Bienvenidos, creo que esto era algo que esperaba hacer con mucho cariño, mi segundo intento con No 6, ahora lo de siempre, este fic es un Nezumi x Sion, Yaoi (como no serlo si en el manga, anime, novela, eso es más que obvio XD ), Mpreg ( si soy la primera en esto, perfecto, si no, avísenme quien tuvo esta genial idea primero para leerla ja ja ja ), otra cosa, medio universo alterno, entenderán mientras leen a que se refiere eso, muchas cosas, si saben cómo es mi modo de llevar las tramas, se divertirán un mundo, sufrirán otro más y los dejare en vilo de vez en vez. No digo más, solo disfrútenlo que esto es algo que vale la pena leer.
Blanco Corazón
Capítulo 2
De Romeos y Julietas.
Ser arrastrado con ánimos de escapar no es difícil, para Sion no resulto nada complicado decidir aceptar la extraña extorción de Safu, sinceramente estaba harto de estar en cama, a esas horas el estaría divirtiéndose con sus insectos, recolectando muestras en las afueras de N.6 o simplemente metido de lleno en un buen libro de la biblioteca de la ciudad. Animado y repuesto se cambió de ropas, comprobando que ya su pequeño "incidente físico" no estaba, no comprendió mucho las explicaciones rimbombantes, enredadas y tecnicistas del médico que lo atendió esa mañana, pero sintiéndose mejor ya que importaba lo que haya sido, ahora solo necesitaba salir, aire fresco, rostros múltiples y la compañía agradable de su mejor amiga.
Salieron a hurtadillas, como dos enamorados escapando de la vigilancia paterna, pronto tomaron un transporte publico rumbo a una zona menos elegante y modernizada de N.6, era más tradicional, sus calles limpias y empedradas con adoquines, las pequeña casas y comercios de menos de dos o tres pisos de altura, un sinfín de callejuelas conectadas por escaleras, todo en tonos rojizos, amarillos tostados y ocres, el perfecto lugar para sentarse a tomar un café y conversar por horas. Entre esas calles caminaban ambos jóvenes, inmersos en la idea del lugar a visitar, Sion estaba expectante, casi nunca se acercaba a esa zona, sus rojizas orbes no dejaban de mirar la tradicional arquitectura, pero su impresión paso a asombro cuando llegaron a una esquina, en la acera de enfrente estaba un teatro, con hermosos decorados externos, paredes amarillo brillante y rojos oscuros, en su fachada había innumerables carteles colgados, cual más extravagante que el anterior, Sion cruzo la calle acelerado, esto era un descubrimiento nuevo para su controlado mundo.
¿Cómo descubriste ese lugar Safu? – miro a la chica con ojos de niño ilusionado ante un regalo no abierto –
Hace unas semanas… en la universidad se corrió el rumor de que permitirían las puestas en escena de algunas obras antiguas, me llamo tanto la atención que comencé a indagar y acabe aquí. – sonrió tiernamente ante la idea de compartir una velada romántica con su mejor amigo –
¿Pero, han dejado que hagan teatro en la ciudad?
También me sorprendió, pero hay que aprovechar la ocasión Sion, no todos los días vemos algo así. – sin pena alguna tomo la muñeca del albino rumbo a la taquilla del lugar –
¿Y que están pasando? – se dejó escoltar por su emoción –
La obra más romántica y trágica que puedas imaginar.
Sinceramente para Sion daba lo mismo si era una tragedia, comedio o drama, lo único que le despertaba el ánimo en sí de ese sitio era la curiosidad humana por saber cómo era todo, jamás en su vida había visto una obra de teatro, ni si quiera tenia los conocimientos completos del tema, muy poco se podía averiguar de las mismas gracias al estricto control académico de los gobernantes de N.6.
En un segundo soltó la mano de Safu y corrió frente a un gran afiche que anunciaba la obra "Romeo y Julieta", quedo absorto ante la imagen de una pareja de enamorados, lucían sombríos, trágicos, pero a la vez encantadoramente seductores.
No tardaron en ingresar para comprar las entradas y ubicarse en un puesto cerca de las primeras filas. El lugar estaba a reventar, la curiosidad de los habitantes daba para ello, no todos los días se tiene el permiso de ver obras teatrales.
Las luces se apagaron y el acto comenzó, Sion fue transportado a un mundo nuevo, extraño y fascinante. era un ir y venir de personajes, la tragedia de todo, pero su atención salto desmedida al ver el personaje de Julieta, una figura delgada, alta, delicada y soberbia, aquella mujer de piel blanca y largos cabellos azules lo sobrecogió. Su voz seductora y esos hermosos ojos grises como el metal, platinados y brillantes. Su ensueño fue tal, que Safu sentada a su lado noto como su entrañable amigo prestaba el más mínimo detalle a esa Julieta rebelde y pasional.
- actúa muy bien... - trato de sacarle conversación a Sion, pero este la dejo con la palabra en la boca gracias al espectáculo femenino frente a el –
La obra continuo sin novedad hasta la escena final, la tragedia de los enamorados en su punto cumbre. Sion sufrió con cada palabra que la dulce y soberbia Julieta emitió, olvido hasta el romeo agonizante, el lugar, la escenografía, los actores secundarios y la música. Su atención solo existía para la dama de ojos de hielo, su drama y sufrimiento se le metió en el corazón, al punto que cuando la obra culmino él estaba paralizado de emoción. Safu noto aquel sentimiento, realmente no quiso creer que la atención fija de su amigo era solo en la Julieta, creyó que toda la obra lo conmovió por completo.
- Sion... - acaricio su hombro para sacarlo del trance que lo domino.-
- Lo siento Safu. No te preste atención en ningún momento, es que nunca imagine ver algo así.
- no te preocupes, fue muy conmovedora la obra, un amor imposible y su lucha por hacerlo triunfar así sea con la muerte como único camino.
- no me gustaría un amor así. - el albino hablo en tono entristecido –
- estoy segura que tu no tendrás un romance trágico... creo que... mejor dicho, estoy plenamente segura que tú y y...
- mira Safu.
Sion noto como algunos de los presentes en la obra se agolparon alrededor de alguien que bajo del escenario repentinamente. La emoción del albino fue tal que dejo a su amiga hablando sola, no presto la mínima atención a la obvia declaración de Safu. Sin un fin claro se abrió paso entre empujones, hasta que delante de él pudo ver a la actriz que interpreto a Julieta, venia sonriendo débilmente y con un acentuado rostro de cansancio, pero eso no amilanaba a sus fan que gritaban su nombre entre pedidos de autógrafos y fotos.
- ¡Eve! ¡Un autógrafo por favor! - un fanático intento sujetarle el brazo pero fue apartado bruscamente por un hombre musculoso y de cabeza rapada -
- su nombre es Eve. - susurro Sion siguiendo el desastre de gente hacia la salida del teatro -
- ese es su nombre artístico, nadie sabe el verdadero. - un joven le hablo con total seriedad del asunto.
- ¿de verdad? - el rostro de Sion se lleno de una curiosidad más fuerte que antes -
- así es, desde que se abrió el teatro ella actúa aquí, parece una de las fundadoras porque organiza todo, tiene muchos conocimientos de arte, es sorprendente que consiguiera un permiso de la ciudad para hacer obras que antes eran imposibles de ver o leer.
- comprendo.
Mientras aquel desconocido le daba mil por menores de la actriz, Safu hacia un intento sobre humano por llegar donde Sion, el chico se le había perdido de vista en un segundo. El cumulo de gente no se disolvió al salir del teatro, más bien se volvió eufórico cuando la encantadora Julieta se detuvo frente a un vehículo negro que paró en seco repentinamente frente a todos.
- ¡no te vayas Eve! - coreaban con emoción los seguidores al ver como el guardaespaldas que la protegía abrió la puerta trasera del vehículo para que entrara en el.-
- adiós... - fueron sus únicas palabra al tumulto de fan, sus ojos metálicos recorrieron los rostros presentes con una agudeza felina, nada fuera de lo común hasta que se tropezó con una cara distinta, unos ojos rojos como la sangre, unos cabellos mas níveos que la nieve, fue en grado impactante pero siguió las indicaciones de su escolta despareciendo dentro del vehículo que arranco bruscamente en un segundo -
Sion se quedo pensativo ante la mirada repentina que le brindo Eve, pareció, más bien, podría jurar que lo observaba a él solamente entre los presentes, por un instante no mas en el tiempo.
- ¡Sion! - Safu al fin lo vio al despejarse la calle de los fans -
- ¿dime? - pregunto en un tono desinteresado -
- ¿te encuentras bien?
- perfectamente.
- es que... como te arrastro esa horda de desadaptados, tanto escándalo por una simple mujer. - no acostumbraba a ser rencorosa, pero "esa" había capturado la atención de Sion, una cosa que no lograba hacer casi nadie salvo una buena lluvia de invierno o los insectos que recolectaba como un niño en las afueras de N.6 -
- me gustaría regresar a ver otra obra, gracias por esta salida Safu - con ternura le sonrió a su eterna amiga de la infancia -
- por ti lo que sea Sion. - aquel alago bajo los celos de la castaña -
El dúo regreso al hogar mientras que dentro del vehículo negro que transportaba a la actriz se detuvo varias cuadras lejos del teatro, dentro la encantadora Eve miraba iracunda a su conductor en turno.
- tardaste demasiado.
- no exageres... - el hombre rio para sus adentros por el cambio de actitud de su pasajera-
- esos lobos hambrientos, si pudieran me desnudarían en medio del teatro. - sin prisas saco un pequeño bolso de abajo del asiento y lo abrió -
- es el precio a pagar por la fama mi querida Eve... - miro por el retrovisor como la encantadora dama iba desapareciendo en ropas masculinas y su largo cabello era recogido en una cola alta de impecable moño-
- ¿parece que disfrutas del voyerismo? - termino de quitarse el maquillaje con una toalla de mano que lanzo dentro del bolso junto a la ropa de mujer -
- no realmente, solo que no dejo de sorprenderme como cambias drásticamente de personaje Nezumi.
- gajes del oficio.
- un oficio riesgoso. - sentencio secamente -
- no seas cobarde Rikiga, un periodista debe carecer de cobardía, lo que domine tu juicio es la búsqueda de la verdad.
- una verdad peligrosa Nezumi.
- no lo olvido. - se acaricio el hombro con suavidad como recordando algún suceso vago del pasado - pero, hablemos de lo que nos interesa, ¿qué has sabido del proyecto?
- sigue adelante sin novedad.
- no puedo creer que sigan jugando a ser dios...
- no juegan, se creen Dios.
- esto debería saberse, la ciudad se les ha vuelto una jaula llena de conejillos de india.
- no es sencillo Nezumi, apenas hemos podido entrar en la superficie de todo, esta gente es discreta y precavida a niveles insospechados.
- no importa, todo lo que hago es atraerlos a una trampa sin retorno... - apretó su puño con indignación -
- ¿qué harás mañana?
- descansar, necesito pensar seriamente sobre los datos recabados de los ratones.
- ¿regresaron tan rápido?
- no imaginas lo eficiente que son mis inventos. - una sonrisa pretenciosa se apodero de los labios del peli azul-
Nezumi, un joven que ha arriesgado su vida en innumerables veces por sacar a flote su verdad, la verdad de su procedencia y de lo sucia y podrida que se ha vuelto o que siempre ha sido la ciudad de N.6 como una sombra encubierta en la seducción del personaje Eve, su cable de conexión, su arma secreta con la que ha logrado muchas cosas en nombre de la verdad.
En otra parte de la ciudad, Sion y Safu retornaron al hogar entrada la noche, la madre de Sion esperaba impaciente sentada en la sala. Su angustia se volvió enojo cuando vio al dúo entrando sonrientes como si nada.
- ¡Sion! - salto prácticamente de su silla al verlo dentro del hogar.- ¿dónde estabas metido?
Sin importarle que Safu estuviese a su lado, toco a su hijo como inspeccionando su estado de salud. Culminada su labor dio un suspiro y paso a ver a la encargada de cuidar a su retoño.
- señora... lo lamento, no quise sobrepasar su confianza. - Safu agacho su cabeza en señal de arrepentimiento -
- Sion ni si quiera ha pasado 24 horas de haber tenido un...
- mamá, no sigas por favor. - el albino la interrumpió antes de que dijera cosas que no debían saberse para Safu. - me encuentro bien, yo le insistí en salir así que toda la culpa recae en mi solamente.
- Sion.
- quiero descansar, es tarde y Safu debe volver a su casa.
Al final la madre de Sion desistió del regaño, su hijo pareció lo suficientemente maduro como para entender su estado y sus actos. Aquel altercado pronto se olvido, solo lo revivía a diario con las molestas pastillas que debía tomar sin tiempo límite, lo único imprescindible era la hora, no debía perder ni una sola toma, si eso ocurría debían llamar nuevamente al equipo médico que lo atendió la mañana del sangrado, y como no evitar que tuviese que estar bajo el escrutinio medico profundo y casi violatorio de su cuerpo, juraba que ese hombre de gafas y cabellera negra disfrutaba ocultándolo, sus manos frías y enguantadas parecían serpientes toqueteando los espacios más íntimos de su ser. Estaba completamente seguro que no volvería a dejarse revisar por aquel extraño y perturbador doctor.
Su vida regreso a la tranquilidad con un domingo lluvioso que le permitió salir temprano en busca de emociones, con un pequeño bolso a su espalda y bien abrigado se despidió de su madre rumbo a las afueras de N.6. Una más de sus expediciones para recolectar especímenes, el clima lluvioso y húmedo seria provechoso ya que los insectos salían de sus escondites. A casi una hora de camino se detuvo el transporte público que lo dejo en la parada, sin prisas se bajo ante la mirada curiosa de los demás pasajeros, no era común ver a alguien bajar en medio de la nada, pero Sion solo estaba impaciente por satisfacer su hobby, con cuidado cubrió su cabeza con el impermeable gris pálido que su madre le obligo prácticamente a llevar puesto y desapareció entre la espesura.
Estuvo caminando sin rumbo aparentemente fijo hasta que acabo en un área bien boscosa con unos cuantos árboles caídos que le llevaron a detenerse y soltar su bolso.
- el sitio perfecto. - sonrió para sí y subió al enorme tronco caído, la superficie del mismo estaba casi por completo cubierta de un verde moho, pequeños agujeros entre la madera daban hogar a centenares de hongos blanquecinos y delicados.-
estaba feliz, había escudriñado el árbol casi en su totalidad cuando se puso de pie precariamente sobre él, quería una mejor vista del paisaje colina abajo, respiro profundo y estiro sus brazos al cielo, estaba comenzando a lloviznar y se oscurecía muy rápido, ya era hora de partir, sin prestar atención intento bajar del tronco pero algo negro salto sobre su pie intentando subirle encima, Sion dio un grito de susto y perdió totalmente el equilibrio, su cuerpo se fue de espaldas contra el suelo, pero por mala suerte cayó del lado más escarpado del terreno, rodo sin contemplación varios metros hasta que unas ramas caídas detuvieron su camino, la cabeza le quedo dando vueltas horrores, sin mencionar el dolor punzante en su frente, intento abrir los ojos para ubicarse pero le se nublaron en una repentina inconsciencia gracias al golpe recibido con la caída.
Se sentía como si le hubiesen dado una enorme paliza. Su cabeza iba a reventarle y el malestar en su frente persistía haciéndole levantar su mano derecha para tocarse donde más dolor sentía, pero se tropezó con una venda bien ajustada sobre su sienes, era incomoda y le apretaba, sus dedos siguieron la inspección hasta que decidió abrir los ojos, un brillo pálido lo recibió, en el lugar donde estaba distaba mucho del bosque y las matas que amortiguaron su caída, este sitio era tibio, seco, cálido y silencioso.
- ¿dónde estoy? - intento sentarse pero el dolor en sus costados no lo dejaron y también la repentina voz de alguien riendo socarronamente en algún lado de ese espacio donde acabo.-
- no creí que tuviese las fuerzas para si quiera mover las manos- la voz lejana fue acercándose mas y mas hacia Sion, tanto que ya no era algo desconocido, frente a el estaba la figura de un joven alto, con ropas sencillas y mojado de pies a cabeza por lo que podía apreciar -
- ¿quién eres? - trato de centrar la vista mejor pero la luz se lo impidió -
- un héroe al rescate de las damiselas desvalidas que rondan el bosque.
- ¿damisela? - su vista se logro enfocar al fin, quedo confundido al ver frente a él un chico de su edad, algo mas alto pero no muy diferente a él, con una mirada fría, gélida y ojos metálicos que le trajeron a la mente aquella Julieta de sus suspiros.-
- ¿qué miras? - el extraño tomo una silla y la rodo cerca de la especie de sofá donde estaba recargado Sion- acaso estas pensando en cómo recompensar mi valeroso rescate.
- yo... caí del árbol y rodé por la colina y...
- y no recuerdas mas nada, obvio, gracias a ese golpe en tu frente - sin ninguna misericordia presiono su dedo índice sobre las vendas del albino-
- ¡hay!, eso duele. - manoteo al extraño para que quitara su mano, pero este solo bajo su dedo rozando la quijada de Sion en un modo nada sano-
- tienes todo el rostro arañado, pareciera que peleaste con una fiera en el bosque damisela.
- ¡no soy una damisela! - al fin tomo las suficientes fuerzas para sentarse y encarar al ser frente el -
- pero te rescate como una. - sonrió malicioso al tiempo que se puso de pie y dio algunas vueltas por lo que aparentaba ser una habitación. - no vas a dar las gracias... ¿cómo se llama la damisela?
- ¡Sion!, no damisela, ¿acaso no diferencias entre hombre y mujer? - rezongó ya molesto por el trato de su "rescatista"-
- eh... - se llevo la mano al mentón en una pose meditativa - tienes el rostro de una niña que no ha llegado a la pubertad.
- tengo más edad que tu... tu... - su cabeza estaba tratando de contrarrestar las ofensas hacia su persona, pero los poderosos ojos del desconocido lo desubican en todo el sentido de la palabra. -
- Nezumi.
- ¿Nezumi? - arqueo una ceja intrigado por aquel nombre-
- no lo repetiré.
- está bien, "Nezumi", quiero llamar a mi madre, ni si quiera sé donde estoy, qué hora es o si la caída me lastimo alguna otra parte de mi cuerpo.
- no hay señal, dudo que puedas comunicarte con tu madre, son más de las 7 de la noche y tu cuerpo está muy bien, ya te revise de pies a cabeza. - sonrió con un toque de malicia que hizo erizar los vellos del cuerpo al albino -
- acaso eres un pervertido, ¡me secuestraste mientras estaba inconsciente!
En un segundo Nezumi perdió la paciencia y se lanzo sobre el albino, sus manos sujetaron hábilmente las muñecas de Sion llevándolas sobre su cabeza, el nombrado solo pudo quedar paralizado y respirando agitadamente, sus músculos no respondían, estaba bajo el peso y fuerza de aquel desconocido, libre para lastimarlo del modo que mejor prefiriera. Pero solo sintió como el rostro del oji gris se acercaba peligrosamente a su oído derecho, su tibio respirar lo hizo dar un pequeño quejido de protesta, trago grueso y espero lo peor.
- eres un niño ingenuo, un hijito de mamá que salió a pasear solo y se descuido. Si no llegaba yo y te sacaba del barro quien sabe como estarías ahora, no caliente y cómodo en mi sofá, podrías estar muriendo de frio y perdido bajo la lluvia porque está cayendo un diluvio allí afuera.
Sin prisas deshizo el agarre y se acomodo las ropas mojadas, Sion noto entonces que no llevaba su ropa puesta, si no una bata de baño mullida color vino. Se avergonzó mucho, sus mejillas estallaron en color carmesí, nadie le había visto desnudo, salvo su madre por obvias razones y los médicos indeseables de sus consultas anuales.
- yo... lamento haberte juzgado mal Nezumi.
- olvídalo niño, igual no me interesa tu opinión sobre cómo debo tratar a un "rescatado".
- es tarde y no he vuelto a mi casa, mi madre estará preocupada por mí. - intento levantarse otra vez pero Nezumi le trunco el paso sacando su celular de algún lado-
- logre mandarle un mensaje antes de que toda la comunicación se cortara, al menos sabe que llegaras tarde a tu casa.
- ¿¡que! ¡Cómo pudiste decirle eso a mi madre!
- hablando, se escucho muy angustiada pero le dije una mentirita piadosa, que te quedaste en casa de un amigo a estudiar tus insectos.
- no te creyó esa mentira, puedo jurarlo.
- ¿por qué no?, recolectabas bichos antes de caerte y por tu modo de ser, eres muy ligero para hacer amigos.
- no tengo amigos... salvo una sola persona, el resto son algo complicados y aburridos.
- oh, estoy delante de un cerebrito de la elite de Cronos, no eres una damisela desvalida, eres un rey digno de alabanzas. - en un segundo se inclino de modo elegante ante Sion -
- nadie te ha dicho lo irónico que resultas.
- me tienen sin cuidado sus comentarios su majestad. Mejor haga silencio y deje que este súbdito suyo le sirva algo de comer.
Sion no protesto mas, era una batalla perdida ante el desconocido peli azul, resultaba alguien altanero, voluble y con una sórdida personalidad que recorría de la burla a la seriedad en un segundo. Sin ánimos dejo que Nezumi le sirviera un plato de sopa humeante. Tenía hambre así que se la bebió completamente quedando lleno, sus parpados volvieron a pesarle y el rostro de su rescatista lucia borroso por segundos.
- me siento mareado... - dejo caer su cabeza en las almohadas que acomodo Nezumi en el sofá -
- dulces sueños bella durmiente. - sujeto el plato vacio de sopa antes de que lo soltara Sion de sus manos- no puedes quedarte más tiempo aquí.
En medio de la noche se vio como un auto amarillo llego hasta la entrada de una hermosa casa en la zona más cómoda y privilegiada de N.6. Con cuidado su conductor bajo y toco varias veces el intercomunicador que estaba junto a una enorme entrada de metal, del otro lado del aparato se escucho como respondía la voz preocupada de una dama preguntando por quien extrañamente llamaba a esas horas a su puerta. El taxista le dio como respuesta que llevaba un joven dormido y que le habían dado la dirección de ese lugar.
El sol radiante le dio de lleno en la cara, sus tibios rayos le hicieron revolverse entre las cómodas mantas, dio algunas vueltas para recuperar el sueño perdido pero fue interrumpido por alguien que abría la puerta de su habitación y entraba.
- buenos días Sion. - la voz de Karan se oyó algo fría e incómoda. -
- ¿mamá? - con impresión se sentó mirando desorbitado su habitación.- estoy en mi cama...
- así es, en tu cama pasado el medio día, una cosa que jamás has hecho antes.
- pero, no sé como volví aquí. - se acaricio las sienes en un aire de querer sacar algún recuerdo de su retorno -
- obviamente no lo recuerdas porque llegaste dormido. - algo más calmada Karan se sentó en la orilla de cama y tomo la mano de su hijo entre las suyas- no me agrado lo que hiciste anoche Sion, tú no eres un joven irresponsable, jamás habías llegado tarde y mucho menos por andar bebiendo.
Esas últimas palabras sobresaltaron al albino, ¿qué cosas sucedieron en las horas de inconsciencia como para que su madre hiciera esas absurdas conjeturas?
- mama yo no estaba bebiendo, te lo puedo aseg...
- no mientas Sion, tu amigo me mando una carta disculpándose en nombre tuyo, que por inexperiencia o curiosidad acabaste inconsciente y el se tomo el atrevimiento de ponerte en el taxi que te trajo anoche.
- amigo, bebiendo, taxi... - su rostro paso por toda una gama de expresiones desde rabia, incredulidad y hasta una sonrisa tonta de quien no comprende un comino lo que le dicen. -está bien, no quiero entrar en detalles sobre lo de anoche mama.
Para que batallar contra una irrefutable "mentira" que parece verdad y que ni el mismo tiene como comprobarla ante su madre, por más que le diga que un extraño lo rescato y que lo llevo a algún lugar que él no sabe donde es ni como entro o salió del mismo, no le creería, sus dudas se las dejaría para el solo y nadie más, esperando que jamás se vuelva a repetir ese incidente con el perturbado joven de ojos metálicos.
Continuara…
Subir este capítulo me resulto todo un reto, se los aseguro, fue totalmente escrito en mis dos horas de ir y venir en el metro, je je je, todo el que me viera diría que era una loca con blackberry conversando estupideces o mandando pin XD, pero la verdad es que solo me la pase escribe que escribe, pedacito a pedacito y me impresiona que haya adelantado como para dos capis mas, es sorprendente la tecnología, gracias por esperarme y ahora creo que mañana subo el capítulo de mi fic de saiyuki y la semana que viene el de naruto, espero me tengan paciencia porfis, retornar no ha sido fácil ni lo es aun. Gracias!
Próximo capitulo:
Lirios Blancos