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Beasts and Demons por eunii

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Parte IV
 
 
Sentados en las gradas de la cancha de futbol, que poseía el colegio al que asistían, se encontraban los vampiros del grupo.
El moreno está frustrado, enojado y siente ganas de matar… Aunque también de tomar sangre, pero no cualquiera, sino la del chico de ojos grandes al que no podía dejar de observar ni por dos malditos segundos. De tanto ejercicio por parte del mayor, la remera se pegaba a su pequeña cintura, y una que otra gota caía por su cuello, haciéndolo brillar con el resplandor del sol, volviendo esa zona lo que el menor más desea. Inclina la cabeza mordiendo su labio inferior, lo desea sí, pero hay otro problema. Es un jodido humano. 
 
-Deja de negarte, sabes que te gusta - Ignora el comentario del rubio a su lado. Su cabeza se enreda con pensamientos una y otra vez. Trata de entender como esa… ¿Cosa? ¿Animal? ¿Especie? Va a ser la pareja que lo acompañara por siempre. No cree ser capaz de aguantarlo.
El de ojos grandes sonríe a su amigo Castaño, y a Jongin el mundo se le mueve. No puede evitar sonreír el también, aunque no entienda  lo que a los otros dos le cause gracia. Se acomoda mejor sobre las escaleras, apoyando los codos en un escalón superior y estirando las piernas, ¿Disfrutando? No. Analizando al de ojos grandes, quiere saber su nombre. 
-Se llama Do Kyung Soo - 
-¡Yah! Deja de leer mi mente- lo reta. Su amigo solo ríe
-Es divertido, tu mente es extraña- el moreno frunce el ceño ¿Extraña? Si  es un vampiro común y corriente como su amigo Fan. De repente una idea cruza por su cabeza 
-No le voy a leer la mente Jongin - el menor se sonríe incorporándose, rogando con pucheros y aeyo para que su acompañante acepte. De mala gana el contrario acepta. Sabe de los caprichos del vampiro y claramente no quiere que este se ponga pesado. 
Ansioso espera una respuesta, intercalando la mirada entre su… Pareja y Wu Fan, que frunce levemente las cejas, para después reírse a carcajadas, la situación pone de los pelos al más joven.
 
-Está pensando que se siente sucio y se quiere bañar- la desilusión del moreno es notoria. Hace más de media hora que lo observa sin respiro, que lo mira directamente esperando que sus ojos se encuentren. Y el otro piensa en bañarse.  - Y también - agrega el rubio - En que se siente jodidamente incomodo de que lo estés mirando así. No le gusta y piensa que eres un engreído y maleducado- Jongin se sonríe, por lo menos piensa en él. 
 
El timbre se oye a los lejos en el colegio -Ya me voy, tengo que seguir dando clases, por favor… no le hagas nada al pobre chico ¿Sí?- el otro asiente desinteresado. 
No tiene interés en tocarlo. Ni en hablarle, ni en saber cómo es su voz… Como huele… que gusto tendrá su sangre… se pega mentalmente por pensar esas cosas. Pero su raza es más fuerte que él. Se da cuenta a medida que se acerca al mayor que se encuentra agachado, un poco apartado del grupo atando los cordones de sus zapatillas distraídamente.
Ubicado de cuclillas delante de Kyungsoo lo mira directamente a la cara. El otro asustado por la presencia del intruso cae hacia atrás quedando sentado sobre el pasto. -M-me has asustado- dice tocando la zona donde está su corazón. La cabeza del moreno se mueve de un lado a otro, achica los ojos estudiando el sonrojo del mayor, sus ojos grandes, sus labios ligeramente abiertos.
 
-¿Necesitas algo?- pregunta tímidamente desviando la miranda, cuando sus ojos se encuentran. Jongin no puede hablar. El aire no entra por sus fosas nasales. Su boca no puede formar una sola palabra. Lo única que puede hacer es observar al mayor. 
-¡Yah, Kyungsoo, vamos a los vestidores!- la voz de Baekhyun suena preocupada al llamar a su amigo. La escena que tiene unos metros más adelante no le gusta. No tiene problemas con el moreno. Pero la forma en que mira a Kyungsoo le provoca escalofríos. Pareciera que como si lo deseara de una manera demasiado pervertida.  No sabe explicarlo.
 
Jongin finalmente entra en razón, sacude un poco la cabeza intentando salir del trance por el que había pasado. Se incorpora mirando al de ojos grandes desde arriba, sin intenciones de ayudarlo a levantarse da media vuelta, y desaparece. Kyungsoo está desorientado ¿Que había sido todo aquello?
 
 
 
 
POV Kyung Soo
 
 
-¿Qué te dijo?- suspiré, ya era la quinta vez que me lo preguntaba 
-Baekhyun, basta. Ya te lo he dicho, no me dijo ni una sola palabra- cerré el casillero con enojo. Desde que mi mirada cruzo con la de JongIn me siento inquieto a cada instante. Como si algo  observara mis movimientos. 
-¿Vamos a casa?- mi voz sonó cansada. Y el castaño entendió.
-Cuidado- le dije a Baek en el oído -Ahí viene- 
-¿Quién?- tarde, el idiota había chocado contra Chanyeol. Desparramando toda su carpeta por el piso del pasillo. Me giré tratando de controlar la risa y respirar un poco de aire. Cuando volví a mi posición, Baek y el de ojos extraños estaban arrodillados juntando las hojas desparramadas, mientras el más bajo pedía disculpas una y otra vez. 
 
 -¿Hoy si podré acompañarte?- Escuché como susurraba. Así que… el alto quería tiempo con mi amigo. Bajé la vista viendo como Baek estaba por negar. Entonces tomé su hombro antes de que emitiera sonido 
-Ya me voy, mama viene por mí- le dije -Confió en que lo llevaras a su casa sano y salvo, si no ya verás- le dije a Chanyeol mostrándole mi puño, era una situación cómica, ya que no era capaz de ganar una pelea ni con una mosca. Me dirigió una sonrisa que hizo achicar uno de sus ojos, daba algo de… miedo aunque también inspiraba confianza. Después de todo había defendido a mi amigo hace unas semanas.
 
 
 
Saqué el celular de mi mochila, para conectar los auriculares y que la música me acompañara hasta casa. De la nada unas manos me tomaron de los hombros acorralándome contra una pared. Grité de dolor, los músculos de mi espalda escocían. Como si  mi grito lo asustara se separó y apoyó sus manos a cada lado de mi cabeza. Tenía miedo de alzar la vista ¿Quién era? ¿Quería robarme? Sentía su reparación caliente y algo agitada sobre mi frente. Las palabras no salían de mi boca, era como si me hubiese tragado la lengua, quería gritar pero no podía.
 
Solté la mochila, que cayó al piso junto con el celular, el cuerpo que me tenía apresado era considerablemente más grande que el mío. Llevaba el uniforme del instituto, asumí que la persona me conocía. Su cuerpo se movió solo un paso hacia mí, apretándome un poco más contra la pared. Debía separarme, oponer resistencia, gritar, ¡Hacer algo! 
Una de sus manos se deslizó por la pared hasta llegar a la altura de mi cintura, lentamente la separó, y noté como esta temblaba hasta que la posó en mi cintura. Su toque era extraño. Empecé a ventilar.
 
Una parte de mi estaba aterrada… pero la otra, la otra simplemente esta en otro mundo.  Su cara bajó un poco y ahora sentía su respiración en mi mejilla. Se apretó más contra mí, encerrándome delicadamente contra la pared. El corazón latía a mil por hora. Lo único que atiné a hacer fue  subir mis manos hasta su pecho, pero no lo empujé. No quería separarlo, por dios ¿Que me estaba pasando? Abrí las palmas sintiendo como su corazón también latía desenfrenado. 
La punta de su nariz rozó mi cuello. Temblé. Rápidamente unos labios se posaron allí donde su nariz estaba. Pero no se movían, solo estaban apoyados donde se podía sentir mi pulso. Entreabrió los labios, y dejó un beso húmedo en ese sitio. Podía apreciar el grosor de sus labios. Por alguna extraña razón, mis ojos se cerraron, disfrutando del contacto. Queriendo más. Sabía que esto estaba mal, y que la persona que me estaba atrapando debía de tener otras intenciones para conmigo. 
Quise saber quién era, quien provocaba esas sensaciones. Empecé a elevar la cabeza cuando su vos gruesa sonó en mi oído, mareándome
 - No - se escuchó algo cortado - No… perdóname- una corriente de placer recorría mi cuerpo cuando su respiración chocaba con mi oído. Su voz no me era conocida, pero se sentía como si la hubiese escuchado toda mi vida.
 
- Cierra los ojos- como hipnotizado acaté a su orden, su estómago rozo con el mío, tiré la cabeza hacia atrás completamente extasiado. La mano en mi cintura apretó, mientras la otra se apoyaba sobre mi mejilla. Su boca rosó mi piel otra vez. Besó la comisura de mis labios muy delicadamente, su toque era casi inexistente. Su dedo pulgar temblaba al rozarse con mi mejilla ¿Quién eres? Pensé para mí ¿Por qué haces esto? 
 
La angustia empezó a hacerse presente. Abrí los ojos con miedo. Pero no había nadie allí, la mochila estaba en su lugar. Junto con el celular. Era como si hubiese sido todo una ilusión. Sentí las lágrimas en mis ojos. Resbalé por la pared hasta dar con el piso. ¿Qué me había pasado? Yo no era así. ¿Cómo? ¿Cómo había sido capaz de pensar en que quería que me besara? Me sentía sucio. Había disfrutado de alguien que no conocía, y que me había “medio raptado”. Pasé las manos desaforadamente sobre mi cuello y la comisura de mis labios. Como si eso borrara el rastro de sus besos. Mis lágrimas comenzaron a caer.
 
 
 
 
POV Sehun
 
 
Por delante de mí, vi pasar a un Baekhyun hablando animadamente con Chanyeol. Entrecerré mis ojos, mi amigo ya había caído rendido ante los encantos del más alto, al igual que yo por Luhan, Suspiré con resignación. Con la mirada buscaba a el profesor Wu fan para preguntarle por él.
Llegué al salón donde le tocaba dar clases, la puerta estaba entreabierta. Podía ver la espalda de profesor que hablaba con alguien frente a él. No podía llegar a ver quién era. Paré la oreja, no es que fuera entrometido, pero que más daba.
 
La voz gruesa del rubio sonó -¿Qué pasa?- estaba hablando informalmente eso quería decir, que su acompañante era su conocido - Hyung, no aguanto - la otra voz era muy suave, como si de la de un niño se tratase - Duele, no sé cómo bajarla - ¿Bajar? ¿La fiebre? La conversación se había tornado interesante.
 
-¿Probaste con tocarte?- abrí los ojos hasta que creí que se podrían igualar con los de Kyungsoo -¿To…carme?- me separe de la puerta. La conversación se estaba yendo de las manos. Di media vuelta y Salí corriendo de allí. No quería saber de qué estaban hablando aunque lamentablemente lo intuía.
 
Traté por todos los medios de que la conversación se borrara de mi mente. Inútilmente estuve media hora mirando los pájaros, el árbol, a las chicas hacer gimnasia. Nada funcionaba, hasta que vi a Luhan saliendo de los baños. Una sonrisa estúpida se instaló en mí al verlo mejor. Decidí acercarme y tratar de hablar con él
 
- Hola - dije tímidamente mientras metía las manos en los bolsillos del pantalón.
- Hola - esa voz, me sonaba de algún lugar. Pude notar como se tensó, y un color rojo cubría sus mejillas. Lo hacía ver irresistible… ¿Irresistible?
 
-¿Cómo estas de la otra vez?- decidí hablar ya que él no emitía ningún sonido. Parecía que tampoco respiraba. Parpadeó como volviendo al mundo y me miró a los ojos. Los suyos eran hermosos, de un marrón que atrapaba.
 
-Bien, gracias- rascaba su nuca, se notaba a la legua que estaba incómodo. Eso hizo que me desanimara. Miré el piso, jugué con una piedra del suelo. ¿Qué debería hacer ahora? 
 
Subí mis ojos, me asusté por su aspecto. Estaba blanco, más de lo normal. Y tenía la mirada perdida. -Luhan ¿Qué pasa?- pregunté preocupado. Abría y cerraba la boca tratando de formular palabra, pero ningún sonido Salía de ella.
 
-Sehun- le costaba hablar, parecía como si en cualquier momento caería muerto en el piso. -Necesito…- tragó duro - Dame tu mano por favor- se la alcance con el ceño fruncido ¿En qué carajo lo ayudaba mi mano? Este chico daba miedo. La tomó entre las suyas, envolviéndolas delicadamente, apretando un poco de vez en cuando. - Me estas asustando… ¿Pasa algo?- negó con la cabeza, soltándome. Había recuperado algo de color.
 
-Lo siento… solo- se veía abochornado. Era demasiado dulce. 
-No te disculpes no ha sido nada- dije tratando de calmarlo. -¿Quieres que te acompañe a algún lado?- se notaba muy débil, no quería dejarlo allí. Lo acompañé hasta un auto blanco, que resultó ser el del profesor. Wu fan era su tutor. Cuando los dos hablaron algo brevemente en chino, caí de cuenta de donde conocía esa voz, era el chico que estaba hablando sobre tocarse. Algo definitivamente no estaba bien con él, eso me asustaba, ¿No podía gustarme alguien normal? 
 
-Sehun- me llamó Wu Fan Sunbae 
-¿Tienes algo que hacer después de clases?- no me gustaba esa pregunta, negué con la cabeza
-Sé que lo que te voy a pedir va sonar extraño, y fuera de lo común… pero podrías hacerle compañía en casa a Luhan mientras termino mi turno?- ¿En serio me había pedido eso? Mi cuerpo no respondía a mi mente, asentí. 
¿En qué carajo estaba pensando para haber aceptado? La casa era enorme, estaba medio alejada del centro, dentro de una parcela con árboles, que daba al bosque. Algunas de las paredes eran de vidrio. Se podía ver todo el paisaje. Era realmente hermosa. Toda admiración se fue a la mierda, cuando Wu fan me dijo que ayudara a Luhan con el baño, que este estaba muy débil y que tuviera cuidado. 
 
Observé a Luhan, que parecía tener ganas de llorar, estaba incluso más avergonzado que yo. Algo en mi sintió que tenía que ser fuerte, y afrontar la situación. -Puedes quedarte aquí si quieres, yo puedo solo - su voz me volvía loco. 
-No, estas muy débil, deja que te ayude.- la parte depravada en mi quería ver a Luhan desnudo. 
Entramos al baño exageradamente gigante, llené la bañadera con agua caliente, como me había explicado el rubio y me giré al más bajo. Se había sacado la remera dejando expuesto su blanco pecho, y sorpresivamente un tatuaje. Eran dos dragones que se cruzaban entre sí,  iban desde el pecho, justo al lado de su corazón, rodeaban su fina cintura, seguía por su espalda para terminar en  el hueso que sobresalía de su cadera. Simplemente hermoso.
 
Bajó sus pantalones junto con la ropa interior, me giré un poco dándole algo de espacio. Cuando volví la vista estaba sumergido en el agua y la espuma tapaba casi todo su cuerpo. Me senté en el piso al borde de la bañera después de acomodar una toalla sobre su nuca para mayor comodidad.
 
-Perdón por hacerte pasar por esto- Decía con los ojos cerrados, y con una expresión de dolor en su rostro. 
-No me molesta cuidarte hyung - como si mi mano tuviera vida propia alcanzó su frente, que estaba caliente. La acaricie suavemente, corriendo los pelos húmedos que se adherían a su piel. Incorporándome un poco, en un acto de locura, besé su frente. Sus ojos se entreabrieron y su mirada agradecía silenciosamente mis caricias. Una de sus manos salió del agua, y se posó sobre la mía que estaba apoyada en el borde de la bañera. Incluso su tacto era suave y delicado. Le sonreí tratando de no incomodarlo. 
Estuvimos un rato allí, el más bajo respirando pausadamente, mientras yo acariciaba su mano sobre la mía, entrelazando nuestros dedos de vez en cuando. La acción se sentía tan extraña, pero necesaria a la vez. Acompañé a Luhan a su cama, y lo tapé para que no tomara frio. Me recosté a su lado esperando a que Sunbae llegara y me llevara de vuelta a casa. 
Este había sido uno de esos días en que no entiendes como llegas a hacer las cosas, eso días donde tu cabeza esta patas arriba y realizas cualquier acción, sin pensar en las consecuencias.
 
-Sehun, Sehun- hablaba dormido Luhan. Fruncí el ceño ¿Soñaba conmigo? Lo moví un poco por los hombros, llamándolo con suavidad - Tengo frio- era una clara invitación a que lo abrazara. O así sonó a mi parecer
 
 -¿Estas despierto?- no vaya a ser cosa que después se enojara conmigo.
- Si - tosió un poco. La situación era algo incomoda ¿Por dónde se supone que tendría que abrazarlo? Se movió un poco y poso su cabeza sobre mi pecho. Sentí vergüenza, seguro notaria el latir desenfrenado de mi corazón.  Uno de sus brazos rodeo mi cintura, acercándome más a él. Suspiré ¿Por qué se tenía que sentir tan bien? Alcé mi mano y empecé a acariciar su brazo. 
Luhan respiraba tranquilamente, de vez en cuando podía escuchar pequeños suspiros salir de su boca. No tenía idea de cómo había llegado hasta aquí, pero poco me importaba. 
-Sehun- la voz del profesor  me asustó
-Oh Sunbae, yo solo… el me pidió que yo…- me incorporé tratando de explicarle.
-No importa- ¿Eh? Por su cara pensé que iba matarme y a enterrarme en el bosque. Solté el aire que inconscientemente estaba conteniendo. -Vamos, te llevo a casa- asentí agradecido. Sentando en la cama trataba de poner mis zapatillas. Casi había logrado que entraran cuando sentí unos brazos rodear mi cintura. Quede estático ¿Luhan me estaba abrazando?
 
Giré la cabeza hacia atrás para preguntar. El mayor tenía la frente sobre mi espalda, sus labios estaban entreabiertos y podía sentir su respiración caliente chocar contra mi remera. -¿Ya te vas?- asentí mirando al frente, mientras mi estúpida mano, sin mi consentimiento acariciaba las suyas suavemente. Se apretó un poco y me soltó. 
Rápidamente me paré, antes de que intentara algo más, acomodé como pude mis zapatillas, y sin mirarlo, ni saludarlo Salí de la habitación ¿Qué me pasaba? El aire me faltaba y tenía un gran problema dentro de mis pantalones. Despeiné mí ya desordenado cabello y subí al auto donde Wu Fan me esperaba
Notas finales:

Este fue uno de los capitulos que menos me consto escribir, no tengo idea por que. 

 

¡Espero que les haya gustado!

Muchas gracias por tomarce el tiempo de dejar un comentario... encerio :)

Nos vemos en el proximo capitulo ¡suerte!


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