In The Middle Of Chaos
[Mi Única Razón]
Cuando despertó un terrible dolor de cabeza lo asaltó, abrió los ojos lentamente y observó a su alrededor. Se encontraba en el hospital, su madre yacía dormida en el sofá a un lado de su cama , sonrió irónicamente no podía creer que sus padres aún mantuvieran esa farsa de “me preocupo por mi hijo” suspiro observo los vendajes en sus muñecas y se preguntó porque Dios no lo dejaba morir es que disfrutaba del dolor de los humanos, tal vez para él solo somos un juego al que hay que hacer divertido con el sufrimiento.
La puerta de la habitación se abrió y su padre entró por ella al verlo despierto comenzó a gritar y su cara se transformó en facciones de ira.
-¿Cómo pudiste hacerlo de nuevo?, eres un maldito loco-
Su madre despertó en ese momento en intentó calmar a su esposo pero fue en vano, él seguía gritando
-Esta será la última cuenta de hospital que pagó por tu culpa…. Te puedes quedar con el departamento que también es lo último que te daré…. Pero tú ya no eres más mi hijo, te desconozco para mi estas muerto-
y salió azotando la puerta, Inuyasha miró a su madre esperando que dijera lo de siempre “sólo está preocupado, ya se le pasara” pero esta vez solo lo miró con lástima agacho su cabeza y se fue para ya nunca regresar.
La pequeña felicidad que conozco,
Todo con lo que me debería quedar
podría perderlo algún día
cualquiera, es lo mismo.
Me pare en este escenario y me di cuenta de ello
¿Soy yo quien canta allí verdad?
¡Está mal! Yo estoy aquí.
He amado personas y familia.
Nada es diferente a ti,
mira como un ser humano.
Honor y cargo no tienen importancia
¿Lo recuerdas?
…
Cuando salió del hospital fue directo al departamento tomo un baño y reflexionó sobre todo lo que había pasado en tan poco tiempo.
Ahora si estaba completamente sólo sus padres habían aceptado lo mucho que lo despreciaban al desconocerlo cómo hijo, pero eso no le importaba mucho pues sabía que no podía contar con ellos de todos modos, sin embargo el hecho de que su intento de suicidio fallara de nuevo le hizo pensar que tal vez Dios no era malo era sólo que tenía algo preparado para él, Así que decidió hacer un trato con él:
Yo deseo la muerte, pero es un lujo que tu no me permites, así que viviré hasta que encuentre un razón y si por esa razón deseo vivir lo que tenga que vivir lo haré pero si esa razón solo me deja ver lo horrible, inhumano y repugnante que es el mundo no dudare en quitarme la vida y cómo es un trato, tú deberás dejarme partir para siempre.
…
Debo encontrar un trabajo, se dijo mientras caminaba por una apacible calle, el poco dinero que tenía estaba por terminarse y necesitaba comida mientras encontraba su razón.
Paso enfrente de un cafetería en la ventana había un letrero de “se solicita empleado” esa podría ser su salvación.
Ahora sólo tenía que buscar esa razón que le diera un poco de esperanza para vivir aquella travesía o que le demostraba que nada valía la pena ni el sufrimiento.
La pequeña libertad que conozco,
el sueño que debería conservar
podría perderlo algún día,
¿Soy yo quien canta allí verdad?
¡Está mal! Yo estoy aquí.
Nadie puede salvarse con mentiras.
Entreguemos la no-ficción,
una canción como orgullo desgraciado.
Yo vomito el dolor original,
para distinguir nuestras heridas.
Entreguemos todo de mí.
Una canción como orgullo desgraciado
en medio del caos.
Es la única manera de probarse a sí mismo.