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Prohibido por Aomame

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Notas del capitulo:

Desde el silencio nace el deseo


Prohibido

Perfecto.

¿Despertar? No. No quiero despertar. ¿Para qué? No tengo un motivo. Lo único que veré será a los dos hombres que ame ser felices juntos, cuidando de sus hijos, siendo felices en un mundo donde yo no soy más que una molestia.

No quiero despertar, y sin embargo, mi mundo teñido de rojo ha cambiado drásticamente. Ya no estoy inmóvil, he dejado de verme a mí misma, ahora veo el mundo desde mis ojos. Mis miembros dejan de estar entumecidos y puedo deambular por este lugar que no es otro que el interior de mi corazón. Escuchó  mis pasos en la alfombra, el sonido de mi vestido al rozar mi cuerpo. Mis dedos pueden sentir mi rostro, mi cabello. Estoy viva, dentro de mi profundo sueño. Las voces de la desesperación se han detenido.

+++

-No despierta-dijo un hombre, el arma en sus manos aún humeaba.

-No podemos quedarnos más tiempo-dijo otro.

-¿qué hacemos? si le llevamos malas noticias a nuestro señor, nos matará-replicó el primero.

-no se preocupen-habló un tercero que estaba más cerca a la chica de largo cabello castaño, acuclillado frente a ella - debe ser por la sangre.

-¿cómo?-el segundo dio un paso hacia él.

-está no es la sangre de Kiryuu Zero, sino la de su hermano, el efecto debe tardar más, porque es  un antídoto débil.

-¿entonces, despertará?

-Eso espero- se incorporó-como sea, debemos irnos, los Kuran no tardaran en llegar.

+++

+++++

Lejos de ahí, dentro de una habitación cerrada, oscura y tibia, dos cuerpos se arremolinaban uno contra el otro, con un murmullo de tela rozando y el eco de voces ahogadas dentro de la boca ajena.

Sus cabellos empapados de sudor son idénticos, se confunden entre sí, cada hebra plateada se entrelaza con otra, siempre que se besan. Y cuando lo hacen sus labios parecen deshacerse, sus lenguas están calientes y derriten el interior de la boca del otro.

Sus cuerpos están unidos, unas manos en la cadera de uno, las piernas del otro entorno a las caderas de este. De nuevo un murmullo, un suspiro que no tiene nada de melancolía es, más bien, una melodía de deseo, un par de notas que escapan de los labios, un nombre que queda flotando entre ellos.

-Aki nii- suave, casi silencioso, el murmullo flota y llega a los oído de quien ha sido llamado, y este al cobrar identidad sonríe.

Yue se aferró a la espalda de su primo, sintiendo la penetración más profunda, gimió y apretó su cuerpo entorno a Aki.

-¿te duele?-preguntó un poco preocupado, lamiendo enseguida el cuello de su amante con aquella lengua caliente.

-No…no… es…- no podía terminar la frase, y tampoco hizo falta, Aki se movió en su interior, saliendo lo suficiente para, al entrar de nuevo, hacerlo gemir sin control.

No entendía como lograba hacerlo, como Aki lo llevaba siempre al borde del placer, cada vez con más intensidad. A veces era tierno y suave como una tibia brisa de verano, otras intempestivo y furioso como una tormenta, pero siempre lo lograba. Lo empujaba hasta que caía en un pozo, dentro del cual todo era bruma, no podía pensar y todas las sensaciones lo estremecían. Así eran sus orgasmos. Las personas solían decir que eran el cielo, para él eran un pozo, era hundirse en pensamientos brumosos, en donde todo se resumía a la existencia de Aki. En ese lugar no había oscuridad, todo era del indefinido color del placer y el viento traía tan solo el aroma de su amante impregnándolo con él. Dentro de ese lugar, él era feliz, inmensamente feliz. Porqué el cielo podía ser para todos, pero ese rincón de la tierra era solo suyo.

Como siempre que hacían el amor se estremeció y cayó hasta el fondo del pozo que Aki había cavado para él, y sintió el cuerpo de este estremecerse con él. Después cuando la bruma se disipó y su amante salió de él, sintió entre sus piernas el cálido líquido derramado en su interior.

Aki se recostó a su lado y lo besó tiernamente. Yue se volvió y se abrazó a su torso, apoyando el rostro en su firme pecho. Sonriendo, el sueño lo envolvió.

+++

+++++

El insistente teléfono, lo hizo fruncir el ceño. Kaname abrió un ojo con verdadero enojo. Lo cerró esperando que el maldito aparato dejará de sonar, pero al poco tiempo se dio cuenta que,  la única manera de que se detuviera era contestándolo. Despegó el rostro de la espalda de Zero y deshizo el abrazo con verdadera molestia. ¿Qué podía ser tan urgente, como para interrumpir un sueño profundo? De esos sueños que solían atacarlo después de hacer el amor con su pareja.

Se incorporó y sentó en la cama. Miró a su costado. Zero no había despertado, seguramente el pitillo espantoso del teléfono no lo había alcanzado. Se alegró por ello, y lo observó un par de segundos ensimismado. La habían pasado muy bien la noche anterior, una cena romántica, un poco de vino, besos, caricias, sexo, ah un buen recuerdo. Se sentía como un adolescente enamorándose por primera vez.

El sonido estridente continuaba sin parar regresándolo a la realidad, suspiró molesto, se inclinó, besó el hombro desnudo de su esposo  y se levantó. Encontró en el piso un bóxer, estaba oscuro así que tan solo se lo puso, sin importarle si realmente era suyo, a esas alturas de su relación no pensó que importará demasiado, en verdad.

Salió del cuarto y tomó el teléfono de la sala.

-Diga-dijo en un tonó aterrador.

-Ka…Kaname sama-reconoció la voz que se escondía detrás del auricular.

-¿qué pasa Aidou?

-Ka…Kaname sama, pasó algo extraño.

-¿con qué o qué?

-con la señorita Yuuki.

Con ello despertó por completo y la molestia se transformó en preocupación.

-¿qué paso?

-No estamos seguros, pero, al parecer unas personas lograron introducirse y le dispararon.

-¿Dispararle?

-Sí, pero ella está bien. Ni siquiera tiene la herida ya. Pero…

-¿Cómo diablos pasó eso?-dijo, la molestia regresó, él había ordenado tácitamente que doblaran la seguridad.

-Uno de los guardias desapareció. Pero no hay rastros de violencia.

-¿un traidor?

-tal vez.

-como sea vigílenla bien, cualquier cambio en su estado háganmelo saber.

-sí, Kaname sama

Colgó, de alguna manera tuvo un mal presentimiento. Dio la vuelta y se dio ánimos, aquello, sea cuan malo fuera, no iba permitir que interrumpiera su vida confortable y hermosa. Se detuvo ante la puerta de su habitación, y se dio cuenta: No eran sus bóxers.

+++

+++++

Yue sabía que estaba soñando, esas cosas a veces ocurren. Por eso le pareció soberanamente extraño que su sueño fuera solo eso: Una puerta en medio de un infinito nada.

Al mirar a ambos lados y detrás de él, todo estaba oscuro, incluso debajo de sus pies se extendía una negritud angustiante. Temía dar un paso más y caer por ahí. En fin cómo no tenía otra opción, abrió la puerta.

Ante él una habitación adornada con un rojo brillante apareció. Cortinas, alfombra, muebles, todo estaba coloreado de rojo. Entró, el piso de ese lugar se veía más real que lo que estaba a su alrededor. Caminó por ahí y miró a través del vidrio de las ventanas, solo vio más nada extendiéndose como un desierto.

-¿Quién anda ahí?-escuchó una voz que, parecía, en antaño fue dulce, ahora era pastosa como si no se hubiese usado en mucho tiempo.

-aahh yo…aamm-no tenía idea de que contestar o a quién.

De pronto ese alguien que habló se puso de pie, estaba en un sillón que le daba la espalda a él. Era una mujer, su cabello era largo y castaño, le recordó un poco a Natsuki, la chica giró el rostro y lo miró, tenía un color de ojos profundamente castaño, un color oscurecido que le recordó muy someramente a los ojos de Aki.

-¿quién eres?-dijo la chica rodeando el sillón para quedar frente a él, también vestía de rojo brillante.

-y…yo…

La chica se acercó y lo miró detenidamente, luego lanzó un suspiro y desvió la vista- pensé que eras alguien que conocía-dijo.

Yue la miró en silencio, parecía que estaba sumida en una especie de desesperación silenciosa.

-¿se encuentra bien?

-un poco sí-dijo ella-mejor que antes. ¿Cómo te llamas?

-Yue-dijo- Ichijou Yue.

-¿Ichijou?-la chica lo miró de nuevo atentamente-tu padre es… Takuma Ichijou

-Sí-dijo Yue asintiendo con la cabeza- ¿lo conoce?

-algo-dijo ella- algo… Me pregunto, ¿porque tú…?

-¿eh?

-nada

-¿usted como se llama?

-Yuuki-luego dudó un poco-Cross Yuuki

-¡ah! ¿Cómo la Academia Cross?-ella asintió, él quería preguntar más, pero antes de que pudiera decir algo, ella habló.

-estoy cansada-dijo regresando al sillón- ¿podrías dejarme sola?

-ahh sí-Yue miró atrás y recordó el infinito color negro detrás de la puerta-pero…

-solo sal… saldrás de mi sueño también.

-¿tú sueño?

-este es mi sueño, tú lo has invadido, aun no sé porqué. Pero déjame descansar por ahora…

Yue obedeció, abrió la puerta y salió, aunque estaba completamente confundido, no le dio importancia, aquello, era un sueño.

Yuuki miró al frente desde su sillón de tapiz rojo, Ichijou, pensó, Ichijou, sí, el chico tenía los ojos de Takuma pero su cabello era plateado, como el de Zero, por eso por un momento pensó que era él. Pero si su cabello era plateado significaba que su otro padre, no podía ser otro más que Ichiru. Lentamente como si comenzará a recordar cómo se hacía en sus labios apareció una sonrisa.

+++

++++

-¿Yuuki?- Aki le dio una probada a su helado, estaba con su amante en una cita, o algo parecido, ya que su hermana y su respectivo novio estaba con ellos, fuera de su vista pero en la misma área-¿sigues soñando con ella? ¿Quién es?

-No sé-Yue se encogió de hombros- pero es un poco raro, ¿no crees Aki nii? La sueño todos los días.

-mmm…-Aki frunció el ceño, aquello no le gustaba nada-deberías soñar conmigo Yuu

El ojiverde se quedó con el helado a la mitad del camino a su boca y sus mejillas se colorearon de rojo.

-Aki nii, yo…

-aah no importa, no me hagas caso-se reacomodó en la pequeña barda donde estaban sentados-pero tienes razón, es muy raro. ¿Ella es realmente un sueño?

-No lo sé, ella dijo que en realidad yo estaba en su sueño. Si es así, ella debe existir… pero no recuerdo a ninguna “Yuuki”.

-Mi tía se llamaba así-Aki hizo memoria, algo le habían contado sus padres acerca de ella. Una mujer que una vez ambos quisieron, terminó convirtiéndose en su más grande enemiga-pero ahora, ella esta como muerta.

-¿cómo  muerta?

-algo así,  no lo entiendo muy bien.

Yue se le quedó mirando a su primo que, adquirió un porte pensativo, como si intentará resolver un misterio que aparte de ser un misterio, era también peligroso.

En efecto, Aki  no tenía un buen presentimiento acerca de aquellos sueños. A través de su vida, sus padres le habían hablado del alcance de estos. ¿No había sido gracias a un sueño que su padre Zero supo que su tío Ichiru estaba en problemas? “Cierto” pensó “tal vez si le pregunto a Zero otousan…” Sus pensamientos se detuvieron, un lienzo cálido y húmedo rozó sus dedos, al voltear descubrió a su primo lamiéndolos.

-¿Yuu, qué…?

-El helado se derrite, Aki nii- dijo sonriéndole-sino te lo comes se…

Aki  tomó el rostro de su primo con su mano libre y lo besó en los labios, recogiendo así el dulce de sus labios.

-esto me da una idea-dijo poniéndose de pie y tomando de la mano a Yue que lo miró sonrojado y confuso-¡vamos!

-¿A dónde?

-de regreso al dormitorio-dijo sonriéndole pícaramente, logrando con ello incendiar aun más las mejillas de su amante.

+++

-¿Dónde diablos están?-Natsuki puso los brazo en jarras, había quedado con su hermano que lo vería a él y a Yue en aquel parque.

-tal vez regresaron ya-Alexei se caló de nuevo los lentes oscuros que cubrían sus ojos azules, en un intento de pasar desapercibido.

-¡pero el dijo…!

-Bueno a mí no me importa-dijo el ruso rodeando con su brazo la cintura de la chica-tengo más tiempo a solas contigo.

Natuski giró el rostro encontrando el de él. Se besaron cálidamente bajo la sombra de los árboles y el radiante Sol en lo alto. Sabían que no podían exponerse demasiado, por aquello de que descubrieran quien era Alexei, pero esos pequeños momentos eran perfectos y permanecerían grabados en sus corazones.

Alexei no tenía planeado regresar a su país, aunque no se lo había dicho a nadie. Su idea era quedarse y casarse con Natsuki lo antes posible, de esa manera obligaría a su familia a aceptar la paz.  Claro que era un paso difícil, pero si no era posible, al menos lo intentaría.

La pareja se tomó de la mano y se sonrieron.

-aun sin ellos creo que es mejor que volvamos-dijo ella, y él asintió.

Ninguno se dio cuenta de que eran vigilados.

++++

++++++

-¿Tienes amante, Yue kun?-Yuuki lo miró desde su sillón rojo, el chico se sonrojó hasta las orejas y asintió suavemente- ya veo, ¿eres feliz?

-sí-dijo él- mucho.

- ¿Cómo se llama?

-Aki- Yue sonrió, pero su sonrisa desapareció lentamente.

-¿qué pasa?

-es que, siempre que pienso en quién es él, me entristezco un poco.

Yuuki frunció el ceño- ¿acaso no lo amas? ¿Por qué habría de entristecerte?

-Porque no se cuanto tiempo dure- Yue la miró, ella parecía amable, siempre que se encontraban platicaban largamente sin problemas- él es mi…mi…primo.

La mujer abrió la boca y pareció sonreír un poco-¿tú primo? ¿Eh? Eso está prohibido, ¿sabes?- Yue asintió, entristecido aun más- Qué problema… Yo me enamoré de mi hermano.

-¡¿ehh?! ¿De verdad?

-sí, pero él amaba a alguien más. Alguien a quien yo también amaba.

-¿amabas a dos al mismo tiempo?

-sí, a ambos. Y ambos me dejaron sola y en este lugar. ¿No te parece cruel?

-yo…

-Pero eso pasa cuando retas lo prohibido- Yuuki se puso de pie y acercándose a él, le acarició  la mejilla-nunca puede terminar bien. Es mejor que lo dejes ahora que estás a tiempo.

-ya no estoy a tiempo. Yo ya estoy completamente enamorado de Aki nii.

-Ya veo-dijo apartándose, haciendo crujir su vestido-debe ser alguien extraordinario ¿no?

-¡Lo es!-Yue sonrió de nuevo- ¡es el mejor!

-¿mmmh?-Yuuki sonrió de medio lado-¿cuál es el nombre completo de tu amante, niño?

-Aki Kuran-Kiryuu ¿por qué?

-Nada es solo que…- sonrió- me gustaría conocerlo. Déjame conocerlo a través de tus ojos Yue.

-¿de mi ojos?

-sí, ven

Yue trastabilló un poco al acercársele, algo le decía en el fondo de su cabeza que no debía hacerlo, que debía alejarse, pero ese no era su sueño, ese lugar le era ajeno y ahí, no podía hacer mucho para negarse a lo que ella quería. Y era la primera vez que pasaba algo raro.

Yuuki acarició su mejilla de nuevo y después sus manos se posaron en su cabeza y presionó las sienes con la yema de sus dedos.

-no temas, solo quiero conocerlo, yo no puedo salir de aquí. Así que… cierra tus ojos, cuando lo hagas aquí,  los abrirás allá.

+++

+++++

Yuuki despertó en el cuerpo de Yue, era una conexión débil y no duraría mucho, se movió y sintió el roce de las sabanas. Era la primera vez en mucho tiempo que sentía el roce de algo, en su mundo interno todo era insensibilidad. Giró el rostro y observó al chico que dormía a su lado.

Ese era el hijo de Kaname y Zero. Era uno de los dos mellizos que un día quiso matar. Estaba ahí, vivo, desnudo y dormido.  El muchacho dio un respingo y abrió los ojos, la miró, sin saber, claro, quién era en realidad; y se incorporó.

-Yuu-dijo-pasa algo.

No era pregunta era un afirmación. “¡Que chico tan sensible!” pensó ella “no cabe duda de quién es hijo”.

-¿estás bien, Yuu?

Ella lo miró a través de los ojos de Yue. Su cabello era del color de la plata, con el mismo corte de Zero, tenía ese toque rebelde en él; y por otro lado, sus pupilas eran de un color castaño rojizo, serios y profundos iguales a los de Kaname.

“Extraordinario” pensó Yuuki estirando las manos de Yue hasta alcanzar el rostro del muchacho que la miraba ya, con el ceño fruncido.

-¿Yuu?

-eres perfecto-dijo ella con voz ajena.

-¿eh?

“Perfecto” él era la perfecta combinación de los dos hombres que amó, sus facciones eran una mezcla increíblemente coordinada de ambos, era Zero y era Kaname al mismo tiempo, era dos en uno, lo tenía todo… era…

La conexión terminó y el cuerpo de Yue cayó pesadamente como si se desmayara, Aki lo alcanzó y lo recostó suavemente en la cama. Lo miró confundido y extrañado.

Sin embargo la sensación que lo despertó había desaparecido. Algo había oprimido su pecho y le había recorrido la espalda con un escalofrió. Incluso la atmosfera había sido más pesada. Ahora todo eso había pasado.

Yue dormía tranquilamente, pero no tenía duda de que algo había pasado, algo raro y también peligroso.

++++

++++++

-Gracias-dijo Yuuki a su invitado. Yue se sentía mareado y creyó que vomitaría.

-¡No haga eso de nuevo! ¿Qué le hizo a Aki nii?

-Nada-dijo ella- solo quería conocerlo. Pareces tan enamorado de él, que quería comprobar que tipo de hombre era.

-¿y lo descubrió?

-sí, te diré que, tienes un muy buen gusto.

Yue la miró, tenía escalofríos. Quería despertar, quería despertar, y ya no  volver ahí.

-Si quieres ya márchate. Lo siento, te he cansado mucho.

Yue asintió. Abrió la puerta, y antes de salir dio una mirada atrás, ella le sonrió. Esa mujer le extrañaba, a veces parecía inofensiva y otras, era un poco aterradora.

Yuuki sonrió para sí misma cuando Yue se fue. Ahora tenía un motivo para despertar.

Y  esta vez no perdería.

++++++

Extra 7

Idiota.

-¡Kuran!

Kaname abrió los ojos, sus brazos estaban alrededor de Zero abrazándolo por la espalda cual pulpo, igual que siempre.

-¿qué pasa, Zero?

-¡Muévete!

-ah, ¿por qué?

-¡Solo quítate!

-Ah que forma tan horrible de arruinar los momentos, Zero.

El peliplateado torció el cuello lo  más que pudo, y lo fulminó con la mirada.

-¡te digo que te quites! ¡Vamos Kuran, suéltame!

-No.

-¡¿Qué me sueltes?!

-No, No quiero.

-¡Idiota, no te comportes como un niño!

Kaname frunció el ceño y lo estrujo más contra sí.

-Así menos te suelto. Equivocaste las palabras, idiota.

-¡AHH!-Zero se movió intentando zafarse, era molesto, y tenía que levantarse.

-oye- Kaname apoyó la barbilla en su hombro-no te muevas así, estás muy cerca.

-¿Y eso qué?

-me excitas.

Zero se detuvo y se estremeció- Idiota-murmuró- suéltame de una vez.

-¿para qué?

-¡quiero ir al baño, maldición!

Kaname se rió, se movió sin soltarlo del todo, hasta quedar encima de él y poder verlo de frente.

-haberlo dicho antes... de todas formas no te dejaré ir…

-¡¿qué?!

Kaname se inclinó y lo besó en los labios furiosamente.

-es que con lo de antes, lo lograste.

-¿lograr qué?

-ponerme a punto-dijo el castaño sonriéndole lascivamente, y con sus piernas separó las de su amante.

Zero sintió las caricias conocidas, se estremeció y se abrazó a él. Ah siempre era arrastrado a los caprichos del sangre pura, siempre…

-qué fácil eres de convencer-dijo Kaname alegre, probando el cuello de su amante, quién dio un respingo y lo empujó con fuerza.

-¡Idiota!-dijo-¡¿Quién es fácil?!

-¿Ah?

Zero se levantó y se dirigió al baño, cerrando la puerta con fuerza. Kaname se rascó la cabeza, sentado en la cama. Cuando Zero salió del baño ambos se miraron y se sonrieron.

-ven aquí-le dijo Kaname, y el peliplateado trepó a la cama rodeándole el cuello con los brazos y besándolo.

-Oye-Zero frunció el ceño y señaló hacia abajo-¿no son mis bóxers esos?

-eso creo.

- Eres un pervertido. Ahora tendré que quemarlos.

-Oh vamos, Zero, ponerme tus ropa interior no tiene comparación a lo que te hago en la cama.

Zero enrojeció hasta la raíz del cabello y frunció el ceño.

-¡Tú…!

-Ya no seas idiota-Kaname lo derribó quedando arriba de él de nuevo-pero si quieres pelea, peleemos.

Zero sonrió sabiendo de antemano a que se refería con ese “peleemos”.

-Idiota, vas a perder-sentenció.

Y Kaname estuvo de acuerdo.

Notas finales:

wola! espero que les haya gustado, creo que todo comienza a ponerse un poco feo... pero... hay momentos alegres jeje

Sobre el extra, hace mucho que estos dos no pelean como cuando eran novios, quería que se pelearan estupidamente jaja pero un pelea que no lo fuera en realidad. Pienso que ambos son idiotas, bueno, estan enamorados >.<

Hasta la proxima!!

                                                          continuara...


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