3.- DESPERTAR.
- ¿de… VIH? – pregunto tartamudeando el escritor, yéndose casi de espaldas ante la palabra del doctor, cayo sentado de una manera brusca en una de las sillas que estaba tras de el – ¿usted…cree que…?
- lamentablemente puede ser una posibilidad… - dijo el doctor con algo de pesar.
- por Dios… mi amigo… - Hiroshi no pudo evitar sollozar mientras llevaba sus manos a su cara para tapar sus ojos de los cuales ya escurrían gruesas y cristalinas lagrimas.
- tranquilo Hiro – K trato de calmarlo pero incluso el tiene la boca seca.
- lo mejor sería no dejar pasar más tiempo y revisar si tiene la enfermedad para iniciar el tratamiento lo antes posible y darle la mejor forma de vida de que acaso que hubiera sido contagiado, lo mejor sería movernos rápido, puede que solo sea el susto, pero es mejor prevenir que lamentar, sobre todo por el hecho de que son pareja – dijo mirando al escritor.
- ¿cuanto tiempo tardaría en darnos los resultados? – pregunto el manager que era el que estaba más controlado.
- máximo dos semas, en dos semanas les daríamos los resultado, puede que no sea necesario, pero para entonces podre iniciar el tratamiento en dado caso de que este enfermo.
- pero, el tratamiento… no lo salvara – decía con pesar el guitarrista.
- lo sé, pero le daría una mejor forma de vida y la alargaríamos lo mas que pudiéramos – dijo el doctor mirando la cara compungida de todos – pero, no hay que irnos a lo lamentable, puede que ninguna de las personas que abusaron del estén contagiados así que es probable que no esté enfermo – dando esperanzas que fueron bien recibidas.
- es verdad, no podemos esperar lo peor – Hiro miro al escritor.
- tienes razón, Shuichi debe de estar bien, ese mocoso tiene mejor suerte que todos nosotros juntos, esto solo fue un bache – dijo el escritor recibiendo los documentos que eran el permiso para los estudios, los firmo y los regreso al doctor.
- ha tomado la mejor decisión, esperemos que no sea nada grave, les avisare en cuanto el joven Shindou despierte para que puedan pasar a verlo unos minutos, los dejare pasar a todos, será muy bueno para el verlos a todos apoyándolos – dijo el doctor para irse a tomar las muestras de sangre de Shu para los estudios.
- bueno, tendré que informarle a Sakano, pueden que mañana den de alta a Suguru y lo más seguro es que ese mocoso quiera ponerse a ensayar aunque no se encuentre bien, el único que lo controla es Sakano, ¿quieres venir Hiro? – pregunto acariciando los rojizos cabellos.
- no K, mejor me espero aquí con Yuki-san, pero ¿cuándo regreses podrías llevarme a casa para tomar una ducha?
- claro, yo también necesito una, regreso – aunque no estaba muy convencido de dejar a esos dos solos pero no pudo hacer nada, solo rogar por qué no se mataran.
Los dos enemigos a muerte se quedaron solos, mirándose a los ojos esperando a que uno de los dos empezara con la discusión, pero por increíble que pareciera Hiro solo suspiro y cerró los ojos – no es que me encante estar peleando contigo, es solo que no te comprendo, no sé si realmente amas a Shuichi o solo lo tienes viviendo en tu casa por costumbre o por sexo - lo miro a los ojo – dime ¿lo amas?
- no se lo he dicho al baka, que te hace pensar que te lo voy a decir…
- ese es el problema, que ni a él se lo dices, crees que tu indiferencia le va a ayudar a salir de esta situación, ¿lo vas a atender en lo que se recupera?, dime ¿qué va a pasar si él tuviera…? - ni siquiera podía mencionarlo – lo dejarías en la calle de la misma manera que siempre lo corres, porque si va a ser así mejor…
- ¡por supuesto que no! – no dejo terminar a Hiroshi y mirándolo decidido le hablo – en cuanto despierte seré yo quien le diga la situación, en cuanto esté bien me lo llevare a casa, a nuestra casa y si los resultados de esos exámenes no fueran favorables… él se quedara conmigo, me haré cargo de él, lo cuidare y tratare de darle la mejor vida que pueda recibir a mi lado.
No podía negar que estaba sorprendido – es mucha responsabilidad para alguien como tu…
-¿alguien como yo?, Se perfectamente a que te refieres, inclusive voy a admitir que tienes razón, pero… - cerro los ojos y suspiro - …sin él no quiero vivir, no puedo vivir sin mi Shuichi…
Hiro ya no dijo mas, al parecer el escritor estaba decidido de seguir a lado de Shuichi, pero estaba algo preocupado por como resultarían las cosas, el carácter del rubio tal vez sería esta vez la cuerda más floja para que su relación se fortalece o se desintegra completamente, solo rogaba para que las cosas salieran lo mejor posible.
Por otro lado K se encontraba ya en la habitación de Suguru, no pudo evitar reírse al ver a Sakano dormido en un pequeño sofá que había en la habitación.
- buenas Suguru, ¿cómo te encuentras? – pregunto el rubio acercándose a la cama de un despierto peliverde.
- mejor muchas gracias, no solo los cuidados de los médicos si no también los de Sakano me han ayudado mucho – dijo el chico sonriendo.
- me alegra, desde que te internaron no se ha separado de ti noche y día, ¿verdad?
- sí, así es, solo aprovecho para ir a darse una ducha cuando mi primo vino a verme, aunque hoy no ha venido.
- lamentablemente no creo que venga hasta más tarde, aunque dudo que venga hoy, tiene que arreglar muchas cosas, lo más probable es que estemos fuera de los escenarios por un buen tiempo.
- ¿qué? Pero si ya casi estoy bien y tenemos terminado el nuevo disco, ¿ha sucedido algo? – pegunto algo preocupado.
- pues… - para K iba a ser algo difícil de explicar la situación del pelirrosa cantante.
- ¿que sucede? – Pregunto un adormilado Sakano – porque tan alterado Suguru, ¿K que sucede?
- lo que pasa es que le explicaba el porqué vamos a estar fuera de los escenarios por un largo tiempo, al parecer también se cancelara el lanzamiento del nuevo disco.
- ¿pero porque? Acaso paso algo, lo de Suguru no es tan grave, ya mero lo dan de alta – dijo Sakano algo desesperado y preocupado.
- es lo mismo que le dije yo – menciono Suguru.
- es que paso algo grave, el pink boy tuvo un altercado – hablo con pesar el rubio americano.
- ¿pero que le paso? – pregunto Suguru aun más preocupado.
- pues al parecer tuvo una discusión con el escritor y Shuichi se fue de nuevo del departamento, solo que esta vez no fue con Hiroshi, lo que hizo es ir a tomar unas copas en un bar pero al salir fue atacado por unas personas… está muy golpeado según lo que dijo el doctor, lo apuñalaron pero ya está fuera de peligro, tiene un brazo roto al igual que unas costillas…
- no puede ser… pobre Shuichi – dijo con pena Suguru.
- pero quién demonios se atrevería a hacerle tal cosa – decía indignado Sakano.
- lamentablemente no es todo – K miro a los chicos – fue víctima de violación y le van hacer exámenes para ver si no contrajo alguna enfermedad, estamos con la esperanza de que no sea así, es por ello que no creo que regresemos pronto al escenario, Shuichi necesitara tiempo, tenemos todos que apoyarle.
- Suguru… - Sakano se acerco a abrazar al peliverde que estaba llorando a mares por lo sucedido al pequeño pelirrosa, recordó cuando le ofreció un dulce para que se sintiera mejor, con ese gesto realmente se había sentido bien y sintió que podía recuperarse rápido, pero que le podía ofrecer el a Shuichi para que se sintiera mejor, no sabía ni que decir – trata de calmarte o te volverá la fiebre… - le decía Sakano preocupado.
- bueno, se que solo vine a darles malas noticias, pero tenían que saberlo…
- ¿po…podemos… verlo? – pregunto Suguru aun llorando.
- no por el momento, aun no despierta pero en cuanto lo haga les informare ya que será cuando nos permitan la visita y Suguru, será mejor que te calmes si no te enfermaras mas y no querrás que Shuichi te vea de esa manera – dijo el rubio despeinando los cabellos del tecladista para después salir e ir hacia donde estaba Hiroshi.
Cuando llego a donde estaban los otros dos, se sorprendió de no verlos pelear como siempre, aunque cada quien estaba sumido en su mundo, suspiro y camino hacia Hiroshi – Hiro, será mejor que vayamos a darnos una ducha y a comer algo, regresaremos después inmediatamente.
- ah…claro, bueno – miro al escritor – cualquier cosa…
- te llamare, ya lárgate – Hiro solo gruño, como odiaba el carácter del rubio escritor.
El rubio se recargo mejor en la silla, no pensaba irse del hospital hasta que su bola rosa despertara y eso, cuando lo hiciera, se lo llevaría a casa, la verdad es que se sentía demasiado estúpido, si hubiera tenido consideraciones con Shuichi desde antes esto se hubiera podido evitar o por lo menos los malditos no lo hubieran tenido nada fácil.
- maldita sea Shuichi, porque siempre me doy cuenta al último de las estupideces que hago… - dijo frustrado – como quisiera un cigarrillo…
- ¿porque no me acompañas a tomarme este café y te tomas uno conmigo en lo que fumas también? – reconoció inmediatamente la voz.
- Thoma, creí que no vendrías… - dijo con desagrado.
- bueno, sabía que estarías aquí así que no quise que solo pase a ver como estaba todo, aunque K ya me informo, debo decir entonces que solo vine a ver como lo llevabas – sonrió el rubio ojos esmeralda.
- tsk… vamos a la azotea, realmente necesito un cigarro y ese café – tomo uno de los que traía Thoma y fueron hacia la azotea, al llegar encendió un cigarrillo – ah…realmente lo necesitaba.
- ¿y cómo lo viste? – pregunto el rubio empresario.
- … - se quedo callado por un momento - … no entiendo porque demonios pasan estas cosas, porque le paso esto a él…
- bueno, hay muchas personas que desean a Shindou de maneras no muy sanas y otras que lo detestan por ser homosexual, en estos tiempos es mejor tenerlo más cuidado ya que aun las parejas del mismo sexo aun no son muy bien vistas, aparte de que su físico es muy delicado.
- eso es algo que debiste prever entonces desde el principio – dijo molesto.
- bueno, se supone que por ello tiene un amante, que lo debe procurar aunque sea un poco y no correrlo en las noches – no queriendo la cosa parece que le recrimino y al parecer funciono porque el rubio no tuvo mucho que decir al respecto – pero bueno, ya ni llorar es bueno…
-eres un desgraciado…
- y que quieres que haga, o más bien que quieres que diga, que para ahorrarme unos cuantos pesos puse a K con ellos para cuidarlos, o que no quise cuidarlo desde el principio porque lo detestaba y me daba igual lo que le pasara – dijo mirando los carros pasar.
- vaya, Seguchi siendo honesto es algo que no te conocía, pero algo me llama la atención, hablas en pasado, ¿acaso ya te importa Shuichi? – pregunto alzando una ceja.
- pues… digamos que prejuzgar a las personas es más fácil que intentar conocerlas… - dijo a su pesar – tenía mis reservas porque al igual que tu creí que podría llegar a lastimarte, pero ambos nos equivocamos y al igual que tu actuamos ya por costumbre, tu no mejoras tu forma de comportarte con él y yo actué como si no me interesara que sucediera con él, pero por confiados ha pasado esto, creemos que nunca va a pasar algo que pueda afectar el transcurso de las cosas y pudo ser algo irremediable.
- aun puede serlo… esos exámenes son los que decidirán eso…
- uhmm… me imagino que te quedaras a su lado pase lo que pase, ¿no? – pregunto aun sabiendo la respuesta.
- claro no pienso dejarlo solo esta vez, en parte lo que está pasando es mi culpa, ya no puedo seguir cometiendo estos errores o lo terminare perdiendo para siempre…
- si esto se complica más, llegaras a sacrificar muchas cosas, ¿estás dispuesto a eso?, inclusive tus sueños, Eiri.
- … - era verdad, si Shuichi estuviera enfermo, su vida se acortaría, necesitaría cuidados y aun así el moriría, pero sin él no podría vivir – no importa, tu y yo sabemos que mi forma de escribir mejoro mucho cuando el entro en vida, la única razón de que se interesaran en que yo hiciera una adaptación de uno de mis libros en un libreto fue porque al final logre llegar a las expectativas, así que sin él no lo hubiera logrado, no importa si al final tengo que dejarlo solo para cuidarlo, es lo menos, ¿no te parece?
- mientras estés decidido yo no tengo nada que decir, solo rogar porque Mika o tu padre no se enteren, porque entonces las cosas en verdad estarían demasiado pesada para ustedes, por cierto unos policías ya se están encargando del caso de manera confidencial, puede que vengan a hacer unas preguntas cuando Shuichi despierte…
- lo tendré en mente…
Las horas pasaron rápidamente para todos y el pelirrosa aun no despertaba, Yuki no se había despegado del hospital ni un solo minuto, solo subía de vez en cuando a la azotea a fumar, inclusive en unas tres horas Suguru seria dado de alta, el cual ya estaba desesperado por ir a visitar a Shuichi, causando un extraño sentimiento incomodo en Sakano, siendo notado esto por Hiro y K pero los dos decidieron no indagar en el tema por el momento, lo más importante era saber cuándo despertaría el pelirrosa.
- cuando despertara, incluso Suguru está siendo dado de alta ya… - preguntaba algo preocupado Hiro.
- lo hará cuando se recupere por la falta de sangre, después de todo recibió heridas de una navaja, solo es cuestión de esperar y sería bueno que fueran a descansar todos, inclusive Suguru no debería de venir a ver a Shindou hasta que esté completamente recuperado – comentaba Thoma.
- ¿tú qué haces aquí? – pregunto Yuki.
- bueno, recuerdas que te dije de los policías… - el escritor asintió – pues se suponen que en unas cuantas horas estarán aquí, me gustaría ser yo quien tratara el asunto con ellos.
- solo que no presionen…
- no te preocupes Eiri, tratare de librarles presión – dijo sonriendo como siempre.
- oh Seguchi-san – saludo el doctor que atendía en ese momento al pelirrosa y a su primo.
- Sensei, ¿cómo está Suguru? – pregunto el rubio por su primo.
- pues ya está mejor, solo necesita reposar unos dos días y se recuperara completamente, Sakano-san está arreglando todo lo de su alta, supongo que en minutos estará aquí…
- me alegro y ¿Shindou?
- en este momento voy a revisarlo – se dirigió hacia la habitación del pelirrosa.
- ¿confías mucho en ese doctor no Thoma?, mas te vale que sea bueno – le advirtió el escritor.
- lo es, después de todo nunca me ha fallado como doctor, le tengo plena confianza…
- ¡Primo! – Suguru iba acompañado de Sakano – ¿ya despertó Shuichi?
- deberías irte a descansar Suguru… - le decía Sakano – yo podría avisarte cuando el despierte.
-¡pero quiero verlo!
- tranquilo Suguru el no ha despertado, en cuanto lo haga te llamare, es mejor que te vayas a descansar – decía su primo.
- pero…
- señores, el joven Shindou ha despertado – interrumpió el doctor.
Todos se pusieron de pie y se acercaron al doctor – ¿cómo se encuentra? – Pregunto rápidamente Yuki – ¿puedo pasar a verlo?
- sería lo mejor, después de todo se encuentra algo desorientado, por favor venga conmigo…
Nadie dijo nada, después de todo era lo más adecuado, el rubio entro a la habitación, no podía acostumbrarse al ver a Shuichi tan lastimado, puso una mueca triste y se acerco al pequeño, el cual estaba demasiado asustado, se veía su pecho vendado y su brazo, sentía dolor en todo su cuerpo, se veía la ansiedad de sus ojos al igual que su tristeza y dolor, esa mirada se dirigió al rubio escritor, estaba llena de lagrimas y de miedo, el corazón del escritor se comprimió.