muro--¿No te han dicho, mocoso, que debes tener la delicadeza de mirar a quien te habla?—dijo con violencia sujetando el mentón del albino y obligándolo a girarse.
Este se mantuvo impasible.
--¿Por qué estas tan molesto, Mello?—reto.
--No estoy molesto—se defendió como si Near no fuera capaz de hacerle salir de sus casillas.
--Lo estas. Y para ser honesto, no comprendo la razón…quizás sea por que Matt vive aquí conmigo o…solamente sufres un complejo de inferioridad—desvió la mirada a pesar de seguir atrapado por el rubio, mientras volvía a retorcerse el cabello.
¿Qué había dicho?... ¿Complejo de inferioridad?... ¿El?...o sea… ¿Mello?
La sangre comenzó a hervirle por el cuerpo ¿Cómo se atrevió a decir algo así? Mello era mucho mejor que ese enano albino irritante y sabelotodo, era por mucho, mejor, lo superaba…incluso podría ganarle en una competencia, la que fuera, incluso si apostaban a Matt de por medio.
--¡¡¿Qué demonios fue…lo que…--gruño por completo sin paciencia.
--Ah, es eso—Near lo miro de reojo con desinterés—Estas molesto porque en tu trabajo fui capaz de conseguir mas que tu a pesar de planear lo contrario. Fallaste.
¡¿Qué?!
Mello cerro los puños con fuerza, ahora si estaba perdido ese mocoso… ¿Cómo Matt había podido vivir con el? ¿Cómo lo soportaba?
Near seguía inmóvil, estaba muy consciente de lo inestable que el “amigo” de Mail podía ser, estaba demostrado pero…quiso hacerlo. Unas ganas profundas de hacerlo perder la paciencia, de molestarlo, de hacerle pasar un mal rato con situaciones que no eran mentira en verdad pero que estaban lejos de agradarle… ¿Por qué? ¿Por qué tomar una actitud tan infantil? Matt, él era la respuesta. Near quería molestar a Mello precisamente como un ataque directo por lo que miro por la ventana y que despertó emociones ajenas a su normal ser.
Nunca antes se había sentido echo a un lado cuando a Matt se le escapaban llamados a un tal “Mello” mientras se retorcía sobre el, nunca sintió mas que una sana curiosidad en saber quien era…y ahora lo sabia. Conoció por fin al famoso Mello, que no resulto ser mas que un impulsivo, infantil y violento muchacho que se subastaba también por una razón seguramente menos genial que Mail. Era llamativo definitivamente, lo contrario a Near, su total opuesto…pero eso no lo hacia mejor en ningún aspecto.
--Near…--aspiro hondo—Tienes exactamente dos segundos para pedir perdón antes de que te lastime mucho—amenazo con voz peligrosa, si estaba controlándose era porque Matt subiría en cualquier momento.
--¿Por qué lo haría? Solo he dicho la verdad, Mello.
¡Al diablo! El rubio tomo los hombros de Near empotrándolo con violencia contra el suelo, logrando que los primero tres botones de su camisa se abrieran por completo. Al muchachito se le escapo un gemido adolorido, cosa que agrado a Mello.
--Pide perdón, Near y…no te lastimare mas—sonrió al verlo indefenso.
Near lo contemplo en silencio.
--No me importara lo que piense tu novio, enano así que…mejor apúrate a pedirme perdón—aviso ejerciendo fuerza contra los delgados hombros.
El chico lo miro con un dejo de curiosidad ¿ha dicho “novio”? Por supuesto se refería a Matt pero…ellos no eran novios, no en lo que la palabra exigía.
--Si te refieres a Matt…
Mello presto atención a aquello, iba a revelarle su verdadera situación.
--…no veo el punto de explicarle todo a un completo desconocido—dijo al fin desviando los ojos.
Mello gruño furioso con los músculos tensos, listos para descargar toda su ira. Near trato de levantarse en vista de la inmovilidad de su captor, mas no lo logro, las manos del rubio sujetaron sus brazos con fuerza a los costados de su cabeza, subiéndose en el y aprisionando sus piernas con las suyas para dejarlo sin rango alguno de movimiento.
Entonces fijo sus oscuros ojos en los azules de Mello.
--Ah…ahora si me miras—mascullo—Bien, Near, te disculparas en este momento y luego me dirás que mierda haces viviendo aquí con Matt—ordeno con voz mortífera.
--Suéltame. Quiero levantarme.
--No me digas—sonrió maléfico.
--¿Por qué te interesa tanto mi relación con Mail?—inquirió.
--A ti eso no te importa.
--Claro que si, simplemente no puedes entenderlo.
--Escucha bien, pequeño y débil Near—acerco el rostro al del muchachito ejerciendo fuerza sobre su cuerpo, rozando la punta de su blanca nariz.
Y la puerta principal de abrió.
Mello y Near volvieron la vista hacia el recién llegado. Matt los miro en silencio, inmóvil en su lugar, con la mano aun en la cerradura electrónica de su colosal puerta y el cigarro en el suelo.
Paso un eterno segundo antes de que el rubio se diera cuenta de la cercanía y de la comprometedora situación en la que el pelirrojo los hubo encontrado.
--Amm…--movió los ojos al vacío—yo lo… ¿siento?—iba a salir pero se detuvo ¿A dónde iría a esa hora? Posiblemente debería dormir en el auto.
--No digas nada—ordeno Mello aun sobre Near, con la sangre subiendo a su rostro con vergüenza y enojo.
--Mello ¿podrías quitarte ahora?
El rubio reacciono entonces soltando al albino y poniéndose en pie, notando su falta de ropa en el torso. Near se incorporó despacio acomodándose la camisa.
--Yo…--Matt bajo los ojos cerrando tras de si la puerta—Mello… ¿tu y Near dormirán en su cuarto?—la voz apenas le salió audible.
--¡Cállate, idiota!—exigió el rubio poniéndose en pie—Esto no es lo que crees.
--Yo…no…
--¡Te digo que te calles!—se agito aun con la piel roja.
--Matt, por esta vez Mello tiene razón. Nunca podría aceptar que se acerque a mi de la misma manera que tu—a pesar de haberlo dicho como un aburrido informe, basto para que ambos muchachos miraran al albino, Mello furioso, Matt apenado.
El rubio entro a la habitación en busca de su ropa y salir de allí lo antes posible. Matt se acercó a Near calmadamente.
--Near… ¿estas bien?—pregunto sin agacharse a él.
--Mello no podría hacerme daño…
--No me refiero a eso…
--Tampoco me preocupa lo ocurrido en tu trabajo, Mail. Elle te llamara pronto, por cierto.
--De acuerdo…--suspiro incomodo, tras un momento retrocedió sobre sus pasos para ir a descansar.
--Mail…
--¿Si, Near?—no se volvió.
--Mello tiene una idea curiosa de nosotros pero no logro descifrarla—admitió, Matt parpadeo confuso volviéndose al muchachito.
--¿Qué quieres decir, Near?
--¿Consideras que tenemos una relación?—alzo los indiferentes ojos al pelirrojo.
Este sintió desatarse sus nervios.
--Near…
Para su alivio el albino movió la mirada situándola sobre el hombro del hacker, el pelirrojo se volvió de golpe encontrándose con Mello de pie tras suyo mirándole con atención, esperando la respuesta también.
¿Qué debía responder? Por un lado estaba Near, con su intrigante y difícil personalidad, cuyo cuerpecito de mármol le había correspondido, sus labios de cal…sus ojos negros…su cabello…todo. La forma en que su cuerpo frio tomaba un cálido sentido cuando entraba en su cuerpo y se retorcía debajo recibiendo sus labios cada noche… ¿Tenían una relación? Matt creyó que no, pero ¿Por qué le preguntaría Near entonces?
Por el otro lado, estaba el rubio. Con su violenta e impulsiva forma de ser, con las veces en que lo golpeo, lo insulto o peleo con el, hasta con un arma ya le hubo amenazado, la forma de sus labios, sus exigentes besos, sus caricias bruscas y su sabor a chocolate… sí, había una extraña atracción más que física que lo jalaba hacia él, como la fuerza de gravedad atrayéndolo al centro, al explosivo y temperamental Mello.
¿Tendría caso intentar algo con el? Matt creyó en un principio que no, que el rubio tenia demasiados problemas como para poder establecer algo…pero ¿y si se equivocaba?
Su corazón se tenso mientras los dos pares de pupilas, negras y azules, lo miraban expectantes. ¡Era una locura! ¿Le estaban pidiendo elegir de algún modo? Si, lo hacían y en el primer día viviendo los tres juntos…¡ERA UNA LOCURA!
Con Near tenia sexo, le agradaba y le tenia aprecio pero…¿una relación? Quizás...y si Elle no se daba cuenta.
Con Mello tenia una especie de amistad con contratiempos y acercamientos mas allá y le gustaba…
¡Que complicado!
Por fin, Mello perdió la paciencia, si el pelirrojo quería contestarle al irritante albino algo no quería estar presente, no si temía, lo admitió, saber la respuesta.
--Adiós, Matt.
--¿Dónde vas?—anduvo tras el rubio sin recibir respuesta, por lo que lo tomo por un brazo para detenerlo.
--Suéltame, Matt—ordeno tirando de su extremidad.
--Mello…--sus verdes ojos le reflejaban que realmente no quería que se fuera—Es peligroso…
--No tienes por qué preocuparte por mi, perro—sonrió sin felicidad.
--Matt…si su deseo es marcharse no es nuestro derecho detenerlo—aporto Near restándole importancia.
--A ti nadie te hablo—objeto el rubio.
--Mello, quédate.
El muchacho abrió con sorpresa sus azules orbes cuando el tono suplicante y apagado salió de los labios de Matt…realmente sonaba sincero.
--Matt…te dije que no intervendría en sus asuntos—le echo una mirada irritada a Near.
--Entonces no lo hagas, así podrás quedarte y estarás seguro…--exclamo el pelirrojo evitando sus ojos con cierta renuencia tímida y temerosa. Los ojos del rubio también se apagaron, le estaba pidiendo que no volviera a besarlo.
Near miraba de reojo en silencio, jugueteando distraído con sus piezas.
--Matt…
--Por lo menos esta noche…no puedes irte a esta hora…--insistió soltándole. Mello resoplo derrotado, de tratarse de alguien mas ya le hubiese dado un golpe para que le dejase en paz, pero era Matt…y tal como en el centro comercial, no podía enojarse con el…
--Bien…pero…--agrego al ver el brillo tenue medio volver a las pupilas verdes—El sofá esta bien y solo será esta noche.
--De acuerdo—le dedico una media sonrisa que se esforzó por se alegre, luego se dio la vuelta para ir con Near. Pero este ya no estaba.
--¿Near?—lo busco con la mirada pero lo único que encontró fue la puerta que correspondía al cuarto del albino, cerrada. Ahora se sentía mal.
Mello miro por encima del hombro del pelirrojo, sonriendo internamente por la reacción del muchachito, oh si, estaba celoso…pero…eso no respondía su pregunta ¿era o no su novio?
Matt suspiro hondamente y se dispuso a irse a la cama, fue un día muy loco.
--Matt…
--¿Si?
--Lo siento…--dicho esto el rubio se recostó en el sofá sin mirarlo. Matt guardo silencio un momento sin saber bien porque se disculpaba, por fin avanzo con cierta desgana a su habitación. Vaya problema en que estaba metido.
Por su parte, Mello aun confundido en torno al amigable pelirrojo contemplo su ordenador…debía irse, evitarle mas problemas…no interferir en su vida, no, Matt no se lo merecía.
Y lo primero que debía hacer antes de irse para dejarle vivir su vida tranquilamente, era conseguir de nuevo su evidencia.
--Matt….—murmuro inconscientemente.
**
Near se mantuvo firme frente al ordenador…aun se sentía curiosamente molesto, pero por ahora era mejor no hacérselo entender a su hermano.
Lo cierto era que no disfruto en lo absoluto la excesiva preocupación de Mail Jeevas para con ese delincuente rubio, pero…de algo había servido ser atacado por Mello. Mientras estaba tendido en el suelo algo llamo su atención, una tarjeta debajo del sillón.
La tomo mientras ellos no miraban y se la llevo consigo cuando le fue insoportable seguir en el salón.
La saco de la manga de su pijama para mirarla con atención.
“La manzana del shinigami”. Una tarjeta de presentación. Elle debía saber eso, podía ser invaluable que estuviera enterado. Pero ahora se sentía extrañamente cansado…y fuera de lugar, algo que no era común en el…debido a que, deseaba salir de su habitación y entrar a la del pelirrojo para recibir la respuesta a la pregunta que dejo volando momentos antes.
**
Apenas pasaban de las tres de la mañana. Y desde que habían llegado hacia dos horas, Matt no concilio el sueño. Podría ser quizás porque a es ahora aun estaba en el bar normalmente, siempre regresaba a punto del amanecer…o…probablemente, y mas seguro, era porque no tenia idea de que sucedía: Mello lo besa de la nada y luego pretende irse.
Mail estaba confundido, muy confundido, el rubio le ponía nervioso de buena forma cuando se le acercaba…no le preocupaba la forma de encontrarlos en el salón, a ambos los conocía para saber que se odiarían a muerte antes de “aquello”.
Cuando el rubio se hubo separado de el en el auto, Matt se quedo allí, inmóvil, pasmado, sin saber exactamente lo que ocurría…disfrutando del contacto…comenzó un cigarro hasta que el frio fue mayor…y mientras se dirigió a su departamento se sintió…feliz.
Pero ahora que Mello había asegurado solo quedarse por esa noche e irse después…no estaba seguro…no quería que se fuera, pero tampoco quería defraudar al pequeño Near…
No sabía ni lo que sentía.
Desde la llegada del albino su vida se torno diferente, llena de cosas curiosas y agradablemente raras y placenteras…Desde el regreso de Mello a su mundo todo se volvió peligroso y adrenalinico…
Dio vueltas sobre su lecho, sin encontrar una posición cómoda para perderse en el sueño, tenia otra inquietud: ¿y si Mello se iba mientras dormía?
--Maldición—susurro a la nada--¿Qué esta pasando?—se quito las mantas de encima acalorado y miro por la ventana. Afuera, en la oscuridad, todo era silencio y soledad. Una impresionante quietud opuesta a las sensaciones, y el maremoto de emociones confusas que chocaban en su cabeza.
Se incorporo en silencio, era una estupidez lo que iba a hacer, pero aun así sintió la necesidad de corroborar que Mello seguía dormido donde lo dejo.
“Vaya tus mieditos, Mail” se reprendió en silencio abriendo la puerta con cuidado. La de Near seguía cerrada, Matt resoplo sintiéndose culpable con el muchachito… ¿realmente Near querría una relación? Sacudió su cabeza en busca de algo de calma mientras andaba solo en sus pantalones de dormir por el pasillo hasta el salón. Antes de llegar una luz llamo su atención, un brillo que surgía de entre la oscuridad del piso.
No se detuvo hasta llegar al salón, su ordenador estaba prendido sobre el sofá y el rubio sentado en el suelo lo miraba atento a su trabajo.
Al parecer si estaba decidido a hacer lo necesario para irse en cuanto amaneciera…el detalle era ¿Qué era exactamente “lo necesario”?
No lo oyó llegar, así que Mail pudo acercarse un poco mas sin que Mello lo notara tras de si. Trataba de entrar al sistema de una agencia o algo así… ¿policiaca? ¿Criminal? Matt se tallo los ojos para identificar lo que intentaba hacer…Mello no lograba entrar y se le notaba mal humorado.
--Te seguirá desviando si sigues tratando así—le dijo. El rubio se volvió de golpe con un respingo, el pelirrojo casi sonríe al ver que le asusto.
--Matt…--miro el ordenador y acerco la mano para cerrarlo, tenía que disculparse por tomarlo sin permiso.
El muchacho se acercó hasta el y se inclino pasando los brazos por encima de los hombros del rubio, acortando toda la distancia entre ellos. Mello se tenso pero la meta de Matt era el ordenador.
Observo con ojos dilatados las manos del pelirrojo al teclear una y otra vez, enviando comandos y abriendo ventanas de quien sabe donde, pasando con facilidad todas las trabas que Mello tuvo.
Lo sentía tras de si, con la mejilla casi pegada a la suya.
Pasaron unos escasos minutos cuando Matt aparto las manos, satisfecho.
--Ya esta—anuncio con una sonrisa quitando los brazos del cuerpo del rubio y acomodándose a su lado.
Mello movió el cursor para darse cuenta que tenia acceso total a la información. ¿Cómo diablos hizo eso?
--Bien, cúbrete las espaldas cuando termines tu incursión—indico el pelirrojo poniéndose en pie, tranquilo se saber que el rubio seguía dentro del piso.
--Matt… ¿Por qué…porque eres así?—inquirió mirándolo.
--Bueno, porque desde niño me intereso la cibernética y la tecnología. Así que aprendí mucho—se encogió de hombros—No siempre resulta como quiero pero…--sonrió—por eso mismo estoy trabajando en el bar ahora.
Mello lo contemplo en silencio, Matt respondió algo que no pregunto.
--Me arrestaron—dijo divertido.
--Matt, no quiero decir eso, aunque—miro el ordenador fugazmente—fue sorprendente…me refiero ¿Por qué solo no te molestaste si tome tu ordenador sin tu permiso?
--No veo porque me molestaría—admitió—Yo no hubiera elegido una pagina publica para comenzar una investigación sobre movimientos bancarios corruptos, pero….
Mello miro la pantalla.
--No sabría donde buscar—admitió para si, frustrado.
--Déjame ayudarte—se acercó de nuevo sentándose a su lado, acomodando el ordenador frente a si y comenzando a trabajar. Su disco duro en una mina de oro de virus, formulas y comandos.
--Debiste entrar primero a la página del banco si quieres encontrar depósitos, directo a las cuentas… ¿sabes el nombre?
--Dwhite…
--Debe ser un alias, ¿Qué quieres saber, exactamente?
--Los depósitos de dinero que le hizo a varios funcionarios para cubrir sus negocios…--balbuceo mirando al muchacho trabajar.
--De acuerdo…--siguió tecleando—Probablemente te muestre una lista entera de movimientos, tiene que haber algunos falsos, supongo que allí tenemos nuestra pista…
A Mello le agrado la forma en que Matt hablo en plural.
Se acomodó para mirar al pelirrojo trabajar, rebuscando en su pantalón una barra de chocolate a la mitad y comerla mientras contemplaba a Matt…
--¿No vas a preguntar que es lo que hago y porque?
--No. Te dije que no preguntaría—recordó con una sonrisa.
Mello lo miro por un momento, la luz el ordenador brillaba en el reflejo de las pupilas verdes del pelirrojo, iluminando sus facciones…Resoplo decidido.
--Matt ¿sabes que también soy huérfano?—exclamo girando los ojos.
Mail dejo su trabajo y le miro.
--Mello….no tienes por qué decirme eso…
--Cállate y escucha, perro—suspiro con pesadez—Pues si, lo soy. Hui de la institución a los quince años… ¿sabes que es un escort, Matt?
El chico negó en silencio.
--Es el único trabajo que puedes encontrar a los quince años, solo y con la meta de sobrevivir…--se recargo en el sofá—Un escort es algo parecido a un “acompañante”
Matt capto entonces.
--Y tú… ¿eras escort?
--Si, durante cuatro años—suspiro de nuevo—No es un trabajo en el que puedas conservar muchas cosas, incluyendo la dignidad pero…el dinero siempre será prioridad si se esta solo—sus ojos se apagaron. Mail sonrió a medias sin alegría, vaya que conocía el sentimiento—Una noche estaba con un”cliente”, Dwhite—escupió el nombre—Cuando entro a la habitación un hombre, lo recuerdo muy bien. Se refirieron a el como “Equis Kira”, de cabello negro y gafas. El tipo que te evitaría todo el tiempo.
--Equis Kira…
--Si, el segundo al mando de Kira…el dueño de la “agencia” para la que trabajaba…No era muy legal—sonrió con ironía—Pero Kira es alguien que nunca conocí…
Matt seguía mirándole.
--Al parecer tenían asuntos pendientes Dwhite y Kira…iban a matarlos allí y conmigo de paso y entonces—resoplo—se me ocurrió hablar. Lo único que hice fue usar la lógica, convencí a Equis Kira de que Dwhite podía arreglar los asuntos y…me creyó. A partir de entonces el maldito mafioso esta detrás de mi insistiendo en que me una a ellos—torció los labios—Pero…no de la forma que yo hubiese querido—su voz se perdió en la rabia.
Luego de eso comencé a trabajar en el Death Note para alejarme de ellos, siempre me encuentran…
Matt busco sus ojos, pero parecían sumidos en las sombras.
--Hace dos meses que dieron con mi casa y…--le miro—por eso tuve que marcharme, Tenia que tratar que me perdieran la pista…
--¿Lo hiciste?
--Si pero…ya lo viste, Matt—resoplo—Es peligroso que este aquí, esos perros de la mafia no son cualquier persona…
--No te preocupes—sonrió con ganas despreocupado, tratando de aligerar la carga en los ojos de Mello.
--¿Eres estúpido genuino o solo sumamente positivo?—gruño— ¡Por mi culpa podrían matarte o algo peor!
Se callo ante sus palabras, ¡maldición! Otra vez le ganaron sus emociones. Mail guardo silencio también, mirando el suelo.
--Mello…--llamo, este le miro pero Matt seguía con los ojos directo al piso—Mail Jeevas, así me llamo. Matt es solo mi seudónimo de trabajo, como hacker y…en el bar.
El rubio parpadeo confundido pero luego recobro la compostura con un suspiro.
--Hay, perro…ya lo sabia. Near te llamo así.
El pelirrojo alzo los ojos.
--Si pero…quería decírtelo.
Se miraron por un momento, la tímida sonrisa de Matt comenzaba a ejercer sobre el rubio la magnética atracción que había estado negando…Se acercó despacio hasta terminar con la distancia. Le valía un comino interferir entre el enano y Mail.
Matt se pasmo y se mantuvo quieto mientras los labios sabor chocolate del rubio jugaban con los propios, tras un segundo cerro sus ojos para corresponder.
Mello acorto la distancia de sus cuerpos haciendo retroceder la espalda del pelirrojo hasta el suelo; sin romper el beso sujeto su rostro con una mano mientras con la otra se sostenía.
El aire comenzó a faltar, solo entonces se separaron.
--Te dije que cuando yo quisiera podría hacerte MI perro…pero—sonrió—Tampoco quiero violarte, Matt…
Al muchacho le hizo gracia, pero su respuesta fue buscar los labios del rubio de nuevo. La mano de Mello se escabullo por encima del torso desnudo del hacker, sintiéndolo estremecerse debajo de su palma.
Mail sujeto la espalda de Mello para atraerlo a si y que sus cuerpos dejaran de estar separados por los malditos centímetros. Bajo sus palmas por la espalda del muchacho enterrando sus dedos cuando Mello rompió el beso para dirigirse al cuello del pelirrojo, besándolo y dejando pequeñas marcas rojas en la piel.
Matt tembló al sentir una sutil mordida en su lóbulo derecho, se aferro al muchacho bajando las manos por debajo del pantalón del muchacho.
Mello se separo lo necesario para sacarse la el chaleco y botarlo lejos.
Sus respiraciones chocaban una contra otra.
Matt cambio las posiciones, subiéndose en el atlético cuerpo de Mello, bajando su lengua por el pecho hasta los pezones, jugando con la punta de su húmeda lengua de un lado a otro. A Mello se le escapo un gemido ronco, complacido.
Mordió suavemente la piel erizándola por completo. Bajo por el abdomen hasta el vientre presionando con sus labios, Mello enterró sus dedos en los cabellos rojizos de Matt. EL cinturón salió volando, el botón se desabrocho, mas antes de dejar libre la erección de Mello, el pelirrojo subió por su torso hasta sus labios, besándolos con gusto.
El rubio bajo su mano hasta el pantalón de pijama del chico masajeando su entrepierna, Matt tembló en medio de un jadeo, podía sentir ponerse duro en medio de los dedos de Mello.
Respiro con dificultad sobre el oído del rubio, y de la nada se vio debajo de él, en medio del salón, esparciendo las cartas de Near por el suelo. La tela de su pantalón despareció de su cuerpo con poca delicadeza, Mello mordió su cuello, Matt arqueo la espalda contra el pecho del muchacho llevando la punta de su lengua hasta rozar el oído de su amante. Su miembro duro quedo aprisionado entre ambos cuerpos, la suavidad de su piel era deliciosa. Mello se deshizo de sus pantalones pateándolos lejos, exigiendo los labios del muchacho.
El hacker llevo las manos de la cintura de Mello hasta su trasero enterrando las yemas de los dedos peligrosamente cerca de la sensible entrada del rubio, este gimió con la garganta cuando los dedos masajearon el contorno de la pequeña entrada.
--Ni se te ocurra—gruño Mello con voz ronca sujetando las palmas de Matt contra el suelo.
Matt por un momento creyó que estaba por terminar el encanto. Sin embargo, Mello se escabullo por su cuerpo hasta su cadera, lamiendo de paso la extensión del muchacho, este se estremeció cerrando los ojos con satisfacción.
Pero ese no era el objetivo inmediato, el rubio se llevo dos dedos a la boca para lamerlos con ganas y posarlos luego en la entrada de Matt. Entraron lentamente, primero uno, luego el otro, para dilatar al pelirrojo, este se mordió los labios en una mueca de mezcla entre placer y dolor.
El rubio siguió lamiendo el miembro duro del pelirrojo, como si de un chocolate se tratara, y con la mano seguía moviendo en círculos la entrada, introdujo un dedo mas, causando que Matt se tensara gimiendo, aun mordiéndose el labio.
Cuando se separo por fin, Matt lo miraba expectante con un tinte de miedo en las pupilas, nunca había sido invadido…mas bien ese era el papel de Near siempre…
Se acomodó entre sus piernas, introduciendo el miembro despacio, sin buscar lastimarlo, el pelirrojo cerro los ojos tensándose, diciéndose a si mismo que debía relajarse.
--Tranquilízate—le susurro Mello al odio—Me detendré si…
Los labios del Matt le interrumpieron y así, las embestidas comenzaron, primero suaves acostumbrado al pelirrojo, pero subiendo de frecuencia, rapidez y fuerza. Hasta lograr que el miembro de Mello entrara por completo en el cuerpo de Matt.
Sus respiraciones chocaban, podía el rubio oír los jadeos ahogados del pelirrojo debajo de él y a Mello le gustaba…realmente estaba disfrutando de ese contacto mas allá de lo físico.
Su miembro entrando y saliendo, sintiendo las paredes del cuerpo del pelirrojo aprisionar su extensión con placer…Matt aferrado a la espalda de Mello, gimiendo en su oído, escuchándolo gruñir complacido también.
El contacto era el paraíso. Matt ni su propio nombre recordaba pero si uno en especial.
--Mello…—gimió Matt por fin a la persona indicada sudando contra su cuerpo.
Venia llegar el momento esperado, el clímax del acto…Mello se tenso sobre Matt dejando salir un gemido complacido, con la vista nublada.
El pelirrojo sintió su esencia caliente derramarse entre ambos cuerpos al tiempo que su garganta se abría en un jadeo.
Podía sentir a Mello aun dentro de si…y le gustaba enormemente. Con el cuerpo punzante aun sobre el, recuperando el aliento. Aferrados el uno al otro.
--Mihael…
Matt parpadeo aun recobrando la visibilidad, mareado y sensible por cada poro.
--Mihael—repitió Mello a su oído entre su respiración entrecortada—Mihael Keehl.

Notas finales:

Proximo capitulo: el complot se descrubree!!!!!!!!!!!

Ejmmmm muchas muchas gracias por leer!!!! actualizo la prozima semana, io espero que lunes sea, porque tendre clase libre =DDD!!!

sazyooo <3!


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