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Prohibido por Aomame

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Notas del capitulo:

Sueños peligrosos

 Prohibido.

 Abrazo

-¿Kaname?

El castaño levantó la vista, su amante lo miraba con aire preocupado. Intentó sonreírle de forma tal que diera una imagen indiferente, pero sabía que era inútil contra quien sabía leerlo con los ojos cerrados. Estiró su mano y sus dedos alcanzaron el cabello de Zero, jugó con un mechón entre sus dedos.

-todo está bien.

-mientes.

Kaname suspiró, era un libro abierto para Zero. Un libro donde el peliplateado leía y escribía a su antojo.

-¿qué pasa?

-No lo sé-dijo, suspiró, soltó el mechón de cabello plateado y se puso de pie-aún no lo sé. Pero no me gusta nada.

Zero lo observó y lo siguió hasta la ventana, ambos observaron el atardecer desde ahí.

-están demasiado quietos-dijo Kaname-Alexander tampoco entiende que pasa. Su hijo vino aquí, pero ¿a qué? Y su padre no ha hecho nada aún, es muy sospechoso. Temo que esté planeando algo muy grande.

-¿cómo qué?

-no tengo idea-el castaño se volteó y tomó por lo hombros a su amante-Zero, cuídate mucho, por favor. No me puedo permitir perderte, o a mis niños. Eso, me mataría.

De pronto la luz  del ocaso fue sustituida por la de la luna, Zero cerró los ojos y apoyó la mejilla en el pecho de Kaname abrazándose a él, con tan solo un murmullos de telas.

-¿estás así por mi sueño, verdad?-dijo

-sí-Kaname lo apretó contra su pecho, como si pudiera con ello aprisionarlo para siempre- tus sueños siempre están ahí por algo.

Zero asintió y suspiró.

Su sueño, que se repetía últimamente, contaba con Aki y Natsuki, ambos en una habitación roja dormidos eternamente. Y él también estaba ahí, los miraba sin poder alcanzarlos y despertarlos, impotente parecía ser solo un observador omnipresente. Sus hijos no miraban nada pero sus ojos estaban abiertos, un murmullo del viento solía atravesar la habitación, lo demás era silencio.

Después, despertaba. El sueño, en sí, era tranquilo pero le dejaba pesadumbre en el corazón. Como un veneno que avanza por el torrente sanguíneo, poco a poco la desesperación lo alcanzaba.

-¿Kaname?-preguntó Zero, de nuevo cuando el silencio se prolongó.

-estoy bien-dijo-solo déjame abrazarte un poco más. Así me calmaré y podre pensar adecuadamente.

…Solo déjame abrazarte….

++++++

+++++++++++++

Yue despertó, pero no se atrevió a abrir los ojos, estaba envuelto en las mantas y cada parte de su cuerpo estaba cómoda y cálida. El sueño de la noche anterior aún afectaba su cerebro, se sentía  atontado, desorientado pero, curiosamente, inmensamente feliz.

Apretó los parpados intentando en vano regresar a su bello sueño. Quería sentir las caricias de Aki en su piel, sus besos, su calor… había sido un sueño tan vívido que incluso la sensación de penetración aun parecía hacer eco en su interior. Había sido un sueño muy lindo, el sueño perfecto.

Suspiró y abrió los ojos lentamente. Pronto la realidad cobraría forma, estaría en su habitación, en su cama, solo. Y con la necesidad de ir al baño a satisfacer su sueño falso. Pero cuando sus parpados se despegaron, lo que vio, lo confundió.

No recordaba aquella pared en su cuarto, ninguno de los posters, tampoco la lámpara en la mesa de noche, nada. Se retiró las sabanas un poco más del rostro apretándolas con las manos. Conocía el cuarto, sí, pero no era el suyo, era el de Aki. Su corazón latió con fuerza en su pecho, lo angustiaba y llenaba de expectación. En su mente la pregunta “¿fue real?” se repetía una y otra y otra vez.

La puerta se abrió, Aki entró llevando una bandeja con comida, levantó vista cuando cerró la puerta y le sonrió.

-Buenos días, Yuu-le dijo- ya es medio día, querrás comer ¿ne?

-A…A…Aki nii-dijo el menor tapándose la cara con la sabana, hasta ese momento no se había percatado de que, estaba desnudo.

-¿sí?- el muchacho dejo la bandeja en la mesa de noche, después de quitar las cosas que estorbaban con la mano.

-Aki nii, no…nosotros…anoche.

-¿sí?

-¿lo…lo hicimos?

-¡vaya que sí!-dijo Aki despreocupado, sonriéndole.

Yue sintió la sangre subir por sus mejillas, completamente avergonzado. Él había pensado que aquello había sido un sueño, uno muy real, pero un sueño después de todo, por ello se había mostrado desinhibido y preparado, ahora temía que Aki lo mirará con algún desagrado. Avergonzado y temeroso se cubrió con las mantas hasta la cabeza.

Aki miró aquello con sorpresa y ternura al mismo tiempo, se sentó en la cama y se abrazó al cuerpo que estaba debajo de las sabanas.

-¿estás avergonzado?- Yue asintió con un sonido gutural- no te preocupes… Bueno, debo aceptar que tal vez hicimos demasiado para ser la primera vez pero, está bien ¿no?  Nos amamos, la vergüenza, aunque valida, no debe caber entre nosotros. ¿Eh, Yuu?

El muchacho negó debajo de las sabanas y luego habló con la voz ahogada por las mismas.

-Aki nii, perdóname, lo que viste de mi… es… es… lo siento…

Aki se incorporó, y le quitó las sabanas del rostro.

-No hay nada que perdonar, lo que vi de ti, fue lo que viste de mí. No hay ningún problema.

-Pero yo creí que era un sueño-Yue se tapó la cara con las manos, aún, rojo como un tomate.

-¿Un sueño?-Aki repitió y no pudo evitar reír-¿Soñabas con eso a menudo?

Yue  se giró aún más avergonzado, y hundió el rostro en la almohada, era horrible ser descubierto así.

-Oye, déjalo ya- dijo Aki.

-¡No! ¡Aki nii debe estar decepcionado de mí!

El mayor frunció el ceño y sin miramientos le arrebato el resto de las sabanas hasta dejarlo desnudo por completo.

-¡Waa, Aki nii! ¿Qué...?

-Esto fue lo que vi- dijo y  luego se quitó él, la playera y el pantalón que llevaba- y esto, es lo que viste tú.

Yue enrojeció más cuando el cuerpo de su primo se develó ante él tan tranquila y naturalmente, que daba miedo.

-Pero, pero…- se tapó la cara de nuevo, Aki trepó en la cama, tomó sus muñecas y apartó sus manos. Yue tembló.

-descuida-le dijo con sus ojos castaños mirándole con cariño- yo también pensé que era un sueño. Pero me alegro, me alegro mucho de que no lo fuera.

Se inclinó y lo besó. Yue recibió el beso y lo correspondió con ansias, cuando Aki soltó sus muñecas se abrazó a él, a sus hombros, sintió las piernas de su primo separar las suyas y levantarlas ligeramente hasta posarlas en sus muslos. Cuando el beso terminó, se encontraba en una posición bastante vulnerable, se avergonzó de nuevo pero la sonrisa de Aki lo detuvo de esconderse.

-¿no está bien así?-dijo el muchacho, deslizando sus dedos por las piernas de Yue-Esta realidad, ¿no está bien?

-Sí- dijo Yue incorporándose hasta quedar sentado a horcajadas en las piernas de Aki y poder abrazarlo- Sí.

+++

Alexei se deslizó cual bandido por los pasillos de la academia, escabulléndose, logró regresar al cuarto de Aki. Listo para recibir un regaño más duro que el infierno abrió la puerta y lo que vio lo dejo boquiabierto.

Ahí estaba su amigo, desnudo con otro hombre en igualdad de condiciones, este último sentado a horcajadas. Era la escena más perturbadora de su vida, pero al mismo tiempo, sintió un poco de alegría por su amigo, ya qué, con quien estaba era ni más ni menos que su primo, su amor prohibido, pero no por ello, imposible.

-ejem, ejem- carraspeó la garganta, los chicos lo miraron, mientras uno enrojecía, el otro lo miraba enojado-siento interrumpir-dijo- pero tenía que volver.

-regresa por donde viniste Kurovnikov-dijo Aki en tono amenazante, sin dejar de abrazar a Yue que intentaba infructuosamente esconderse debajo de las sabanas o de donde fuera.

-Vengo del cuarto de Natsuki, ¿quieres de verdad que  me regrese?

Aki frunció el ceño, aún más molesto, aquello era un dilema.

-Pu…puedes ir a mi cuarto-balbuceó Yue escondiendo el rostro, por fin, en el hombro de su primo.

-Buena idea-Aki sonrió-vete, vete.

-Pero…

-estoy ocupado, vete.

Yue murmuró dónde estaba su cuarto y Alexei salió de ahí cerrando la puerta tras de sí. Puff, de nuevo a escabullirse como bandido.

+++

Aki dejo su mal humor después que la puerta se cerró. Sonriendo lujuriosamente se inclinó hacia delante llevando a Yue hasta el colchón.

-¿Aki nii?

-hey, también eres un pervertido ¿eh?-dijo divertido.

-¡eh!

-Prefieres darle tu cuarto a Alexei ¿ne? ¿Sabes lo que te va a pasar aquí si te quedas?

Yue enrojeció hasta la raíz del cabello, Aki se rió y lo besó en la frente.

-Pedí permiso para faltar-dijo-  y dije que te sentías mal, así que no tienes que ir a clase, nos quedaremos aquí hasta no poder más.

Yue lo miró, aun completamente rojo pero en sus labios afloró una sonrisa. Sí, quería hacer el amor, consciente y seguro de que no era ningún sueño, de que por fin estaba con la persona que amaba.

+++

+++++

Siberia, Rusia

-¿Y dónde está el códex? ¿Sigue en el castillo del gran Conde?-preguntó el anciano patriarca ruso. La última vez que se supo del códex esté se encontraba en Transilvania, oculto en alguna cámara secreta.

-No, señor-dijo uno de los hombres temblando ligeramente-El códex…el códex desapareció.

-Entonces, pedazos de idiotas, ¿cómo pretenden que reviva a esa muerta?

Los hombres guardaron silencio incapaces de continuar con su informe, el anciano bufó mirándolos a la cara, descubriendo aquello que se guardaban.

-¿quién lo tiene? Porque lo encontraron, ¿no es así? ¿Quién tiene el códex?

-Ku…Kuran Kaname-dijeron en un murmullo.

El anciano reprimió un grito de enojo. La historia del códex ha sido contada innumerables veces, la leyenda más conocida, es la de un antiguo ancestro de Kuran. Se cuenta que revivió a su enemigo con ayuda del legendario libro y así, vengar la muerte de su ser amado. Y después ambos, vampiro y cazador, se persiguieron hasta la muerte.*

Por supuesto, es tan solo una leyenda, pensó el viejo, y hasta donde sabía el libro había sido devuelto en el primer enfrentamiento que tuvieron aquellos dos. El hecho de que lo tuviera el actual Kuran era una desgracia, y también ilegal. Aunque claro, eso pasó hace mucho, mucho tiempo y el mundo incluso había olvidado que el libro existía. Pero existía y por alguna extraña razón su enemigo más odiado, lo tenía.

Conteniendo la irá lo más que pudo, sabiendo que sus sirvientes no le propondrían un plan así, sin tener alguna solución, no sin atenerse a las consecuencias, habló apretando los dientes.

-¿y qué es lo que pretenden que haga?

++++

+++++++

-Veamos-dijo Aki dando vueltas en la habitación de Yue-¿cómo diablos le hiciste para llegar aquí?

Alexei se estiró y miró a través de la ventana, las nubes pintaban de gris el cielo; una tormenta se acercaba vertiginosamente.

-¿dónde dejaste a tu amante?-preguntó levantando las cejas pícaramente.

-¡no me cambies el tema!

-¿tan exhausto lo dejaste?

-¡¿te quieres callar?!-Aki frunció el ceño, no estaba molesto por los comentarios de su amigo, estaba demasiado contento con el hecho de poder estar con Yue que los comentarios con intención de avergonzarlo se le resbalaban. Y en algo tenía razón, su amante estaba en ese momento profundamente dormido.

-Ya, ya, me callo. La verdad es que te envidio-dijo el ruso sonriéndole.

Aki torció la boca, y apartó la idea de su hermana con su amigo, y evitó por completo imaginárselos en una situación como la suya la noche anterior y hace un par de horas. No le molestaba que salieran, de hecho estaba feliz de que su posible cuñado fuera su mejor amigo, pero claro, no podía evitar tener celos, los celos de cualquier hermano mayor, aunque lo fuera por tan solo unos segundos.

-no digas eso, me dan escalofríos.

-jaja

-cómo sea, contéstame, ¿cómo llegaste? Necesito saberlo para hacerte volver.

-Bueno pues, vine de contrabando en un buque pesquero, Siberia no está tan lejos de Japón, aunque no lo creas. Y cuando toque costa me bajé, tenía unos cuantos dólares y los cambie por yens, compre comida y me trasporte hasta aquí. En realidad me sorprende lo fácil que fue.

-qué listo eres-dijo Aki con desgano-lástima que ahora es más difícil.

-¿tú lo crees?

-Sí, Zero Otousan me llamó. Dijo que estuviera atento y me devolvió a Bloody rose.

-¿por qué?

-Los espías, que Kaname Otousan tiene en tu país, anunciaron que habías desaparecido. En Rusia están nerviosos porque no saben que te pasó. Por supuesto, mi familia es la primera en estar en la mira. La tensión es grande, y si tu abuelo manda a alguien a tomar “venganza” obviamente la tomará contra nosotros, Natsu y yo. Por eso me regresó mi arma, para acribillar a cualquiera de tu clan que se acerque.

-¿incluyéndome?

-No, nuestros padres son amigos ¿no? si mis padres te encuentran te devolverán, pero no podemos asegurarte que eso pasará si te encuentra alguien de mi clan. O que los tuyos al verte con nosotros, no pretendan hacernos daño. ¿Me explico?

-sí-Alexei bajo la vista- lo siento, Aki, esto pasó por no hacerte caso.

-evidentemente-dijo el peliplateado frunciendo el ceño-pero no te culpo. Yo tampoco me habría escuchado.

Se sonrieron. Pero su sonrisa desapareció rápido.

-¿qué vamos a hacer?-dijo Alexei, de pronto se sentía atrapado.

-planearemos algo, tal vez sería buena idea decirle a mis padres, pero eso…no sé qué tan bueno sea.

-Tus padres, sino querían matarme, lo harán cuando sepan que salgo con Natsuki-dijo el ruso sintiendo un escalofrió, no deseaba tener de enemigos a un sangre pura y a un cazador, ambos con una maldita fama que daba miedo.

-lo pensaré, dame tiempo. Mientras tanto, no llames la atención.

-Sí, oye, de verdad lo lamento. Te he arruinado la luna de miel.

Aki sonrió antes de abrir la puerta.

-no te preocupes, cuando esto acabe, tendré otra.

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++++++

Siberia, Rusia

Los hombres se arremolinaron un segundo entre ellos y le mostraron a su anciano jefe un pequeño frasco con sangre dentro.

-¿y eso de que me sirve?

-hemos investigado, señor-dijo uno de ellos-muchos expertos nos han dado su opinión sobre el estado en el que se encuentra Kuran Yuuki, nos dieron una posible solución. Es temporal pero podría funcionar.

-¿y cuál es?

-sangre de un completo la llevo ahí, sangre de un completo puede liberarla.

-No lo comprendo.

-esto-dijo levanto el frasco- es la sangre del hermano de Kiryuu Zero, ¿recuerda que lo teníamos aquí pensado que era el mismo amante de Kuran? Es algo de lo que nos quedó…

-Ni me lo recuerden.

-son hermanos gemelos, comparten sangre, Señor, el experto dice que una bala bañada con esta sangre la traerá de vuelta, temporalmente. Después regresará a su mundo.

-¿cuánto tiempo estará consciente en este lado del mundo?

-lo suficiente, señor. Ella estuvo a punto de matar a sus sobrinos. No pudo hacerlo y seguramente está sedienta de venganza.

El anciano sonrió. Y asintió complacido.

-Vayan-dijo-háganlo, destruyan a esa familia y traigan a mi nieto de vuelta.

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++++++

Esta vez, al despertar, abrió los ojos. La realidad por fin era más hermosa que los sueños. Sabía que Aki no estaría ahí; ya que mientras descansaban por un momento, su ahora amante recibió una llamada de su padre, así que por el momento debería estar con él. Aún así, Yue estaba feliz.

La puerta se abrió y él se incorporó, esperaba ver a Aki, pero quién entró fue Natsuki.

-Yuu chan-dijo ella al cerrar la puerta-creí que eras Aki nii sama solo vi tú cabello. ¿Qué haces aquí?

El muchacho no supo que responder, sentado en el colchón, sabiéndose desnudo y también un poco sucio debajo de las sabanas, sólo atinó a sentir vergüenza y  sonrojarse. Natsuki observó su reacción y en un instante comprendió.

-¿así que ya te lo dijo? ¿Eh?

-¿decirme qué?-dijo Yue llevándose la sabana hasta la nariz para que no se notara tanto su sonrojo.

-¿qué va a ser?-dijo ella saltando a la cama y sentándose en ella-que te quiere y esas cosas…-se interrumpió al observar más de cerca a su primo-no puede ser-murmuró- ¡Lo hicieron!-gritó y le jaló la sabana.

-¡Nee san!-Yue jaló la sabana al mismo tiempo y logró cubrirse.

-¡lo hicieron! ¿Verdad?-Yue asintió más rojo que nunca-¡Ahhh ese Aki lo voy a matar! ¿Qué te hizo? ¿Estás bien, Yuu chan?

-S…sí. Nee san, mejor que nunca. Aki nii fue muy gentil.

Natsuki abrió la boca pero no emitió sonido, el rostro de su primo estaba cargado de una felicidad brillante, casi tanto, que pensó que podían dolerle los ojos. Yue sonreía tiernamente al tiempo que con sus manos aferraba la sabana. La herida de su mejilla había sanado por completo, pero en su cuerpo había nuevas marcas.

-Natsuki nee san ¿tú ya lo sabías?

-claro-dijo ella sonriéndole-Mi hermano y yo nos contamos todo. Por cierto Yuu chan, ¿qué diablos es eso?-dijo señalando unos puntos rojos que adornaban el cuello, clavícula y pecho de su primo.

-¿esto?-Yue se miró el pecho y sonrió-Son marcas de amor, Natsuki nee chan.

La chica frunció el ceño, agarró una almohada y se la aventó a su primo.

-¡Eres asquerosamente cursi, Yuu chan!

-jajajaja

-Yue, ¿Aki donde está?-dijo cambiando de tema.

-me dijo que iría a ver a Zero oji san y luego a Kurovnikov.

-ah-Natsuki se dio centa que Alexei no pudo quedarse ahí mientras su primo y su hermano tenían… sus cosas-¿dónde está Alexei?

-en mi cuarto-Yue se sonrojó de nuevo.

-bueno, te veo luego-se levantó y se dirigió a la puerta-no dejes que Aki abuse demasiado de ti ¡eh!

++++

Cuando Natsuki llegó a la habitación de Yue, Aki iba saliendo. En pocas palabras, el muchacho la puso al corriente de las cosas.

-Zero Otou san me dijo que Kaname Otou san te llamará pronto, tiene que hablar con el consejo y esas cosas antes de que te dé instrucciones.

-ya veo. Gracias, Aki nii sama.

El peliplateado asintió y le sonrió tranquilizadoramente.

-No te quedes mucho ¡eh! –el muchacho la miró seriamente.

Natsuki se rió y se apoyó en la puerta- Tranquilo, yo no soy como tú. Yo no me abalanzo sobre mi presa tan desesperadamente –Aki se sonrojó ligeramente.

-Yo no hice…

-sí, sí-dijo abrió la puerta y desapareció detrás de ella.

Alexei seguía observando el cielo, ahora nocturno, pero no por ello las nubes habían desaparecido por completo. Ella lo llamó suavemente, al voltearse y ver su rostro, las nubes en su cabeza comenzaban a disiparse, era como si ella fuera el Sol, el Sol de su vida.

No se dijeron nada, tan solo se acercaron y abrazaron. Ambos sabían, no importaba qué, llovería, y lo haría de forma tal que se desbordarían los ríos. Un aura oscura se arrastraba en el viento. Pero sabían también, que no importaba qué, estarían juntos y lo enfrentarían con valor, porque no podían permitir perderse uno al otro, definitivamente no se soltarían de las manos.

+++

Aki se quitó la chamarra y la aventó al piso, se desabrochó el pantalón y lo dejó caer;  se quitó la camisa y el bóxer; y en silencio, ante la mirada de Yue, se escabullo entre las sabanas.

-¿Aki nii?

-¿mmh?

-¿todo bien?

-casi- el muchacho lo besó  en los labios suavemente, abriéndolos poco a poco con la punta de su lengua, explorando su boca.

Sus dedos se deslizaron entre los muslos ajenos, suavemente, humedeciéndose. Yue reprimió un gemido, no esperaba otro asalto tan pronto, pero ciertamente estaba complacido, era como sí ambos desearan ponerse al día.

-¿puedo morderte?-le susurró Aki en el oído, haciendo que el murmullo se colará por sus poros, estremeciéndolo.

-¿A…A…Aki…?

-¿Mmmh? ¿Puedo?-le lamió la oreja, el chapoteo que hizo, lo estremeció un poco más.

-s…sí-dijo sintiéndose mareado, arrastrado por una fuerte corriente.

Aki no lo mordió de inmediato, lo abrazó y acarició en cada centímetro de piel, lo besó insistentemente, intentando y logrando abrumar a su amante, envolverlo de forma tal que se le entregara sin restricciones.

 Lo penetró suavemente y, Yue se derritió por dentro, pensó que así es como debía sentirse un chocolate expuesto al Sol. Intentó decírselo, pero las palabras se ahogaban en suspiros, en suaves sonidos guturales que se entrecortaban cada vez que era embestido… era demasiado, se moriría ahí, justo ahí. Y fue entonces que los afilados colmillos penetraron la piel de su cuello, los sintió y también una lengua sensual recogiendo su sangre. Era demasiado, fue demasiado, no murió, pero fue derribado por el orgasmo, se sintió abatido, completamente absorbido. Sintiendo a su compañero a su lado, siendo absorbido con él.

Aki retiró sus colmillos y retiró la última gota que resbaló por el blanco cuello, se relamió los labios. Sus ojos castaños observaron el rostro sonrojado de Yue, sus ojos perlados de lágrimas y su respiración agitada. Tomó su rostro y lo besó en los labios de nuevo, brevemente. Lo abrazó con fuerza contra el colchón, lanzando un sonoro suspiro.

-¿Aki nii?-dijo Yue con la voz entrecortada-¿pasa algo?

El muchacho negó hundiendo el rostro en el cuello de Yue, embriagándose un poco más con el aroma de su piel.

-Solo quiero abrazarte un poco más-dijo. Yue sonrió.

¿Hay algún límite para la felicidad?

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Retrospectiva 3

Las promesas del pasado.

Se paralizó. No podía mover un musculo, el miedo comenzó a diseminarse por su cuerpo como la más letal de las drogas. Un sudor frío recorrió su espalda; el dolor era poco entonces, el miedo lo era todo, lo consumía todo, lo engullía como un monstro terrible, que con sus afilados dientes lo carcomía todo.

Absorbido y derrotado, solo un pensamiento se repetía funestamente, el remolino del miedo lo llevó al fondo y justo ahí, gritó. Su grito fue uno inaudible, dibujado solo en su rostro, en sus ojos desorbitados, en sus labios abiertos y resecos; y con las lágrimas cayendo por sus mejillas. Un grito que surgía desde la punta de sus dedos empapados de sangre.

+++

Takuma bajó las escaleras, su pareja estaba de pie en la puerta que daba al jardín, vestía un camisón blanco y su abultado vientre era visible en la tensión de la tela. Parecía abstraído en algo que tenía en las manos.

-Ichiru-lo llamó suavemente ahuyentando el silencio de la noche-entra  ¿Qué haces ahí? Vas a enfermar.

El peliplateado giró el rostro lentamente, como si tuviera los músculos del cuello ateridos. Su expresión era de espanto y dolor mezclados. Asustado Takuma terminó de bajar las escaleras en dos zancadas y corrió hasta él.

Lo entendió todo cuando se dio cuenta de la sangre. Sangre en las manos de Ichiru, sangre en el piso, sangre en el camisón. Quiso decir algo pero las palabras se quebraban en su garganta. Aquello no podía estar pasando. Solo atinó a abrazarlo.

+++

La calidez del cuerpo de su amante lo devolvió a la realidad. El grito, entonces, salió de sus labios desgarradoramente y sus lágrimas corrieron más copiosamente.

-¡Takuma!-lloró-nuestro bebé, nuestro bebé...-no lograba terminar la oración, no se atrevía a decir lo que pensaba no quería decir que quizás, lo había perdido.

-No, no-Takuma se aferró a él, no iba a aceptar algo tan terrible, no permitiría que pasará, con un último y tajante “No” levantó a su amante en brazos.

+++

Escuchó a lo lejos un  “Tranquilo” aquella voz  resonó en su cabeza, rebotando y haciendo eco. Sus ojos enfocaron, se quitó las lágrimas y miró a la persona frente a él.

-¿Kaname?

-Tranquilo-repitió el vampiro-lo están atendiendo, tranquilo.

Al mirar a su alrededor, las blancas paredes del hospital parecieron cerrarse sobre él. Parpadeó, no estaba muy seguro de cómo había llegado ahí pero parecía que de alguna manera había actuado para llevar a Ichiru al médico.

Asintió y suspiró largamente. Kaname no estaba solo, como era obvio, Zero también estaba ahí. Su rostro estaba congelado, abstraído, perdido tanto como lo estaba el rostro de Ichiru minutos antes. Eran tan malditamente parecidos que ver a Zero lleno de preocupación, solo lograba aumentar su propia ansiedad por Ichiru.

-Voy por un café- dijo con la intención de retirarse y calmarse, de no ver, de no pensar, no quería que el miedo lo devorara.

-Te acompaño-dijo su amigo, pero él negó.

-No, está bien. Necesito…necesito un momento a solas.

Kaname lo miró un par de segundos, que le parecieron eternos, con una mano sobre su hombro impidiéndole marcharse. El castaño lo escudriñó y luego lo soltó. Libre, se levantó y salió de ahí con la cabeza dándole vueltas.

+++

Zero se llevó las manos al rostro, Kaname lo vio y se sentó a su lado. Había estado tan preocupado por Takuma que no había prestado atención a su amante, que también estaba a punto de volverse loco de ansiedad.

Pasó su brazo por encima de sus hombros y lo atrajo hacia él. Sabía que con Zero, las palabras descuidadas de aliento era una pérdida de tiempo, pero aún así deseaba consolarlo de alguna manera. Si no era entonces, en aquel momento tan difícil, ¿cuándo?

-Todo estará bien-dijo- Ichiru es joven y…

-Es horrible-dijo Zero hundiendo el rostro en el hombro de su amante.

Kaname entonces se dio cuenta. Todos los miedos de Zero se hacían realidad en Ichiru. Esos miedos que acompañaban a un embarazo totalmente atípico y extraño, un proceso del que no se sabe nada en realidad.

¿y si no se desarrolla bien?” “¿y si mi cuerpo no es el adecuado?” “¿Y sí…Y sí…?”

-lo siento-dijo el castaño, tomando el rostro de Zero entre sus manos- tienes razón. Es horrible. Pero estoy seguro que todo estará bien.

Sintió la humedad de las lágrimas calientes del peliplateado, mojar su camisa

-él lo desea tanto-dijo Zero sin levantar la vista-solo faltan tres meses.

No solo antiguos miedos, también aquella ocasión. Cuando sus mellizos casi mueren en manos de Yuuki, parecía volver a revivirlos en las células de su piel. Kaname lo abrazó un poco más.

El miedo y dolor que Zero sintió entonces, fue casi como si le hubieran arrebatado a los niños del vientre, fue un dolor asfixiante. Él no lo había sentido así. No. Porque no es lo mismo ver el proceso a sentirlo en tu cuerpo.

 Pensar que los había tenido vivos en su interior, moviéndose, creciendo; y que de pronto su existencia fuese nulificada, sin que pudieran dejar una sola de sus huellas en el mundo, sin haber, si quiera, podido abrazarlos. Ese dolor, esa desesperación fue la que sintió Zero, la  misma que ahora tenía Ichiru.

+++

Escuchó lo que dijo el médico, pero en realidad solo atendió ciertas frases. “Están bien” “Amenaza de aborto” “Necesita reposo absoluto”  fueron algunas de ellas.

Cuando vio a Ichiru, este dormía. La hemorragia lo había debilitado y estaba pálido. Se arrodillo en el piso junto a él y posó su mano en el abultado vientre. Su hijo aún vivía, vivía y solo faltaban tres meses para que llegará, solo tres, incluso con dos más era suficiente.

-Tienes que nacer-le dijo-tienes que venir.

+++

-¿Ya llegó mi primo?

-¿qué haces despierto a esta hora?-reprimió, Kaname, a su pequeño hijo que con la pijama puesta lo miraba expectante.

-Escuche que era mi primo ¿ya llegó?

-no, todavía no- le contestó Zero arrodillándose para estar a su altura-le falta muy poco.

-¿cuándo llega? Tengo un par de pistolas de juguete nuevas y quiero que juguemos.

Zero sonrió por primera vez en esa noche.

-ya pronto-le dijo- mañana podemos ir a verlo ¿te parece?

El niño asintió efusivamente.

-¡Ahora vete a dormir!-ordenó Kaname. El niño hizo un mohín pero obedeció.

+++

Takuma dejo la mano de Ichiru cuándo el timbre sonó. El peliplateado se encontraba mejor, tan solo quedaba el recuerdo difuminado en el terror y el fantasma del dolor que lo despertó la noche anterior. El cuerpo de un hombre no está hecho para algo así, y el suyo siempre fue débil, enfermizo, era lógico pensar que no le iría tan bien en él, como le fue a su hermano. Pero no iba a rendirse, él quería tener en sus brazos al bebé que vio muchas veces en las ecografías, al pequeño que sintió patearlo y moverse en su interior.

Las lágrimas amenazaron de nuevo en sus ojos. Pero las retuvo e intento llenarse de potimismo. Estaría en su cama por tres meses, sin moverse más que para ir al baño, no protestaría, no se quejaría, haría lo que fuera, por escuchar el llanto de su hijo. Sí, eso quería.

La puerta se abrió intempestivamente, su sobrino entró lleno de algarabía, Takuma detrás de él cerró la puerta.

-Ichi onii chan-dijo Aki, que era como lo llamaba- ¿todavía guardas a mi primo en tu panza?

-sí, un ratito más.

-Ya déjalo salir-dijo el pequeño trepándose en la cama a duras penas-¡quiero jugar con él!

-tienes que esperar, Aki chan-dijo Takuma revolviéndole el cabello- tu primo aun no está listo para conocerte.

-cuando esté listo ¿jugará conmigo?

-seguro que sí. Pero por ahora tenemos que cuidarlo mucho, porque está muy sensible.

-¿está enfermo? ¿Se lastimó?

-algo así. Así que cuando nazca, no sé si pueda jugar tanto contigo, necesitará muchos cuidados más.

-no importa-dijo Aki-Oji san, yo lo cuidaré. No dejaré que nada malo le pase.

-¿de verdad?-Takuma sonrió ante el infantil entusiasmo-¿lo prometes?

-¡lo prometo! –dijo levantando su mano por encima de su cabeza.

Ichiru y Takuma sonrieron. Deseaban ver eso, deseaban verlos jugar juntos y divertirse…

-entonces, Aki chan, tendrás que ser paciente, y esperar a que esté listo para conocerte.

Aki miró alternativamente a sus tíos, puso su pequeña mano en el vientre de su tío Ichiru y se inclinó para hablarle más de cerca.

-Te prometo que siempre te cuidaré-dijo- así que, ¡apúrate y sal!

Los amantes rieron. Como si su pequeño sobrino hubiera inyectado en ellos la esperanza, se prometieron en silencio, traer a ese bebé al mundo, no se rendirían, y harían lo que fuera por abrazarlo. Además, definitivamente, su hijo, tenía que conocer a su primo, tenía que tomar la mano de ese niño intempestivo como el viento del otoño, tan cálido como color de las hojas de los arboles antes de caer. Ambos tenían que encontrarse.

Notas finales:

Wola! espero que les haya gustado, un poco oscuro el cap. me parece, pero también con mucha luz, todos se abrazan!! y  ese Aki no le da tregua al poor Yue pero creo que a este no le importa demasiado jeje.

El extra, bueno, la retrospectiva,cuenta una dificultad a la que se enfrentaron Ichiru y Takuma, más que nada una prueba de paciencia y voluntad de apoyarse uno al otro y estar juntos. No deja de ser una retrospectiva Aki x Yue, el origen de esa obsesión de Aki de protegerlo, acaba de ser descubierta. Su viejo habito que no lo deja, y creo que nunca lo dejara.

bueno es todo, creo... >.<

Hasta la proxima!!

                                                        continuará...

lo olvidaba,

*Para más información, echarle un vistazo a "Gota de sangre" ;)


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