Regresar a casa con Chanyeol parecía surreal. Parecía como si no se hubieran visto por años o quizás décadas, pero Baekhyun estaba exagerando ya que solo habían pasado unos meses.
En el camino, la mamá de Baekhyun les ofreció un Jajangmyeon y por supuesto, Jongin estaba invitado al almuerzo. Los cuatro se sentaron en un reservado. Baekhyun se sentó al frente de Chanyeol y al lado de Jongin. Después de todo lo que había pasado, era un poco tonto pensar que era uno de los almuerzos más felices que había tenido junto a, si se atrevía a decirlo, su familia en el viejo restaurante de comida china al que solía ir en “grandes ocasiones” como en los torneos y celebraciones que se llevaban a cabo después de los campeonatos de fútbol.
El Jajangmyeon era lo mismo para un hombre pobre que el bistec para un rico. Sin embargo, Baekhyun no lo había comido por un tiempo ya que su madre le había dicho que comer afuera era una pérdida de dinero.
Le sonrió a Chanyeol mientras almorzaban, esperaba a que el contrario alzara la mirada para verlo de vez en cuando y le empezó a gustar cómo Chanyeol estaba en ese momento, tragando su comida cual perro hambriento. Era difícil contener la risa cuando Chanyeol levantaba la cabeza y la mitad inferior de su rostro estaba cubierto de salsa.
Sin embargo, Baekhyun no lo detuvo.
“Come mucho, ¿está bien? Debes estar muy hambriento”, sonrió y colocó una rebanada de rábano encurtido sobre los fideos de Chanyeol mostrando una tímida sonrisa.
Jongin murmuró cuando vio esta acción dándole un codazo a Baekhyun y dibujando una sonrisa irónica en su rostro. “Ahora que te has enamorado de tu hermano, te has olvidado de mí, ¿no? ¡¿Dónde está mi rábano?! Sra. Byun, ¿puede creer cómo es su hijo?”.
Chanyeol parecía haber entendido la broma de Jongin ya que él era el que se reía más fuerte en la mesa.
Cuando por fin llegaron a casa, Chanyeol fue el primero en ingresar cual cachorro curioso tratando de ajustarse a su nuevo ambiente. Todo estaba casi igual excepto por el hecho de que el cuarto de Chanyeol había sido remodelado para ser un cuarto de estudio para Baekhyun. El equipaje de Chanyeol necesitaba ser enviado desde la institución lo cual fue la razón por la que la mamá de Baekhyun les dijo que durmieran juntos hasta que llegara su equipaje.
Baekhyun, por sorpresa, estuvo conforme con eso.
Debido a que su madre era un poco histérica con respecto a que dos hombres no deben dormir juntos en una cama teniendo las hormonas revueltas (quién sabe a qué se refería con eso), Chanyeol tuvo que dormir en el piso.
Baekhyun lo hubiera ayudado a colocar las sábanas en el piso pero sus piernas rotas lo mantenían inmóvil la mayoría del tiempo y debido a la caída anterior, el dolor se había intensificado.
Sin embargo, Chanyeol se hizo cargo de todo por su cuenta al preparar su cama, ponerse su pijama e incluso al ayudar a Baekhyun a ponerse el suyo ya que tenía dificultades al ponerse su pantalón. Incluso trajo un tazón y el cepillo de dientes de Baekhyun para que no tuviera que ir al baño para lavarse.
Baekhyun quiso hablarle a Chanyeol un poco más pero su madre apagó las luces y ambos estuvieron en la oscuridad por un tiempo hasta que los stickers empezaron a brillar en la oscuridad. Trató de quedarse dormido pero el hecho de que Chanyeol ahora estaba físicamente allí era fascinante y no podía perder ni un minuto. Después de unos minutos, volteó y vio la cabeza de Chanyeol sobre el borde de la cama con los ojos bien abiertos observándolo.
Gritó. “¡Dios! ¡No me vuelvas a asustar así!”, soltó un quejido levantándose con los codos.
Chanyeol cruzó los brazos y los colocó sobre el borde de la cama de Baekhyun. Sonrió.
“¿Baekhyunnie?”.
Baekhyun volteó a verlo y murmuró soñoliento. “¿Si?”
Chanyeol solo sonrió por un largo tiempo.
“No puedes llamarme para después no decirme nada”, dijo con un tono de “enojado” solo para cubrir el hecho de que sus mejillas se estaban volviendo rosas hasta la punta de sus orejas. Culpó al hecho de que nunca había sido bueno para mantener contacto visual y que tenía a alguien observándolo sin razón alguna. Empujó la frente de Chanyeol y suspiró, “ve a dormir” cuando en realidad quería decir “hay que hablar más”.
Hablaron por tanto tiempo que Baekhyun perdió noción del tiempo hasta que le echó una ojeada a su celular y notó que eran las tres de la mañana. Sus ojos estaban rojos y trató de contenerse las ganas de dormir solo para hablar con Chanyeol unos minutos más.
Estaba tan sorprendido de que hubieran tantas cosas para hablar y sin embargo, ninguno de los temas que discutían eran realmente importantes. Hablaron sobre si los animales del zoológico probablemente extrañaban sus hogares, cómo cultivar piñas, qué era lo que iban a hacer al día siguiente y cómo era que las chicas pintaban sus uñas. Cualquier pregunta de Chanyeol debía ser respondida por Baekhyun. Él también hizo preguntas y quedó realmente sorprendido al escuchar a Chanyeol responderlas a su leal saber y entender.
Por ejemplo, él preguntaría “¿Por qué crees que los caracoles son tan lentos?” y Chanyeol respondería “quizás no querían que el tiempo pase muy rápido” y eso era más lógico de cualquier otra respuesta que había recibido.
Había pasado otra media hora y Baekhyun ya no podía seguir despierto por más tiempo así que se recostó con cuidado y empujó a Chanyeol a un lado para cubrirse con las sábanas junto a él. El lugar que ahora había ocupado estaba realmente cálido y no se había dado cuenta cuánto había extrañado eso hasta que lo vivió en el momento cuando el cuerpo de Chanyeol estaba calentándose a su lado.
Volteó y colocó sus manos bajo su cabeza tratando de ignorar el dolor que estaban matando sus rodillas a pesar de haber tomado los calmantes prescritos. Los doctores le garantizaron dolores por los siguientes meses mientras los puntos aún estuvieran ahí. O si no, un ardor constante por el resto de su vida si hacía un gran uso de sus piernas.
“Ya no podremos jugar fútbol nunca más”, dijo Baekhyun con una falsa sonrisa y los ojos a medio cerrar ya que la mitad de él estaba soñoliento y la otra mitad trataba de contenerse las lágrimas.
“Está bien”, dijo Chanyeol.
“¿No te avergüenza que esté así? ¿Qué no seré capaz de jugar contigo? Estaré en una silla de ruedas por años… ellos dicen que puede que no sea capaz de volver a correr de nuevo.”
Chanyeol negó con la cabeza.
Baekhyun hubiera dicho algo, pero en segundos escuchó a Chanyeol roncando y recordó que él era aterrorizantemente narcoléptico. No estaba seguro de cómo lo hacía, pero Chanyeol tenía un espeluznante poder para quedarse dormido en tan solo unos segundos en cualquier lugar y en cualquier momento. Sonrió y trató de dormir de nuevo. Probablemente, Chanyeol era distraído pero Baekhyun había aprendido algo nuevo, algo profundo.
Chanyeol siempre lo amaría sin importar nada ya que no importaba cómo las personas lucían por fuera siempre y cuando sean buenas por dentro. Ser minusválido y depender de una silla de ruedas no cambiaría su forma de ser, al igual de como un bajo coeficiente intelectual no detuvo a Chanyeol de ser todo lo que él siempre quiso; un humano decente.
Aunque no tuviera piernas y solo tuviera un ojo, Chanyeol aún lo hubiera querido como siempre.
Aunque era verdad que las personas más inocentes veían el mundo de una forma diferente y podían ver el alma de los humanos con más claridad mientras que las demás personas se fijaban tanto en lo superficial que no podían ver nada y siempre querían algo más.
Baekhyun suspiró y se sintió relativamente aliviado. Desde su ángulo, vio a la luz de la luna atravesando las persianas e iluminando el rostro de Chanyeol. Se veía en paz mientras dormía. Sin sus rulos castaños, lucía más maduro. Su cabello corto enfatizaba la forma del contorno de su rostro a pesar de cuán juvenil lucía y mostraba aún más aquellas orejas de “Dumbo” con los que a Baekhyun le gustaba jugar.
Sonrió y deseó que todo eso no fuera un sueño y si lo era, deseó jamás despertar.
Pero lo hizo más tarde cuando escuchó el sonido de una risa y un “crash”.
Realmente pensó que todo era un sueño cuando despertó y se sentó lentamente para luego ver a todo el grupo del equipo de fútbol en su habitación casi tirando todo fuera de sus lugares adecuados y haciendo desorden. Por supuesto que todo esto era normal cuando colocabas a un grupo de chicos en un lugar cerrado. Sin embargo, ¿por qué demonios estaban ahí?
Jongin se abalanzó sobre la cama al lado de él quien hubiera estado muy feliz de verlo si no lo hubiera visto el día anterior. “¡Oye! ¡Te tenemos una sorpresa así que despierta, bella durmiente!”, sonrió cogiendo el rostro de Baekhyun para posar un ruidoso beso en su mejilla con el que se escuchó un fuerte “pop”.
“¡Asco!”, se quejó empujando a Jongin. Trató de preguntarse por qué estaban todos allí. ¿Se había perdido de algo o todos simplemente estaban muy felices de verlo?
“¡Te extrañamos!”, gritó Sehun abrazándolo y besando también su mejilla.
Jongdae y Minseok también estaban ahí y…
“¡Chanyeol!” gritó Baekhyun cuando Chanyeol hizo lo mismo que sus amigos y cubrieron su rostro con besos. Se ruborizó con fuerza y trató de quitar ese color de su rostro incluso si se sintió asqueado y violado por un grupo de chicos apestosos.
Chanyeol sonrió. Era obvio que estaba emocionado sin razón alguna porque él tampoco tenía idea de por qué estaban todos en la habitación de Baekhyun o por qué habían traído regalos como flores y golosinas. Supuso que era porque ellos eran sus amigos y eso era lo que los amigos hacían.
Cuando todo finalmente se tranquilizó, Jongin aplaudió para captar la atención de todos. Los chicos dejaron de mostrarles sus regalos a Chanyeol y Baekhyun para colocar a Baekhyun con cuidado en su silla de ruedas y luego empujarlo hacia la sala sin explicar qué era lo que habían planeado. Incluso Chanyeol los seguía con desconcierto.
“Nos ensuciamos un poco las manos e hicimos algo para ustedes”, Jongin sonrió de forma tímida y abrió las cortinas para mostrar el espléndido jardín de su casa completamente rodeado de Baby’s breath y rosas. Había un pequeño estanque en donde habían peces nadando en círculos. Era evidente el gran trabajo que habían realizado en hacer todo eso ya que su jardín no era más que una pila de basura la última vez que la había visto, y esa fue la razón por la que su madre colocó una cortina sobre la puerta de vidrio. Los desechos y herramientas oxidadas habían desaparecido y habían sido reemplazadas por un jardín lleno de flores sobre una cama de pasto.
Chanyeol pegó su rostro al vidrio y Baekhyun se quedó viendo aquella vista en asombro.
“¿Cómo…”, suspiró, “¿Cómo es que ustedes…?”.
“Nos enteramos de que la florería había sido clausurada y decidimos explorarla así que encontramos un pequeño jardín secreto junto al piquete de Chanyeol. El lugar iba a ser destruido y remodelado de todos modos, así que pensamos que podríamos llevarlo a un lugar más seguro”, explicó Jongin envolviendo los hombros de Sehun con su brazo. “Yo me encargué de supervisar todo, ¿no están orgullosos de mí?”.
Los ojos de Baekhyun se inundaron de lágrimas y dijo con la voz quebrada “gracias, chicos” a pesar de cuán emocionado parecía estar Chanyeol al tener a sus bebés más cerca de casa.
“Jajaja, ¡miren! ¡Baekkie está llorando! ¡Alguien grabe este momento!”, gritó Jongin y todos sacaron sus celulares para grabar ese momento único.
La única persona a la que no le pareció gracioso fue Chanyeol quien trataba de cubrir el rostro de su hermanastro. “¡Dejen de ser tan malos con Baekhyun!”, hizo un puchero empujando levemente a Jongin quien tenía su celular justo frente al rostro de Baekhyun. Al final todos se divirtieron y Chanyeol y baekhyun voltearon a ver hacia el jardín de nuevo totalmente impresionados por su belleza.
Miró a los demás otra vez y sonrió, “gracias”, dijo nuevamente. ¿Les parece si tengo unos minutos a solas con Chanyeol? Necesito decirle algo”.
Sus amigos dejaron la habitación dejándolos solos, pero Baekhyun no dijo nada hasta que estuvieron dentro del jardín y las cortinas que estaban atrás estuvieran cerradas. Rodeados de las bellas cercas blancas y con el cielo sobre ellos, Baekhyun realmente sintió que estaban en su propio mundo.
Cuando abrió su boca, no pudo expresarse de forma correcta.