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Sky Full of Light
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Capítulo 7
No sabía como reaccionar ante esta situación. No sabía si pedirle disculpas a Sasuke, por que en ningún momento fue mi intención unir sus labios con los míos, en especial por que éramos amigos y hombres. Eso estaba mal, no era de chicos hacer esas cosas además su corazón y sus labios ya tenían dueña.
No sabía si matar a quién sea abrió la puerta de esa manera empujándolo en la peor dirección.
Cuando escuchó la risa de Kiba no sabía si morir de vergüenza o golpearlo hasta que olvidara lo que acababa de pasar.
Se paró de golpe e intentó callarlo pero sobretodo detenerlo antes que les fuera con el chisme a los demás. Si ese papelón llegaba a oídos de Hana, y mucho peor, a los oídos de su socio y padre de su prometida no se lo iba a perdonar.
De un salto animal logro tumbar a su amigo en el pasillo y rodar contra la pared.
"¡Fue un accidente del cual tu fuiste el culpable!" - intentó hacerlo entrar en razón.
"Puede que sí pero que no hayas despegado tus labios de los de el al instante dice muchas cosas Naruto. No sabía que te gustaran los hombres" - le bromeo.
"¡No me gustan!¡Mi amor es de Hana! ¡Esto fue solo un accidente! ¡Besar a Sasuke fue horrible! ¡Sabe a medicina y a un montón de cosas feas y horribles!"
"¿Que paso?" - los demás chismosos sacaron sus cabezas por la puerta. No era necesario aclararles nada por que habían oído toda la discusión. Su vida social estaba acabada.
"El animal de Kiba abrió la puerta y me empujo de cara a Sasuke" - dio su versión omitiendo el pequeño e insignificante detalle que Kiba no se molesto en dejar flotar.
"De cara y contra sus labios rosaditos. Fue un beso apasionado si me lo preguntan" - cuchicheaba el descarado mientras hacía sus labios como trompita fingiendo el beso.
Todos se rieron pero el no tenía ganas de reír, para él no había sido divertida la situación y menos ser el blanco de burlas.
"Dejen de burlarse, besar a Sasuke fue lo peor que me pudo pasar y todo por tu culpa Kiba" - dijo aburrido del tema y buscando cortarlo de algún modo señalándolo con su dedo acusador. Nunca pensó que sus palabras pudieran ofender a alguien más en especial por que según él, él era el más ofendido.
Pero se equivocaba.
Sasuke escuchaba la conversación detrás de la puerta de su dormitorio.
Ya se lo habían dicho antes. Incontables veces. Tantas que no pensaba que al oírlas pudieran seguir doliendo.
El era lo peor que le podría pasar a cualquiera. Se sentía como una nube negra llena de negatividad y mala suerte. No había nada bueno en él. No había nada que él pudiera hacer para cambiar la manera de pensar de la gente acerca de el.
Resignado regreso a la cama y se cubrió hasta la nariz. No quería ver a nadie y tampoco quería que lo vieran en ese aspecto tan deplorable. Sentía como le ardían los ojos como si se los estuvieran quemando.
Se agarró de los cabellos con desesperación y se los empezó a tirar sin importarle el dolor. Quería sentir algo, cualquier cosa en ves de sentir lo que tenía en el corazón. Si pudiera se lo arrancaría de un tirón.
Al poco rato la puerta se abrió pero el cerró los ojos e intento hacerse el dormido cuando sintió que Iruka se acercaba a él.
"¿Sasuke?" - lo llamo pero no le quiso responder, si lo hacía no podría controlarse - "¿Estas durmiendo?" - soltó la pregunta al vacío mientras dejaba las medicinas en el velador y tocaba con sus mano frías su frente y luego las deslizaba por las mejillas del niño. Estaban húmedas.
Iruka se preguntaba por que pero no se daba razón. Aunque era claro que se estaba haciendo el dormido. Esa táctica la había usado Naruto incontables veces con él cuando no quería hacer sus deberes o cuando quería evadir una plática. Dejarlo tranquilo era una opción pero por otro lado el muchacho tenía algo de fiebre y lo mejor era atacarla antes que se disparara y fuera peor.
"Sasuke, despierta" - comenzó a moverlo un poco - "Solo quiero que te tomes la pastilla y luego puedes seguir durmiendo"
La estrategia funciono. Sasuke levantó su cuerpo un poco con los ojos cerrados y abrió la boca esperando a que la pastilla apareciera mágicamente en su lengua.
Iruka decidió darle algo de privacidad y empujo la pastilla entre sus labios y le alcanzo del vaso con leche tibia para que pudiera pasarla. Tomo tres sorbos de la leche y se volvió a acostar.
Mientras recogía las cosas para salir de la habitación Iruka deseaba poder saber más de Sasuke para poder ayudarlo.
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De alguna manera sus amigos decidieron dejar de burlarse de él. Quizás fue por que les recordó que él era el dueño de la casa o quizás fue por que en el escándalo nadie dejaba dormir a Shikamaru pero el hecho fue que después de eso todos se dedicaron a divertirse.
Como a eso de las once de la noche o quizás fue un poco más cerca de la medianoche Kakashi hizo su aparición en el dormitorio. Solo para recordarles que en algún momento debían dormir como lo hacía Shikamaru. Como su recordatorio no dio resultado y su libro estaba en un punto interesante decidió aconsejarles que no se fueran a dormir tan tarde, como a la hora del desayuno. Luego de eso salió de la habitación.
Nadie tenía intención de dormir en ese momento. El tampoco.
Al fin estaba ganando en los videojuegos y ahora que se daba cuenta no estaba el solo frente a la pantalla jugando contra la maquina. Tenía amigos con quienes jugar. Gente de su edad. y entonces recordó algo.
Dejó su control en el piso y corrió a su escritorio para sacar la cámara de fotografías instantáneas y empezó a disparar.
"¡Acabas de perder tu mejor puntuación¡ ¿Estas loco?" - le preguntó Kiba mientras intentaba rescatar su juego e intentaba evadir los flashes de la cámara.
"¿Qué tantas fotografías tomas?" - le pregunto Neji mientras todos se aglomeraban alrededor de Naruto y sus fotos ya reveladas.
"Me gusta tomar fotos a mis amigos y pegarlas en mi muro" - luego al igual que había hecho con Sasuke les mostró todas las fotografías que había tomado.
Los chicos a diferencia de Sasuke no estaban tan sorprendidos por eso y se olvidaron rápido del tema.
La noche seguía avanzando y todos poco a poco iban cayendo rendidos ante el sueño. Poco a poco se fueron uniendo a Shikamaru en la inmensa cama de Naruto, por que ninguno de ellos espero a que Naruto los guiara a las habitaciones de huéspedes. Todos prefirieron usar su cama y al final de la reunión interminable él era el único que no tenía lugar donde dormir. No había una sola esquina desocupada de su cama.
Pero tenía sueño y no iba a dejar de dormir por una nimiedad.
Intentó empujar un poco a Shino sin resultados y Neji no planeaba soltar su almohada. Chouji había ocupado con toda su anatomía los pies de la cama y Kiba y Shikamaru estaban muy cómodos al medio.
Suspiro con algo de frustración por que el sueño le nublaba el pensamiento. Su otra alternativa era el mismo irse a dormir a la habitación de huéspedes. Aunque también tenía la posibilidad de ir a invadir la cama de Kakashi o la de Iruka como cuando era más pequeño.
De pronto se le prendió el foco. La cama de Sasuke estaba más cerca.
Apagó las luces de su cuarto para que todos pudieran dormir pacíficamente mientras el caminaba a tientas por la casa oscura hasta llegar a la conocida puerta.
La habitación de Sasuke estaba iluminada por pequeñas lamparitas al ras del piso para iluminar solo los pasos. Camino guiado por esas luces tenues y se echo a un lado de la cama.
Sasuke estaba dormido en su habitual pose de momia tiesa pero no parecía tener un buen sueño. Su cabeza se movía de un lado al otro de vez en cuando.
"Sasuke" - intento despertarlo - "Tranquilo todo esta bien" - le dijo al oído mientras peinaba su cabello negro alborotado con sus dedos. Con sus brazos lo atrajo a él desmoronando su posición de momia y lo abrazo como si fuera su oso de peluche. Eso pareció calmar un poco su sueño y los dos pudieron dormir un poco más cómodos.
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El solestaba entrando por la ventana tan fuerte que toda la habitación había sido invadida por la luz. Se sentía más cálido de lo usual y no era por la fiebre. Cuando se dio cuenta alguien lo estaba abrazando, eso no era normal. Su cuerpo reaccionó antes que su cerebro y de una patada, con una fuerza nunca antes vista en él, logro lanzarlo fuera de la cama.
"¿Pero que demonios te pasa?" - le chilló Naruto intentando levantarse piso y sobándose la cadera que era el lugar que había recibido el golpe - "¡Eres un maldito bastardo por patear a una persona durmiendo y sin posibilidad de defenderse!" - seguía expresando el dolor que sentía por que para ser un saco de huesos Sasuke lo había pateado con la fuerza de un jugador profesional de soccer.
Sasuke por su lado no salía de su asombro. No sabía por que había reaccionado de esa manera. No sabía de donde había sacado esa fuerza pero recapitulando lo que había escuchado de su boca la noche anterior no se arrepentía.
"Merecido te lo tienes por idiota. ¿Quien te manda a dormir abrazándome de esa manera? ¡No soy tu maldito oso de peluche para que me uses de almohada...!"
"¡Eres el peor oso de peluche que existe por que no eres adorable! Además yo no era el que tenía pesadillas en la noche"
Sasuke se quedo callado. No recordaba haber soñado nada, seguro eran palabras huecas para hacerlo sentir mal por haberlo pateado pero no lo iba a lograr. Sabiendo ahora como era Naruto debería empezar a tratarlo bajo su nueva política de 'no compasión'.
Si se sentía ofendido o no sería su problema. El era un Uchiha en medio de todo y no se podía dejar maltratar de esa manera tan baja. Y como primera medida se cruzó de brazos y le dio la espalda.
Naruto se sorprendió, pero sólo un poco. Definitivamente, según él, esta era la manera de pelea más absurda. Con darle la espalda no se iba a librar de él, no señor.
"¡Bastardo maleducado mírame cuando te hablo!" - le grito mientras con sus brazos lo obligaba a enfrentarlo.
Cuando lo tuvo de frente vio la cara de Sasuke. Se estaba debatiendo si contestarle o no mientras trataba por todos los medios de no enfocar su mirada en el. Sus ojos estaban echando chispas mientras se mordía los labios hasta hacerlos sangrar. Sentía ira al verlo en ese plan, tanta rabia que le daba ganas de golpearlo hasta dejarlo inconsciente pero no lo iba a hacer. El había aprendido a controlar ese sentimiento de frustración y para terminar de hacerlo a un lado lo agarró del cabello y lo zarandeó un par de veces para después empujarlo contra la cama.
Sasuke reboto en ella pero se quedó tieso en esa misma posición.
Por su lado Naruto notó algo que hasta ese momento había pasado desapercibido para él.
El cabello de Sasuke era suavecito. Tan suave como quien acaricia un gato. Tan suave y brilloso que tenía ganas incontenibles de volver a tocar. Sin poder controlarse trepo a la cama en la que su amigo seguí tumbado y sin ofrecer mayor explicación tomo su cabeza y la puso encima de su piernas. Luego empezó a hundir sus dedos entre esa suavidad, movía las hebras negras de un lado hacía el otro. En ningún momento sus dedos encontraron traba y es que a pesar que trataba de enredarlo no podía.
Eran tranquilizante aquella textura tanto que llego a pensar que estaba soñando.
Sasuke no sentía lo mismo. No había atinado a moverse por que no sabía como iba a reaccionar Naruto. Había visto en esos ojos azules que siempre le trasmitían paz un destello rojo que le hizo pensar que también podría existir un infierno en medio de aquella fantasía. Sintió miedo aunque no tanto como el que le profesaba a su papá.
Los dos perdieron la noción del tiempo, cada uno perdido en sus pensamientos en un mundo totalmente ajeno del otro hasta que la puerta se abrió.
Kakashi alzó una ceja extrañado.
Al parecer lo que había escuchado entre risas en la madrugada tenía algo de verdad y no iba a desperdiciar la oportunidad de atormentarlos ni en un millón de años.
"Buenos días tortolitos. ¿Cómo han dormido? ¿Se te paso la fiebre Sasuke?" - les dijo con toda la intención de molestar y lo logró. Las caras de los dos chicos se pusieron rojas como los tomates de la tienda. Automáticamente se separaron y sus rostros buscaban palabras para desmentir la situación.
"Buenos días Sasuke... Naruto no sabía que estabas aquí" - Iruka entró en la habitación con una bandeja con el desayuno para Sasuke junto con las medicinas y el termómetro.
"Ah, es que todos se durmieron en mi cama y no me dejaron sitio. Tu sabes que no me gusta dormir en una habitación que no sea la mía y menos solo..." - iba a continuar con sus justificaciones pero Iruka se le quedo mirando. No era la mirada que Iruka solía darle.
"¿Te sientes bien Naruto?" - le pregunto dejando la bandeja en la mesa. Se paró a su lado y puso la palma de la mano en su frente - "Creo que te va a subir la temperatura. Será mejor que reposes el día de hoy. Le dire a tus amigos que bajen a tomar desayuno y luego llamaré a sus casas para que vengan por ellos, no quiero más enfermos"
Iruka salió de la habitación a poner su plan en práctica y Kakashi iba detrás de él siguiendole los pasos pero antes de salir de la habitación aprovecho para lanzarles una bomba.
"Se ve que compartieron algo más que saliva anoche... el amor es como una enfermedad ¿no?"
Y salió rápidamente antes que lo golpearan las dos almohadas que fueron lanzadas contra él.
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Para evitar que la enfermedad, que según Iruka era por andar mucho tiempo juntos y por la necedad de Naruto en no tomar las vitaminas que le había recetado su abuela, se había decidido tener a los dos enfermos en un solo lugar.
La cama en la que dormía Sasuke era grande pero la del cuarto de Naruto era inmensa. Por lo tanto y por que Naruto se aburría en una habitación donde solo habían libros se decidió que los dos estarían en el cuarto de Naruto.
Entre los dos no habían hablado de nada desde que ocurrió lo que ocurrió en la mañana.
Los chicos del colegio se habían despedido de los dos desde la puerta y se habían ido a sus respectivas casas como dos horas atrás.
Los pronósticos de Iruka se hicieron realidad al poco rato cuando su fiebre empezó a subir aún así Naruto se negaba a guardar reposo. En ropa de dormir, tirado en su cama boca abajo al filo de la cama y con los brazos estirados hacía la pantalla plata de la televisión intentaba batir sus anteriores records mientras que Sasuke estaba sentado en su esquina de la cama intentando no aburrirse.
"Tengo dos controles... ¿No quieres jugar conmigo?" - cortó el hielo Naruto mientras se paraba de la cama para conectar el segundo control de manera fugaz para evitar ser capturado por mamá gallina a.k.a. Iruka.
"No. No veo bien ¿Te acuerdas de eso?" - no quiso sonar ácido pero aún no terminaba de perdonarlo por toda esa montaña rusa de situaciones a las que había sido expuesto en las últimas veinticuatro horas.
"No te creo. Para mi que no sabes jugar" - intento provocarlo. En el cerebro de Naruto no cabía la posibilidad que Sasuke fuera casi ciego. ¿Cómo no iba a poder ver la pantalla de casi noventa pulgadas que tenía al frente? Era la excusa más ridícula que había escuchado.
Pero Sasuke no mentía. Si bien la pantalla era la suficientemente grande como para no verla él no podía. Y no por que la imagen no fuera lo suficientemente grande. El problema eran las imágenes en constante movimiento y los giros y los destellos lo que lo cegaban. Verlo jugar solo lo mareaba y a pesar que por momentos cerraba los ojos podía ver esas manchas brillantes dando vueltas alrededor de su cabeza y desplazándose por sus ojos. Sasuke no comprendía como Naruto no era ciego.
"De verdad no me siento bien"
"Te sentiría mejor si hicieras algo. No comprendo como te puedes quedar quieto sin hacer nada. Si no respiraras pensaría que estas muerto"
"Tal vez lo estoy"
"No me gusta tu actitud. Deberías ser más positivo. ¡Estas vivo!"
"¡A mi tampoco me gusta tu actitud!" - y no le dijo nada más hasta que se le salió - "Tu no sabes nada" - y con eso se acostó y cerró sus ojos para intentar dormir pero no pudo.
"¡Duermes todo el día! ¿Cómo puedes dormir todo el día?" - sus ojos azules una vez más estaban llenos de furia muy cerca de él, tan cerca que los podía ver.
"¿Tu crees que es fácil para mi? ¿Qué puedo hacer si no veo? ¿Quieres que lea? ¿Pinte? ¿Repare algo? ¿Vea televisión o juegue? ¡Quizás pudiera hacerlo si alguien no hubiera roto los anteojos que me prestaron ayer!"
Naruto dejo de saltar y se quedo quieto donde le habían cogido sus palabras.
"¿Qué es todo este escándalo?" - entro Iruka preocupado. Los gritos de los niños llegaban hasta el jardín donde él había estado regando las plantas.
Naruto no contestó y Sasuke volvió a asumir su posición de bello durmiente e intentó dormir a pesar que tenía cólera en el estómago.
"No es nada Iruka, creo que yo también voy a dormir" - Naruto se sentía culpable por romper los lentes que su abuela le había dado a Sasuke. Así que para evitar preocupar a Iruka y hacer más leña del árbol caído se fue a acostar y cerró los ojos fingiendo cansancio.
Iruka sabía que había algo flotando en el aire pero parecía ser cosa de chicos así que prefirió dejarlo a que ellos mismos arreglaran sus disputas.
Una vez Naruto escuchó la puerta cerrarse abrió los ojos. Gateo sobre la cama hasta llegar a Sasuke. le toco el hombro repetidas veces pero al parecer se había quedado dormido.
"Lo siento" - le dijo al oído suponiendo que Sasuke estuviera fingiendo pero al parecer estaba bien dormido.
Naruto había probado varias veces que no podía quedarse quieto y esta vez no iba a ser diferente.
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¿Cuanto tiempo había pasado?
No tenía idea pero sentía como si solo hubiese pestañado tres veces. A la tercera vez ya no estaba en la habitación. No tenía idea donde estaba y eso le paro los cabellos de la nuca. No veía absolutamente nada.
Su primera reacción fue buscar un interruptor pero su mano al moverse sin rumbo choco contra algo que cayó en un sonido sordo contra el piso. Sin poder detener sus movimientos sus pies ya habían hecho contacto con los pedazos de aquel objeto en el piso y a pesar que le dolía su mente no pensaba en otra cosa más que salir de esa oscuridad.
Sus pies ya sabían que el camino de la izquierda tenía inconvenientes así que gateo por la superficie de la derecha que identifico como una cama bastante grande... hasta que se quedo sin piso. Habían varias cosas tiradas, las pudo sentir con sus pies adoloridos cada vez que las pisaba y se le incrustaban en las heridas pero su desesperación era grande. Se chocaba contra las paredes y muebles añadiendo más objetos al piso, se golpeaba los dedos contra todo lo que estaba a su paso hasta que encontró la perilla de la puerta.
Cuando la abrió no pudo ver luz. Sus manos se dirigieron a su boca para callar su ansiedad intentando no gritar. Se estaba sofocando o quizás se estaba ahogando entre sus propias lágrimas hasta que vio un brillo.
Se volteó con desesperación y corrió a abrazarse a aquella luz.
"¿Pero que demonios te pasa?" - le pregunto Naruto mientras palmeaba la pared encendiendo las luces de la habitación. - "Parece que ha pasado un huracán por acá. ¿Por qué no prendiste la luz?"
Sasuke no respondió.
A lo único que atinó su cuerpo fue a abrazarse de él y esconder su cabeza entre el cuello y el hombro. Estaba intentando calmar sus nervios. No le gustaba la oscuridad a pesar que la conocía bien. Había pasado demasiado tiempo encerrado en ella.
"Sasuke ¿Estas bien?" - la pregunta fue tonta. Era obvio que no estaba nada bien. Y confirmo eso cuando las piernas de Sasuke se doblaron y el peso los llevo abajo.
Miró el desorden en su cuarto, sus juguetes y trofeos en el piso. Libros, cuadernos, juguetes... las manchas rojas que estaban esparcidas por todo el piso y que llegaban hasta los pies de su amigo. Naruto pensó detenidamente examinando todo lo que veía.
"¿Le tienes miedo a la oscuridad?" - por que cuando el despertó y vio a su amigo que seguía durmiendo decidió salir de la habitación para hacer un par de cosas. Y para dejarlo dormir con mayor tranquilidad apago todas las luces de la habitación y cerró las cortinas para que la luz de la calle que pudiera entrar no lo fastidiara.
Pero Sasuke no contesto la pregunta. Ahora sus manos que estaban abrazándolo por la espalda habían empezado a arañarlo. Estaba clavándole las uñas.
"¡Auch! ¡no soy de cartón sabes!" - automáticamente y por el dolor se soltó del abrazo de oso que el estaba dando Sasuke.
Ahí fue donde pudo ver la extensión del miedo en sus ojos. Se veía tan perdido ahí donde estaba y sus manos seguían como clavando sus uñas en algo imaginario.
Era la primera vez que el comportamiento de alguien le preocupaba. Más que todo no lo entendía.
"¿Qué paso aquí?" - Kakashi los miraba por aquel ojo travieso por encima de su libro. Su ojo fue directo a los pies ensangrentados de Sasuke. - "Naruto... ¿Apagaste todas las luces de tu cuarto no?" - asintió levemente y se pregunto si esto había pasado antes. - "Ayúdame a llevarlo a tu..." - pero se quedo callado antes de decir cuarto. - "Tienes que arreglar esta habitación jovencito"
Mientras que Kakashi lo levantaba Naruto iba abriendo paso por su dormitorio ahora en ruinas.
"Se asusta cuando no puede ver en la oscuridad. No se mide" - le dijo mientras lo acostaba en la cama. - "Pásame las almohadas" - cuando se las paso las puso debajo de sus piernas para elevarlas. - "Voy a ir por el equipo médico y por Iruka por que esta abajo preocupado por todo el ruido. Asegúrate que no se mueva de donde esta"
Naruto no creía que se pudiera mover de donde estaba. Parecía petrificado mirando el techo mientras sus manos seguían intentando agarrar algo. ¿Sería una persona peligrosa?
No lo creería ni en un millón de años aunque quizás si. Era peligroso para el mismo.
No paso mucho tiempo hasta que llegaron los dos adultos. El grito ahogado de Iruka no tardo mucho en oírse.
"Esto es lo que vamos a hacer. Naruto, tu tienes que impedir que se mueva mientras le saco los pedazos de vidrio. Iruka tu me vas a asistir" - Iruka asintió, no era muy bueno curando heridas que implicaran mucha sangre, Kakashi era más frío y perfecto para ese tipo de situaciones.
Pero los adultos no podían empezar sin que Sasuke estuviera bien sujeto por lo que el tenía que ver la manera de que no se moviera. Su primera idea fue amarrarlo pero eso le haría más daño e Iruka no le iba a dejar hacerlo. Así que se echo encima de Sasuke de manera transversal, tomándole las manos pero si hacer tanta presión por que no lo quería dejar sin aire como la primera vez. Si, aún no se olvidaba de eso.
Al principio pensó que Sasuke no iba a reaccionar al dolor pero si lo hizo. Cuando Kakashi hizo presión con la pinza sobre la herida para intentar sacarla Sasuke se retorció como una lombriz que sacan de la tierra.
"Agárralo bien Naruto" - le recordó Kakashi pero era mas fácil decirlo que hacerlo.
"Tranquilo, tranquilo..." - le decía mientras ejercía un poco más de presión en sus muñecas.
"¡Agárralo de las piernas!" - Lo soltó de las muñecas y se sentó encima de el mientras que con sus manos ejercía presión sobre esas delgadas y espectrales piernas que pataleaban de dolor.
Estuvieron intentando curarlo y sacándole los pedazos de vidrio por diez minutos, quizás más. El tiempo se hizo eterno intentando mantenerlo al margen.
Cuando acabaron estaban todos agotados y sudorosos. La cara de Sasuke estaba bañada en una mezcla de lagrimas y sudor.
Iruka quito la ropa de cama que había sido manchada mientras que Kakashi levantaba a Sasuke. Cuando pusieron sábanas y frazadas limpias comenzaron a limpiar la habitación entre los tres.
Nunca más iba a apagar las luces de su habitación mientras la compartiera con Sasuke.
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Sasuke dormía como un angel. Apenas y formaba una arruga en la cama.
Sus pies habían sido vendados después que le sacaron los tres pedacitos de vidrio. Nunca hubiera pensado que tres pedacitos de vidrio pudieran ocasionar tanto escándalo. Según Iruka, los pies sangraban bastante al igual que los dedos.
Pero con los vidrios en los pies y prácticamente ciego se las ingenio para desordenar, más de lo que ya estaba, su habitación.
Según Kakashi, e Iruka lo respaldo en eso, era por que le tenía pánico a la oscuridad. No miedo. Pánico.
¿Por qué le tenía pánico a la oscuridad? Tenía qué ser sin lugar a dudas un hecho traumante en su tierna infancia fue la explicación que le dio Kakashi pero Naruto seguía sin entender.
Recordaba que cuando era chico, más por que aún no llegaba a la adolescencia, también le tenía miedo a quedarse solo en la oscuridad y siempre pedía que por lo menos dejaran una luz prendida. Cada vez que se despertaba en una pesadilla corría hacia esa luz. Su miedo desapareció con el tiempo y ahora dormía con las luces apagadas, por eso pensó que a Sasuke no le importaría.
Ya le estaba dando sueño de tanto mirarlo y el ni siquiera movía un dedo. ¿No tenía hambre acaso? ¡No comía nada desde el desayuno! El en cambio a pesar de haberse comido como cuatro o cinco platos de ramen y aún tenía hambre.
Ahora tenía sueño, además del hambre. Se le seguían cerrando los ojos a pesar que la luz le fastidiaba para dormir. Estaba tan cansado que no se iba a levantar a apagarla.
No, no la iba a apagar.
No por Sasuke.
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Cuando abrió los ojos le tomo un rato entrar en conciencia. Los cerro, los volvió a abrir y se froto los ojos sin creérselo. Sasuke seguía durmiendo.
¿No pretendía levantarse a desayunar? Ya iban a ser casi veinticuatro horas sin comer. El se moría de hambre y su estómago le había crujido toda la noches. Eso no era bueno.
Gateo hasta su lado y comenzó a caminar sus dedos por su brazo descubierto, dándole algo de ventaja para que despertara por sí mismo. Pero nada.
¿Estaría muerto? - pensó mientras acercaba su oreja a su cara para comprobar que respiraba. Estaba vivo y calentito.
"¡Hey! ¡Despierta!" - comenzó a tirar de la manga de su ropa de dormir.
Sus ojos empezaron a tener como un tic de molestia hasta que por fin se abrieron.
"¿Naruto?" - intentó reconocerlo mientras intentaba enfocarlo con su poca y casi nula visión.
"Soy yo dormilón. ¿No tienes hambre acaso?"
Pareció pensar sus palabras mientras intentaba levantarse. De pronto sintió algo extraño en él y se descubrió de la ropa de cama.
"Pero ¿qué cosa es esto?" - sus pies eran como dos momias de las vendas que llevaba. Una se la hizo Kakashi y la otra él para aprender como se hacía.
"¿No te acuerdas lo de ayer?" - le pregunto.
Sasuke decidió pensarlo. Recordaba haber sentido el miedo de estar sólo y el dolor en sus pies. Las imágenes borrosas en su cabeza le iban relatando lo que había pasado pero en sus recuerdos no veía cuando había aparecido luz.
"¿Hice algo raro?"
"Depende que cosa sea raro para ti. No sabía que le tuvieras miedo a la oscuridad" - se animo a preguntarle por que de verdad quería saber.
"Nunca lo preguntaste" - respondió rápidamente para excusarse, no quería entrar en detalle.
"Si me lo hubieras dicho nunca hubiera apagado todas las luces" - Naruto intento regresar al tema de la oscuridad.
"No es algo que me guste hablar, además no es miedo, simplemente no me gusta" - Naruto supo identificar la mentira esta vez. Cuando no te gusta no reaccionas de esa manera.
"¿Pero por que no te gusta?" - no planeaba soltar el tema hasta que lo dejara satisfecho y no le iba a importar la cara de disgusto de Sasuke acerca de eso.
"Por que no puedo ver cuando esta oscuro. Me siento inútil" - le invento algo creíble. Que en parte era cierto. No le gustaba la oscuridad por que la poca visión que tenía se volvía nula cuando no había luz. El otro motivo no planeaba contarlo.
"Hablando de eso..." - Naruto pareció contento por la respuesta cuando se acordó de algo.
Gateo de regreso a su lado de la cama y empezó a rebuscar dentro los cajones del velador que tenía al lado hasta que lo encontró. Regresó a su lado y le tomo de la mano lo que puso a Sasuke algo nervioso por que no sabía con exactitud que había pasado.
"Toma" - y le puso algo en las manos. Tardo en identificar que era por que la textura que tenía era algo rugosa pero los contornos del objeto y lo liso del vidrio lo ayudaron. - "Los reparé"
Sasuke no sabía si dar las gracias o reírse del gesto. En sus manos estaban los anteojos que el mismo Naruto había roto en su descuido pero los había "reparado" prácticamente envolviéndolos en cinta adhesiva. Estaban casi forrados en cinta adhesiva. Se los puso para no hacerlo sentir mal.
La cinta adhesiva no estaba bien colocada en el puente de la nariz asi que sentía como los filos lo raspaban.
"Se que la reparación no es perfecta pero así podrás ver algo en lo que te ordenamos un nuevo par por que las lunas también estan algo rayadas y..."
"No es necesario. Me gustan tal y como estan ahora" - le dijo no con su sonrisa hueca, le sonrió de verdad. Su sonrisa se sentía cálida y sus dientes blancos se asomaban entre esos labios demasiado rosados para ser ser de un chico. Esa sonrisa no sólo iluminaba su cara también irradiaba cierta energía contagiosa que te provocaba seguir haciéndolo feliz.
¿Si tenía esa sonrisa tan poderosa por que sentía que ese chico, Sasuke, no era feliz? ¿Por qué lo veía tan vacío?
El ruido de su estómago lo trajo una vez más a la realidad. Una realidad donde la sonrisa divertida de Sasuke seguía presente. A pesar de llevar consigo un hambre de los mil demonios se prometió a sí mismo velar por el bienestar de su amigo. Quería preservar esa sonrisa en su rostro, cambiar su pasado y sus tristezas de ser posible.
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Su ánimo cambió una vez pudo ver mejor las cosas. No le importaba que le fastidiara el marco de aquellos anteojos prestados o ver la manera como comía Naruto después de una noche de hambre.
La fiebre había desaparecido completamente de los dos y ahora Iruka los dejaba andar libremente por la casa.
Naruto lo llevaba por todas las habitaciones enseñándole todas las cosas que tenía en su casa y él lo siguió aguantando el dolor en sus pies.
Lo llevo a cada habitación de invitados de la casa, a la habitación de Kakashi e Iruka que estaban juntas y unidas por una puerta. La habitación de Kakashi era seria y con colores oscuros, diferente a la de Iruka que a pesar de ser masculina se sentía más cálida.
Lo llevo por el pasadizo con oscuras intenciones de llevarlo al ático y mostrarle más cosas. Pero en el recorrido se habían salteado una puerta.
"¿Y esa puerta?" - fue una simple pregunta, de esa curiosidad que casi nunca mostraba por que estaba acostumbrado a seguir órdenes. La reacción de Naruto que antes había sido relajada y chistosa cambio. Se tensó un poco y lo notó por que le apretó la mano.
"Es la habitación de mis papas. ¿Quieres verla también?" - era la primera vez que veía a Naruto forzar una sonrisa. La diferencia era infinita. En ningún momento había esperado ver la habitación de los papas de Naruto, no era de su incumbencia.
"No es necesario, sólo fue una pregunta" - pero Naruto no lo tomo así.
"Si quieres entrar a ver no me importa. Vamos" - le dijo mientras lo jalaba adentro de esa habitación - "No me trae ningún recuerdo entrar aquí, ellos murieron cuando aún estaba pequeño. No recuerdo si ya te había dicho eso antes. La tenemos bien limpia aunque casi no entramos aquí"
La habitación era muy grande. Como era el dormitorio principal tenía ventanales enormes por donde entraba la luz y tenía una vista espectacular a los jardines de la casa.
Naruto soltó su mano y se acercó al tocador. Tomó una botella de perfume y lo olió o mejor dicho, pegó su nariz a él y lo aspiró con fuerza.
"Dice Iruka que era el perfume favorito de mi mamá" - y luego se lo puso en la nariz para que él también lo oliera. Esa fragancia era conocida para él. Su mamá también la usaba aunque no sabía a ciencia cierta si es que también era su favorita.
"¿Por qué mejor no me sigues mostrando el resto de la casa?" - le sugirió mientras lo agarraba de la mano. No le gustaba ver a Naruto tan callado, no iba con él.
Le sonrió y los dos salieron de la habitación. Tomó un rato no muy largó para que Naruto se volviera a llenar de energías. Lo llevo casi hasta la esquina y de ahí bajaron hasta la cocina. Naruto se robó un par de cosas de la refrigeradora y le ofreció algo pero rehusó. No tenía hambre después de que lo obligaran a tomar desayuno.
Caminaron por otros cuartos más hasta que llegaron a un salón de música. Naruto le peló los dientes y le mostró todos los instrumentos que tenía.
Tenía violines de varios tamaños que eran una muestra de que llevaba años tocando el violín. Lo mismo pasaba con los tambores que estaban apilados en orden de tamaño hasta lo más grande que era una batería que según él se la había comprado recientemente.
El también sabía tocar los violines pero no los tambores por que según su mamá no era un instrumento para una chica decente y de alcurnia. Pero no se quejaba por que los tambores nunca llamaron su atención.
Naruto también tenía panderetas, flautas, clarinetes y hasta un saxo. Viendo todo aquel despliegue de instrumentos y considerando lo atolondrado que era seguro no había aprendido a tocarlos bien.
No se equivocó. Naruto cogió uno de sus violines y empezó a salir un ruido infernal de sus cuerdas.
"No sé hacerlo muy bien, hace tiempo no practico" - fue su excusa.
"Se nota a leguas" - y le quitó el violín de las manos y probo. - "tocas tan mal que ya lo desafinaste" - y empezó a tensar las cuerdas. Podía darle un par de clases acerca del violín pero algo más llamo su atención.
Al otro extremo de la habitación, en una esquina demasiado oscura para su gusto estaba su instrumento favorito. Un piano de cola color caoba. Las teclas, por que no pudo aguantarse tan lejos de el, estaban llenas de polvo. Se notaba que no era un cuarto al que le prestarán tanta atención.
No se aguantó más y presiono un par de teclas. Tenía un sonido nítido y melodioso. Se sentó en el banquillo y comenzó a tocar todas las teclas. Se acomodó mejor y se decidió a tocar algo. Estaba por decidirse cuando Naruto se acercó y cerró el piano. Por poco aplastándole los dedos.
"Este piano, no lo toques más" - su voz era retadora y atemorizante. Decidió que no era buen momento para quejarse y preguntarle por que no. Aunque no necesitaba saber la razón, el nombre de la verdadera propietaria estaba tallado en la tapa del piano. Había cometido un error al querer tocar algo tan preciado para él.
"Lo siento" - e inclinó su cabeza en señal de respeto. Cuando se enderezo después de unos segundos salió de la habitación dejando a Naruto solo.
El también tenía momentos tristes que los disimulaba bien en esa cara sonriente y llena de luz. No había sido su intención tocar una vena sensible y entendía su enojo.
No regreso a la habitación de Naruto. Prefirió regresar a la suya, a la que le habían asignado. Se había quedado con las ganas de tocar algo y aún sentía la suavidad de esas teclas.
Cuando entro solo le dio tiempo a echarse y hundir su cabeza contra la almohada. Sentía cierta frustración por no haber podido tocar el piano mezclado con un poco de vergüenza, por que definitivamente hizo algo que molesto a Naruto y al parecer le trajo malos recuerdos.
Era un estúpido. Se arrepentía de haberlo sido mientras seguía aplastando su cara contra la almohada, pataleando y golpeando el colchón en el proceso. ¿Por qué era tan imbécil?
Pero en eso la puerta de la habitación sé abrió.
"Con qué aquí estabas. Te estuve buscando" - la mirada de odio y tristeza había vuelto a aparecer como si aquella nube gris que tapaba el cielo y al sol se hubiera movido con increíble velocidad gracias al viento - "Iruka quiere que bajemos a almorzar todos juntos. ¿Vamos?" - le dijo dándole su mejor sonrisa.
Sintió algo en su cuerpo. Como una corriente eléctrica que lo traía de regreso a la vida. Como un calor que salía de su corazón y se propagaba por todo su cuerpo. Un calor que cuando Naruto le dio la mano para jalarlo hacia el comedor llego a sus mejillas y las hizo arder. - "¿te sientes bien? Estas todo rojo..."
Le dijo con toda naturalidad y sin sospechar nada de lo que pasaba. Automáticamente Sasuke soltó su mano y comenzó a arreglarse el cabello.
"No necesito que me jales, puedo ir por mi propia cuenta"
Gesto que Naruto no tomo tan bien por que la agresión regreso a sus ojos.
"Uno te quiere ayudar y se preocupa por ti y tu reaccionas como un gato arisco. ¡Piérdete idiota!" - y se fue azotando la puerta.
No tenía hambre y después de lo que acababa de pasar mucho menos.
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Bajo las escaleras golpeando los pies. Cuando llego al comedor, donde estaban los dos adultos sentados y esperándolos, jaló la silla de mala gana haciendo un ruido desesperante en el piso recién encerado y por fin se sentó. Cruzó los brazos y espero a que le sirvieran algo de comer. En el fondo tenía el deseo que fuera ramen otra vez.
Los adultos por su parte se habían dado cuenta de la situación que estaban por enfrentar.
"Pensamos que venías con Sasuke para almorzar..." - Iruka fue el primero en tocar el tema - "¿no tiene ganas de comer? ¿Se siente mal?"
Naruto se mordió los labios como intentando controlar ese mal carácter que tenía escondido. No le quería contestar una grosería a Iruka por que no se lo merecía. Lo único que hacía era preocuparse por la gente y no era su culpa que aquel mal agradecido.
"¿Se pelearon?" - esta vez fue Kakashi quien pregunto.
¿Por qué creía que se habían peleado?
En contestación negó con la cabeza.
En verdad no sabía lo que había pasado. Todo había estado muy bien y le estaba mostrando la casa hasta que Sasuke decidió remover las cosas. Todo habría estado bien si no...
"¿Fue el quien toco el piano?" - volvió a preguntar Kakashi.
Los dos vieron como las orejas del chico se encendían de la cólera y el puño que dio contra la mesa indico que estaba por perder la compostura en la conversación.
Iruka corrió a su lado y lo abrazo para calmarlo.
"No te enojes. Estoy seguro que en ningún momento le dijiste a Sasuke lo especial que era ese piano para ti"
"Si tu mismo lo llegaste al salón de música no ibas a esperar que no viera el piano. Sólo por que lo dejas que se llene de polvo en una esquina no da por hecho que nadie lo vaya a tocar"
Lo que Iruka y Kakashi decían era verdad. Sasuke en ningún momento se atrevió a tocar con otras intenciones. Pero el le había estado mostrando otro instrumentos ¿por qué se atrevió a tocar su piano?
"Quizás deberías subir y contarle a Sasuke acerca de tu mamá y el piano. Los amigos se cuentan cosas, se pelean y se reconcilian. Seguro esta confundido por que no sabe que ha hecho para que te molestes con él" - Iruka con su voz suave estaba lavándole el cerebro una vez más para que hiciera lo correcto. Tenía que subir donde Sasuke y contarle por que ese piano era especial.
Se paró de la mesa y salió despacio.
No corrió al segundo piso por que estaba pensado como se lo iba a decir. Además sentía cierta vergüenza por que en verdad se había molestado con Sasuke cuando la culpa había sido suya por omitir sus razones. Si le hubiera explicado las cosas desde un principio como Iruka se lo había hecho ver seguro Sasuke hubiera respetado y se hubiera mantenido alejado del piano de su mamá.
Se río mientras se rascaba la cabeza de la cólera que ahora sentía consigo mismo. Se había comportado de una manera poco aceptable para alguien que pretendía liderar una empresa. Cuando fuera más grande tendría que liderar con situaciones peores y tendría que optar por las mejores decisiones y para eso necesitaba mantener la cabeza fría.
Se detuvo enfrente de la puerta del dormitorio que ocupaba Sasuke. Se sacudió el cuerpo como para librarse de toda esa energía negativa. Toco la puerta que el mismo había cerrado con fuerza dos veces y espero contestación.
Nada
Seguro estaba molesto con él. No lo culpaba.
Toco la puerta dos veces más pero tampoco hubo respuesta.
¿Estaría durmiendo acaso? Cabía la posibilidad por que dormía demasiado, más que él y desde que se despertó no había tomado una siesta.
Si estaba durmiendo iba a entrar y le iba a saltar encima. Luego lo obligaría a que lo perdonara sino le iba a moler los huesos a cosquillas y no le iba a importar que se quedara sin aire.
Se río ante la imagen de Sasuke retorciendo se como una lo tía en la cama pidiendo piedad por que no le hiciera reír más.
Abrió la puerta despacito para no alertarlo pero cuando la tuvo totalmente abierta se dio cuenta de algo.
La cama estaba tendida, estirada y sin una sola arruga. Los libros estaban en el librero ordenados. Las cosas estaban ordenadas como si nada hubiera pasado.
Sasuke se había ido.
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