POV Luhan
- ¿Cómo es que crece tan rápido? - Kyungsoo había levantado mi remera, dejando expuesto mi abdomen que ya estaba crecido. Lo acariciaba con sus manos, como si todavía no pudiera creer.
Ya habían pasado dos meses, dos meses donde Sehun se había vuelto insoportable y con cada mínima queja que yo hacía, me consentía. Incluso no me dejaba ni ir al baño solo.
- Soo... - Lo llamó Jongin que estaba sentado en una de las sillas del comedor. - Yo también necesito cariñitos… - Tan infantil.
Kyungsoo se mordió el labio, yendo hasta el moreno y sentándose sobre sus rodillas. El más bajo, pasó unos de los brazos, por el hombro de Jongin, mientras este lo tomaba de la cintura. Se veían tan felices.
Sehun entró peinándose el pelo húmedo, habíamos estado esperando por él para empezar a comer. Se sentó a mi lado. - ¿Cómo te sientes? - Había estado con dolores en la mañana, sabía que dentro de poco ya nacería. Me encogí de hombros respondiéndole.
La comida pasó normal para nosotros, de vez en cuando nos mirábamos y nos sonreíamos. Pero para la pareja de Wu Fan fue todo un problema. Fan no come, así que se dedicó a intentar darle de comer a Xing en la boca, mientras el otro negaba completamente abochornado. Finalmente desistió y solo observaba.
- Sehun - Le llamé -¿Podemos ir a caminar un rato? - Debido a mi estado, no podía salir de la casa. Asintió ayudándome a levantarme.
Íbamos tomados de las manos, con los dedos entrelazados. Se sentía tan bien esta así con Sehun. Lo amaba y él lo sabía. - ¿En qué piensas? - preguntó
- En lo mucho que te quiero… - Se sonrío, mientras pasaba la lengua por sus labios, producto de ese tic nervioso que me volvía loco. Desenredó nuestras manos y pasó uno de sus brazos por mis hombros, mientras yo me agarraba de su cintura.
Nos sentamos en los bancos que estaban sobre el puentecito a respirar aire fresco. Podía sentir sus finos y largos dedos, jugar con los míos, entrelazándolos y acariciándolos.
- Dentro de poco… - se quedó callado unos instantes, no sabiendo como continuar la conversación. Sabía que Sehun estaba intranquilo, por dos cosas. La primera, no podíamos saber qué sexo tenía el… ¿Bebé? Porque era riesgoso practicarme pruebas, la segunda, Tampoco sabíamos en qué condiciones se encontraba.
- El día que pase, sé que vas a estar conmigo Sehun, y junto a los chicos, todo va a salir bien. Ya vas a ver - Dije mientras acariciaba su espalda, tratando de calmarlo.
Me estiré haciendo sonar los huesos de mi espalda, tenía sueño otra vez, y las piernas me dolían. Había aumentado de peso en el mes pasado y eso me estaba matando.
- Sehun, voy a ir a acostarme - Le dije, mientras me levantaba. Me acompañó hasta la pieza, abriéndome la cama para que me acostara. Besó mi frente y se fue a bañar mientras yo me sumergía en el mundo de los sueños.
Podía sentir unos suaves besos sobre mi frente, que bajaban hasta mi cuello, haciendo un recorrido y una mano fría sobre la piel de mi estómago debajo de la remera. Entreabrí los ojos y giré la cabeza mirando a Sehun.
Con el codo apoyado en la cama, acariciaba mi pelo, mientras me regalaba una de sus hermosas sonrisas. Le devolví el gesto y pose mi mano sobre la suya. - ¿Qué hora es? - Le pregunté, estaba demasiado obscuro en la habitación - Hora de que me des un beso - Se acercó a mí, rozando nuestras narices y haciéndome sonreír, se había vuelto tan asquerosamente dulce en este tiempo.
Hizo presión, juntando nuestros labios, para separase y volver a repetir la acción, estaba en un estado de éxtasis, mis ojos estaban entreabiertos y veía borroso. Podía sentir su mano, subir por mi cuerpo y alcanzar mi clavícula, rodeándola con sus manos, profundizando el beso. Su lengua juagaba con la mía una guerra en la que ninguno quería ser el perdedor.
- Vamos, los chicos ya cenaron. Pero están mirando unas películas abajo mientras comen algo - Me ayudó a incorporarme.
Abajo, las luces estaban apagadas y el televisor de living estaba prendido. Nos habían dejado un lugar en el sillón, al lado de Chanyeol y Baekhyun. Sehun se sentó primero, obligándome a sentarme, apoyándome contra el respaldo y pasando las rodillas sobre sus piernas. Lo abracé por los hombros, dejando un beso sobre su cuello, mientras sentía sus brazos envolverme por la cintura.
No me había dado cuenta de que JongDae se encontraba allí también. - JongDae, no te había visto. ¿Cómo estás? - Me sonrió con su hermoso rostro. Mientras hablábamos podía sentir como Sehun se tensaba, estaba celoso. El timbre sonó y Wu Fan de muy mala se separó de Yixing y fue a abrir.
JunMyeon había venido.
Rápidamente le dirigí una mirada a JongDae, que había cambiado su expresión por una de enfado. Si, JunMyeon y JongDae se odiaban. La pelea venía desde antes que yo conociera Fan. Nunca quisieron contarme el porqué de su pelea, y aun así pasados varios siglos seguían sin hablarse.
Y sin verse, cabe aclarar. Esta era la primera vez que se encontraban desde hacía décadas. Me pregunto, quién carajo los había invitado juntos.
Wu Fan seguía parado en la puerta, no sabiendo cómo reaccionar. Se hizo a un costado dejando pasar al más bajo, que tenía una sonrisa en el rostro. La cual se borró rápidamente al notar a JongDae.
Yixing se levantó entusiasmado, y se acercó a JunMyeon abrazándolo, de repente tomó la mano del más bajo y lo acercaba directamente hacia donde estaba JonDae. Todos veíamos con horror como se iban acercando uno con otro, como evitaban mirarse. Sehun me apretó un poco.
- Yixing... ¿Qué haces? - Preguntó Fan con cara de horror.
Era claro que no tenía ni la menor idea de lo que hacía, y ahora entendía quien los había invitado al mismo lugar. - JonDae, te presento a JunMyeon - La habitación se tornó en una silencio horrible, nos mirábamos unos con otros, temblando del miedo.
Jongin se levantó, yéndose hacia la cocina, con Baek y Yeol atrás.
Sus miradas se encontraron, pero ninguno dijo una palabra, solo estaban allí midiéndose, analizándose. - Luhan…- Susurró sobre mi oído Sehun
Los dejamos solos, allí en el living, ninguno se había movido y seguían mirándose.
- Pero yo no sabía eso, nunca me lo dijiste y yo….- Estábamos todo en la cocina, esperando, mientras Yixing se disculpaba, el pobre tenía los ojos llorosos y miraba a Fan con miedo.
- ¿Por qué no me dijiste que los habías invitado? - Si bien no lucía enfadado, la preocupación estaba en su rostro. - Pensé que sería lindo que se vieran, yo escuché cuando hablabas con JongDae, y él te decía que a veces lo extrañaba - Empezó a llorar, y Wu Fan perdió todo autocontrol abrazándolo por las espalada y dejando besos por su cuello.
POV JongDae
Ahí estaba, frente a mí. No podía creer que después de tantos años, décadas, estaba conmigo, otra vez. Seguía estando tan precioso como lo recordaba. Su pelo castaño caía sobre su frente y escondía apenas sus ojos. Sentía el pecho oprimirse y las lágrimas amenazando con salir. Lo había extrañado tanto
- Hola - susurré tragándome el nudo de la garganta. Resopló mirándome con desprecio, para dar la vuelta e irse.
Mordí mi labio inferior, tragándome la angustia. - JunMyeon… - Lo llamé esperando que me escuchara. Pero me ignoró y se fue, dejándome solo.
La herida que no había sanado, se abría todavía más en mi corazón. Dejándome sin aire, asfixiándome. Me levanté del sillón, y salí fuera de la casa. Grité tomándome de la baranda del puente, largando mis frustraciones, ahuyentando el dolor.
JunMyeon apareció a mi lado, apoyándose con los codos en la baranda. Me incorporé limpiando las lágrimas que seguían saliendo sin control.
No me decía nada, sólo estaba allí mirando el pequeño arroyo, respirando pausadamente, rozando suavemente nuestros codos, matándome.
- Sabes, sigues igual - Habló por fin, pero al parecer el que no tenía palabras ahora era yo. - No me había dado cuenta de lo mucho que te había extrañado, JongDae - Con el dorso de mis manos, limpié furiosamente las lágrimas que seguían cayendo son control.
- Agradezco que Yixing, me haya permitido verte una vez más - Se acercó, parándose frente a mí, podía sentir su perfume llenarme. Quería abrazarlo, besarle, rogarle que no me volviera a dejar.
Alzó su mano, alcanzando la mía, acariciando cada uno de mis dedos, para terminar entrelazando nuestras manos. Su pulgar se movía delicadamente sobre mi piel. No aguanté y con miedo, me acerqué a su cara, rozando con los labios su nariz y besando su mejilla.
- Te extrañé JunMyeon- Susurré mientras lo abrazaba por el cuello. Sus manos se apoyaron en mi cintura, y sus labios dejaban cortos besos sobre mi cuello.
Después de unos minutos, me hizo apartarme de él, y su mirada de pena volvió otra vez. Sus dedos acariciaban mi cara, bajando por la nariz, quedándose en mis labios. - Si se entera que te vi, otra vez, volverá - Cerré los ojos con fuerza, su madre, aquel ser horrible que detestaba que su único hijo, aquel ángel protector, se hubiera enamorado de un demonio como yo.
- No me importa…- Susurré, agarrando su mano, no. Me iba volver a dejar, se iba a ir dejándome solo. - Pero a mí sí JongDae…-
Sus manos envolvieron mi cara, mientras negaba con la cabeza una y otra vez. - Te amo, y si todavía estoy vivo, es por ti, espero que nos volvamos a encontrar alguna vez. Vivo para ese momento - de repente sus caricias se hacían débiles, estaba desapareciendo.
- No, no, no te vayas, por dios no vuelvas a desaparecer dejándome solo - pero ya no estaba. Los años hicieron fuego en mí, sacando lo que había estado oculto hacía décadas.
- JunMyeon, ¡aparece otra vez! Porque juro que iré a tu casa a buscarte - grité a la nada, sabía que no se había ido, que seguía ahí observándome. Unos brazos me empujaron por el pecho, tirándome al piso, JunMyeon apareció sobre mí.
-¿Estás loco? ¿Acaso no sabes lo que puede llegar a hacer? - Sus manos, apretaban mis muñecas contra mi pecho, y podía sentir el calor sobre mi estómago, en el lugar donde estaba sentado. Deje de forcejear, desviando la mirada, ya estaba cansado. Esto era la gota que rebalsaba el vaso.
Mi pecho subía y bajaba en busca de aire, el agarre de JunMyeon se iba haciendo más frágil, hasta que terminó por soltarme, pero no me moví. Pude sentir como apoyaba las manos en el suelo, a cada lado de mi cabeza. Su respiración caliente chocaba contra mi oído, me volvía loco.
Con su nariz, rozaba mi cuello, susurrando palabras que no podía comprender. - No quiero seguir así JunMyeon, por favor, si no podemos estar juntos prefiero terminar con…- Sus labios se posaron sobre los míos, callándome con un beso casto, lleno de amor y frustraciones. Se separó apenas unos milímetros para hablar sobre mis labios, rozándolos con cada palabra que decía.
Mis brazos se movieron y buscaron su cuello, nuestros ojos se encontraron, pude ver a través de los suyos como sufría. Empezó a llorar, abrazándose a mi cuerpo, arañando mi espalda a través de la ropa.
-Déjame ir JongDae, nos va a encontrar - Suplicaba abrazándome más fuerte, contradiciendo sus palabras. Acaricié su espalda, su fina cintura. -Que nos encuentre, ya no importa-
El piso empezaba a doler contra mi espalda, Wu Fan nos invitó a pasar, alegando que durmiéramos en la cama de Jongin, que le había enviado a la casa de su pareja. Era la última noche, los dos lo sabíamos.
Cerré la puerta detrás de mí. Apoyándome contra ella, observe como JunMyeon se sentaba en la cama, y me miraba. - Sabes que será la última noche - Hablé, asintió con la cabeza. - Me alegro de haberte encontrado otra vez, me voy a ir feliz, volviendo a ver tu sonrisa - Tragar se volvió una acción difícil. Me acerqué hasta donde estaba sentado, poniéndome entre sus piernas.
Se abrazó a mi cintura, pegando su oído contra mí estómago. Ahí donde había estado hacía décadas el ser que habíamos creado. Dejó un beso sobre la ropa.-Era hermosa - susurré - Los segundos en los que lo vi antes de que se fuera. Sus ojos eran claros, y tenía tu nariz - Recordar, lo que habíamos perdido me destruía.
- Te amo - Susurré antes de besar sus labios, y perderme en ellos.
La “criatura” que habíamos tenido, o como yo prefería llamarle, hija, no había podido sobrevivir. Su cuerpo era débil y presentaba un atraso madurativo. Aun así esos minutos que estuve con ella, fueron el paraíso.
-Yo los fui a ver JongDae, los vi -
-¿Vas a irte conmigo?- Pregunté cuando estábamos acostados sobre la cama.
- Por favor JongDae, no mueras, no me dejes solo -
-Ya viví mucho tiempo, y mira las décadas que han pasado hasta volver a verte, no lo voy a soportar - Susurré abrazándome a su cuerpo.
-Quiero una semana, te exijo una semana - le miré sin entender.
- Wu Fan nos ayudará, quédate conmigo una semana, déjame volver a sentirte, quiero volver a amarte como antes, quiero tenerte de nuevo JongDae -