“S-sí, entiendo. Estaré ahí enseguida, señor”.
Luego de contestar la llamada, Baekhyun sostuvo el télefono apegándolo a su pecho y suspiró. Él aún se sentía mal, como si fuera a vomitar.
Se sentó a lado de una pila de cajas de cartón y contenedores de reciclaje durante un largo tiempo pensando en muchas cosas y recordando. Las memorias de su niñez estaban almacenadas en algún lugar remoto de su cerebro y no importó cuánto trataba de recordar por qué empujó a Chanyeol o cuándo fue que eso sucedió, nada se le venía a la mente. Ni si quiera un indicio de algún recuerdo o alguna fracción de trauma incrustada en él de manera profunda. Quizás el evento fue tan traumante para él cuando era niño que simplemente lo olvidó todo y vació su mente con el paso de los años olvidando a la persona a la que le arruinó la vida.
No estaba seguro de cómo levantarse y aceptarse a él mismo después de escuchar la dolorosa verdad de la boca de su madre. Ella pudo haberle dicho que todo fue un accidente, que Chanyeol caminó por su propia cuenta hacia la pista para que él no se sienta culpable. Luego se dio cuenta que la verdad había estado oculta por muchos años así que quizás su madre pensó que era la hora de decírselo debido a que ya era lo suficientemente maduro para tomar responsabilidad de sus acciones.
Pero ¿estaba preparado?, ¿Estaba preparado emocionalmente para encarar a Chanyeol y admitir que él había sido el responsable de hacer que Chanyeol sea… lo que era?
Caminó de manera lenta hacia la estación de policía practicando lo que le diría a Chanyeol para arreglar las cosas. Después de todo, él no quiso decir todo lo que dijo de forma tan ruda, sobre todo no quiso que terminara en la estación de policía.
Era mejor que Chanyeol esté en ese lugar en vez de estar caminando por las calles, perdido y confundido. Con tan sólo imaginar a Chanyeol siendo ignorado y tratado de mala forma por los peatones que pasaban por su lado y personas frías, hizo que algunas lágrimas aparecieran de nuevo.
Para sorpresa de Baekhyun, la estación de policía estaba calmada y acogedora. Era la primera vez que entraba a una ya que pensó que sólo los criminales estaban allí. Habían algunos oficiales atendiendo algunas llamadas así que Baekhyun esperó en una esquina hasta que se dignaran a atenderlo. Luego, vio a Chanyeol que estaba sentado en una banca con una mano esposada a una barandilla que estaba junto a él. Fue una imagen dolorosa y Baekhyun sólo tuvo ganas de gritarle a los policías por esposarlo cuando Chanyeol era la persona más inofensiva del mundo. Park Chanyeol era el tipo de persona que derramaría una lágrima si una flor se marchita así que Baekhyun dudó que haya cometido un crimen para tal castigo.
No le dirigió la palabra a Chanyeol (no estaba emocionalmente preparado) y caminó hacia la oficina de un policía cuando captó la atención de uno de ellos. En su placa decía “Do Kyungsoo”, lucía joven, estaba casi por los 20 años y tenía unos ojos muy grandes. Su sonrisa amable tranquilizó a Baekhyun.
“Ah… mi nombre es Byun Baekhyun. Vengo por Park Chanyeol”.
“¿Su hermano?”
“Hermanastro”, Baekhyun lo corrigió mostrando su identificación. No pudo evitar sentir un hormigueo al ver a Chanyeol en la esquina y preguntarse por qué el niño felíz lucía tan abatido y débil.
“Correcto, hermanastro. Lo siento”, contestó el oficial mientras llenaba una especie de ficha y luego se la entregó a Baekhyun junto con un lapicero. “Tan sólo debes firmar aquí, aquí y aquí, y después te puedes retirar”.
¿Eso era todo?, Baekhyun leyó todo con mucha cautela. No había mucha información así que guardó las copias en su bolsillo luego de firmar donde se suponía que debía hacerlo. Lo único que entendió fue la sección en la que muchos discapacitados mentales eran liberados de algún cargo por algún pariente o persona a cargo. El resto parecía demasiado complicado para entender. “Disculpe oficial”, preguntó calmado, “¿Qué fue lo que Chanyeol hizo exactamente?”.
“Robó un pastel de una furgoneta de bocadillos y se entregó a la policía media hora después. Al parecer lo cogió de la parrilla así que tiene quemaduras en sus dedos. Ya se los hemos tratado así que estará bien”, dijo Kyungsoo muy calmado, “Por las normas federales, deberían haber consecuencias pero creo que está muy arrepentido”.
“Oh…amm…gracias”, Baekhyun sonrió siguiendo a Kyungsoo quien desposaba a Chanyeol.
Tan pronto cuando fue liberado, levantó la cabeza y observó a Baekhyun como un cahorro que fue regañado; sin embargo, aún no se extinguía esa sonrisa que parecía una llama ardiendo en medio de las cenizas y escombros.
Baekhyun volteó la mirada, era incapaz de expresar sus emociones de manera adecuada ya que era muy obstinado.
“Idiota”.
“Sí, mamá. Él está bien. No te preocupes y ten cuidado al ir a tu trabajo”.
Guardó el celular en su bolsillo y volteó para observar a Chanyeol quien estaba muy felíz comiendo el panqueque que Baekhyun le había comprado camino a casa. Su mirada cayó en la placa que estaba en el pecho de Chanyeol y recordó que su madre le había dicho que él quería convertirse en profesor. El destino era muy cruel al hacer que Chanyeol ni si quiera pueda ser un estudiante que tenga la etiqueta de su nombre pegado en el pecho.
“¿Por qué robaste, tonto?”, murmuró tratando de actuar cool como siempre, “sólo tenías que venir a casa y comer algo”.
Chanyeol dejó de masticar ruidosamente por un momento, “Baekhyun no quería que Chanyeol volviera”.
“Bueno, no lo dije en serio, Idio…”, se detuvo y sacudió la cabeza, “no lo dije en serio. Así que no te desaparezcas de nuevo que es un dolor de cabeza estar buscándote, ¿entendido?”.
Chanyeol asintió con una pequeña y comprensible sonrisa, y decidió probar su suerte que había llegado bastante lejos ese día al preguntarle “¿Baekhyun, puedo dormir contigo esta noche?”
“No”.
“¿Duele?”, Murmuró Baekhyun mientras cortaba el extremo de los vendajes después de envolver 2 dedos de Chanyeol. Las áreas rojas estaban ligeramente quemadas así que aplicó una crema refrescante y las envolvió con una gasa para que baje la inflamación.
“Tienes muchas agallas para coger cosas de la parrilla de esa manera”, Baekhyun suspiró y luego se levantó tratando de regresar a su sitio el botiquín de primeros auxilios. Estuvo batallando con sus pies para poder colocarlo en el estante de arriba con la ayuda de un taburete por un largo y vergonzoso tiempo. Antes que se cayera al piso, Chanyeol lo ayudó a poner el botiquín en su sitio lo que hizo que las puntas de las orejas de Baekhyun se pusieran rojas.
Luego de curar las quemaduras de Chanyeol, Baekhyun se encerró en su cuarto para terminar la gran cantidad de tarea acumulada. Eso lo ayudó a tener la mente concentrada en otras cosas ya que por haber estado preocupado por Chanyeol no pudo prestar atención en clases ni mucho menos tener vida social.
Pasó a la página sesenta y dos de su libro de Matemática y encontró la pequeña nota que Chanyeol le había dejado en la puerta el otro día. No tenía corazón para botarla a la basura así que lo guardó en el cajón de su ropa interior.
“¿Baekhyun?”
Baekhyun volteó la silla y encontró a Chanyeol en la puerta de su dormitorio sosteniendo una lata que contenía un ramo de flores blancas. Chanyeol las colocó en su escritorio sonriendo de oreja a oreja, “Baby’s Breath, mis flores favoritas. Las puedes tener”.
Baekhyun volteó la lata y le pareció divertido encontrar aún la etiqueta de una marca de salchichas. Las flores eran pequeñas y estaban acumuladas. Definitivamente no eran las flores más grandiosas y hermosas del mundo pero los pensamientos puros de Chanyeol era lo que hacía que las flores luzcan más bonitas que las rosas, claveles o lirios. Sin eso, ¿Qué belleza podría tener otra flor por sí misma?
“Gracias, Chanyeol”, dijo mostrando una pequeña y tímida sonrisa.
Los Baby’s breath permanecieron en la repisa de la ventana y Baekhyun sólo tuvo dulces sueños.
“Chanyeol, esto es tuyo”, Baekhyun empujó una bento box hacia el lado de Chanyeol y tenía escrito en él “Byun Baekhyun”, era la pequeña caja que usaba Baekhyun de pequeño para almacenar la merienda. Se lo dio para que no tenga que usar la bandeja y así no derrame nada con sus torpes pasos.
Evitó la mirada de asombro de Chanyeol al recibir la lonchera especial y puso la mochila sobre sus hombros para luego acercarse a su hermanastro quien estaba parado con su nuevo uniforme puesto.
“¿Qué haces parado ahí, Park Chanyeol?”, sonrió amablemente, “vamos a la escuela”.