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Subasta Humana por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Aloha!! jejeje me vole una clase para venir haha no, no es cierto, solon sali temprano. En fin! aqui ando de nuevo para subir el siguiente capitulooo =D Muchas, muchas gracias por los comentarios y el apoyo, me hacen muy feliz y me dan motivacion =D l@s kiero <3!! jijiji

Bueno sobre todo muchas gracias por leer el fic!!!

Se movió con pesadez sobre el colchón. Tras un momento alargo la mano hacia su móvil, las únicas llamadas que tenía eran de sus compañeros de la universidad. Pero Matt no tenia ánimos de asistir ese día, además ya era bastante tarde. No llegaría ni a su última clase.

Se removió entre las sabanas para teclear algo en su ordenador, nada tampoco, nada de quien espero. Era un alivio que su ex compañero, Elle, no se hubiera puesto en contacto con el todavía. Conocía bien a Elle, por tanto estaba seguro que no era violento, así que la posibilidad de que cruzara la puerta hecho una fiera para darle una buena tunda, estaba descartada. En realidad más bien creía posible eso de otra persona…de cierto muchacho rubio. Matt se estremeció al recordar a Mello, y todas las sensaciones que experimento con tenerlo cerca.

Resoplo resignado alejando esos pensamientos si no quería necesitar hielos de nuevo, además ahora tenia otro problema mayor, ¿Qué iba a hacer cuando Elle su pusiera en contacto con el? ¿Qué le diría?: “Si, tu hermano menor esta aquí. Lo deje solo en medio del pasillo todo el día porque estuve recuperándome de una noche de bar donde me subastaron. No te preocupes, lo deje entrar al fin, aunque cuando regrese de una noche loca de trabajo, lo viole”.

Matt enterró el rostro en la almohada, no podía decirle eso a Elle, ni a nadie. La invertida situación en la que había estado con Near la noche anterior le tenía los nervios desatados. Quizás la policía lo encerrara por intimar con un mejor de edad, que, por si fuera poco, ya le habría contado todo, que su psicópata compañero de cuarto lo violo la primer noche viviendo en el mismo piso, a su hermano mayor y quizás antes de los uniformados, lo esperarían un trio de enormes hombres que dieran miedo, solo para devolverle “el favor”.

 Armándose de valor se puso en pie para ir en busca de algo que comer antes de su seguro regreso a prisión. Al salir, vestido solo con los pantalones, encontró al muchachito, realmente se arrepintió de no vestirse. No era la mejor manera de hablar con el. Sin embargo, este si se inmuto, estaba en el centro de la sala, sentado con una rodilla junto al pecho, jugando a hacer una torre con fósforos. Parecía como si nada hubiese sucedido. Lucia tan sereno e indiferente.

--Oye…Near—dudo realmente apenado. No sabia que decir.

--¿Quién es Mello?—interrumpió sin verlo, sin rastro de tono alguno. Matt parpadeo confundido—Dijiste su nombre una vez.

--¿De verdad?—realmente quería saber si eso era cierto.

Near no respondió, Mail suspiro y se acercó unos pasos, el muchachito siguió indiferente, bueno al menos miedo no le tenia.

--Sobre…lo…de…ayer en la…noche…

--Sucedió en la madrugada—corrigió el otro con frialdad. El pelirrojo se sorprendió de la facilidad para interrumpirlo con un tema así.

--Sobre…eso…yo…--resoplo—escucha si quieres decírselo a Elle, pues…será lo correcto.

--Necesitaras esto—le extendió un fosforo sin verlo, torciéndose un mechón de cabello con los dedos, aquello fue suficiente para distraer a Matt—Aun no he desayunado.

Mail tomo lo que le ofrecía, asomo el rostro hacia la cocina: todos los cajones estaban abiertos y desordenados. Bueno, ya sabía de donde había conseguido tantas cerillas. Cuando regreso la verde mirada a Near, descubrió que sus ojos grises lo analizaban. Los recuerdos golpearon su memoria, el calor del cuerpo ardiente de Near debajo de el… agitado mientras se abría paso por su cuerpo…Matt sacudió la cabeza para alejar esas imágenes antes de “sufrir” reacciones corporales.

Near la ofreció otro fosforo.

--Tienes hambre—concluyo el hacker tomando la cerilla, rozando con sus dedos la pálida mano del muchachito, el aparto la mano de inmediato, Matt se apartó caminando hacia la cocina.

--Matt—le llamo—No le diré a Elle…pero no volverá a ocurrir.

El chico sonrió de acuerdo.

--Esta bien, Near. Gracias por no enviarme a prisión—desapareció tras la puerta.

--¿Por qué lo haría?—musito—No fue violación.

**

La lámpara salió volando directo al muro, rompiéndose en mil fragmentos. Mello se giro como fiera en busca de algo mas que lanzar, no encontró en realidad mas nada que pudiera romper y que no fuera de suficiente valor como para deshacerse de ello. Era impulsivo, quizás hasta agresivo pero no estúpido. No destrozaría nada que no pudiera reponer de inmediato.

--Maldita…maldita noche—mascullo irritado dejándose caer en el sofá, intentando calmarse.

Bufo con el pecho sin poder tranquilizarse, cadena de inconvenientes:

Primero: Matt y su repentina explosión de pasión que le hizo experimentar detrás del callejón.

Segundo: el perro del Dwhite molestándolo ahora que habían averiguado donde vivía. No lo iban a dejar tranquilo nunca.

Resoplo mordiendo con violencia su chocolate, como si quisiera hacer sufrir al dulce.

Tercero: al llegar a su departamento, el dolor en su vientre lo hizo doblegarse sobre si mismo: aun tenia presente la pasión en su cuerpo. Y no pudo hacer más que…remediarlo el solo. Sin embargo cuando se decidió por hacerlo descubrió que…no lograba hacerlo, no podía llegar al final y por si fuera poco, su erección bajaba causándole retortijones. Durante esos largos y dolorosos minutos infructuosos pensó en el pelirrojo culpándolo por aquello, y por arte de magia: su miembro recobro la dureza. Sin embargo, aunque le dolió físicamente, mantuvo su orgullo intacto y se negó a tocarse pensando en ese irritante, molesto, distraído, optimista y amigable perro. Así que…abrió la llave del agua fría en la ducha y se metió de golpe. No fue agradable pero remedio el problema.

Cuarto: despertó con un “problemilla” parecido al de la noche anterior, y de nuevo tuvo que entrar a la ducha fría.

Quinto: la llamada que acababa de recibir, anónima supuestamente, pero era mas que obvio que se trataba de algún criado de Dwhite que seguía molestándolo para que trabajara con el.

Mello gruño con fuerza arrojando la envoltura del dulce al suelo.

**

Luego del silencioso desayuno, Matt se dio una ducha. Quería evitar por todos los medios estar cerca del muchachito en esos momentos, así que se decidió por darse una vuelta por la universidad para pedir las notas de ese día y quizás justificar su falta. Cuando salió de su habitación, limpio y con mucha mejor pinta, miro el reloj: las cuatro de la tarde.

Iba a salir cuando noto de nuevo a Near sentado en medio de la sala, esa comenzaba a ser su parte preferida del piso, esta vez formaba altas torres con dados utilizando solo una mano.

--Volveré mas tarde—musito, entonces Near movió una mano extendiéndole un objeto. Mail asomo los ojos por debajo de sus lentes, lo que le ofrecía era la barra de chocolate que había comprado en son de paz para el rubio.

--Se te cayo ayer antes de irte—exclamo indiferente contestando a la pregunta mental de Matt.

Iba a tomarla pero luego recordó a Mello, su situación no era precisamente cómoda ahora. Bajo los ojos inseguro, luego resoplo resignado.

--Puedes comerla si quieres—le dijo con una sonrisa.

Near le dedico una ojeada con desinterés y puso el dulce al lado de su pierna doblada sobre el piso.

A punto de darse la vuelta para irse se escucho un timbre telefónico sonar.

--Es para ti.

--¿Cómo sabes que es para mi?—se rio mientras avanzaba hacia la puerta.

--Llevo aquí solo un día y medio. Esta es tu casa y…es mi hermano—aseguro con sencillez torciéndose un mechón de cabello. El pelirrojo se detuvo de golpe.

--¿Elle?—medio se volvió.

Near se limito a girar el ordenador hacia Mail, la pantalla estaba por completo en blanco con excepción de la leyenda en el medio que preguntaba si se aceptaba la video llamada entrante. Dio un largo suspiro y se agacho a lado del muchachito tecleando en el computador. La video llamada se abrió dejando la ventana donde se suponía que debía estar el emisor, en negro.

--¿Elle?

--Hola, Matt—la voz sonó extrañamente sintetizada. Para el hacker fue sencillo reconocer que hablaba por medio de un programa electrónico. Se resistió a la tentación de abrir el sistema y tirarle la broma a Elle.

--Ese es mi nombre de empleo, Elle.

--Tengo entendido que dejaste ese trabajo cuando te arrestaron.

--Si—suspiro—Pero encontré otro y también necesito allí mi alias. La verdad no quiero ser grosero pero…voy de salida—miro a Near un momento pero este no tuvo reacción alguna.

--Imagino que estas ocupado. No te quitare mucho tiempo. Esta allí Near—no era una pregunta.

--Si, aquí esta y aquí vivirá, ¿cierto?

--Si. Descuida ayudare con los gastos. No tendrás problema alguno Por ahora tengo cosas que hacer por eso necesito que te encargues de él.

--De…acuerdo—Matt no quiso preguntar a que cosas se refería. Conoció a Elle en la universidad pero no estudiaban juntos, en realidad rara vez lo veía estudiar o salir del piso. Decir que lo conoció en la institución implicaba solamente decir que hablo por primera vez con el en las instalaciones, no que su ex compañero de piso estudiara allí. Elle dijo ser estudiante de criminología, por lo que se la pasaba haciendo análisis y mirando a través de su ordenador. Nunca le pidió ayuda a Matt en nada, y supo, por alguna extraña razón, que era un hacker que realizaba actos ilegales. Pero no le importo mucho tampoco, incluso, hizo algo parecido a una broma con necesitar de sus servicios un día.  Ante eso y la relación que llevaban, Mail decidió no inmiscuirse en la misteriosa vida de Elle, ya que el otro no lo hacia.

--Lo hare, Elle—aseguro tratando de alejar los recuerdos de la noche anterior, seguramente esa forma de “cuidar” no era lo que su hermano mayor tendría pensado para Near.

--Bien, gracias, Matt.

Y sin mas la comunicación de corto.

El pelirrojo suspiro poniéndose en pie. El albino lo siguió con la mirada mientras se alejaba, apenas cruzo la puerta, Matt pudo oír el inconfundible sonido de la envoltura de plástico al ser retirada del chocolate. Sonrió curiosamente satisfecho y siguió su camino. Bajo las escaleras y avanzo por el pequeño y descuidado recibidor de su edificio con rumbo a la puerta principal.

--¡Ey, muchacho!—la nada grata voz de su casero le retumbo en los oídos.

Matt se detuvo de golpe, pensó en huir pero lo descarto de inmediato, de nada serviría, pues algún día debía volver a su casa. Se giro lentamente aun con la espalda tensa; su casero no era para nada una persona que encajara en el adjetivo de “agradable”, al contrario, era alto, gordo y tenia la desagradable costumbre de vestir una sudada camiseta todo el tiempo.

--Em…yo…Buenas tardes—dudo Mail buscando su cartera, bueno podría pagar una parte de las rentas atrasadas con lo ultimo que Mello le hizo ganar en el bar.

--Tengo algo que decirte—se le acerco con seguridad, el pelirrojo trago saliva nervioso.

--Escuche…yo…de verdad lamento mucho la tardanza, ahora puedo darle un…

--Eso quería decirte, muchacho—se detuvo frente a el—yo lo lamento mas—sonó sincero, lo cual, a Matt le confundió—pronto tendré lista la puerta que pediste.

--¿Puerta?

--Si, muchacho, la puerta. Deja de fumar tanto, ¿ya no te acuerdas que ayer hablamos en la tarde? Pediste la puerta.

--¿así?

--Si—sonó irritado—Pero en fin, no puedo fallarle a mi mejor inquilino—le sonrió servicial.

De acuerdo, eso era extraño.

--Creo que… ¿se siente bien?—quiso saber.

--Oh, ya se, no te gusta que te llame así, bueno, nunca he sabido tu nombre—le sonrió avergonzado.

“Eso era porque siempre trataba de intimidarme” pensó el muchacho.

--Pagar la renta de tres años completos te hace mi mejor inquilino.

Ahí estaba la razón. El detalle era que…Matt no había pagado, a menos por supuesto que las palabras de Elle: “Te ayudare con los gastos” fueran realmente aquello.

Matt resoplo levemente, no iba a arruinar aquello.

--De acuerdo—le devolvió el gesto amistoso y se encamino a la salida.

“Nota mental: averiguar cuando hablaron y que hay sobre la puerta” repitió en su mente.

--¡Oye, muchacho! ¿Cómo te llamas?

--Matt—se despidió sin más para dirigirse a su auto. Elle de verdad que se tomaba muy en serio eso de cuidar a su hermanito.

Condujo hasta la universidad, o al menos esa fue su intención inicial, sin embargo, inconscientemente cambio de parecer, cuando se dio cuenta, las llantas ya lo llevaban por la angosta carretera que conducía hacia el muelle, y por tanto, hasta el bar. Lo adjudico a que tenía la mente ocupada con algo más que la escuela: Mello. Le tenia inquieto lo ocurrido y peor…lo no ocurrido que termino sucediendo con Near.

Tiro la colilla apenas se estaciono frente al establecimiento, lucia muy diferente de día. Encendió un nuevo cilindro apoyando los brazos sobre la portezuela y dejando caer la barbilla entre estos. Miro con gesto ausente el desierto lugar, tratando de remembrar en su mente las imágenes de él y el rubio…ahora podía permitirse eso que no había testigos.

El toque de los labios de Mello ardió en los propios, el calor de su cuerpo rozando junto al suyo, oliendo a licor y chocolate…y de pronto fueron sustituidos por las claras imágenes de Near debajo de su cuerpo, gimiendo, disfrutando…

Un par de golpecitos en el cristal lo saco de su ensismamiento. Alzo los verdes ojos a la delgada muchacha castaña que lo miraba desde el exterior. Llevaba unas estorbosas bolsas de papel en los brazos.

Matt reconoció a Linda y se apresuró a bajar el cristal del automóvil.

--Hola, Matt—le saludo--¿Qué haces aquí a esta hora?—pregunto dejando los paquetes sobre el cofre rojo para luego apoyar una mano en la portezuela, posando la otra en su diminuta cintura. Llevaba una playera clara que dejaba su cadera al descubierto, y unos shorts negros, dejando suelto el largo cabello.

--Hola, Linda. Podría preguntar lo mismo—le sonrió sacándose la pregunta de encima.

--Vivo pasando el muelle, pelirrojo—respondió señalando la carretera.

--¿Te llevo?—ofreció amigable.

--Solo si no es una cita—se rio—Ryouga podría molestarse.

--¿Ryouga?—parpadeo un par de veces.

--Olvídalo. Primero debo dejar esto adentro, ¿eres caballeroso o no?

Mail asintió saliendo de su vehículo para ayudar a cargar las bolsas a la muchacha.

--No me dijiste que hacías aquí—soltó de paso ella mientras caminaban.

--No se te paso—suspiro. Ella le echo una ojeada. Chica lista, se dijo Matt—En realidad quería hablar con Takada sobre mi temprana partida de anoche.

--Ya veo. Te aseguro que no esta molesta. Fue una buena subasta—admitió abriendo la puerta del bar; noto la mirada curiosa del muchacho—un juego de llaves para las emergencias—tintineo el llavero y se adentro al oscuro lugar.

Matt las siguió con las bolsas en mano, caminaron sobre el corredor de metal hasta las escaleras de caracol, mientras las bajaba al chico se le antojo percibir un leve aroma desinfectante y limpiador. De nuevo la música de fondo era una opera, esta vez, en un volumen bastante alto.

Linda empezó a sacar las cosas de los paquetes aligerando la carga del muchacho, dejo sobre una de las mesas un montón de limpiador, y en la barra varias cajas de vasos tequileros.

Matt la miro en silencio. Entonces la puerta del otro lado de la barra se abrió, ambos alzaron los ojos cuando de allí salió un hombre. Se acomodaba la corbata con una mano mientras se alisaba el cabello con la otra.

Cuando alzo los ojos se detuvo. Tendría unos cuantos años más que Matt, tenía el impecable cabello castaño y ojos marrones. De agradable apariencia, sobre todo con el traje que vestía, daba el aspecto de ser un alto ejecutivo.

Se miraron en silencio un momento, luego la risa de Takada inundo el lugar mientras salía detrás del muchacho, con la ropa bastante desarreglada.

--Light, el tiempo aun no se aca…--se petrifico al ver a los intrusos allí. Voló su mirada de un lado a otra avergonzada, mientras se abotonaba los últimos broches de su blusa. Un largo silencio incomodo inundo el bar.

Matt se mordió los labios apartando amablemente la mirada, Linda tomo aire y dejo las cosas sobre la placa.

--Takada, traje lo que me pediste…quizás sea un mal momento—miro a Matt cómplice, riendo internamente con la situación.

--No…no lo es—aseguro la mujer con dureza—Te pagare la entrega—se interno en el pasillo rumbo a su oficina, peinándose el cabello, y de inmediato Linda la siguió, luego de guiñarle un ojo al pelirrojo.

--Eres el nuevo empleado ¿no es así?—pregunto amablemente, pero con cierta arrogancia también.

--Si—le extendió una mano—Matt.

--Light—le devolvió el saludo acercándose al muchacho, demasiado cerca como para considerarla una distancia para conversar.

Mail retrocedió suavemente un paso.

--¿Has encontrado agradable tu estadía aquí?—era claro que pretendía ser cortes.

--¿Las dos noches?—sonrió divertido—si.

--Hubiera venido en persona a darte la bienvenida, sin embargo, no tuve la oportunidad—se acercó un paso mas.

--¿Trabajas aquí?—se saco el cigarro de los labios para soltar el humo, quizás le incomodara a su acompañante lo suficiente para alejarse un poco.

--No—ni se inmuto, solo siguió con los ojos la mano del pelirrojo al sacarse el cilindro de la boca. Luego llevo su seria mirada a los labios del muchacho.

Matt no pudo evitar sentirse incómodamente nervioso. Volvió a llevarse el tabaco a la boca, entonces Light alzo los ojos a su rostro y le sonrió suavemente. Aquel gesto lejos de ser un gesto amistoso…fue más bien…incitativo. ¿Estaba coqueteándole? Matt se puso nervioso en forma. Light se acercó un paso más.

Para suerte suya Linda salió en ese momento contando los billetes.

--No le salude, joven Light—le dijo apenada.

--Descuida, no me molesta—se mantuvo en su posición, el tono dejaba en claro que realmente era así.

Takada se acercó a ellos con su recuperado gesto serio, paso su blanca mano por el hombro de Light, lo cual, causo que este le dirigiera una mirada.

--Matt, él es el joven Light Yagami, dueño del club.

Los verdes ojos volaron al trajeado.

--¡¡¡LIGHT!!!—la aniñada vocecilla de Misa resonó por encima de la música, sus pasos apresurados hicieron eco al correr hasta el muchacho, paso a un lado de Matt, empujándolo levemente para llegar con los brazos extendidos hasta el castaño.

Se le colgó del cuello con notoria felicidad.

--Misa—la aparto de si con disimulada molestia.

--¿Ya conoces a Matt? Matt, él es Light, mi novio—agrego antes de que alguien pudiera contestar. Takada puso mala cara.

--Si, ya lo conozco—respondió devolviéndole la sonrisa a la muchacha.

--¿Y que haces aquí?—pregunto aun pegada al castaño.

--Vine con Linda a dejar un paquete, entramos y encontramos a Takada y a Light…--se detuvo el solo, ante las miradas de todos, menos la de Misa, quien se mantenía en una actitud positiva—hablando de negocios—completo por fin.

Otro silencio incomodo, propio de algo evidente que se quiere en vano esconder.

--Light, deja de pensar en eso, es hora de nuestra cita—hablo Misa luego de un rato como si nada jalando al muchacho, apartando la mano de Takada.

--Gusto en conocerte—le dijo Light a Matt al pasar a su lado.

--Igual—balbuceo el.

Takada resoplo claramente irritada.

--Si ya no tienen más que hacer aquí…

--Ya nos íbamos—aseguro Linda.

Takada resoplo con cierta incomodidad fingiendo que nada había sucedido, se dio la vuelta para regresar a su oficina, dejado solos a Matt y a la castaña muchacha.

Por un segundo ambos se quedaron callados, luego se miraron uno al otro y fue irremediable: se soltaron a reír divertidos por la incomoda situación que presenciaron. Ella se dio la vuelta remolcando a Mail afuera.

--¿De verdad no se da cuenta?—quiso saber el una vez afuera.

--¿Quién? ¿Misa?—Linda lo miro—Hay opiniones divididas: unos dicen que si pero que finge estupidez y que no sucede nada para evitar dar la cara. Solo dos creen que eso la hace estúpida en realidad—sonrió apesumbrada.

--¿Quién cree eso?—pregunto interesado, realmente se sentía identificado con esa ultima opinión, por tanto con aquellas dos personas.

--Mello y yo—se encogió de hombros.

--Bueno ya somos tres—sonrió tratando de dejar de lado la mención del rubio.

--Dicen que los genios coinciden—se rio ella.

Linda vivía relativamente cerca del bar, efectivamente del otro lado del muelle, a pesar, de la invitación a cenar con ella antes de irse al trabajo, Matt se empeño en la idea de no poder quedarse. La verdad le preocupaba que Near estuviera solo…sin comer.

--Esto no es una cita, Matt—le aviso ella ante otra de sus negaciones.

--Lo se—sonrió—pero prefiero verte mas tarde.

--De acuerdo, solo quería que lo tuvieras claro, si fuera una cita, Ryouga y Mello probablemente se molestarían—salió del auto.

El muchacho parpadeo confuso. ¿Mello? ¿Por qué razón?

--¿Qué quieres decir?

--Bueno…--se mordió la lengua astuta—todos lo vimos.

--¿ver que?—Matt sintió una punzada de temor.

--Anoche, luego de que ambos salieran a complacer a su comprador…Mello regreso echo una fiera con un…pequeño problema—cuchicheo señalándose la entrepierna con descaro.

El pelirrojo sintió el color subir a su rostro.

--Y luego tu…estabas…aturdido—se rio—no me digas nada—alzo una palma para hacerlo callar—tu sabrás.

--Linda… ¿Qué…que hay de Mello?—aventuro--¿siempre es así de…”Mello”?—no encontró otra palabra que lo definiera.

--Te veo en unas horas, Matt—se despidió del chico andando hacia su pequeña casa de una sola planta.

El chico resoplo frustrado. Condujo de vuelta a su departamento, cuando por fin arribó, la tarde pardeaba amenazando con traer la noche pronto.

Cuando entro, le sorprendió enormemente no ver a Near por allí, recorrió la casa, topándose con una ciudad entera construida con fichas y dados, hasta que lo encontró: estaba recostado sobre la cama, dormía tranquilamente.

--Hasta dormido luces frio—noto Matt contemplando el impasible rostro pálido. Lentamente acerco la mano para tocarlo, mas se detuvo a unos milímetros, no quería despertarlo. Recorrió en el aire las facciones delicadas del muchachito, delimitando cada trazo, ángulo y línea que lo formaban. Sin darse cuenta se agacho a su lado, siguiendo sus yemas por los hombros,  la extensión del torso, la cadera…

Acerco el rostro con interés, analizándolo con cuidado. Aspiro con suavidad el dulce y frio aroma que emanaba, deleitándose. Los ojos de Near se abrieron entonces, fijando la helada pupila en Matt. Pero esta vez ninguno se apartó.

--Dime—soltó el albino luego de un momento.

--Regresare mañana—apoyo la barbilla sobre el colchón.

--No tienes por qué avisármelo—se torció un mechón de cabello.

--Cierto—acepto poniéndose en pie, dejando solo a Near. Este lo contemplo mientras se iba, una vez solo, extendió su mano al frente para notar la calidez que había tomado su piel al sentir tan cerca al pelirrojo.

**

Un par de horas mas tarde, Matt por fin regreso al bar andando con cierta pasividad, pensando en lo que debía hacer cuando se topara con el rubio. No se le ocurría nada bueno.

--Matt—Ryuoga se le acerco dejando a un lado la silla que acababa de bajar de una mesilla.

--Hola—saludo—en un segundo te ayudo con eso.

--Déjalo así. Quieren verte en la oficina de Takada.

Matt se sintió confuso, pero aun así acudió. Cruzo la puerta con cierta distracción, quizás le amenazarían con comentar algo de lo sucedido por la tarde. Sin embargo, lo que vio lo saco de sus cavilaciones, allí, dentro del pequeño cuarto, la brillante cabellera rubia resaltó. Mello volvió los irritados ojos azules al recién llegado, de inmediato su gesto se volvió en sorprendido cuando se dio cuenta de los ojos verdes de Matt al entrar.

--Matt—hablo una voz diferente. El interpelado volvió los ojos al otro extremo de la habitación, Light se levanto de la silla y se acercó a él.

--¿Sucede algo?

--¿Qué hace el aquí?—exigió saber Mello ignorando al pelirrojo.

--Hoy, Matt tu subasta no se llevara a cabo—explico el castaño con una calma arrogante.

Notas finales:

Graaaacias por leer =D!!!!!!!!!!

Espero su review! <3

PD. tratare de pasar de nuevo esta semanaa! ahhh me voy, me deja el transporte jijij xD


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