Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Subasta Humana por HakudiNN

[Reviews - 99]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Y el que estaba antes q era equivocacion x.x!!!!!!!!!!! 

staba nervioso. Muy nervioso. Demasiado nervioso. Ni siquiera estaba seguro de si aquello era normal, si lo era, le asustaba. Si no, entonces le aterraba.
Aquella noche, luego de su subasta, a la cual Mello no tuvo la delicadeza de presenciar, llego a casa, directo a su dormitorio. Agradeció que Near estuviera pegado al ordenador sin prestarle la más mínima atención.
No pudo dormir nada en realidad, dio vueltas por todo el colchón lleno de dudas, nervioso… ¿Por qué? Ni siquiera debería estarlo, es mas, debió negarse a acompañarlos en su “compra”. Sin embargo simplemente no podía seguir molesto por lo ocurrido con el rubio hacia ya dos meses, ya que realmente se sentía tranquilo de verle luego de esos 60 días…no importando mucho en realidad la forma en que dejo de frecuentarlo.
Por primera vez desde aquellas maratónicas horas de sus días, se levanto temprano, se dio una dedicada ducha y se cambio de ropa por lo menos cinco veces…o mas. Por fin se decidió por unos pantalones de mezclilla, zapatos de botín, bastante rockeros, por encima de la prenda. Playera negra y sus acostumbrados lentes.
Para asombro de todos sus compañeros de clase, llego temprano. Asistió a la catedra, al menos físicamente, pues su mente estaba volando, flotando en la idea de pasar toda una tarde con el agresivo muchacho rubio.
Y las horas dentro de la institución…se le antojaron insoportablemente lentas.
**
No lograba obtener una forma de entrar al ordenador de Matt. Lo intento toda la noche, pero no pudo hacerlo, lo cual comenzaba a frustrarlo.
Elle le hubo dicho que el pelirrojo era bueno con la cibernética y que no seria sencillo, pero nunca imagino que esta vez su hermano mayor no exagero. Realmente el ordenador de Matt era una caja fuerte que resguardaba toda la información que el muchacho pudiera guardar. Near se torció el cabello con los dedos.
Así que…entonces, Mail Jeevas, Matt, debía ser importante de alguna forma para el caso que Elle trabajaba en ese momento y pensar que hacia casi un año su hermano había llegado a esa universidad con un solo propósito: arrestar a Matt.
Ahora francamente dudaba que eso ocurriera o que no se opusiera ante su hermano a aquello de querer intentarlo otra vez…resoplo.
--Quien lo diría, Matt—mascullo Near con voz monótona—quizás por desobedecer a mi hermano me he involucrado más contigo de lo…conveniente…
Y era cierto: el pelirrojo realmente agradaba al albino.
**
Light Yagami entro al elegante recibidor seguido por Mikami, su leal abogado. Anduvo sin mucha preocupación desbordando arrogancia a cada paso, la joven recepcionista le saludo con una sonrisa que el apenas y noto.
Siguió de largo hasta oír la molesta voz que irritaba a cada momento.
--¡¡Light!!—Misa corrió hasta el colgándosele del cuello.
--Misa, te he pedido que no vengas al trabajo a verme—se la aparto con poca delicadeza.
--Si, pero Misa tenia muchas ganas de verte—sonrió—además, Light me dijo que te reportara si Mello volvía.
Esto detuvo el andar del castaño. Mikami lo miro y otra vez los celos lo invadieron.
--¿Volvió?—pregunto--¿Cuándo?
--Ayer—respondió obedientemente a pesar de no comprender porque tanto interés por el.
--¿Y Matt? ¿Ha hablado contigo sobre la propuesta que le hice?
--No…
--Misa, recuérdasela de nuevo—ordeno con suavidad.
--¿Hice un buen trabajo?—su rostro se ilumino.
--Si, Misa—le toco la mejilla y se alejó de ella. La muchacha ensancho la sonrisa con alegría y salió del lugar.
Light siguió hasta el delgado pasillo que conducía a su propia oficina.
--Mikami, haz una llamada a Dwhite—le dijo sin detenerse—Que vaya por su problemático rubio de una vez, no lo quiero cerca de Matt.
--¿Por qué es tan importante ese mocoso?—no pudo evitar el tono molesto.
--Lo es, Mikami.
Lo tomo por los hombros desde atrás para acorralarlo contra el muro, acerco su cuerpo hasta invadir el espacio de su joven jefe.
Este no objeto nada.
--No entiendo porque…debe ser tan importante—murmuro acercándose peligrosamente hasta rozar sus labios.
--¿Estas celoso, Mikami?—reto, este fue incapaz de responder.
Estampo sus labios contra los del mas joven con exigencia, embarrándose contra el, sujetándole la cintura con ambas manos para no dejarlo escapar. Cediendo a sus deseos por fin.
El castaño no opuso fuerza alguna, se dejo hacer cuando Mikami lo remolco a tientas hacia su oficina, cerrando la puerta tras de si. Lo dejo caer sobre el escritorio, arrojando cuanto papel y documento, adorno u objeto que pudiera tener allí su jefe.
Tiro de la pulcra corbata para dejarla lejos, deshaciéndose de la propia con torpeza. El castaño incorporo el torso para desabotonar la camisa blanca de su abogado, lamiendo el pecho con ansia, dando mordiscos separados por toda la extensión.
Mikami se estremeció complacido dejando caer de lado su ropa superior; recostó la espalda de Light para poder devolverle el gesto, sacando cada botón de su ojal con los labios; separo los extremos de la camisa para rozar con ansiosos dedos el joven pecho de Light.
Paso su brazo por debajo de la espalda baja para curvearla hacia si y poder sentir el miembro del muchacho despertar al encontrarse contra el de Mikami.
Con mas rapidez los pantalones del castaño fueron separados de su cuerpo. Gimió complacido cuando Mikami pasó su húmeda lengua por la extensión, llegando a la punta y engullir el miembro por completo.
Las manos del muchacho volaron hasta os cabellos de Mikami Teru para enredarse en sus mechones negros y no dejarle escapar ni un momento.
Por fin, Light se estremeció en el éxtasis mismo dejando escapar un gemido sonoro y atrapando la boca de su amante contra su vientre, derramándose dentro de la húmeda cavidad bucal.
Apenas hubo sentido el líquido caliente, no lo trago. Cuando Light le permitió separarse, Mikami llevo la semilla liquida del castaño hasta su fina entrada para lubricarla. Se situó entre las piernas del delicioso muchacho, y se introdujo lentamente. Yagami se estremeció primero adolorido, luego con visible placer. Los sudorosos cuerpos se agitaron cuando las embestidas comenzaron, cada vez aumentando la fuerza, enterrándose en el castaño. Mikami observo maravillado la expresión satisfecha de Light mientras le embestía con fuerza, le parecía hermoso.
La espalda se le doblo hacia el frente al venir el final, apoyo ambas manos en la madera de la mesa, que soporto de milagro, las manos de Light rodearon los cabellos negros de Mikami, y entonces, con un ultimo grito…termino.
**
“Valor, Mail” se repitió a si mismo mientras miraba la concurrida calle a unos cuantos metros de la propiedad de la universidad. Debía controlarse mientras esperaba. “No va a morderte” trato de darse valor.
--¡Ey, Mail!—oyó una familiar voz acercarse a él. Se dio la vuelta para mirar un par de chicos que le sonreían a cada paso—Iremos por algo de tomar ¿Por qué no vienes?
--No puedo—respondió de inmediato.
--Y dale con lo mismo. Mierda, Mail ¿en que estas metido?
--Solo no puedo—sonrió.
--¿Cuál es tu famoso trabajo, eh?—sonaba molesto
--En realidad…
--¡¡¡¡MAAAT!!!!—la aniñada vocecilla resonó por sobre todas las conversaciones.
El pelirrojo se volvió entonces aliviado de que Misa le hubiera salvado de la situación, sin embargo, al ver al motociclista a su lado, ya no se sintió tan calmado. Sus nervios estaban disparándose.
--¿Quién es esa chica?—pregunto uno de los muchachos--¡Es preciosa!
--¡¡¡¡¡MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAT!!!!!—Volvió a llamar extendiendo el brazo en un efusivo saludo--¡¡DEBEMOS IRNOS!!
Algo desagradable le dijo su acompañante puesto que ella le dedico una mueca infantil y luego se indigno.
--De…debo irme—se despidió sin verlos avanzando hasta donde lo esperaban.
--Ey, Mail, espera—pero se había ido.
Sus asombrados compañeros de clase abrieron los ojos con asombro cuando el pelirrojo se dirigió hacia la bella rubia que tan alegremente le saludaba.
--¿Oíste que lo llamo “Matt”?—pregunto uno de los chicos.
--Si…pero…quizás dijo Mail…
--No, dijo Matt…

La muchacha recibió con un cálido y jocoso abrazo al pelirrojo, pero este no le quito la mirada a Mello, quien, al lado de Misa, se recargaba sobre su motocicleta y ni lo veía.
Vestía pantalones negros de cuero y una camiseta del mismo color. El brillante cabello rubio resplandecía con el sol, cruzaba ambos brazos en un gesto irritado. Los estudiantes le echaban ojeadas desconfiadas, y no los culpaba, Mello se veía peligroso.
--¡¡Matt!! ¿Estas listo?—pregunto la chica
--Si…gracias por venir hasta aquí—sonrió amable.
--Hay, no hay problema. Hacia mucho que no venia a una escuela—le quito importancia.
--Acabemos con esto—ordeno Mello mordiendo un chocolate.
--Que carácter tan feo—se quejo ella—Pero ahora que Matt esta aquí no tendré que soportarte sola, Mello.
--Me sorprende que conozcas el concepto de esas palabras—se burlo el rubio.
--¡¿Estas diciéndome estúpida?!
--¿A dónde vamos?—intervino Matt para calmar las cosas, se preguntaba como era que habían llegado juntos sin matarse en el camino.
--Hay una tienda divina en el centro comercial—Misa aplaudió con gusto.
Mello torció el gesto con mal humor.
--Mira, ¡hacemos juego!—celebro ella señalándose el atrevido atuendo negro—Incluso Mello—agrego de mala gana.
El muchacho se limito a montar su vehículo sin prestarles más atención.
--¿Llegaste aquí con el?—pregunto el pelirrojo en voz baja señalando la moto.
--¡Claro que no! Tome el tren, simplemente nos encontramos aquí para venir por ti—sonrió—Iré contigo en tu auto.
Matt asintió distraído mostrándole el camino para llegar hasta su automóvil, una vez allí le dejo entrar en el asiento del copiloto y se encaramo en su lugar de conductor. Dio un largo respiro para calmar sus nervios.
--¿Estas bien, Matt?—inquirió la muchacha mirándolo con curiosidad.
--¿Eh?
--Que si estas bien.
--Si, estoy bien. ¿A dónde vamos?—prefirió cambiarla conversación para evitar que Misa siguiera preguntando, tal como lo espero de ella, se dejo llevar.
--¡¡Hay unas tiendas divinas en el centro comercial!!—se agito emocionada
--¿Encontraremos lo que Takada pidió?—le dio cuerda.
--Solo si sabes buscar en las tiendas indicadas—le guiño un ojo y le señalo el camino para que arrancara.
El camino no paso un solo momento en silencio, Misa hablaba alegremente sobre lo que fuera, aunque la mayoría del tiempo su conversación tocaba su incondicional amor por Light Yagami. Matt, tímido y callado, casi no hablo, prefirió seguir escuchándola mientras fijaba los ojos en el espejo lateral a menudo, fijando su verde mirada en la motocicleta que los seguía de cerca. Solo variaba la posición de su cabeza cuando debía expulsar el humo del cigarro por la ventanilla.
“Mello” se dijo.
--Matt…Matt…. ¡Matt!...¡¡¡MAAAATT!!!—grito Misa llamando su atención. El muchacho se sobresalto pisando el freno por un momento, el auto brinco ante el brusco movimiento antes de reanudar su andar normal. Los cláxones de los vehículos de atrás resonaron con fuerza junto con invocaciones y maldiciones dirigidas al auto rojo de Mail. El motociclista dio un fuerte tirón a los comandos de la moto haciendo rechinar sus llantas y casi saliéndose del camino.
--Matt ¿Dónde tienes la cabeza?—reclamo ella.
--Yo… ¿te lastimaste?—otra vez cambio el tema.
--No, pero si me arruinaste el cabello—se acomodó los rubios cabellos de nuevo en su lugar, sujetándose los mechones en sus medias coletillas.
--¿Ibas a decirme algo importante?—insto el tratando de no prestar atención al hecho de que el rubio había cambiado de carril, saliendo de su campo de visión.
--Pues si—hizo un puchero—Dime, Matt ¿estas feliz en el bar?—tanteo el terreno lo mejor que pudo para comenzar con el recordatorio que Light le había pedido aquella misma mañana.
--Si, lo estoy—parpadeo confundido.
--Ya veo—torció el gesto en una mueca de ingenio--Y si te ofrecieran otro trabajo, donde ganaras mas dinero para tu escuela ¿dejarías el Death Note?
Vaya pregunta. Matt la miro de reojo presintiendo por donde iba la conversación de la chica.
--No veo porque debería hacerlo, Misa—sonó amable.
--Vaya—hizo un puchero—Y yo que pensaba que te irías tan pronto como Light te ofreciera un empleo, como me lo menciono…
--¿Light Yagami te dijo algo de…
--Claro que si, Matt: mi novio me cuenta todo—aseguro cruzándose de brazos, luego le miro de nuevo—¡¡Juntos, Light y tú, digo, con sus poderes podrían hacer muchas cosas!!—agito las manos.
--¿Poderes?—sonrió divertido con la ocurrencia—Misa, ¿a que se dedica tu novio además del bar?
--Bueno, él tiene una agencia de modelaje—sonrió con ganas repitiendo las palabras que el castaño.
--¿Por qué no trabajas allí?
--Lo hice un tiempo, pero ahora estoy dedicada a mi relación con Light.
--Ya veo.
--¡Si! Además quiero comenzar una carrera como actriz una vez que Light y yo nos casemos por eso mi lugar en la agencia esta vacío aun—explico— ¡Y creo que quedaría perfecto para ti!
--Nunca he modelado, Misa—trato de no ser grosero pero no quería hablar mas de ese asunto y la forma en que Yagami siempre le insistía en que aceptara el dichoso trabajo, que a decir verdad, no creía que se tratara de algo tan inocente como el modelaje.
--No es difícil, y yo te enseñare. Lo importante es el dinero que puedes ganar para la escuela—le cerro un ojo, y antes de que pudiera objetar algo ella agrego--¡Detente! ¡¡¡Ya llegamos!!!
Mail obedeció y tras aparcar el auto salió tras la rubia con mucho menos entusiasmo que ella. Miro con pocas ganas la conglomeración de gente andando de un lado para otro dentro de la plaza de paredes de cristales. Tan absorto estaba que no se dio cuenta hasta que el puño se estampo en su cabeza, se balanceo antes de recuperarse y sobarse para tratar de aliviar el dolor.
--Antes de subirte a esa cosa, aprende a conducir—gruño Mello tras el. Mail se volvió de golpe con los nervios desatados otra vez.
Se miraron un momento, el rubio no terminaba por comprender porque Matt simplemente no decía nada ni para reclamarle el golpe o defenderse, ni porque de pronto las mejillas de ese chico hacían juego con su cabello. Irremediablemente su primer enojo por casi matarse por culpa de ese mal conductor, poco a poco se sintió arrepentido por golpearlo, como si no pudiera enojarse con el.
Mello se llevo una barra de chocolate a los labios con cierta incomodidad ante el silencio, antes de que alguno dijera algo Misa regreso corriendo tirando del muchacho para hacerlo entrar, siendo seguidos por un irritado y aburrido Mello.
Cada parada le parecía eterna a ambos muchachos, Misa brincoteaba de un lado a otro llevando prendas de un lado a otro de las tiendas para probárselas, para combinarlas y…hacer cargar a Matt, pues Mello se limitaba a mirarlos con profundo tedio. Sin embargo, cuando sus ojos azules miraban al pelirrojo sonreírle a la estúpida y frívola chica, ese aburrimiento se iba.
La rubia iba de un lado a otro, de tienda en tienda, de aparador en aparador, seguida por los chicos, ambos sin hablarse: Matt nervioso y Mello aburrido.
A cada paso que daban, rozando con las personas resulto menos difícil para el pelirrojo ya que el otro no parecía acordarse de su existencia.
Misa revoloteaba por todas las tiendas que encontraba, a saber si seguía con la mente fija en el encargo de Takada. Entraron a la novena tienda de ropa, Matt esta vez prefirió esperar cerca la puerta para poder fumar, para su ansiosa sorpresa Mello se recostó en la pared junto a él.
--….
Silencio absoluto.
--….
Más silencio.
--Oye…--aventuro Mail.
--Matt…--hablo al mismo tiempo.
--Am…lo siento—evito sus ojos—Habla.
--Di lo que tengas que decir, perro.
--¿Por qué me llamas perro?—pregunto con real curiosidad. Mello lo miro de reojo.
--Eres alegre como uno. No importa lo que pase—contesto como si fuera obvio.
Matt recordó entonces un cachorro que alguna vez vio en una tienda de mascotas, daba vueltas sobre si y brincaba con la lengua de fuera, jadeando y gimiendo ansioso por jugar, tan alegre y optimista a pesar de estar tras una placa de cristal.
Sonrió divertido con la analogía.
--Necesito su ayuda—Misa llego llevando un montón apretujado de ropa en las manos—Tu, pruébate esto—le dio un par de prendas a Matt—Mello, esto es para ti—le extendió la ropa pero este no la tomo.
El pelirrojo miro la ropa echa un revoltijo de colores oscuros.
--No me han ayudado en toda la tarde—se quejo—No digo que su opinión supere mi buen gusto pero…no puedo calcular que talla pueden ser.
Mello enarco una ceja seguro de que eso no era lo único que la rubia tonta no era capaz calcular.
--Vamos, Matt—le miro suplicante, el muchacho suspiro resignado.
--De acuerdo.
--¡¡SIII!!!---celebro la muchacha llamado la atención de las personas— ¿Mello?
--No.
--¿Quieres estar en la subasta si o no?—hablo con dureza, lo cual fue extraño en su voz infantil.
El muchacho frunció los labios con descontento, detestaba que esa mujercita estúpida le hablara de esa forma, como si de verdad fuera capaz de amenazarlo. Pero en ese momento…necesitaba el dinero. Aferro las prendas arrebatándoselas y echándose a andar hacia los probadores, seguido por Matt.
El pelirrojo miro la espalda del rubio mientras andaba…aunque pareciera una locura realmente le gustaba su compañía.
La dependiente de la zona de probadores le sonrió con insinuación al rubio al dejarle el paso libre a su cabina. Mail entro a la propia, junto a la de Mello.
Le incomodaba desnudarse frente a los espejos, y eso era solo porque en una ocasión entro en el sistema de una tienda de ropa a petición del ex director general, para borrar todo archivo que hubiera allí…y se encontró con un montón de grabaciones furtivas de gente desnudándose en los probadores para mirarse la ropa. Se estremeció esperando no terminar en alguna página pornográfica en internet.
Se peleo con su bota en el reducido espacio, termino en el suelo, con vista directa a los pies de Mello del otro lado del delgado muro, sus pantalones cayeron entonces. Matt sintió la sangre subir por su rostro al darse cuenta que el rubio estaba semi desnudo. La camisa del muchacho se acomodó sobre el borde superior. Mail sintió el corazón agitársele presa de los nervios.
--No…no hay motivo—se dijo en voz baja—No tienes por qué estar así…
En sus ansias lo único que se le ocurrió hacer para pensar en algo más fue llamar a Near.
Se puso en pie torpemente sacando su móvil, pero se detuvo antes de hacer algo mas, Matt y Near no eran nada, no tenían una relación así que era absurdo querer llamarlo…además cada vez que pensaba en Mello las imágenes de Near atacaban su mente, de la forma mas ardiente posible, y, cuando estaba con el muchachito, se le escapaban inconscientemente llamados a Mello, y no sabia por qué.
Por fin aspiro aire y abrió el móvil.
**
Mello término de ponerse una de las prendas que la muchacha le había elegido, se miro molesto al espejo: estaba metido en un chaleco de tela de saco negra, sin nada debajo. Pantalones de mezclilla suave gris que apenas le cubrían la masculinidad. Busco una barra de chocolate entre sus cosas, entonces descubrió que no la tenia.
--Debió caerse—se dijo con mal humor.
Abrió la puerta de su probador sin miramientos buscando con los ojos su dulce. Entonces su imagen llamo su propia atención en el enorme espejo del fondo.
**
--¿Si?—la monótona voz de Near del otro lado de la línea lleno sus oídos.
--Hola, Near—traspaso en su voz una sonrisa
--Mail
Silencio.
--¿Esta todo bien en casa?—pregunto por decir algo.
--¿Necesitas algo? No acostumbras llamar nunca—casi lo imagino torciéndose el cabello.
--Bueno…--dudo, ¿Por qué Near tenia que ser poco amable?—Podría hacerlo ahora.
Silencio.
--¿Mi hermano hablo contigo?—pregunto de la nada.
--No, ¿debió hacerlo?—parpadeo confuso.
--Tengo que colgar, Mail

**
No le gustaba ese aspecto precisamente, aquel estado de semidesnudes no era de su agrado total. No era como si nunca lo hubiera hecho, bastaba darse una vuelta por sus recuerdos de las subastas vividas para darse cuenta que muchas veces ha estado en esa situación sobre la barra…sin embargo…le trae recuerdos de su anterior trabajo…Resoplo con las pupilas apagadas.
Ahora lo único que debía hacer era desaparecer de allí…sin importar su encuentro con el alegre pelirrojo. Si, lo único en toda su vida que no había podido explicarse fue por qué ese Matt estuvo en su mente los últimos dos meses…no había motivo.
Oyó la voz conocida del pelirrojo detrás de una de las puertecillas. Movido por la curiosidad se acercó al delgado muro.
--Esta bien, te veré mas tarde—oyó decir al muchacho.
Un piquete de molestia ataco su cuerpo, ¿a quien vería ese pelirrojo mas tarde? Se enojo.
De pronto la puerta se abrió de golpe cuando Matt pretendió salir para mirarse en el espejo grande, Mello al verse sin el apoyo de la puerta, se fue hacia el frente presa de la inercia y su propio peso. Cayó sobre el cuerpo del asombrado muchacho.
--¿Me…Mello?—se sonrojo cuando el rubio choco contra su cuerpo regresándolo al interior del pequeño lugar.
El muchacho se quedo un momento donde estaba, sintiendo la vergüenza apoderarse de su rostro, por fin, sumamente molesto se separo del pelirrojo solo para ruborizarse mas cuando sus ojos se cruzaron.
--Idiota—le insulto.
--¿Qué hice?—Matt evito sus ojos.
--Pues…--balbuceo--¡Idiota!—se trato de apartar mas alguna fuerza extraña lo devolvió de golpe a su lugar. Miro hacia abajo: la hebilla de su pantalón se había enganchado en el botón del de Matt. El rubor se intensifico. Hasta ese momento se fijo en lo que Amane le eligió al pelirrojo: unos ajustados pantalones negros y un simple moño negro para el cuello. Tenía el torso desnudo.
El pelirrojo trato de empujar afuera al rubio, pero no logro separarse. Parecía asustado.
--Deja de moverte, perro idiota—ordeno Mello moviendo las manos entorno al enganche, la forma de tirar de la ropa no fue muy benéfica para ninguno…el continuo roce de ambos cuerpos comenzó a despertar los miembros…lamentablemente para el rubio, el suyo fue el primero en notar el placentero contacto.
Matt se tenso nervioso cuando pudo sentir lo que ocurría, Mello tuvo ganas de golpear al muchacho y dejarlo inconsciente.
--Escúchame bien…
--¿Esta todo bien?—la voz de una dependiente interrumpió la amenaza del rubio. Se acercaba. Mello alargo la mano para cerrar la puerta, decidido a que nadie lo vería en tan penosa situación.
Al cerrar el probador, se apretó contra Matt, quien se apreso contra la pared con Mello pegado a su cuerpo en el reducido espacio.
Aliviado por ya no oír a la inoportuna mujer, Mello volteo los ojos para amenazar a Matt a gusto, y…se encontró con los ojos del pelirrojo a milímetros de los suyos…podía sentir su ansiosa respiración sobre sus labios, respirar su aire…oler su fragancia…sentir el calor de sus labios viajar la pequeña distancia hasta los propios…invitándolo.

Notas finales:

=DDD arigato!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).