Prologo-
-vamoooooossss- hay estaba aquella, molesta vos masculina pero a la vez chillona. ya había pasado cuatro horas, y seguía igual ¿molesto no?
-¡Dije que no!- grito exasperado, todo ser humano tiene un nivel de paciencia y la de él ya se había acabado.
-vamos Sasu-chan, es una buena oportunidad para ti- ¿buena oportunidad? Posiblemente, pero ya estaba acostumbrado a trabajar solo, justo ahora se encontraban en la disquera Akatsuki. Su manager Obito Uchiha, que por cierto es su adorado tío, desesperante. Aun así le tenía aprecio, pero por mucho aprecio que tuviese hacia él, justo en esos momentos tenía unas grandes ganas de cortarle la lengua y enviarla en paquetería a Nueva York ¿el por qué? Pues se le ocurrió la brillante idea de que el podía hacer un dúo con un gran cantante del momento, eso era lo último que quería. Encontrase con un prospecto de hombre mujeriego –obviamente- y vaya que odiaba a ese tipo de personas, ya que le recordaban a su molesto hermano-vamos no tienes nada que perder…
- ¡claro que sí! por ejemplo mi tiempo…- le respondió mientras miraba algunas partituras, el era un respetado músico. No era tan despampánate ya que apenas su carrera estaba tomando vuelo, su vos era cálida y sutil. Además también estaban sus dotes con los instrumentos, amaba la música, no la fama, no el dinero ya que eso le sobraba- vamos Tío déjame trabajar…
-seguiré insistiendo, hasta que digas que sí y lo sabes Sasu-chan… Es una gran oportunidad y te vendría bien un cambio- el moreno menor suspiro, sabía que si no le decía que si, continuaría por dos días más y eso que ya llevaba un día aguantándolo - solo una canción, si no te gusta como queda ok no volveré a molestarte con eso.
-solo una canción…- se levanto se su puesto, tomo sus partituras y las metió en su mochila, para así abandonar la cabina de sonido. Pudo oír justo cuando partía un pequeño ¡Sí! Con entusiasmos de su tío, eso lo hiso sonreír de lado. Quizás tenía razón, además se quitaba ya un peso de encima, por qué ser acosado por tu tío para que le digas que si, no era nada, lo que se dice NADA… bonito.
Al Salir de la disquera se coloco su bufanda color negra con franja blancas, estaba haciendo frio y eso le gustaba. Camino por las calles con dirección a su apartamento, las luces de las farolas daban un ambiente tan acogedor justo en esa época del año. Hacia un año que se había mudado, viva en un pequeño apartamento- bueno en realidad no era tan pequeño-pero le gustaba la vista.
-¡¡Sasu-chan!!- se detuvo justo en la equina, al oír aquella vos, la conocía perfectamente, suspiro justo antes de ser casi estrangulado por los brazos de su dulce y amiga Sora, eran de la misma edad. Su cabello rubio llegaba a los hombros pero este era picado en tres capas, dos mechones largos cada lado de su rostro, su fleco era sutilmente amarado con un pequeño listón rojo de lado. Se conocían desde la primaria, ella se convirtió en su defensora ya que muchos chicos querían abusar de él por qué se veía realmente frágil. A pesar de que ella era muy dulce y amable tenía un terrible genio, y durante largos años fue presente de ello.
Aproximadamente un año ella vivía con su novio, que inexplicablemente terminaron y como buen amigo le dejo alojarse en su acogedora morada, así que cada día era distinto y raro pero era agradable contar con su compañía.
-¿qué sucede?- pregunto ya cuando recupero el aire que la joven rubia le había sacado, ella le miro reprobatoriamente para después jalarle sin piedad la mejilla sacándole un quejido de dolor al moreno -¡oye duele!
- ¿cómo puede ser que olvidaras en lo que habíamos quedado? ¡Dijiste que iríamos al Ambu! – ahh eso, si que lo recordaba ya que estuvo una semana insistiéndole, según ella le había contado que unos amigos suyos tenía una tocada… y bueno decirle un No a Sora, era como cavarse en su propia tumba. Así que suspiro, y asintió para después ser guiado por ella o mejor dicho arrastrado hacia el auto que no estaba muy lejos de sitio. Una vez que llegaron al auto emprendieron a dirección aquel importantísimo antro, en el camino estuvieron charlando o bueno la rubia era la que hablaba y pues el joven moreno solo se limitaba a oírla y reírse de uno que otros disparatados comentarios.
Al llegar aparcaron el auto justo enfrente, afuera se podía ver la larga fila que había, mujeres vestidas con cortos vestidos unas que otras con pantalones ajustados que de seguro le estrangulaba la circulación sanguínea de sus piernas, lo mismo era con los hombres, hasta algunos donceles. No le tomo importancia y se quito su bufanda y la dejo en el asiento junto con su bolso. Se bajaron y emprendieron dirección hacia donde se encontraba el portero, este tenía algunas cadenas con diferentes dignes extraños, se podía notar a quilómetros aquella sonrisa sádica, pero bueno no debía sorprenderse ya que la mayoría de los amigos de Sora eran extremadamente extraños.
-¡¡Hildan-kun!!- dijo la rubia mientras se abalanzaba abrazarlo y este ni perezoso dudo en responder dicha muestra de afecto, ya que Sora era una mujer sumamente hermosa además como iba vestida llamaba la atención, ella le beso la mejilla para después susúrrale un par de cosas para después romper en risas y de así tomar el brazo de Sasuke. El hombre les dejo paso y con una sonrisa abrió la puerta haciendo que las personas que esperaban en la fila comenzaran a quejarse.
Al entrar se podía oír la intensidad de la música que era tocada por la banda que estaba en la tarima que quedaba al fondo, bajaron las escaleras para así llegar al tumulto de personas que bailaban de forma erótica al song de la música.
Se abrieron paso hasta llegar a la tarima donde se presentaban, el calor era insoportable pero era recompensado por la agradable música. Era distinto a lo que estaba acostumbrado, pero le agradaba no podía evitar que su cuerpo se moviera con cierta precisión. Al poco tiempo después que la música cesara, el lugar se lleno de aclamados por otra canción.
-Sasu-chan siguen ellos- eso fue lo que alcanzo a escuchar de su amiga, dirigió su vista al escenario donde acababan de entrar un grupo de cinco personas, estos se acomodaron rápidamente en sus puestos para comenzar a tocar…
La música era increíble, los acordes, las notas todo era increíble, Sasuke estaba hipnotizado podría decirse, ya que la vos del vocalista era increíblemente encantadora, haciendo que todo a su alrededor desapareciera, su vista no se perdía de sus labios rosados aquellos donde salían magnificas palabras, que seducían al espectador.
Podía decir que antes nunca antes algún cuerpo masculino le había llamado la atención como ahora. Sus ojos. Eso fue lo primero que le llamo la atención, aquel tono rojizo el cual resaltaba por aquella pobladas pestañas, podía sentir como su corazón comenzaba acelerase y no era por la adrenalina del momento… era algo mas, distinto que hacía que algo se retorciera en su estomago. Ajito su cabeza para así alejar aquellas ideas llenas de romanticismo, nuevamente continuo detallando aquel hombre que en estos momentos era la persa de aquellas alocadas mujeres. Su piel blanca aunque cimeramente era más llena de vida, se podía notar cierto rubor en sus mejillas, su cabello naranja era ciertamente largo pero estaba amarado por una pequeña liga, mientras dejaba algunos mechones caer en su rostro. Simplemente el tenia el prospecto perfecto como el de una estrella, brillaba. Su vos cautivaba como si fuera un canto de sirena, que te atrapa. Te seduce para así caer en la tentación y terminar rendido a sus pies.
Y vaya que funcionaba.
Inevitablemente no pudo reprimir aquel calor que comenzaba a centrase en sus mejillas, aquellos ojos… podía jurar que lo miraban a él con cierta intensidad, aquella sonrisa perfecta mientras cantaba, es mas parecía que le cantaba a él… ok ¡eso si era absurdo! El peli naranja no lo estaba viendo a él, era imposible ya que un cantante como de su tipo solo se interesaría en mujeres de grandes bustos y pronunciadas caderas. El no era eso ¡es que ni podía competir con eso! El estaba catalogado como doncel, los donceles no pueden igualar la virtudes que tenía una mujer ya que ellas podían verse adorable ¿pero un doncel que relativamente es un hombre que puede tener hijos podía ser adorable? No claro que no, según en su punto de vista no.
Si, era pesimista…
Quería irse, ya que aun estaba aquella mirada sobre él, no podía sentirse más nerviosos. Miro a su alrededor, las mujeres saltaban y cantaban, al lado su amiga estaba de la misma manera, suspiro y regreso su vista al frente aquellos ojos aun no le quitaban la vista encima, eso era la mala suerte de estar en segunda fila o quizás era idea suya… quizás estaba viendo a una de las jóvenes que bailaban y gritaban a todo dar, y hablando de eso, estaba seguro que si no era por el estridente sonido no quedaría sordo, entonces seria por aquellos chillidos de esas jóvenes.
A banda toco unas cinco canciones mas, todas eran distintas tonalidades pero fantásticas. Sintió como Sora lo tomo del bazo y para así dirigirse a la parte trasera de la tarima donde seguro estaban los artistas que acaban de tocar. Al llegar vieron al grupo de chicos que estaban felicitándose, ya que había sido todo un éxito. Los guardias los dejaron pasar ya que la rubia era más que conocida, después de eso su amiga soltó su brazo para así salir corriendo a abrazar parte de los integrantes de la banda.
-chicos estuvieron Fantásticos, definitivamente arrasaron con todo- les dijo emocionada mientras rodeaba con su brazo derecho el cuello del baterista.
-nos alegra que hayas podido venir Sora-chan si no fuera sido por ti nunca hubiéramos tocado- sonrió agradecido mientras abrazaba la estrecha cintura de la rubia, esta sonrió y se dio la vuelta para abrazarlo.
-no es nada Pein-kun, yo sabía que iban arrasar – le jalo la mejilla para después dirigirse a su moreno amigo que miraba todo en silencio- chicos quiero presentarles a Sasuke mi mejor amigo.
-un gusto – se le acerco el guitarrista y le extendió la mano- Soy Pein…- el era aproximadamente unos centímetros más alto, su cabello naranja alborotado dándole un toque más rebelde, sus ojos eran lila hipnotizarte.- y el es Neji – este sonrió de lado mientras alzaba como saludo sus baquetas, su cabello largo y castaño le daba un no sé que a su personalidad sin mencionar aquellos ojos perlas tan misterios.- aquel descerebrado es Suigetsu- señalo a peli blanco que estaba bebiendo un poco de agua, pero al oír como fue presentado la escupió rápidamente.- bueno el de haya es kiba – ignoro olímpicamente a los insultos que le estaba diciendo el peli-blanco, el castaño nombrado solo le giño el ojo mientras afinaba su bajo- y bueno… él es…
-yo puedo presentarme solo – interrumpió el vocalista – Soy Kurama es un placer Sasuke…- los ojos del moreno se quedaron mirando atentamente, sus ojos eran tan rojos intensos y brillantes que no podía evitar quedarse embelesado por aquella profunda mirada.
Una ligera sonrisa se asomo en el fino y masculino rostro del peli naranja, ciertamente había visto a miles de donceles y ninguno le había llamado la atención, pero al ver aquellos ojos oscuros definitivamente había cambiado de opinión. El joven que estaba al frente suyo era la definición prefecta de lo adorable y hermoso. Sus labios, mejillas que estaban de un ligero carmesí. No entendía el por qué pero tenía unas grandes ganas de saber cuál era el sabor de aquellos labios.
-bueno ya que todos se han presentado, vamos a beber – interrumpió la cierta atmosfera que había en el Uchiha y el peli naranja- ¡hay que celebrar en grande!
-Sora-chan tiene razón. ¡Vamos! que Suigetsu invita – dijo kiba mientras empujaba a sus compañeros hacia la barra.
-de acuerdo pero esta vez no se pasen – murmuro deprimido el mencionado- la otra vez, quede absolutamente pobre, ¡ni pude almorzar por una semana!
-¿siempre son así Sora?- susurro cerca de su amiga de infancia mientras miraba de reojo como el que llamaban Suigetsu y el otro kiba se ponían a discutir sobre lo que iban a beber. La rubia sonrió y solo asintió divertida, dándole a entender al moreno que la noche sería muy, pero muy larga.
Ya había pasado unas hora aproximadamente, aun que la verdad ninguno estaba pendiente del tiempo. Cuando encontraron una mesa disponible no dudaron en ponerse hablar, o como era de esperarse a interrogar al pobre Sasuke. Aun que a este no le molestaba del todo ya que a pesar de algunas preguntas y estúpidas anécdotas era agradable estar en compañía con los cinco jóvenes.
-vaya no tenía idea que firmaste un contrato con Akatsuki ¡debe ser genial!- “claro pero por desgracia a mi tío tenía que arruinarlo” pensó el moreno mientras forzaba una leve sonrisa- y dinos ya has conocido a artistas famosos.
-pues si la verdad si, aun que mi tío quiere que haga… –suspiro mientras daba un sorbo a su bebida- un dúo con un “artista famoso”
-no sé, porque le ves el lado malo Sasu-inquirió Suigetsu- tienes la oportunidad de tocar con un reconocido músico, yo no lo dudaría dos veces.
-y a todo esto ¿ya sabes con quien será?- pregunto Neji, arre costándose más en su puesto.
-eso si no se, pero intuyo que será un niño mimado, mujeriego que cree que con una simple sonrisa todos debemos que hacer lo que él dice- (N/A: si claro mira quién habla e-eU )- no tolero ese tipo de personas.
-estoy de acuerdo contigo-Sasu volteo a mirar al oji rojo- ese tipo de personas nos hacen quedar mal a todo músico, hacen ver que todos los músicos somos así. A ellos solo le importa el dinero y las mujeres y también convertirse pretenciosos arrogantes.
-cuando yo sea famosos, no seré así- espeto el castaño- claro que, aprovechare la cercanía de bellas mujeres o donceles… seria de mala educación no permitirles que estén con este adonis.
Concluyo mientras sonreía de lado imaginándose todo lo dicho, sus amigos se vieron entre sí para después romper en carcajada, dejándolo descolocado.
-¿tu? ¿adonis? Debes estar bromeando- vaya amigos, mofarse en su propia cara.- hasta dudo que alguna mujer se te acerque.
-claro con su aspecto de perro quien querría estar a su lado.
-chicos no sean tan crueles… aun que los únicos adonis de aquí solo son Kurama-san, Pein-kun y Neji-kun – explico la rubia mientras los abrazaba conciliadoramente.- ustedes dos… solo son lindos.
-estoy de acuerdo contigo Sora…- todos voltearon a ver al doncel, el cual se arrepintió rotundamente de lo que dijo – esto… digo en que el único adonis es kurama-san…-“oh no” – digo… yo…
-jajaja vaya Sasu-chan, tranquilo todo está bien – claro que todo no estaba bien, por suerte la oscuridad en la que estaba no se veía su rostro completamente rojo
-que mal, kurama siempre nos quitas los mas lindos! ¡Mira que ya lo enamoraste!- dijo alterado Suigetsu mientras se golpeaba la cabeza con la mesa- ahora no tengo ninguna oportunidad!-kurama simplemente sonrió de lado, colocando más nervioso al doncel.
-aun que la tuvieras, nunca podrías conquistarlo- le dio leves palmaditas en la espalda su amigo, aun que también estaba de acuerdo con ello ya que también se había interesado en Sasu.
Y como si fuera un clip hiciera en el cerebro del moreno abrió sus ojos hasta no dar más “¿enamor…enamorado?” Conocía el concepto de eso, pero… ¿sentirlo? No claro que no, según uno se enamora de una persona cuando lo conocer más afondo… el no conocía bien a kurama para declarar que estaba enamorado ¿cierto? Solo era atracción física ¿cierto? ¡¿CIERTO?!
-mira que ya me lo traumaron – suspiro la rubia al ver que su compañero de piso, no reaccionaba. Miro la hora en su teléfono para después levantarse- chicos es demasiado tarde, así que nos vemos después.
Y sin darle tiempo de replicar a los jóvenes, se llevo al moreno a arrastras hasta la salida. Este no dijo nada ya que su mente estaba teniendo una fuerte disputa muy, muy fuerte, ya que el tema de Kurama era un tema delicado de tratar. Al llegar al auto la joven soltó una carcajada, Sasu era tan inocente.
Miro de reojo a su amigo que aun estaba pensando en que sabe que, arranco el auto con dirección a su apartamento. decidió no molestarlo por los momentos ya después lo interrogaría eso sí tendría que atarlo y esconderle todas sus reservas de tomate y lo haría, pero de algo si estaba segura que ayudaría a Sasu o mejor dicho a Kurama a conquistar a inocente doncel ya que en todo el tiempo que tenia con su amigo, pues el no había salido con nadie, en parte era su culpa ya que muchos quería emm… robarle su inocencia y ella como buena amiga la protegía, sonrió de lado mientras estacionaba el auto. “esta vez mi querido Sasu si te ayudare” con ese pensamiento se bajo del auto seguida de su amigo, que estaba en modo zombie –por así decirlo-
Al llegar a al apartamento lo único que hiso Sasuke fue sentarse en el mueble frente a la televisión apagada, su mirada ida hacia preocupar a la rubia… ¿Qué era lo que estaba pensando Sasuke?
-Sasu… cariño te sientes bien – susurro mientras se le acercaba.
-¡Solamente me gusta!- grito haciendo caer de trasero a su querida amiga.- emmm… ¿Sora que haces en el suelo?
-nada solo reviso como se siente caer de trasero sobre el - gruño mientras se levantaba del suelo para acercarse a un amigo y darle un soberano pellizco en las mejilla- eso es por asustarme, eh estado preocupada por ti Sasu-baka!
-estaba pensado…
-claro que pensabas –hiso un pequeño puchero- pensabas en cómo será besar los finos labios de Kurama-kun- sonrió picara mientras le golpeaba levemente el hombro- verdad que es un adoniiiiiiiiiisss
-¡Sora! No digas esas cosas, yo… solo…- hundió su rostro en la almohada.
-Sasu, le dijiste en su propia cara que era un adonis-explico- además no es mentira Kurama-kun es terriblemente sexi Jejeje.
-Sora…-miro a su amiga la cual tenía una sonrisa juguetona, suspiro no podía con ella- está bien, no te puedo ocultar nada a ti…
-exacto ahora suéltalo querido, sea lo que sea yo te ayudare- le dijo emocionada, ya se podía imaginar sin fin de cosas para que ellos estuvieran juntos.
-me iré a dormir, mañana hablamos- corto inmediatamente mientras se iba a su habitación.
-oh vamos Sasu, es temprano aun… ¿Sasu? ¡¡Oe Sasuke Uchiha!! TToTT no me dejes sola.
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11:30 AM
-amm… Naru… - nuevamente sus labios fueron callados por aquellos feroces del rubio- nos van a ver…- aquellas grandes manos subían y bajaban manoseando las piernas de la joven.
-solo… un poco mas Sakura… -susurro en el oído de la joven haciendo que todo el cuerpo de ella se estremeciera, desde aproximadamente un año tenía ese tipo de acercamientos con su Manager Sakura Haruno. Y bueno esta ni muy perezosa no evitaba dejar desperdiciar aquella oportunidad de ser devorada por el sexi cantante.
Justo en ese momento se encontraban en la Disquera Akatsuki, según iba a conocer a un joven con el cual trabajaría un dúo. Una estrella como el no debía rebajarse tanto, pero solo lo hacía por favor a Sakura, mas nada crearía una canción y listo.
Pero Como lo hacían desperdiciar el tiempo.
A debido de que era demasiado tarde, no dudo en ocupar el tiempo restante antes que llegara, la cabina de sonido estaba desolada ¿y que mejor lugar para tener sexo desenfrenado que ese? Así que Continúo devorando el cuello de la joven, sus manos tenían vida propia. Subían y bajan a toda extensión de ese cuerpo que ya se lo sabía de memoria…leves suspiros salían de sus labios, el calor iba en aumento, las ventajas de ser un cantante famoso era que poder tener sexo con cualquier mujer que se le ponga al frente.
-ustedes dos, serán posible que puedan dejar las obscenidades para un hotel- aquella vos los hizo sobresaltar- esta cabina me pertenece así que es mejor que salgan inmediatamente.-termino de decir el joven que estaba en la máquina de control, no había tenido un buen día ya que se despertó demasiado tarde, y a una cuadra de su casa había un enorme perro el cual lo correteó hasta la disquera. Si pésimo día y ahora lo remataba con ver aquella pareja con las hormonas alborotadas con intento de follar donde el creaba su música ¡por dios! Que mal había hecho para merecer eso.
Por otra parte el rubio estaba más que molesto, ¿Cómo se atrevía ese bastardo? ¿Qué le costaba irse a un lado y esperar a que terminara? Ahora tenía un serio problema en su pantalón y todo era culpa de ese bastardo. Se acomodo sus ropas y salió rápidamente para encarar a ese inoportuno, abrió la puerta y lo vio ahí sentado dándole la espalda haciendo quien sabe que…
-¿bastardo sabes lo que me costaste?- grito el rubio- lo mas sensato que podías hacer era irte y dejarme disfrutar un momento’ dattebayo.
Ok eso si era el colmo de los colmos, no había trabajado mucho para soportar a un niño mimado con las hormonas alborotadas, porque si lo ponen en términos específicos ese rubio que estaba detrás de él no era un hombre ¿a quién se le ocurre follar en una cabina de sonido? Eso era de un puberto. Definitivamente su suerte no daba para mejor, suspiro y tomo todo el aire que podía soportar sus pulmones y se giro para gritarle sus verdades a ese degenerado - Mira Dobe, no mi importa lo que hagas con tu novia, si te la quieres follar o no, pero escúchame Usuratokashi no permitiré que lo hagan en mi área de trabajo! Así que no te vengas a quejar conmigo!- Sip se sentía bien descargar su estrés con ese idiota, no caería en su cara de niño bonito claro que no, aun que podía decir que el estúpido ese era atractivo. Sus ojos azules cielo tan intensos y grandes, que resaltaba con su piel trigueña, en sus mejillas había tres curiosas marquitas… había visto ese rostro antes… pero se le hacía difícil decir quién era.
-está bien, fue mi culpa ‘ttebayo- “¿Qué?” pensó choqueado el moreno- no volverá a suceder, por cierto soy Naruto Namikaze –sonrió zorrunamente al tiempo que le extendía su mano-je bueno eso creo que ya lo sabías’ dattebayo.
-te equivocas, no lo sabía- respondió secamente el menor mientras se cruzaba de brazos, ignorando aquella mano. Si pretendía que él la tomara estaba equivocado, es que ¡hace unos momentos estaba manoseando aquella mujer de cabellera rosa! Y no quería saber en qué partes específicas toco con sus manos- y no quiero saberlo así que si te importa tengo que trabajar.
-¿Qué? ¿Cómo que no me conoces ’ttebayo? –Grito alterado-Pero si soy el mismísimo Naruto Namikaze mundialmente reconocido ¿seguro que no me conocías?- se señalo a sí mismo, el moreno solamente negó colocando definitivamente en shock al rubio ¿Cómo era que no lo conocía? si él era reconocido y deseado por todas y todos, además le asombraba como ese lindo… NO, hermoso. Si, hermoso doncel no sabía nada de él ¿en qué mundo vivía ese joven doncel? Por que definitivamente estaba desinformado de la vida moderna.
-ahora que todo está “aclarado” supongo que eres con el que tengo que trabajar ¿no? dobe - aun que no le agradara para nada la idea trabajar con un idiota como él, no le quedaba de otra además menos mal que fue el que lo había encontrado en esa situación indecorosa…
¡A quien quería engañar!
Ojala ese perro lo hubiera alcanzado así jamás se habría encontrado en aquella situación. Si estaba seguro que hiso algo realmente grave en su vida pasada para que le pasaran ese tipo de cosas, suspiro. Lo mejor que podía hacer es continuar adelante –por cierto, Soy Uchiha Sasuke dobe…
“Uchiha Sasuke” el nombre resonó en la cabeza de rubio como eco, era terriblemente fina y a la ves gruesa… era tan melodiosa y dulce. Espere “dobe” ¿acaso le había dicho eso? “D-O-B-E” ¿Cómo se atrevía a faltarle el respeto? ¡Incluso en su cara! Si, un doncel muy lindo y todo. Pero tenía un vocabulario indigno de él.
-como te atreves a decirme dobe! Teme, eres un doncel. Tu no deberías comportarte de esa manera con un hombre- y ese fue el primer error del rubio, podía decirle teme o cualquier cosa a Sasuke pero… ¿tratarlo inferior a él? ¿A un Uchiha? ¿Discriminarlo por ser doncel? Empuño su mano y se giro rápidamente proporcionándole un gran golpe en el rostro del rubio.
En ese instante entro el Uchiha mayor acompañado de la pelirosa, lo bueno es que habían llegado en buen momento por qué, el doncel estaba a punto de matar ahí mismo a ese rubio idiota.
-¿Sasuke que fue lo que hiciste?- dijo preocupado su tío mientras miraba como el rubio se reincorporaba sosteniéndose la nariz la cual sangraba- ¿qué fue lo que sucedió…?
-¡Tu dobe! Jamás, en tu vida menciones esas palabras en mi presencia, eso si quieres vivir para contarlo- tomo su bolso y salió ignorando la presencia de su tío el cual miraba sorprendido, Sasuke era un joven tranquilo y ciertamente amargado pero si lo hacen enojar bueno…
-Naruto-kun, que fue lo que le dijiste a Sasu-chan- la mirada oscura del mayor se poso en el rubio el cual era atendido por la pelirosa.
-Obito-san, debes controlar más a tu sobrino. Debí imaginármelo –gruño la mujer, haciendo que el ceño de mayor se pronunciara mas.
-solamente le dije que un doncel como el no debía comportarse tan grosero delante de un hombre…ahgg duele – se quejo- no sé qué fue lo que le molesto…
¿No sabía lo que le había molestado? Ahora entendía a su sobrino, y ese rubio por muy famoso que fuera se merecía ese golpe y muchos más. Era un Uchiha, nadie en la familia era tratada como los demás. Su hermano mayor Fugaku ordeno que a ningún miembro de la familia sería inferior siendo mujer o doncel. Ya que en la sociedad actual los donceles no era muy bien vistos en la forma de ser diferente ellos debían ser inferiores, sumiso, obedientes. Pero un Uchiha es un Uchiha el orgullo va delante de cualquier cosa, Sasuke era especial y no se le negaba nada. Si Itachi su sobrino o el mismísimo Fugaku hubieran estado ahí ya ese joven rubio no estaría vivo en este instante. Pero como estaba su manager Sakura no le haría nada, por ahora. Empuño sus manos y se paro al frente del blondo este lo miro entre curioso y desafiante, por suerte tenía una gran paciencia y auto control.
-no debiste decirle eso… y por tu bien espero que jamás vuelvas a intentarlo-su vos ahora era más seria – mi sobrino no es como cualquier doncel, y no acepto que lo trates de esa manera. No me importa que seas famoso eso no me impedirá de romperte la cara Naruto.
Dicho eso abandono el lugar dejando a una enojada pelirosa la cual murmuraba un montón de insensateces en cambio Naru miraba la puerta donde habían salido los Uchiha, aun no entendía el por qué tanto escándalo aun en el momento actual los donceles debían comportarse respetuosamente con los hombres, era natural. Ellos debían ser callados y con buenos modales, ¿Qué tenía ese Uchiha? Sonrió de lado, por fin un reto digno de él.