Love Style II
—¡¡YAAAAAAAAAMIIIIIIIIIIII!!
—¿Sí Yugi? —dijo el tricolor, mientras se paraba en el marco de la puerta, encontró al tricolor tirado en el suelo con un balde de agua en la cabeza, por ende, estaba mojado el pequeño.
—Me podrías decir, ¡¿qué es ésto?! —dijo mientras le tiraba el balde en su pecho, ésto hizo que el tricolor cayera al piso de centón.
—¡Aibou!, por favor, es sólo un...
—¡UNA PEQUEÑA BROMITA!, ¿Nande?... ¿¡NANDE!?...
—Y-Yugi, ¿no estás enojado o sí? —dijo mientras se intimidaba por la mirada asesina del pequeño, luego sonrío se calmó, y dijo:
—¿Sabes qué?, mejor déjalo, hagamos como que nada pasó, ¿sí? —luego sonrío amablemente, a lo que a Yami se le hizo raro, pero lo dejó pasar.
—De acuerdo Yugi, deja yo limpio, ¿ne? —el pequeño asintió, cerró la puerta y sacó su ropa, dispuesto a sacar su ropa e irse a bañar.
Domingo, 14 de Junio - 2013.
—¡Yugi ya llegu... ¡AAAAAAAH! —gritó el ojirubí, mientras entraba silenciosamente, puesto que había un cuchillo enterrado en la pared, cosa que a Yami le asustó.
—Yami~, ¿puedes venir?~ —dijo con voz cantarina el pequeño, a lo que el más alto ya sabía lo que venía, lo iba a pagar caro, muuuy caro...
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—¡Seto!... ¿Por favor?... —dijo el rubio, con ojos de cachorritos
—No.
—¿Por favor?
—¡NO!
—¿Por qué?
—¿Cuándo menos la mitad?, ¿sí?
—No.
—¡ABSTENECIA!
—¿POR QUÉ?
—¡POR QUE SÍ!
—Llorón —mustió el pelicafé, el rubio se quedó callado un largo rato, no sabía cómo convencer al castaño, puesto que sólo estaba en frente de su computador, “¿qué hago?... ¡Ah, ya sé!” se dijo internamente, se acercó al escritorio y cerró la tapa de su laptop, haciendo que el castaño lo mirara con cara de “WTF”, el rubio lo miró, y se subió al escritorio, besó a su seme, excitándolo al instante, la sesión de besos húmedos no paraban, hasta que llegó el momento de quitarse la ropa, ahí fue donde paró Jounouchi y dijo:
—Supongo que no, ésta vez no.
—¿POR QUÉ?
—Porque no.
—¡Pero!
—Supongo que… Hay una solución pero… Te costará…
—¿Cuál es?...
—C-R-E-P-Ú-S-C-U-L-O
—¡NO!
—Bien, es mi última palabra.
—Pues bien —dijo y volvió a abrir su laptop, a lo que inusualmente hacer, sacó unos audífonos y se puso a escuchar música mientras trabaja, a lo que el rubio maldijo internamente por no haber quitado esos audífonos de ahí, “Plan A, falló. Hora del Plan B”, dijo mientras salía del lugar, fue hacía donde estaba un pequeño niño azabache, éste miraba Tv con su reproductor MP3, tenía ya 15 años, era todo un adolescente bien formado y guapo, seguido de muchas chicas, pero todavía no se metía en una relación seria, puesto que primero prefería sus estudios.
—¿Qué se ofrece Jou?
—Necesito ayuda…
—¿Con?...
—Seto.
—Entiendo, ven acá, mira, puedes ponerlo celoso, estoy seguro que con eso hará que se te plazca, incluso lo imposible.
—¿En serio?...
—¡Sí!, mira harás…
2 Horas después.
—¡Seto!... —gritó el rubio con voz cantarina, cuando entró miró al castaño sonrojado, se fue hacía él, y se sentó en sus piernas, repitió el mismo proceso y el castaño dijo:
—Por última vez Jounouchi, ¡no vamos a ver crepúsculo!
Fin~