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EL DOLOR DE SER CONSORTE por pachi-sensei

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Notas del capitulo:

olaaaa :D lo prometido es deuda, gracias a todos por su apoyo no pense que les gustaria mi nueva loca idea xD

Gracias por sus comentarios: 

PhanyP GRacias por tu comen, espero que te guste este segundo capitulo,.

Candi_Shuichi Tal vez se me paso un poco la mano, n.nU te aseguro que se van arrepentir.

Anónimo n.nU gomen por poner malos a su familia, no hay que negar que siempre apoyan a Yuuri, hablando del enclenque hoy llega.

arlensienta n.nU si planeo darle un admirador a Wolf pero no es Adalberto. 

Neko Yuuri es el culpable por no volver que va pasar pronto lo sabras.

yuuribezariuz Yuuri regresara en este capi como actua ya lo veremos.

review D: a mi tambien me dolio poner asi a Wolfram pero prometo que voy ayudarlo.

 Anónimo n.nU hasta yo me asombre cuando le dije que le diga asi,pronto llega Yuuri.

amialice Mi amore me alegro que te alla gustado, tranquilo mi amado Wolfy pronto llegara una pequeña luz en la vida de Wolf jeje, de paso el enquencle.

Ale No te dejare picada aqui estoy con la conti

Gracias a todos por sus comentarios, n.nU talvez se me paso un poco la mano, pero siempre me pregunte ¿Como quedo todo sin Yuuri? ¿Seguiran igual con Wolfram? ¿O lo trataran como el niño caprichoso que siempre fue tratado?

n.nU de hay viene esta historia

Disfruten el capi II ¡Yuuri viene!!

 

CAPITULO II

TRISTES RECUERDOS DE UN CONSORTE

El dolor de un soberano nace del repudio de sus seres queridos.

 

           

            Una persona no es catalogada de fuerte por su poder o logros, sino por aquellas barreras que es capaz de superar al transcurso de su vida fortaleciendo su corazón ante los ataques de aquellos que quieren lastimarlos.

 

            Nueve largos años han pasado desde que Wolfram asumió su poder como Consorte en esos años Yuuri nunca más volvió a Shin Makoku, dejando el completo poder en sus manos, ahora con la mirada hacia su pueblo no importaba el pasado sino el futuro que le esperaba.

 

            ─ Alteza.

            ─ ¿Eh? —Gira su rostro encontrándose con uno de sus consejeros– Gunter.

            ─ Alteza, los miembros del consejo han llegado. —Sonríe indicándole al joven Consorte.

            ─ Gracias Gunter voy enseguida.

 

            Su mirada se posaba en su consejero quien al inicio lo rechazo por aprovecharse de su rey.

 

            ─ Mi rey. —Susurro– ¿Dónde estará mi famoso rey? —Ríe al recordar a su enclenque perdido– Como cambian las cosas a través de los años.

 

 

………………………………

            Los sentimientos de dolor e impotencia inundaban su roto corazón ante las palabras y acciones de las personas que más amaba en su vida

 

            ─ Eres de lo peor, sabes perfectamente que Yuuri nunca te va amar y aun así te  volviste su Consorte con tal de atarlo a tu lado. —Dijo con desprecio mirando a su hermano aun en el piso– Te repudio como mi hermano, nunca más te considerare parte de mi familia.

            ─ Conrad. —Observaba  a su hermano con lágrimas.

            ─ ¡Conrad! —Grita enojado Gwlendal tomándolo del cuello– ¡¿Cómo te atreves?!

            ─ ¡Gwlendal deja a tu hermano! —Entra Cheri defendiendo a Conrad.    

 

            Wolfram observaba todo desde el piso, su madre protegía a su hermano ignorando completamente el dolor que invadía su corazón ante los actos de ellos.

 

            ─ Wolf. —Sentía los brazos de Adalbert rodeándolo–  Shh tranquilo.

           

            ─ ¡Déjame en paz! —Conrad de zafa del agarre de su hermano– ¡¿Cómo puedes protegerlo?! Él traiciono la confianza de nuestro rey.

            ─ ¿Qué demonios dices? Wolfram no hizo nada de eso, y ¡Tú! Has osado a golpear al Consorte. —Lo mira enojado.

            ─ ¿Qué piensas hacer? —Pregunta con ironía Conrad.

            ─ Yo…

 

 

            ─ ¡Wolfram! —Todos voltearon al escuchar el grito de Adalbert.

 

            ─ Wolfram. —Gwlendal abrió sus ojos al observar a su hermano desmayado en brazos de su guardia– Adalbert llevémoslo a su habitación. —Gira su rostro hacia las empleadas– ¡Llamen a Gisela! —Mira a su hermano– ¡Guardias! Acompañen a Sir Weller.

            ─ ¿Qué? —Observar como los guardias lo rodean.

            ─ Enciérrenlo, Sir Weller es acusado de repudiar y golpear al Consorte Real Wolfram Von Bielefelt.

 

            Sin decir más Gwlendal se dirige a la habitación de su hermano sin escuchar los reclamos de su madre y hermano.

 

            ─ Wolf. —Observar al menor siendo atendido por Gisela– ¿Cómo está? —Pregunta preocupado.

            ─ Se le bajo la presión. —Respondió preocupada– Por el momento se mantendrá dormido, le recomiendo que lo dejen descansar todo ha sido muy duro para él. —Dice tristemente recordando lo ocurrido hace un momento.

─ Gracias Gisela, yo lo cuidare. —Exclamo con mucha preocupación su hermano.

─ Me retiro luego regreso. —Sale la chica.

 

Adalbert observaba con tristeza y culpa a Wolfram quien mantenía su rostro empañado por las lágrimas, el sentimiento de culpa lo carcomía recordando como el chico siempre mantenía una gran sonrisa para quien en vida fue su amada Julia.

 

─ Esto es mi culpa. —Dijo el rubio llamando la atención de Gwlendal.

─ No digas tonterías, tú no tienes la culpa de nada. —Hablo sin mirarlo.

─ La tengo, si no hubiera tenido la gran idea de volver a Wolfram Consorte nada de esto estuviera pasando.

─ No, la culpa es de aquellos que todo este tiempo han mostrado un falso amor hacia Wolfram. —Acaricia el cabello del menor– De aquellos que no ven más que los sentimientos de su rey pero no ven los sentimientos de Wolf.

 

Ante aquella aclaración prefirieron no acotar más, la noticia del repudio familiar hacia el Consorte llego a oído de los miembros del Consejo en especial de Woltorana quien no espero mucho para llegar junto a su sobrino.

 

Tres días pasaron del incidente y Wolfram se mantenía aun en cama deprimido, pero con las suficientes fuerzas para mantener su poderío.

 

─ Wolfram —Su tío lo miraba de reojo ante la seriedad de su sobrino.     

─ Wolf, ¿Qué hacemos con Sir Weller? —Preguntó su hermano mayor.

─ ¿Está en prisión? —Preguntó, observando como afirmaba con la cabeza– Entiendo, déjalo libre.

─ ¿Qué? —Todos lo miraron asombrado.

─ Ante todo es mi hermano pero… —Piensa un momento– A partir de este día Sir Weller pierde los privilegios como miembro de la familia real, para mi es solo un soldado más.

─ Entiendo, enseguida ordeno que lo saquen. —Gwlendal abandona la habitación.

─ ¿Estás seguro? —Pregunta su tío.

─ Si lo estoy. —Baja la mirada– Ante todo es parte de mi familia aunque él niegue lo contrario.

─ Wolf.

 

Los días volvieron a transcurrir, una semana para ser exactos el Consorte volvía a sus  actividades diarias recibiendo ese día una visita inesperada.

 

─ ¿Eh? —Todos miraban asombrados a quien estaba frente ellos.

─ Gunter. —Susurro Wolfram asombrado.

─ Alteza. —Se inclina– Yo, Gunter Von Christ, consejero de nuestro Maou, me pongo a los servicios del su Majestad el Consorte.

─ ¿Por qué? —Pregunta Wolfram– Creí que también me despreciabas.

─ No. —Mira al Consorte– Lo juzgue mal, como usted dijo he observado su trabajo y quiero emendar mi error hacia usted.

─ Gunter, gracias. —Susurra con una sonrisa en sus labios– Eres bienvenido a trabajar con nosotros.

 

Desde día poco a poco el dolor se iba opacando ante la ayuda de aquellos que realmente lo valoran al menos un poquito.

 

…………………

 

Wolfram seguía caminando por los pasillos hasta llegar al salón donde las diez nobles lo esperaban.

 

─ Buenos días señores. —Saludo Wolfram con una sonrisa– Lamento la demora.

─ Sea bienvenido Alteza. —Se levantó Von Karbelnikoff.

─ Tranquilo Wolf estas a tiempo. —Dijo su tío con una sonrisa.

─ Majestad tome asiento. —Indico su hermano siguiendo el protocolo real– Señores y Majestad esta reunión ha sido solicitada al estar cerca de cumplirse los 10 años de la ausencia de nuestro Maou.

─ Ya son diez años. —Dijo melancólico Gunter.

─ Recordaran que su Majestad asumió su poder como Consorte a los nueve meses de la ausencia de nuestro rey, más su nueve años de poder, hace un total de nueve años nueve meses. —Dice Gwlendal.

─ Según lo que dicta nuestras leyes. —Toma la palabra Adalbert– No podemos estar más de un año sin rey, si hubiera un Consorte el tomara el poder, pero si no regresa en diez años contando el día que se fue el rey, su trono quedara libre para dar paso a un nuevo Maou.

─ ¿A quién escogemos? —Pregunta Von Spitzweg– Mi hermana puede ser una opción.

─ No lo creo. —Dice Gunter– Ella no es apta para volver al trono. —Dice serio recordando el incidente que hace años con Wolfram.

─ ¿Por qué? Mi hermana fue una gran Maou. —Reclama el hermano de Cheri.

─ Si, fue tan grande que nos llevó a la guerra. –Interviene Adalbert recodando los errores de la anterior Maou.

─ Como dije anteriormente Anissina puede ser una gran Maou. —Agrega con una sonrisa Gunter.

─ No lo creo. –Interviene el hermano de dicha chica– Últimamente sus experimentos están causando estragos, los días que estuvo en casa casi me deja sin castillo. —Dice con una preocupación reflejada en su rostro– Prefiero mil veces una guerra que tenerla como Maou.

─ Estoy de acuerdo. –Susurra Gwlendal recordando los cientos de experimentos que ha tenido que vivir.

 

Wolfram observaba divertido la conversación de los nobles se notaba a leguas que ellos siempre daban buenas opciones.

 

─ Señores. —Interviene Von Bielefelt– Hace años di el nombre de mi sobrino y presente Consorte para Maou, no sé ustedes pero él no sería el adecuado para el puesto.

─ De Consorte a Maou. —Lord Von Rochefort mira a Wolfram un momento– Tiene razón Von Bielefelt en este mundo no hay nadie mejor que él para conocer el trabajo como Maou.

─ ¿Yo? —Wolf los mira asombrado.

 

Aquellas palabras de parte de su tío dejaron a Wolfram sin habla, en ningún momento se había imaginado que él podría convertirse en Maou, cosa que en ese momento no era algo que le agradaba tomando en cuenta ese pequeño detalle que tiene a su lado.

 

─ Alteza ¿Aceptaría convertirse en el Vigésimo Octavo Maou? —Pregunta Adalbert al joven Consorte.

─ Bueno yo. —Piensa un rato– Honestamente no sé qué decidir.

─ Durante estos largos nueve año su Majestad no ha demostrado su admirable trabajo logrando lo que nuestro Rey no pudo hacer en el tiempo que estuvo aquí. —Agrego Von Gyllenhaal– Sé que como Maou hará un gran trabajo.

─ Gracias por sus palabras Lord Von Gyllenhaal, todo lo que logre fue gracias a las primeras relaciones de nuestro rey durante el tiempo que compartió con los humanos.

─Eso es cierto. —Toma la palabra Gwlendal– Pero quien hizo todo el trabajo fuiste tú.

─ Majestad no le vamos obligar aceptar. —Lo mira con una sonrisa el menor de los Wincotts– Piénselo mañana nos da su respuesta.

─ Está bien lo pensare.

 

Ante aquellas palabras la reunión continua por largas horas las mismas que por más eternas que parecían llegaron a su fin entrada la tarde.

 

─ Odio estas reuniones. —Comenta Wolfram mientras caminaba por los pasillos junto a Adalbert.

─ ¿Aceptaras?

─ ¿Eh? —Mira al mayor de reojo–  No sé, tenía muchos planes luego que elijan al Maou y me dejen libre.

─ ¿Planes? —Pregunta algo curioso.

─ Si, estaba pensando en ir de viaje junto a Yuuki, al final nunca hemos salido de viaje si no es por mis reuniones. —Dice tranquilamente.

─ Piensas en él primero, aun es un niño requiere a su padre.

─ Lo sé, Yuuki es mi vida, gracias a él me mantengo de pie. —Sonríe recordando al pequeño mientras abre la puerta del comedor.

 

─ ¡Wolfy!

 

Un repentino grito de alegría los hizo mirar a la dueña de aquella voz.

 

─ Madre. —Susurró Wolfram mirando a la rubia que se acercaba abrazarlo.

─ ¡Wolfy te extrañe mucho! —Lo abraza sin ser correspondido por parte de su hijo.

─ Madre compórtate. —Dice Gwlendal mientras entra a la sala.

─ Pero hijo…

─ Por favor Madre. —La mira serio Wolfram– No me llames Wolfy, mi nombre es  Wolfram.

 

Aquellas palabras frías no pasaron desapercibidas por todos y mucho menos por la rubia que lo miraba tristemente aunque le doliera sabía que el daño que le causo a su hijo nunca podría enmendarse.

 

─ Lo siento Wolfram

 

……………………

            Dos largos años habían pasado desde el día que se nombró como Consorte en ese tiempo había realizado convenios con algunos pueblos humanos.

 

            ─ Aniwe, ¿No había carta de Shimaron Menor? —Pregunta mientras firma algunos documentos.

            ─ No Wolfram, Saragueli no se ha pronunciado sobre el ataque que iba realizar contra Shimaron Mayor. —Mira de reojo al menor.

            ─ Fue una decisión algo precipitada por el rey Saragueli. —Comenta Gunter preocupado.

            ─ Sara no quiso escuchar razones estaba tan decidido en unir las dos Shimaron, solo espero que no le pase nada. —Miraba por la ventana con cierta preocupación.

 

            TOC-TOC

 

            ─ Adelante. –Indicó el menor sentándose en su puesto.

            ─ Perdone alteza. —Entra una de las empleadas– Yuuki-sama esta algo inquieto.

            ─ Sangria, Wolfram esta…

            ─ ¡Mi Yuu-chan extrañas a tu Oto-chan! —Cargaba al pequeño rubio, quien lo miraba con una gran sonrisa– Mi bebé.

            ─ Wolfram estás trabajando. —Lo mira de reojo Gwlendal evitando controlarse por no ir abrazar aquellos dos hermosos rubios que mostraban la escena más tierna del mundo.

            ─ Es solo un momento Aniwe, mientras mi hijo me solicite dejare todo de lado, aunque eso incluya mi reino, mi hijo es mi prioridad. —Sonríe mirando al menor.

            ─ Wolfram. — Lo mira su hermano sin entender.

            ─ No quiero que sienta lo que yo sentía cuando era niño y mi madre me ignoraba. —Sonríe acunando a su bebé.

 

            Su hermano lo miraba tristemente recordando los errores que cometieron contra Wolfram año tras año, ignorándolo y despreciándolo cuando él solo pedía amor de parte de ellos.

 

            ─ Sangria lleva a mi bebé. —Le entrega el niño a la empleada– Pronto estaré contigo mi ángel. —Besa la frente del niño– Lamento la interrupción.

            ─ No te preocupes, tienes razón tú hijo debe ser tú prioridad. —Sonríe su hermano.

            ─ Gracias Aniwe.

 

Las horas de trabajo pasaron rápidamente cuando menos esperaba ya se dirigían a cenar.

 

─ Fue un día muy agotador. —Comento Wolfram mientras caminaba rumbo al comedor junto a su hermano y Adalbert.

─ Lo sabemos pero es tú deber como Consorte. —Dice Adalbert mirándolo con una sonrisa.

─ Esto es tú culpa. —Lo mira de reojo– Por cierto, ¿Dónde está mi hijo?

─ Lo está esperando en la sala. —Contesta Gunter.

─ Que bien. —Abre las puertas entrando con una gran sonrisa– Yuu-chan papi…. —La misma que se borró al observar quien estaba cargando a su bebé– ¿Madre?

─ ¡Wolfy! —Dejo al niño en el cunero y se acercó a su hijo– ¡Hijo mío! —Lo abrazo dejando a todos shokeados.

─ Que…madre…

 

El pasado volvía a su mente recordando momentos dolorosos donde claramente su madre lo ofendía lastimándolo en lo más profundo.

 

─ No. —Susurró mientras deshacía el abrazo– No. —Volvió a repetir.

─ Wolfy. —Lo mira tristemente– Wolfy yo me equivoque no debí hacer lo que hice yo…

─ Es tan fácil venir a perdón. —Dice mientras se acerca a tomar entre sus brazos a su hijo– Venir con una sonrisa como si nada hubiera pasado. —Mira a su madre– Lo siento pero no puedo.

─ ¡Wolf! —Exclama asombrada por las palabras de su hijo conteniendo sus lágrimas.

─ Madre. —Se acerca Gwlendal.

─ No es justo vengo aquí en busca de su perdón. —Mira a Wolfram– Estoy arrepentida, acaso no lo notas.

─ Lo sé, pero… —La mira con sus ojos cristalizados– Aun duele tus palabras y eso nadie puede borrarlas con todas las disculpas del mundo. —Unas pequeñas lagrimas desciendes de sus ojos.

─  Gu…gu. —Unas pequeñas manos detienen las lágrimas del Consorte.

─ Mi bebé. —Abraza al pequeño que tiene entre sus brazos.

─ Hijo no…

─ Madre por favor. —Interviene Gwlendal– No insistas tú cometiste un error ahora debes luchar para enmendarlo.

 

Con aquellas palabra en cada venida Cheri lucharía por el perdón se su hijo.

 

…………………….

 

Aquellos recuerdos retornaban a la memoria de Cheri arrepintiéndose una y otra vez lo que había dicho.

 

─ Aniwe, ¿Dónde está Yuu-chan? —Pregunta al buscar con su mirada a su niño.

─ ¡Aquí toy! —Grito un pequeño rubio de nueve años pero con apariencia de un niño humano de dos años.

─ Hola bebé. —Wolfram se inclina a besar la frente de su bebé.

─ No bebé, yo soy gande. —Estiraba sus manos al cielo demostrando lo grande que era.

─ Claro que eres grande. —Se levanta tomándolo de la mano– Vamos a comer, la reunión me dejo hambriento. —Comenta con una sonrisa.

─ Sirvan la comida. —Indica Gwlendal– Wolfra…..

 

De pronto la puerta se abre haciendo que Gwlendal, Gunter y Adalbert se pongan de pie ante el asombro de quien estaba frente a sus ojos.

 

─ Yuuri. —Susurró Wolfram asombrado al observar al joven Maou frente a sus ojos.

─ Buenas noches a todos. —Saludo Yuuri ingresando al salón junto a Conrad.

─ Conrad. —Su hermano mayor lo miro seriamente ya que hace años no entraba al salón.

─ Que sorpresa encontrarlos a todos reunidos. —Fijo su mirada en Wolfram– No lo cree Alteza. —Hablo con sarcasmo Yuuri.

─ Sea bienvenido Yuuri Heika. —Dijo Wolfram recuperándose del shock– Sea bienvenido a su reino que tuvo en el olvido.

─ Me ausente pero creo que usted mi querido Consorte hizo un gran trabajo ¿no? —La seriedad y enojo se mostraba en la mirada del Maou– Wolfram eres un…

─ Antes que diga algo me gustaría que hablemos en privado. —Dijo Wolfram cortando las palabras de Yuuri–  Sin la presencia de traidores que solo quieren fomentar la enemistad entre la realeza.

─ ¿Eh? —Mira de reojo a su padrino– Está bien hablemos pero…

 

─ ¡Oto-chan! ¡Tedo come!

 

Un repentino grito hizo que todos los presentes miren hacia abajo encontrándose con un pequeño rubio aferrado a las piernas del Consortes con su mirada seria y un tierno puchero.

 

─ Hmmm. —Gwlendal coloca sus manos sobre su boca antes de gritar por la emoción de ver tan tierno a su pequeño sobrino.

─ Yuu-chan. —Susurró Wolfram– Lo siento bebé. —Carga al niño– Ya vamos a comer.

─ ¿Quen es? —Pregunta inocentemente señalando a Yuuri.

─ Él es Yuuri, el Maou. —Responde con simpleza.

─ ¿Él es…? —Yuuri no sabía que decir o que preguntar ante  el menor.

─ Soy Yuuki Von Belefel. —Saluda con una gran sonrisa el menor sin tomar en cuenta su corta lengua al momento de expresarse.

─ Yuuri. —El moreno mira al rubio mayor– Nos acompañas a comer luego podemos hablar. —Pide con una sonrisa.

 

La presencia dejaba a todos asombrado, pero el más asombrado era el mismísimo rey al encontrar a su legalmente prometido y consorte con un bebé en brazos y cientos de preguntas en su mente.

 

¿Quién es el padre?

¿Dónde vino ese bebé?

Notas finales:

*0* Les gusto!!!!

n.nU ya se cual es la duda general

De donde viene ese hijo?

¿Acaso Wolfram engaño a Yuuri?

:x no sigo mas si quieren saber mas!!

Regalen un comentario!!!

Byee!!!!

Att. Pachi-sensei


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