Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El dolor nunca es eterno por yuljiyongie

[Reviews - 557]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bien aquí les traigo la actu…

 

Varios acertaron en sus comentarios unos exageraron jeje, pero en sí ya saben cómo va… respiren porque es largo.

 

-tú tienes dieciocho años, no once

-pero…

-vas a verte en un espejo, pero debes mantener la calma

-está bien

 

La mujer acercó cautelosamente el espejo y lo puso delante del rostro del paciente. Al inicio no hubo una gran reacción. Él pestañeó. Se veía, pero en su mente esa imagen no era suya. Él jamás había visto esa cara aunque no iba a negar que tuvieran algunas similitudes.

 

La psicóloga estaba haciendo algo de mucho riesgo. Si la mente del menor reaccionaba mal podría entrar en shock o volver al coma. Cualquier noticia fuerte podría llevarlo a ese estado nuevamente, pero quería que el chico se recuperara y lo primero era que admitiera su nuevo yo.

 

-creo que ya es suficiente – bajó el cristal

-quiero verme, por favor – JiYong pidió con amabilidad y ella asintió. Volvió a colocarlo en la misma posición. – Así que yo tengo dieciocho y no once – decía mientras con cuidado acercaba una de sus manos a su nuevo rostro. Al hacerlo también notó el tamaño de su mano. Sentía que ese no era su cuerpo.

-tienes que tomarlo con calma. Mantente sereno es probable que poco a poco recobres la memoria.

-umm… - seguía inspeccionándose con mucho interés.

 

“TOC, TOC”

 

-voy a abrir la puerta – él asintió mientras ella se paraba e iba hacia la entrada.

-buenas tardes – saludaron tres chicos y una chica.

-buenas tardes

-venimos a ver a JiYong – dijo Sandara

-ahm… chicos. No sé si lo sepan, pero él ha perdido la memoria. –al escuchar eso los cuatro sonrieron ampliamente.

-lo sabemos – afirmó Jung min

-bueno pasen – ella extendió la puerta y ellos ingresaron.

 

JiYong dejó de contemplar el paisaje a través de la ventana y dirigió su mirada a los recién llegados. Ambas partes se admiraron por unos instantes hasta que el menor habló.

 

-¿Quiénes son ustedes?

-somos tus compañeros de la universidad – respondió Hyun Joong – parece que ya estás mejor – decía sonriendo

-¿universidad?… pero si yo estoy en el colegio – dijo extrañado. Aun era difícil comprender su edad.

-no le hagas caso – habló Young Bae

-sí, ignóralo – agregó Sandara

-¡no le digan eso! - Hyun Joong frunció el ceño al escuchar a sus compañeros

 

-jajajajaja… - la risa de JiYong los atrajo. Tenía sus manos en su abdomen y reía amenamente. – jajajaja… son muy graciosos – dijo entre risas – jaja…augh… jaja – jadeó adolorido  pero siguió riendo. No había reído desde que despertó así que esa sensación en su estomago le dolió un poco.

 

-¿te parecemos divertidos? – preguntó Jung Min recibiendo un asentimiento como respuesta.

-te trajimos algunos regalos – dijo Sandara con más confianza acercándose  a la camilla con unas bolsas en sus manos. – no sabía que comprar, pero traje esto – sacó un peluche de tamaño mediano. Era un cerdito de color crema con un moño rosa en su cabeza.

-eso parece de niñas – hizo un puchero al sentirse triste por su primer regalo.

-¡te lo dijimos! – exclamó Hyun Joong sonriendo

-¡cállate tonto! – Contestó Sandara  - a mi me gustó – dijo tomando al peluche de una oreja – exhaló – pero si no lo quieres no importa – iba a meterlo en la bolsa de regalo, pero otra mano la detuvo.

-lo quiero – dijo Ji sonriéndole – es bonito – lo atrajo hasta él colocándolo sobre sus piernas y abrazándolo con delicadeza reposando su cabeza sobre la de éste – y suave – cerró los ojos con tranquilidad. Sandara sonrió satisfecha.

-ya vieron si le gustó – señaló a sus tres compañeros.

-¿Cómo te llamas? – preguntó viéndola

-es cierto… no recuerdas nuestros nombres. Mi nombre es Sandara Park, pero puedes decirme Dara.

-¿Dara?

-es más rápido jeje

-¿eres una nonna?

-¿Ah?… - eso le tomó de sorpresa y a su pesar tuvo que aceptarlo – sí

-es nonna de todos – Young Bae lo dijo como quien no quiere la cosa.

-¡Bae! – la rubia no dudó en reclamarle ante su comentario.

-te ves muy joven – dijo Ji

-lo soy, solo que a éstos les gusta molestarme

-ahm… Dara nonna, te llamaré así… ¿está bien? 

-sí, está bien

-Dara nonna ¿Qué tienes en la otra bolsa? – preguntó curioso viendo el otro paquete.  -¿me puedes mostrar?

-claro es para ti – alzó la bolsa más pequeña - ¡tatam! – una caja de chocolate salió del empaque

-¡chocolate! – exclamó emocionado. No le había agradado su desayuno en la clínica.

-toma – Dara se lo extendió, pero antes de que Ji lo tomara la psicóloga lo cogió.

-lo lamento, pero no puedes comer chocolate – dijo con la caja en sus manos

-¿Por qué? – preguntaron Ji y Dara

-el chocolate puede complicar tu estado. Tu sistema digestivo está muy sensible, y al no haber consumido nada de esto por más de un mes puede afectarte gravemente.

-lamento haberlo comprado, no lo sabía – Sandara  hizo leves reverencias disculpándose.

-descuida, cuando le den de alta ya podrá comerlos, pero en pequeñas porciones.

 

-¡yo también te traje algo! – Jung Min fue hacia él con sus otros dos compañeros siguiéndolo.  Colocó la bolsa sobre la sabana y  de ahí sacó una prenda roja  - vi esta casaca en una tienda exclusiva y la compré. Es hermosa a mi me encantó ¿te gusta?

-¡sí! Es preciosa. El color es tan resplandeciente. Todos los detalles…. ¡Me fascina! – dijo tomándola mirándola maravillado.

-tengo buenos gustos. – Sonrió – por cierto mi nombre es Park Jung Min

-¿Park?… ¿son hermanos? – preguntó a ambas personas, pero estas solo rieron

-¿yo hermana de éste?… ¡Que Dios me salve! – dijo Dara mirando el techo.

-¿Cómo podría ser su hermano?… mírala… es enana – dijo con la cara a punto de explotar a  carcajadas, pero al ver la mirada asesina de su amiga regreso a la normalidad. – perdón

-solo por que JiYong está aquí no te digo nada, pero espera que salgamos

-ahm… mejor pasemos a mi siguiente regalo – intervino JiYong. No le gustaba como se estaban hablando esos dos chicos.

-bien, éste es mi regalo – dijo Young Bae. Él había comprado un reloj de oro que en vez de números indicando la hora tenía rubíes. Abrió la cajita y rodeando una almohadilla estaba dicho objeto -  he notado que te gusta cosas extravagantes por eso compré este reloj

-brilla mucho – dijo embobado

-jajaja… sí es oro

-¡Oro! ¡Wow! ¡Tengo un reloj de oro! – dijo totalmente emocionado. En su mente de once años tener algo de oro era sumamente excitante.

-cuando te cures podrás usarlo por mientras debes guardarlo ¿sí?

-¡sí! Lo guardaré y lo cuidaré como oro – dijo sonriente y los demás rieron por su comentario tan acertado.

-bueno mi nombre Dong Young Bae o simplemente Bae

-Bae, me gusta cómo suena Bae… Bae… Bae

-solo falta el mío -  dijo Hyun Joong – estoy seguro que no tendrás palabras para esto – la confianza con la que hablaba entusiasmó a JiYong. – espero lo cuides – sin más lo mostró – es el último modelo de PSP que se ha  creado…. Aun no lo lanzan al mercado, pero gracias a algunos amigos lo pude obtener y… tú eres el primero en tenerlo.

-¡¿es enserio?! – sus ojos y su boca estaban abiertos esperando la afirmación

-sí

-¡¡aahhh!! ¡Es increíble! No puedo creerlo, soy el primero, yo ¡¡¡¡sí!!!!  - decía con el equipo en sus manos. Abriendo la caja y admirando esa belleza. –Increíble – murmuró

-soy Kim Hyun Joong, pero puedes decirme Joong

-gracias Joong – en verdad estaba muy agradecido.

 

-chicos, estoy muy contenta porque vinieran a ver a su compañero. Le han alegrado el día.

-es lo mínimo que podíamos hacer – dijo Sandara

-gracias  por venir a verme – dijo Ji rodeado de sus regalos

-no es nada, pero ya debemos irnos. Tenemos algunas cosas que hacer – habló Bae

-está bien, vayan

-cuídate – le dijo Jung Min

-ustedes también. Mañana vendrán ¿verdad? – les preguntó a todos

- sí – sonrieron. No esperaban ese recibimiento, pero al parecer tuvieron mucha suerte. – Adiós – todos se retiraron.

 

-Adiós – movió sus manos despidiéndose. – Son muy buenos – dijo viendo sus obsequios

-tienes grandes amigos – comentó sonriendo

-sí, aparte me hacen reír  hehehe

-ahora debemos guardar todo – tomó las bolsas y las preparó para que recibieran sus contenidos.

-¿Por qué? – su sonrisa se borró e hizo un mohín en su reemplazo.

-tienes que tomar un descanso, es necesario, y luego de reír tanto es obligatorio.

-bueno, pero puedo dormir con él – abrazó al peluche

-sí, con él sí. – ella metió las cosas en las bolsas y dejó  que JiYong se recostara en la camilla abrazando ese cerdito. Pasaron unos minutos y lo vio dormido. Acomodó las sabanas sobre su cuerpo y se retiró llevando las dádivas a una sala especial.

 

******************

 

-¿Seung hyun te ha llamado?

-¿recién te preocupas? – contestó molesta

-mujer…

-ayer fuiste muy duro con él. Debe estar muy resentido y triste por tu actitud.

-pero… - chasqueó la lengua – me molestó mucho su comportamiento, y…

-y que fuera a ver a JiYong te molestó mucho más – dijo exhalando, intentando mantener la conversación con tranquilidad.

-a mí… también me dolió tratarlo de esa manera. – dijo con culpa

-cariño – ella lo llamó. Conocía a ese hombre como a la palma de su mano, tantos años de casados, además de novios y de amigos. Tenía un buen corazón, pero a veces se dejaba dominar por las costumbres cavernarias o anticuadas que tenían las personas orientales.  – Seung es un chico de mundo. Quizá es joven, pero él está empezando a tomar decisiones por sí solo. Acaso imaginas cuán difícil fue para él aceptar que ese chico le gustaba. Nosotros sabemos cuánto lo odiaba. Esa sed de venganza que lo carcomía, viste lo que fue capaz de hacer por venganza, pero no es malo… lo criamos nosotros, con amor, paciencia y sin prejuicios. – Tragó porque para ella también era espinoso – démosle una oportunidad. – Su esposo la miró sorprendido – hagámoslo por él. Si  se da cuenta que lo que siente por JiYong solo es ilusión lo dejará ir.

-¿y si no? – preguntó con temor

-si no, lo apoyaremos para que pueda soportar las criticas. Nuestro hijo es alguien muy valeroso, no es justo darle la espalda en una situación como esta.  – enlazaron sus miradas y un suspiró fue suficiente.

-está bien… lo apoyaremos.

-¡sabía que aceptarías! –lo abrazó

 

******************

 

-¿Por qué te estás quedando en tu depa? – dijo sacando del mini bar dos latas de cerveza

-mis padres lo saben – cogió una de las latas y le dio un sorbo largo.

-¿Qué saben? – se sentó frente a él

-que me gusta JiYong  - dio otro sorbo largo y terminó la lata

-cof… cof… ¡¿Qué?!  - el liquido se atoró en su garganta de la sorpresa, pero después se recuperó.

-mi padre nos oyó en la clínica – se llevó las manos a la cabeza. Toda la noche estuvo pensando en que hacer, como continuar… ¿si debía continuar con esto que sentía? Todo era tan confuso. Apenas y durmió un par de horas antes de ir a rendir su examen. Qué bueno que era viernes y ya no tendría que preocuparse por estudiar.

-¿te echaron… de casa? – preguntó asustado

-no… yo me fui, mi padre me dijo que no quería que lo volviera a ver ni que lo buscara

-¿y qué respondiste?

-que no lo iba a hacer obviamente

-aish Seung,  ahora que vas a hacer

- no lo sé, te juro que no pensé que las cosas se complicarían tanto de un momento a otro.

-cualquier cosa que necesites cuenta conmigo

-gracias

-Seung… ¿irás a la clínica hoy?

-ahm… iré mañana. No quiero que JiYong me trate mal otra vez.

-no te resientas

-él se acuerda de mí, pero en la etapa donde me odiaba

-sí, me di cuenta, pero ahora es tu oportunidad. – Seung lo miró – la mente de JiYong es como la de un niño, si tú le haces entender que ahora son amigos entonces dejará que te acerques a él.

-¿amigos?

-no vas a ir y decirle que te gusta… lo vas a traumar – rió

-¡desde luego que no! – le tiró un cojín

 

******************

 

SÁBADO

 

-lo que bota los exámenes  es que ha sufrido ligeros daños debido a la falta de  aire en sus pulmones y también porque tenía agua en ellos. – explicó el doctor Park

-pero entonces no va a recuperarse

-no se alarme. Es normal que se haya visto afectado, pero él está bien.

-¿y su memoria? ¿Cuándo recordará todo?

-eso no se lo podría decir, podría durar días, semanas, meses, años o tal vez nunca recuerde. Mas que todo va a depender de cuanto él quiera recordar. A veces los pacientes borran u olvidan la parte de sus vidas donde sufrieron mucho y no quieren recordar, y vuelven a la etapa donde fueron felices, o por lo menos era mejor que su presente.

-entonces debemos hacer que él recuerde

-tenemos que tomarlo con calma. Un recuerdo fuerte podría desestabilizarlo. Le crearía confusiones y traería consecuencias graves. No podemos  forzarlo a recordar.

-será como usted diga doctor.

 

******************

 

-ya llegamos

 

Ambos amigos bajaron de sus autos y entraron a la dichosa clínica. Era casi mediodía así que solo estarían un rato y luego irían a comer. Se dirigieron al ascensor, al llegar al piso las puertas se abrieron dejando ver a la madre del pelinegro.

 

-señora Choi buenos días – saludo Dong Wook. Podía sentir la tensión entre ambas partes.

-buenos días. Seung quiero hablar contigo

-tengo que ver a JiYong – dijo caminando, pero su madre habló

-tu padre lo aceptó – las palabras fueron dichas sin ningún titubeo.

-¿Cómo? – volteó a mirarla

-si quieres estar con JiYong… nosotros te apoyaremos – le sonrió

-¿lo dices de verdad? – preguntó incrédulo de que un día para otro hayan cambiado de opinión.

-sí hijo. Nosotros no queremos perderte, y sí tú has tomado aquella decisión respecto a tus sentimientos, no somos quienes para prohibírtelo.

-mamá…

-ve a hablar con JiYong. De seguro quiere verte – dijo sonriente

-JiYong no quiere verme – dijo melancólico.

-¿Por qué? – se acercó

 

-JiYong solo recuerda al Seung de doce años – acotó Wook

-no entiendo

-¿no lo has visto? – preguntó su hijo

-solo vine a hablar con el doctor. Me comentó que tenía una pérdida de memoria.

-mamá, JiYong cree que tiene once años. El me recuerda de la escuela, todo lo que hemos vivido estos meses lo ha olvidado.

-no estaba enterada. No hondé mas en ese tema, solo quería saber cuándo se recuperaría. – dijo sorprendida

-por eso estamos yendo a verlo para ver si hay algún avance. – dijo Wook

-entonces vamos – la mujer cogió a los dos y se encaminaron a la habitación.

 

******************

 

-¡Perdí! – Exclamó frustrado – No puedo ganar a mis hyungs

-No te des por vencido. Juguemos otra partida – dijo Joong. Tomó las cartas de todos y las volvió a repartir entre los cuatro. Quedando cada uno con siete cartas excepto JiYong que tenía ocho – Bien inicia tú

-ok – el menor, miró sus cartas y arrojó el numero que no le servía.

-ahm… ésta – Bae tomó una carta de la baraja y lanzó un cuatro de corazones.

-hehe… - Jung cogió la reciente carta y bajó de su mazo las cartas número cuatro de los diferentes palos existentes. – creo que ganaré

-No cantes victoria – comentó Joong con una sonrisa. Tomó una carta. Sus tres rivales lo miraron y éste rió. -¡qué les dije! – lanzó su mazo y sí. Hizo una cadena de cuatro números seguidos del mismo palo, y reunió  tres de los cuatro sietes de la baraja. Dando por terminada la recienta partida.

-¡No es justo!  - Ji frunció el ceño

-¡Estás haciendo trampa! – se quejó Bae

-¡Es imposible que ganes así! – igual que  los otros dos  Jung min alzó su voz de protesta.

-Estoy de suerte chicos. No lo puedo evitar – dijo con autosuficiencia.   

-Ya no quiero jugar – el menor de todos dejó sus cartas.

-yo tampoco – dijo Bae

-ni yo -  repitió Jung  

-que picones - susurró  Joong ganándose diversos reclamos de los demás.

 

-tengo hambre – comentó JiYong sobando su pancita.

-¿Por qué Sandara tardará tanto? Ni que la cafetería estuviera tan lejos – acotó Bae

-seguro está molesta porque no la incluimos en el juego – dijo Joong

-se está vengando – comentó el más alto

 

-¿Quién se está vengando? – la voz femenina de Sandara resonó en la habitación.

 

-¡Nonna! – exclamó feliz el menor al verla con las bolsas de los bocadillos que fue a comprar. Sin embargo, al ver bien, su entusiasmo fue decayendo. - ¿tú de nuevo? – expresó molesto.

-Ji… es Seung – comentó Sandara entrando con el nombrado a la habitación seguido de Dong Wook.

-No lo quiero ver – agarró su peluche, que estaba a su lado  y lo abrazó tapándose la cara.

 

Los presentes se miraron sin saber cómo reaccionar. Seung exhaló, “otra vez lo mismo”  pensó entristecido, pero para su felicidad su madre estaba presente y ella le sonrió cómplice. 

Ellos la vieron acercarse a la camilla, quienes estaban sentados cerca de ésta se apartaron.

 

-JiYong… - lo llamó con su maternal voz. Posó su mano sobre el cabello castaño revolviéndolo con suavidad. El menor dubitativo  de aquel tacto levantó su mirada encontrándose con esta mujer que en su vida había visto. -¿Cómo has estado pequeño?

-¿usted… quién es? – preguntó con un poco de miedo.

-soy la madre de Seung hyun – cuando terminó de decirlo todos se pusieron expectantes por la respuesta que daría JiYong, pero aquello causó que los ojos marrones se cristalizarán. - ¿te sientes bien? – preguntó preocupada

-usted… if… miente.  – contestó alejándose de ella y comenzando a llorar. – no…if… es… if… usted – sollozó escondiendo su rostro en el muñeco.

-¿mamá llamó al doctor? – Seung habló nervioso al verlo llorar así.

-salgan todos. Déjenme con él – dijo ella

-¡pero mamá!

-hazme caso Seung – dijo seria. Uno a uno los estudiantes fueron saliendo dejando la habitación. – JiYong, primero debes calmarte – lo tomó de los hombros – entiendo que es difícil para ti despertar y no reconocer a nadie.

-no… if… enti…endo… if… if – su mente estaba muy confundida. Ver personas que le sonreían, pero que para él eran desconocidas, lo embrollaba magnamente.

-está bien. Fue un error mío darte más información de la que puedes captar en estos momentos  - como pudo abrazó al joven escuchando sus leves jadeos. – Intenta tranquilizarte para que podamos hablar – le acomodó el cabello tras la oreja y con parsimonia lo confortó.  - ¿mejor? – preguntó pasado varios minutos.

-sí –respondió con voz agotada por su reciente llanto.

-¿te parece quedarnos un tiempo más de esta forma? – cuestionó sonriéndole recibiendo un asentimiento por respuesta.

 

******************

 

-¿Por qué tarda tanto?

-tranquilo hyung… está con tu mamá. Nada malo puede pasar. – dijo Bae

 

Los seis jóvenes se mantenían parados fuera de la habitación. Estaban preocupados se notaba en sus rostros. Él mas angustiado era Seung hyun temía que por esas palabras JiYong sufriera una recaída tal y como había dicho el doctor.  Prefería ser tratado mal por el menor antes de verlo dormir sin despertar nuevamente.

 

-uhm… chicos  ¿quieren comer un poco de lo que compré? – preguntó Sandara tratando de amenizar el ambiente.

 

Tiempo antes, ella estaba en la cafetería comprando algunos bocadillos para tener un pequeño aperitivo antes de almorzar. Había comprado lo que sus compañeros pidieron y lo que la enfermera recomendó comprar para JiYong. Cuando estaba de regreso a la habitación se halló con ambos Choi y la madre de Seung, por eso es que juntos entraron al lugar.   

 

-¿no quieren? – repreguntó, pero en vez de respuesta obtuvo una pregunta.

-¿Con ustedes él reaccionó igual? – cuestionó Dong Wook

-ahm… no. – Miró a sus demás compañeros y éstos la apoyaron – ayer parecía estar de muy buen humor.

-¿vinieron ayer? – esta vez fue Seung hyun el que habló

-vinimos después de clases. Él estaba con la psicóloga y pasamos un rato agradable, riéndonos con él. – afirmó Joong

-tal vez fue porque le trajimos regalos – comentó Jung min

-¡no fue por eso babo! – exclamó Sandara. –si él no reaccionó mal fue simplemente porque no le dijimos nada del presente. Más bien nos presentamos.  Aunque Joong dijo que éramos compañeros de la universidad.

-¿y no dijo nada? – preguntó Wook

-ellos le dijeron que me ignorara, y no le dimos mas vuelta al tema – respondió Joong

-¿Por qué no tratas de acercarte a él? – Bae se dirigió a Seung

-no quiere ni verme, ustedes lo oyeron

-tiene razón. – Dijo el otro Choi – deja de ser tan terco Seung, si de verdad quieres que JiYong  acepte tu amistad tienes que juntarte con él. Conózcanse nuevamente. En fin de cuentas JiYong solo hay uno y él que conocemos debe estar guardado en algún lugar.

-¿si quieres te ayudamos? – dijo emocionada Sandara

 

Viendo el entusiasmo en sus compañeros él no podía negarse, sabía que también quería  estar cerca del menor. Lo necesitaba aunque no fuera por las mismas razones que sus compañeros creían, solo Wook.

 

-trataré 

 

******************

 

-¿Por qué vino  a verme?

-porque eres  alguien especial– respondió sincera sin dejar de mimarlo.

 

Cuando el castaño se calmó ella lo ayudó a recostarse de lado para que pudieran hablar.  Se dio cuenta que a él le gustaba  las caricias sobre su cabello y su rostro y se mantuvo haciéndolo para que entraran en confianza.

 

-¿soy especial? – desvió su vista del cerdito que estrechaba en sus brazos y la miró

-claro que sí. Eres un  chico muy lindo e inteligente.

-sí, lo sé  -aseveró  sonriendo

-alguien parece tener mucha confianza.

-jajaja… pero es verdad

-no lo he negado

-uhm…  - frunció los labios

-¿Qué ocurre?

-¿puedo preguntar?

-claro

-¿yo… enserio tengo 18?

-sí

-pero… no me siento así

-es porque tu cerebro ha olvidado los últimos siete años

-¿no miente?

-estoy diciéndote la verdad

-entonces… - tragó – Seung…

-mi hijo – aclaró

-sí, su hijo… ¿es  ese… chico?

-sí. Así como tú Seung también ha crecido. Ya no es ese niño que conociste en la escuela, él ahora tiene 19 años. – le dijo tranquilamente

-¿y porque me viene a ver? – Preguntó - Nosotros no nos llevamos bien… - murmuró más para él que para la mujer. Él recordaba que hace unos días junto a sus amigos, le habían quitado su comida a Seung.

-porque es tu amigo

-¿mi amigo?… ¡oh! – abrió ampliamente los ojos

-¿Qué? – lo miró alarmada

-¿mis amigos? ¿Dónde están mis amigos?

-a tus amigos ya no los ves desde hace mucho porque te mudaste

-¿me mudé?

-sí

-ah… - entendió

-quiero pedirte un favor

-¿Cuál?

-deja que Seung te visite

-¿Por qué? – arrugó la frente

-porque le preocupas mucho. Él te considera su amigo. – JiYong se sorprendió al oírla. Después de todo lo que él le había hecho el mayor le consideraba su amigo. – él te protege y ha pasado varios días cuidándote.

-¿me protege? ¿De quién?

-ahm… de quien quiera lastimarte, eres como su hermano pequeño.

-a mí… no me simpatiza – dijo muy bajito

-hazlo por mí – lo miró con esos ojos de madre que él no podía rechazar. Exhaló.

-trataré

 

Ella le sonrió agradecida.

 

-cuando lo conozcas te darás cuentas por que es tu amigo

-aja

-haré que entre

-¿ahora? – pensó que esperarían un poco más de tiempo

-una cosa más – dijo poniéndose de pie – tú quieres mucho a Seung, hasta me atrevería a decir que es tu mejor amigo

-¿ah? – eso no  se lo creía, era imposible.

-diré que pasen – fue a la puerta  y llamó a los demás.

 

Los seis entraron, pero Seung se colocó detrás de todos para no alterar al menor.

 

-ahm… Dara nonna – JiYong llamó a la rubia

-¿sí?

-ten…tengo hambre – dijo cohibido.

-entonces hay qué comer.

-sí a comer.    

 

Los jóvenes se acomodaron donde pudieron y probaron los bocadillos que Sandara había comprado. La madre del pelinegro veía como el menor comía en silencio y de vez en cuando miraba de reojo a su hijo, y Seung hacía lo mismo y cuando coincidían ambos apartaban la mirada.

 

-ah… ya me calmó el hambre – dijo un satisfecho Jung

-a mí también – dijo Joong

-yo ya debo irme – expresó Bae

-¿ya te vas? – preguntó JiYong

-tengo que salir con mi padre

-yo también debo irme – habló Sandara

-pero nonna… - hizo un puchero

-vendré otro día

-está bien… ¿Quién mas se va a ir? – preguntó resentido

-no te molestes. Tenemos cosas que hacer, pero vendremos pronto. 

-como gusten – se echó en su camilla y abrazó su peluche ignorando si lo miraban o no.

 

Sus compañeros rieron silenciosos al ver su comportamiento. Se notaba que si no lo complacían se molestaba rápidamente. Muy temperamental.

 

-Adiós JiYong

-nos vemos

-cuídate

-dulces sueños

 

Luego de un rato no se oyó voz alguna. Con cautela alejó el peluche y observó el lugar. No había nadie, se sintió triste y recordó las palabras de aquella mujer.

 

“eres como su hermano pequeño”

 

-bah… ni que lo necesitara – se acomodó nuevamente y durmió.

 

******************

 

-buenas tardes señora Choi – saludó su empleada al verla llegar a su residencia

-hola…. ¿Ya llegó mi esposo?

-sí, está en su estudio

-iré para allá

-¿no va a almorzar?

-ya almorcé, gracias

 

--------------------------------

 

-ya llegaste – dijo el señor Choi al ver  a su esposa entrar a su estudio. -¿A dónde fuiste? – preguntó dándole un beso

-fui a la clínica  - contestó al separase. El hombre inicialmente se descuadró, pero retornó.

-¿así? – sonrió forzoso

-me encontré con Seung

-¿estaba ahí?

-sí… - rió al ver su expresión. – ya le dije que lo apoyamos.

-¿Qué dijo?

-está agradecido

-¿y porque no vino contigo?

-se quedará a cuidar a JiYong

-ok – aceptó  respirando calmadamente. Tenía que acostumbrarse.

 

******************

 

POV JIYONG

 

-¿somos amigos?

 

Me había despertado hace unos cinco minutos y me sorprendió  ver a ese chico. Él estaba echado sobre el mueble de la habitación al parecer dormía. Era increíble creer que él fuera Seung hyun. Son completamente diferentes.  Seung es gordo, de mi tamaño, tragón, sin estilo, tonto, etc… lo describiría infinitamente por todos sus defectos, pero ese de ahí es delgado, así que no debe comer mucho, y es alto muy alto, y su ropa me gusta aunque me sigue pareciendo tonto. Lo único que reconozco en ambos son sus ojos. Me causan cierto miedo.

 

¿Qué pudo suceder para que seamos amigos?

 

Él no me cae, y yo no creo que él  haya olvidado lo que le hice. Seguro quiere venganza por eso es tan cercano a mí. No le voy a dar el gusto. No confió en él, ni confiaré.

 

-mmh…

 

¡Se movió! Mejor me duermo.

 

FIN POV JIYONG

 

El pelinegro giró incomodo en el sofá donde dormitaba. Desperezó sus ojos y los abrió despacio. Suspiró. Después de comer con su madre y Dong Wook, él había decidido quedarse a cuidar a JiYong. No obstante, al entrar lo vio durmiendo así que por esa razón él también decidió descansar un rato.

 

-que dolor – se quejó al sentarse. No volvería a dormir en un mueble como ese jamás.  Su espalda punzaba a morir.

 

A duras penas se enderezó. Hizo un par de estiramientos y relajó su cuerpo. Vio dormido a ese lindo chico y fue a él, jaló una silla cerca de la camilla y se sentó.

 

POV SEUNG

 

Si tan solo me recordaras sería muy feliz, pero temo que si fuerzo tus recuerdos no podría siquiera intercambiar unas cuantas palabras contigo.  Si debo iniciar desde cero para que me aceptes aunque sea como tu amigo lo haré. Apartaré de mí estos sentimientos y sólo me centraré en tu bienestar.

 

-lo prometo…

 

FIN POV SEUNG

 

El mayor cogió la mano más pequeña y reposó su mejilla sobre ésta cerrando los ojos.   Su corazón aceleró los latidos al sentir esa piel tersa.  Ansiaba tanto abrazarlo como antes. Cuando el menor permitía que lo abrazara aunque no le gustase.

 

-te quiero… y –murmuró

-¿de verdad?

 

Al oír la suave voz, abrió los ojos. Éstos lo miraban serios y él se sentía asustado. Estuvo  a punto de decir sus sentimientos de no haber sido interrumpido.

 

-¿Qu…ué? –tartamudeó

-¿me quieres? –preguntó

-yo… sí

-¿Por qué dudas?

-no dudo… ¿hace cuanto despertaste?

-antes que tú

-¿antes?

-sí

 

Seung soltó la mano ajena y se aclaró la garganta.

 

-debiste despertarme

-¿para qué?

-para hacerte compañía

-no necesito tu compañía – dijo por simple reflejo. Ni siquiera lo pensó.  Mordió su labio al ver la mirada estupefacta del mayor – eres tonto

-¿Por qué lo dices? – decidió hacer caso omiso a lo anterior y se dedicó a admirar sus gestos y expresiones.

-pareces tonto cuando miras y no haces nada

-no es que no haga nada, estoy estudiándote

-¡¿acaso soy un bicho?! – alzó la voz haciendo reír al mayor

-me agradarías como bicho

-¿Qué? – lo miró indignado

-Digo la verdad – dijo sonriendo

-¡babo! – hizo un mueca de molestia

-no querías que hiciera algo, pues lo estoy haciendo… fastidiarte

-¡vete!… no quiero hablar contigo – se abrazó al muñeco tapándose la cara

-quítate eso de la cara – dijo tomando la cabeza del animal con una mano

-¡suéltalo! – lo apretó mas

-¡te vas a ahogar! – con sus manos retiró con fuerza el chancho.

-¡devuélvemelo! – se sentó

-ya basta, eres muy malcriado y no voy a estar soportando tus berrinches – dijo muy serio

-nadie te lo pidió

-¡lo hice por ti! – gritó exasperado. – si permanezco aquí es porque sé que dentro de ti esta MI AMIGO y me necesita, y prometí nunca dejarlo solo. Nunca.  Entiendes. Así que más te vale comportarte bien – con su mirada lo amenazó y logró espantar al menor. –ya no soy aquel niño tonto con el que jugabas a tu antojo. Las cosas han cambiado y es mejor que te vayas acostumbrando. –junto al peluche fue al sofá donde había descansado y se sentó.

-eres malo – murmuró el menor, pero una mirada molesta del pelinegro lo hizo callar. Exhaló.  Se recostó intranquilo, ya no tenía sueño y la presencia del otro no era agradable. No tenía el regalo que le dio su nonna. No tenía nada.

 

“lalala…lala…lalala…lala…”

 

El menor se dejó llevar por el sonido dando con el causante.  Seung sacó de su casaca su teléfono y contestó. Vio como intercambiaba una que otra palabra con la persona de la otra línea, no parecía muy feliz. En una parte de la conversación notó que hablaba de él.

 

-estoy con él – dijo viéndolo – no sabe quién eres, pero inténtalo.

 

Seung se enderezó y caminó hasta JiYong estirando su mano con el móvil en él.

 

-¿Qué? – preguntó confundido

-quiere hablar contigo

-¿Quién?

-tu amigo – colocó el equipo en la mano del menor y éste se recostó en la almohada llevando el aparato a su oreja.

 

-¿hola? – esperó impaciente oír la otra voz

-hola JiYong – una voz alegre y amable lo  saludó –Seung me dijo que no nos recuerdas. Es una pena, pero estoy seguro que pronto te recuperarás. Soy Yunho.

-¿Yunho?

-tranquilo. Dudo que me recuerdes, pero podemos ser amigos de nuevo. ¿Cierto?

-ahm…bu…ueno – contestó nervioso

-jajajaja…

-¿Por… por  qué… te ríes? – esa risa lo amilanó.

-sigues siendo él mismo

-¿así?

-cuando conversamos por primera vez recuerdo que tartamudeabas tal como  ahora –decía calmado – hasta en algunas ocasiones no sabías que responder

-¿y… y es bueno?

-bueno, eso significa que eres el mismo JiYong que conocí.

-oh… ehm… ¿Cuándo… vendrás?

-lo lamento Ji. No puedo ir

-¿Por qué?

-estoy en EEUU aun tengo clases.

-oww…  - jadeó afligido  

-pero te llamaré y podremos hablar de todo lo que quieras

-lo prometes

-¡sí!

-está bien – sonrió

-Ji, ¿Seung está contigo o salió?

-él… - lo miró y éste estaba  parado de espaldas viendo por la ventana – está acá

-¿Cómo te llevas con él?

-uhm… es un pesado

-jaja… ¿enserio?

-sí, es muy fastidioso… y me quitó mi peluche

-¿Qué peluche?

-el que me regalaron

-de seguro tenía sus motivos

-¡no los tenía!

-ok. No los tenía.

-sí

-aun así deberías darle una oportunidad. Cuando fui a verte, él estaba contigo, dejó de ir a la universidad para poder cuidarte. En verdad te quiere mucho.

-no lo sé

-trata de ser paciente, las cosas sucederán como deben ser. Promete que intentarás ser más cercano a él.

-¡no!

-hazlo por mí… por tu hyung

-¿hyung?

-así es como me llamas, anda. Promételo.

-aish… lo prometo

-gracias Ji, ahora pásame con Seung.

-¿no quieres hablar conmigo?

-tengo que salir un rato, pero en unos días hablamos

-bueno, adiós

-adiós

 

JiYong alejó el teléfono de su oreja y llamó a Seung.

 

-¡oye! –alzó la voz

-¿Qué? – contestó volteando

-ten – le extendió el equipo y el pelinegro lo tomó – habla con hyung – al escuchar como lo llamó se sorprendió.

 

-aló

-Seung ¿Por qué le quitaste su peluche a JiYong?

-¿Qué?

-es broma jajaja – rió – hablando enserio solo quería agradecerte por estar cuidándolo

-no tengo problemas con hacerlo – fue a la ventana

-igual te lo debía.

-No te preocupes.

-¿sabes cuándo lo dan de alta?

-creo que mañana

-¡qué bien!

-supongo

-y ya sabe todo lo que…

-no sabe nada – dijo en voz baja

-y cuando se lo van a  decir

-no lo sé

-pobre. Te estaré llamando para que me comuniques con él, o si no le das mi número y así es más fácil

-ok, lo haré

-adiós Seung

-adiós

 

Después de unos minutos Seung tomó el peluche del sofá y lo llevó hasta el menor quien lo miró confundido por esa acción.

 

-¿no lo quieres?

-¡sí lo quiero! – rápidamente lo acogió en su regazo. – Gracias - susurró

-perdón por habértelo quitado, solo que olvide que estaba tratando con un niño. – esperó que sus palabras causaran enojo en el castaño, pero éste no dijo nada solo se quedó viéndolo. Obvio, éste se consideraba un niño.  – JiYong no quiero estar mal contigo, no quiero discutir. Quiero que seamos como antes.

-pero… - agachó la mirada – tú ¿no me odias?

-¿odiarte?

-por… las cosas que te hice – el tono de su voz disminuyó con cada palabra.

-ya no – sonrió. Esa timidez que presenció le recordó a su JiYong. Sus amigos tenían razón. JiYong seguía siendo JiYong.

-entonces… ¿quieres… ser mi amigo?

 

POV SEUNG

 

“Amigo”

 

-está bien, vamos a ser amigos

-amigos – estiró su dedo meñique – tú también – lo imité y los enlazamos – amigos. Es una promesa. – sonrió

 

Solo eso puedo ser de ti. Ni antes ni ahora podré llegar más allá, ese es nuestro destino. Lo entiendo. Debo sacarte de mi mente y de mi corazón. Me estás dando una oportunidad y no la desperdiciaré.

 

-amigos – te correspondo

 

FIN POV SEUNG

 

******************

 

DOMINGO

 

-como todo ha sido favorable, lo adecuado es darle de alta para que retome su rutina. Si tiene algún recuerdo no duden en llamarnos.

-gracias doctor, pero creo que con lo que nos ha indicado podremos manejarlo, pero si surge algo lo llamaremos.

-bien, solo necesito la firma de usted y podrán llevárselo. – le dijo al abogado del menor que estaba junto a la señora Choi.

-yo firmaré como su apoderado

-sígame

 

******************

 

-ya quiero llegar a mi casa – comentó emocionado

 

Cada uno de los que estaba acompañando al menor, no sabían cómo reaccionaría. Temían que de golpe recordara los hechos sucedidos, pero también comprendían que ese lugar  era donde el castaño había vivido muchos años. Además, Ji ansiaba conocer su nueva casa y se negó rotundamente a ir a la de otro.

 

Seung y su madre  habían informado a los empleados sobre la llegada del menor y éstos prepararían una acogedora bienvenida. Faltaban menos de siete minutos para llegar a la dirección.  El castaño miraba fascinado por las ventanas de los asientos traseros del auto cada tienda, parque o casa. Todas eran hermosas, y grandes.  No recodaba que su antiguo vecindario fuera así.

 

El auto que era conducido por Seung hyun  dobló a la derecha en una calle larga, JiYong que estaba al lado izquierdo veía ese campo fastuoso rodeado de arboles verdes y grandes que se presentaba ante él. Sintió que doblaron nuevamente y observó como unas rejas se abrían a su paso. Unos hombres que estaban al lado de éstas se inclinaron, recibiéndolos.  El auto continuó su camino y él solo veía ambos lados del lugar rodeado de flores y distintas plantas, creyó que era alguna ruta, pero la desechó al ver más adelante una casa, una enorme casa.  

 

-llegamos – dijo Seung deteniendo el vehículo y apagó el motor para después bajar con el resto de acompañantes.

-¿aquí? – preguntó JiYong, pero antes de obtener una respuesta la puerta de su lado se abrió.

-baja – le dijo el pelinegro. Temeroso del lugar, bajó.

 

Vio los otros dos carros estacionados de donde descendían sus otros compañeros. No negaría  que se sentía entusiasmado, pero también muy asustado.

 

-sigamos – dijo la madre de Seung. Cada uno la siguió hasta que estuvieron frente a la puerta de entrada.    – Ven JiYong – lo llamó y éste fue hasta ella. – No tengas miedo – comentó al notar su tensión – todo está bien – él asintió.

 

El timbré de la casa sonó y la puerta se abrió mostrando a un señora con una sonrisa enorme.

 

-buenas tardes joven, bienvenido – le dijo al verlo. Se hizo a un lado y permitió que ingresara.

 

-¡¡Bienvenido a casa joven kwon!! – una fila extensa de todos sus empleados se inclinaron ante él dejándolo boquiabierto.

-hemos preparado un almuerzo especial para usted y todos sus compañeros – dijo la señora Heo. – Pasen por favor – ella caminó y los dirigió al comedor de reuniones que nunca había sido usado en todos esos años, claramente porque no había nada que celebrar, pero ahora si la había.

 

Un tanto atontado el dueño de casa caminó observando con detalle todo el interior, sentía que estaba en un museo. El lugar era sumamente lujoso y pulcro. Conforme avanzó empezó a oír voces y al llegar otra sorpresa más lo recibió.

 

-¡¡JiYong!! – exclamaron los jóvenes que ya estaban ahí.

 

-ellos son tus compañeros de estudio – le informó la señora Choi. A pesar de no reconocer ningún rostro sonrió.  

 

Había mucha gente y sus voces armonizaban el lugar, que jamás se vio tan lleno de vida. Los compañeros que asistieron se presentaron y hablaron con total soltura. El ambiente era bastante festivo. Las risas no paraban de llegar con cada comentario.

 

-justo cuando estaba en camino de cargarla, no sé de donde apareció, pero un perro empezó a seguirme y yo corrí y corrí mientras ella se reía  junto a sus amigas – contó Dong  Wook.

-recuerdo ese día. Fue realmente gracioso verte correr de esa manera delante de tu novia – acotó Seung sonriendo.

-maldito, no me ayudaste – le golpeó el hombro

-era tu rollo no el mío

-mal amigo

 

--------------------------------

 

EN LA COCINA

 

JiYong estaba sirviéndose en un vaso  jugo de mango. Había reído a carcajadas con cada historia que sus compañeros contaban. Jamás se sintió tan feliz, pero agradecía que ellos estuvieran ahí. Aunque los veía como adultos a su lado, pero al verse en uno de los espejos entendió que él era parte de ellos. Quería retomar su vida, sus estudios junto a ese grupo que lo animaba.

 

-aquí estás – escuchó una voz a su espalda y volteó

-hola – saludó dando un sorbo a su bebida

-¿Cómo la estas pasando?

-bien, todos son geniales. Me gusta.

-lamento que no te hayamos avisado, pero todos querían sorprenderte

-¡lo hicieron! –exclamó

-hmm… y ¿ya hablaste con Seung?

-ahm… sí, ahora somos amigos

-uhm… - sonrió – espero que logres juntarte con él como antes.

-¿éramos… muy cercanos?

-esa palabra se queda corta… él y tú paraban juntos como garrapatas. Hasta lograste apartar a mi mejor amigo de mi lado. – comentó Wook 

-oh… jajaja lo siento

-descuida, ya lo recuperé. – Comentó causando la risa del menor - ¿Regresamos a la fiesta?

-sí

 

--------------------------------

 

-¡adiós! – agitaba su mano despidiendo alegre cada auto que partía.

 

La noche cayó y con ella los estudiantes fueron retirándose dejando un enorme desorden dentro de la casa que era remediado por los empleados que en vez de sentirse fastidiados estaban muy animados. Por primera vez arreglaban éste tipo de desorden en la mansión de su joven amo.

 

-oww… ya se fueron – suspiró al ver el último auto partir. Cerró la puerta y admiró el lugar vacío. Sintió un poco de soledad.

-te olvidaste de mí

 

Rápidamente buscó el origen de esa voz.

 

-Seung – caminó al encuentro del mayor. –pensé que te  habías ido. Vi tu carro irse.

-mi madre se lo llevó

-¿y tú como te vas a  ir? – lo miró preocupado

-pues, yo… pensaba quedarme – dijo con temor de ser rechazado

-ah… ¡¿Qué?! 

-¿no quieres?

-ahm… bueno… - no sabía que responder

-el doctor recomendó que te cuidara. No puedes estar solo aun. – explicó

-en ese caso…  - dudaba, pero lo dijo el doctor no podía contradecirlo -  ¡bienvenido!

 

La efusividad del castaño causó las risas de ambos, cuando lograron calmarse fueron al segundo piso. Para JiYong todo lugar que pisaba era completamente nuevo por eso Seung lo guió.

 

-¡wow!… Es enorme – corriendo fue a cada parte de la habitación explorando al detalle los muebles, estantes, adornos, libros… y al final su cama. Sonrió complacido  y no dudó en tirarse en ella. – Es muy fino y huele bien – hundió su rostro en las sabanas sintiendo su delicadeza.    

-tu cuarto es más grande que el mío – dijo Seung ingresando sentándose al borde del lecho.

-¿de verdad? – lo miró

-sí

-lero… lero mi habitación es más grande – le mostró la lengua en forma de juego

-de quien te burlas mocoso – se estiró sobre la cama y alcanzó una almohada -¡guerra de almohadas!

 

Velozmente el menor tomó su “armamento”  y entre los dos comenzaron a  propinarse almohadazos entre risas y jadeos inciales desplumando las claras  almohadas. 

 

-¡Seung duele! – se quejó el castaño al verse casi derrotado por la fuerza del mayor

-¿te lastimé? – Seung detuvo todos sus movimientos acudiendo a ayudar al menor – Ji… -lo tomó de los hombros, pero fue derribado por un acertado golpe en su costado derecho.  -¡tramposo! – gritó

-yo recién he salido de la clínica no es justo que me golpees con toda tu fuerza. -  dijo mirándolo

-ni siquiera puse fuerza  

-mentiroso – volteó su rostro

-ok – exhaló – es hora de descansar – se paró  - yo voy a dormir en la habitación del lado, cualquier cosa que necesites búscame ¿está bien?

-no soy un bebé – infló sus mejillas

-hasta mañana

-buenas noches

 

******************

 

-Seung va a quedarse en la casa de JiYong

-no  nos dijo nada, ¿y sus cosas?

-él me pidió permiso y yo se lo di. Y sus cosas mañana se lo llevaré

-no quiere hablar conmigo

-no es eso, sólo que está al pendiente de Ji

-¿y como está él?  - su esposa sonrió al escucharlo

-a aceptado que perdió la memoria, pero esperamos que pueda recuperarla.

-Seung no ha…

-no le ha dicho nada. No creo que lo haga por el momento – el señor Choi exhaló más tranquilo.

   

******************

 

-se7en gracias por pasarme la información, no tenía de donde estudiar

-te dije que te ayudaría

-aunque es tedioso leer esto

-lo sé. Yo llevo dos horas y solo he leído veinte páginas

-creo que tengo mejor suerte que tú – rió Seung

-por lo menos lees más que yo, así que eso te ayuda

 

******************

 

Cercado de pequeñas plumas se hallaba el edredón que cubría al  menor. Rodaba de un lado a otro su cuerpo.  No tenía sueño.   Fastidiado expulsó con sus pies  la colcha. Se sentó en su cama y encendió la lámpara de la pequeña mesa que se hallaba a su lado. Observó a su alrededor y exhaló.  Quería sentirse  asediado  de atenciones  como en la tarde, donde todos preguntaban cómo se sentía, si estaba bien, si quería algo, etc.

 

-iré a la habitación de Seung – se levantó y con peluche en mano salió de su cuarto. El pasadizo era amplio y las luces estaban encendidas, pero cierto miedo apareció en él.  – los fantasmas… no existen – se dijo a sí mismo. Recordaba que semanas atrás había visto una película de terror con sus amigos y todavía las imágenes no se iban de su mente. – mejor me apuro. – avanzó unos pasos y llegó a la habitación donde estaba Seung.  Dio dos golpes a la puerta, pero no oyó ninguna respuesta. Tocó de nuevo y nada. Con temor tomó uno de los  manubrios y abrió ligeramente la puerta. Asomó su rostro un poco, las luces estaban apagadas - ¿Se…ung? – llamó en susurro

 

-aquí estoy

-¡¡¡¡AAHHH!!! – gritó espantado al oír esa voz ronca en su espalda. No logró evitar que sus piernas flaquearan y lo hicieran caer del susto.

-¿Qué te pasa?  - Seung se acuclilló frente a JiYong  que se cubría los ojos con las manos.

-¿Seung? – preguntó sin descubrir sus ojos

-Ji… ¿Qué ocurre? – Preguntó quitando las manos del menor dejando ver sus ojos rojos - ¿te sientes mal? – se acercó más, pero el peso ajeno sobre el suyo lo hizo caer al piso –Ji…

-if… tengo…  if…miedo – sollozó en el cuello del pelinegro sin dejar de abrazarlo.

-¿Por… por qué? – tartamudeó. No estaba entre sus planes lograr abrazar a JiYong en tan poco tiempo, pero ahora podía y le gustaba la sensación.

-éste lugar… if… es muy grande

-será hasta que te acostumbres – acarició su espalda

-uhm… - alejó su rostro  y miró al mayor quien le dio una cálida sonrisa y acomodó su cabello tras su oreja provocando que bajara la mirada avergonzado  - ¿yo… puedo… dormir contigo?

-con…conm… - estaba que no se  lo creía. Definitivamente quedarse fue la mejor decisión que tomó.  – Claro – respondió sintiendo sus mejillas sonrojarse aunque no más que las del menor – entremos –lo ayudó  a levantarse y se adentraron a la habitación.

-¿A dónde fuiste? – curioseó sentándose en la cama luego de que se hubieran encendido las luces.

-estuve en la biblioteca de tu casa –tomó asiento  junto al menor

-¿para qué?

-mañana tengo un examen, por eso

-ah…que aburrido

-sí, a mí tampoco me gusta, pero no puedo desaprobar

-¿y ya acabaste?

-sí... justo venía a dormir

-ehm… ¿dormimos?

-bu…ueno – ambos desviaron sus vistas del otro. Seung se paró y se quitó su chaqueta negra. Por su parte JiYong, que ya vestía su pijama, se metió bajó las sábanas minutos después Seung  apagó las luces y se acomodó al otro extremo. -¿vas a dormir con el muñeco?  

-¿ah? – miró su peluche. No le parecía molesto –sí

-como quieras…. Duerme  - le dio la espalda   

-hasta mañana – murmuró volteándose.

 

POV SEUNG

 

¡¿Por qué sufro estas tentaciones?!

 

No es justo. Estaba dispuesto a olvidarme de él, pero con sus gestos y acciones no deja de provocarme. Aun peor, ahora está durmiendo a mi lado y ni siquiera puedo acercarme para abrazarlo como lo hacía en mi casa.

 

-Seung… - su voz es tan dulce cuando me llama – Seung… - es música para mis oídos  -¡Seung te estoy hablando! – escucho  su grito y me giro para verlo.

-¿no estabas durmiendo?

-no tengo sueño –dice apenado

-¿quieres hablar?

-sí

-¿De qué?

-¿sabes dónde está el señor JinYoung? No lo he visto en ningún lugar

 

Espero estar haciendo lo correcto. Hoy te he visto reír mucho y no quiero verte llorar como antes. Haré que conserves tu sonrisa.

 

-está de vacaciones

-ah… por eso no lo he visto – sonrió con la respuesta que le di

-está fuera del país  por eso no pudo venir

-cuando vuelva se sorprenderá de verme bien – rió - ¿y sabes si… mis padres llamaron por mi?

-ahm… ellos – como mentirles sobre ellos, yo…

-oh… verdad jaja deben  estar de viaje ¿cierto? – me miró confiando en sus palabras, sólo logré asentir. – bueno no importa.  – Pestañeó – y… ¿Por qué tengo estas vendas? – me mostró sus muñecas envueltas.

-es… porque… peleaste con un tipo y… te hizo cortes, por eso… caíste en coma

-ah… ¿tú no me defendiste? – preguntó viéndolas. Empuñé mis manos, la rabia estaba  ganando espacio de nuevo.

-llegué tarde - mascullé

-¿Dónde está?

-en prisión

-que bueno, no quisiera encontrármelo – Cerró los ojos.

 

Resultaba imposible no percibir la inocencia que emanaba su conducta. Si  hubiera conocido esa parte de él años atrás quizá hubiésemos sido amigos, pero por mi miedo ni siquiera logré hablarle con propiedad. En mis sueños tu imagen golpeándome me provocaba miedo y rabia, nunca se los comenté a mis padres porque ya me sentía bastante avergonzado de mí mismo como para que ellos me defendieran, pero mira como es la vida… esos recuerdos que se volvieron pesadillas ya no me atormentan, en su lugar fueron reemplazados por tiernas y tristes imágenes tuyas que me causan tanta alegría como dolor. 

 

-¿estás durmiendo? – mi mano viaja a su cabello tocándolo con ternura, no hay otra forma. Su respiración tranquila me indica que se ha dormido. Me arrimó un poco poniendo nuestros rostros muy cerca.  Mi mano desciende de su cabello recorriendo su brazo hasta llegar a  su cintura. Es tan estrecha  para ser la de un hombre, pero eso es por mi culpa. Otra vez ese sentimiento de condena me embarga. Recuerdo que le quitaron dos costillas aquella vez que lo masacré en  mitad de la calle. – Discúlpame – quise abrazarlo, pero su insoportable  peluche me lo impidió. Si tan solo pudiera botarlo.

 

 Es mejor dejar de pensar y descansar. Mañana debo ir a estudiar y rendir un examen.

 

FIN POV SEUNG

 

******************

 

POV JIYONG

 

Que flojera. No quería levantarme, pero cuando Seung se despertó yo también lo hice.  Sin embargo no conversamos ya que él se metió al baño y después solo escuché el agua cayendo por lo que supuse que se estaba bañando.

 

Vi la hora y eran las siete de la mañana. Muy temprano para mi gusto. Bostecé y cerré los ojos.

 

 

-JiYong… Ji… - a lo lejos escuchaba como me llamaba – Ji…

-un rato… - me voltee para que dejara de moverme.

-JiYong despierta… -zarandeó mi hombro y exhalé.

-estoy… despierto – murmuré sin abrir los ojos

-¿Cómo amaneciste, dormilón?  - oí su risa floja y lo miré. Estaba sentado a mi costado.

-buenos días – desperecé mi cuerpo

-¿aun tienes ganas de dormir?

-sí

-entonces sigue durmiendo, yo debo ir a la universidad

-¿tan temprano?

-tu casa está un tanto lejos y además mi madre me espera

-¡¿tu mamá está aquí?! – me recosté con premura

-tranquilo, vino a traerme algunas cosas  aparte de mi carro –sonrió

-bueno, y ¿a qué hora vuelves?

-a las dos o tres de la tarde. Depende a qué hora nos dejen salir, pero trataré de estar aquí antes

-está bien

-le he dado mi numero a la señora Heo, la ama de llaves,  para cualquier cosa que necesites.

-gracias

-nos vemos. Adiós – se encaminó a la puerta

-Adiós – lo despedí y me eché para continuar descansando.

 

--------------------------------

 

Aburrido.  Ya no quería estar aquí, todo era tan grande que era pesado y aun faltaban varias horas para que Seung volviera. 

 

-¿Qué puedo hacer?

 

Después de pensarlo y meditarlo por muchos… segundos me decidí por la idea que había estado rondándome desde que me aburrí.

 

-te llevarás una sorpresa

 

Reí.  Con el control apagué el televisor de la sala y fui corriendo a mi habitación. Busqué ropa para cambiarme y bajé a buscar al chofer. Cuando lo encontré le indiqué que fuéramos a la universidad, al inició dudó, pero después de mi insistencia se dio por vencido.

 

-llegamos joven – me avisó.

-gracias –bajé del auto y respiré del aire frío.

-joven lo esperaré para llevarlo

-no es necesario, yo iré con Seung

-entonces me retiro. Cuídese

-Nos vemos

 

Caminé por el lugar y no había alumnos, parecía deshabitado. Ingresé a un amplio pasadizo y se escuchaban voces. Miré a los lados y al parecer eran salones, algunas puertas estaban abiertas. Sin dejar que me notaran desde afuera  miré el interior de éstos, pero no  reconocí a ninguno de los que fueron a mi casa.  Siendo cuidadoso hice lo mismo en varios salones, pero no lograba recordar sus rostros.

 

-¿Dónde estará?  -Salí por el otro extremo  y me senté en las escaleras. El edificio tenía más de un piso y solo había estado en el primero, adema no era el único edificio.  -  ah… me hubiera quedado en mi casa.  – guardé mi cabeza entre mis piernas. Hacía frío.

 

Escuché unas pisadas aproximándose alcé mi cabeza y vi a un chico bastante alto. Él también me miró y se detuvo. Sus ojos me escanearon  y retrocedió unos pasos, parecía… asustado.  

 

¿Se estaba asustando de mí?

 

Iba a preguntarle que le ocurría cuando oí voces conocidas, busqué con mi mirada de donde provenían  y noté que una de las puertas que estaba cerrada ahora se hallaba abierta.  

 

-¡eres un envidioso Jung min! – la voz de una chica  dijo eso era como la de Dara nonna.

 

¡Ese era el salón!

 

Me levanté y corrí  hasta llegar a la entrada. Las caras de la mayoría las reconocí y logré ubicar a Seung hyun, estaba con Dong Wook, Bae, Joong, Jung min, Dara nonna y… una chica pelirroja.

 

-¡¡SEUNG!! –lo llamé mientras me apresuraba a su lugar. Él se puso de pie asombrado.  Ya no debía de buscarlo en los demás lugares. ¡Qué suerte!– Te encontré – le sonreí.

 

POV JIYONG

 

CONTINÚA…  

Notas finales:

Gracias por comentar y leer, me emocionan sus palabras, nos leemos byebye.

 

 

“LOS CLASIFICADOS DE YULJIYONGIE”

 

De seguro han de haber leído este fic, pero no es mala hora para recomendarlo a quienes no. Desde el primer cap me causó intriga y aun lo mantiene jejeje XD pero me agrada y entristece (No sé qué sucederá).

 

Nuestro destino de Jenniiziita ChoiKwon 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).