-Es verde-
Escucho el susurro de Tim.
-Tim…-comienza a decir pero-
-es verde Jasón... VERDE-
Tim se encuentra en la bañera, desnudo. Con el agua de un tono oscuro.
Era el tinte que caía de su cabello.
-no importa cuántas veces lo haga, siempre seguirá siendo verde-
Es la sexta vez que se tiñe el cabello de negro, de su color original. Pero nunca dura lo suficiente, solo unas cuantas semanas para que después el tinte caiga tan fácil con el agua. Así como sucede con el maquillaje que usa para ocultar su piel ahora pálida.
Tim vuelve a frotar su piel con demasiada fuerza tanto para dañarla.
Jason sigue en el marco de la puerta sin saber que hacer o decir.
Tim estaba llorando (de nuevo) mientras frotaba su piel (de nuevo) y tocaba su cabello con disgusto (de nuevo)
Hace meses que paso eso. Hace meses que el Joker murió y que Robin murió con él.
Hace meses que Tim se volvió la copia en miniatura del payaso.
Y hace meses que Jason huyó con Tim en brazos hacia otro estado. Sabía que Bruce quería ayudar, pero no. No se arriesgaría.
Batman volvió a llegar tarde, y volvió a perder otro Robin.
Él sabía perfectamente que algo pasaría. Pero no esto, nunca espero esto. -Nunca quiso esto-
Pero era demasiado tarde.
Tim seguía frotando su piel, la sangre ya comenzaba a correr.
Se acercó lo suficiente a la bañera para arrodillarse a lado de esta.
-Tim-dijo queriendo que el menor lo notara.
Pero seguía en su tarea de hacerse daño.
-Tim, mírame-
Aprendió a ser paciente con él.
Los primeros días juntos fueron…nada agradables. Él tenía un temperamento explosivo. Y estar con la copia del Joker no ayudaba en tratar de hablar civilizadamente.
Los primeros fueron difíciles.
Más, con Tim teniendo un cuchillo tan cerca de su garganta y el teniendo el cañón de la pistola en su frente.
Con Tim tratando de apuñalarlo y el dejándolo inconsciente en el suelo del baño.
Él creía que ahora estaban bien.
Jason aprendió a ser paciente. Y Tim aprendió a fingir estar bien.
Pero había días como este. En que Tim se daba cuenta que su cabello se encontraba teñido. Que su piel era cubierta por una gran cantidad de maquillaje. Que sus ojos azules aún tenían ese brillo rojo. Que Jason y él se mantenían escondidos del murciélago.
Días en que el recordaba la electricidad recorrer su cuerpo, agujas incrustarse en su piel y esa risa. Esa horrible risa que rompe sus tímpanos. Y Jason podía entender algo de eso. Esa risa seguía en sus pesadillas y aunque nunca supiera –y no es que quisiera- lo que Bruce vio cuando el Joker le mostro lo que le hizo a Tim, él logra entender.
Ambos se encuentran rotos.
Por el mismo monstruo. Pero saben que no hay nada que hacer.
-Tim…-y acaricia su cabello mientras el menor se tensa.
-es verde-vuelve a decir.
+++++
Una de las victimas del Joker y el hijo del Joker.
Era tan irónico que podría reír. -Pero no lo hace-
Solo sostiene a Tim contra su pecho. -No es como si pueda hacer algo más.-
Recorre su cuerpo y puede ver las cicatrices, las marcas de una obvia tortura y quiere matar al payaso con sus propias manos. -Pero Tim ya lo hizo y es algo de lo que no hablan.-
Sigue recorriendo con sus dedos ese delgado y pálido cuerpo. Puede sentir a Tim tensarse con cada roce y lo ve cubrirse el rostro con su antebrazo y morder su labio con fuerza.
Ambos necesitan eso. Ambos necesitan apreciar el cuerpo del otro, sin disfraces, sin maquillaje. Sin nada. Tal cual son.
Comienza a besar la piel y siente a Tim temblar, el solo quiere decir lo hermoso que es pero sabe que no son las palabras correctas. Ya no más. Por lo que solo sigue tocando y besando y lamiendo.
Puede ver a Tim reaccionar diferente y le gusta.
Entonces escucha a Tim reír -Y no es una bella risa. No le agrada esa risa- porque Tim está llorando a la vez. Y recuerda el momento en que Bárbara abrazaba a Tim contra su pecho mientras este lloraba y reía en sus brazos, con sus manos manchadas de sangre y con ese ridículo traje.
Su risa estaba rota.
Tim está riendo-llorando igual que esa vez. Y se detiene para poder ver como las lágrimas resbalan de sus mejillas hasta su cuello. Se coloca sobre de el para besar el camino por donde esas lagrimas pasaron y Tim descubre su rostro para verlo confuso. Es cuando besa sus labios y… Dios, se siente tan bien. Pero Tim sigue llorando por lo que toma su rostro para profundizar el beso y es cuando Tim cierra sus ojos con fuerza y se aferra a sus hombros.
Siente sus propias lagrimas mojar sus mejillas. Las ve caer en el rostro de Tim. -En el bello y pálido rostro de Tim.- Y le da igual que su cabello sea verde y que su piel sea blanca y que sus ojo aun tengan ese brillo rojo.
Le da igual que en las noches comience a reír y llorar repitiendo que duele, que paren, que no dirá nada y luego diga quien es cada quien.
No le importa.
Solo quiere sentir esos secos labios contra los suyos cuantas veces sea necesario para poder hacerlo mejor. –Para Tim, para él-
Aunque eso no sea realmente posible.