-“Vaya en verdad es un jardín muy bonito, me pregunto dónde estoy”
En un hermoso jardín se encontraba perdido un muchacho de 12 años. Caminaba entre la maleza del jardín que se había acumulado por las vacaciones
-“los jardineros no deberían tener vacaciones… ¡mira toda esta maleza! Ahora ya no se cómo regresar...”
Lentamente el pequeño se abrió paso hasta que llegó a un claro. Creyó que por fin había encontrado la salida, pero lo que verdaderamente encontró era mucho mejor que eso…
Allí estaba esa silueta tan perfecta, ese rostro tan atrayente, esos labios tan seductores…y su voz… ¿su voz? Jamás la había oído pero sabía que era perfecta, ¿sus ojos? Aunque estaban cerrados sabía que serían hermosos y profundos. Lentamente se fue acercando a esa silueta que dormía a la sombra de un roble.
Era hermoso en verdad, tanto que el color carmín se apoderó de las mejillas del pequeño.
- “¿Pero quién es esta persona?”
Se preguntaba el menor mientras que lentamente acariciaba el suave cabello del misterioso personaje. Lo acarició tiernamente mientras deseaba probar sus labios. Lo acarició y acarició hasta que ya no pudo más y se acercó para robarle un beso. Pero justo antes de que lograra su cometido, ese par de ojos se abrió repentinamente.
Rápidamente el menor se levantó, había sido descubierto y lo único que quería era salir corriendo de ahí, pero antes de que pudiera hacerlo una mano lo detuvo y le dijo:
- “Espera… ¿cómo te llamas?”
- “Yo...yo…”
Pudo sentir esos seductores labios sobre los suyos, pudo sentir como una traviesa lengua buscaba entrar en su boca y pudo sentir como suavemente esta era recorrida centímetro por centímetro. Y cuando el joven creía haber alcanzado el paraíso, esa dulce sensación se apartó de sus labios.
- “Eres muy lindo…. ¿Cómo te llamas?”
- “M-me llamo…”
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
- ¡¡¡Misaki!!! ¡¡¡¿Cuántas veces tengo que sacudirte para que te levantes?!!!!
- ¡Wuaaaaaaaaaaaaaa! ¡Maldición Shinobu! ¡¡¡No me despiertes así!!!
- Lo siento pero es la veinteava vez que te muevo y aún no te levantas ¡¡Llegaremos tarde!!
- ¡¡Aaaggg!! ¡¡¿Por qué me despertaste?!!! Estaba soñando con….
- ¿Con…?
- No, nada… olvídalo.
Luego de ese ajetreado despertar, ambos jóvenes se dirigieron a la cafetería donde su club de admiradores esperaba con ansias su llegada.
- Pero miren quienes vienen llegando, Ángel-chan y su protegido
- ¡No me digan chan!
- ¡¡No soy su protegido!!- replicaron a la vez ambos jóvenes al tiempo que se sentaban al medio del grupo para poder disfrutar su desayuno.
- Lo que tu digas shino-chan
- ¡Hey!
- Jajajaja
Todos rieron al igual que lo hacían cada mañana que tenían clases. La rutina ya era conocida. Misaki y Shinobu llegaban a la cafetería alrededor de las 8 de la mañana así que todos se disponían a llegar antes para poder conseguir un sitio junto al hermoso joven y su amigo. Los primeros en llegar recogían el desayuno para ambos: Un par de tostadas con mantequilla, leche con chocolate y un jugo de fresas recién recolectadas para el ángel; y huevos revueltos y jugo de naranja para shino-chan.
Una vez terminadas estas preparaciones, solo se disponían a aguardar la llegada de ambos jóvenes para poder así comenzar el día viendo a sus ídolos.
Obviamente Kusama Nowaki, el chico que había entrado recién este año, como tantos otros se encontraba presente. Realmente estaba interesado en el tal “ángel” así que naturalmente fue uno de los primeros en llegar a la cafetería.
Misaki notó la presencia del joven y como no tenía nada más que hacer en el momento decidió molestar un poco al nuevo miembro de su club de fans
- ¿Tu eres Nowaki verdad? Si puedo llamarte por tu nombre ¿verdad?
- C-claro no hay problema
- Bueno Nowaki… ¿qué haces aquí? ¿Acaso te uniste a mi club de fans? Jajaja
- Y-yo…-replicaba tímidamente el peli-azul. Había sido descubierto y ni siquiera había hecho un solo intento
- ¡Ángel-chan no lo molestes! El chico es nuevo…
- ¡Sí! Además, ¡ángel-chan es mío! –decía un chico al tiempo que abrazaba posesivamente al castaño
- Jajaja oye no me abraces tan fuerte
- ¡Hey! ¡¡No toques al ángel! Recuerda que ahora está saliendo con Tatsumi-sempai
- “¡¿Está saliendo con alguien más!? Vaya suerte la mía” se lamentaba tristemente el pobre Nowaki
- Querrás decir ESTABA saliendo con Tatsumi-sempai
- ¡¡¡¡¡¿¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEE??!!!
- Jajaja así es, ayer lo dejé para estar más tiempo con ustedes chicos.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡Ángel-sama!!!!!!!!!!!!!- dijeron todos al unísono al tiempo que se le aventaban encima al pobre castaño, quien acostumbrado a este tipo de situaciones, optó por ocultarse detrás de su nuevo admirador
- ¡Hey! ¡No es justo! ¡¡Kusama es nuevo y el ángel ya lo está abrazando!!
- Jajaja es solo que Nowaki-san es lindo
Esto lo dijo mirando coquetamente al peli-azul esperando su respuesta. La cual nunca llegaría ya que el oji-azul se encontraba en su propio mundo imaginario, pensando en las mil y un formas en las que él y su amor platónico vivirían el resto de sus vidas.
- Siento llegar tarde…
De pronto una nueva silueta apareció en el margen de la puerta. Era un joven de estatura mediana, cabellos color marrón claro, ojos caramelo y una bronceada y sedosa piel. A primera vista, este joven abría podido convertirse en el ángel n°2 del salón… si no fuera por el pequeño detalle que….
- ¡¡Wuaaaaaaaaaaaa!! ¡¡¡Es el demonio!!!
- ¡¡¿A quién llaman demonio!?!!
- ¡¡Rápido cúbranse!!
Todos se ocultaron menos Nowaki a quien le calló un borrador directamente en la cabeza. El demonio se sorprendió que le hubiera dado a alguien ya que, si bien era cierto que él tenía una puntería extraordinaria, los otros chicos ya conocían su carácter y lograban esquivar cualquier cosa que este les aventara.
Mas esta vez le había atinado a alguien… ¿pero quién? Se detuvo un momento para contemplarlo y fue ahí cuando sintió como su corazón latía tan rápido que en cualquier momento se saldría de su pecho.
Unos profundos ojos celestes lo observaban intrigados, su espalda ancha y esos fuertes brazos daban a entender que el joven estaba en plena forma, y lo plano de su abdomen marcado, afirmaba lo anterior. Su cabello azul que se movía suavemente con el viento producido por los ventiladores y junto con su piel blanca, hacían que el demonio se derritiera en ese momento. Durante unos segundos ninguno habló hasta que la voz del castaño lo sacó de sus pensamientos
- ¡¡Hiro-niisan!!
- ¿Ah? ¿Qué...? ¡ah! Hola Misaki…- decía sin apartar la mirada del nuevo estudiante
- ¡Qué bueno que llegaste! Creí que no alcanzarías al desayuno
Todos volvieron a comer tranquilamente y nuevos murmullos aparecieron en el aire
- ¡¿En verdad son primos?!
- ¡No es posible!
- Misaki es un ángel y Hiroki un demonio! Es totalmente imposible que sean pri…auch!! ¡¡¡Duele, duele!!!
- ¡¡¿QUÉ ESTABAS DICIENDO?!!- preguntaba un escalofriante Hiroki al tiempo que jalaba del cachete al muchacho que se había atrevido a llamarlo demonio
- No lo lastimes
En el acto el demonio se detuvo ocasionando el asombro de todos los presentes. Pero era más que obvio que se detendría ya que el que le había pedido que se detuviera era nada más ni nada menos que el apuesto joven del que minutos atrás ya se había enamorado perdidamente.
- ¿C-cómo te llamas?
- Kusama… Kusama Nowaki
- Kamijou…. Kamijou Hiroki “Tu futuro novio” pensó Hiroki al tiempo que le estrechaba la mano al nuevo estudiante