Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sky Full of Lights por weird

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno aquí está el capítulo seis de la historia. Esta vez creo que no me he demorado tanto en actualizar. Estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano para no distraerme cuando prendo la computadora para poder escribir.

Aclaración para los que no se hayan dado cuenta. Cuando subi el capitulo cinco subi el equivocado. Ahora he subido el capitulo completo por que le faltaban unas cuantas escenas.

Gracias a las personas tan lindas y amables que dejaron un comentario cuando leyeron los capítulos anteriores. Espero que este capítulo les gusté y sigan comentando.

Naruto no me pertenece pero este capítulo y esta historia son pedazos de mi cerebro desfallecido que convulsiona cada que escribo.


 


*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

Sky Full of Lights

*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

Capítulo 6:

Se quedo mirando aquel pedazo de cartón un buen tiempo. Lo leyó tanto que no le tomó mucho tiempo memorizarlo. Paso sus dedos por los filos de aquel rectángulo de cartón incontables veces y sobó con las yemas de sus dedos las letras que habían sido impresas en alto relieve.

Cuando sintió que Iruka estaba por entrar en la habitación se desvaneció entre las almohadas y se hizo el dormido. No quería saber nada con el mundo de momento. Tenía que pensar las cosas.

Evaluando él sí tenía una familia. Un papá, una mamá y un hermano mayor que él. Era obvio que su papá no daba ni un quinto partido por la mitad por él pero su mamá y su hermano eran otra historia. Si bien su mamá estaba medio loca lo amaba con esa misma locura y desesperación aunque viendo de otro ángulo ese amor loco y desmesurado era por Hana y no por él. El, como Sasuke, enfrente de su mamá era algo poco visto por que ella lo aborrecía, no lo podía ver ni en pintura. Eso le había roto su corazón varias veces pero ya se había acostumbrado al mismo resultado. Ella gritando y llorando, caos en toda la casa, su papá enojado...

En cuanto a su hermano mayor, Itachi, las cosas eran muy diferentes pero con el mismo resultado. Diferentes por que Itachi siempre había visto por él y se había encargado de él en varias formas como darle de comer algo más allá de las verduras y la fruta que le daba su mamá. Gracias a él había conocido el sabor del chocolate, las galletas y los caramelos aunque muy de vez en cuando.

A veces el dejaba de comer la mitad de su carne e iba a su habitación tarde y le daba a comer esos pedacitos que había cortado.

Itachi lo había consolado incontables veces en las que no podía dormir por que su habitación era demasiado oscura. Desde los dos años sus papas lo habían obligado a dormir solo en su habitación y para reforzar ese comportamiento habían cerrado bien las cortinas, las ventanas, las puertas y habían apagado todas las luces con la esperanza que se aburriera y se durmiera rápido.

Cuando él se despertaba se asustaba aún más que el sueño que había tenido al ver todo oscuro y lanzándose fuera de la cama gateaba hacia la puerta sin importarle los golpes que se pudiera dar. A ese punto llegaba su desesperación. Lloraba y pataleaba al lado de la puerta para que alguien le abriera pero todos siempre parecían dormir excepto Itachi.

Itachi sabía que si prendía la luz sus papas se darían cuenta de su presencia en el pasadizo así que por debajo de la puerta prendía una linterna pequeña. La luz que desprendía se colaba por debajo de la puerta y para el, Sasuke , era una señal que su hermano había llegado.

Al toque se echaba al costado de la rendija y intentaba sacar sus deditos por ahí. Itachi los tocaba suavemente y comenzaba a calmarlo.

Al principio Itachi le decía que regresara a su cama para que no se resfriara pero Sasuke siempre había sido muy terco en sus decisiones y no se iba. Así qué Itachi opto por contarle cuentos. Cuando los cuentos se acababan Itachi comenzó a contarle historias inventadas y luego lo leía libros. A veces se quedaban los dos dormidos cada uno a un lado de la puerta. Itachi siempre se levantaba antes que sus papas y regresaba a su habitación soltando los dedos de su hermano menor que en ningún momento puso soltar. Pero su hermano siempre amanecía donde había quedado dormido.

Itachi siempre había sido muy considerado y siempre lo cuidaba aunque cuando estaban sus papas cerca no se le acercaba mucho. No por que no lo quisiera cerca sino por que sus papas no los querían cerca. Siempre escuchaba que le decían : "las niñas son muy delicadas Itachi, no queremos que tu hermana tenga un accidente, la puedes lastimar, tu eres muy fuerte y puedes no medir tu fuerza..."

Nunca entendió por que le decían eso si Itachi era la persona más cuidadosa del mundo con él o mejor dicho, ella. Porque Itachi siempre alimentó a Hana, Itachi siempre consoló a Hana, le contaba historias solo a ella y fue de ella de la única que se despidió.

Cuando él, Hana, tenía cuatro años su hermano tenía trece y sus papas decidieron mandarlo a un internado en Europa. Iba a estudiar los años que le quedaban de colegio y luego ese internado enlaza a con una escuela superior que le daría un título universitario en la carrera que eligiese. Después de eso solo veía a Itachi para verano y Navidad. Unos cuantos días que a veces no se daban por que su papá prefería viajar a verlo en vez que él viniera a visitarlos.

Muy pocas veces su mamá hacía el esfuerzo de llevarlo a ver a Itachi. Su hermano durante esas visitas trataba de prestarle atención pero entre sus estudios y sus padres no quedaba mucho tiempo.

Ahora el tiempo de Itachi para con Hana era reducido. Reuniones de trabajo, administración de los negocios y algunas clases extra habían creado ojeras inmensas debajo de sus ojos dándole un aspecto cansado. Aún así nunca había dejado de sonreírle.

Itachi siempre había sido el rayo de sol que siempre había visto por Hana pero por él nunca se pudo asomar. En toda su inteligencia nunca pudo notar que él era un niño pero no lo culpaba después de todo él, Hana, era el secreto mejor guardado de sus papas.

Pero volviendo a la comparación no amaba a su verdadera familia, amaba a su hermano mayor por el poco cariño que le pudo dar, quería mucho a su mamá después de todo pero su papá... No estaba seguro. Sentía que lo quería por ser su papá y un lado de él siempre busco estar cerca a él y agradarle tanto como lo hacía Itachi pero a pesar de todo lo que hacía nunca podía lograrlo. El era un error pero igual no lo podía odiar, el quería demasiado a su familia no le importaba que el amor no fuera recíproco.

Por otro lado el lugar donde estaba... Ellos decían quererlo y preocuparse por él. No lo conocían, nunca lo habían visto. No sabían nada de él y mucho menos que trataban con alguien que si conocían. Aún así lo cuidaban. Procuraban que no le diera el frío, que comiera bien, que no le doliera nada...

¿Era de verdad afecto lo que sentían por él?

¿O era compasión? ¿Lástima?

El no quería la compasión ni la lástima de nadie. El quería sentirse querido y necesitado. No lo quería admitir pero era así muy en el fondo. Sentía un vacío en el pecho que quería llenar.

Quería ser como Naruto que venía corriendo de quien sabía donde y se le trepaba a Iruka como un mono a un árbol e Iruka lo abrazaba como si fueran de verdad familia. Como le hubiera gustado estar en el lugar de Naruto y que su papá estuviera en el lugar de Iruka. Pero la vida no era justa. A Naruto le había tocado ser querido y a él no.

Sintió que una mano intentaba levantarlo palmeándole el hombre suavemente mientras lo llamaba.

"Sasuke, despierta es hora de tu medicina"

Decidió dejar de ignorar la presencia del adulto a su lado y hacerle frente.

Elevó su cuerpo de las almohadas y permaneció sentado con la cabeza baja mientras Iruka le sonreía amablemente.

Necesitaba probar lo que Naruto gozaba a diario sin siquiera darse cuenta.

Estiró tímidamente su brazo izquierdo hacia Iruka y luego el derecho entrelazándolos por detrás de él. Sintió sus mejillas arder y escondió su cara en el pecho del adulto se sentía tan bien. Su pecho palpitando de manera rítmica y ese calor que lo estaba comenzando a derretir. Entonces sintió como perdió el control de sí mismo y se doblegó a lo que sentía.

"¿Sasuke, estas llorando? ¿Te duele algo?" - le pregunto mientras sentía al chico temblar en sus brazos.

Pero no le podía contestar. Las lágrimas simplemente caían de sus ojos y su boca solo se abría para soltar un llanto ahogado.

Iruka no sabía que hacer así que optó por consolar al chico de la manera más natural que se le ocurrió.

"Tranquilo Sasuke. No pasa nada. Todo estará bien, no te preocupes. Ya verás..." - mientras lo seguía abrazando y sobando su espalda y brazos intentado que su cuerpo dejara de vibrar.

No estaba seguro que estuviese funcionando por que apenas lo abrazó el chico empezó a llorar más fuerte. Pero algo así había anticipado tanto Kakashi como Tsunade. Los dos habían dicho que para lograr que se abriera debían romper un poco ese cascarón al que Sasuke estaba tan aferrado.

En su opinión no habían roto el cascarón, lo habían destruido y con el habían logrado herir al pobre chico que no hacía más que llorar encima de él. Sentía tanta pena por él y lo que fuera estuviera callando. Si este chico estaba callando las cosas malas que le habían pasado debía ser que tenía un gran corazón por aquella persona que le causo dolor en primer lugar.

Después de unos cuantos minutos el chico empezó a calmarse y su respiración volvía a regularse. Los dedos de Iruka comenzaron a acariciar su cabeza y recorrieron las hebras de su cabello negro. Demasiado suave.

"Tu cabello esta algo disparejo ¿quieres que te lo arregle un poco?" - le preguntó para cambiar un poco el tema.

Al alejarse de Iruka se dio cuenta de su momento de debilidad e intentó cubrir su rostro mirando hacia el piso y dejando que las hebras de su cabellos disparejo lo escondieran.

"¿Qué te parece si te llevo al jardín? Necesitas un poco de aire fresco y un poco de sol no te haría nada mal. De paso puedo arreglarte tu cabello"- volvió a extenderle la invitación.

Sasuke no podía encontrar su voz así que acepto moviendo su cabeza de arriba abajo de manera lenta.

Iruka lo dejo un momento solo para que se repusiera y de paso el iba a prepararlo todo para cortarle el cabello.

Puso una silla en la puerta de la terraza con vista a la parte del jardín donde había una pileta. El día estaba algo soleado pero corría algo de frío así que lo mejor sería recibir esos rayos del sol desde las ventanas de la terraza.

Cuando tuvo todo preparado fue a traerlo.

Sasuke no se había movido desde que lo había dejado. Seguía manteniendo aquella posición avergonzada sentado en la cama.

Iruka entro en la habitación y lo abrigo con una bata de felpa y le ordeno ponerse las pantuflas para poder salir. Sasuke obedeció en silencio y empezó a caminar hacia él.

Los dos caminaron por el pasillo hasta la escalera principal. Bajaron lentamente escalón por escalón, despacio para no caerse. Al principio de la escalera Iruka le había ofrecido sus brazos para cargarlo y bajar de manera más segura pero Sasuke se negó. Tenía en mente ponerse bien y la mejor manera era hacer las cosas por si mismo y sin ayuda. Iba a bajar esas escaleras así le tomara todo el día.

Una vez abajo Iruka lo guio por aquellas habitaciones y espacios comunes de la casa en los que nunca había estado antes. La casa era bastante gran, más que la suya, así que era fácil perderse. Tenía suerte de llevar esas gafas con él por que así podía captar cuanto menos algún detalles y tomarlo como futura referencia.

Por fin llegaron a un solarium. Una habitación más de la casa que tenía contacto con la terraza de la casa. El lugar era como sacado de una revista. Con sus paredes y techo de vidrio que estaba tan limpio que daba la apariencia de estar a aire libre. El lugar tenía sillones como para varias personas, como para una reunión familiar o de amigos. Y plantas por todos lados. Entre verdes y de flores te hacía pensar que estabas en una jungla.

"Me hubiera gustado dejarte salir a la terraza pero me temo que aún hay un aire demasiado frío" - Iruka lo dejo caminar por todo el solarium - "La construcción de esta casa no estaba pensada como para este solarium pero Kushina, la mamá de Naruto quería uno. Ella misma lo decoro con la esperanza que toda la familia pudiera disfrutarlo en especial en primavera y verano. Su idea era tener una familia muy grande con varios niños corriendo y después de muchos años a todos sus nietos. Lamentablemente no tuvieron tiempo de darle a Naruto hermanos. Decidimos dejar esta habitación de la manera en la que ella la decoro. Hemos cuidado mucho de todas estas plantas año tras año..."

El solarium tenía mucho de ella al parecer. Ese lugar gritaba paz de muchas maneras. Un lugar familiar.

"Ven Sasuke, siéntate aquí"

El obedeció y se fue a sentar en una silleta mirando hacia afuera.

El sol estaba brillando y si bien afuera hacía frio donde ellos estaban tenía una temperatura tibia. Había algo como una pileta en el jardin rodeada de árboles sin hojas, típico de la temporada. Pero un poco más alejado de donde estaban tenían otro tipo de árboles, de esos que no perdía las hojas parecidos a los pinos.

Mientra el miraba todo y se deleitaba con lo que no había podido ver hasta el momento, Iruka lo miraba con tristeza.

Imaginando la tristeza del niño y dándole motivos en su mente fantasiosa.

Mojando su cabello con un rociador, pasando el peine de plástico por entre las hebras negras que era su cabello. Negro, suave y delgado como el de todo niño. El color negro como la noche contrastaba con lo blanco de su piel, igual de suave como su cabello. Iruka iba cortando con cuidado procurando que su trabajo quede parejo. Cuando termino le paso un espejo para que pudiera mirar.

Cuando Sasuke tomo el espejo no se pudo reconocer. Se tuvo que mirar bien y por un buen rato para saber que era él. Por primera vez en su vida tenía un corte de cabello como el de un chico normal. No pudo resistirse en pasar su mano por la nunca para sentir lo corto de su cabello a pesar que la parte de adelante tenía un par de mechas más largas.

Sentía su cabeza más ligera. Después de cortarse el cabello parecía que había perdido como un kilo de peso por que su cabello era bastante largo.

Sus ojos no podían abandonar su reflejo y comenzó a pellizcarse las mejillas. Definitivamente había más carne en esas mejillas...

Retiro el espejo de su vista y se lo alcanzó a Iruka para que lo guardara. Pero Iruka tenía sus manos en movimiento recogiendo los restos de su cabello que permanecían dispersos en el suelo.

Sasuke decidió hacer algo que nunca había hecho antes. Agarró el recogedor y se lo alcanzo a Iruka, el le sonrió y entre los dos siguieron limpiando. Cuando acabaron guardaron la escoba y el recogedor en un armario de limpieza que estaba medio escondido en la entrada del solárium.

No había hecho más que perseguir a Iruka por un trecho con el recogedor y ahora estaba cansado. Decidió sentare en uno de los sillones tan cómodos de aquella habitación bien iluminada. Automáticamente sintió el deseo de cerrar sus ojos dispuesto a tomar un sueño reponedor de no más de tres minutos. Lo último que sintió fue un ligero pesó encima de el y aquella sensación calentita de una manta suavecita.

*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

Hoy había sido otro día más en la escuela sin la presencia de Hana. ¿Cómo pretendía Hana Uchiha pasar de año si no asistía a clases? Quizás era otra chica rica confiada de su suerte y en las finanzas de su familia.

En la escuela se decía muchas cosas de su ausencia. Cosas como que nunca le gusto el colegio, o que como le va bien en los cursos considera su asistencia innecesaria. Otros decía que seguro se había escapado de su casa por la constante presión de ser una Uchiha. otros incluso decía que la habían visto de compras con su mamá. Ninguna de las cosas que se decía de ella reflejaban la verdad. Solo él y Hinata sabían la verdad y de la boca de la fuente más confiable, su propio papá.

Hana estaba de viaje, enferma pero se suponía que estaba mejor, visitando a su hermano en alguna parte de Europa. ¿Cuánto tiempo más podría durar ese viaje? ¿O sería tal vez que Hana estaba evitándolo?

Se rascó la cabeza con frustración sin saber que pensar.

Respiró profundamente mientras ponía su mente en blanco y exhaló botando los problemas y sus dudas fuera de él.

"Naruto-kun, más tarde, después de clases vamos a ir todos a mi casa a ver películas. Si deseas te puedes quedar a dormir. ¿Vendrás?" - le preguntó Sakura junto con Ino. Las dos tenían los ojos muy abiertos esperando una respuesta positiva de parte de él.

Esa salida parecía estar divertida. Ver películas en compañía de todos sus amigos y luego quedarse a dormir con todos ellos contándose cosas y compartiendo anécdotas... eso lo ayudaría a pensar menos en su adorado tormento.

"¡Claro! ¿A que hora tengo que ir?"

"¿De verdad? Claro, vamos a ir un grupo terminando las clases y los demás iran después como a eso de las seis. Hemos recopilado una gran variedad de películas, te pasaré la lista por correo. Si tienes alguna película en especial que quisieras ver puedes traerla y asi las vemos todos juntos..."

"Esta bien entonces. Yo no creo poder ir después de clases por que no he pedido permiso..."

"¿De que hablas Naruto? Tienes tu teléfono en el bolsillo, llámalos y pide permiso ahora mismo" - lo animó Ino mientras lo empujaba a una esquina del salón para que hiciera la llamada.

Las chicas tenían razón, podía llamar a pedir permiso y no se lo iban a negar. Si contestaba Iruka sería más fácil pero si contestaba Kakashi sería una conversación absurda.

Marco los números de la casa que ya se los había aprendido de memoria y espero a que alguien contestara en teléfono. Tenía todo a su favor, era un viernes y la tarea la podía hacer después.

"¿Alo?" - la voz aburrida de Kakashi sonó al otro lado del teléfono. Eso significaba que lo acababa de despertar de su siesta o lo acababa de sacar de una lectura pervertida.

"Hola Kakashi ¿Cómo estas? ¿Puedoirmeconmisamigosaverpeliculasenlacasadesakurahastamañana?" - se hizo un silencio.

"¿Ah? ¿Puedes respirar a la hora de pedir permiso para ir a ver películas a la casa de tu amiga Sakura?"

"Bueno, pero entendiste el mensaje ¿no?"

"Si lo entendí pero por que estoy acostumbrado a tus preguntas tontas"

"¿Bueno tengo permiso o no?" - se mordía el labio esperando respuesta mientras que las chicas del salón lo miraban esperando afirmación. Kakashi parecía estar pensándolo mucho.

"Bueno supongo que no te puedo negar el permiso por que no has hecho nada malo pero..." - pero el ya había escuchado la respuesta que quería oír así que antes de seguir escuchando la conversación sin sentido y perderse en el laberinto de palabras que le iba a hacer Kakashi, por que siempre lo hacía, colgó el teléfono.

"¡Tengo permiso!" - y empezó a dar saltos por todo el salón.

Entre clase y clase le daba un vistazo al correo que le había enviado Sakura con la lista de películas. La mayoría eran románticas y habían varias comedias románticas. Habían unas cuantas de acción y suspenso y daba gracias a Dios que no había películas de terror en la lista por que ese era el único género que no podía soportar.

Una vez había visto una de esas películas y no permitió que hubieran luces apagadas en toda la casa mas o menos por un mes. La cuenta de luz se disparó por los cielos pero fue por su sanidad mental.

Cuando acabaron las clases él salió con Sakura e Ino hacia la puerta de entrada para esperar el carro que venía por ellas. Mientras llegaba el chofer vio como Hinata se subía a su limosina.

"¿Hinata tu no vienes a ver películas con todos los demás?" - ella negó con su cabeza.

"Yo no tengo permiso de mi familia. Además voy a pasar por la casa de Hana para dejarle la tarea así ella no este cosa que cuando regrese se pueda poner al corriente" - sin más y apurada por la hora Hinata se subió a la limosina que siempre le enviaba su familia para recogerla.

Hinata le había hecho recordar que Hana seguía sin regresar a clases. Dio un suspiro profundo y cogió a las chicas que tenía a su lado y le paso los brazos por los hombros.

"¿A qué hora va a llegar nuestro medio de transporte? ¿O prefieren mejor que yo las lleve en el mío?" - todas las chicas que estaban cerca de él, incluso las que iban en grados más avanzados, se acercaron para intentar colarse a la casa de Sakura.

Fue bueno pedirle permiso a Kakashi, en su apuro por leer su libro escandaloso se le olvidó decirle a su chofer que no lo recogiera.

Como quince fueron las chicas que se subieron a la limosina y hubieran podido ser más si no fuera por el chofer que les dijo que no iba a poder manejar con ellas paradas.

Cuando llegaron a la casa de Sakura se dio cuenta que su familia, los Haruno, se tomaban muy en serio la primavera. Todo, absolutamente todo, estaba decorado en colores pasteles que le traían un poco de vida al desolado invierno que estaban viviendo.

Flores por todos lados le sacaban pica a los árboles calatos (sin hojas) que estaban afuera. Incluso dentro de su casa tenían unos cuantos árboles de cerezo que aún estaban en crecimiento.

"¿Te gusta? La familia de Ino fue la que nos ayudo con tía esta vegetación. Nuestras familias son muy unidas" - le explico Sakura mientras Ino a un lado suyo asentía esperando su aprobación.

"Esta muy..." - y no se le venía ni una palabra a la cabeza como para alabar su decoración rosa y ese aroma dulzón que te cacheteaba la nariz al entrar. - "primaveral"

A las dos chicas les pareció gustar la respuesta por que se dieron cómplices y le dieron un apachurron antes de jalarlo hacia el lugar donde iban a ver películas.

Estaba demás decir que el lugar estaba infestado de chicas y todas querían sentarse junto a él. Por su lado él se preguntaba donde estarían sus demás compañeros por que ellos le aseguraron que también irían.

La proyección de películas, en su mayoría románticas, comenzó y se dio cuenta que cada cierto tiempo las chicas disimuladamente cambiaban de lugar. La mayoría de ella tendía a guiñarle el ojo cada. Es que sin querer cruzaban miradas o intentaban agarrarlo de la mano, brazo,hombro y a veces cuello cada que surguía un momento demasiado romántico en la película.

En un momento no aguantó más y se paró.

"¿A dónde vas?" - le preguntaron todas ellas a coro.

Como no quería ser descortés y hacerlas sentir mal quiso inventarse una excusa.

"Me dio sed, creo que voy a la cocina por algún refresco" - después de eso le pidieron que no se demorara por que pronto se iba a hundir el barco.

No les dio mucha importancia y se fue en busca de aire y de paso para no ser mentiroso un poco de refresco. La cocina no estaba tan lejos del lugar para ver películas y allí no sólo encontró refrescos sino también a los miembros perdidos de su salón de clases.

"¿Qué hacen aquí? ¿Por que no van a ver la película?" - les pregunto frenándose un poco de recriminarlos por haberlo abandonado a su suerte.

"No nos interesan las películas románticas. Nosotros estamos aquí para comer y hacerte creer que veríamos la película" - le dijo honestamente Kiba - "es una trampa de las mujeres del salón para ligarte. Eres algo que todas ellas codician..."

"¿De qué hablas?" - le dijo. ¿Había caído en una trampa?

"¿Pues no te has dado cuenta que las chicas giran alrededor tuyo? Todas intentan gustarte. ¿Te gusta alguna de tus pretendientes señor príncipe azul?" - lo empezó a fastidiar con tono de juego.

"Pues no, no me gusta ninguna de ellas"

"¿En serio? Se van a morir todas cuando se enteren de eso" - y todos comenzaron a reír mientras se atiborraban la boca de papitas y demás bocaditos.

"Y si no te gusta ninguna ¿por qué mejor no te las quitas de encima?" - esta vez la pregunta vino de un chico llamado Shino.

No era que no lo quisiera, le halagaba que todas quisieran algo con él, alimentaba su ego, pero no era justo para ellas.

"Claro, diles una mentira, como que ya estas de novio con alguien más. Con eso se van a alejar como si fueras un monstruo putrefacto" - sugirió Lee.

Pero que le gustara alguien no era mentira.

"¡No me digas que ya tienes a alguien! ¿Quién es? ¿Quién es? ¿La conocemos?"

Dudo en contarles. Cuando regresara Hana se iban a enterar de todos modos por que él no iba a parar de molestarla hasta que le dijera que si. Si les decía eso ahora se iba a evitar tener que alejar a las moscas de su miel. Era una buena estrategia...

"Bueno... Si la deben de conocer..." - empezó haciéndose el interesante y logrado que su audiencia dejara de comer por unos cuantos segundos mientras se acercaban a él como aves de rapiña a su presa.

"¡Dilo ya! ¡No nos dejes comiendo aire!" - Kiba lo golpeo con el codo para acelerar las palabras de su boca. Naruto sonrió ponlo bajo sabiendose el centro de atención.

"Uchiha Hana" - les soltó el nombre y espero a ver sus reacciones. Se quedaron mudos por un rato.

"Compadre que te guste no significa que te vaya a dar bola. Papi Uchiha no es muy sociable y tu cuñadito no se queda atrás. Hana es la niña más linda y celada en la que hayas podido posar tus ojos. Así que si yo fuera tu cambiaría de opción y escogería a alguna de las que si te van a hacer caso y da la casualidad están mirando películas en este mismo instante" - Kiba comenzó a palmearle la espalda como compadeciendo se de su pobre opción. Pero ellos no sabían algo...

"Pero mi socio me dijo que me daba su consentimiento"

Esta vez sus palabras no provocaron silencio sino una explosión de soda y varios casos de ahogo y atoro.

"¡Tienes que contárnoslo todo!" - le exigieron. Estaba empezando a dudar que hubiera sido buena idea contarles lo último pero ya no se podía echar para atrás y tampoco desdecir su palabra.

"Lo que pasa es que fui a su casa y su papá nos vio besarnos y..."

"¡¿QUÉ?!"

Lo que había comenzado como una simple platica juguetona de hombre se había transformado en un enjambre de abejas chismosas. Se armo un cotilleo nunca antes visto, una tertulia jugosa que pedía detalles constantemente.

¿A qué saben los labios de Hana? ¿Es cierto que su piel es demasiado blanca y suave? ¿Es cierto que el color de sus muslos es más blanco que sus manos y más suaves también? ¿Su cabello es suave como la seda? ¿Se puso roja? ¿Te dijo que si? ¿Se dejo como una muñeca? ¿Puso resistencia? ¿De verdad sus ojos son tan negros?

No tenía idea como contestar tantas preguntas empezando por que su beso a pesar que al principio su dulce por que Hana usaba labial de frutas después le supo a sangre. Y era obvio por que en su impulso le había roto el labio. Pero no podía decirles eso por que se iban a burlar de él. Tampoco les podía decir que su maniático impulso casi la mata dejándola sin aire. ¿Y ahora como podría salir de tal apuro?

Entonces alguien entro a la cocina y el silencio reino en aquel lugar. Shikamaru entro con un bostezo superlativo mientras estiraba los músculos de sus brazos y hacía sonar sus coyunturas.

"Ya me quiero ir a mi casa. El sillón donde estaba durmiendo esta acabando con mi espalda"

"¿Tu también estabas viendo las películas Shikamaru?" - intentó cambiar la conversación.

"No. Apenas llegue me eche ahí para dormir. Pero ya me aburrió. Creo que es hora de regresar a mi casa. Mi familia debe estar extrañándome y mi abuelo seguro quiere jugar una partida de shouji..." - y de pronto las palabras de Shikamaru jalaron un nervio dentro de él.

"¡Sasuke! ¡Me olvide de él!"

"¿Quién es Sasuke?" - pregunto Chouji con la boca llena de comida. -"¿Es del salón? Nuna había escuchado su nombre"

"No, lo conocí por ahí y por ahora se esta quedando en mi casa"

"Wow! No solo tienes dinero sino que también das cobijo a los desamparados" - fue el comentario de Neji

"No sabía que fueras altruista"

"Usa palabras más sencillas Shikamaru, la cabeza de Naruto esta llena de humo" - Kiba volvió a bromear mientras reía sin disimulo.

"¿Al turista? ¿Qué es eso?" - esa era una palabra que no sabía, es más, era la primera vez que la escuchada en una conversación común.

Después de un suspiro de resignación Shikamaru le contesto.

"Significa que eres una persona desinteresada y procuras el bien ajeno" - le dijo mientras se sobaba el cuello que lo tenía adolorido - "Bueno, me largo. Nos vemos otro día"

"¡Espera Shikamaru! ¡Voy contigo!" - se paro y comenzó a dar vueltas en su sitio intentando recordar donde había dejado sus cosas.

"¡No se vayan! Mejor vamos todos juntos, la reunión en esta casa es muy aburrida para nosotros y la comida ya se esta acabando" - dijo Kiba quien no pretendía quedarse a comer toda la noche.

Entonces a Naruto se le ocurrió una idea.

El pobre Sasuke se había quedado en casa todo el día aburrido y sin compañía de alguien de su edad. Quizás sería conveniente llevar a sus amigos así también le harían compañía y podría sociabilizar con más gente. Quizás todos podían ser amigos y en el futuro tener aventuras juntos. Quizás cuando fueran mayores, mucho mayores se reunirían a jugar poker en una mesa de madera cerca a una chimenea en invierno. Esa imagen se veía bien.

"¿No quieren venir a mi casa? Estoy seguro que hay mucha comida y si no les gusta lo que hay podemos llamar a algún lugar para que nos traigan una selección más variada" - iba a seguir intentando convencerlos pero no fue necesario. Cuando reaccionó sus amigos ya tenían sus sacos puestos y estaban empujándolo hacia la puerta para poder irse de una vez.

"¿A dónde van?" - las chicas de pronto salieron de donde estaban congregadas y se percataron de su huida. Debían tener algún tipo de sensor contra fugas masivas.

"Vamos a..." - iba a decirles la verdad, que a su casa pero alguien se le adelanto.

"Vamos a ir a mi casa a jugar con mis mascotas. ¿Quieren venir?" - les pregunto Kiba.

Las chicas se miraron entre sí y todas llegaron a la unanimidad que no. No pretendían ir a la casa de los Inozuka a llenarse de olor a animal.

Los chicos entonces pudieron subir libremente a la limusina que los esperaba afuera.

Una vez cerrada la puerta del carro todos respiraron tranquilos.

"Buena salvada Kiba"

"¿Salvada?" - pregunto con ingenuidad.

"Por si no te diste cuenta si Kiba no intervenía a tiempo ibas a llenar de tu casa de mujeres y eso iba a ser aburrido" - le explico Shino.

El camino a su casa no fue para nada tranquilo. Iban riéndose entre chistes y anécdotas, haciendo imitaciones de sus compañeras y algunos profesores. El único que iba en silencio era Shikamaru que iba durmiendo recostado contra la ventana del carro. No podía entender como le hacía para dormir con tremenda bulla.

No tardaron mucho en llegar. Ya estaba oscuro y los postes ya alumbraban la entrada a su casa. No todos las luces de la casa estaban prendidas. Por supuesto en la casa solo estaban Sasuke y Kakashi y mientras uno estaba en su dormitorio el otro debía estar escondido en algún rincón de la casa leyendo su literatura clandestina. Ese día era el día en el que Iruka le gustaba salir a comprar las cosas necesarias para poder llevar a bien la casa.

Le gustaba salir por la tarde y no regresaba hasta más o menos las ocho o nueve de la noches. ¿Por qué? Según él porque las ofertas eran buenas a esa hora y no había tanta gente. Le gustaba ir por que según él las tiendas no estaban tan llenas y podía tomarse el tiempo par leer incluso los valores nutricionales de cada producto. Cosas que a él le divertían.

El y todos sus amigos bajaron de la limusina y esperaron a que el chofer de Neji se fuera mientras subían las escaleras a la entrada principal.

Abrió la puerta despacio como para crear expectativa pero el único que prestaba atención era Chouji que era el más interesado a que la puerta se abriera para correr a la cocina y seguir atosigandose de comida.

La luz de la escalera esta prendida al igual que las lámparas de la sala y el recibidor. Pero lo que le llamo la atención fue la pálida figura que intentaba subir las escaleras.

*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

Aún se sentía cómodo. Su nariz estaba apretada contra el cojín del sofa que desprendía cierto olor a plantas. La frazada que lo cobijaba cada vez se hacía más fría. Ya no servía hacerse bolita para conservar el calor. Sentía sus dedos congelarse mientras apretaba en puño la dichosa frazada que tenía textura de papel de seda.

Cuando sus dientes no pudieron dejar de chocar entre si y sus pies no paraban de frotarse sin encontrar calor decidió que ya era hora de ponerle fin a esa situación.

En lo que había estado con Iruka habían pasado ¿Cuánto? ¿Cinco minutos?

¿Cómo era posible que todo estuviera en penumbras ahora?

Tanteo a los lados hasta encontrar las gafas que le habían dado horas antes. Se las puso pero su visión no mejoro mucho, estaba oscuro después de todo.

En la oscuridad sus pies buscaron en el piso frío de piedra las pantuflas que lo habían calzado hasta ese lugar. A pesar que estaban cubiertas con peluche se sentían frías.

Intentó llamar a alguien pero la voz la tenía congelada en su garganta.

Se paro y camino dando pequeños pasos con las manos estiradas para intentar parar algún golpe. Lo estaba haciendo muy bien, había esquivado una mesa y un par de sillas, había caminado al costado de una planta cuyas hojas le habían hecho cosquillas en la nariz cuando la luz se prendió.

En el marco de la puerta del solarium estaba parado Kakashi bostezando con su libro naranja en la mano.

"Veo que ya te despertaste. Iruka me dijo que te despertara hace dos horas y por terminar de leer este libro me olvide" - admitió sin vergüenza alguna - "¿podrás llegar solo a tu habitación? Es que aún me faltan como veinte hojas y esta interesante"

"Si puedo pero necesito más luz"

"Las lámparas de la sala ya deben estar encendidas y la luz de la escalera también"

No tenía muchas ganas de seguir conversando con Kakashi. Pero...

"¿Dónde esta Naruto?" - si Kakashi no planeaba acompañarlo Naruto estaría más que dispuesto.

"No esta y no creo que regrese hasta mañana. Me dijo que se iba a ir a casa de una amiga creo y que iban a ver películas toda la noche..." - Kakashi iba a continuar metiendo más palabras pero se contuvo. Eso había sido un golpe bajo para Sasuke. Sasuke se había acostumbrado a la compañía de Naruto y pudo ver como sus ojos perdieron cierto brillo.

"Claro. Solo preguntaba, por lo general él siempre iba a buscarme al cuarto. Si hasta ahora no me había buscado era obvio que no había regresado a casa ¿no?" - soltó una risa recurrente como para evitar mostrar su dolor. Se sentía rechazado en ese momento.

Ya se había sentido así antes con su familia. En especial con su papa pero no esperaba sentir lo mismo con Naruto. Pero no podía esperar que el rubio viviera pendiente de él. Naruto también tenía derecho a divertirse con alguien que supiera hacerlo. Merecía estar con gente que lo hiciera reir, no con él. Aburrido en sus cuatro paredes, a veces sin hablar o observándolo dormir. Esa no era vida.

Camino por el pasadizo oscuro bajo la mirada de Kakashi, solo guiado por aquella luz tenue que venía de la sala pero se veía tan lejana.

¿Por qué no se podía sentir feliz por Naruto? Después de todo seguro se estaría divirtiendo con todos. ¿Por qué sentía ese dolor en el pecho al estar solo? ¿Era envidia? ¿o era esa horrible sensación que le decía que se iba a quedar solo si seguía así?

Cuando levanto la mirada estaba en un pequeño cuarto antes de la sala. La habitación estaba completamente oscura a excepción de aquella luz que iluminaba únicamente el cuadro de los papas de Naruto.

Era un lienzo pintado con sus papas abrazándose.

Naruto era una copia fiel de su papá. Rubio con los ojos azules pero la sonrisa que él tenía definitivamente era de su mamá.

Se veía por las sonrisas de los dos que se querían mucho. Le entro una corriente eléctrica al seguir mirando sus rostros. Sintió pena por ellos. Seguro si estuvieran vivos buscarían lo mejor para su hijo. Seguro no lo habrían dejado acercarse a él. Seguro hubieran visto debajo de él aquellas intenciones que aún seguían escondidas.

"Perdón" - les dijo mientras dio una reverencia ante el cuadro - "Yo buscaré la manera de alejarme de él. No se preocupen"

Enderezó su espalda y siguió su camino hacia la sala a paso lento.

La promesa que le había hecho a los señores Namikaze-Uzumaki pretendía cumplirla. No sabía como pero lo iba a hacer. Así Hana tuviera que destruirle el ego a Naruto, iba a ser por su propio bien. Quizás algún día lo entendería.

Agarró lo más fuerte que pudo el pasamanos de la escalera para darse impulso y poder subir cuando la puerta de entrada se abrió y aquel aire frío que había sentido en el solarium le dio en plena espalda. Sintió que todos los cabellos de su nuca se habían quedado parados del susto cuando Naruto se hizo presente en el lumbral. Pero en el siguiente respiro que dio sintió que su alma abandonada su cuerpo.

"¿Sasuke? ¿Qué haces fuera de tu cama?" - le pregunto mientras entraba y arrojaba su saco en el sillon más cercano.

Sus ojos eran más azules que él cielo, era la primera vez que los veía tan claros.

Solo sintió cuando su trasero choco contra el escalón y Naruto se acercó a él corriendo.

"Sasuke ¿Estas bien?" - pero no podía articular palabra. No mientras veía a sus compañeros de clase entrar a la casa de Naruto. - "¿Y esas gafas?" - pero no le dio tiempo a contestar.

"Asi que este es el famoso Sasuke" - dijo Kiba mientras imitaba el comportamiento del dueño de casa y se acercaba al escalón donde había quedado sentado.

"Esta bastante flaquito" - fue el comentario de Chouji que le quintuplicaba la contextura.

"¿El es así de blanco o esta enfermo?" - pregunto Neji mientras acomodaba sus cosas en uno de los sillones y luego se arreglaba su cabello.

"Es naturalmente pálido" - contesto Naruto. En ese momento se sintió raro, como si hubiera perdido su humanidad y se hubiera convertido en la mascota de Naruto. Aunque a decir verdad ya había perdido la humanidad desde antes cuando se convirtió primero en la mascota de su mamá.

Pero el que de todos le crispo los nervios fue Shikamaru. Ese chico que nunca le prestaba atención a nada y se pasaba las clases durmiendo o con los ojos cerrados tenía en ese momento sus ojos pegados a él.

"Sasuke... ¿Uchiha?" - fue la única pregunta que hizo de momento y la pregunta que causo que todos se volcaran a él.

"¿Eres un Uchiha?" - preguntó Kiba sin todavía creérselo.

"Mira, puede que si sea..." - Neji también empezó a participar invadiendo su espacio personal. Todos le tocaban las mejillas y se las jalaban. Su cabello también fue tironeado de un lado a otro con aquella delicadeza equina que poseían.

"El no es un Uchiha... ¿O si Sasuke?" - Naruto tenía voz de duda y cierto desconcierto por que tenía su ceja alzada y una mueca extraña en los labios. Y automáticamente la mentira salió de sus labios.

"No, no lo soy" - intento no sonar desesperado aunque en su mente estaba en estado de pánico.

"Bueno si no lo es tranquilamente se puede hacer pasar por uno" - volvió a comentar Shikamaru - "¿Naruto, donde esta tu cama? Tengo sueño" - y eso fue todo con Shikamaru. En ese momento agradeció su rápido desinterés y sus pocas ganas de saber más al conformarse con aquella escueta respuesta.

"Arriba hacia la izquierda"

"Naruto ¿Dónde esta la cocina? Tengo hambre" - agradeció el hambre de Chouji aunque el no era de los que ese tipo de cosas.

"Naruto tengo que hacer piss ¿Dónde esta tu baño?" - agradeció las ganas de orinar de Kiba.

Naruto tuvo que indicarle a los chicos a donde ir para satisfacer sus necesidades básicas.

"Ah Naruto, ya estas en casa" - con el pequeño escándalo armado ya iba siendo tiempo para que Kakashi apareciera - "Pensé que tenía que entretener yo solo a Sasuke hasta mañana, mira que mamá Iruka aún no llega".

"Las películas eran demasiado románticas para mi gusto así que nos escapamos. Además me acordé que Sasuke estaba solo contigo. Pobrecito seguro te olvidaste de él" - y otra vez adopto su comportamiento de amo y señor de casa y le dio un par de palmadas en la cabeza y le removió el cabello como si fuera su perro. Pensó en decirle algo pero no pudo. No sabía que decir o que hacer.

"Bueno, te lo encargo mucho. Voy a terminar de leer esta historia para poder leer el siguiente volumen" - y con eso Kakashi desapareció por una puerta.

Los chicos acordaron ir al dormitorio de Naruto a jugar videojuegos y hacer el pedido de comida por que la que había en la despensa no era suficiente para alimentar a todos y a Chouji.

Naruto subió las escaleras primero para guiar el camino seguido por todo el resto y mucho más atrás, rezagado iba él, Sasuke.

Pero él no tenía muchas ganas de estar con todos los chicos. Estaba acostumbrado a las conversaciones de chicas y a interactuar con ellas de manera distanciada pero nunca había sido parte de una reunión de hombres.

¿Qué decir? ¿Qué hacer? ¿Cómo comportarse?

Los había visto desenvolverse en el salón de clases pero el comportamiento en el colegio era diferente. Sentía que actuaban sin control y de manera salvaje. No iba por ningún motivo estar cerca de ellos.

Cuando por fin término de subir las escaleras ninguno de los chicos estaba a la vista. Sasuke no iba a desaprovechar la oportunidad.

Camino despacito hasta su habitación para esconderse de la visita. Hasta qué llego Naruto y empezó a arrastrarlo hacia su habitación.

"Vamos Sasuke, traje a los chicos para que te conocieran y pudiéramos divertirnos todos. Vamos a jugar videojuegos y vamos a comer comida chatarra..." - la comida chatarra se oía tentadora pero no la idea de estar rodeado de chicos.

"Prefiero quedarme aquí a descansar..." - le dijo jalando su brazo hacia su lado.

"¿Pero de que estas cansado si todo el día te la pasas durmiendo?" - le pregunto con cara de no comprender y eso le dolió, esas palabras duras le dolieron y recordó algo.

Era la manera como su papa trataba a veces a su mamá. Para su papá la vida de su mamá era tranquila y descansada por que según el no hacía nada. La servidumbre cocinaba y limpiaba después de todo.

Lo que no sabía el era que ella al no tener efectivamente nada que hacer había buscado cosas que hacer. Entré levantarse y ponerse linda se le iba la mañana y luego tenía que hacerse cargo de la vida social de la familia que incluía recorrer la ciudad de arriba abajo, con parloteo incluido y visitas a eventos y esas cosas. Era una vida agitada. El lo sabía por que siempre era arrastrado a ese tipo de situaciones por ella. Y a pesar que no hacía nada se sentía cansado, como en ese momento.

El, Naruto gozaba de plena salud y podía recorrer toda su casa saltando en un pie y cantando una canción sonsa sin fatigarse pero él no. El daba tres pasos y ya no podía más con su vida. Eso le daba envidia.

"Vamos Sasuke, no seas aguafiestas" - y lo agarro de la muñeca y comenzó a jalarlo hacia la reunión.

El no quería ir pero no parecía importarle a Naruto y a nadie.

Las cosas en su vida iban a seguir igual si el no ponía un pare y se dejaba de comportar como la mascota obediente de todos. El también tenía derechos aunque dejara que los pisarán casi siempre.

No dio un paso más y tiró su mano. Naruto se sorprendió y lo miro de frente.

"He dicho que no quiero participar de tu reunión. ¿Por qué no me haces casó?" - agitado se hizo a un lado del pasadizo y espero una respuesta.

Los ojos azules brillaban con nitidez y algo de enojo frente a sus ojos.

"Haz lo que te de la gana entonces. Yo los traje para hacerte compañía y divertirnos todos un rato. Pero si quieres ser un aguado y aburrido ve y enciérrate" - Naruto sentía cierta cólera, nunca la había sentido antes. Había hecho un esfuerzo por traerle algo de diversión acordándose que el estaba solo en casa pero al parecer Sasuke no apreciaba eso.

Sasuke entendió el tono amargo de su voz. Estaba enojado con él. Pero a su vez el enojo era mutuo.

Cada uno después de una mirada de enojo entro a su respectiva habitación. La de Naruto llena de bullicio y algarabía y Sasuke a la oscura y vacía.

Cuando entro apoyó su espalda contra la puerta y se deslizó. Abrazó sus rodillas y apoyó su cabeza en ellas pensando. Quizás esa pelea había sido lo mejor. Después de todo le había prometido a los señores Namikaze- Uzumaki que dejaría a su hijo en paz. Si lo iba a hacer no iba a ser solo Hana, el, Sasuke también tenía que poner distancia.

¿Pero por que se sentía tan mal si estaba haciendo algo positivo?

Era algo bueno para Naruto porque así no le iba a ocasionar problemas pero para él no lo era. Era volver otra vez a su vida vacía y solitaria.

Se puso la mano en el pecho y cerró los ojos tratando de calmarse. El iba a estar bien. Si él y Hana se alejaban de Naruto este iba a perder su interés y su papá tendría que buscar otra alternativa para amarrarlo como socio. Entonces y sólo entonces él podría presionar sólo un poco para que lo deje ir. No se podía negar, nunca lo quiso muy cerca después de todo. Con suerte su mamá no se pondría mal e Itachi lo acogería después de confesarle la verdad. Seguro se iba a enojar con él pero lo iba a perdonar ¿no? Ese era el plan.

Todo iba a ir bien.

Pero ¿por qué su cabeza la decía que las cosas no eran tan fáciles? ¿Por qué tenía la sensación que iba a salir quemado de ese juego?

En sus pensamientos no se dio cuenta los pasos que corrían de un lado a otro. El olor a comida se coló por debajo de la puerta y su barriga rugió. Se la apretó mientras mordía sus labios. Luego aquellos conocidos pasos más pesados que los anteriores.

La puerta intentó abrirse pero chocó contra su espalda.

"¿Sasuke? ¿Qué haces ahí sentado bloqueando la puerta? Es peligroso..." - Sasuke gateo hacia un lado para que Iruka pudiera entrar. - "Naruto me ha dicho que no quieres estar con sus amigos ¿por qué?"

Clavó sus ojos al piso sin saber como explicarse.

"No me agradan. Prefiero quedarme aquí"

"¿Te hicieron algo?" - recordó como lo acorralaron en la escalera e invadieron su espacio personal.

"No" - negó.

"¿Entonces? No puedes juzgar a sus amigos sin conocerlos. Por lo menos deberías intentar estar un rato con ellos. Quizás puedan también ser tus amigos" - lo dudaba. Una amistad no se podía construir sobre una mentira. No iba a sobrevivir igual que Naruto. - "vamos, yo te los presentare. Son buenos chicos"

Iruka pensaba que ellos eran buenos chicos, Iruka pensaba lo mismo de él pero estaba equivocado. El no era bueno, era todo lo contrario.

"Si no te importa Iruka me gustaría estar sólo, no me siento muy bien..." - intentó excusarse.

"¿No te sientes bien?" - Iruka puso su palma en la frente y comparo sus temperaturas - "Creo que estas un poco afiebrado. Métete a la cama que voy a traer el termómetro. Creo que sobraron algunas pastillas"

Iruka salió de la habitación y a él no le quedo otra más que meterse a la cama. Otra vez estaba cansado y cuando su cabeza toco la almohada sintió el sueño que se le venía encima. Sus párpados no podían permanecer abiertos por más de cinco segundos.

No entendía.¿ Si no hacía nada en todo el día y dormía buena parte de este por que seguía teniendo sueño?

*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

Todos se estaban divirtiendo. La comida no hacía mucho que había llegado así que todos se sentían contentos. Entre chistes y conversaciones ninguno pregunto por Sasuke.

El único que no se podía divertir plenamente era él. Y todo por culpa de ese cascarrabias aburrido de Sasuke.

Nada le costaba estar con él y sus amigos y divertirse un rato. ¿Qué tan difícil era eso? O por lo menos agradecerle el gesto.

¿Pero qué le iba a agradecer Sasuke?

En su mente había un pequeña vocecita que le decía eso. Le recordaba que en verdad se había olvidado de su amigo y para enmendar eso había decidido invitar a los chicos.

La vocecita estaba en lo cierto. Pero ese plan no había limpiado sus culpas como pensó. No contó con que Sasuke fuera un antisocial y arisco que no quería nada con nadie. Era como un gato en un cuarto lleno de perros. Escondido en una esquina solitaria, agazapado y listo para dar un zarpazo. Silencioso, mimético, cohibido, todo un hongo silvestre.

A veces se preguntaba ¿de donde venía?. ¿tenía amigos?.¿ Su familia sabía donde estaba?. ¿Cómo era su vida?

Por lo que había visto era bastante extraña.

Cuando se levantaba iba a saludarlo y a hablar un poco con él antes de irse al colegio y ahí estaba. Tendido en la cama en la misma posición que lo dejo la noche anterior. Rígido como una tabla al lado derecho de la cama, como a una mano del filo, tapado hasta el pecho, con sus ojos abiertos mirando al vacío sin pestañear.

Cuando notaba su presencia, después de un rato, volteaba la cabeza para verlo y estiraba sus labios intentando formar una sonrisa. Pero su sonrisa era tan vacía como sus ojos. Se levantaba deslizando su cuerpo hacia arriba y quedando sentando con sus manos encima de sus piernas en un despliegue de gracia.

Entonces el mismo entraba corriendo para intentar alegrarle el día pero por más que le brincaba y le hacía bromas no lograba que su sonrisa fuera más creíble. De la única manera en la que de verdad podía sacarle emoción real era haciéndole cosquillas.

Sasuke en esos momentos cuando le saltaba encima y lo atrapaba entre sus piernas se retorcía como un gusano por que ya sabía lo que venía a continuación. El intentaba zafarse de la prisión para poder huir de aquellos dedos huesudos que al principio le dolían por que chocaban contra su piel y se hundían entre su carne sin cuidado pero después cuando llegaban a aquel punto sensible no podía dejar de reír. Reía y reía hasta que se le salían las lágrimas. Reía y a su vez le pedía que se detuviera por que no lo podía soportar más. Su corazón no estaba acostumbrado a aquellas emociones.

Cuando las lágrimas salían de sus ojos y su respiración se volvía irregular se detenía. Le gustaba hacerlo reír y no importaba que fuera de manera artificial. Lo único que le importaba era ver esa sonrisa en su cara y sus dientes resplandecientes asomarse entre sus labios.

¿Por qué no podía intentar ser feliz? ¿Por qué no podía hacer un lado su cansancio y unirse a la diversión? ¿Por qué no podía él divertirse y dejar de pensar en la infelicidad de Sasuke?

De pronto se paró de donde estaba y sin saber del todo lo que iba a hacer salió de su habitación. Sus pies lo llevaron a aquella puerta conocida. En la habitación oscura como su cabello y ojos. Entro despacito como para no alertar al leon que seguía durmiendo. Parecía un gato abandonado de los que se ven en los callejones. Sin sonidos se paró a su lado y lo observo dormir un rato. Ni durmiendo se le quitaba la tristeza del rostro, aún así encontraba cierta paz en él.

Despertarlo nunca fue un opción así que con cuidado elevo un lado del cobertor de la cama y luego el otro. En un movimiento alzo a su amigo y lo lanzó al medio de la cama lo que logró despertarlo de golpe. Confundido intentó ver que pasaba pero cuando sintió sus dedos colándose por dentro de su ropa supo lo que venía a continuación.

"No no no no no no no" - decía mientras las cosquillas comenzaban a nublar su mente y la risa no le dejaba articular palabra alguna.

Volvió a comportarse como un gusano y se revolvía debajo de él moviendo sus piernas sin control mientras con sus brazos delgados intentaba tapar sus zonas más nerviosas. Pero no lo iba a lograr por que no lo iba a dejar.

"Tienes dos opciones. O vienes conmigo a divertirte con una sonrisa en la cara o te llevo yo y te voy a hacer tantas cosquillas que tu cara se va a quedar así de manera permanente. Tu eliges" - le lanzó la advertencia sin darle tregua. ¿Pero cómo pretendía que contestara si no lo dejaba de atacar?

Sus manos pararon un momento pero permanecieron en el mismo lugar para volver a atacar de ser necesario.

Sasuke también dejo de moverse y se quedo quieto intentando regular su respiración.

"No. No quiero ir" - fue una respuesta tonta teniendo en cuenta su situación actual pero sintió algo que lo impulsaba a no hacerle caso. A intentar prevalecer su voluntad por encima de la de él. Sintió como se inflaba algo dentro de él. ¿Coraje?

La cara de Naruto paso al asombro absoluto. Nunca había escuchado a Sasuke con tal determinación. Lo que quizás aún no sabía era que si determinaciones se trataba él le ganaba. No solo se enfocaba en lo que quería con determinación, también era persistente y no se dejaba vencer tan fácilmente. Un simple "No" no era una respuesta absoluta para él.

Sonrió ladinamente y retrocedió pero solo para tomar impulso. Sus dedos atacaron la suave piel de su amigo más fuerte que antes. Ya no estaba logrando que se riera como la primera vez. Le estaba viendo poner caras de incomodidad pero el también se sentía incomodo y eso no estaba bien. Lo dejo en paz planeando una mejor estrategia mientras Sasuke intentaba, aún tirado en la cama protegerse del siguiente ataque, por que sabía que la pelea no había acabado ahí.

Y tenía razón.

Naruto evaluó la situación como un zorro esperando el descuido de la presa. En un movimiento como de "me rindo" hizo como si abandonara la habitación y paso su mano traviesamente por el filo de la cama. Los ojos de Sasuke seguían sus movimientos paso a paso intentando no perder detalle como un gato mirando al enemigo en aquella oscuridad iluminada por las luces de afuera. Intento retroceder de él sin despegarle la mirada pero en su intento de escape no reacciono a tiempo para detener a Naruto que de un salto tiro de la frazada sobre la que estaba echado.

Tanto su cuerpo como la frazada terminaron en el piso a merced de aquel zorro que reía a través de sus ojos.

Aprovechando los puntos débiles de su presa Naruto aprovecho para enrollarlo fuertemente en la misma frazada que le había brindado cobijo por las noches. Sasuke que había quedado aprisionado en aquella cárcel de tela acolchada intento salir pero entubado como estaba no se podía mover. Todo estaba más oscuro que nunca. Oscuro por que no tenía los anteojos en su cara, oscuro por que estaba cubierto por telas en una habitación oscura. Confundido, mareado y sofocado sintió como era levantado en peso por Naruto que intentaba sacarlo de la habitación golpeando su cuerpo contra los muebles de la habitación y el marco de la puerta.

"Lo siento" - intentó disculparse pero el daño ya estaba hecho.

Sasuke intentaba esperar con calma dentro de su prisión el momento en el cual lo liberara para poder regresar a su habitación lo más rápido posible.

Escuchó las voces de lo demás aproximarse y ayudarlo a ponerlo en el piso sin causar más daño. Pero el infierno esta lleno de buenas intenciones. Jalar con fuerza del extremo de la colcha causó más daño del requerido. Rodo con fuerza por el piso de la habitación de Naruto hasta que por fin su espalda chocó con fuerza en contra de uno de los pies de la cama.

El poco orgullo que le quedaba se esfumo cuando dejo salir de su boca un sonido de dolor y si aún le quedaba un poquito este se termino de desaparecer cuando cayo después de ponerse de pie lo más rápido que pudo.

Un par de manos intentaron sujetarlo ayudándolo a pararse mientras un par de risitas resonaban por la habitación.

"Kiba no te rías." - Neji intento callarlo mientras le sacudía la ropa de dormir - "¿Te encuentras bien?" - le pregunto. La verdad no se sentía nada bien. Estaba mareado y en esos momento sentía algo en el estómago que impulsaba su salida.

"Necesito ir al baño" - le dijo poniendo su mano en la boca intentando detener lo que fuera que tuviera en el estómago.

No esperaba que reaccionaran bien ante eso asi que no le sorprendió cuando lo dejaron solo en el baño para que pudiera resolver su problema.

Camino a tientas en aquel cuarto frío pero bien aromatizado y se lanzó de rodillas junto al inodoro. A tiempo para cuando le dio la primera arcada.

Había vomitado miles de veces antes pero esta vez no devolvió la comida por que hacía mucho había hecho la digestión. Al contrario, solo salió un líquido de un sabor amargo, sumamente desagradable.

Intentó con una mano hacer su cabello a un lado mientras que la otra palmeaba la pared buscando el papel sanitario y limpiarse la boca. Estaba en eso cuando sintió la segunda arcada que fue más violenta que la primera y lo obligo a hundir su cabeza en el inodoro.

No era justo.

Paso su antebrazo por la cara para secarse el sudor y las lágrimas. Estaba en eso cuando sintió que la puerta se abría.

Intentó enfocar su vista en Naruto que se acercaba a él lentamente con algo de miedo.

"Sasuke... lo siento..." - intento otra vez disculparse. ¿Cuántas veces más lo iba a hacer? - "Fui a traer tus lentes y sin querer los pise"

Sentía ganas de estrangularlo pero la tercera arcada llego y ante los sonidos que hizo dentro del retrete Naruto retrocedió con la mano en la boca intentando contener esa sensación contagiosa que sentía. Definitivamente no se le quería unir a Sasuke.

Sasuke una vez más se limpio la cara. Ya no se veía tan amarillo como antes pero seguía pálido y tembloroso.

Naruto cogió algo de esa valentía que creía extinta dentro de él y se acerco. Del lavabo cogio un vaso, lo lleno con agua y se lo alcanzo. Las manos fría de Sasuke hicieron contacto con las suyas para coger el vaso. Después de enjuagarse Naruto lo ayudo a salir del baño.

"Te voy a llevar a tu habitación para que descanses" - le dijo con voz apenada - "Ya regreso chicos"

"No es necesario, puedo ir solo" - intento detenerlo.

"No vas a poder, acuérdate que rompí tus gafas. No puedo dejarte con tu ceguera solo, te vas a terminar perdiendo..."

"No estoy ciego idiota"

"¿Por qué no me dejas que te ayude? Te comportas como todo un bastardo"

"¡Yo no soy un bastardo! ¡Aquí el maldito idiota eres tu!" - se hizo un silencio sepulcral y luego los murmullos.

"¿Cómo le dices esas cosas a Naruto?"

"Encima que lo esta ayudando..."

"Que descaro..."

Aprovecho para soltar su mano de él y se alejo de la habitación lo más que pudo. Pero Naruto venía detrás de él. Si lo golpeaba por su exabrupto no se iba a defender.

"Te dije que te iba a llevar tonto" - y se rio - "Tus palabras bastardas no me hacen daño. ¿Somos amigos no?" - no podía negárselo así que asintió.

Una vez más sintió su mano ser jalada por la de Naruto, esta vez hacia su habitación.

Cuando cruzaron la puerta Naruto lo jalo para disculparse una vez más. Tomo sus manos y en ellas puso las gafas rotas. Palpándolas en la oscuridad se dio cuenta que no estaban quebradas pero seguro los pies de Naruto le habían despanzurrado las patas.

"Siento mucho lo de tus gafas"

"Las gafas no eran mías. Me las dio la doctora Tsunade cuando vino a verme más temprano. A ella es a la que tienes que pedirle disculpas por que las gafas eran de un tío..." - sintió como la mano de Naruto comenzaba a temblar y lo soltó de pronto.

"¡Las gafas eran de la vieja!" - su abuela lo iba a despellejar vivo e iba a usar sus tripas para limpiarse los dientes. Lo iba a matar lentamente...

Mientras miles de ideas cruzaban por su cabeza y vivía su muerte imaginaria de diferentes maneras la puerta de la habitación se abrió de golpe empujándolo contra Sasuke. Sasuke no se dio cuenta hasta que se sintió aplastado contra él piso, con su corazón palpitando a mil por hora, ese saborcito a sangre al que ya se estaba acostumbrando a sentir cada vez que Naruto estrellaba sus labios contra los suyos.

Esta no era la primera vez que pasaba pero si era la primera vez que Sasuke recibía un beso.

*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•


Notas finales:

AN.

Levanten la mano los que pensaron que no iba a actualizar hasta Navidad!

Levanten la mano los que planean matarme por terminar ahí mi capitulo!

Levanten la mano los que aun me quieren!

*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

silence -

*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•

¿Qué les pareció? Muy largo? Muy corto? No creo que este tan corto la verdad pero definitivamente esta más corto que el anterior.

Siento por momentos que doy demasiadas vueltas a un mismo punto y no avanzo. Tengo tantas ideas y tantas maneras de seguir desarrollando esta historia pero una vez que me siento frente al teclado todo desaparece de mi cerebro por arte de magia. ¿Alguien puede llamar a Harry Potter para que aparezca mi cerebro?

Agradecimiento especial a Pachi-sensei, Shadow_Tenshi, y NaruRamen por sus suculentos y amorosos comentarios.

Yo se que esto va a sonar mal y a ira pero tengo que agradecer a todos aquellos autores que no actualizaron sus historias (las que yo sigo). Mi aburrimiento sin que leer me llevo a actualizar mi propia historia. Gracias!

Todo comentario es bien recibido así sea para insultarme por procrastinar mi tiempo.

No quiero darles una fecha en la cual actualizare pero por ahí alguien me dijo que si ponía una fecha eso me iba a obligar a actualizar a tiempo. lo cual me parece una idea no solo razonable sino también positiva. Reconozco que soy de las persona que cuando ven un deadline se ponen nerviosas y trabajan.

Así que diré que actualizare otra vez en este año!

En Mayo voy a estar ocupada para la primera quincena así que olvídense ahí. Yo propongo actualizar para Junio. En el mejor de los casos en la primera quincena en el peor de los casos antes que llegue Julio!

Si no lo hago siéntanse invitados a enviarme un comentario bomba. Aunque prefiero comentarios positivos que me inspiren!

Bueno besos y cuídense!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).