Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un verano inolvidable por koru-chan

[Reviews - 87]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

– ¡levántate! Princesita– Abrió la puerta de gruesa madera fuertemente, casi azotándola provocando un gran estruendo.

– ¿mm…? Mami ahora no, tengo mucho sueño… – se acomodó en la mullida cama y continuo durmiendo.

– ¡sí que eres flojo! – tomó las cobijas y las aventó descubriendo aquel delicado cuerpo del menor. Akira se quedó unos instantes mirando al pequeño él cual  solo dormía con una polera delgada esta caí por uno de sus hombros, sus perfectas y blancas piernas estaban al descubierto, se quedó observando aquella belleza hasta que se dio cuenta de lo que estaba haciendo sacudió sus cabeza a ambos lados fuertemente, su deber era despertar aquel chico citadino, no quedarse mirando lujurioso su cuerpo. – ¡mierda! – dijo mientras bufaba. – ¡Que te levantes!, tu abuelo te quiere enseñar algo… – le aventó una almohada y luego salió del lugar un tanto embobado.

–no puede ser, ¡aun esta oscuro! De alguna manera me quieren matar, ¡que desagradable! ¡Estoy en vacaciones, merezco dormir!! – dramatizaba solo él castaño mientras lavaba su rostro, se vistió con pereza y salió en busca de su abuelo mientras bostezaba y sus ojos se llenaban de pequeñas lagrimitas producto de la falta de sueño.

Serian las seis de la mañana, hora perfecta para ordeñar una vaca y luego tomar un delicioso desayuno. Ruki al llegar cerca del establo vio como comenzaba a amanecer, el cielo estaba tomando una delicada capa de color naranja poco a poco se haría de día.

–bue….– el bajito dio un gran bostezo mientras se cubría su boca con una de sus pequeñas manos.  –…nos días. Perdón. – terminó de saludar recibiendo la mirada de los presentes. Akira lo mirada indiferente y su abuelo divertido y animado. – hasta que apareces, íbamos a empezar sin ti.–           

  Hablo en hombre de canosa y escasa cabellera. – lo hubieran hecho. – habló Ruki con desgano.          

– muy bien, dejemos la pereza para otra ocasión. Bueno, pon atención te enseñaré a ordeñar a Jacinta. – el abuelo colocó un recipiente debajo de las ubres  de la vaca para comenzar.

 – ¿Jacinta? –preguntó riéndose. – que feo nombre, abuelo. – decía mientras no paraba de reír.

– igual que el tuyo… ¿Takanori? ¿Qué es eso? Es como nombre de niñita– dijo sin más el de bandita mientras le daba la espalda.

– ¡no te metas cara de iguana! ¡Que el tuyo, si parece de niña!– le respondió con odio.

– si, por lo menos no me comporto como princesa. – le sacó la lengua al menor viendo como el otro se ponía rojo del coraje.

– ¡ya basta! Pon atención Ruki, tu vas a llenar este recipiente para el desayuno.–Taka miró atento el procedimiento. – ¡ah es muy fácil!, deja yo lo hago. – Taka apartó a su abuelo de “Jacinta”.

– bien. Akira supervísalo, yo tengo que ir a arreglar una cerca – el rubio asintió y se sentó a ver como el chico “ordeñaba “aquel animal.

–eres un desastre, no puedo creer que en todo este rato no hayas sacado ni un poco de leche. – habló Akira ya cansado de verlo intentar y no obtener fruto de esto.

–ah, es que es difícil…– el castaño bajito se sentó exhausto en el suelo. – ¿me ayudas? – lo miró con un infantil puchero el cual Akira no se pudo negar viéndolo sorprendido del tierno cambio que tuvo. –A ver… – comenzó a ordeñar como si nada y en unos minutos tuvo el recipiente listo con aquella blanca y sana leche.

– ¡wow!, que rápido eras, Akira. – tomó el recipiente viéndolo lleno. Justo en ese momento pasó el abuelo con algunos maderos.

– ¡abuelo! Ya ordeñé la vaca, ¡lo hice yo solito! – le gritaba animado y su abuelo le hacia una señal positiva con su mano, posteriormente se marcho a hacer sus quehaceres.

–eres lo más despreciable que existe. – decía un enojado Akira mirándolo con odio.       

–ah pero que tiene, relájate. – dijo el menor quitándole importancia al asunto mientras hacia una seña con su mano.

–eres un maldito hijito de papi, odio los de tu tipo, se aprovechan de los demás y les importa una ¡mierda! ¿Sabes?, ordeña de nuevo a la vaca, yo por mi parte me largo, arréglatelas solo. – se acercó al castaño y golpeo el recipiente botando todo el contenido sobre la cara de este  empapándolo completamente. –¡eres un maldito bruto! – le gritó indignado mientras veía como se marchaba.

–igual tiene razón en todo lo que dijo– hablaba para sí mismo mientras se volvía a posicionar e intentaba por segunda vez ordeñar aquella tranquila y regordeta vaca, esta vez sí le funciono y logró llegar un poco más de la mitad del recipiente, estaba satisfecho y entro feliz a la casa dándole el fruto de si trabajo a su abuela.

–Me siento mal por lo que hice con Akira, ¿debería disculparme?– pensaba mientras de daba una ducha, luego de desayunar y por encargo de su abuela, fue a buscar a Akira para darle un sándwich y un vaso de leche, ya que aquella mañana no había ido a desayunar.

Lo buscó por toda la hectárea pero no lo encontraba hasta que decidió ir cerca de la cosecha, ahí dio con él, estaba cogiendo unas cerezas que su abuelo lo había mandado. – ¡Akira! Hasta que te encuentro. – el más bajo lo miraba que estaba trepado en un árbol afanado haciendo lo suyo.        

– Mira, mi abuela te mandó esto– le mostro un pequeño canastito el cual contenía comida. Pero él mayor lo ignoraba tajantemente.

– también…te quiero pedir disculpas, estuvo mal llevarme el crédito de lo que tu habías hecho, perdón. – se disculpó sin mirarlo, pero nada, él de bandita ni se inmutaba. – ¡Uy! ¡Cara de iguana fea, eres terca! Me va, nunca me disculpo con nadie, ¿sabes? ¡Y no sé porque lo hice contigo! – se cruzó de brazos mientras se daba vueltas para marcharse.                  

– ¡auch! – se quejó, algo había dado en su cabeza o se lo habían aventado. – cómelas, están buenas. – Ruki se había girado para ver qué cosa había en su nuca, se agachó para ver y  recoger una cereza del suelo, miró hacia arriba, había sido Akira quien le había aventado eso.

–Esta riquísima– dijo con una risita. Akira dejó el árbol y de acercó a Ruki el cual le dio la comida y ambos se sentaron un rato a platicar.

La mañana se les pasó rapidísima entra platica mientras que Ruki le ayudaba a Reita en sus  quehaceres.

Después de almuerzo y después de una ardua mañana de trabajo intenso. Akira invitó a Ruki al rio, el chico aceptó gustoso.

–¡wau, que lindo! qué hermoso es este lugar. – el castaño estiró sus brazos corriendo hacia la orilla del ancho y calmo rio. El sol hacia que el agua, la cual se deslizaba con una paz infinita, hacia que brillara haciendo a la vista completamente agradable. Ruki se sentó mientras se quitaba sus zapatillas para meter sus pies en la cristalina agua. En cambio Akira se apresuraba en quitarse toda su ropa para zambullirse y quitarse el calor de aquella veraniega tarde.

– ¿solo vas hacer eso? –el de la bandita le habló mientras se iba caminando hacia la orilla completamente desnudo. –Si…– el castaño abrió sus ojos a más no poder al ver al rubio completamente despojado de toda prenda. –agh ¿q-que haces?! Ponte algo, ¡desvergonzado! – Ruki intentaba no mirarlo ya que su rostro lo sentía rojo y de verdad lo estaba. –ah, que tímido te pones… – se zambulló en el rio salpicando gotitas de agua por doquier.

– no es eso, e-es que  no te puedes desnudar enfrente de ¡cualquiera! – miraba ahora de frente a aquel hombre el cual estaba completamente mojado y de divertía flotando en aquella deliciosa agua.

–Creo… que la tienes chica, como eres enano… – dijo para ver la reacción del menor y sin más se zambulló nuevamente.

– ¡¿eh?! ¡Claro que no la tengo chica! – hablaba rojo del coraje y de vergüenza. –pues entonces… muéstrala a si te creo. – le guiñó un ojo y se fue a nadar un poco más lejos.

Él castaño lo pensó un rato hasta que poco a poco se fue despojando de sus prendas: un pantalón corto y una polera ancha. Cuando estuvo listo miró a ambos lado mientras se tapabas sus partes púbicas con una de sus manos, no vio Rastro del rubio asique lentamente se fue metiendo al rio hasta que el agua cubriera su cintura.

–hasta que lo hiciste. – reía de medio lado él mayor. –si… y deja de mirarme de esa forma. –

Él castaño se abrazó a si mismo para que el otro dejara de mirar tan intimidantemente he involuntariamente comenzó a temblar. – ¿ya te dio frio? – él Rubio se acercó al menor y lo abrazó para sorpresa del chico, este puso sus manos sobre el pecho de otro acariciándolo sutilmente con las yemas de sus dedos ante la atenta mirada de Akira.

– Oye… – habló el rubio. – ¿Eres gay…? – el otro salió de su trance dejando de inmediato de acariciarlo dándole un empujoncito para alejarlo. – ¿q-que? Perdón yo… solo, no se me dio por tocarte… como me abrazaste… – apretó fuertemente sus puños mientras se volvía a abrazar a si mismo. – No lo digo por eso… – alzó una ceja y con una sonrisita dibujada sexymente en sus labios miró hacia la zona baja, mejor dicho hacia la entrepierna del menor. – tu Taka-chan despertó con un abracito de Aki. – dijo de una manera burlesca.

– ¡ah! ¡No soy gay! – se cubrió al instante aquella zona tapándola con sus manos. – para que lo niegas, ¿cuando tu cuerpo dice exactamente lo contrario? – Reita se volvió a sumergir en el agua dejando un indignado y sonrojado chico.

Bufó cansado. Se  giró para levantarse dispuesto a irse de ese lugar pero de la nada sintió que lo abrasaban por la espalda apegándose cada vez mas a su cuerpo sintiendo su seca espalda húmeda al instante al sentir aquel desconocido cuerpo. – ¿cuántos años tienes? – habló ronronearte en su oído. –Akira… ¿q-que haces?–dijo sintiendo que el airé le escasea por lo excitante de la situación.

– ¿Cuántos años tienes?– volvió a insistir.

– diecisiete…  – él rubio se separó del menor dejándolo atónito, no entendía nada. – ¿que ocurre Akira?, ¡dime! Se me hace extraño todo esto… – se volvió a sentar en el agua mientras miraba al de bandita que hacía lo mismo frente a él. – nada… solo quería hacer algo pero creo que me vería demasiado pedófilo si lo hiciera. – dijo sin mas haciendo que el corazón del menor comenzara a latir descontroladamente pensando un mil cosas que aquel desconocido chico le podría hacer. Lo conocía hace dos días y ahora, después de cómo lo trató ¿lo quería violar? ¿Ese era su maquiavélico plan?

El menor abrió sus ojos enormemente, estaba entre asustado y sorprendido viendo como el mayor se comenzaba a aproximar a él.

–q-que… – fue lo más que alcanzó a decir hasta que sintió un sutil y suave beso en sus labios, Akira lo había besado, pero eso si, muy casta y delicadamente.

El rubio salió del agua para vestirse. – Creo que debemos irnos, el señor Matsumoto nos debe estar buscando– agregó como si nada. Ruki se dio vuelta y lo quedó mirando.

 – ¡¿por qué hiciste eso?!– ya volviendo a la normalidad frunció el seño para simular estar enojado. –pus… no se, solo lo quise hacer, tienes lindos labios. – le guiñó un ojo. – ¡ah! Eres un maldito idiota que lo único que quiere es hacerme ¡enojar!– comenzó a salir del agua para secarse y vestirse rápidamente.

El menor estaba verdaderamente enojado; bufaba mientras se colocaba lo más rápido que podía su ropa. Él rubio lo miraba atento, el cual con una risita en sus labios disfrutaba de la frustrante escena del menor. Cuando estuvo listo salió de ahí sin decir más, quería volver rápido a la casucha y no ver, ojalá, por todo el verano al desnarizado.

– ¡¿que se cree ese tarado con cara de iguana deforme?! A mi nadie me besa porque si nada mas…– se sentó debajo de la sombra de un árbol. – quizá… si solo me hubiera dicho que le gusto… si claro Takanori, ¿aun crees en los cuentitos?  Demonios, ¿que les pasan a mis hormonas? Tan lindo no es él tipo, bueno si es lindo, es bastante guapo ¡ach! ¡Qué rabia! Odio que siempre se burlen de mí…–

Después de aclarar su mente decidió volver a la casa. En el camino no vio ni rastro que aquel chico. Era lo mejor según él, decidió entrar a la casa, cambiarse ropa y hacer lo que mas le encanta descansar y no hacer nada.

– ¡enano! Tu abuelo te llama!– el castaño se iba a tirar sobre su confortable cama cuando fue llamado por “él chico cara de iguana”  –¡mierda! ¡¿Acaso no se me van a dejar descansar ni un puto minuto?!– se quejaba mientras caminaba con pereza hacia la salida de la cabaña.

Taka tendrá unas vacaciones más que agitadas, esto está solo empezando.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).