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Subasta Humana por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Ahh!! por estar baboseando con calma ahora tengo q correr waa!!! xD!

Light dio vueltas en su oficina de nuevo, estaba perdiendo la paciencia que el creía era inmensa. Hacia ya bastante tiempo que pidió ver a Matt, estaba más que preparado para verle y…para mucho más.

Sus cálculos tenían que ser exactos.

Jugo con las fotografías en medio de sus manos, aquellas imágenes del pelirrojo que despertaron su deseo al mirarlas, al sentirlas con sus dedos como si a través de ellas pudiera sentir el calor del chico.

--Matt…--murmuro. Exasperado tomo el teléfono para averiguar que sucedía.

--¿Señor Yagami?—pregunto la sorprendida recepcionista, nunca llamaba el mismísimo jefe a nadie del personal que no fuera su gélido abogado.

--Comunícame con el jefe de fotografía—ordeno con poca disposición.

--Si, señor.

No pasaron ni dos minutos para que una nueva voz le contestara el auricular.

--¿Señor…Yagami?—dudo en cuanto supo de quien estaba en la línea.

--Ordene que Matt se presentara en mi oficina—soltó con despotismo--¿Dónde esta? Tengo una agenda ocupada.

--Disculpe, señor, no, no se a quien se refiere—se disculpo apenado, temeroso de ser despedido.

--Alto, pelirrojo, gafas—enumero con rapidez, exasperado por la ineptitud del sujeto.

--La nueva manzana—cayo en cuenta.

--¿Dónde esta?—exigió saber con superioridad.

El hombre del otro lado de la línea intercambio unas palabras con alguien antes de volver a hablar.

--El señor Mikami lo escolto hasta su oficina, señor Yagami—explico con un leve tartamudeo.

--¿Hace cuanto?—entorno los ojos.

--En cuanto termino la sesión.

El castaño cortó la comunicación sin más.

--Mikami—escupió con furia. Sabia que era posible que alguna vez quisiese atentar contra Matt, era obvio dados sus visibles celos…pero ¿la primera tarde? Realmente era un buen abogado pero también estúpido en ocasiones.

Estaba violando la única regla que tenía prohibido alguna vez si quiera refutar: actuar por cuenta propia.

Saco su móvil y marco una tecla.

--¿Si?—le dijo una voz grave del otro lado.

--Soy Kira—anuncio.

**

Mello apenas puso un pie afuera de la enorme fortaleza se sintió mas seguro. Se coloco las gafas negras para proteger su visión del sol, a pesar de que el horizonte pardearía en cualquier momento.

Avanzo sin mucho interés por las calles hasta su aparcamiento, tomo el casco con ambas manos pero se detuvo antes de colocárselo. ¿Cómo estaría arreglándoselas este perro distraído?

Suspiro, el mismo siempre se las vio difíciles en su anterior empleo, por tanto, Matt, tan distraído y noble…le preocupaba. Ese cabezón de Near debió haber servido de algo mejor y conseguirle una mini cámara que le permitiera a Mello seguir sus pasos y saber si estaba bien o no.

Sus puños se cerraron con fuerza…se sentía impotente ahora que tenia la certeza de que Light realmente sentía un interés que iba mas allá de una relación laboral, hacia Matt.

--Matt…--murmuro inconscientemente.

--¡MEEEELLO!—la infantil vocecilla le sobresalto, sacándolo de golpe de sus pensamientos, de una forma no muy agradable.

Volvió los ojos al origen encontrándose con  la no muy grata presencia de cierta rubia que el tachaba de estúpida.

Vestía un atrevido corsette rosado con vistos negros y una falda que dejaba visibles sus largas piernas enfundadas en calcetas rayadas.

Misa se le acerco al muchacho inmune al gesto hosco de este. Por su parte el rubio comenzó a montar su vehículo.

--¡Espera, Mello!—grito ella logrando que algunas personas los voltearan a ver.

--¿Qué quieres, Amane?—dijo con mal humor.

--No creí encontrarte aquí—dijo ella llegando hasta el.

--Podría decirte lo mismo—replico.

--Vengo a visitar a Ryouga y Linda—respondió con la vocecilla apagada. Mello la contemplo con molestia y sospecha ¿realmente era tan estúpida como para ir a la prisión y no evitarla a toda costa? Bueno, esta vez no podía insultarla a gusto, el también había acudido, aunque por razones totalmente distintas, estaba seguro.

Mello se iba a colocar el casco, cuando las manos femeninas le detuvieron, el la miro con irritación y confusión también.

--¿Qué?

--Necesito hablar contigo—la voz apagada de Misa sonaba bastante inusual comparado con todos esos gritos animosos a los que el rubio estaba acostumbrado tratándose de ella.

--Tengo prisa.

--No tardare—aseguro levantando la palma como si de un juramento se tratara—Por favor…

Mello resoplo.

--¿Qué?

--Tengo planeado declarar ante la policía, pero no podre hacer mucho si Matt ni tú se presentan—explico aun con la voz apagada.

--¿Por qué no mejor convences a tu novio de dar la cara?—pregunto con ironía.

--¡Light no es un cobarde!—dijo de inmediato—el…el…es una persona muy importante y su nombre no puede inmiscuirse en problemas—explico—No luego de aquella vez…

--¿Qué ocasión, Amane?—entorno los ojos.

--¡Ninguna!—se apresuró ella—Solo quería pedirte que asistieras junto con Matt.

--¿sabias que Matt esta trabajando con tu novio?—enarco una ceja.

--No…--dudo.

--Parece que tu “adorado” Light, no te dice todo—se burlo con una media sonrisa autosuficiente.

--¡Light y yo nos decimos todo!—se defendió—Es solo que…últimamente he tenido miedo y por eso no me ha dicho algunas cosas…

--Tener miedo no es razón para que te esconda secretos, Amane—obvio.

--Es que…--bajo los ojos—No quiero que Ryouga, Linda y los demás estén aquí, son mis amigos…

Mello la miro con atención, analizando sus reacciones.

--Lo que hizo tu novio no es correcto, Amane.

--Lo se…No soy estúpida, Mello—le miro con seriedad, algo extraño en ella. Claramente Mello discrepaba con ella—ya te lo dije, solo no puede inmiscuir su nombre de nuevo, no luego de ese rumor sobre la mafia…--se callo de golpe.

El rubio sonrió internamente, esa mujer realmente era tonta.

--Amane… ¿tu novio tiene un socio llamado Gordon Dwhite?—pregunto con cuidado.

--¿Por qué me preguntas eso?—le miro con desconfianza.

--Veras, hace tiempo conocí a un tipo del cual hace rato me entere trabaja con tu Light, y que llevo una vez un mensaje a Dwhite acerca de uno de sus negocios…

--aja…

--Bien, quiero encontrarlo ahora que me he quedado si empleo—remato con la sonrisa mas sincera que pudo esbozarle.

El gesto de la muchacha se ilumino de nuevo.

--¡Si!—dio un saltito—Creí que era algo turbio—rio—Light me dijo que pensaba encontrarse con el en el hotel del centro de la ciudad—hablo con rapidez—Le diré a Light que te recomiende…

--No—interrumpió—No lo molestes, yo me encargo.

--De acuerdo—se encogió de hombros—Que bueno es ayudar a un amigo.

Mello no le respondió, se limito a colocarse el casco y echar a andar su motocicleta. Misa Amane lo miro alejarse calle arriba, su expresión alegre desapareció pasando a ser inexpresiva apenas Mello se perdió  en el horizonte.

Giro sus azules pupilas al enorme y gris edificio que tenía a un costado, la prisión, sin más, siguió su camino sin intención alguna de pisar ese lugar.

**

Mikami suspiro hondamente recargado sobre le muro tras el cual Matt estaría pasando sus últimos momentos de una forma poco placentera para el. Una vez que Rotham terminara seria bastante sencillo solo deshacerse del chico, ya que, ese cliente era bien conocido allí debido al mal estado en que había dejado a algunas de las manzanas. Y es que solo seguía allí gracias al dinero que pagaba por la diversión que le otorgaba “la manzana del shinigami”.

Sonrió una vez mas sintiéndose victorioso, haciendo lo que creía mejor para Kira.

 De la aparente nada el fondo del pasillo se lleno de altos y robustos hombres de negro con los rostros cubiertos con mascaras oscuras sin orificios para la boca, eran cuatro en total andando como escudo de Light Yagami.

Equis Kira parpadeo confundido con el corazón agitándosele por automático: aquellos eran los hombres de Kira, sus matones particulares, cubrían sus rostros de cualquier mirón que alguna vez pudiera decir como eran, ser rastreados, identificados y atrapados por la policía o peor, otra mafia.

Mikami se separo de la pared con cautela, los hombres llegaron hasta donde estaba deteniéndose para dejarle libre el paso a Kira. El castaño se acercó unos pasos logrando que Mikami retrocediera los mismos.

--Mikami—saludo Kira lentamente.

--Light…yo…creí que tenías cosas que atender con el detective que…

--Me encargare de el a su debido tiempo—interrumpió con arrogancia--¿Sabes Mikami? Hay cámaras en todo el edificio.

--Lo se, Light, yo te ayude a diseñarlo—replico con el ego herido.

--Que tiempos esos—suspiro—Cuando hacías lo único que debías hacer—termino con la distancia entre ellos para hablarle rozando los vibrantes labios de su abogado—Obedecerme. Es lo único que siempre debes hacer.

--Light…

--Kira—corrigió estampando sus labios en los de Mikami, quien sintió el corazón al borde de un colapso, y no por el sentimiento, más bien era un curioso temor.

Se separo de el luego de un momento.

--No lo tocaras de nuevo—murmuro contra su rostro—Nadie lo hará…y tu, Mikami…eres alguien que a partir de hoy no conozco.

Con un movimiento de mano sus hombres abrieron la puerta de golpe.

**

Era vergonzoso sentir la excitación de aquel sujeto tallándose sobre su cuerpo mientras el filo rozaba su espalda baja, enterrando la punta en la tela para abrir un nuevo surco en su pantalón.

Matt sentía el orgullo bastante pisoteado,  pero era más humillante sentir que estaba a su merced, que podía morir o salir bastante lastimado si trataba de defenderse o huir.

“Mello” era lo único que por su mente pasaba.

--Se pondrá mejor—susurro en su oído mientras jugueteaba el cuchillo entre sus cabellos. Con la otra mano aferro su cadera como preparándose para algo, Mail agradeció tener los ojos vendados aun…respiro hondo tratando de aliviar su impotencia y su temor…

La puerta se abrió de golpe.

El corazón del pelirrojo dio un vuelco, por instinto dirigió el rostro hacia donde recordaba estaba la entrada a esa habitación

El tipo se apartó sorprendido por la intromisión, trastabillando sin comprender lo que sucedía.

--¿Qué…que significa esto? Yo pague ya por el servicio—dijo con indignación.

--Me temo que hubo una equivocación—Matt oyó la singular voz de Light, con un extraña sensación de salvación llevo su mano libre a su rostro para sacarse la corbata de los ojos.

A primer instante su visión lo traiciono mirando todo en un tono borroso, mas luego la imagen fue aclarándose hasta permitirle ver al castaño dentro del cuarto, impecable como siempre y rodeado de cuatro enormes tipos de pinta de guardaespaldas.

--¡No pudo suceder!—se defendió el sujeto—Pague una suma considerable por este chico y…

--Se le rembolsara con creces—intervino el castaño—le ofrecemos un servicio nuevo y gratis.

Matt trato de alejarse lo poco que podía del cliente maniático, hasta ese momento noto que no traía pantalones, y que la evidencia saltaba a la vista.

--No, me niego, sus erro…

--Me temo que no esta en discusión—tajo el castaño, al segundo dos de los tipos de negro tomaron al sujeto por los brazos y lo llevaron fuera del lugar.

--¡¡Light!!—trato de intervenir Mikami, despertando del shock que le causaron las ultimas palabras que Kira le dijo. Los otros dos tipos de negro lo sujetaron para que no se acercara--¡suéltenme!

--Lleven a Mikami a mi oficina—ordeno con suavidad sin apartar los ojos del pelirrojo.

--¡Light!—la voz de Equis Kira se perdió en el pasillo, algunas puertas de las otras habitaciones se abrieron entonces con curiosidad. Light cerró la puerta tras su espalda.

Matt volvió a desconfiar, retrocediendo.

--¿Estas bien?—pregunto el castaño. Matt asintió en silencio. Light lo analizo lentamente, el torso desnudo del muchacho, la forma conveniente de seguir atado a la cama, el pantalón medio destrozado, la corbata rodeando su cuello, sus cabellos rojizos revueltos…y la forma temerosa de mirarlo con sus verdes pupilas.

Le lanzo un objeto al extremo de la cama, cerca del hacker.

--Ve a casa, Matt—le dijo dándose la vuelta para salir. El chico parpadeo confundido—Disculpa la equivocación—le dijo de paso. Matt siguió el silencio, entonces Kira se volvió—Te veré mañana—y sin mas salió.

Mail saco el aire de golpe: ¡se atrevió a decirle que lo vería! ¿Cómo estaba tan seguro de que volvería?

No quiso pensar más en ello, dio un hondo suspiro, aspirando luego oxigeno suficiente para regular el palpitar de su corazón. El alivio de sentirse a salvo otra vez le calentó el cuerpo y el alma.

Miro lo que Light le había lanzado: una llave, seguramente de las esposas.

**

Sus pasos eran seguros mientras cruzaba el lobby del elegante hotel, ni un solo rastro de duda en su cuerpo al acercarse hasta la recepcionista. La muchacha al notar la rubia presencia, se aliso el uniforme y le dio su mejor sonrisa.

--¿puedo ayudarle en algo?—traspaso un segundo sentido.

--Dwhite—soltó Mello apoyando los brazos sobre la recepción, sonriéndole con insinuación a la mujer— ¿Cuál es su habitación?

--Disculpe—tartamudeo la mujer—Esa información no puedo dársela.

Mello frunció los labios levemente en fingida decepción.

--Pero…de verdad necesito hablar con el—dijo con voz persuasiva, de terciopelo.

--Yo…

--Dígale que Mihael esta aquí—interrumpió con una sonrisa—estará esperándome.

La mujer tomo el teléfono y marco unos números, tras un momento de espera por fin logro comunicarse, compartió unas cuantas palabras con alguien mientras se disculpaba por la molestia. Apenas menciono a Mello y describirlo, el interlocutor pareció cambiar de actitud.

--Dice que suba—indico—Habitación 304.

El rubio se alejó rumbo al ascensor sin prestarle más atención a la mujer. Su corazón estaba nervioso, se sentía inseguro, y no era para menos: se metía a la boca del lobo.

Unos minutos después y ya estaba frente a la enorme puerta con el numero 304 pegado en la madera.

Lo esperaban: la puerta se abrió antes siquiera de que llamara. Aspiro el aire con fuerza y avanzo hacia el centro de la suite, pasando de largo al esbirro de la mafia que sostenía el pomo.

--¡Mihael!—celebro con ironía el enorme sujeto calvo de traje blanco que lo esperaba sentado en medio del salón.

--Gordon—devolvió el saludo en el mismo tono. Sus sirvientes rodearon al rubio para impedirle salir de allí.

--Nunca pensé que serias tu quien viniera directamente hasta mi—admitió poniéndose en pie.

--Las cosas cambian y a decir verdad—sonrió llevándose una barra a la boca—tampoco confío mucho en su capacidad.

--Me hieres, Miahel—rio acercándose, extendiendo una palma para tocarle. Se detuvo de golpe cuando el cañón del arma del rubio se interpuso entre ambos.

Todos los hombres de Dwhite le encañonaron a él.

--Por favor, Mihael—se burlo--¿vienes a matarme? Eres más inteligente que esto.

--Cierto—mordió su dulce—Vengo para aceptar tu propuesta.

Todos se miraron con desconfianza.

--No te creo. ¿Qué te hizo cambiar de parecer?

--Lo hice y ya.

Hubo murmullos de descontento.

--Puedo probarlo—bajo su arma guardándosela en el pantalón—Trabajo contigo—se acercó un paso sonriendo con confianza—a cambio de algo.

--¿Y que pide, el niño Mihael?—sonrió mirándolo fijamente.

--Quiero a Kira—soltó—Y creo que tu también: el jefe de las mafias de esta época, la cabeza de las corporaciones corruptas…el criminal con aires de dios…

--Es un precio alto—convino el hombre con sus esbirros, quienes murmuraban de nuevo.

--Puedo dártelo: puedes ser la cabeza tú—se encogió de hombros—Dejaras de seguir sus órdenes, se recibir a Equis Kira a cobrar tus deudas…--ofreció.

--¿Y a ti que te hizo para que busques destronarlo?—entorno los ojos con sospecha.

--Digamos que es solo un pequeño salto al poder—se dejo caer sobre un sofá. Dwhite iba a acercarse cuando el cañón de nuevo lo detuvo—Si algo no me gusta de esta reunión, con una simple señal hare que toda la evidencia que tengo de ustedes sea enviada a la policía y se pudrirán en prisión—sonrió mordiendo el chocolate.

El gesto del mafioso se endureció de pronto.

--Aun no te creo que solo hayas cambiado de parecer…

--Piensa lo que quieras, no tengo especial interés en esta o en otra mafia, digamos que eres el primero que querrá que Kira muera…tener su poder seria benefactor.

--¿Debo creerte, Mihael?

--La primer regla será llamarme Mello, no Mihael. Y en segundo lugar…si, aunque la única garantía que te daré es mi palabra, con eso debe bastarte.

--En ese caso: bienvenido por fin, “Mello”—sonrió el hombre con autosuficiencia.

--Sera a mi modo—advirtió—Con mis condiciones a menos que quieran que la información que tengo llegue con la policía…

Los presentes desconfiaron más, si era posible.

--¿Y como trabaja Mello?

--Con chocolate—sonrió—Y esperando que hagan lo que digo si quieren que las cosas resulten bien.

--Danos otra garantía, Mello—casi ordeno. El rubio entrecerró sus ojos con cautela—Me sorprende que no me guardes rencor por nuestra ultima visita a tu casa—se dejo caer sobre el amplio sillón—Ambas fueron interesantes aunque la ultima vez que nos vimos…

--Y basta—endureció la voz, controlándose para que no se notara que le hervía la sangre—Y la garantía ya la di: los encontré en un solo día mientras que a ustedes les costó meses hallar mi paradero…

Los mafiosos replicaron al mismo tiempo ante el insulto, mas su jefe los mando a callar con la palma de la mano.

--Una ultima cosa, Mello…

--¿Qué?—replico el muchacho con poca disposición.

--Dese que cerro el Death Note no hemos conseguido un espectáculo de calidad…--insinuó.

El rubio frunció los labios con claro descontento, usando todo su autocontrol para no descargar su cartucho entero en ese tipo, pero hacia eso precisamente por Matt…aspiro hondo, se arrepentiría de lo que iba a hacer pero ya estaba allí ¿no?

Con la misma rapidez con la que el gesto de repulsión llego también se fue, siendo remplazado por una media sonrisa astuta. Se puso en pie guardando el arma en la parte frontal del pantalón para poder sacarla de ser necesario.

Coloco la suela de su zapato para subirse en la mesa de centro que sorprendentemente soporto su peso. Llevo sus manos hasta el cierre de su chaleco, y con la misma sonrisa falsa que adornaba su bello rostro, llevo el carrito hacia abajo, descubriendo lentamente su torso.

--que quede claro que solo ocurrirá esta vez—dijo—y que…si alguno pone un solo dedo sobre mi será lo ultimo que hagan—amenazo con real furia.

Dwhite sonrio asintiendo en silencio y con un gesto de la mano, uno de sus hombres encendio el reproductor de música, la melodía retumbo por toda la extensión de la suite: Ich tu dir weh, de Rammstein.

Mello aspiro hondamente ahogando toda las ganas de desollar a esos tipos, de pasar por alto que acababa de firmar su condena con el diablo, odiaba a todos allí dentro en especial al Dwhite, quien se acomodó en su lugar para disfrutar del espectáculo.

**

Suspiro una vez más con las manos fijas en el volante de su auto. Salió de la supuesta agencia cuando el sol había desaparecido presa  de su normal turno de trabajo, dejándole libre la entrada a la noche y a la luna llena que iluminaba las calles.

Nadie le detuvo, nadie le dirigió una sola palabra mientras anduvo por los pasillos del elegante y odioso edificio, tampoco nada más ocurrió: no vio de nuevo a Light ni mucho menos a Mikami. Y daba gracias a todos los santos que así haya sido.

Condujo por automático, con la mente viajando en otros mundos, obligándola al olvido y al descanso, sobre todo al descanso.  No fumo, pues al tratar de encender el cigarrillo se dio cuenta que…no tenia ánimos para ello.

Cuando al fin llego a su destino, dio vuelta sobre su hombro y el asiento para asegurarse que nadie lo seguía: la sensación de peligro aun lo asediaba. Resoplo cuando vio la oscura y solitaria calle tras de si.

Aspiro profundamente antes de dejar salir el aliento y recargar la cabeza sobre el respaldo cerrando los ojos en un intento por recuperar la calma y convencerse de que estaba a salvo y completo…Sin abrir los ojos busco un cigarrillo y se lo llevo a los labios, lo encendió y se dejo llevar por el embrujo del humo.

Así se quedo un rato, divagando, esperando hasta sentirse un poco mejor pues no quería que Mello lo viera en ese estado y, en uno de sus arranques violentos e impulsivos hiciera algo peligroso o arriesgado.

Al fin, abrió los ojos descubriendo que llovía ¿Cuándo fue que ocurrió? Ni idea.

Salió del vehículo lentamente, caminando de la misma manera distraída y abstraída con la que llego desde un principio, sin importar si se mojaba, ensayando en su mente la sonrisa que debía darle al rubio, aunque sabía que Mello lo descubriría.

Llego hasta su enorme puerta-fortaleza, abrió en silencio y entro a su piso. Todo estaba oscuro.

Paseo sus verdes ojos por el espacio pero no veía a nadie. Siguió caminando, mojando todo conforme su paso, entonces noto la figura que descansaba sobre el sofá, se acercó con cuidado, entrecerrando los ojos para agudizar su vista y distinguir el cuerpo dormido de Rester, la niñera de Near.

¡Near! Era normal que estuviera allí ese agente todavía: evitaría que Mello cometiera asesinato o que el albino muriera de hambre.

Retrocedió girando la vista para su dormitorio, tal vez el rubio lo estuviera esperando allí, Matt realmente necesitaba un poco de calma…ya no se diga calor…Sus ojos se encontraron con la figura blanquecina de Near en medio de la oscuridad reinante dentro del departamento.

Pero esta vez no se sobresalto, su mente aun estaba en otro lado.

El muchachito le contemplo con sus grandes ojos negros. Silencio.

Matt avanzo entonces, chorreando, pasando de largo a Near, sonriéndole suavemente.

--No esta aquí—dijo la voz monótona del albino.

Mail se detuvo. Luego de un momento asintió y siguió su camino hasta su habitación, entrando y dejando la puerta abierta para Near. El albino camino lentamente, arrastrando el pantalón blanco de su pijama, con las mangas cubriéndole por completo las pálidas manos, y toda la tela colgando sobre su delgado cuerpo. Y cerro la puerta con calma apenas estuvo dentro del cuarto de Matt. Todo era sombras.

Observo con gesto indiferente como el pelirrojo pateaba sus zapatos lejos, se sacaba la playera empapada y luego el pantalón, botando ambas prendas en un rincón oscuro. Mail se detuvo un momento aspirando el aire frio de la noche, pensando exactamente que era lo que estaba haciendo, Near estaba detrás de él, indefenso como siempre, dispuesto probablemente…solo…ambos…dentro de su habitación…solos…con la luna llena iluminando mortecinamente la estancia, con la lluvia  haciendo eco en las calles y sobre el cristal de su ventana…Allí estaba Near, como tantas noches atrás.

Near se llevo una mano a su cabello para retorcerse su mechón, apartando la vista con aire tímido e inocente también.

Matt aspiro hondo el aire helado de su habitación, luego resoplo con una sonrisa sin alegría  ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué estaba esperando?

El muchachito alzo las oscuras pupilas con cierta curiosidad disimulada en su frialdad, con la intención de deducir que era lo que Mail podría hacer.

Por fin, el pelirrojo se volvió a un costado del cuarto, tomando sus pantalones viejos de pijama y vistiéndoselos, terminando con el eterno instante de indecisión. Pero ya no más, estaba seguro, no había marcha atrás y había tomado también ya su decisión.

--Near…--dijo al volverse al chico con calma.

El interpelado le miro directamente a los ojos, y entonces la resolución en los ojos del hacker tembló, Near era demasiado gélido e indiferente, la forma de mirarlo era demasiado fuerte, demasiada perturbante a pesar de no traspasar emoción ni sentimiento alguno…y, sin embargo, en ese justo momento, las pupilas vacías del albino cobraron cierta vida, cierta desolación que le apretó el corazón, sintiéndose culpable por lo que haría, por lo que hizo con el muchachito durante todo ese tiempo.

--Near…

--No es necesario que digas algo—interrumpió con un aire indiferente, apartando la mirada, torciéndose todavía mas su cabello. Near era demasiado listo, Matt estaba consciente de ello, por lo que pudo saber en su expresión que el albino sabía lo que le diría.

--Debo decírtelo—replico con dulzura el muchacho inclinándose hasta la altura de Near. Este le miro entonces.

Matt suspiro sonoramente tomando al chico por los hombros, clavando una rodilla al piso y acercándolo a su cuerpo. Fijando sus verdes orbes en los abismos negros del albino.

--Near…yo…--le sonrió débilmente—quiero a Mello.

--Dije que no era necesario.

--Siento que debes saberlo, por eso nosotros no…--dejo en el aire la frase, acobardándose.

--Entiendo—aparto la mirada.

--No, Near…sé que eres muy inteligente pero quisiera que me dejaras terminar—dijo con paciencia, tomando el mentón del chico para girarlo con delicadeza—también te tengo aprecio, Near, pero lo que siento por…

--¿Qué sucedió?

--¿Cómo?—parpadeo confuso.

--¿Qué sucedió hoy, Mail, que ha precipitado tu decisión?

Matt resoplo con diversión, el albino si que era astuto.

--Near

--Mail

--Realmente hoy me di cuenta que…solo puedo pensar en una persona cuando estoy en problemas y cuando…bueno…esa persona es…Mello—explico con cierta duda, como si fuera el rubio a quien tenia enfrente, con el nerviosismo de estarse declarando a él.

Near le miro atentamente, analizando la expresión apenada y arrepentida de Matt, sus avergonzados ojos verdes, la misma persona que tenia como misión, el trabajo en la investigación de su hermano mayor, el hacker que estuvo investigando para L…la persona que sin querer le devolvió la humanidad  a su cuerpo de hielo.

--¿te corresponde?—pregunto de golpe.

--¿eh?...—dudo---Bueno yo…

--Sera una verdadera pena que no sea así—dijo soltándose de su agarre y caminando hacia el fondo del cuarto—Seria realmente un perdedor si no lo hiciera—exclamo tras su espalda.

Matt al oír aquello, se sorprendió: Near estaba demostrándole sus sentimientos, estaba diciéndole que el realmente lo quería. Se volvió entonces para fijarse en la silueta blanca del albino, quien miraba el vacío con los brazos flojos al costado del cuerpo. Matt se sintió culpable al verlo, le pareció tan frágil e indefenso…tan…triste…

--Near… ¿querrías…dormir esta noche aquí?—ofreció.

El albino volvió el rostro sobre su hombro, tras un momento asintió con la cabeza en completo silencio.

Matt sonrió tratando de transmitirle un poco de su ánimo. Se puso en pie y anduvo hasta su cama pasando a tocar con su mano el hombro del albino, este le miro y le siguió en silencio.

El pelirrojo se recostó sobre la cama apartando las mantas, Near lo contemplo en silencio y entonces…solo entonces sus ojos se apagaron realmente. Era una fortuna que en la oscuridad Matt no pudiera darse cuenta.

El hacker miro su inmovilidad y le sonrió para infundirle ánimos, para Near, esa sonrisa fue un gesto de despedida. Camino lentamente hasta el lecho para subirse en el y recostarse al lado del pelirrojo, a una prudente distancia.

Ambos miraron la oscuridad del techo.

--Discúlpame, Near.

Silencio.

--Yo no…no se como fue que ocurrió…bueno, si se como, sé de que forma pero…

--Mi edad—interrumpió de golpe.

--¿Qué?—se recostó sobre su costado para orientar el cuerpo hacia el muchachito.

--Para ser honesto, Mail, preferiría que hablaras de mi edad—explico con la voz apagada

--¿Por qué tu edad?

--Porque…--dudo, el pelirrojo le miro con preocupación ¿Near, titubeando?—siendo tu mayor de edad y yo no, es normal que corras peligro de ser arrestado por mi hermano, es peligroso para mi integridad corporal…y es la razón por la que has tomado esta decisión.

Las pupilas de su interlocutor se apagaron de nuevo, cada palabra que el muchachito decía era una especie de petición, una especie de escudo para no pensar en que en realidad era Mello la causa de su decisión y no precisamente un inconveniente que tuviera que ver con su edad. Near prefería engañarse a si mismo estando consciente de ello.

--Eres muy pequeño—convino Matt acomodándose sobre las almohadas. El chico se volvió entonces sobre el colchón, encontrándose con Mail.

--Mail

--Dime, Near

--Pude haberle ganado—dijo, el pelirrojo no comprendió muy bien aquello—era una competencia contra reloj…debí haber ganado…--aquello sonó como un reproche a si mismo, con un tono casi imperceptible de tristeza.

Pero ya no dijo más, en lugar de hablar, se acercó sobre la superficie hasta quedar mas cerca de Matt, casi cerrando todo espacio entre ellos.  Y sin más junto sus pálidos labios de hielo sobre los del pelirrojo, cerrando los ojos y entregándose a esa ultima sensación emocional y sentimental.

Matt no se apartó, espero a que Near rompiera el contacto y sin mirar de nuevo el rostro del hacker, se sumergiera en su pecho, acurrucándose contra su cuerpo. Cerrando sus negros ojos para esperar que su insomnio le permitiera grabar ese momento en su brillante mente, guardarlo en su memoria en un lugar privilegiado en el archivo de información y pensamientos que tenia dentro.

Los brazos de Matt le rodearon la espalda en un gesto protector y no de pasión, cerrando sus ojos también, descansando del horrendo día que tuvo que sufrir pero aun así…decidido a seguir adelante…despidiéndose de aquella extraña relación que algún día tuvo con Near…y aceptando que estaba mas que atrapado por la mirada azul de Mello.

La lluvia no cesaba, las gotas caían constantes repiqueteando sobre el vidrio y las baldosas, la luna se escondió tras un par de nubes, sumiendo la habitación en completa oscuridad.

**

Kira estrujo entre sus manos una de las fotografías del pelirrojo. Bajo los ojos sintiendo la ira correr por su cuerpo, en vano trataba de ahogarla. Mikami pudo haberlo arruinado, ahora estaba en un completo estado de indefensión, no sabia que haría Matt…solo podía atreverse a hacer conjeturas precipitadas, basándose en deducciones y suposiciones. Todo por culpa de Mikami…de Equis Kira, quien pensó era de fiar, en quien deposito su confianza hasta cierto punto.

Se volvió entonces al centro de su oficina, donde dos de sus hombres sostenían el cuerpo lastimado, golpeado, de su ex abogado.

--Mikami, Mikami, Mikami—canturreo con cierta aburrición implícita en la furia—Pudiste haber arruinado todo…puede que lo hayas hecho y eso no es justificable. Kira no acepta errores de ese tipo ¡nunca debiste hacer nada por ti mismo!

--Light…--mascullo con trabajo el hombre, alzando la mirada a su adorado Kira.

--No eres digno de ser Equis Kira…

--¿y ese niño si?—reto.

--Matt es…mio—aseguro Kira con dureza—Desháganse de él, ya no es mas Equis Kira, ya no lo necesito—y salió entonces, dejando solo al hombre que mas lo admiraba, al que mas lo idolatraba, el que mas lo amaba.

Lo dejo atrás, a merced de la inminente muerte.

Notas finales:

Gracias por leer =)


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