Subasta Humana por HakudiNN

La música retumbo del otro lado del muro, al parecer dentro de poco el bar abriría sus puertas en forma.
Matt se quedo callado, lo primero que se le vino a la mente fue que probablemente lo despedirían debido a lo presenciado por la tarde. Light ignoro la brusca pregunta de Mello, y este, siguió esperando su respuesta.
--¿Qué demonios esta haciendo “el” aquí?—señalo con descaro y visible irritación al pelirrojo.
--Puedes retirarte, Mello—dijo con calma el castaño sin quitarle la mirada a Matt.
Los orbes furtivos se encendieron con furia ¿estaban echándolo de la oficina por ese pelirrojo?
--Mello—lo miro—terminamos ya de hablar nuestro asunto.
El rubio se dio la vuelta con brusquedad pasando de lado, quitando de en medio a Matt con un fuerte empujón con la palma. El muchacho perdió un momento el equilibrio, luego, tras recobrarlo volvió los nerviosos ojos verdes, a Light, lo miro un segundo por detrás de las micas naranjas de sus lentes.
--¿Vas a despedirme?—pregunto por fin. Si lo haría mejor que fuera rápido.
--No veo razón alguna para hacerlo—rodeo el escritorio para recargarse en el, cerca del muchacho. El castaño parecía muy cómodo allí al posar sus manos en su cadera, abriéndose el saco. La blanca camisa se estiro en el movimiento, dejando entrever su pecho que los primeros botones de la prenda no cubrieron al no ser abrochados.
Mail tamborileo los dedos sobre sus muslos.
--Es una propuesta la que tengo que hacerte, Matt. Es todo.
El muchacho espero.
--Propuesta…--mascullo después de un rato.
--Si—se despego de la madera para acercarse al pelirrojo. A esa distancia Matt logro percibir el aroma fresco que desprendía Light, producto quizás de alguna loción masculina. Lo diminuto de la oficina permitió que el olor la llenara pronto.
--Esto es algo que no debe salir de aquí—apunto—Tu última subasta fue bastante lucrativa, según tengo entendido.
--No fue solo mio el crédito—se apresuró a asegurar.
--El asunto ya fue hablado con Mello—explico con calma—Lo que me interesa por ahora…es llegar a un acuerdo contigo—se acercó un paso mas, mismo que el pelirrojo retrocedió automáticamente.
La manera de acechar su espacio personal estaba poniéndolo nervioso, las manos le hormiguearon para que lo alejara a la fuerza si fuera necesario. Le extraño profundamente, normalmente no era violento.
--¿Qué clase de acuerdo?
--Sobre tu…desempeño. ¿Estas seguro de querer seguir aquí?
--¿Qué quieres decir?—fue al grano.
--Solo quiero saber si pretendes seguir en tu mismo trabajo, subastándote.
--¿Vas a darme un ascenso?—sonrió divertido. Quizás la broma ayudara con la tensión que comenzaba a sentir.
--Podría decirse que si—saco de su saco una tarjeta y se la extendió. Mail la observo con cuidado.
--“La manzana del shinigami”—leyó--¿Qué es?
--Un shinigami es un dios japonés de la muerte. Un buen nombre para un buen negocio, Matt.
--¿Este es el asenso?
--Piénsalo—le sonrió con ganas, con camaradería.
Matt lo miro, era oficial, no entendía nada. ¿Qué demonios era ese lugar de nombre tan poco común? Lo mas seguro es que Light diera por sentado que Mail sabia a que se refería, que conocería ese lugar, sin embargo, lo cierto era que…el pelirrojo sentía especial rechazo al mundo exterior. No le gustaba estar afuera, así que…no conocía muchos lugares que frecuentaban el resto de los muchachos de su edad.
Light deshizo el gesto con frustración, deduciendo que Matt no comprendía mucho lo que sucedía.
--No te pediré que olvides la propuesta de trabajo—dijo—pero, creo que primero debes averiguar a que me refiero—le quito la tarjeta de las manos, guardándosela en el bolsillo del ajustado pantalón del pelirrojo.
--Significa que… ¿mi subasta?—pregunto porque realmente no tenia interés en averiguar a que se refería Light con la propuesta.
Light lo miro de lado.
--Mello te dará ese aviso—le dijo apenas llamaron a la puerta—adelante.
Takada abrió educadamente para decirle algo a Light, sin embargo Misa salió de algún lugar por allí, brincoteando con felicidad hasta su novio. Casi tira a la morena al entrar a la pequeña oficina.
--Light—celebro colgándose de su cuello.
Matt supo que era su señal de salida.
Anduvo por el angosto pasillo hasta la puerta que conectaba directamente con la barra. Al abrirla descubrió la multitud que ya se arremolinaba en torno a las mesas. Casa llena. Solo podía ver cuerpos apretujados, vasos por encima de las cabezas, gotas salpicando licor por doquier…
Iba a acercarse a su zona de trabajo cuando un par de manos tiraron de su playera por la espalda, regresándolo al oscuro pasillo. Lo empotraron en la pared con fuerza, Matt se resintió un momento por el golpe.
Al abrir los ojos, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Las atemorizantes pupilas azules le atravesaban con la mirada.
--Mello…
--Cállate—ordeno—No dirás mi nombre, no me hablaras ni te dirigirás jamás a mi. Solo es trabajo ¿entendido, perro?—sonó como una clara amenaza.
--¿De que hablas?—aventuro aun con las enguantadas manos del rubio aferrando su camisa, manteniéndolo contra el muro.
--Yagami no te lo dijo, así que tampoco aceptaste su propuesta de trabajo—vocifero por lo bajo mirando hacia la oficina del castaño—De ahora en adelante tus subastas serán por parejas—explico aun irritado volviendo los ojos a Matt—y tengo que…
El pelirrojo lo miro confuso, esperando.
--Vamos a subir a la barra juntos en ocasiones ¿bien?—soltó exasperado.
Aquello realmente sorprendió al muchacho.
—Pero nunca, NUNCA me hablaras fuera de ese espacio ¿esta claro?
--¿De verdad?—no puedo evitar sonreír. Esta vez fue Mello el confundido ¿Por qué le sonreía cuando acababa de amenazarlo? La sangre subió al rostro del agresivo chico, hecho que no paso desapercibido por Matt, quien ensancho su sonrisa.
--Es solo trabajo ¿entiendes?—sacudió la cabeza evitando su mirada—Si te acercas a mi debajo de esa barra, ten por seguro que lo lamentaras—juro con un tono realmente amedrantador. Le soltó por fin dirigiéndose a la puerta.
--Mello—escuchó como le llamaba el muchacho. Volvió solo el rostro.
--¿Qué quieres?
--De acuerdo—le sonrió levemente, con amabilidad. El rubio frunció el seño con confusión.
--No te hablare mas—explico con cierta nostalgia, casi con tristeza. Mello parpadeo un momento sin comprender ¿realmente podía tomar ese chico una amenaza de esa forma tan…noble? Matt pasó de largo a su lado saliendo para comenzar su turno.
Aquella noche las subastas comenzaron relativamente pronto, Ryouga noto que el pelirrojo estaba distraído, perdido en su mente. Misa llego hasta la barra dando pequeños saltitos, sonriente, y aparentemente ajena al hecho de haber dejado a Takada sola con Light.
Sin embargo, su soledad pronto fue curada por el castaño, quien llego hasta ella, abriéndose paso entre la gente, en medio de la oscuridad, para susurrarle algo al oído de la rubia. Ella abrió sus azules ojos con sorpresa y contradicción, y lo miro atenta.
--Pero…Light…
--Hazlo, Misa. Si haces lo que te pido…--le tomo por los hombros acariciándoselos—me daré cuenta que lo que sientes por mi es mas fuerte que lo que tengas como trabajo aquí.
Ella dudo mordiéndose los rojos labios, pero luego asintió convenciéndose a si misma que en aquel momento Light era su jefe y no su novio.
--Bien, Light. Pero luego deberás pagármelo con una cita romántica—sonrió ampliamente. Light le paso los brazos para juntarla a él, sin despegar los marrones ojos del pelirrojo, quien, seguía encismado en sus pensamientos, sirviendo con distracción.
Tras un breve momento, el castaño los dejo trabajar, subiendo hasta la, normalmente desocupada, cabina de DJ. Desde allí tenia una vista periférica del lugar, y nadie le vería, no en medio de la oscuridad que no alcanzaban a vencer los reflectores.
La muchacha rubia, vestida en su diminuto babydoll, subió a la barra siendo ayudada por un mesero. La gente comenzó a acercarse a la barra, expectantes a lo que sucedería. Sin embargo, Misa se agacho hasta Linda, quien estaba metida en un atrevido traje de mesera demasiado “alentador”; le susurro algo al oído. A la castaña no le gusto mucho la idea de lo que oyó, sin embargo, tras escuchar de nuevo a su compañera, dejo la charola de tragos sobre la barra y subió con la rubia.
“Right Round” comenzó a sonar, la primera parte de la mezcla especialmente preparada para esa subasta.
Las muchachas hicieron lo suyo, sin embargo, pese a lo que se acostumbraba, esta vez el baile era mas incitativo hacia ellas mismas que al publico. Quien, aun así recibió bastante bien el ardiente cambio.
Las ovaciones se acrecentaron conforme las muchachas se retorcían sobre si mismas, y se movían en sugestivas formas contra el delgado cuerpo de su compañera.
“Addicted to you” esta vez sonó en las bocinas.
Ryouga miraba con atención la escena, no paso percibido ese cambio ni para el ni para los demás trabajadores, quienes, incluso el enorme cadenero calvo, miraban con cierta renuencia la escena. La subasta estaba tomando otro tinte.
Pero Matt seguía en su mente, dándole vueltas al asunto de no dirigirle la palabra al rubio nunca. En ocasiones le echaba ojeadas rápidas por debajo de sus googles. Mello estaba en su acostumbrado oscuro rincón, comiendo una barra de chocolate. Parecía curiosamente…contrariado.
Matt suspiro…no quería dejarle de hablar.
Por su parte, Mello se mantenía alejado, lo mas que pudiera ahora. Ese pelirrojo no podía haberle causado tal nivel de culpa y curiosidad.
Además, tenía mas cosas que pensar como en Dwhite o en Light…esta ultima idea le hizo fruncir los labios con repulsión.
Aspiro con fuerza…tratando de no recordar la forma en que el castaño se le habia acercado dentro de la oficina, arremetiendo contra su espacio personal, ofreciéndole la misma propuesta que el pelirrojo, tal como Mello, declino.
Resoplo con frustración. Necesitaba el dinero para salir de la ciudad pronto, antes de que Dwhite decidiera dejar las “delicadezas”.
Así que todo se resumía a que no estaba en posibilidades de dejar su trabajo en ese momento. No si quería salirse del problema en que se había metido solo hacia ya varios meses.
En uno de sus resoplidos, sus ojos se cruzaron con los de Matt. Lo miro atento, el pelirrojo parecía debatido en que hacer: si evitarlo nada más o hacer algo.
Mello suavizo su mirada inconscientemente, enternecido, hasta cierto punto, por la expresión de cachorro que tenia el pelirrojo.
“Ai seu te pego”
--Una sana competencia no estaría mal ¿cierto?—incito Misa al publico por medio de un micrófono. Haciendo caso omiso a la cantidad de dinero que ya habían conseguido.
--Linda y Yo—guiño un ojo con coquetería— ¡Mello!—señalo al rubio llevando hasta el las luces de los reflectores. El muchacho fue sacado del cálido momento con brusquedad, cerró los ojos al ser deslumbrado con la luz.
--¡Y Matt!—esta vez su delgado dedo se dirigió hasta el bartender, quien parpadeó confundido.
--Como que hay muchos cambios desde que llegaste, Matt—le dijo Ryouga realmente sin saber que pensar.
“Mister saxobeat”
La gente comenzó a impacientarse con la falta de acción. El piso vibraba con el movimiento de los cuerpos.
Misa sonrió levemente nerviosa, invitando a ambos muchachos a subir. Ninguno se movió. Mello renuente a rebajarse de esa forma, Matt simplemente sin saber que hacer.
--Quizás…somos las numero uno—intervino Linda en un intento por sonar juguetona con los ebrios concurrentes—Y lo saben.
Si, la mujer sabia donde apuntar para provocar al impulsivo muchacho rubio. Este respondió automáticamente al reto que suponía la competencia. Se echo a andar subiendo de un ágil brinco a la placa. Dejando la chamarra botada a medio vuelo. Haciendo visible su torneado cuerpo bajo la ajustada camiseta negra.
Matt suspiro…deduciendo lo que tendría que pasar.
--Ryouga ¿subirías por mi?—pidió. El interpelado lo miro con asombro. El rubio le dirigió una mirada asesina.
--Pero…Matt, mi subasta es mas tarde…y…yo no fui invitado.
Mail estaba a punto de darse por desempleado, cuando la mano de Mello toco sus cabellos. Un estremecimiento le recorrió el cuerpo obligándolo a alzar los ojos. Le sonreía con algo más que simple coquetería. Mello estaba decidido a demostrar quien era el numero uno allí, incluso si eso implicaba convencer a Matt para subir.
La gente estaba por salirse de control. Los vasos volaban derramando su líquido.
“I love rock and roll”
…Y Matt subió sin pensarlo más.
Esta vez simplemente ocurrió…su cuerpo se movió por si solo, al ritmo de cada acorde de la canción, acercándose peligrosamente al esbelto pero fuerte cuerpo de Mello.
“The gamer”
Misa reacciono, algo tarde, y tras dejar botado el micrófono y echarle una mirada a la oscura cabina vacía de DJ, reanudo junto con Linda su exhibición.
Mientras la bella rubia bailaba, sin oír los gritos de la gente, se convencía de haber cumplido a la perfección con la petición de su novio al hacer subir a ambos muchachos a la barra de nuevo.
Las manos del sensual pelirrojo sujetaron la playera del rubio atrayéndolo hacia si, desquitando lo que debió suceder la noche anterior en el callejón.

La mano inquieta de Light se acomodó el pantalón, el cosquilleo en su entrepierna estaba comenzando junto con la subasta de sus empleados.

--¡¡Tres mil por ellas!!—se oyó la primer oferta de la competencia.
Mello torció los labios. No iba a perder.
Sus manos viajaron directamente hasta el borde de la playera de Matt, tirando de ella, para que ambos torsos rozaran.
--¡¡Cuatro por ambos!!—una voz retumbo encima de las demás.
Linda se molesto, tampoco la iban a hacer perder: agacho el torso dejando las largas piernas rectas, moviendo la cadera contra Misa. Esta se ruborizo.
--¡¡Seis por las chicas!!
Las manos del pelirrojo tomaron la cadera de Mello para juntar algo mas que sus abdómenes; Mello le sonrió malévolo dejándose hacer. Se saco un guante con la boca. Al parecer había logrado que el otro chico se doblegara a sus instintos.
“Give me more”
El guante negro voló, las manos del público se alzaron ansiosas por atraparlo.
Su mano se introdujo bajo la prenda de Matt, alzándosela, y sacándosela de una sola vez. Una vez semi desnudo, el pelirrojo le devolvió la sonrisa a Mello, un gesto de genuina comodidad allí.
El cinturón del rubio golpeo el aire, como solía hacer, mas esta vez fue Matt quien se lo había quitado.
--¡¡Ocho mil por ellos!!
Mello sonrió al oír su próximo triunfo sobre las chicas. Entonces las manos del pelirrojo presionaron contra su vientre, causándole un fuerte estremecimiento.

El bulto dentro de su pantalón comenzó a exigirle atención. Light desabotono su prenda para dejar a su mano acariciar su miembro excitado. No apartaba la mirada del espectáculo.

Y entonces…la competencia…las ganas de ganarles a las muchachas, perdió fuerza ante la imagen que Matt ofrecía en ese momento. Mello realmente quería seguir con ello, sin importarle ganar o no.
Se quito su propia camiseta de cuero sin dejar de moverse. Enredando los dedos en el cabello inusual de Mail, quien, cedió fácilmente a la fuerza del rubio: se fue agachando rozando con la punta de la nariz el bien torneado torso del muchacho; clavo una rodilla en la barra, quedando su boca peligrosamente cerca del pantalón del rubio.
--¡¡¡ONCE MIL!!—nadie parecía recordar a las chicas.
Matt, ajeno a la realidad, acerco sus dientes al botón de metal para zafarlo. A Mello se le escapo un ligero gemido. Realmente estaba disfrutando aquello, mas que la noche anterior.

Light gimió con cierta fuerza mientras se frotaba a si mismo con la mano. Extasiado al ver al rubio pasarle el cinturón a Matt por el cuello.

--¡¡¡TRESCIENTOS MIL POR ELLOS!!—aquella voz sonó realmente desesperada. El público estaba prácticamente sobre la barra, acercando sus manos.
El rubio levanto al muchacho usando un extremo del cinturón, atrayendo a Matt hacia si de nuevo. Enterrando los dedos de su otra mano en la cintura desnuda del muchacho, este se mordió los labios levemente ahogando un gemido en su garganta.
--¡¡QUINIENTOS MIL!!
“Bomb”
Mello se acuclilló para tomar una botella, prácticamente arrebatándosela de las manos al pasmado Ryouga.
Una vez de pie dejo derramar el licor desde lo alto, Matt sonrió y acerco los labios al embriagante líquido. Tomando de el a chorro; se le escapo un gemino cuando sintió los labios de Mello rozar su barbilla, atrapando el liquido que no alcanzaba a tomar.
El calor encendió su cuerpo con fuerza. Era inevitable la explosión de pasión que estaba experimentando.
--¡¡QUINIENTOS MIL CIEN!!
Los calientes labios bajaron un poco más hasta su clavícula…y entonces se separaron para tirar de Matt con el cinturón para remolcarlo hasta el centro de la barra, apartando a las muchachas, quienes a esta altura, parecían más bien interesadas en el espectáculo que en competir.
“Give me more”

Su cuerpo se tenso, vibrando complacido al ver el final acercarse.

Mello hecho la espalda hacia atrás para dejar que lo único que rozara con Matt fuera precisamente sus caderas. Matt comenzó a sentir el cosquilleo aumentar…tendría una erección pronto.
Entonces el rubio regreso el cuerpo, agachando el brazo para jalar al pelirrojo hacia si, quien, obedeció clavando las manos en su espalda. Estaban demasiado cerca, nada los separaba.
--¡¡¡¡QUINIENTOS MIL DOSCIENTOS!!
--¡Vendidos!—se oyó la voz de Light, quien desde su oscuro escondite, respiraba aun agitado.
Las luces jugaron por la estancia, alumbrándolos y dejándolos en penumbras en momentos.
--Ganaron—rio Linda aun asombrada por lo que acababa de presenciar.
--No importa—Misa hizo un mohín.
Escuchar a sus compañeras de trabajo lentamente los devolvió al presente, Mello no soltó el extremo del cinturón, pero si se alejó, aturdido, del otro; el pelirrojo chico se quedo inmóvil, con la respiración agitada. ¿Qué había sucedido exactamente? Al parecer solo una cosa: perdió el control de sus acciones.
--Calma, Misa.
--¡Te digo que no me importa, Linda!—Misa parecía molesta—Aun así…aunque Mello consiga mas dinero siempre…soy la mejor.
El rubio la miro ¿Cómo podía decir eso? Todo estaba en su contra.
--Misa…déjalo así—insistió la castaña.
--Aun así…puedo conseguir más que Matt—hacia berrinche.
Mello resoplo, realmente esa mujer era increíblemente estúpida. Aun se sentía aturdido…no solamente había hecho su trabajo. Lo que sucedió fue puramente personal.
--Eres la número uno—trato de conciliar Ryouga.
El rubio frunció los labios. Eso no era cierto…y se lo iba a probar. Guiado por sus impulsos momentáneos, volvió a tirar del cinturón, sacando de balance a Matt, atrayéndolo con facilidad…y clavando sus labios en los de él.
Linda abrió sus ojos.
Misa los contemplo con asombro.
Ryouga miro con las pupilas apagadas la escena.
El publico exploto en gritos, y exigencias sucias y sexuales, al poder mirar entre el juego de luz y oscuridad el contacto entre los dos sensuales muchachos.
Matt sintió un extraño mareo, cerró los ojos y correspondió con algo de torpeza el beso. Entonces…el recuerdo de Near sudando debajo de él ataco su mente. Confundido y hasta cierto punto asustado con el cambio de imágenes, se apartó del rubio de golpe, sin embargo, este se negó a soltar el extremo del cinturón…por lo que ambos fueron a dar al suelo.
La primera reacción del rubio fue sentirse herido en el ego por haber sido rechazado, la segunda, y que termino por predominar, fue su orgullo.
--Mello…yo…lo siento—alcanzo a decir Matt sacudiendo la cabeza, aturdido, y refiriéndose a haberlo hecho caer…de nuevo.
--Creí haberte dicho que no me hablaras—gruño con repulsión parándose pasando a apartar al pelirrojo con violencia.
Matt frunció el seño, esta vez molesto. ¿Cómo podía decir eso luego de besarlo una vez terminada la subasta? ¡Lo había besado una vez fuera de la obligación de hacer su trabajo con el! Matt no había hecho nada más.
--¿Matt, estas bien?-Linda se agacho para ayudarlo a ponerse en pie.
--Si, lo estoy—se levanto sacudiéndose a la muchacha de encima, Mello lo miro de reojo, notando el cambio de actitud.
Uno de los meseros se acercó trayendo consigo a un hombre que no pasaría de los treinta y tantos, vestido con ropa de marca reconocida y apestando a fermentación. El único que había podido pagar esa cantidad por ellos.
--Por el pasillo, por favor—indico el mesero al comprador. Matt recogió su playera y se echo a andar detrás del hombre. Mello torció los labios y lo siguió. Una vez afuera, el trajeado se acercó al pelirrojo peligrosamente, este le ofreció una botella, táctica aprendida de Mello, para que bebiera. Por supuesto que el borracho acepto el licor.
Realmente ese hombre le desagradaba a Matt. Y seguía molesto.
Mello se acercó entonces, llevando su barra consigo, miro atento al trajeado beber con ganas, mientras sus manos rozaban el torso del inmóvil y serio pelirrojo.
--Bebe—insto el rubio al tipo para evitar que tocara al otro, apartando su mano para acercarse a Matt, este al ver cerca los labios del muchacho, hizo a un lado el rostro.
Mello parpadeo confundido ¿Qué demonios…?
--Si prefieres “estar ocupado” con el, adelante, perro—gruño irritado.
--No es necesario—respondió con dureza al momento en que el hombre perdió conciencia y se vino abajo.
Al rubio le sorprendió realmente ese tono.
Mail iba a regresar, cuando las manos de Mello se estamparon en la pared, acorralándolo.
--¿Quién te crees que eres?
Matt no respondió.
--No me ignores, idiota—ordeno saliendo de la poca paciencia que tenia, acercando el atemorizante rostro.
--Creí que no nos hablaríamos debajo de la barra—apunto mordaz.
--¿Y quien dice que quiero hablarte, perro?—sonrió malévolo, peligroso. Se acercó incitativo hasta el rostro de Matt, rozando sus labios y por fin haciéndolos suyos. Convencido de hacer ceder al muchacho otra vez.
Mail cedió primeramente pero luego logro recuperar el control…estaba seguro que el rubio lo dejaría botado tal como la noche anterior…además seguía molesto por lo ocurrido adentro.
Intento separarse, mas los dientes de Mello aferraron su labio inferior con fuerza, entonces Mail empujo al muchacho con mayor fuerza, logrando zafárselo.
Mello lo miro un momento sin comprender, luego su gesto se volvió iracundo y le devolvió el empujón a Matt, con mas violencia.
--¡Que te quede claro que en el momento en que yo quiera te convierto en MI perro, imbécil!—insulto déspota regresando al interior del bar dando un portazo. Con el ego lastimado.
Matt escucho las vibraciones en los muros causadas por la estruendosa música, se recargo en la fría pared mirando al vacío. ¿Realmente había oído bien? El rubio parecía estar dispuesto a todo en aquel momento…pero Mail no, no luego de lo ocurrido y de la confusión que sentía al mirar dentro de su mente, encontrándose con los candentes recuerdos de Near y el…venían en cuanto Mello se acercaba…
Espero un momento afuera, encendió un cigarrillo, decidiendo a regresar adentro cuando el trajeado se comenzó a mover. Lo dejo donde estaba cruzando la puerta, señalándole con la cabeza al calvo cadenero para que retirara al comprador de allí, y desocupara el callejón para los ulteriores.
Iba caminando por el angosto pasillo cuando escucho un par de gemidos provenientes de la puerta entreabierta de la oficina de Takada; movido por la curiosidad acerco los verdes ojos, pero retrocedió al instante, lo que miro adentro fue a un hombre con una chamarra negra con capucha en medio de las largas piernas de su jefa. La morena se abrazaba al cuello del hombre a cada embestida, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos en un gesto de puro placer.
Matt frunció los labios.
--Ya conseguiste a quien hacer tuya, Mello—bufo con molestia y decepción…no pudo evitar sentirse traicionado, a pesar de saber que no tenía razón para sentirse así.
Dio vuelta sobre sus talones y salió del bar, no le importaba volver a salir temprano, había conseguido demasiado como para no provocarle problemas por irse antes de terminar el turno…o lo despedían. Y en aquel momento poco le importaba.
Estaba realmente molesto…y hasta…herido.
Condujo a gran velocidad, salvándose de estrellarse por puro milagro. Las llantas derraparon en cuanto freno frente a su edificio. Dio un portazo al salir y encaminarse hasta las escaleras.

Mello se quito el casco de la motocicleta. Alzo los ojos a su departamento aun sobre su vehículo. En cuanto dejo solo a Matt en el callejón se fue directo a su moto y la monto sin intención de regresar al bar.
Tenia el ego herido, aunque no quisiera admitirlo…también se sentía mal…como si hubiera hecho algo malo y además, se sentía culpable. Las pupilas verdes del pelirrojo aun estaban grabadas en su mente…todo el contacto que tuvo con el en la barra no fue solamente por la competencia…no…realmente ese chico causaba en su cuerpo demasiadas reacciones.
Sacudió la cabeza ¿desde cuando se sentía así por un hombre?
La fría brisa sacudió su cuerpo, y reparo en que había olvidado su chamarra en el bar. Resoplo, ya luego iría a recuperarla.
Se bajo de su motocicleta, aun irritado. Camino por el lobby del edificio para llegar pronto a su departamento. Apenas entro un par de fuertes y enormes manos varoniles le aferraron la camiseta de cuero, empotrándolo contra la pared con violencia.
Mello se resintió, realmente eso le dolió, luego fijo los orbes azules en su agresor, tratando de mirar en medio de la negrura.
El hombre lo sostenía contra el muro con fuerza.
--Mihael…--saludo la silueta de un hombre alto.
**
Subió por fin hasta su piso entrando sin muchas ganas ya. Se encamino hacia su habitación, cruzando por el salón y encontrándose con Near allí, de pie justo en medio de los sillones.
Matt lo miro, el pálido muchacho parecía brillar de tanta blancura en medio de la oscuridad. Chorreaba agua por sus mojados rizos entorno a su inexpresivo rostro de ángel de hielo. Tenia el juvenil torso desnudo, cubriendo de su cintura para abajo con una toalla.
¿Acaso era una especie de chico vampiro o algo así? ¿Tenia que dormir en el día y hacer su vida normal de noche? Peor ¿Tenia que estar semi desnudo justo frente a él en cuanto piso el lugar?
Se mordió los labios incomodo y se echo a andar hacia su habitación. Se sentó en el borde de su cama, soltando el humo y dejando luego la colilla sobre el mueble de la lámpara.
--Los incendios son probables bajo este tipo de actos descuidados—la fría voz de Near inundo el cuarto cuando entro, aun mojado. Se torcía un mechón de cabello al coger la colilla para botarla en el basurero.
El corazón de Matt se golpeo contra su pecho con fuerza, presa del nerviosismo…ver allí al muchachito estaba acabando con su fuerza de voluntad…y seguía, malditamente molesto con Mello.
Su respiración se agito inevitablemente.
**
--¿Qué quieres? ¡Largarte de mi casa, imbécil!—ordeno Mello echo una fiera, el tipo que lo sostenía le estampo la espalda contra el muro para someterlo.
--Mihael—suspiro con falsa decepción—Me he cansado ya de insistir por los buenos medios que aceptes mi propuesta…por eso estoy aquí.
El rubio abrió sus ojos, desconfiando de aquello. Su opresor sonrió con burla.
--…para dejarte un incentivo—agrego Dwhite acercándose hasta el muchacho con peligrosidad.
El rubio se debatió contra su carcelero cuando la gorda mano del mafioso le rozo los cabellos.
**
Matt miro atento a Near. Iba a suceder. Era inevitable.
--Near…
--¿si?—no le miro, siguió torciéndose el cabello.
El pelirrojo aspiro con fuerza, calmando su ansia. Se acercó lentamente hasta el pálido rostro infantil del chico esperando que lo rechazara…pero no fue así.
En cuanto los calientes labios de Matt tocaron los suyos, Near saboreo el desconocido sabor del licor.
Las manos del muchacho rodearon la cintura delgada del muchachito, atrayéndolo hacia si.
**
Logro escapar de las manos de sus atacantes, dando trompicones se alejó rumbo a la ventana. Estúpido no era, debía haber gente de Dwhite cuidando la puerta.
Un trio de hombres apareció desde la cocina, obstruyendo su camino. Mello freno de golpe. Frunció los labios. Tenia que salir de allí.
Cuando trataron de atraparlo por la espalda, se vio en la necesidad de escapar hacia otro lado. Los hombres del mafioso fueron hacia él.
Logro quitarse a dos de encima, golpeándolos, tratando de llegar a otra habitación.
Por mas que se defendió no pudo hacer mucho contra todos.
Un golpe seco en el rostro lo hizo caer de espaldas con fuerza contra el suelo, sintiendo el líquido caliente resbalar por sus labios.
**
Recostó la delgada espalda sobre el colchón con suavidad. Trepándose a su cuerpo con delicadeza, lentamente. Acorralo a Near posando las manos a los costados de su cabeza, sin dejar de besarle.
El propio cuerpo de Matt palpito con el fuego que subió por su espalda. Al albino se le escapo un gemido gutural, lo cual solo sirvió para acelerar el despertar del miembro de Mail.
Jadeo contra los labios fríos y húmedos del chico mientras bajaba una mano para apartar la delgada toalla de su cuerpo.
**
Intento ponerse en pie, pero no lo logro. Las manos le aferraron los hombros contra el piso. Lo sujetaron con fuerza todos los esbirros del mafioso, quien se acercó hasta ese momento, con calma, disfrutando de ver indefenso al rubio.
--Te vas a arrepentir—gruño--¡Suéltenme, imbéciles!
--Cálmate, Mihael—se burlo Dwhite haciendo presión con su suela contra la entrepierna de Mello, este se quejo ante el dolor—solo es un incentivo para que aceptes por fin trabajar con nosotros…veras…que no es tan malo.
Se arrodillo frente a él, sonriéndole con malicia y un brillo lascivo en la mirada.
Ordeno con un movimiento de barbilla que lo voltearan, sus hombres obedecieron, dejando al rubio con el rostro contra el suelo.
El corazón del muchacho se desboco ante el peligro…con miedo; sabia lo que ocurriría. Se debatió en vano, recibiendo variados golpes para dejarlo quieto.
--Vamos, Mihael. Tu show de hoy gano muchos billetes—se rio aferrando el borde del pantalón del muchacho. Este se pasmo…
--Púdrete—soltó con repulsión.
Por mas que intento, su fuerza no fue suficiente…iba a suceder.
El cuerpo le tembló con furia cuando sus pantalones comenzaron a abandonar sus piernas…y luego vibro con terror cuando oyó el cierre del pantalón del mafioso bajarse.
**
Se acomodó justo detrás del muchachito, sujetando sus caderas. Near bajo la cabeza hasta los almohadones, mientras trataba de relajar su cuerpo apoyando en cuatro puntos sobre el colchón.
Podía oír a Matt detrás de si…a punto de “montarse” sobre el.
--Relájate—sugirió Mail con calma al sentir el delgado cuerpo tensarse. El albino no respondió…y el dolor se abrió paso por su cuerpo.
Tembló, mordiéndose los labios.
Era doloroso sentir a Matt entrar en su cuerpo lentamente, con calma para acostumbrarlo y evitar que saliera lastimado.
El pelirrojo gimió conforme su miembro se introducía.
**
Se mordió los adoloridos labios con furia e impotencia. Era bastante doloroso…
Trato de escapar otra vez…sin resultado. Su cuerpo se tenso con dolor al verse invadido sin preparación no permiso.
Apoyo con fuerza su frente contra el piso, ya no tenia fuerzas para insultarlo, aunque si las ganas…tenia que guardar su fuerza para soportar todo el tiempo.
Se negó a darle el gusto de verlo sufrir, así que se obligo a si mismo a no quejarse, a no dejar salir sonido alguno de su boca…ni siquiera una suplica.
--No seas orgulloso, Mihael—le susurro al oído—es mejor si te relajas—soltó una risotada que fue secundada por sus esbirros.
Y dicho esto…comenzó las embestidas.
Mello cerro con fuerza sus puños hasta lastimarse…lo único que podía hacer era tratar de salir de la realidad…dejando viajar su mente, tratar de pensar en otra situación que aliviara el dolor…e inconscientemente la imagen de una sola persona llego a su cabeza.
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Respiraba con dificultad con cada golpe que daba la cadera de Matt contra su cuerpo…las vibraciones de placer amenazaban ya su cuerpo…
El pelirrojo, por su parte, no se detenía…su cuerpo estaba estallando en placer…iba a explotar dentro del albino…y a este parecía agradarle la idea…
Jadeo al ver cerca el final…y una sola imagen cruzo por su mente en ese momento…una persona…

Y apenas la noche comenzaba.