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Subasta Humana por HakudiNN

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Notas del capitulo:

Olaaa (again) ok ok pues como me ekivoque en la actualizacion, pues es justo q suba otro capi no???? hehe xDDDD!!! ya esta de nuevo en orden los capitulos, lamento mucho la equivocacion u.u....grrrr odio q no respeten el aire q respiro0o0!!!!!!!! xp!!!

Bueno les dejo la continuacion, espero q les guste y me dejen rr!!! graciaaas por los q he recibido, me motivan siempre =D <3!

Podía sentir el aliento de Mello recorrer su mentón, acariciar su barbilla hasta sus labios…Su corazón estaba comenzando el trabajo de infarto debido al ritmo al que latía, tener cerca al rubio era demasiado.
Trago saliva con cierto trabajo e intento decir algo, pero no lo logro…realmente no tenia nada que decir. Además las pupilas azules del muchacho no se habían despegado de su boca en todo el momento, parecían hipnotizadas por sus labios, como si fueran algo delo mas interesante en el mundo.
Mail aspiro con fuerza…si algo debía evitar era perder el control, sin mirarlo a los ojos bajo las manos para tratar de zafar la hebilla de su pantalón.
--Déjame ayudar—mascullo, mas las manos del rubio atraparon las suyas.
--No se te ocurra acercarte a mi otra vez—ordeno con voz peligrosa.
--Pero…Mello…--callo en un suspiro.
El rubio se alejó la poca distancia que podía dentro del vestidor, y del pelirrojo, recuperado de su repentino ataque de atención para con Matt.
Mail espero que el rubio simplemente los zafara, saliera y punto, mas no fue así, se quedo quieto en su lugar, aun demasiado cerca al pelirrojo.
Evito sus ojos un momento sumergido en la incomodidad que sentía…Mello se mantuvo en su lugar. Por fin Matt se atrevió a mirarlo, el rubio se recargaba en la puerta (tirando del pantalón del pelirrojo de forma incomoda y poco convencional) y lo contemplaba con fría atención.
--Me…Mello—carraspeo
--No saldré aun, así que cállate.
--Pero…--parpadeo confundido
El rubio se acercó los escasos centímetros al muchacho, de nuevo acorralándolo contra el muro, poso ambas manos a los costados de la cabeza del pelirrojo para mantenerlo inmóvil…y acerco el rostro…
Matt respiraba entrecortadamente.
--No puedo salir hasta que…--dejo en el vuelo el comentario sonando realmente amenazador—así que es mejor que no te muevas.
Mail bajo los ojos suavemente encontrándose con la razón de que Mello siguiera allí: aun estaba excitado. Sin querer sonrió mas tranquilo.
--De acuerdo, pero no tienes por qué acercarte tanto…podría resultar contraproducente—bromeo.
--Cállate, Matt—ordeno con voz sombría--¿Ves forma de que pueda alejarme de ti ahora?
--Estoy incomodo aquí, ¿puedo al menos sentarme?
--¡No! Si lo haces tendré que inclinarme también y si eso ocurre…--se interrumpió de golpe. Matt parpadeo un par de veces antes de ensanchar la sonrisa
--Estas haciéndote ideas raras…
--Cállate de una buena maldita vez—acerco el rostro pero esta vez el pelirrojo no retrocedió.
--Anda, Mello. Solo déjame sentarme, prometo no hacerte nada—volvió a bromear, era su manera de aligerar la situación y quizás sirviera con el rubio—No te bajare el cierre ni nada por el estilo…aunque bueno podría ser una buena idea para lograr zafar la hebilla…o quitarte el cinturón…--realmente lo consideraba una buena idea, así por fin estarían libres uno del otro.
Los labios del rubio chocaron contra los suyos de golpe, exigentes e inesperados. ¿De verdad creía ese perro distraído que decir esas tonterías serviría para que su miembro bajara? No, si había despertado su imaginación…no si hablaba de quitarse el cinturón o bajarse el cierre…
Por fin luego de esos dos meses sin verse el contacto se presento…Mello obedeciendo a sus impulsos dejo a su instinto hacer acto de presencia aunque en el fondo tenia curiosidad en comprobar el por que Matt había estado dando vueltas en su cabeza y ¿Por qué no en un lugar cerrado, lejos de miradas curiosas?
Al pelirrojo comenzaba a faltarle el aire, pero por mas que trataba tomar alguno, el rubio se lo evitaba; sorprendido y medio ahogado se le escapo un jadeo ronco.
--¿Por qué no te quitas tu el pantalón y nos liberas, perro?—susurro Mello contra la oreja de Matt de forma incitativa rompiendo el beso.
El pelirrojo se estremeció pegando la espalda contra la pared. Al fin, sus manos despertaron atrayendo la cintura del rubio hacia si, creando un contacto excesivo de sus caderas…Mello le mordió el lóbulo de la oreja en un gruñido complacido.
Subió las manos por debajo del chaleco del muchacho, enterrando los dedos en su espalda, llegaron pronto hasta sus hombros y allí…la prenda cayó al suelo.
La curiosidad científica de Mello desapareció entonces, dejando lugar solo a sus emociones; atrajo los cabellos pelirrojos hacia sus labios de nuevo profundizando el beso desde el primer contacto. La espalda del rubio se golpeo contra la puerta del vestidor haciendo cimbrar esta, pero resistió. El hacker pelirrojo se dejo hacer, apretando el cuerpo de Mello contra el suyo, aprisionándolo y sujetando sus caderas para no dejar un espacio entre ambos. Sus respiraciones chocaron agitadas, sus caderas friccionando miembro contra miembro bajo la tela que comenzaba a estorbarles de forma infernal…y si no se complacían el dolor no tardaría.
Mello regreso a Matt a la pared contraria para atacar su cuello, mordiéndolo con fuerzay apartando el frágil moño play boy de él, el muchacho vibro con un colapso respiratorio…enterró los dedos en las caderas del rubio bajando pronto para sujetar el trasero de Mello contra su miembro, tallándole de arriba abajo oyendo los jadeos callados del rubio hacer par con los propios, el cierre del pantalón estaba aprisionando ahora su duro miembro, tan rígido que dolía solo el estar sujeto aun.
“Esta sucediendo” alcanzo a pensar el pelirrojo en medio de sus prontos pensamientos perdidos “Otra vez…esta sucediendo….”. Y allí perdió conciencia.
Las manos del rubio bajaron hasta su cierre para bajarlo encontrándose con una traba…trato de nuevo pero no lo logro…y otra vez y otra pero el cierre seguía trabajo a la hebilla.
Alzo las pupilas azules entonces y los ojos dulces de Matt lo regresaron a la realidad… ¡estaba a punto de tener sexo con ese perro pelirrojo….en un probador! La cabeza le dio vueltas en ese momento, obligándose a recordar que lo hacia solo para saber porque coño estuvo en su mente esos dos meses…no debió perder el control nunca.
Se sintió mareado por un momento y echo el cuerpo para atrás, dio dos paso tirando de Matt, este se encogió ante el dolor incomodo de su erección esperando…
--Mello no hagas eso—pidió, el rubio levanto la mirada furiosa y quiso salir del vestidor, volvió a jalar al pelirrojo y al sentirlo cerca trato de apartarse yéndose contra la puerta que esta vez no soporto el peso y…se abrió.
Cayó debajo del pelirrojo, de nuevo, en medio de la sala común de los probadores justo frente al gran espejo y en medio de un considerable grupo de hombres de todas las edades…¿Cuándo entro tanta gente?
La sangre le subió al rostro en una mezcla de ira y vergüenza…pateo al pelirrojo para que se quitara pero al moverse su propio miembro duro al máximo le dolía.
--¡¡Quítate!!—le ordeno en medio de todos los murmullos y miradas de los presentes.
--Eso intento…--mascullo Matt tratando desesperadamente de zafarse.
--¿Necesitan ayuda?—se acercó un hombre mayor con las manos extendidas
--¡No!—vocifero Mello aun empujando a Matt
--Yo creo que si—se rio al notar la erección de ambos muchachos, las risas y exclamaciones escandalizadas resonaron en el lugar.
El hombre acerco sus huesudas manos a la hebilla para ayudarles…sin resultado.
--Quítate el pantalón—sugirió alguien
--¡Cállate!—respondió Mello con brusquedad
--Es la única forma, muchacho…--secundo el anciano
Frunció los labios en algo parecido a indignación, furia y un puchero…pero lo que mas quería era salir de ese atolladero.
--¡Ya oíste, perro!
El rostro de Matt hizo juego con su cabello.
--¡Hazlo!
--No servirá—noto el viejo—Su cierre no baja—rio—eres tu quien debe sacarse el pantalón, la hebilla si cederá.
Si hubiera podido le hubiera golpeado por supuesto, pero no lo alcanzaba y además si se movía de más el dolor de su miembro le doblaría.
Respiro hondamente tratando de calmarse en vano… ¿Cómo pedían eso? Una humillación tal, rebajarse de esa manera ¡a el! ¡¡A Mello!!
Estaba furioso...golpearía a quien se le pusiera enfrente…pero…lo único que deseaba era salir de allí. Bajo las manos con fuerza, desabrochando la hebilla y el botón con una furia capaz de asesinar los objetos; en cuanto el cierre bajo, Matt se puso tenso, más nervioso de lo que ya estaba…pero no volteo a ninguna parte: el miedo a enfrentar las miradas de todos allí.
Mello estaba echo una fiera…pateo los pantalones con fuerza para ponerse en pie luego y tratar por todos los medios de cubrir la evidencia…y se echo a andar pasando a patear a Matt. ¡Eso era su culpa!
--¿No fue tan malo verdad?—rio el anciano—Ya era hora de que te los quitaras, nunca lo hiciste en el Death Note…
Los puños de Mello se cerraron de golpe, iba a golpear al hombre, sin embargo Matt lo sujeto para evitarlo.
--¡Suéltame!—se lo saco de encima y dio un portazo al entrar a su probador.
--Eres Matt ¿verdad?
Mail miro al hombre, este aun le sonreía…tamborileo los dedos en sus piernas y desapareció tras su vestidor.
**
El móvil jugo entre sus dedos. La vacía mirada de Near aun lo contemplaba con atención.
--Matt…
¿Quién iba a decir que esa llamada le desbalanceara las metas impuestas por su hermano?
Resoplo ligeramente una vez mas cerrando el ordenador, ya había buscado suficiente en la privacidad de ese hábil hacker por ese día.
Una parte de el tenia curiosidad por saber lo que su hermano diría de saber la forma en que hasta ahora vivía con Mail Jeevas. Recogió unas cuantas fichas del suelo y comenzó una nueva torre de fichas…pero perdió el interés y prefirió iniciar un castillo de naipes.
--Matt…me pregunto ¿Qué interés tienes en este momento?—mascullo Near torciéndose el cabello con los dedos.
**
--¿Y luego?—pregunto Misa con la mejilla recargada en su mano.
--Luego…te encontramos—respondió Matt con una sonrisa un tanto incomoda. La rubia miro un momento a Mello, este los ignoraba de forma evidente a pesar de estar sentado con ellos a la misma mesa dentro de la heladería del centro comercial.
No les creía en absoluto.
--Oí mucho alboroto en los probadores para hombres—dijo.
--Si pero…no tiene que ver con nosotros—seguro Matt buscando en el chaleco un cigarro, apenas lo tuvo en los labios, Mello se lo arrebato y lo arrojo lejos sin verlo siquiera.
La chica se llevo un trozo de fruta a la boca, definitivamente no les creía nada. Cuando los vio salir del vestidor, luego de una eternidad, ambos parecían incomodos y ¿avergonzados? Le dieron la ropa sin decir nada y ni se miraron entre ellos. Cuando les pregunto por las tallas, ninguno abrió la boca. Y esa historia de que se tardaron porque estudiaban su aspecto frente al espejo era tan absurda como para sonar creíble…pero al parecer los dos tenían la cabeza en otro lado como para pensar una mentira mejor.
El pelirrojo se llevo algo de helado a los labios, Mello comía una barra de chocolate y se veía furioso…
--¿Terminamos cierto?—quiso saber Matt
--Si—sonrió— ¡llevamos ropa del mejor gusto! Somos un gran equipo haciendo compras—agito los brazos con exceso de alegría, mas su celebración se vio interrumpida por el timbre de su móvil--¡¡¡LIGHT!!!—grito antes de contestar, se levanto y se alejó de la mesa.
Silencio total.
Matt jugo con la cuchara dentro del helado, ajeno a las miradas de las muchachas del centro comercial, y de algunos chicos también que los miraban con interés…Mello apostaría sin equivocarse que la mayoría frecuentaban el bar.
Miro de reojo al pelirrojo, este seguía sumido en su mente con su expresión apenada y ausente…sin más mordió su chocolate.
--¡Volví!—anuncio Misa.
El rubio torció los ojos con irritación ¿debía decir todo lo que hacia o dejaba de hacer esa poco brillante mujer?
--Chicos…debo irme—dijo en un tono triste. Mello la miro entonces, si pensaba dejarles toda la carga estaba muy equivocada.
--Light—atino Matt
--Si…quiere tener una cita ahora y… ¡yo lo amo!—sonrió con ganas—además tiene algo importante que decirme…
--Ve, Misa. También quiero ir a casa—sonrió amablemente
--¡Si! Le diré que estas pensando su oferta de trabajo—le guiño el ojo y se puso en pie. Mello miro a Matt vivazmente—Me llevare una parte de las compras, ustedes la otra mitad.
El rubio ya no escucho lo ultimo ¿de verdad estaba ese pelirrojo distraído pensando en aceptar el trabajo de Yagami?
Matt se puso en pie en cuanto la rubia dejo el lugar, dejo el dinero en la mesa y tomo las bolsas restantes.
--Las puedo guardar yo, si estas de acuerdo—mascullo en voz baja.
El rubio despertó de su ensoñación y también se puso en pie.
--No soportare a Takada cuando crea que no vine a esta estupidez—respondió con brusquedad tomando un par de paquetes de las manos del pelirrojo.
Otra vez silencio.
Tras un momento Mello se echo a andar.
--¿Te quedaras, perro?—le dijo sin volverse, Mail lo miro con asombro. Sonrió débilmente y anduvo también.
Mientras caminaban ninguno dijo una sola palabra, pero el silencio no era ya del todo incomodo, quizás el rubio ya hubiera aceptado que no toda la culpa era de Mail o…solo estaba tratando de no matarlo a golpes.
Estaban por llegar a sus aparcamientos cuando Matt sintió curiosidad por conocer la hora, probablemente Near estuviera en ayuno.
--Siente treinta—murmuro al ver los números en su móvil
--¡Maldición!—gruño Mello haciendo que Mail alzara los ojos. El rubio miraba mal humorado el candado policiaco que sujetaba su motocicleta al piso.
Matt se acercó mirando la multa pegada en la calavera del vehículo. “Lugar prohibido para estacionarse”
--Te puedo llevar—ofreció amablemente pero evitando su mirada. El rubio dejo de rabiar entonces y se volvió a Matt ¿Por qué era cortes con el luego de lo ocurrido?
--No es necesario—tajo.
--Bueno…me llevare las bolsas, es mas fácil si no las cargas de vuelta a tu casa—alargo la mano.
--No soy inútil, Matt—exclamo con tono serio.
--Sera mas sencillo si te llevo…además…podrías toparte con los tipos que te buscan y…una persecución es mas efectiva con un auto…
Mello lo miro con atención ¿estaba el pelirrojo buscando excusas para insistir?
--De acuerdo—acepto
--…y velo de esta forma: será mas fácil que llegues al bar, será pronto y entonces…
--Matt…
--Takada no se molestara ni tampoco…
--¡Perro!
--¿Eh?
--Ya dije que si—dijo de mala gana—Gracias.
Matt sonrió sin pensar y se acercó a su auto para abrirlo.
Siguió las instrucciones del rubio al pie de la letra y fue lo único que hablaron todo el camino, la verdad nunca se espero que aceptara y mucho menos luego de lo sucedido…ni tampoco el rumbo donde vivía Mello. Era un rumbo…agradable.
Sobrepasaba por mucho la idea que tenia de alguien que deja su trabajo botado de una noche a otra.
--Nunca había venido por aquí…esta algo lejos del bar, ahora se porque siempre llegabas tarde—bromeo Matt para destensar el viaje.
--Me mude hace dos meses—respondió quitándole importancia.
El móvil de Matt marcaba en la pantalla las ocho de la noche cuando por fin aparco frente a una amplia reja que daba el paso a un pasillo flanqueado por varias casas pequeñas de una sola planta.
--Gracias—mascullo Mello saliendo del auto.
Matt salió por automático, movido por la educación.
--No soy una chica así que no tienes que dejarme en la puerta—evidencio Mello con mal humor.
Matt sonrió ante la idea.
--Eres…--gruño el rubio sin ocurrírsele nada para describir al pelirrojo en aquel momento, no podía insultarlo porque estúpido definitivamente Matt no era, ni tampoco decirle algo halagador porque idiota Mello no era.
Al verlo allí aun, resoplo y se encamino hacia su casa. Metió la llave en el cerrojo y empujo la puerta. Al mirar adentro se quedo inmóvil.
--¿Mello?—Mail ladeo la cabeza a un lado con curiosidad. Como no recibió respuesta se encamino hasta el muchacho rubio y miro en la dirección que él.
La casa entera estaba destruida, todos los muebles tirados por doquier; ropa regada, objetos rotos…un huracán paso por allí dentro. Mello entro con furia mirando a su alrededor.
¡Lo encontraron otra vez! No…alguien debió decirles que estaba de vuelta, alguien lo vio…alguien les aviso… ¡Maldito Dwhite!
--¡¡IMEBCILES!!—Vocifero pateando un sofá--¡¡MALDITOS MAFIOSOS DE MIERDA!!
Una nota pegada en la pared llamo su atención, se acercó hasta ella y la desprendió de golpe.
“TE ENCONTRE, MIHAEL…ACEPTA DE BUENA GANA”
Frunció los labios, la sangre le hervía; hizo trizas la nota y la arrojo lejos.
--Esta perdido…--susurro Matt con voz analítica mientras miraba un ordenador por completo quemado.
--Mi evidencia…--lamento Mello. Todo lo que había conseguido para denunciar a la Dwhite y probarle su culpabilidad a la policía…todo su trabajo de dos meses…
La ira volvió con más fuerza, la descargo contra el muro, golpeándola una y otra vez.
--Fueron ellos ¿cierto?
--Lárgate, Matt—ordeno sin volverse
--Mello…
--¡Que te largues! Aquí no es seguro—grito sin pensar.
--Lo se, quería decir que tampoco debes estar aquí…podrían volver. Considéralo suerte…
--¿Suerte?—sus puños se cerraron.
--Pudiste estar aquí—hizo notar.
Punto a favor del pelirrojo. Tenía razón, lo único que podía hacer era irse de allí cuanto antes, era probable que aun no supieran que volvió al bar…probablemente creían que huiría o que no regresaría a un lugar donde fuera un blanco fácil: sabían que Mello era inteligente, por tanto no esperarían que hiciera algo obvio.
Se dio la vuelta y salió sin aviso alguno.
--¡Mello!
--Te dije que te largaras, vete de una buena maldita vez—ordeno.
--¿A dónde iras?
--No te importa.
Cierto, no tendría por qué importarle a Matt, pero ese hecho no hacia que la realidad siguiera esa certeza.
--¡Ven conmigo!—ofreció con ganas—Puedes quedarte en mi casa.
El rubio se volvió.
--No tienes a donde ir por ahora… ¡puedes quedarte en mi casa el tiempo que quieras!— agito los brazos.
Mello lo pensó un momento… ¿seria seguro? Posiblemente no, pero tampoco tenía dinero suficiente aun ni un lugar donde ir.
Además ¿seria correcto quedarse con Matt luego de “todo”? Pero ¿era sensato?
--Anda, toma tus cosas y vamos, no quiero toparme con esos tipos—el pelirrojo era inmune a la forma en que Mello lo miraba.
--Espera aquí—indico regresando a la casa.
Matt obedeció recargado en su auto, prendió un cigarrillo y dejo al sabor del tabaco inundar su boca. Mello no tardo mucho, traía una bolsa negra en una mano, y Mail supuso que serian sus objetos de valor o dinero, pero no pregunto.
--Escucha, Matt…
--No digas nada. Sube—invito abriendo la portezuela.
El rubio suspiro en silencio y se adentro…a veces la nobleza de ese chico le sorprendía, y pocas cosas lo hacían; quizás se debía a la educación recibida, y entonces reparo en algo importante.
--¿Tus padres o tu novia, o quien sea, estarán de acuerdo?—pregunto.
--No te preocupes por eso—respondió sin apartar los ojos del camino—Soy huérfano.
Mello repaso su hipótesis, Mat t era noble solo porque si.
--No preguntare nada de tu vida si tu no preguntas de la mía.
--Descuida, no hay mucho que contar—se encogió de hombros—Nací en Inglaterra, viví en un orfanato hasta los dieciséis, luego salí de allí y me independice. Fin.
--Te dije que no te diría nada.
--Y no preguntare.
Mello se recostó en el asiento curiosamente confiado de que el pelirrojo cumpliría su palabra.
Era una situación bastante irónica: la única persona que sin pretenderlo había confundido su mente por dos meses, le hubo hecho perder el control de si mismo, era la misma que le ofrecía su casa para quedarse un tiempo. Vivir con el distraído, noble y sonriente Matt.
No estaba muy seguro de poder sobrellevar la situación aunque podría pedirle que anduviera vestido siempre y…
Sacudió la cabeza ¿Qué estúpidas ideas estaba pensando? Había otras cosas que eran mejor y mas convenientes de decirle que instarlo a no despertar otra vez sus instintos.
--Matt…podría ser peligroso, incluso podrían seguirnos…
--Descuida—sonrió—No cualquier persona atraviesa mi puerta—rio divertido por su chiste privado—Por cierto, no tengo novia.
Bajaron del auto cuando lo estaciono frente a un gran edificio de fachada antigua. El rubio le siguió por las escaleras varios pisos, todo estaba muy silencioso allí. Sus azules orbes curiosearon por los pasillos hasta que se detuvieron frente a una puerta por demás llamativa.
Frunció el seño, ahora sabia porque no cualquier persona cruzaba esa puerta. Se preguntaba porque tendría algo así Matt pero prefirió no preguntar.
El pelirrojo saco su tarjeta llave y la paso por el escáner, un segundo y se abrió la pesada puerta.
Mello suspiro calladamente antes de seguir al pelirrojo a su nueva “casa provisional”, la casa de Matt…con quien viviría un tiempo.

Notas finales:

Gracias por leer =DDDDD tratare de actualizar esta misma semana n.n!

PD: lamento mucho mucho muuuuchoooooo lo q ocurrio al ordenar de nuevo los capitulos u.u si, se me borraron los rr,,,no sabia q podia ocurrir eso!!!!!! u.u.y no me dio tiempo de leerlos bin bien porq siempre ando  a las carreas u.u asi que una ENORME DISCULPA por eso!!!! no era mi intencion, si preguntaban algo o tenian duda o sugerencia o critica al fic en uno de esos comens, porfavor disculpenme y comentenlo de nuevo por favor


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