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Prohibido por Aomame

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Notas del capitulo:

Regresando, lento pero seguro...

 


Prohibido

La noticia

Fue como un temblor. Un temblor devastador que lo derrumbo todo. Al menos así lo recordaría Zero en el futuro. La notica del hundimiento del barco, el que Alexei estuviera ahí, el que Aki estuviera ahí. Fue como si detonaran una bomba.

Perdió la noción de su cuerpo, por un momento quedó en blanco. Sordo, ciego, sin tacto, sin gusto, sin olfato. Estaba perdido en un mundo extraño,  hostil y estaba indefenso.

Poco a  poco comenzó a recuperse, y al hacerlo no pudó evitar pensar que todo, de alguna manera se había derrumbado. No podía creerlo, no podía. Pero al mismo tiempo sabía que era posible. Y la simple posibilidad le arrancaba el corazón.

No supo como reaccionar, no tuvo idea de que hacer, sólo salió de ahí. Corrió intentando escapar de aquella noticia nefasta. Buscó donde esconderse, donde llorar y gritar hasta desgarrarse la garganta.

Para Kaname la situación no fue mejor. Sabían que Alexei estaba ahí, ¿a qué diablos había ido Aki? ¿Por qué Natsuki no les dijo antes? ¿Por qué los estúpidos rusos tenían que atacar el barco? ¿Por qué? Pero sobre todo ¿Por qué no pudo evitarlo?

Era como estar viendo la película de una vida ajena. Eso no podía estar pasando, así de simple. Su hijo no estaba muerto, no quería creerlo. No podía. El impacto de la noticia lo bloqueó por un momento. Reaccionó a penas vió a Zero salir de ahí como alma que lleva el diablo.

Por acto reflejo quizá, lo siguió. No podía dejarlo sólo. No podía y necesitaba…

-Zero-lo llamó con una voz que la parecía ajena.

El peliplateado le daba la espalda, y miraba por la ventana el espeso negro de la noche.

-Zero…-No tenía palabras, no podía siquiera imaginar lo que pasaba por la cabeza de su amante, no podía ni entender lo que pasaba en la suya.

Zero lo escuchó, pero no volteó. Aún no lloraba, aún las lágrimas se acumulaban sin desbordarse. Miraba hacía afuera, esperaba el amanecer, esperaba despertar de la pesadilla.

-No esta muerto-murmuró.

Kaname se odio por lo que iba a decir, se odio como nunca, por que la realidad nunca había sido tan perversa, tan absurda, y tan tangible como ahora.

-Zero, él estaba en el barco, y no quedó na…

-¡Dije, que no está muerto!

El castaño apretó los puños y se enterró las uñas en la palma. Que más quisiera que decirle que era así, que Aki estaba bien, durmiendo todavía en ese momento, que se levantaría con el cabello revuelto y bajaría a desayunar con el pijama puesto y rascándose la panza debajo de la playera. Pero  no, la realidad no era esa. Aunque tampoco había seguridad de su muerte, simplemente, no había señales de él.

¿Podía aferrarse a ello? ¿Podía?

-Tines razón-dijo- Lo siento, Zero, tienes razón.

El peliplateado se giró y lo miró.

-No lo está Kaname, él es muy listo, él no puede morír, no puede- en cada palabra que dijo el castaño dio un paso hacía él- ¡Mi hijo no está muerto!

-No, no lo está-le contestó y lo abrazó. Entonces sí, ambos derramaron lágrimas- Y lo encontraré, Zero, te lo prometo. Lo encontraré y lo traeré de vuelta. No descansaré hasta traerlo de vuelta.

+++

++++++

Pesados, como si en cada uno llevará un kilo de arena, muy, muy, pero muy pesados y sin embargo levantó los parpados. Le dolía todo el cuerpo, tanto que ya no sabía dónde y de que intensidad era el dolor. Desde la primera vez que despertó habían pasado horas, quizá días.  No tenía noción del tiempo y menos del espacio.

Despertó un par de veces y una bruma se apoderaba de su cerebro cada vez. Alcanzaba a ver un rostro apenas y su campo de visión se oscurecía. Otras, comprendía palabras y frases que poco a poco iban perdiéndose hasta convertirse en  nada.

Ahora había alguien  junto a él. Una mujer de cabello negro  estaba a su lado. Cuando ésta se percato de que estaba conciente le sonrió.

-Hola, Buen día ¿cómo te sientes hoy?

Él frunció el ceño y movió los globos oculares para verla mejor. Se dio cuenta de que estaba recostado boca abajo, con el rostro hacía un lado. Era hasta cierto punto incomodo, pero la expectativa de moverse era peor.

-¿Puedes escucharme?-le preguntó la mujer, él asintió haciendo un pequeño movimiento de cabeza- ¡Qué bien! ¿Entiendes lo que te digo?

Volvió a asentir.

-Muy bien. Soy la médico del pueblo. Unos pescadores te encontraron. Al parecer tu barco naufragó, estabas muy herido y te trajeron conmigo. Tienes mucha suerte ¿sabes?

Él despegó los labios, emitió un sonido ronco, y carraspeó.

-¿qué…qué me pasó?-preguntó con un hilo de voz

-No lo sé-dijo ella- alguna explosión. Tenías varias contuciones,  y esquirlas en la espalda, he podido retirlas pero para que sanen te he puesto boca abajo. No es muy comodo, pero es lo mejor. Por otro lado, creo que de no ser lo que eres, habrías muerto.

-¿qué soy?

-Un vampiro-le respondió ella. Y él sintió que los ojos se le cerraban solos.

+++

++++++

-Yue, por favor, deja de llorar.

-¿Por qué pides algo tan irracional, Takuma?

Yue escuchaba a sus padres a lo lejos, discutían. Pero él no quería saber nada. Ya no le  importaba nada. Se levantó y salió de la habitación. La noticia de la supuesta muerte de Aki era como una bomba que había echo pedazos  cada cosa a su alrededor. Estaba devastado, se sentía perdido, herido de muchas formas, moribundo  pero, para su desgracia, vivo. Vivo y asalvo.

Aki, su Aki, su primo, su amante, el amor de su vida, ya no estaba más. Y no podía creer, que lo ultimo que se dijeran fuera un adiós. No podía creer que lo último que vio de él fue su espalda marchandose. No podía concebir  su propia estupidez. ¿Por qué le dijo, lo que le dijo?

¿Habría hecho alguna diferencia si siguieran juntos? ¿Aki se habría quedado? ¿Habría actuado de otra manera? Sí, quizás, sí. Aki cuando estaba enojado o triste, buscaba situaciones que lo hicieran olvidar eso. “Sensaciones adrenaliticas” como las llamaba. Que aunque a veces parecían ser autodestructivas,  lograban aclarar su mente. Aki era así, Aki no hubiera dejado a su mejor amigo a merced de personas que quisieran lastimarlo, pero hubiera actuado diferente, no se habría ido de cabeza contra al muro de esa manera.

Yue encontró a Natsuki sentada en el jardín, miraba el cielo desnudo de nubes pero no de estrellas. Su mirada violeta se perdía en un infinito que su primo no podía describir. Estaba tranquila, sus mejillas mostraban rastros de lágrimas pero a diferencia de él, ya no lloraba.

Ella era quién había perdido más, quizás. No sólo a su hermano gemelo, también a su novio. Ambos se habían esfumado del planeta Tierra con un solo y rápido pincelazo. Debía estar destrozada, debía estar desolada. Pero lucía tranquila.

Yue se acercó y detuvo frente a ella. Sus ojos violetas voltearon a verlo.

-Yuu chan-dijo y le tendió las manos. Yue las tomó, hundió el rostro en aquellas palmas y  lloró con más fuerza.

Su llanto se extendió como un grito, quería que la Tierra se quebrara en mil pedazos, ya que no había nada en ella que valiera la pena. Terminó arrodillándose en el pasto, llorando sobre las rodillas de su prima que se dedicó a acariciarle el cabello con suavidad.

-Nee chan-dijo entre sollozos-. Es mi culpa, si no hubiera terminado con Aki nii, si no hubiera pasado lo de la señora Yuuki, si yo no fuera tan débil siempre… Es mi culpa, nee chan, perdóname, perdóname.

Natsuki  le levantó el mentón y lo obligó a mirarla a los ojos.

-Yuu chan, escucha…

+++

+++++

Cuando abrió los ojos de nuevo, había otra mujer junto a él. Estaba de espaldas y  lo único que podía ver era el largo de un cabello rubio pajizo. La mujer se dio la vuelta y pareció sorprendida de verlo despierto.

-Hola-le dijo- voy a llamar a la doctora.

Segundos después regresó y llevó  consigo a la mujer que viera antes.

-¿Cómo te sientes? ¿Mejor?

Él asintió, aunque no estaba muy seguro.

-Ella es Mikaela-dijo señalando a la chica de cabello rubio paja-Pero puedes decirle Mika ¿verdad?-esto ultimo se lo dijo a ella, y ésta asintió.- Su padre fue parte de  quienes te rescataron. Y me ayuda aquí de vez en cuando. Ha curado tus heridas.

La mujer  volteó a ver a la chica y le pidió algo que él no terminó por escuchar. La chica se fue dejándolos solos.

-Estoy segura que quieres saber más de lo que pasó, ¿no?

Él asintió, abrió la boca y se obligó a hablar.

-Dijiste que era un…vampiro.

La mujer asintió y corrió una silla cercana para sentarse al lado de la cama

-Eres un vampiro, pero me parece que no eres cualquier vampiro. Dejame ser más clara. Las esquirlas que saqué de tu cuerpo, tampoco eran normales. Fueron hechas para eliminar vampiros, para que sus heridas, en caso de sobrevivir, nunca sanaran. Pero tú no eres un vampiro normal. Al menos, considero, eres un sangre pura. Tus heridas están tardando en sanar, pero lo están haciendo.

Él la escuchó, era cierto que el dolor había amainado, pero aún le punzaba la espalda. Y no era ese el único dolor.

-También-dijo ella- tuviste una fractura en la pierna derecha, por suerte ha sanado rápido. Pero lo que me preocupa en realidad es otra cosa. Necesito que me contestes algunas cosas. ¿De acuerdo?

Él asintió, aunque no sabía que podría decirle. Ella paracía tener más información que él.

-¿Quá hacias en altamar?

Él la miro- Yo…-dijo lentamente- tenía que ir al barco.

-¿Para qué?

-… no lo recuerdo…

-Ok-dijo ella y lo miró fijamente- ¿Cómo te llamas?

Él frunció el ceño, la cabeza le dolió de pronto.  Estaba buscando una información que no estaba en los primeros estantes de su biblioteca mental. Su nombre estaba  ahí, lo sabía, pero no podía leerlo, no  podía encontrarlo. ¿Por qué?

Sintió que una mano se posaba sobre su frente.

-Esta bién-le dijo- me temía que pasara esto. El golpe que recibiste ha hecho perdedizos algunos caminos en tu mente. No te preocupes, volveras a conectarlos. Es cuestión de tiempo. Pero por el momento, no podemos dejarte sin un nombre, ¿Cierto?

-Yo no sé el tuyo

-¡Qué listo eres!-dijo ella y le sonrió- Seguramente no tardarás en recordar. Mi  nombre es Mari. Y el tuyo, hasta que recuerdes, el tuyo será Rei.

-¿Rei? ¿Por qué?

Justo entonces Mika, la chica de cabello rubio pajizo entró a la habitación, llevaba una palangana entre las manos y una toalla colgando de su antebrazo.

-Mika se encarga de cuidar las heridas de tu espalda-le explicó Mari- lo ha hecho todo este tiempo. Así que no te olvides de darle las gracias cuando mejores.

Mari  dio media vuelta y salió de la habitación, dejándolo con la chica rubia. Ella, Mika, le sonrió suavemente.

+++

++++

Andrei  Ivanovich Kurovnikov se sentó en la mesa de su estudio. Algo grave había pasado. Algo que acababan de avisarle. Su nieto, Alexei, estaba desaparecido. Sin embargo, el sabía que ese “desaparecido” era una eufemismo burdo para decirle que estaba muerto.

Alexei  era su único nieto, lo adoraba más que a nadie. Siempre pensó en él, en su bien, a su manera, pero lo había hecho. Él no quería lastimarlo, no sabía que estaba en ese barco. Un barco repleto de disidentes, de hombres que lo odiaban y que seguramente planeaban negociar algo para liberarlo. Él no sabía que Alexei estaba en el barco, de haberlo sabido jamás habría dado la orden de hundirlo.

Alexander, su hijo, entró a su despacho y loo miró desde la puerta como sólo puede mirarse a alguien que ya no amas. Quería pedirle perdón, pero no podía abrir los labios.

El barco parecía japonés, ningun barco de ese país se acercaría a su territorio, y luego, resulto que no eran japoneses, pero eran disidentes. Hundirlo era la mejor manera de deshacerse de ellos. No sabía que Alexei estaba ahí. No lo sabía.

¿Por qué tenía que llegarle la noticia tarde? ¿Por qué los Kuran no le avisaron inmediatamente que los disidentes querían negociar la liberación de Alexei?

Simple. No tenían porqué. Él no lo habría hecho, habría dejado que los herederos Kuran se quemaran vivos. De hecho, algo así había pasado, uno de ellos, el varón, había muerto también.  ¿A qué diablos había ido ese asqueroso Kuran?

Alexander se lo había dicho: “Eran amigos. Aki Kuran no quería más que salvar a su amigo”

-¡¡MENTIRA!!- gritó y su hijo lo miró confundido- No fue a salvarlo, él lo entregó.

-¿de que hablas, padre?

-Los quiero muertos-dijo- a todos los Kuran, los quiero muertos.

Notas finales:

Wola! Espero que les haya gustado, o algo parecido. Estoy de vuelta con este fic, iré lento porque tengo muchas cosas y fics que hacer jeje pero esto continua, no se preocupen.

Fue corto lo sé, pero es para ir calentando motores.

 Hasta pronto!

                                                                      continuará...


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