Capitulo 8: el secuestro
----- POV de Joey-------
Me encontraba yendo a la piscina, estaba nervioso, me gustaría estar con Seto, pero sé que eso no será posible, a veces me pregunto, que pensara de mí, y si no le agrado, o si cuando le diga lo que siento lo pierdo para siempre, no eso si que no, peleare, y le demostrare lo que valgo, me encontraba tan metido en mis pensamientos que no me di cuenta cuando llegamos, hasta que Duke me aviso, sin darme cuenta ya lo estaba buscando con la mirada, y al fin lo vi, estaba increíble, se veía tan guapo, aunque sin importar lo que se ponga él es hermoso- se sonrojo al pensar en esto-.
Fin del POV de Joey.
Cuando Seto se viro lo primero que hizo fue ver a Joey, el cual se veía muy lindo con ese conjunto que llevaba, sonrió cuando sus ojos se encontraron, y Joey desvió la mirada aun más sonrojado de lo que ya estaba, pero su expresión cambio cuando vio al acompañante de su ángel, ese molesto de Duke Deblin, estaba alado de su adoración rubia, lo siguió con la mirada tanto que no se dio cuenta que su hermano le estaba hablando.
Cuando al fin entraron a la piscina, los donceles corrieron a cambiarse llevando consigo a Joey, una vez cambiados salieron de los vestidores, y sus respectivas parejas los recibieron, Seto que quería ver a Joey se llevo una gran decepción cuando este salia todo cubierto por una toalla, pero esta no duro mucho ya que Yugi quería ir a los toboganes con los demás donceles, y aunque Joey se había negado al principio lo convencieron y al final fueron todos, pero antes le quitaron la toalla que llevaba, Seto casi se desmaya al verlo, su pálida piel con aquel traje tan seductor y porque no decirlo sexy, que junto con su mirada llena de inocencia le daban un aire de ensueño, pero él no era el único que pensaba esto ya que cierto pelinegro estaba igual o más emocionado que él al ver al doncel rubio.
El azabache se dio cuenta como el ojiazul miraba al ojo melado, y le dirigió una mirada llena de odio al castaño, que le respondió con una igual.
Ese día paso sin mayor inconveniente, poco antes del medio día se habían dirigido a un pequeño restaurante que había dentro de aquel lugar, al terminar se despidieron pero antes de irse Seto fue detenido por un Joey cabizbajo y muy sonrojado, decidió callar para saber que quería Joey, Joey empezó a tartamudear y al fin logro decir todo lo que sentía, estuvo esperando una respuesta pero Seto no respondió, se sintió fatal estaba a punto de irse cuando Seto al fin reacciono y lo beso, el beso fue un beso lleno de cariño, con el cual se juraban amarse, se separaron solo cuando el aire se hizo indispensable, se quedaron mirándose durante un rato, sin saber que todo aquello fue observado por dos personas a las cuales no les gusto lo que vieron, y aun si se hubiesen dado cuento no les hubiese importado.
------POV de Tristán------
Voy a matar a ese maldito como se atrevió a poner sus sucias manos en lo que me pertenece, esto no se va a quedar así, lamentara el día en que se fijo en ese estúpido de Joey.
Los seguí durante un largo rato, y a cada segundo mi sangre hervía, ese inútil no se espera lo que le tengo preparado, al fin vi mi oportunidad ese cerebro de aire castaño llevo a mi rubio hasta la casa en la que vivía, y se despidió de él.
Me acerque a la casa una vez que ese idiota se fue, toque la puerta, espere solo unos segundos antes que Joey me abriera, cuando me vio trato de cerrar la puerta pero yo fui más fuerte y veloz.
Antes de que pudiera pedir ayuda ya le había dejado inconsciente, se veía tan lindo, pero eso solo hizo que mi sangre hirviera aun más, me lo lleve y deje cerrando la puerta, le lleve a un pequeño puesto cerca del viejo puerto, pero cuando le tenía todo tranquilo nació en mi un fuerte deseo de hacerlo mío, al cual no pude ni quise resistirme, me acerque a él y bese esos delgados y suaves labios que tenia, y al poco tiempo este empezó a despertar.
Y sin más deguste de toda su deliciosa piel, saboree cada pedazo de esa sedosa piel, él empezó a poner resistencia, pero solo me hizo enojar tome mi cinturón y ate sus muñecas y…
Joey: DEJAME, SUELTAME, QUE ME SUELTES MALDITO, NO ME TOQUES.
Tristán: -con un tono de gran irritación- no lo hagas más difícil, o es acaso qué prefieres a ese perdedor castaño.
Al terminar de decir esto le dio la vuelta con mucha brusquedad, y se acomodo entre sus piernas, le quito la ropa que llevaba, y lo penetro sin prepararlo, esto para Joey fue el infierno, muchas veces había soñado con entregarle su primera vez a su pareja, y que este lo tratara con cariño y dulzura, todo eso era una terrible pesadilla.
Después de varias horas al fin me había cansado y me había marchado del lugar, ese estúpido iba a entender por las buenas o por las malas que él era, es y siempre será mío.