Capítulo 8
Despertó en una habitación que no conocía, confundido y desorientado, se sentó lentamente en la cama mirando alrededor, lo último que recordaba era haber entrado en la cocina de la casa de Raikage, la sangre manchando tela blanca, ojos rojos como la sangre, y luego la oscuridad… pero no la de su inconciencia, eran ojos negros como el firmamento nocturno, y luego la oscuridad total.
En la habitación no había nadie más y por la oscuridad proveniente de la ventana seguramente ya era de noche y todos dormían. Con cuidado se puso de pie, se sentía algo débil, supuso que por la falta de alimentación, desde que acampó en el bosque con Hinata y Sai no había comido nada.
Su estómago se lo recordó gruñendo ferozmente.
“Serás tonto” una voz en su interior le habló.
Naruto se sobresaltó, pero lo tomó con calma, era el demonio encerrado dentro suyo, recordaba que la primera vez que le habló fue durante su coma, estaba enfadado con él gruñendo y amenazándolo, lo asustó mucho, todavía ahora le tenía algo de miedo. Ese demonio decía muchas cosas, la mayoría de ellas le parecían tan irreales, no tenía por qué creerlas, no debía confiar de un demonio, no eran amigos.
“Cállate no tengo porque escucharte, no somos amigos, eres una bestia, limítate a gruñir” gruño el rubio, Kyubi se enfureció ¿Quién rayos le daba el derecho a ese mocoso a hablarle de esa manera? Desde que habían modificado su memoria estaba más insoportable que nunca, ese no era el Naruto que él conocía y al que, aunque odiaba admitirlo, le había cogido cariño.
“¿Hasta cuándo vas a seguir pretendiendo que tienes una vida normal? ¿Cuándo vas a admitir que algo que te falta? ¿Y que todo lo que te han dicho es una mentira?” gruñó el Kyubi furioso
Naruto se sintió algo temeroso por cabrearlo pero no le hizo caso, no necesitaba a un maldito demonio que le dijera lo que sentía desde que despertó de ese coma, sin embargo planeaba vivir como se le diera en gana no con fantasmas del pasado… porque no sabía que éstos eran más que fantasmas.
“Cuando todo esto estalle no me reclames nada” dijo el bijuu fastidiado, ese mocoso era peor que el anterior.
Naruto se puso de pie y se acercó a la puerta de salida, el pasillo estaba oscuro y desierto pero no le importó, tenía que encontrar la cocina, su estómago pedía alimento, con suerte encontraría a Hinata-chan y podría pedirle que le hiciera un poco de su deliciosa comida.
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-¿qué demonios es esto? ¿Qué le hiciste a Sasuke?- dijo Hinata mirándolo seriamente en posición de ataque.
-Oye no te exaltes, yo pregunté primero ¿Qué haces?- dijo Killer Bee de lo más tranquilo, uno porque no había hecho nada mal y dos, porque ella no lo atacaría ya que Sasuke seguían encima suyo.
-Vine a verlo a él es obvio- dijo Hinata.
-De acuerdo, eso lo esperaba- dijo Killer Bee moviéndose para poder quitar a Sasuke de encima suyo y luego recostarlo suavemente en la cama, el moreno gimió un poco, seguramente le dolía todo el cuerpo. En seguida de dejarlo el rapero fue a una cómoda y busco una manta luego volvió y cubrió al chico.
Hinata se desconcertó al mirar el cuidado con el que trataba al moreno. Cuando Killer Bee lo arropó Sasuke se removió, seguramente la manta le rozaba mucho las espalda por lo que Killer Bee se la dejó a la altura de la cintura luego le acarició los cabellitos azabaches hasta que dejó de moverse durmiendo tranquilo de nuevo.
-Por eso el lago no te rechazó- dijo Hinata comprendiendo –De verdad lo has estado cuidando todo este tiempo- dijo desconcertada, pocas veces se había topado con Killer Bee en el pasado, nunca tuvo una opinión exacta de él pero ahora lo veía, era un hombre justo y nunca dañaría al alguien indefenso –lo viste ¿verdad? Al verdadero Sasuke- más que pregunta era una afirmación
-Este chico no es un asesino eso te lo puedo decir, ya no es aquel que antaño peleó con odio en su corazón- dijo Killer Bee sonriendo con su habitual ánimo.
Hinata sonrió –Me alegra que alguien aquí pudiera verlo- dijo sinceramente y miró al chico dormido –Estaba muy preocupada por él pero no podía venir, se supone que no tengo memoria sobre él-
-Entonces no deberías estar aquí- concluyó el rapero
-Tu tampoco- dijo ella para luego acercarse a Sasuke y comenzar a curarle con su chakra “Me alegro de haber estudiado medicina”
-No podía dejarlo, estaba herido, lo curé, se quedó dormido usándome de almohada- resumió el hombre sencillamente, no tenía por qué mentir después de todo.
Hinata asintió, a través de su chakra podía sentir lo graves que eran sus heridas, por eso el chico estaba semidesnudo, seguramente la ropa le causaba más dolor, y por la actitud de Killer Bee seguramente se quedó dormido con Sasuke y éste le uso de almohada para no lastimarse la espalda. No podía pensar mal de ellos para empezar porque el rapero seguía completamente vestido.
Se quedaron en silencio mientras ella curaba a Sasuke, Killer Bee vigilaba los alrededores para que no fueran a descubrirlos, afortunadamente la habitación del Raikage estaba lo suficiente lejos para que no sintiera el chakra de Hinata mientras curaba a Sasuke.
La chica terminó, estaba algo cansada pues las heridas de Sasuke eran serias además de las quemaduras y los moretones por los maltratos. Con cuidado le quitó la manta y le fue recogiendo las vendas, las heridas estaban cerradas pero aún podían abrirse si hacía algo indebido como movimientos muy bruscos, le dejarían marcas en esa piel tan pura y suave.
“Naruto, deberás arreglar todo esto, ya lo has abandonado por mucho tiempo, aunque tú no lo hayas decidido” se dijo Hinata seriamente.
-Será mejor irnos- dijo Killer Bee
Hinata asintió y volvió a cubrir al moreno, le dio un beso en la frente y salió corriendo seguida de Killer Bee.
Sasuke se removió en su cama sonriendo entre sueños.
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Caminó perdido por un par de minutos lo que se le hicieron horas, y en verdad había pasado media hora, joder con esa casa tan grande.
Cuando llegó a la cocina se encontró con un chico que vestía una yukata blanca, probablemente solo un sirviente más que se quedó retrasado en sus deberes.
-H- hola- saludó el rubio un poco dudoso pues no sabía que tan amigables eran por ahí.
El chico se sobresaltó y volteó hacia donde escuchó la voz que habló.
Entonces Naruto vio la venda que cubría sus ojos y se desconcertó ¿el sirviente era ciego?
-Bu-buenas noches- habló el chico algo temeroso.
-etto… acabo de despertar, al parecer me desmaye, y me muero de hambre- dijo el rubio sonriendo bobamente, ese chico era muy lindo a pesar de no poder ver sus ojos, veía su cabello negro con destellos azules, su piel blanquita se vía muy suave y las facciones de su rostro se veían muy finas y delicadas, ese chico no parecía un sirviente, parecía un príncipe.
-Ah… etto, déjeme prepararle algo- dijo Sasuke, esa voz se le hacía familiar pero no recordaba de dónde.
-Arigato- dijo Naruto sonriendo, se acercó y se sentó en la barra de la cocina viendo atentamente al chico.
Sasuke sintió el movimiento del otro, y se acercó al refrigerador para buscar algo, tomó algunas cosas sintiendo con sus manos lo que no podía ver, tamaño, olor textura, sabía que lo que tenía en su mano derecha era un tomate, en su mano izquierda había cubitos de queso en un tazón.
-Etto ¿le molesta si le preparo un sándwich con queso?- preguntó Sasuke tímidamente.
Naruto salió de su ensimismamiento de estar viendo fascinado lo que hacía el chico ciego –Ah, suena genial- sonrió, no podía parar de sonreír a pesar de saber que el otro no lo veía, estaba actuando como un tonto.
Sasuke solo asintió y se alejó del refrigerador para buscar el pan para sándwich, era raro estar ahí en ese momento pues no era un momento incomodo, pero técnicamente no debería de estar ahí. Se acababa de despertar, para su sorpresa en su habitación no estaba Killer Bee y además no le dolían las heridas, recordaba que cuando estaba dormido sintió una calidez muy agradable y luego sus sueños eran tan hermosos…
Naruto miraba fijamente al chico que buscaba en la alacena el pan, calculaba que era de su misma edad, y por alguna razón se le hacía muy familiar como si eso ya lo hubiera vivido antes.
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-Sasukeeeeee, tengo hambreeeee- decía el rubio sentado en uno de los sillones de la salita, Sasuke estaba en la recamara recogiendo pues el rubio era un desastroso y recordar lo que había pasado la noche pasada le daba vergüenza, tenía que limpiar la evidencia...
-Ve a la cocina y prepara algo- dijo Sasuke algo fastidiado cargando un par de prendas que estaban dispersadas en el suelo de la habitación.
-Pero Sasu-chan me gusta cuando me preparas algo tu- gimió el rubio, eso y que no era muy bueno en la cocina.
“Maldito dobe” gruñó Sasuke internamente asomándose a la salita y viendo al rubio que le devolvió una mirada de cachorrito, casi casi iba a empezar a llorar “Maldito dobe manipulador”
Suspirando se dirigió a la cocina, Naruto emocionado le siguió y vio al moreno buscando cosas en el refrigerador y luego en la alacena.
-Haré Sándwich con queso, pero solo porque se me antojó, no porque me lo pidas ¿oíste?- dijo Sasuke fastidiado yendo del lado al otro
Naruto solo sonrió, agradecía el gesto de Sasuke, no contestó nada pues si no el moreno se avergonzaría y no le daría de comer, a parte se la estaba pasando en grande con el simple hecho de poder ver a Sasuke haciendo algo tan cotidiano como preparar sándwiches. Agradecía tanto la paz repentina que habían adquirido y que Sasuke por fin parecía haber aceptado sus sentimientos, lo amaba tanto.
Lo veía de aquí para acá sacando cosas de las alacenas, luego con un cuchillo cortando tomate y lechuga, cada pequeño gesto que hacía, la concentración en sus ojos, simplemente Sasuke era perfecto tan y como era y por eso lo amaba con locura.
“No sé qué haría si te perdiera”
-Naruto ya está tu sándwich- dijo Sasuke colocando el plato con el alimento delante suyo, Naruto sonrió a un Sasuke algo avergonzado.
-Arigato-
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Salió de sus cavilaciones en ese momento, ¿qué rayos había sido eso? ¿Un espejismo? ¿Ilusión? Pero si acababa de conocer a ese joven sirviente ¿ya estaba pensando cosas indebidas? Sentía que lo conocía fe hacía mucho pero eso no podía ser cierto. Quizá era tan lindo que estaba empezando a pensar cosas indebidas, por Kami, tenía novia, no solo una novia, era su prometida, debía serenarse y pensar correctamente, todo este asunto le estaba provocando malestares.
-Ya está listo- la vocecita lo sacó de sus pensamientos, vio como el sirviente le ponía un plato con un sándwich delante suyo, casualmente se veía igual que en su visión ¿cómo? Lo preparo de la misma manera ¿eran la misma persona?
No lo sabía, ahora que lo quería analizar la imagen del joven en su visión se le distorsionaba, hace un momento lo veía claramente ahora no era más que una imagen borrosa.
Miro al chico delante suyo, el cabello negro, la piel blanca, las facciones finas…
-Sasuke- dijo por lo bajo mirando el sándwich.
Sasuke se sobresaltó al oír su nombre, ¿quién era? ¿Lo conocía? Estaba seguro que no era nadie de la mansión ¿quién era?
-L-lo q-que o-ordene señor- dijo tímidamente, debía ser cortes, o si no lo castigarían.
Naruto se sorprendió -¿ese es tu nombre?- preguntó dudoso.
Sasuke asintió.
Ahora resulta que si estaba alucinando con ese chico que acababa de conocer “Estoy poniéndole los cuernos a Sakura, debo de dejar de tener fantasías con éste chico” se reprendió el rubio, era absurdo, en esa visión vivían juntos, era un maldito infiel.
-¿Su-sucede a-algo?- preguntó el chico tímido, no debía preguntar, pero esa voz, era de un joven y se había quedado callado, además de que le inspiraba confianza.
-No, nada- dijo Naruto sonriéndole tontamente, debería avergonzarse por sus pensamientos.
Sasuke asintió no muy convencido y se dio la vuelta para recoger y limpiar lo que había hecho, después iría a dormir. Mientras tanto el rubio devoró el sándwich, estaba hambriento y era delicioso… no supo porque pero ese sabor se le hacía tan familiar, como si ya lo hubiera probado antes, definitivamente ese sirviente era un excelente cocinero, le encantaba su comida.
Cuando Sasuke terminó estaba por irse pero el rubio lo detuvo.
-¿Se… se le ofrece algo?- preguntó Sasuke temeroso.
-ah… es que…- balbuceo el rubio ¿Por qué demonios lo había detenido? ¿Acaso quería pasar más tiempo con ese chico? “Dios no, lo acabas de conocer” se dijo Naruto –Am… ¿sabes dónde están los chicos que vinieron conmigo?- preguntó intentando sonar convincente y que el chico no se asustara más.
-Ah… disculpe pero no tengo ni idea- dijo Sasuke, no mentía, acababa de despertar y para ser honestos no tenía ni idea de quien hablaba… ¡Ah sí! Ya lo recordaba la voz de ese joven, la había escuchado cuando lo llevaron los ninja en la cocina… antes de que lo lastimaran más… claramente lo había llamado por su nombre, y había sentido a otras dos personas que no conocía pero nada más, no sabía su nombre y no los había vuelto a sentir cerca de él.
-Eh… gracias de todas maneras- decidió el rubio dejar eso por la paz, seguramente el chico quería ya ir a dormir, era muy de noche y estaba oscuro -¿Vas a tu habitación?- preguntó amablemente
Sasuke se sobresaltó -¿po-porque qui-quiere saber e-eso?- preguntó espantado
“¡qué bruto!” se regañó mentalmente el rubio
-No ¡no te asustes! quería acompañarte porque está todo a oscuras y ya no hay nadie y te puede pasar algo y… y… ya sabes… etto- balbuceaba como idiota y además había metido la pata, estaba a punto de soltar como si nada “Además estas ciego” que poco tacto.
No supo porque pero la repentina preocupación en la voz del joven que estaba con él le gustó, hacía mucho que no se preocupaban por él, nadie a excepción de Killer Bee, que otra persona llegara y le dijera algo lo hacía muy feliz.
Soltó una risita apenas audible pero que al rubio le pareció encantadora. Sabía que el joven quería ayudarlo por su evidente discapacidad y que empezara a soltar todo de esa manera tan nerviosa le parecía gracioso.
-Descuide, puedo cuidarme solo, conozco este lugar- dijo sin tartamudear, y es que sólo hacía eso cuando estaba nervioso o asustado, pero ahora que sabía que el joven se preocupaba por él no podía temerle, no le haría daño.
-Etto, aun así, déjame acompañarte, no quiero que te pase nada- sonrió el rubio en más confianza con el joven sirviente.
Sasuke sonrió –Arigato- dijo echando a andar con rumbo a la zona de sirvientes
-Por cierto me llamo Naruto, gracias por la cena, estuvo deliciosa- dijo el rubio echando a andar a su lado.
-Me llamo Sasuke- dijo el moreno más por educación que por otra cosa pues sabía que el rubio sabía su nombre, aunque no supiera como ni porque – y de nada, es mi trabajo de toda formas-
Siguieron caminando y charlando de cosas triviales hasta llegar a la habitación de Sasuke.
-Bueno, llegaste a salvo- dijo el rubio sonriendo
-Gracias por acompañarme- dijo Sasuke sonriendo un poco
-De nada, fue un placer- dijo el rubio tomando la mano de Sasuke, por alguna razón sentía que ahí debía hacer algo pero no sabía que, confundido miró al chico que estaba frente a él, curioso se acercó y lentamente le quitó la venda de los ojos.
Sasuke también estaba confundido, ¿Por qué el joven Naruto le quería ver los ojos? Killer Bee dijo que no eran tan feos como él creía pero ¿y si asustaban a Naruto? Intentó detener al rubio pero éste simplemente bajó su mano y así se quedó, podía sentir la respiración de Naruto más cerca.
Naruto en cambio se quedó mirando esos ojitos, eran preciosos, ¿Por qué los ocultaba? Eran unos ojos profundos, rasgados llenos de misterio, en el fondo llenos de sentimientos que no cualquiera podía ver, viéndolo así se dio cuenta de que Sasuke era lo más bello que había visto hasta ese momento.
Mandando al diablo a todo, al lugar, la hora, conocidos, recuerdos e ilusiones, incluso a la fea de su novia (porque en ese momento al lado de Sasuke ella no era nada) se acercó poco a poco con un único deseo, sentir de cerca esos labios rositas que ante él se mostraban.
Los dos se acercaban más, Sasuke tuvo que poner sus manos en los hombros de Naruto mientras éste se inclinaba un poco y besaba con dulzura sus labios, en ese momento el chakra los rodeó, era un chakra púrpura intenso.
Sasuke se sorprendió porque por un instante pudo ver a la persona a la que se sostenía, era una persona que tenía la sensación de haber visto antes cabello rubio, ojos azules, marcas en las mejillas… era imposible que pudiera verlo, dejó de lado esa creencia para cerrar los ojos, seguramente por el sentimiento de su primer beso pensaba cosas tan cursis como poder recuperar la vista tan solo un instante para poder ver a la persona que lo besaba con tanto cariño.
Sus corazones se sincronizaron y el resplandor purpura cesó, se separaron lentamente mirándose a los ojos, por un momento éstos brillaron con vida de nuevo, Naruto sonrió, Sasuke simplemente sonrió un poco y luego se desvaneció entre los brazos del rubio.
-¿Sasuke?- dijo éste extrañado empezando a marearse, ¿qué sucedía? Cayó de rodillas al suelo intentando que Sasuke no se golpeara, lo acomodó en el suelo para luego caer inconsciente.
….
Pasaron unos minutos y los ojos de Naruto se volvieron a abrir mostrando ojos rojos y rasgados.
-Por fin ese idiota se da cuenta de que es más agradable besar al engreído éste que a la plasta esa- gruñó el Kyubi apoderado del cuerpo del rubio, se levantó con rapidez tomando en brazos al moreno, entró a la habitación y lo colocó en su cama –Me alegra tanto volver a verte- sonrió un poco acariciando la mejilla del moreno inconsciente, le besó la mejilla y luego salió corriendo de ahí cerrando la puerta detrás de sí, para esos momentos el Raikage seguramente se dirigía hasta ahí donde la explosión de chakra sucedió.
“Pero ni crea que le dejaré lastimarlo” se dijo el bijuu corriendo hacia su habitación, aparentaría que había estado ahí todo el tiempo para que no sospecharan nada del rubio, si el maldito Raikage decidía poner sus sospechas sobre Sasuke y lastimarlo lo pagaría.
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