Salí rápidamente de mi casa seguido por mis dos lentas y escandalosas armas con dirección a Shibusen, íbamos algo retrasados ya que Lizz perdió mucho tiempo “arreglando” su cabello. Llegamos a Shibusen apenas un par de minutos que comenzará la clase y me dirigí rápidamente hacia mi aula, subí las escaleras y empecé a recorrer el pasillo, noté de pronto que en la entrada de la puerta del salón había una chica pelirroja recargada en la pared, mi velocidad disminuyó y fue entonces cuando me percaté que era la joven con la que había estado “divirtiéndome” ayer, apreté el paso y mire hacia otro lado mientras me dirigía a la puerta, se percato de mi presencia y me miro con cara dulce y sonriente pero su expresión cambio cuando notó que la ignoraba por completo.
-Kid…- dijo en tono triste e intentó tomare del brazo.
-no te conozco- dije cortante y sin siquiera voltear a verla y entre al salón.
A pesar de la hora aún faltaban varios compañeros, mire hacia una fila de arriba y me tope con la mirada de Black Star, me miró serio y negó con la cabeza, tal vez se percato de lo que había hecho allá afuera, ignore su mirada y camine hacia mi asiento al pasar a su lado me detuvo del brazo.
-no tienes remedio Kid…- dijo y me miro sonriente levantando su pulgar
-aprendiste del maestro- concluyo riendo escandalosamente soltándome, yo solo me limite a reír.
Me senté al lado de Soul y lo mire de reojo, estaba dormido sobre su mesa, me gire totalmente hacia él y empecé a observarlo detenidamente, se veía tan lindo durmiendo, su cara estaba llena de tranquilidad, me acerque un poco mas hacia el recargándome en la mesa para disimular, su piel blanca y perfecta, s veía tan suave, su respiración era lenta y tranquila, me percate de que sus labios estaban ligeramente abiertos, sus labios… parecían dos hermosas almohaditas, tan suaves y dulces, “-bésalo-” una parte de mi me lo gritaba, me acerque y mi corazón se aceleró, esa horrible sensación apareció nuevamente, una sensación que solo Soul podía hacerme sentir, me detuve y bruscamente me separe de la mesa.
-no, nunca lo haría… y menos en un lugar como este- dije en voz baja intentando negar esa sensación y ese sentimiento que iba creciendo día con día.
-nunca harías que cosa…-dijo Soul aún medio dormido.
“mierda, me escucho” pensé y sentí mis mejillas arder.
-no, nada- dije y reí con nerviosismo.
-hey, ¿ayer te divertiste?- dijo entre un bostezo
-!Ja! Lo normal- dije y me recargue en la mesa.
Soul se restiro y se recostó en mi hombro, tomo mi brazo y lo acomodo como si fuese su almohada, sentí como mi temperatura aumento, pero no moví ni un pelo, hace aproximadamente un mes que había comenzado a sentir esto por Soul, no sabia muy bien que era o tal vez no quería admitirlo, tal vez mi orgullo no permitía aceptar que por mas que me acostara con mil mujeres, por mas que besara millones de labios, ninguna persona mas sobre esta tierra me haría sentir algo especial como lo hacia Soul, cuando lo repetía en mi cabeza me parecía algo duro de aceptar, el hecho de que mi amigo, con el que me la he pasado tan bien tanto tiempo, sin siquiera darme cuenta y sin que el tuviera que hacer algo especial, me había enamorado, a pesar de ser totalmente asimétrico, lo amaba, amaba su loco peinado, su sonrisa retorcida, lo amaba todo de él, pero no podía decírselo, es decir, ambos somos hombres y no sabia como lo tomaría el, tenia miedo de pensar en el simple hecho de decírselo y que el me terminara odiando, no… eso jamás no correría ese riesgo de perder incluso, esta amistad.
Las clases terminaron rápido y salimos disparados del aula, llegamos hasta el patio de Shibusen y nos colocamos bajo un árbol, nos sentamos en círculo y Black Star comenzó a contarnos una de sus exageradas historias acerca de sus batallas con demonios de pacotilla.
-Vamos Black Star, no eres tan poderoso, pude haber derrotado a todo eso y más con una mano atada en la espalda-agregó Maka empezando a alardear acerca de sus “grandes” habilidades.
-¡JAJAJAJA! ¡Yo soy el hombre que superara a los dioses! Tú nunca podrías llegar a ser ni la mitad de grandioso que soy yo- gritó Black Star levantándose de golpe y levantando los brazos en pose de victoria.
-vamos Black no dudes de las capacidades de Maka, ella es más fuerte de lo que parece…- dije callando a Black Star y abrazando ligeramente a Maka, la mire de reojo y me percate que estaba ligeramente sonrojada y evitó mi mirada volteando hacia otro lado. – Además como no sería así de buena cuando tiene como compañero a una guadaña tan genial y poderosa como Soul- agregue como para eliminar cualquier malentendido y la solté sonrojándome ligeramente por las palabras que acababa de decir, en ese momento todos se quedaron en silencio y bajé la mirada avergonzado, Patty y Lizz comenzaron otro charla y rápidamente todos se integraron, mire a Soul, quien me estaba mirando sonriente, sentí la cara caliente y mire al suelo unos segundos para después volver a cruzarme con su mirada, le devolví la sonrisa y arqueo su ceja con rostro interrogativo negué con la cabeza y volví a bajar la mirada, pasó un rato y decidimos irnos a pasar el rato por las calles de Death City, Maka, Tsubaki y las hermanas Thompson entraron a una tienda de ropa y nos dejaron afuera.
- hey! Chicos vamos un rato a hacer cosas de hombres- dijo Black con cara de estar harto de solo pasar a ver tiendas para niñas.
-¿cosas de hombres?- preguntó Soul sonriendo
-si ya sebes, un poco de esto un poco del otro…- dijo Black y abrazó a Soul obligándolo a caminar a su lado, me limite a seguirlos unos pasos atrás en silencio, sabía que Black Star andaba con Tsubaki y que además Soul era su amigo pero no pude evitar sentirme un poco celoso de aquella escena que estaba frente a mis ojos, caminamos hasta la cancha de la ciudad donde nos gustaba ir a perder el tiempo, en el camino Soul volteo a verme varias veces de reojo retorciendo un poco su cuello por arriba del brazo de Black ignorando incluso su conversación. Jugamos un rato con la pelota pero se hizo tarde rápido y el cielo amenazaba con soltar su furia contra nosotros.
-lloverá…-dijo Black mirando al cielo y con la respiración agitada aun por el ejercicio
-mejor nos vamos- dije tomando mi saco de una de las bancas del parque
-y… las chicas- dijo Soul algo preocupado
-naaahh, no te preocupes por ellas ya deben estar en casa- dijo Black despreocupado y recargando su brazo sobre Soul nuevamente, hice un mohín y busque las llaves de mi auto en mis pantalones
-los llevo en mi auto…bueno si quieren-me ofrecí señalando en dirección a la carretera.
-nahh, ya suficiente hiciste con traerme hasta acá- dijo Black Star de espaldas a mí –además me queda más cerca por este lado- agregó y levantando su mano haciéndonos una seña despidiéndose, dio un gran salto y empezó a alejarse haciendo piruetas por sobre los techos de la ciudad, mire a Soul quien empezaba a caminar hacia la carretera.
-nos vamos o ¿Qué?- dijo y se detuvo sonriente, me dedique a reír y caminamos hasta mi auto. Nos subimos y arranque el auto en dirección a casa de Soul.
-hey Kid, cuando dijiste que era alguien genial ¿porque te veías tan avergonzado? ¿Qué acaso no iba en serio?- dijo Soul en un tono burló.
-¡No! ¡Claro que iba en serio!...- dije inmediatamente haciendo evidente mi interés en el tema. –Bueno… eres alguien además de genial, estupendo, fuerte, valiente y atractivo- dije arrepintiéndome de haber dicho eso último. –bueno… ¡me refiero a que debes ser un gran compañero! Solo eso- dije exaltado y con la cara totalmente roja, no podía verla pero podía sentir mis mejillas arder, mire por la ventanilla evitando su mirada y fingiendo revisaba el tráfico
-tranquilo Kid- dijo Soul y puso su mano sobre mi hombro, me sonroje al instante y mire hacia un lado, sentí un escalofrió que me recorría toda la espalda, no podía creer que con un contacto tan simple me podía hacer sentir cosas como estas.
-Kid…-dijo mirándome a la cara y buscando mi mirada, lo voltee a ver con cara nerviosa. –Gracias- agregó y volvió a recargarse en su asiento, “¿Qué pasa contigo Kid?” dijo una voz en mi cabeza “tranquilo, se va a dar cuenta” “¿cuenta?... ¿cuenta de que?” pensé, intentando negar mis sentimientos, otra vez.
-no… por nada… bueno solo digo la verdad- dije para finalizar y pasamos el resto del camino en silencio, durante el trayecto note que Soul me miraba a través del espejo retrovisor, le devolví varias veces la mirada y pude notar que en sus rustro un ligero sonrojo, que debo admitir me hizo sentir feliz soltando varias veces una sonrisa coqueta como de satisfacción. Llegamos a la entrada de su departamento donde vivía junto con su técnica Maka, eran alrededor de las 10:15 y afuera estaba totalmente oscuro, solo se veían las luces de las lámparas de luz en la orilla de la carretera, me estacioné y miré hacia afuera por el parabrisas empañado por el frío exterior, afuera seguía lloviendo y podía ver las gotas caer entre las luces de mis faros, miré a Soul de reojo y estaba mirando fijamente el vaivén de los limpia brisas que producían un sonido hipnótico.
-oye Kid, recuerdas que hace ya un tiempo te dije que estaba enamorado de Maka- dijo sin voltearme a ver, sentí un dolor en mi pecho como si me hubieran golpeado.
-ha… sí creo que si- dije con voz seca, recordaba eso a la perfección había sido exactamente ya hace 7 meses.
-pues ayer hablamos… y me dijo que se ha enamorado de alguien- dijo y me miró serio. “¿de alguien?” pensé asustado, “ ¿se habrá enamorado de Soul?... no tranquilo"
- y... de quien...- dije pero no me dejó terminar
-pero sabes una cosa, ya no me importa, porque yo también estoy enamorado de alguien más- "de alguien más" esas palabras se quedaron volando dentro de mi cabeza, repitiéndose una y otra vez, respire profundo aliviado de que Maka no lo amara, pero intrigado por saber quien habitaba en el corazón de Soul.
-y... ¿a quien amas?-dije vacilante y bastante nervioso, me miro fijamente y tomó mi hombro, sentí como mi corazón se aceleraba como un loco y un escalofrío por todo mi cuerpo
-yo...-dijo y se acercó a mi, giré mi rostro hacia el y me acerqué a su rostro quedándome fijo en sus ojos hermosos rojos como el fuego que sentía corría en ese momento por mis venas.
-yo... me voy a casa- dijo y se rió de medio lado, abrió la puerta y salió deprisa del auto, dejándome hay con con el corazón en las manos, con los sentimientos a flor de piel y con unas incontrolables ganas de saborear esos delicados labios rosados que tenía.
Continuará