Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Placer en las alturas por PrincessIce

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este fic  realizado esta Coescrito con mi querida Shunlove3 osea mi hijita Alex :3 y yo, espero sea de su agrado...

Notas del capitulo:

Este primer capitulo fue escrito por mi XD

CAPÍTULO I.

El camino había sido bastante largo desde el pueblo anterior, sus pies ampollados por la fricción del zapato de cuero y el calor lo estaban matando, pero ya faltaba muy poco para llegar a su última opción, casi nadie quería pedirle empleo aquel tipo al que iría a  buscar pues mal pagaba.

En aquella cabaña que fungía de oficina estaba tratando de amarrar un contrato el castaño, difícilmente pero logro regatearle unas cuantas monedas al tacaño hombre a cambio de que pastara sus ovejas en el verano.

– ¿Entonces? – pregunto Aioria con una sonrisa que lo caracterizaba siempre.

– Está bien, pero donde pierdas una de mis ovejas por tus estupideces te meteré un balazo por el culo–  gruño Tatsumi, buscó en el cajón uno de sus deliciosos puros para encenderlo cuando la puerta se abrió.

– Señor, mi nombre es Ángelo Di Cáncer–  trató de presentarse sin dejar de lado su tono hosco – Vengo a ver si hay algo de trabajo para mí–  se acercó mientras observaba atentamente la calva brillosa de Tatsumi.

– Pues este estúpido te acaba de ganar el trabajo–  aventó una bocanada de humo a la cara del castaño, a lo que Aioria se limitó a soplar con la palma de la mano.

– Pero… creo necesitaré también un velador, no confío en este idiota–  al escuchar al pelón Ángelo movió su cabeza asintiendo aceptando así aquel empleo, escuchó también la paga, no era muy buena pero de algo a nada.

– Bueno, pues yo estoy listo para empezar Tatsumi–  Aioria se estiró como gato al levantarse de la silla donde estaba acomodado.

– ¡Señor Tatsumi!–  levantó la voz el pelón además de golpear fuertemente con el puño el escritorio.

– Si está bien Señor Tatsumi–  sonrió de medio lado el castaño recalcando notablemente lo de señor.

– Bien, tienen media hora para estar listos y subir a la montaña–  espetó el patrón – Ah y semanal tendrás que bajar tú Di Cáncer por las provisiones– señalo el patrón frotándose el bigote.

Aquellos muchachos salieron de la cabaña casi a la par, el castaño intentó darle alcance al peli azul – Hola, me llamo Aioria Omoru – extendió su mano para saludarle de manera más amigable, mientras el otro solo arrugo el entrecejo – Ángelo Di Cáncer –  estrechó la mano sacudiéndola un poco – te veo en un rato – camino algunos metros más adelante para sentarse en unos troncos a comerse algunos mangos.

Aioria tomó otro camino en su camioneta, fue a casa de sus padres por lo necesario para emprender aquel trabajo, empaco en su mochila ropa y cosas personales, su madre insistió que se sentara a comer un plato de sopa de verduras a lo que el castaño accedió.

– Espero que ese trabajo sea de hombrecito y no de estar jugando al vaquerito en los rodeos – interrumpió su padre que estaba llegando a casa.

– Si Padre cuidare de las ovejas de Tatsumi–  miro de reojo a su padre al que trataba de hacerlo sentir orgulloso de él.

–Menudo patrón tacaño te fuiste a buscar– regaño el padre de Aioria, pero consideraba que eso le serviría más que andar en los estúpidos rodeos, así que ya no dijo más.

Al terminar de comer se despidió de su madre con un cálido beso de ella en la frente – Por favor hijo pórtate bien–  le dio su bendición la mujer mientras le susurraba – No te metas en líos otra vez mi amor.

– Si madre te lo prometo – respondió casi como a un niño al que regañaban por una travesura.

Subió a la camioneta para dirigirse al sitio de reunión con Tatsumi y su compañero de trabajo, después de algunos minutos que tardo en el traslado en la carretera estaciono su camioneta, sacó la mochila que se colgó en la espalda y divisó a su compañero.

– Tatsumi nos está esperando – le volteo a decir Ángelo al verlo llegar, se levantó sacudiendo su pantalón y se dirigieron a la parte trasera donde habían tres caballos que serían su transporte hasta los corrales.

El camino fue corto, trataban de poner atención a las idioteces que decía el hombre calvo porque en su mayoría eran puras burlas hacia sus personas–  Aquí están mis ovejas son doscientos ocho y no quiero que pierdan una sola idiotas–  advirtió de nuevo el tipo.

Algunos de sus trabajadores de la granja abrieron las portezuelas del corral, por delante avanzo a caballo Ángelo, detrás de él iba rebaño, por detrás Aioria arriando a los animalitos.

Llegaron a las faldas de la montaña a la que empezarían a ascender lentamente, durante aquel trayecto solo las pisadas de los animales podían escucharse  y el chocar de los bultos de provisiones donde estas se agitaban por el andar de los corceles.

– Este parece ser un buen lugar para acampar–  mencionó Ángelo al llegar a una de las altiplanicies, bajo del caballo sujetando las riendas de un árbol.

– Si es buen lugar, hay que armar la tienda – respondió Aioria imitando la acción del otro chico asegurando su caballo, bajó la bolsa de la tienda para comenzar armarla – Aunque creo que esto es mas para ti que para mi, las veinticuatro horas debo cuidar de los animales–  alzó los hombros hablando en tono de resignación.

– En algún momento supongo que tendrás que descansar–  le contesto Ángelo concentrándose ahora en asentarse en aquel espacio, una hora tardaron en instalarse, mientras Aioria se encargaba de las ovejas, Ángelo aprovechó para cortar un poco de leña, porque aunque estuvieran en pleno verano en las cumbres bajaba la temperatura y les serviría para calmar el frío  y preparar la cena.

Las ovejas parecían ya quietas en el lugar a donde les guio Aioria, las tripas ya le gruñían de hambre, y el olor a comida lo empezaba a atraer.

– ¿Qué estas cocinando? – pregunto el castaño mirando como en una pequeña olla revolvía con la cuchara frente al fuego Ángelo.

– Frijoles con carne seca – Respondió el peliazul , tomó uno de los tazones y sirvió una cataplasma de la revoltura – anda come que ya se te nota que te urge.

– No se escucha muy apetitoso pero sabe bien – emitió su comentario bromeando llenándose la boca de aquel menjurje que tenía un muy buen sabor – por lo menos esta comible, si estuviéramos en puestos invertidos te juro que no querrías comer lo que yo haría–  carcajeo ante lo dicho pues era malísimo para la cocina.

– Me enseñó mi madre cuando yo era pequeño, ella falleció hace mucho y tuve que sobrevivir pues mi padre no cocinaba nada – le contó Ángelo mientras cuchareaba su comida, destapo la botella de agua y bebió un gran trago. – ¿y tú siempre te has dedicado a ser ovejero? – interrogó el peli azul  a su compañero.

– Pues solo lo he hecho un par de ocasiones, mi pasión son los rodeos – sonrió ampliamente recordando aquellos tiempos en las que se llevaba las ovaciones del público.

– ¿Y si a ti te gustan los rodeos que haces aquí?–  preguntó intrigado Ángelo.

– Mi padre, a el le molesta que me vaya a jugar a ser el jinete como dice, quiere que le ayude – se echó a reír un poco – La verdad pienso juntar ese dinero para ir a otro estado a los rodeos–  terminó el plato de frijoles  mientras relataba – ¿y tu?– .

– El año pasado murió mi padre y se perdió la granja, ahora necesito el dinero para poder casarme con Shaina–  sonrió de medio lado – hace dos años que somos novios y le prometí que terminando este empleo nos casaríamos– .

– Pues felicidades amigo – palmeo su espalda vigorosamente – Yo no estoy hecho para el matrimonio, yo soy de todas – dijo orgulloso como todo un don Juan. – Creo que daré una ronda a los animales– .

– ¿Por qué no duermes un par de horas? – sugirió el peli azul – yo puedo dar la ronda con los perros – se levantó sin darle oportunidad de objetar al chico, tomó su escopeta y se dirigió a donde el rebaño sentándose en una piedra elevada contemplando todo el horizonte en completa calma.

Por su parte Aioria no le quedó más que ir a la tienda a recostarse un rato para juntar energías para ir a realizar su trabajo en un tiempo más, se recostó suspirando, aquel chico se veía arisco pero le había caído bien después de todo – Bueno Ángelo parece que haremos buenas migas–  dijo para sí mismo mientras comenzaba a cerrar los parpados cayendo pronto en las redes del cansancio.

 

 

 

By PrincessIce

Notas finales:

Como veran fue la pequeña introduccion, pero lo bueno se viene en el siguiente capitulo, será el turno de Shunlove3, pero... esperaremos sus comentarios para alentarnos a subir el siguiente


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).