-Allen-kun, voy a enviarte a una misión –dijo el supervisor Komui de forma seria.
-Si, de que se trata?
-Al norte de Rusia, parece haber trozos de Inocencia, los buscadores nos informaron que encontraron 3 de ellos.
-Tres trozos?! –Allen se había asombrado.
-Asi es, lo que ha llamado la atención del Conde, han aparecido gran cantidad de Akumas y lo que mas tememos…es la aparición de algún Noah.
-Entiendo. ¿A que hora debo partir?
-Espera. No puedes ir solo, te acompañaran dos personas mas.
-¿Quienes? –lo dijo con voz nerviosa, temiendo que fuesen sus pretendientes.
-Siento el retraso Komui-san –se oyo una voz al entrar.
-Tsk, por tu culpa llegamos tarde.
-Eso no es cierto, no fue mi culpa chocar contigo Yuu.
-No me llames asi, Baka Usagi.
El albino al escucharlos trato de esconderse mas en la silla donde estaba sentado, el pobre estaba nervioso.
-Me alegra que llegaran, ya le indique a Allen la situación –hubo un breve silencio, los dos exorcistas llegaron hasta donde estaba el pequeño y lo saludaron, bueno solo lavi lo saludo. Yuu no era el tipo de personas que acostumbran saludar a medio mundo.
-Hola Allen! –el Usagi tomo asiento junto al menor.
-H-hola Lavi –su voz apenas fue perceptible, lo que los demás ignoraron para seguir con el tema en cuestión.
-Partiran hoy a las 11 de la noche, mañana en la tarde estarán llegando. Bien eso es todo –y les entrego a todos unas hojas con las indicaciones.
Allen tomo las suyas, se levanto y se fue sin mas que decir. Los otros se despidieron de Komui y se marcharon.
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-Llegas tarde Tiky-pon~ -dijo el Conde que estaba esperando al otro Noah.
-Disculpa el retraso….tienes una misión para mi ¿no es asi?
-Claro que si~, como lo adivinaste?
-Bueno, si no es para eso, para que otra razón me habrias llamdo?
-Tienes razón… bueno aquí el asunto del porque te necesito –le arrojo una carta de poker con el nombre de un exorcista.
-Puedo matar a esta persona?
-Si asi lo quieres…pero no lo olvides. Debes destruir su inocencia.
-Bien, me queda claro –dio media vuelta y empezó a andar.
-Buena suerte, Tiky-pon~ -dijo el mayo de los Noah mientras iba elevándose en al aire con ayuda de su paraguas Lero.
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Ya en el tren de viaje hacia Rusia, había un enorme silencio entre los tres chicos, por un lado Kanda no acostumbraba a hablar mucho, por su parte estaba bien. Pero los otros dos chicos solian platicar muy a menudo pero después de lo sucedido entre Kanda-Allen y Lavi-Allen las cosas estaban algo tensas. Habia pasado poco mas de un mes y el Albino aun no decidia a quien quería, respuesta que ambos exorcistas por asi decirlo “enamorados” estaban esperando con ansias a saber que el otro perdería estaba batalla del amor.
Allen conversaba poco con ambos, debido a su nerviosismo que le dificultaba articular palabra alguna. Por el contrario Lavi siempre estaba de hablador, siempre tenia algo para decir o iniciar platica para evitar el aburrimiento. Pero este notaba la situación en la que Allen estaba asi que prefería dejarlo tranquilo y que el tiempo decidiera que hacer con la situación amorosa en la estaban los tres.
Timcanpy salió del uniforme del exorcista para revolotear y estirar sus alas, que ya se estaba poniendo incomodo dentro las ropas de Allen. Revoloteo un par de veces y se fue a parar a la ventana, lugar donde su dueño estaba absorto en el paisaje que pasaba mientras el tren seguía su ruta.
“Tres trozos de inocencia, eh?” pensó el sucesor de Bookman “Tengan cuidado al llegar, cabe la posibilidad de que algún Noah se aparezca” recordó las palabras que Komui les había dicho antes de partir.
Por otro lado el samurai solo se concentraba para estar listo ante cualquier ataque de Akuma al llegar a la ciudad destinada.
“¿Porque me envio con este par de idiotas?” era lo que joven peliblanco se decía asi mismo a cada rato.