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MUERTE Y VIDA por Rikkathum

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Notas del capitulo:

hello!!!!

muchas gracias a:

minerva
dulce_kokoro
Kyo

por comentar, se los agradesco y espero que lo sigan haciendo, ya los conteste jejeje

FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!

algo tarde pero sin sueño jajaja

espero que les guste el capi.

2.- EL DOLOR DE VERTE HERIDO.

Ya eran las cinco de la mañana y Yuki Eiri no había podido dormir ni un solo minuto, la preocupación no lo había dejado ni a sol ni sombra, maldita sea la hora que se le había ocurrido pelearse con Shuichi, lo único que consiguió fue estresarse por la preocupación, y mas aun porque regularmente, cuando se iba del departamento siempre recibía una llamada de Hiroshi avisándole que había llegado bien, era un acuerdo en el que habían quedado a escondidas del pelirrosa, pero ese día, esa noche no había recibido ni una llamada y su orgullo le impedía ser él quien marcara.

- ¿Y si no fue a casa de Hiro? – se pregunto levantándose de la cama para después ir a la cocina por una cerveza – es muy temprano para tomar, pero que mas da.

Tomo la cerveza y fue a su estudio, pensando que escribiendo las horas se pasarían mas rápido, pero al sentarse frente a su computador y darle un gran trago a la cerveza se dio cuenta de algo muy importante, no tenia ni una maldita idea de que escribir, desde que el pelirrosa se fue en la tarde, toda la inspiración se fue y no logro escribir mucho.

- Maldito enano, ¿porque no avisas donde estas? – -gruño molesto por no saber del paradero del pelirrosa, salió del estudio y se tiro al literalmente al sofá para después prender la televisión, no había nada interesante, ni siquiera había noticias ya que empezaban a las seis de la mañana.

Se levanto del sofá y fue a la habitación, se sentó en la cama viendo todo a su alrededor, reparo en la mesita que estaba a un lado encontrándose con una foto de ellos dos, Shuichi sonreía como siempre, lleno de vida, cuando se vio a si mismo en la foto se sorprendió al ver como salía sonriendo, ambos estaban abrazados, fue la ultima vez que fueron a una feria, la verdad es que hacia mucho tiempo que no tenia tiempo para el pelirrosa, con las oportunidades que estaban saliendo era cada vez mas difícil ponerle atención al chico.

- Lo peor es que el no pide nada y cuando por fin quiere algo lo mando al carajo –suspiro tomando la foto entre sus manos – y solo quiere estar conmigo, estoy siendo un completo idiota, ¿verdad Shuichi? – Pregunto acariciando el rostro del pelirrosa en la foto – dime Shu, ¿tengo que perderte para darme cuenta de que te amo y que lo más importante eres tú?… ¡Maldición! En vez de estar hablando solo debería de decírtelo a ti.

Se paro de la cama dejando la foto en su lugar y fue hacia la cocina para tomar otra cerveza, cuando la tenia a centímetros de la boca, se quedo pensando un momento y tomo una decisión, tiro la lata llena a la basura y se dirigió hacia la sala donde tenia su saco, se lo puso y se encamino hacia la sala, tomo las llaves y saco su celular, iba a comenzar a marcar a Shuichi mientras salía del departamento cuando de repente escucho el teléfono, por lo que se regreso inmediatamente a contestarlo.

- ¡Shuichi!

- No Eiri-san, soy Thoma.

Eiri se regaño mentalmente por contestarle, no estaba de humor para soportarlo, aunque algo le extraño, el rubio jamás había llamado en horas indispuestas al menos de que sea por necesidad.

- ¿Que quieres Thoma? voy de salida.

- Es importante Eiri-san, se trata de Shindou-san – eso si no le gusto para nada al escritor, angustia era lo que se apoderaba de su cuerpo.

- ¿Qué pasa con él?

- me acaba de hablar K diciéndome que le marcaron del hospital central – la mención del hospital hizo estremecer al escritor – le dijeron que hace unos veinte minutos internaron a Shindou-san, dijeron que iba muy grave.

- En seguida llego… - colgó el teléfono y salió rápidamente del departamento, por primera vez en mucho tiempo estaba asustado, completamente asustado, se preguntaba que le había pasado a su niño.

Llego rápidamente al hospital, al área de urgencias, en el ya se encontraba Hiroshi, Thoma y K, el primero cuando lo ve entrar casi se le va encima siendo detenido por K.

- ¿Porque demonios eres así? Por lo menos me hubieras avisado que echaste a Shuichi como el maldito perro que crees que es – le dijo enojado.

- ¡Cállate! ¡Yo no pienso eso de el! Como demonios iba a saber que no se dirigió a tu casa – trato de defenderse estúpidamente.

- ¡Eres un cabron! ¿Porque demonios lo corriste ahora? ¿Porque quería estar contigo? ¿porque quería pasar un maldito minuto contigo?

- Ya basta están en un hospital – dijo molesto Seguchi.

- Es verdad Hiro, cálmate – le hablo K al oído, este poco a poco se calmo.

- ¿Que fue lo que paso? – pregunto el escritor mas calmado y con su respiración agitada, ya estaba al borde del colapso.

- y para que necesitas saberlo – le dijo el pelirrojo serio, merándole a los ojos – el jamás te ha importado, deberías marcharte.

El rubio suspiro frustrado y sobre todo exasperado – mira, no tengo porque decírtelo a ti, en ese caso sería decírselo a él, pero si para saber de Shuichi tengo que decirlo lo hare, me importa mucho Shuichi, necesito saber como esta, cometí el error de sacarlo de la casa como siempre lo hago, pero ya no puedo hacer mucho en estos momentos para arreglarlo pero créeme que me arrepiento, necesito saber como esta.

Hiroshi le miro de arriba abajo, en realidad no tenía el mismo aspecto soberbio y del buen porte que siempre traía, su mirada demostraba desesperación, mucha desesperación con preocupación y lo que parecía algo de miedo, suspiro pesadamente.

- K dile lo que sabes ya que es lo mismo que se yo – decía mientras se sentaba en una de las sillas que estaban  en la sala de espera.

- ¿y bien? – pregunto al manager.

- pues, me llamaron a mi  ya que al parecer  yo fui la última llamada que tenia registrada en su celular, me dijeron que se encontraba gravemente herido, inclusive que lo había apuñalado en uno de sus costados, no me dieron más detalles, solo que me comunicara con la familia y que viniera para cualquier cosa, yo estaba con Hiroshi cuando paso, decidí llamarle a Thoma ya que no creo que en la mañana nos presentemos a la disquera, aparte de que él se comunicara con usted.

- ¿y como es que paso esto? ¿Donde paso? – no podía creer que hubieran apuñalado a su niño, eso le aterraba.

- pues nosotros estamos  aquí hace media hora y la llamada hace otra media hora que la recibimos, realmente no sabemos cuánto tiempo lleve el pink boy en el hospital.

- los doctores, ¿que han dicho?

- aun no nos dicen nada, una enfermera nos dijo que teníamos que esperar.

El manager sin más que decir fue a sentarse a un lado de Hiroshi, le abrazo y el pelirrojo se dejo hacer, Yuki no le quedo mas y fue a sentarse a esperar enfrente de ellos, aun no podía creer lo que estaba pasando, apenas anoche el chiquillo había llegado como siempre hablando hasta por debajo de los codos, luego lo corrió, arrepintiéndose enseguida y no pudiendo dormir durante la noche por la preocupación que era difícil de admitir, después cuando al fin se había decidido buscarlo le llamaban para decirle que estaba en el hospital por heridas graves, inclusive lo había apuñalado, el miedo corrió por sus venas como nunca, el miedo de perder al ser amado.

Los minutos pasaban como si fueran horas, Yuki estaba desesperándose al no saber nada de Shuichi, quería estar con él, ver que estuviera bien, pedirle perdón de una forma que comprendiera que lo sentía ya que el expresarse en palabras para él era tan complicado a pesar de que escribía romanticismo, por lo que los hechos eran lo mejor que se le daban, aunque sabía que también eran necesarias las palabras.

Después de un tiempo noto que Hiroshi no había llamado a la familia de su bola rosa, se le hizo algo extraño, ya que lo primero que pensó que haría el pelirrojo era informarle a su familia que su hijo no estaba bien y que era necesaria su presencia por alguna emergencia, así que decidió preguntar.

- ¿llamaste a la familia del baka?

El pelirrojo lo miro de mala gana pero respondió – se nota que es tu amante – utilizo tono sarcástico – al parecer no sabes que desde que su relación se hizo tan conocida, los padres de Shuichi lo odian y dijeron que no querían saber más de él, que por ellos como si estuviera muerto.

- ¿qué? – el rubio no esperaba eso.

- su familia es demasiado tradicionalista, la única persona que lo acepta es su hermana, pero está estudiando de intercambio en Alemania.

Eso no lo sabía, al parecer su bola rosa decidió no contarle ese pequeño detalle, ahora que lo pensaba casi nunca contaba sus problemas, pero si escuchaba los de los demás, ahora más que nunca se dio cuenta que las palabras que le dijo anoche, estaban completamente fuera de lugar, definitivamente necesitaba tragarse su orgullo y disculparse.

Salió de sus pensamientos al ver a un doctor que se le hacía terriblemente conocido, no tardo en reconocerlo, era el doctor encargado de la mayoría de los que trabajaban en NG, lo conocía porque anteriormente Thoma se lo había recomendado, pero el tenia al suyo por lo que no le tomo en cuenta, inclusive había planeado llamar a Tomo, pero recordó que este le había llamado hace unos días para informarle que estaría fuera unos meses.

- hola, soy el doctor Takitzu, usted Yuki Eiri sino me equivoco, pareja de Shuichi Shindou y ustedes sus amigos, ¿no? – dijo un hombre de pelo castaño ya entrado en edad, sus ojos eran verdes y no era más alto que Hiro.

- ¿cómo está Shuichi? – para el escritor las presentaciones sobraban, solo quería saber cómo estaba el pelirrosa.

- bueno, para ser sinceros no está en muy buenas condiciones, logramos estabilizarlo pero necesito sangre ya que perdió bastante por las dos heridas de lo que parecían ser hechas una  navaja que tenía en la parte interior de sus piernas cerca de la ingle, aparte de la herida profunda que recibió en su costado derecho, su cara y todo el cuerpo está muy lastimada por los golpes que le dieron, tiene cuatro costillas rotas, así como su brazo izquierdo...

Yuki cerro fuertemente sus ojos ante las palabras del doctor, se preguntaba quién demonios se había atrevido a dañar de esa manera su pelirrosa, nadie ganaba nada con lastimarlo de esa manera, supo que dinero no querían porque en ese caso hubieran robado el celular y si así hubiera sido nunca hubieran podido dar con K para informar del hecho.

- …lamentablemente… - la voz del doctor los saco a todos de sus pensamientos - …no solo fue agredido de esa manera, me temo que el joven Shindou fue víctima de…violación…

“No, no de nuevo, ¿porque?”, esos eran los pensamientos tanto de Yuki como Hiro, que eran los únicos que sabían que Shuichi ya había pasado por esa amarga y terrible experiencia a manos de Taki Aisawa, no podían creer que de nuevo estuviera pasando, esto traería consecuencias funestas para todos.

- se encontró semen en el, aparte de que su ano está muy lastimado, encontramos no solo golpes en todo su cuerpo, si no también marcas de mordidas, sus muñecas están amoratadas en clara mención de que fue sometido con la fuerza de otro…

- por Dios… - Hiro se llevo las manos al rostro tapando sus ojos en señal de incredulidad, no podía ser que su amigo hubiera pasado por esa terrible tortura, no comprendía que pudo haber hecho para merecer tal cosa, K por otro lado no dejaba de abrazar al pelirrojo de la cadera con una mano, con la otra apretaba su arma queriendo desahogarse a disparos pero conteniéndose.

El escritor por su parte contenía las inmensas ganas de demoler todo lo que estuviera a su alcance con sus manos, había sido muy difícil anteriormente superar que por su culpa Shuichi fuera violado por protegerlo, ahora no sabía qué hacer, porque de nuevo paso por su culpa, ya que él lo corrió de la casa, si no lo hubiera hecho en estos momento estarían en la cama juntos, no sabía si lograría superar eso de nuevo, no sabía si Shuichi lograría superarlo de nuevo.

- ya se encuentra estable, pero esta sedado, lo hemos pasado a una habitación privada y por el momento solo puedo permitir que pase una sola persona a verlo – dijo el doctor mirándolos a todos.

Hiroshi se acerco al escritor y le hablo de la manera más acida que pudo – anda, ve tu y contempla tu obra maestra – un parte del pelirrojo le decía que no toda la culpa era del escritor, pero no podía evitar desquitarse y querer hacer sentir mal al rubio ya que después de todo, en la parte de que el rubio si era culpable, si no lo hubiera corrido nada de eso habría pasado.

Yuki solo le miro sin esconder su sorpresa ante las palabras dichas en ese tono, pero rápidamente recobro la aparente calma y siguió al doctor a la habitación del pelirrosa, el doctor le indico cual era y sin pensarlo mucho entro, hubiera preferido que el médico le hablara un poco de la apariencia del pelirrosa para estar preparado a lo que vería, se llevo una mano a la boca acallando un grito de sorpresa ante el estado del pelirrosa, camino a paso lento hacia él, las lagrimas caían por si solas sin darse cuenta de ello.

- como puede ver tiene los labios rotos y algo magullados por lo que parecen mordidas, su nariz esta inflamada pero por suerte no se rompió, tuvimos que coser un poco el pómulo derecho ya que estaba muy abierto, al parecer lo estrellaron muy fuerte contra una pared, su ojo izquierdo esta algo cerrado por algún golpe, lo más seguro es que no pueda abrirlo bien por unos cuantos días, en la frente tiene una pequeña cortada que también cocimos, lo más seguro es que su cara este casi normal dentro de unos días por la medicina que le pusimos, lo que puede tardar son las saturas, pero cuando esté recuperado solo quedara una minúscula línea que solo se sabrá que esta ahí a trabes del tacto.

Exactamente como dijo el doctor era como se encontraba el rostro de Shu, aunque los labios y la nariz no se apreciaba de todo por la mascarilla que tenia puesta para ayudarle a respirar, miro más abajo y vio su pecho vendado, apostaba que hasta la cadera, su brazo estaba enyesado, la parte inferior del cuerpo estaba tapada con una ligera sabana, sus latidos estaban siendo controlados por una maquina que emitía un pitido.

- pu…puede… - apenas si podía hablar.

- lo dejare cinco minutos.

El doctor salió dejando a al escritor solo, este extendió su mano hasta acariciar la melena rosa de su Koi, definitivamente nunca creyó ver en ese estado a su pelirrosa, definitivamente tenía mucha culpa de lo sucedido, si le hubiera prestado atención aunque fuera unas horas en estos momento Shu estaría bien, pero no, había decidido correrlo para poder escribir, siendo que después de eso ya no pudo hacerlo.

- que tonto soy… tu eres mi mayor inspiración… mis obras mejoraron cuando tu llegaste a mi vida… mis novelas estaban vacías sin el sentimiento que supuestamente tenían que transmitir, el amor, cuando te conocí supe que era eso, por ellos mejore en ese aspecto y gracias a eso mi sueño de poder escribir un guion se dio, lo sé porque eso fue lo que los críticos de películas comentaron, habían querido hacer películas de mis libros, pero siempre les resultaban vacías, diablos Shuichi, lo siento tanto…-  las lagrimas no dejaban de correr por sus mejillas mientras miraba el doloroso aspecto de Shu, necesitaba disculparse aunque sabía que sus disculpas no serian escuchadas – yo no quería que pasara esto Shu… estar conmigo es muy difícil, tú me aceptaste así ¿verdad?

La única respuesta que obtuvo fue el pitido de la maquina marcando los acompasados latidos del corazón de Shuichi.

- pero eso no escusa mi trato hacia ti, menos si yo… menos si estoy completamente enamorado de ti… - un sollozo se escucho - … hace tiempo que deje de tener miedo, de temer a mis sentimientos por ti, pero nunca he sabido demostrarlo, por eso parece que no he cambiado y de la noche a la mañana se que no lo hare, pero te juro, si es que después de esto puedes perdonarme, que te ayudare a salir de esto, te demostrare poco a poco que te amo y aunque no me perdones nunca dejare de velar por ti, así como tu nunca has dejado de ver por mi…

El doctor entro en ese momento y le pidió que saliera, que tenía que darle el ultimo chequeo al paciente, el rubio aunque no quería dejar al pelirrosa solo simplemente asintió, se inclino y dio un pequeño beso en la frente de su Koi y salió de la habitación, camino hacia donde estaba Hiro y K, los cuales solo pudieron preguntar con la mirada.

-está muy golpeado del rostro, pero se recuperara… - fue la respuesta a la muda pregunta - … aun esta inconsciente.

- Shuichi… - el pelirrojo se abrazo al manager.

- no nos queda más que esperar y Hiroshi – el pelirrojo miro de nuevo al escritor – nunca podre perdonarme por lo sucedido, sacare a Shuichi adelante como él lo hizo una vez… - el rubio bajo la mirada, el recuerdo de lo que le sucedió con su sensei regreso a él, así como todo lo que Shu hizo para sacarlo de ese abismo, pero Hiro se acerco y puso una mano en su hombro para sacarlo de sus recuerdos.

- pues bien, no tienes derecho a desentenderte del asunto, mucho menos de hundirte junto con él, si él no lo hizo cuando te ayudo a ti, tu no debes hacerlo, ahora no se trata de ti Yuki Eiri.

El rubio asintió, sabía que Hiroshi tenía razón, iba a ser difícil, no lo negaba y tampoco el miedo que tenia de no lograrlo, pero no tenía derecho a fallar.

La voz del doctor llamo la atención de los chicos – bueno, ya lo revise y esta como les dije, estable, necesita reposo y por hoy dormirá todo el día y la noche, si quiere verlo será ya hasta mañana en horas de visita así que les recomiendo que descansen, aunque aún falta una cosa…

- ¿qué cosa? – pregunto el manager.

- quiero que me den autorización para hacer unos exámenes a Shindou…

- ¿qué exámenes? – esta vez fue el escritor.

- de enfermedades de transmisión sexual, sobre todo… VIH.

Notas finales:

espero que les guste y lamento haberme tardado, nos vemos en Change!


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