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¡No se juega con chocolate! por Chofista_chwan

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Notas del capitulo:

Pues, aqui termine mi two-shot!!!

Proximamente:

One-shot - Hot Legs 

Nuevos capitulos de mis fics!

No les quiero arruinar el lemmon, asi que os dejo!!

Disclaimer: One Piece y sus personajes son propiedad de Eiichiro Oda. El San Ventín no es mio (es de alguien mas...)

Lamento los posibles errores ortográficos.

Observó la cocina, estaban las luces encendidas. Sonrió. Juguemos marimo…

 

-----XxX-----

Zoro tomó los chocolates hábilmente del refrigerador y apagó las luces en silencio. Salió de la cocina a pasos lentos y pesados hacia la torre de vigilancia.

Encendió la pequeña lámpara que se encontraba detrás de sus pesas y comenzó a levantar unas pesas pequeñas.

-----XxX-----

Sanji se escurrió en la cocina a oscuras. Con paso lento, tranquilo y sin apurarse, tomó los deliciosos chocolates para el marimo. Sonrió.

Agarró unas botellas de sake, escondió los bombones en su saco y apresuró su paso hacia torre de vigía.

-----XxX-----

El peliverde agudizó los oídos, Sanji se acercaba.

Dejo las pesas y se sentó en los cómodos sillones a la espera del rubio. Estaba un poco tenso y nervioso, ¿Qué iba a decirle?

La rubia cabellera apareció junto con una gran sonrisa.

-          Hola Marimo – dijo el rubio con una sonrisa traviesa mientras le mostraba tres botellas de sake en la mano –

 

-          Cocinero – dijo a modo de saludo sonriendo ante el alcohol – ¿Qué tienes para mí, ero-cook? – preguntó sin sacar la sonrisa socarrona de su cara –

 

-          Pues… - el rubio pus una mano en su barbilla, en pose de pensador – Creo que lo estas viendo ahora, aunque… - el rubio se acercó y se sentó en las piernas del peliverde – tengo algo más – susurró pícaro –

 

-          Muéstramelo… - dijo el espadachín mientras posaba sus manos posesivamente en la cadera de Sanji –

 

El rubio saco la caja de chocolates ante la mirada escrutadora dl espadachín. Tomó un bombón y lo dirigió a la boca del peliverde, quien lo frenó.

 

-          Sabes que no me gustan las cosas dulc- no terminó la frase porque el rubio posó una de sus manos en su boca –

 

-          Cállate, eso lo sé – el cocinero suspiro y coloco el bombón en sus labios, invitando al espadachín con una mirada traviesa –

 

El espadachín no esperó otra invitación y besó al cocinero salvajemente. Zoro disfrutó del bombón mientras besaba al cocinero. Se separaron en busca de aire.

 

-          ¿Y marimo? – preguntó Sanji con una sonrisa en la cara mientras le daba la caja de chocolates –

 

-          Tsk, cállate – dijo un poco sonrojado, tomó la caja y la dejó a un lado –

 

Se besaron de nuevo, con pasión sintiendo la lengua del contrario en la garganta, sintiendo los restos de almendra y chocolate. Lamió el lóbulo de la oreja y volvió a besar al rubio. Zoro pasó sus manos por el pecho blando del cocinero en busca de los botones. Aprovechó y comenzó a besar el cuello del cocinero con leves mordiscos y lamidas. El rubio suspiro y pasó sus brazos alrededor del cuello de Zoro, jugueteando con los mechones verdes.

 

El peliverde desesperado le arrancó la camisa al rubio y todos los botones saltaron al piso. El rubio gruño pero fue acallado cuando el peliverde lo beso salvajemente. Zoro correteó el pecho desnudo de cocinero con avidez, agarrando los pezones.

 

Sanji gimió mientras bajaba las manos al abrigo verde de su compañero y tiraba de él hacia abajo. Zoro agarró la espalda de su amante y lo atrajo hacia él, acerco su boca al pezón derecho y comenzó a lamer y morderlo mientras pellizcaba el sobrante. Repitió lo mismo pero con el otro pezón y dejo que Sanji tomará el mando.

 

El rubio acercó su boca a la oreja de Zoro y lamio el lóbulo, jugueteando con los pendientes de su amante de vez en cuando. Bajo su boca hacia el cuello y lamió la Nuez de Adán abriéndose paso hacia la clavícula. Paseó su lengua por el torso desnudo del peliverde, lamiendo particularmente su cicatriz.  

 

Zoro lo agarró de los muslos y Sanji rápidamente enrolló sus piernas alrededor de la cadera de su acompañante. El peliverde se levantó y apoyó a Sanji en el sofá mientras él se quitaba la faja roja junto con sus katanas y el haramaki.

 

Sanji se arrodilló en el piso y miró a Zoro traviesamente, quien se tensó.

 

-          Marimo-kun, ¿quieres que lo haga? – susurró muy cerca de los pantalones con un bulto claramente notable –

 

-          Haz lo que quieras – aunque el espadachín quería decirle que se la chupe, su orgullo no se lo permitía –

 

Sanji abrió la cremallera del pantalón y bajo el un poco el bóxer, lo suficiente para poder sacar el miembro de Zoro de su escondite. Respiro sobre el duro pene, enviando escalofríos a los nervios de su compañero. Paseo la lengua lentamente por toda la longitud y jugueteo con una vena realmente grande. Lamió la punta y se pasó a las bolas las cuales también lamió. Después de hacer sufrir al espadachín los suficiente, colocó la boca en la punta del pene y lo engulló todo, comenzando a bombear. El espadachín colocó una mano en el pelo de Sanji marcándole el ritmo, el cual realmente era rápido. Al pasar unos minutos el espadachín no lo soportó y se vino en la boca de Sanji. El rubio lo trago todo sin chistar mirando al peliverde provocativamente.

 

-          Como hoy es San Valentín… - comenzó el rubio levantándose, abriendo sus pantalones sin dejar de mirar a Zoro -  Te dejaré hacerme lo que quieras – dijo sensualmente –

 

-          ¿Lo que quiera? – preguntó con lujuria mal contenida mientras los pantalones del rubio caían al suelo –

 

-          Lo que quieras – susurró Sanji al oído del peliverde abrazándole por el cuello –

 

Sin esperan, el espadachín tomó por las caderas al rubio y lo puso de contra el vidrio de la torre apreciándose el culo bien formado de su amante. Zoro agarró una botella de sake y la descorchó con la boca. Se acercó al culo del rubio, quien estaba de espaldas a él y no podía ver nada. Le quitó el bóxer y metió un dedo, después otro y otro, hasta que tenía al cocinero jadeante con la cara apoyada en el vidrio. Colocó la botella en la entrada del rubio y vertió todo el contenido dentro de él. El rubio gritó ante la invasión tan rara.

 

Zoro quitó la botella comenzó a entrar en el rubio quien gemía descontroladamente con los ojos abiertos como platos y un hilillo de baba cayendo por su boca. El contenido de la botella caía por los muslos del cocinero mientras el espadachín se hacía espacio en su culo.

-          Ah…Aaahh….Zoroooo…. – gimió Sanji arqueando  la espalda cuando el espadachín finalmente entro completamente –

 

El peliverde comenzó a envestir rápidamente mientras el rubio se retorcía de placer contra el vidrio. Mmmm, tan caliente y húmedo, apretado… el espadachín pensaba siguiendo con su trabaja.

 

-          AAAAhhhh – soltó el rubio cuando Zoro toco la próstata –Ahí… Ahí… ma..marimo – jadeante el rubio movió sus caderas contra el pene del peliverde –

 

Zoro liberó su bestia interior y comenzó a arremeter contra la próstata del rubio sin ningún tipo de reparos. En consecuencia el rubio ya casi no podía ver por el placer que le proporcionaba. Dios, están grande y caliente… se decía así mismo el rubio mientras se venía en el sillón.

 

Zoro giro al rubio de una manera en la que pudieran seguir unidos, estampó al rubio contra la pared y se miraron cara a cara. El peliverde agarró una pierna de Sanji y la colocó en su hombro, para tener más acceso a la entrada del rubio.

 

Lo empezó a follar como si no hubiera mañana, sintiendo lo apretado que estaba el interior de Sanji gracias a que ya había llegado al orgasmo.

 

El rubio no lo soportaba más, era demasiado placer, su garganta ya le dolía y no se imaginaba como estaba en su interior. Se acercó al oído de su amante y susurró.

 

-          Zoroo..Ahh… Vente en mi… Quiero sentirte hasta adentro… -sonrió con satisfacción cuando sintió el pene de Zoro increíblemente duro – Zo-rooo…

 

El marimo se vino cuando el rubio lo dijo de manera tan sensual.

 

-          ¡¿Por qué hiciste eso?! – preguntó algo molesto el peliverde –

-          Porque quería sentirme lleno – susurró el rubio –

 

Zoro se sonrojó. Pero también recordó los chocolates. Salió de adentro de Sanji, provocándole un suspiro y agarro su abrigo en busca de la caja de chocolates. Se acercó al rubio con el abrigo en mano y tomó el chocolate.

 

-          Toma – dijo un poco sonrojado mirando hacia otro lado –

-          Gracias, marimo – sonrió – Ven aquí – susurró dulcemente mientras tomaba el abrigo verde del espadachín –

 

Zoro se acostó al lado de Sanji y lo abrazo posesivamente por la cintura. Sanji, por su parte, tapó al peliverde y a él con el abrigo mientras aceptaba el calentito abrazo del peliverde.

 

-          Feliz San Valentín, Zoro – susurró el rubio con una sonrisa mientras se pegaba al espadachín –

-          Feliz San Valentín, Ero-cook – dijo con ternura el peliverde mientras agarraba más fuerte las caderas de su pareja –

 

Fin~~~~

Notas finales:

Pues espero que os haya gustado, los veo proximamente en mis fics!!!

 


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