El reloj marcaba las nueve y veinte en un departamento, se podían observar a dos personas, hombres uno sentado en el sofá rojo, se encontraba fumando tranquilo, vestia un traje azul marino oscuro junto a una camisa blanca y una corbata platinada que hacia juego con su cabello, su mirada estaba clavada en la puerta de una de las habitaciones que componía al departamento. Esperaba y esperaba hasta que ya a las nueve y veinticinco cruzo la puerta un joven castaño de grandes y expresivos ojos verdes, sonrió al ver cómo le quedaba de bien el traje recién comprado por él.
-te ves bien Misaki, muy lindo- decía mientras se dirigía al comienzo de la escalera donde se encontraba con el castaño que la había bajado, este último al escuchar tal alago se sonrojo levemente.
-gra-gracias Usagi-san…-dijo apenado. Este portaba un traje negro que hacia mostrar su delgada figura a la perfección, además de una camisa blanca y una corbata de un color verde metalizado que hacia juego con sus ojos.
-hmm pasa algo?-pregunto el mayor al ver la expresión de su pequeño- si quieres nos quedamos, si te sientes incomodo no es necesario ir,… llamare para que cancelen …-sin embargo fue agarrado del brazo por Misaki –no estoy bien!-decía nervioso.
-es que estoy algo nervioso-Akihiko al verlo le abrazo de sorpresa, haciendo que este se sonrojara aún más.
-tranquilo si algo sucede no dudes en decírmelo mi familia no son unos ángeles aunque te parezcan cuando los veas- le dio un tierno beso en la frente, y le abrazo durante unos minutos más, hasta que escucharon el sonido del timbre, ambos ya sabían lo que significaba Usagi de mala gana rompió el abrazo y fue a abrir, ahí no más se encontraba el chofer que había contratado su hermano, llamo a Misaki.
Misaki iba de la mano en la limosina con su novio, estaba realmente nervioso no sabía con lo que se encontraría, pero de algo estaba seguro debía ser fuerte, ya que como dicho ya antes conocía bien el carácter Usami, se protegían entre ellos sin importar sus mismos sentimientos, parecía triste pero bueno era así.
Llegaron al destino, al salir del transporte fueron recibidos por Haruhiko, que aunque pensaba que no vendrían por las mañas de su hermano, vinieron lo que le fue una gran sorpresa, eso demostraba como había cambiado y todo gracias al pequeño castaño con su dulce corazón, esa era una razón más para amarlo, puesto que aunque ya le había respondido muchas veces que solo lo quería como amigo, en sus sueños Misaki le correspondía.
-buenas noches Misaki – dijo al ver salir al pequeño.
-buenas noches Usami-san- respondio haciendo reverencia.
-no es necesario que me llames así puedes llamarme por mi nombre- le corrigió el mayor sin sacar su seria expresión, pero con amabilidad, cosa que no pasó desapercibido para Akihiko que ya se había bajado hace segundos y durante ese tiempo se sintió excluido y a la vez celoso.
Dirigiéndose hacia Misaki lo tomo de la mano y se fue hacia la entrada diciendo- no, no es necesario- ante tal acto el castaño se enojó por la conducta de Akihiko, sin embargo se sentía más seguro estando con él.
Al entrar se podía observar una recepción de gran espacio se encontraba decorada de manera suave, los colores con los que conformaba la decoración estaban basados en dorado y rojo, se veía elegante aquel lugar, pronto fueron atendidos por una chica joven que les dijo donde se daría la fiesta, tras pasar por un corredor con alfombra roja y paredes de color crema llegaron a dos puertas de madera, que se encontraban abiertas. Al entrar se podía observar un gran salón con un piso blanco y paredes con tonos azules y plateados, mesas con manteles blancos, que se encontraban de forma en que dieran espacio en el medio para el baile, un gran candelabro de cristales que deba ese toque de riqueza y lujo pero sin presumir demasiado, en resumen todo era hermoso. Y más para el castaño que no dejaba de ver la increíble decoración, mientras era observado por el albino quien le daba alegría ver así de sorprendido al castaño, pronto se pudieron divisar un pequeño grupo de personas, algunos eran hombres con trajes, junto a mujeres con vestidos elegantes pero nada llamativos, sin embargo la que más atrajo la mirada del joven fue una mujer de unos treinta y algo, llevaba puesto un vestido negro de seda con zapatos negros y una bufanda de seda que se agarraba de su cuello adornándola, pero no iba sola venia acompañada de dos hombres un de su misma edad con traje y otro más viejo que traía consigo una yukata azul marino con diseño de líneas blancas.
-ese es mi abuelo-dijo Akihiko al ver como aquel hombre atraía la atención de su koibito.
-eh?!... ese señor – decía Misaki sorprendido, tenía algo de parecido con él, aunque se veía maduramente joven (onda que no sé cómo decir joven + viejo).
-si …-este miraba como el mayor dirigía su mirada hacia la entrada, y que sorpresa ahí venían Kaoru junto a Haruhiko y Fuyuhiko.
-Misaki!! –casi gritaba mientras se abalanzaba contra el castaño
-bue-buenas noches Kaoruko-san –decía Misaki algo ajetreado por el abrazo.
-no sabía que ibas a venir, si me hubieras dich…-no pudo seguir hablando ya que Akihiko le tapó la boca con un pedazo de pan.
-kghje…-Misaki se intentó tapar la boca para no reírse.
-buenas noches Takahashi-kun –saludo el papa de su novio.
En seguida Misaki se aguantó la risa y saludo cortésmente – buenas noches Usami-sama… eto feliz cumpleaños- dijo algo avergonzado, mientras le entregaba una pequeña caja.
Los cuatro allí presentes quedaron impactados- sabias de mi cumpleaños?- dijo el adulto con curiosidad mientras tomaba el obsequio que al abrirlo se encontró con una estatuilla de madera de un oso sentado que “abrazaba” un pez.
-hai!... me lo había dicho Kaoruko-san – dijo tímidamente Misaki.
-gracias… - este se agacho logrando susúrrale- pero el mejor regalo es haberme traído a mi hijo-
-gracias.-
*puede ser bueno haber venido a la fiesta*pensaba el joven Takahashi, sin embargo la noche apenas comenzaba y faltaba terminar de conocer a TODA la familia.