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Me perteneces por FATIMA WINNER

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Notas del capitulo:

Categoría: Yaoi~

Pareja: SaruMi (Fushimi x Yata)

Disclaimer: “Los personajes de K-Project no me pertenecen a mí, sino a sus respectivos creadores GoRa y GoHands. Yo sólo los tomo prestado para escribir este fanfic sin fines de lucro, sino más bien para hacer lo que me gusta y compartirlo con ustedes”.

Advertencia: RT-16.

“Me perteneces”

By

Fátima Winner

 

Capítulo 2: Reacción

 

Un Kamamoto con varios kilos menos (es decir la versión de verano), llegó tarde al apartamento que compartía con Yata, aunque se había apresurado en ir allí, ya que su compañero de cuarto no se había presentado en el trabajo ese día. ¿Le habría pasado algo? Prendió las luces y se apresuró en ir hacia la habitación del castaño, en donde lo encontró acostado y a oscuras.

 

—¿Yata, estás dormido?— preguntó extrañado al entrar.

 

Pero no obtuvo una respuesta, así que decidió prender las luces por lo que el castaño se ladeó de mala gana mientras usaba uno de los brazos para taparse el rostro.

 

—Apaga la luz y vete. Quiero estar solo— fue todo lo que le dijo.

—¿Pasó algo…? ¿Por qué no fuiste a trabajar hoy? El dueño estaba muy enojado y dijo que te despediría—

—Dije que te fueras— repitió.

—¡Pero, Yata, vas a ser despedido por haber faltado! Y no pude llamarte porque tuve que cubrirte todo el tiempo. Así que, ¿qué fue lo que pasó?—

—¡Déjame solo, maldita sea!—

 

El rubio se acercó y lo tomó del brazo que usaba para cubrirse el rostro mientras lo obligaba a darse la vuelta y dar la cara. En ese momento pudo ver la curita que tenía en el rostro…

 

—¿Con qué te hiciste eso…?—

—¡Qué te importa! ¡No es nada, así que déjame solo de una maldita vez!—

—Pero… Después de la muerte del señor Mikoto has estado muy deprimido y ahora incluso faltas al trabajo para quedarte aquí y hasta terminas herido…—

—¿Insinúas que me hago daño a propósito o algo como eso? ¿Es que acaso eres idiota?—

—Es porque te conozco y sé lo cabeza dura que puedes llegar a ser… Aunque siempre estás a la defensiva soltando insultos por todos lados, en realidad puedes llegar a desmoronarte con facilidad—

 

Misaki guardó silencio mientras su compañero continuaba mirándolo…

 

—¿Has comido, Yata?—

—Pareces una madre, Kamamoto—

—¿Ah?—

—Como sea, déjame solo de una vez— se soltó del agarre del otro y se dio la vuelta de nuevo.

—¿Cómo harás con el trabajo ahora?—

—Mañana iré a hablar con el dueño… Así que deja de preocuparte—

 

El rubio solo esperó unos segundos y salió de la habitación de su compañero, con lo cabeza dura que era ese muchacho de seguro no lograría convencerlo de que le cuente lo que sea que hubiese ocurrido. Solo esperaba que realmente no estuviera haciendo nada estúpido.

 

Después de escuchar la puerta cerrarse, el castaño se mantuvo en silencio y atrajo las rodillas contra su pecho como si quisiera encoger todo el cuerpo…

 

Habían pasado algunos meses desde la muerte del señor Mikoto… Pero todavía le costaba recuperarse completamente. ¿Por qué tuvo que haber pasado?

 

«¿Por qué Mikoto-san tenía que morir…?»

 

No solo era el líder del grupo Homra, sino también su héroe… Quien rescató del abandono a Saruhiko y a él.

 

«Saru…»

 

No importaba cuanto lo pensara, no lograba entender la actitud de ese tipo… ¿Pero en qué momento fue que cambió tanto? Si ellos fueron los mejores amigos… Incluso si no tenían interés en otras cosas, Saruhiko y él pudieron llevarse bien antes cuando solo se tenían el uno al otro. ¿Qué fue lo que pasó entonces?

 

«¿En qué momento…?»

 

Así los recuerdos comenzaron a venir a su mente…

 

Saruhiko y él se conocieron en la escuela media, ambos eran malos para relacionarse con otras personas, aunque de una forma distinta. Mientras que el chico de cabello oscuro era antisocial y se veía bastante solitario, Misaki solía tener una actitud más rebelde y al mismo tiempo podía ser muy trasparente y hasta inocente, aunque igual a ninguno le interesaba mucho lo que pasara a su alrededor.

 

Así un día saltándose las clases, el castaño se escabulló hacia la azotea del colegio, en donde se suponía no debería de haber nadie, pero para su sorpresa se encontró con un muchacho de lentes…

 

Se miraron en silencio por unos segundos hasta que el Saruhiko bajó la vista, por lo que el más bajito se sintió ignorado.

 

—¿Hey, qué hay con esa actitud? No es como si fueras el dueño del lugar, sabes…—

 

Al no obtener respuesta del extraño chico, Misaki solo optó por sentarse en el piso y sacar sus audífonos para escuchar música como solía hacer cuando quería olvidarse de todo.

 

Después de eso no se dirigieron la palabra hasta que la alarma que daba por acabada la clase de ese día sonó, mas ninguno se movió de su lugar.

 

—¿No irás a casa?— preguntó sin mucho interés el castaño.

—No… No es como si tuviera un lugar al que pudiera llamar de esa manera— respondió con el mismo tono de voz que el primero.

 

Misaki se sorprendió al escucharlo, pero de alguna manera pudo entenderlo tan bien… Así que luego de guardar unos segundos de silencio volvió a hablar.

 

—¿Quieres escuchar música conmigo? Debe de ser aburrido solo estar ahí sentado sin hacer nada…—

—Creí que no te agradaba, Misaki—

—¿Cómo sabes mi nombre…?—

—Porque estamos en la misma clase—

—¿En serio…?—

 

El castaño se quedó mirándolo y tratando de recordar quién era, en ese momento se percató de que sí lo había visto antes en el salón.

 

—Fushimi… Saruhiko—

—Así es—

—¿Por qué no empezaste por decir eso?—

—¿Debía de hacerlo?—

—No, pero… ¡Como sea! ¿Vas a querer escuchar música o no?—

—Supongo… Para no aburrirme tanto como dices—

 

El muchacho de lentes simplemente se acercó más a él, mientras que el castaño le extendía uno de los auriculares… Era la primera vez que los compartía con alguien, pero se trataba de un chico que tampoco quería ir a casa al igual que él y eso Misaki lo entendía muy bien.

 

A partir de ese momento, ellos dos comenzaron a hablarse y a pasar el tiempo juntos hasta que se volvieron los mejores amigos, ya que siempre estaban juntos, no solo en la escuela sino incluso en las horas libres. Ya sea para jugar play o escuchar música…

 

Entonces, el castaño lo descubrió…

 

—¿Por qué nunca hay nadie en tu casa?— le preguntó de repente sentado en el sofá de la sala y mientras jugaba con el DS que tenía en manos.

—¿Te refieres a mi familia?—

—Pues claro—

 

Saruhiko lo miró en silencio por unos segundos y luego contestó…

 

—“No tengo”—

 

Misaki se sorprendió tanto al escucharlo que dejó de jugar inmediatamente al mismo tiempo en el que giraba a verlo…

 

—¿Cómo que no tienes?—

 

Silencio… El castaño tragó la saliva con fuerza y volvió a hablar…

 

—¿Tus papás…fallecieron…?—

 

El muchacho de lentes negó con la cabeza y luego contestó…

 

—Aunque supongo que es como si fuera así…—

—¿A qué te refieres…?—

—Me abandonaron hace mucho tiempo… Desde el principio solo fui un estorbo para ellos, ninguno quería hacerse cargo de mí. Solo se forzaron a tenerme por un tiempo, hasta que se cansaron y se fueron—

—¿A dónde…?—

—A hacer su propia vida y es obvio que yo no estaba incluido en ella, así que simplemente me dejaron atrás—

 

Silencio de nuevo… Misaki se había quedado inmóvil al escuchar a su amigo decir todo eso con un tono tan frío. Después de que había sido abandonado de esa forma… ¿Cómo podía?

 

—Saruhiko…—

—No necesitas sentir pena por mí, Misaki. De todos modos lo supe desde el principio, no fue algo que me sorprendiera ni nada por el estilo. Además me pasan dinero todos los meses—

 

Pero el dinero no era lo más importante…

 

«De seguro… él…»

 

Sin pensarlo dejó la consola a un lado y se acercó al más alto…

 

—Así que no hay nada de que…—

 

Pero antes de terminara la frase fue abrazado sorpresivamente por su compañero.

 

«¿Te doy lástima, Misaki...?»

 

—“…Todo está bien… Ahora estoy contigo…”— le dijo en tono muy suave, pero completamente en serio.

 

Saruhiko abrió los ojos más de lo normal al escucharlo…

 

—“Así que no tienes de que preocuparte, porque ya no estarás solo…”—

 

El muchacho de lentes agachó la mirada hasta lograr ocultarla debajo de la sombra de su cabello…

 

—Yo también estuve solo antes… Así que está bien si ahora nos hacemos compañía, ¿verdad? Además somos amigos… No, nosotros ahora también somos “familia”— sonrió al decirlo.

 

«¿Familia…?»

 

¿Cómo ese pequeño chico podía decir todo eso…? ¿Y desarmarlo de esa manera…? Diciendo algo tan importante como “familia”. ¿Por qué él…?

 

«No… Es ciertamente porque eres tú… Misaki…»

 

Saruhiko correspondió al abrazo y solo susurró…

 

—…Gracias…—

 

El castaño sonrió más al escucharlo, ellos se habían vuelto los mejores amigos e incluso más que eso. Además con lo cerrado que era su compañero se alegraba de poder ayudarlo de alguna manera.

 

—Por cierto, ya que vives solo… ¿Quieres que te ayude con los quehaceres de casa? Mi madre me enseñó un poco…— comentó.

—Misaki…— se separó de él.

—¿Qué?— preguntó mirándolo.

—“Serías una buena esposa”— lo molestó apropósito.

—¡¿Eh?!— sonrojado —¡¿A quién  crees que llamas “esposa”, tonto?!—

—Je—

—¡Eso recibo por ser amable contigo, Saruhiko idiota!—

—Era solo una broma— en ese momento… esbozó una pequeña sonrisa.

 

Misaki se sorprendió tanto que ya no pudo decir nada más… Era la primera vez que lo veía sonreír de una forma tan tranquila…

 

A partir de entonces ellos solamente se hicieron más cercanos, solo se tenían el uno al otro después de todo. Era normal que trataran de consolarse mutuamente… “Porque eran familia”.

 

¿Entonces qué fue lo que pasó? ¿En qué momento… lo perdió sin poder hacer nada…?

 

Con todos esos recuerdos dándole vueltas en la cabeza, se quedó dormido mientras un par de lágrimas resbalaban por sus mejillas… La verdad era que “lo extrañaba”.

 

A mitad de la madrugada sintió la puerta del cuarto abrirse y como alguien ingresaba sigilosamente…

 

«¿Kamamoto…?»

 

Pero antes de que pudiera levantarse para fijarse sintió el peso de una persona sobre él. ¿Quién era?

 

—Misaki—

 

Esa voz era la de… Su cuerpo brincó por la sorpresa al escucharlo.

 

—¡¿Sa-Saru…?!—

—Misaki, yo…—

—¡¿Qué haces aquí?!— sonrojado —¡Salte de encima mío!—

—“Quería verte”— confesó.

—¡¿De qué estás hablando?!— confundido.

 

Misaki estaba a la defensiva como siempre, pero por otro lado también se encontraba muy nervioso y no podía evitar sentirse intimidado por el más alto. En especial luego de lo que le había hecho en la tarde. Aún así, ¿cómo podía actuar como si nada? ¿Acaso estaba acostumbrado a hacerles “eso” a otras personas? Solo de pensarlo hacía que se enojara más… Aunque ciertamente la actitud de Saruhiko parecía diferente a la normal.

 

—Misaki… Lo siento— colocó los brazos a los lados de la cabeza del castaño —Lo siento por todo… No quería lastimarte… Lo único que quería era que me mirarás solamente a mí—

 

«¿Este es… Saru?»

 

—¿A qué te refieres con todo…?—

—A todo… Desde lo de irme de Homra— contestó con esfuerzo como si le hubiese costado decirlo.

 

El castaño abrió los ojos como platos al escucharlo… ¿Él realmente estaba disculpándose? No quería admitirlo, pero la verdad era que lo deseaba desde hace mucho tiempo… Desde lo más profundo de su corazón… “Quería que Saruhiko se disculpara”. Y ahora que lo había hecho no sabía cómo reaccionar… No tenía la menor idea… “Estaba completamente desarmado”.

 

—Misaki…—

 

Acercó el rostro al de su compañero y susurró una frase que el otro no estaba seguro de haber escuchado bien…

 

«¿Qué…fue lo que dijiste…?»

 

¿Él no podía haber dicho eso…, verdad? Misaki sintió como los latidos de su corazón se aceleraban cada vez más mientras sentía el cuerpo del pelinegro contra el suyo…

 

Saruhiko terminó de acercarse y lo besó, pero esta vez el castaño no parecía resistirse. Simplemente cerró los ojos y se dejó besar… Por lo que el de lentes aprovechó para introducir la lengua en la boca de su compañero y de esta manera intensificar el beso. Lo que provocó que el otro se sobresaltara…

 

—Mhmm…— se oyó un pequeño jadeo por parte de ambos mientras se besaban.

 

Sin terminar el beso, el pelinegro bajó las manos hasta la cintura del pequeño y las deslizó debajo del bividí del mismo para comenzar a acariciar la suave piel de Misaki… El cuerpo del castaño vibró al sentir las cálidas manos de esa persona rozar su vientre, en especial cuando comenzaron a bajar lentamente…

 

—¡Uhm…!— no pudo evitar soltar un jadeo ahogado por los labios del otro.

 

Recién entonces Saruhiko terminó el beso solo para poder escuchar la hermosa voz del chico y tratar de apreciar ese bello rostro sonrojado en medio de la oscuridad de la habitación…

 

—Misaki…—

 

El muchacho de lentes rozó la parte baja del vientre del castaño…

 

—¡No…!— muy sonrojado y exaltado —¡Es-Espera…!—

 

Haciéndole caso omiso a lo que decía, Saruhiko empezó a jugar con la oreja del castaño y pasar la lengua sensualmente por el lóbulo… Lo que provocaba más a su compañero.

 

—Ah…— los jadeos simplemente comenzaron a salir de su boca —Saru…—

 

Esto solo lo animaba más a continuar, así que bajó con los labios al cuello del castaño para besarlo apasionadamente ahí…

 

—¡Uh…!—

 

Todo el cuerpo del chico se estremeció y su hombría comenzó a reaccionar… El más alto terminó de deslizar una de las manos hasta la entrepierna de Misaki sin dejar de besarlo y al tocarlo en ese lugar, todo el cuerpo del castaño comenzó a temblar…

 

—¡Ahh…!— entre jadeos —¡Pa-Para…!—

 

Saruhiko simplemente volvió a ignorarlo, de todos modos no convencía a nadie con esa voz y esa expresión de placer en el rostro… Así que metió la mano debajo de la ropa interior del castaño y lo acarició directamente.

 

—¡Ahhh!— ya había perdido el control por completo —¡Saru!—

—Misaki…— dejó de besarlo solo para poder contemplarlo así.

—¡Uhhh!—

 

Los gemidos de Misaki llenaron todo el lugar, así como la respiración agitada de ambos... Hasta que el pequeño terminó en la mano de su compañero.

 

—¡Ahhhh!—

 

El muchacho de lentes se detuvo por unos segundos mientras el castaño trataba de normalizar su respiración y antes de que pudiera reaccionar, Saruhiko se acomodó entre las piernas del pequeño y le alzó las caderas… Por lo que el castaño se asustó.

 

—¡No! ¡Detente!—

—Misaki…— la voz del pelinegro se escuchaba como una súplica.

—¡No…!—

—Te…—

 

En ese momento, Misaki se sentó de golpe y se dio cuenta que era de mañana y acababa de despertarse... Completamente incrédulo y avergonzado, se puso rojo y se llevó las manos a la cabeza.

 

«¿Qué demonios…? ¿Por qué yo… tendría este tipo de sueños… y con “él”…? No es posible…»

 

No, no era posible… Esto no podía estar pasando… ¡Él no era esa clase de chico! Además Saruhiko…

 

Misaki alzó las rodillas y las abrazó para esconder en ellas el rostro apenado y confundido que tenía.

 

«Un Saru tan amable… no podía ser él… y todavía disculpándose por todo… ¡Que estúpido eres, Misaki!»

 

Y un par de lágrimas se resbalaron por sus mejillas por toda la frustración que sentía…

 

—¡Mierda…! ¡Maldita sea…! ¡¿Qué demonios pasa conmigo?!—

 

«Solo porque me tocó de esa manera tan pervertida… Yo… no he podido de dejar de pensar en él… E incluso he tenido un sueño tan estúpido y vergonzoso como ese… Debo de estar mal de la cabeza… ¡Algo está mal conmigo…!»

 

Pero por alguna razón las lágrimas no podían dejar de caer… Porque muy dentro de él sabía que el incidente del día anterior le había afectado más de lo que podía admitir e incluso había removido los sentimientos que se negaba a ver.

 

—“…Soy un verdadero idiota…”— susurró entre lágrimas sin moverse de su lugar.

 

Continuará…

 

Notas finales:

Nota de Autora:

¿A que los engañé con el sueño? Que troll que soy xDD Los que me leen de antes, ya saben que en mis fics cualquier cosa puede pasar x3! Y muchas veces nada es lo que parece… muajajajaja. Bueno, imagino que sí conocen la versión de verano de Kamamoto, ¿verdad? xD En caso de que alguien no lo sepa puede avisarme para pasar el link con la imagen. Justo ayer vi una imagen en la que el tipo se veía tan guapo y genial, ¡que hasta parecía otra persona! ñwñ

Sobre el pasado de nuestros niños, como deben de saber ellos se conocieron en la escuela media y se volvieron muy amigos a pesar de que Saruhiko era antisocial y no quería que nadie se le acercara, pero dejó que Misaki pasara esa barrera, lo que significa que definitivamente fue especial para él. Y por lo que sé ellos estaban solos, es por eso que solamente se tenían el uno al otro y para alguien tan cerrado y solitario como Fushimi, eso era todo para él, Misaki lo era todo para él. Nunca quiso nada más, lo único que quiso todo el tiempo fue quedarse al lado de Misaki… También creo que Yata debe de haber sufrido mucho con la traición de su mejor amigo… Siempre que lo pienso, ¡realmente siento mucha pena por ellos! Aunque yo también los hago sufrir xDU

Ah, y me contaron que en la canción de Fushimi que sale en Marzo, habla sobre una persona con la que compartía los auriculares (traducción gracias a mi querida amiga Kanami-chan) y creo que es obvio que solamente puede referirse a Misaki… TwT ¿Qué más? Pues, como verán este capítulo está más dedicado a Misaki y a lo afectado que terminó por lo ocurrido con Fushimi… Quien a pesar de no haber aparecido formalmente en el capítulo, creo que no se le extrañó tanto gracias a las escenas que tiene en los recuerdos y en el sueño n.n

¡Esperen el próximo capítulo y si les gusta dejen comentarios, por favor! 


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